Una etapa nueva había comenzado, las clases dieron rienda semanas atrás y el calor del verano era abrasador. Los alumnos con el uniforme correspondiente aunque con una clara molestia por el calor que los consumía por llevar la pesada vestimenta. Unos se tomaban la libertad de abrir un poco más su chaqueta, para otros quitársela era opción viable, pues en el verano el calor era cruel que sofocaba horrores. Entre el tumulto que se arremolinaba para entrar al plantel Seirin, se distinguía una cabellera castaña y junto a ella casi desapercibida una celeste que alimentaba a un pequeño cachorro en su bolso. El primero se llamaba Furihata Kouki y su compañero Kuroko Tetsuya, miembros del club de basquetbol campeones de la Winter Cup. Ambos charlaban de cosas triviales, pero el castaño cerraba los ojos de vez en cuando, y bostezaba cada 15 segundos, caminando de esta manera e ignorando de momentos a su amigo que al darse cuenta comenzó a llamarle.
- Furi... ¿Furihata kun?- se oía insistente su peli celeste amigo, aunque su cara no lo mostrase la voz denotaba un poco de molestia al percatarse que su compañero no le prestaba la más minina atención- ¿Furihata kun?
- ¿Ah? – El castaño abre más los ojos volteando a ver a su acompañante- ¿si, qué pasa Kuroko?
- Es lo mismo que te pregunto, ¿qué te pasa a ti? No te ves con mucho ánimo hoy.
- No perdón -suspira- estoy cansado – bosteza de nuevo- veras, mis padres se la pasaron viendo películas de terror toda la noche y sus gritos se oían por toda la casa- dijo mientras su cara se ponía azul- ¡Dios! ¿A quién se le ocurre ver películas de terror a media semana de clases? claro como ellos trabajan cada vez que se les da su gana, que su hijo se desvele. –dice sobándose la sien y bostezando por décima vez en el camino
- Tus padres son un tanto especial Furihata kun.
- Ni que lo digas, a veces me pregunto si de verdad soy su hijo.
- No seas tan duro con ellos
- No lo soy, pero a veces actúan como niños- inflando las mejillas
- A mí me agradan
- Pues a ellos también. La última vez que fueron a casa tú y Kagami, estaban maravillados con ustedes y a cada rato me preguntan que cuando van a casa de nuevo.
- Son muy amables, tal vez la próxima vez.
Ambos chicos sonríen, antes solo la persona con la que compartía más tiempo el chico sombra era con Kagami, pero después de que Kuroko se encontrara con Furihata en una firma de autógrafos de un autor que ambos admiraban, su lazo de amistad se fortaleció. Hubo ciertos celos por parte del tigre de Seirin, pero el castaño dejo en claro que lo que su relación era sólo de amistad asegurándole al número diez que Kuroko también pensaba igual, de esa forma Furihata armo un plan con Kagami para que éste por fin se confesara a al chico.
Fue bastante graciosa la confesión pues Furihata le pidió salir a Kuroko para encontrarse en un parque. Cuando el chico se encontraba ahí apareció el pelirrojo luciendo agitado y su cara asemejaba una remolacha para sorpresa del chico fantasma. El ambiente había cambiado a uno muy rosa, y parecía que alrededor de ellos salían corazones, Kagami balbuceaba sin decir una idea completa y Kuroko lo mira tranquilo, pero sospechando en su interior a que venia todo. Cuando estaba a punto de decirle lo que sentía por él, varios ladridos detrás del tigre lo paralizaron, dos enormes san bernardo que escaparon de quien sabe donde, llegaron precisamente a aquel parque. Al verlos Taiga pego un grito para después cómicamente desmayarse. Kuroko se precipito a socorrer a su amigo, mientras que Furihata que se mantenía oculto entre arbustos, fue a sujetar a aquellos animales, puesto que eran muy mansos y el tamaño solo era lo temible. Cuando Taiga despertaba su cabeza estaba en las rodillas de Kuroko y sonrojándose de inmediato se levantó como resorte y tartamudeando a más no poder iba irse corriendo, pero el pequeño le sujeto de su camisa diciéndole que era cruel de su parte irse después de que este lo cuidara. Taiga al ver los ojos llorosos de su compañero, lo tomo de ambas manos para decir de manera casi audible un “me gustas” y le abraza. Por su parte el peli celeste corresponde el abrazo para decir en un susurro “ a mí también” que perfectamente fue escuchado por el pelirrojo para luego romper el abrazo y acercarse lentamente al rostro del menor, dando un beso algo torpe por ser el primero de ambos pero con un montón de sentimientos en él.
Furihata por su parte, momentos después del desmayo del pelirrojo tuvo que explicar al fantasma las intenciones del tigre de Seirin y llevándose a los perros que, unos dueños nos tan lejos de ahí buscaban desesperadamente los entrego, para regresar a esconderse en los mismos arbustos en el momento que sus amigos se abrazaban y luego se besaban. Se sintió sumamente feliz por los chicos y sin que lo escucharan se marchó para a no interrumpir a la recién pareja.
- Ah por cierto…- dice enseguida el castaño- ¿Cómo te va con Kagami san?- la pregunta sonrojó un poco al peli celeste haciendo que su amigo riera un poco ante la reacción
- Oh vamos, debes ver cómo te pones cuando oyes su nombre- burlándose de la expresión del chico
- Eso... Eso no es verdad, mi cara sigue igual-
- Aja si como no, te pusiste rojo
- Es por el calor que hace- se defiende abanicándose con la mano, en señal de calor
- Si claro...
- No es gracioso Furihata kun
- Lo siento lo siento...- el castaño aguanta una pequeña carcajada, no debe hacer enojar al peli celeste- bien y entonces, ¿has hablado con él?
- Si me dijo que regresa mañana de América
- ¿Y lo iras a esperar no?
- Así es, por cierto me dijo que tenía ganas de enfrentarse otra vez con Aomine kun, tal vez deberé decirles a los chicos que nos reunamos para jugar un partido
- Oh vaya, Kagami jamás cambia- lanza una pequeña risilla mientras recuerda a su amigo. Kuroko lo mira disimuladamente y continúa
- que por cierto, estas invitado
- ¡¡¡eh?! ¿Pero yo que haría ahí?
- A jugar que más... tu iras y no acepto un no como respuesta
- Bien… si no tengo opción- el castaño suspira resignado siendo observado por su amigo
- Furihata kun, ¿podría preguntarte algo?
- Amm si dime- le contesta viendo el camino
- ¿Tienes a alguien que te guste actualmente?-suelta el peli azul, haciendo que el castaño casi tropiece con sus propios pies y terminara más sonrojado.
- Pe-pe-pe- pero ¿por qué me preguntas?
- Solo curiosidad – alza los hombros- ¿y bien?
- No, no tengo a nadie…- dice pausadamente volteando al lado contrario
- ¿De verdad?
- Si de verdad, no estoy interesado en esas cosas por ahora- le dice mientras trata de no mirar a su amigo a los ojos
Kuroko suspira ante las negaciones de su amigo- Ahora dices eso pero el amor llega sin avisar Furihata kun, yo sé lo que te digo
- Bien bien, pero en lo que llega es mejor entrar a clases.
Ambos muchachos llegan al plantel dando por terminado el tema de jugar con la generación de los milagros, entrando a las aulas para iniciar las clases correspondientes
- Vaya de lo que me salve, cuando Kuroko se interesa en algo, es demasiado insistente… amor eh... me pregunto que si lo que siento por aquella persona se podría llamar amor…
***
En otro lugar más específicamente en Kioto el clima no era muy diferente, en la prestigiosa escuela Rakuzan todos con vestimentas más lujosas los alumnos entraban a los recintos escolares. En el gimnasio de baloncesto el entrenamiento al mando de Akashi se efectuaba sin ningún tipo de distracción hasta que...
- ¡¡¡MALDITA SEA NEBUYA, DEJA DE SER TAN PUERCO!!!- grito desde un extremo de la cancha un pelinegro alto que mantenía una mueca de asco en su cara, dirigiéndose a un grandulón moreno y que eructaba por décima vez en la mañana- ¡¡WAA!! Eres una bestia
- Reo nee tranquilízate- un rubio juguetón se acercó al azabache tratando de calmarlo y después voltea hacia el moreno- Nebuya por favor no eructes cerca de Reo nee, no ves que sus gritos son espantosos- mientras decía esto un zape no se hizo esperar- ¡AUCH! Reo nee ¿por qué me pegas a mí?
- Muchachos ¿podrían dejar de armar tanto escándalo?, interrumpen el entrenamiento de los demás- una voz tranquila pero autoritaria irrumpe en el lugar, los peleoneros paran para ver al dueño de aquella voz descubriendo a un pelirrojo, su mirada era apacible pero tenía un toque de firmeza, después de todo era el capitán y tenía que mantener el orden entre sus compañeros
- ¡Sei chan!- Reo atraviesa a los otros dos para pararse frente al nombrado- Sei chan la culpa la tiene el cerdo de Nebuya, se la paso eructado toda la mañana cerca de mí y ya no lo puedo aguantar
- No seas delicado Reo es un proceso natural
- ¡¡¡ Natural mi trasero!!! No tienes tantita vergüenza y creo que al decirte puerco, ofendo a los pobres animalitos
- Jajaja Reo nee eso fue muy gracioso- Hayama ríe a carcajadas doblándose y sobándose el estomago
- Oye oye ya te estás pasando, y tú deja de reírte- Nebuya tomando a Hayama del cuello
- No me hagas nada Nebuya la culpa la tiene Reo nee
- Cállate Kotaro, la culpa la tiene Nebuya
- ¡!Ya basta!- volvió a decir Akashi pero esta vez mas fuerte haciendo que los otros quedaran estáticos – Nebuya- el nombrado salto en su lugar soltando a Hayama gira a ver a su capitán - entiendo que es un proceso natural pero trata de hacerlo discretamente y muy lejos posible de Reo
- Bi-bien Akashi- Nebuya se va dejando a los otros dos con el pelirrojo
- Kotaro
- ¿Si Akashi?- el rubio empieza a sudar frio
- Por favor ve con los demás y sigue entrenando- el chico asiente y se va corriendo con los otros jugadores- y tu Reo…
- Sei chan lo siento, pero me cuesta andar aguantando a ese salvaje
- Reo lo sé, pero ten un poco de paciencia, somos compañeros después de todo, anda a entrenar
- Si Sei chan- el peli negro se aleja, y el rubio se dirige a él-
- Creí que Akashi se enfadaría
- Si lo hizo, pero ya no se enoja como antes, es un Sei chan nuevo, uno más feliz- dijo Reo con una sonrisa
- Sí, me alegro por él, entonces... a entrenar Reo nee
- no te la dejare fácil Kotaro...
El entrenamiento continuo, después de media hora dio por concluido, los miembros tomaban sus cosas y mientras el pelirrojo guardaba sus pertenencias su celular comenzó a sonar, al acercarse se percata de que es un mensaje de texto
Akashi kun ¿qué tal?
Quería saber si sería posible reunirnos a jugar un partido de básquet pasado mañana, sería divertido y tambien avise a los demás y dijeron que si, espero que puedas.
El pelirrojo sonríe, no hace mucho tuvo un partido con los chicos de la generación, pero le agradaba que las salidas fueran más frecuentes. Le alegraba saber que sus antiguos compañeros le perdonaran todo lo que había pasado en el tiempo de Teiko, y se sentía preocupado por la existencia de rencores por parte de Kuroko, mas la sombra le dijo que no había nada que perdonar y le pidió que olvidara todo, pues era agua pasada.
Contestando el mensaje, se dirige a las duchas, para seguir con su día.
En Tokio, el celular de Kuroko comienza a vibrar, lo toma y ve el mensaje de texto sonriendo para sí
- Te vez feliz Kuroko- le dice Furihata mientras caminan hacia sus casas
- Si, me acaba de confirmar la última persona, nos vamos a ver el sábado
- Ah muy bien, entonces ¿todos irán?
- Por supuesto, ¿por qué lo preguntas?
- Oh no por nada en especial… este yo me voy por acá, nos vemos después Kuroko, me saludas a Kagami cuando vayas por el
- Gracias Furihata Kun hasta luego.
Ambos chicos se despiden, el castaño se dirige rápidamente a su hogar. Se sorprende al encontrar la casa vacía, llega al comedor encontrando una nota dirigida a él.
Cariño, tu padre y yo saldremos de viaje a visitar a una tía que enfermo, tranquilo no es nada grave, pero tendremos que cuidarla por su avanzada edad, dejamos dinero por si acaso. Cuídate mucho, cierra las puertas bien igual las ventanas.
Te quieren tus padres
Pd. Hijo, Misaki vendrá de visita, espero que no te moleste pues no lo recordábamos hasta hoy. Que se diviertan
(>0<)/
- ¿Que nos divirtamos? Vaya estos padres, no sé dónde tienen la cabeza... – se dice mientras se dirige a su habitación- Espera ¿Misaki vendrá? Oh diablos, no me dijeron cuándo ni a qué hora, bueno de seguro ellos tampoco sabían, Misaki siempre le gusta llegar de sorpresa… dios estos días serán muy ajetreados. ..- dice mientras se quita el uniforme para dormir colocándose una pijama y se mete a la cama, en cuanto toca la almohada se queda profundamente dormido.
Al otro lado del mundo hace 48 horas atrás aproximadamente...
Conversación en ingles
- Misaki sama... Misaki sama es hora de levantarse- habla una mujer insistentemente, sacudiendo un bulto que estaba en una cómoda cama- Misaki sama, si no se despierta pronto perderá el vuelo...
- El bulto empieza a moverse pesadamente, girando a ver a la persona- solo déjame cinco minutos...
- Misaki sama si te dejo esos cinco minutos dormirás una hora más ¿Acaso no desea ver al joven Kouki?
Ante la mención de aquel nombre, el bulto humano se reincorpora rápidamente- bien, ya desperté ¿contenta?
- Si Misaki sama- la mujer sonríe y se gira dirigiéndose a la puerta- el desayuno está listo en 15 minutos, asegurase de bajar enseguida, deje su ropa en el cuarto de baño.
- Si si entiendo, gracias Michell- la mujer sale de la habitación dejando a la persona adormilada. Se sienta en la cama y estirándose un poco dirige su mirada a un porta retratos en el buró de al lado. En él se pueden apreciar tres personas, más bien a tres niños entre 8 y 12 años de edad. En medio un castañito sonreía de manera dulce y tímida. A sus costados dos pelinegros una niña y un niño que lo sujetaban de los brazos celosamente - Misaki sonríe y toma la fotografía- Kou chan pronto nos veremos...
continuara...