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La peor traición por minima

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Notas del capitulo: Como en mi pequeña búsqueda de inspiración (muchas veces involucrando buscar fanarts o música, otros fics, libros, etc.) no encontré muchos fanarts de este par, decidí hacer unos cuantos fanarst de ellos, los pueden encontrar en Youtube con el nombre Toffee x Marco
https://www.youtube.com/watch?v=jRl3FlxiJQ8
También los invito a mi nueva página en deviantart, donde subo mis dibujos:
http://iranea.deviantart.com/gallery/
~6~

~Es bueno a veces tener contactos~

~Dicen que el amor es ciego, o que simplemente no podemos controlar de quien nos podemos llegar a enamorar~

Cuando van de visita de nuevo a la casa de los señores Díaz al día siguiente, ya que Marco falto otro día a clases, y eso solo puede significar cosas malas ya que es el chico más responsable de toda la escuela sino de toda la ciudad, se encuentran a sus padres no tan sonrientes o alegres como siempre.

-Buenas tardes sra. Díaz- saluda Alfonzo cuando Angie les abrió la puerta.

-Buenas tardes Alfonzo- devuelve el saludo la mujer, pero su sonrisa ya no está allí, su brillo característico en la mirada tampoco.

-¿Marco está en casa?- pregunta sin esperar Ferguson, a veces le falta tacto al chico.

-No, aún no está de vuelta en casa- la sombra de la tristeza se acentuó aún más en la madre de Marco, claramente la volvía infeliz la ausencia de su hijo.

-¿Es Marco?- el sr. Díaz llega con un tono que pueden identificar como esperanzador, pero eso se acaba cuando ve a los amigos de su hijo pero no a su Marco con ellos.

Quieren ayudar a los srs. Díaz y a Marco, aunque es un poco atípico de ellos tomar esta clase de iniciativa.

Normalmente es Marco el que se encarga de preocuparse en hacer planes para ayudarlos, desde evitar a que Ferg lo secuestre el equipo contrario de futbol americano por querer ser la nueva mascota del equipo a que Alfonzo no se le termine atorando comida entre los frenillos después del almuerzo trayendo hilo dental y palillos de dientes siempre por si acaso.

Pero ayudarse entre ellos es lo típico que hacen los amigos, aunque no todos los amigos tienen a uno de ellos en otra dimensión por quien sabe que causas y no saben llegar a esta.

¿Qué pueden hacer ellos?

-Nosotros quizás podamos ayudar- Alfonzo se atreve a decir cuando se le ocurrio una idea, o mas bien una persona que podria ayudar.

-¿Cómo?- preguntan ambos padres.

Ambos jóvenes se miran con esa complicidad de personas que comparten una experiencia compartida y un secreto.

-Bueno, conocemos a alguien. ¿Aún tienen el espejo de Star?-

Es así como los padres de Marco se enteran que al parecer su hijo a viajado más veces a otras dimensiones o mundos de lo que ellos están enterados, eso no los deja muy tranquilos, y al parecer en uno de esos viajes terminaron en el reino de las hadas. Son pequeñas, con alas y la mayoría son hermosas, pero también pueden ser algo intimidantes y rudas como los soldados de Mewni que fueron capaces de ver aquella vez que pidieron ayuda al rey River de buscar a su hijo.

También se enteran que en uno de esos viajes Ferguson y Alfonzo participaron, y que la emperatriz de las hadas se encuentra muy, pero muy fascinada por estos chicos. Al parecer encuentra muy atractivo el aspecto de Ferguson así como su carácter perezoso a la vez que encuentra muy atrayente la voz chillante y temblorosa, las palabras de la emperatriz, de Alfonzo así como su aspecto intelectual como sus bracitos y piernas delgados. Tanto así que al parecer hubo un par de intentos de boda, los detalles son algo borrosos entre los comentarios de ida y vuelta entre los amigos de su hijo antes de comenzar una llamada a través del espejo primero con al parecer una recepcionista o secretaria e inmediatamente los comunica con la reina cuando los identifica.

La emperatriz es hermosa con su piel azul, su pelo morado, sus alas de mariposa que parecen estar echas de vidrio o fibras de luz, es elegante, de mirada algo coqueta, y en todo momento mantiene esos ojos en el par de adolescentes.

-Oh, pero si son mis dos personas favoritas- dice con un tono alegre y dulce, pero también hay un brillo frio en sus ojos.

-Oh emperatriz, luce más radiante de los que recordaba- es Alfonzo quien toma la palabra primero entre los humanos de la habitación.

-Y tu voz es tan adorable y agradable de oír para mis tímpanos mi querido Alffi, y oh pero que veo, ¿tu piel luce más suave Ferguson?-

-Es una nueva crema-

La interacción es un poco extraña, desconcertante seria la palabra, por un lado notan que hay atracción de la reina hacia los chicos por todas sus características que chicas de su edad encontrarían poco atractivas, dicen que el amor es ciego, pero quizás en otras dimensiones los gustos son diferentes, muy diferentes, reflexionan los señores Diaz.

-Mi hermosa emperatriz, siempre es un placer escuchar su hermosa voz y estar bajo la luz de tu presencia o solo tu imagen. Pero queremos pedirte humildemente un favor mi estimadísima emperatriz-

Ambos padres se miraron entre si sorprendidos por lo educado y elocuente que era el amigo de Marco, pero más que eso se asombraban de como la emperatriz de las hadas parecía radiar felicidad con cada palabra dicha por el chico de lentes, sus halagos realmente estaban funcionando.

-Owww por mis dos chicos favoritos lo que quieran-

-Eso es genial entonces ¿realmente podemos pedir lo que qui…?- un ligero codazo a la barriga a Ferguson por parte de Alfonzo lo hiso callar. No dejaría que con sus impulsos empezará a pedir frivolidades mientras que dejaba de lado la razón de su llamada.

-Su amabilidad es admirable emperatriz, como cada aspecto de usted-

-Jijiji lo sé. ¿Y cuál es ese favor mis queridos?-

Es ahí donde realmente debían ser muy, pero muy cuidadosos con las palabras, desde que la princesa de Mewni y Marco habían arruinado sus dos más recientes compromisos con Ferguson y Alfonzo, no creían que reaccionaria muy alegre al pedirle ayuda para buscar a cualquiera de ellos.

-Queremos ir a Mewni- fue el impulsivo pedido de Ferguson sin pensar bien las palabras para decirlo –Uff- un codazo de Alfonzo y ver la dulce mirada de la hada cambiar a una seria le recordaron que su impulsividad ya les podría estar jugando en su contra -¿Por favor? ¿Si no es mucha molestia?- pregunto recordando un poco los modales que constantemente su madre parecía recordarle por que los olvidaba muy seguido.

-¿Para qué quieren ir a ese reino? ¿Me dirán que acaso quieren ver el reino de aquella princesilla?- la emperatriz ni siquiera se molestó en ocultar su tono de enfado, o tan siquiera aquel brillito de celos en su mirada.

Hacía mucho que no veía a sus atractivos ex prometidos como para que le pidieran esta clase de favor, guardaba la esperanza de que recapacitaran y aceptaran ser sus consortes, en su reino era aceptado la poligamia así que podía disfrutar de sus dos hombres.

Después de su segundo intento y la nueva intervención de la princesilla de Mewni, Alfonzo fue más elocuente y listo para apaciguar a la emperatriz de las hadas con una sarta de verdades y un poco de media mentiras para que su divorció no terminara en ejecución o una nueva carrera desesperada por sus vidas para escapar, porque el si había logrado concluir su ceremonia de boda con todo y beso, lo cual le alegraba y a veces presumía a Ferguson, Alfonzo le confeso que en su mundo, en el reino de la Tierra aun no tenía la edad suficiente para casarse, pero inmediatamente cuando la cumpliera él, y Ferguson también porque ella pregunto por él, serían los que le propondrían matrimonio con únicos regalos de la Tierra.

Y bueno, esa no era una mentira total, estaba seguro que no encontraría ninguna chica tan atractiva como la emperatriz en su mundo a menos que fuera un millonario y la chica en cuestión fuera tras su fortuna, pero en este caso la de la belleza y fortuna era una emperatriz hada de otra dimensión, y que de alguna forma lo encontraba atractivo, y eso era tener una serte de locos, pero teniendo en cuenta que estaba el hecho de tener que compartir su afecto con su amigo Fer y la aparente amenaza de terminar como su cena, lo hacía dudar, especialmente por la parte de compartirla como esposa con Ferguson, no tanto por lo de la cena, Ferguson podía ser un verdadero dolor de cabeza a veces.

Cuando llegara a los dieciocho ya vería que pasaría.

-Su alteza, su reino es sin duda la más grande de las maravillas, pero nuestro amigo fue al reino de Mewni y no ha regresado, estamos algo preocupados por él. Supuestamente le pedirían ayuda para saber quién lo había secuestrado el otro día, pero no ha regresado-

-Oh, ¿esto tiene algo que ver con el chisme de que alguien ataco a la realeza de Mewni?- pregunto el hada, tomando en cuenta que uno de los principales negocios del reino de las hadas era la de comunicación entre dimensiones era fácil enterarse de las noticias de otros reinos, sean públicas o no.

-Sí, así es-

-Bueno, intervenir con una investigación real podría ser contraproducente para encontrar al culpable de este atentado-

-Lo sabemos su alteza, pero Marco…-

-De acuerdo, lo hare-

-¿He?-

-Vamos a ir al reino de Mewni mis preciosos y buscar a su amiguillo- declaro la emperatriz.

-¡Oh! Gracias, muchas gracias su alteza- apresuraron a agradecer tanto Alfonzo como los padres de Marco.

Pero siendo sinceros, la emperatriz no lo hacía solo para complacer a sus amorcillos, ni porque gozará de un generoso corazón que ayudaría a cualquiera si se lo pidiera, claro que no, ella lo hacía más por el interés personal de fastidiarle el proceso de investigación a la realeza de Mewni.

Fue su princesa quien intervino en sus dos compromisos anteriores, se atrevió de escapar de sus calabozos antes de pagar su deuda y arruinar su boda, vagamente recordaba al humano moreno que hablo en su ceremonia, sabía que sus palabras habían hecho dudar a su Fer de dar el sí en la ceremonia, pero si no hubiera sido por esa odiosa princesa ya estuviera con sus tesoros en su palacio disfrutando la vida marital.

Alfonzo la logro apaciguar con su dulce voz y sus palabras cariñosas, pero este enojo de una novia que le arruinan sus matrimonios y compromisos se mantiene encendido como fuego en carbones al rojo vivo. Estuvo muy tentada en declararle la guerra a Mewni por esta ofensa, pero con la promesa que solo tenía que esperar un par de años para continuar sus planes de boda se detuvo, era inteligente y una guerra abierta afectaría a ambos reinos en sentido económico, laboral, así como una pérdida de personal y súbditos innecesario, solo un par de años Terrícolas y sus amores serian todos suyos.

Eso no quería decir que podía sabotear un poco sus negocios con el reino, como una mala calidad en el servicio de espejos a la hora de comunicación, ya le habían llegada varias quejas de ello, o subirle las cuotas o convencer a algunos aliados suyos en que se lo pensaran un par de veces antes de concluir negocios con ese reino.

Pero esto, esto podría alegrarle los días que tuviera que esperar para su boda con su Fergui y Alffi.

Un atentado contra una familia real de cualquier dimensión era algo serio, obviamente los reinos que aun usaban las monarquías o cualquier forma de realeza hacían respetar sus posiciones con todas sus fuerzas recordándoles a sus súbditos y aliados quien mandaba en sus respectivos reinos, si se ponía en duda esto no solo afectaba la jerarquía de ese reino sino también las negociaciones que se tuvieran con otros, si estas en una situación crítica podían ocurrir dos cosas con los aliados, estos te abandonarían porque no quieren salir afectados, o te apoyarían, no antes sin saber que sacarían algún beneficio.

Interferir con una investigación para saber la fuente del atentado retrasaría el encuentro del criminal o criminales en cuestión.

Fastidiaría y mantendría muy preocupados a la familia real de Mewni.

Y no sería exactamente abiertamente sus intenciones, solo estaba “ayudando” a sus futuros consortes.

-Abriré el espejo para que vengan, y desde aquí podemos ir a Mewni- sonrió con todo encanto y alegría, pasaría tiempo con sus dos muchachos favoritos y fastidiaría a la realeza de Mewni, era ganar/ganar para ella.

*+*+*

No es que estuviera las 24/7 con un ojo vigilante en la familia Butterfly, pero si tenía los recursos y el tiempo para enterarse de importantes movimientos en esta, por lo que cuando se enteró que la reina Moon fue a la tierra y fue en busca de Marco Díaz fue un par de días después de dicho evento.

No le sorprendió, era un curso de acción esperado por la familia Butterfly, tratarían de recabar la mayor información de él para luego tratar de dar con su paradero, pero jamás le dijo al chico alguna pista de donde podría estar, solo hechos que ya pasaron y que la familia real ya sabía.

Nada de qué preocuparse.

Aun así había tenido un mal presentimiento desde que se enteró.

Casi podía decir que estaba preocupado.

+*+*+

Viajar siempre era algo emocionante para los señores Díaz, pero esta vez querían que este viaje terminara pronto para que toda la familia estuviera reunida y todos volvieran a casa.

Ir al reino de las hadas fue como estar en una tienda de muñecas o de fantasía, la mayoría de las cosas estaba a miniatura, o más bien del adecuado tamaño de las hadas, a través del espejo el tamaño de las cosas era engañoso, como ver las cosas a través del televisor y luego enterarse que el set de filmación es en realidad una maqueta a miniatura de la ciudad para que las cosas parezcan grandes. Este era un sentimiento familiar a ese.

Con unas cuantas presentaciones y la escueta explicación de que ellos eran los padres de Marco, el amigo de Fer y Al, y posible hombre de honor para ellos en la supuesta futura boda, la emperatriz también dejo que pasaran a su castillo a través de su espejo personal al reino de las hadas.

Ferguson y Alfonzo ya estaban familiarizados con el lugar, en cambio los señores Díaz veían todo con ojos de asombro, las personitas, o haditas, eran cosas pequeñas un poco más grandes que la mano de Rafael, era como si de repente estuvieran rodeados de muñecas Barbies y Kens vivas y que volaban, era un poco surrealista, además que la gran mayoría tenía una belleza única, y la más bella, cosa que el espejo no engaño, era la emperatriz de esta.

¿Realmente esta quería casarse con dos niños humanos? Era otra cosa que estaban tratando de comprender, pero en lugar de poner peros o hablar de lo “única” que sería esa relación, se guardarían sus comentarios y esperarían la ayuda tan generosa de la emperatriz.

-Ahora, pónganse cómodos mientras termino de hacer los preparativos-

-¿Preparativos?-

-Viajar entre dimensiones es cuestión de segundos, pero soy la emperatriz de las hadas, tengo que hacer una buena entrada para mantener mi imagen, iremos en carruaje con algo de escolta. Todo para la seguridad de mis tesoros- dijo volando alrededor de los adolescentes y pestañeando sus hermosos ojos a ellos.

Unos quince minutos después estaban en los jardines del castillo de las hadas, frente a un elegante y ostentoso carruaje tirado por pegasos de diferentes colores brillantes con una armadura dorada sobre sus pectorales y cabeza como los unicornios de los caballeros de Mewni, el vehículo estaba rodeado de pequeños soldados hada, que parecían muñequitos soldados, mucho menos tiernos que los Kens voladores que tenían en un principio en mente los padres de Marco, estos parecían sacados de películas de acción y guerra, musculosos y de cara intimidante armados con hachas, espadas y escudos.

-Wow-

-Lo sé, solo lo mejor para viajar cómodamente. Suban, el carruaje fue un regalo de la familia de duques gigantes que vive en el bosque noreste de mi reino, se equivocaron un poco con la escala de tamaños a la hora de construirlo, pero era tan bonito y tan buen gesto que no quería deshacerme de este. Ahora me alegra conservarlo para que mis chicos viajen cómodos-

-Muchas gracias su alteza-

Las hadas les gustaban viajar con lujo y comodidad, tanto afuera como adentro era una muestra de ello. Asientos acolchados, paredes decoradas y talladas con figuras de un bosque mágico con incrustaciones de diamantes y chapa de oro, tenía suficiente espacio para los humanos y sobraba espacio.

Hay diferentes formas de viajar a través de dimensiones, la más popular o común era utilizando tijeras mágicas que habrían portales a través del espacio tiempo a través de las dimensiones, pero la emperatriz prefería utilizar sus propios portales. Espejos mágicos hechos con los cristales de su reino, mismo material que utilizaban para los espejos que vendían a diferentes reinos para que pudieran comunicarse las personas, así que para llegar a Mewni la carrosa atravesó un enorme espejo haciendo que aparecieran enfrente del castillo de la familia Butterfly.

En opinión de la emperatriz era una manera más segura y con resultados más exactos para viajar entre dimensiones.

Fueron recibidos por los guardias reales, inmediatamente la escolta de hadas se interpusieron entre ellos y el carruaje en donde se transportaba su emperatriz, llegar tan de repente pondría de nervios a cualquier guardia.

-¿Quién llega y cuál es su asunto?- pregunto uno de los soldados de Mewni. Desde lo que paso con la princesa, la cual era muy querida para mucho de los soldados, todo el mundo estaba el doble de cuidadoso y atento contra cualquier amenaza.

-Desde el reino de Hadapolis, nuestra gran soberana y gloriosa emperatriz hada Titania Mab solicita una audiencia con la familia Butterfly para tratar asuntos importantes- comunico el que parecía el líder de la escolta de la emperatriz.

Siguiendo con el protocolo de recibir visitar de altezas de otros reinos escoltaron a la pequeña emperatriz y compañía adentro del castillo, lo que les extraño mucho es que las hadas estaban acompañados por otras personas de tamaño “normal”.

Alguien ya había mandado llamar a los reyes de Mewni mientras que la emperatriz se quedaba esperando junto a sus acompañantes.

Fue cuando Star los encontró ahí en su castillo, viendo solamente a Ferguson y Alfonzo porque todos los demás estaban siendo tapados por los guardias que les rodeaban. Podían ser una visita real, pero aun así no podían dejar de “escoltar” a los visitantes hasta que sus propios reyes les dijeran.

-¿Ferguson? ¿Alfonzo? ¿Qué hacen aquí?-

-Hey Star, tiempo sin verte-

-Tu casa es enorme, aunque no tanto como la de la emperatriz- dijo Fer viendo que recibiría otro codazo de Al.

Debían ser cuidadosos con lo que dijeran con la emperatriz, ya sabían bien como se ponía cuando se disgustaba.

-¿Emperatriz?- fue cuando se acercó más que vio que los adolescentes no estaban solos, al lado de ellos estaba la cara azul y sonriente de la emperatriz de las hadas -¡Ferguson! ¡Alfonso! ¡Rápido a un lado! ¡Yo me encargo de ella antes de que se los coma!- grito Star levantando ya su varita para atacar a la emperatriz Titania.

-¡STAR!- escucho que le gritaron, en realidad fueron varias personas, reconoció el inconfundible grito de su madre lleno de severidad y reproche, aparte de este escucho uno lleno de preocupación de la voz de la señora Díaz, así como el ligeramente agudo del señor Díaz, en ese momento podría decir que sonaba con algo de miedo, aunque no estaba segura, jamás había escuchado al hombre con miedo, mesclados esos gritos la detuvieron en seco.

-Mamá, pero es… y yo… peligrosa y eh… ¿Qué hacen los señores Díaz aquí?- todo era tan confuso en esos momentos.

-¿Cuantas veces te he dicho que guardes la compostura y cuides tus modales jovencita? Así no es la forma de tratar visitantes de la realeza, aunque también quisiera saber que hacen los señores Díaz aquí-

La reina se acercó a su hija aun mirándola con reproche, lo que menos faltaba en esos momentos es que incitara a la emperatriz de las hadas a que declarara una guerra contra ellos, a veces era difícil saber cómo podría reaccionar, en la mayoría de los casos podía ser una emperatriz muy razonable, y todos sus súbditos la idolatraban, pero como enemiga era alguien de temer, sus dulces sonrisas y aspecto hermoso escondían a alguien que podía ser muy despiadado cuando quisiera.

Miro a los humanos que le acompañaban con extrañeza.

-Reina Moon Butterfly, es un placer verte después de tanto tiempo-

-Emperatriz Titania Meb, el gusto es mío. ¿A qué se debe su tan repentina visita?-

Saludos llenos de cordialidad y modales, un paso en falso y la guerra podría tocar a la puerta.

-Oh querida, no te molestaría con mi presencia si no fuera algo importante-

-Su presencia no es ninguna molestia emperatriz- de hecho la reina quería quejarse de los recientes servicios defectuosos de los espejos en el palacio, ya había levando varias quejas pero aún no lo arreglaban adecuadamente. Pero eso es algo que no era tema de discusión entre reinas en ese momento.

-Siendo sincera no es un tema que no me involucra completamente a mí en persona, sino a mis queridos. Según tengo entendido tiene a uno de sus amigos bajo su custodia-

-¿Queridos? No tenía idea… no tenía idea que la emperatriz tuviera pretendientes actualmente- las hadas pueden ser algo caprichosas, pero cuando se aferran o encariñan a algo es difícil hacer que desprendan de esto.

Que la emperatriz estuviera interesada en alguien, o personas en plural, era un detalle importante que saber. Era cuestión de política estar informado correctamente de la vida de los aliados que se tenía, esa información se le podía sacar un beneficio a veces.

-Oh es algo reciente, pero me extraña que no lo sepas, pues tu hija si sabe-

Moon miro a su hija severamente, por parte de que no le había informado de este hecho y porque algo le decía que se había metido en problemas como para no decirle. Si por esto terminaban en guerra con las hadas ya ingresarla al internado Sta. Olga seria definitivo.

Star rio nerviosamente ya sospechando los pensamientos de su madre. No pensaba que el incidente con la emperatriz de las hadas terminara tocando a su puerta tarde o temprano.

Pero claro, como la mayoría de las veces, Star no media mucho las consecuencias de sus actos.

-Mi hija había estado estudiando en otra parte hace poco, aun no nos ponemos al día con todas sus noticias. Hemos estado más ocupados con problemas recientes-

-Lo sé- la emperatriz de las hadas en todo momento mantenía su sonrisa, por lo que Moon no notaria si Titania se estaba burlando en su cara o no en esos momentos.

-Las malas noticias viajan rápido. Pero volviendo a la razón de su visita, no creo saber de quién habla. No conozco tampoco a sus queridos-

-De hecho los tengo aquí a mi lado-

-¿Ellos?- apenas y Moon pudo contener el tono de asombro e incredulidad cuando el hada señalo a un par de jovencitos no mayores que su propia hija, de hecho nada agraciados y en opinión personal demasiado comunes y hasta feos.

-Encantadores ¿verdad?-

-Sí, aunque no sería la palabra que yo usaría-

-Pues como iba diciendo, mis queridos Ferguson y Alfonzo me pidieron un poco de ayuda para llegar hasta tu lindo castillo. Ya sabes, la Tierra está aún muy atrasada en lo que se refiere a viajes entre dimensiones, así que decidí ofrecer mi ayuda. Al perecer están algo preocupados por su amigo, un mmmm…-

-Marco, mi emperatriz-

-Gracias mi Alffi. Si Marco, él está aquí y querían saber cuándo regresa con ellos, incluso sus padres nos acompañan por esa misma preocupación-

Así que era por eso que los señores Díaz estaban ahí, algunas personas podían ser tan impacientes.

-¿Marco? Pero eso es imposible, no lo he visto desde… desde que regrese a Mewni. ¿Mamá?- Star estaba confundida con esta información, era verdad que no había salido de su habitación prácticamente para nada desde su discusión con Marco, pero estaba segura que sus padres le informarían si había traído a Marco a su castillo, ¿o no?

-Querida, estabas muy cansada y abatida para tratar con este asunto, tu padre y yo decidimos que era mejor no informarte en estos momentos de nuestras acciones-

-¿Entonces Marco está en el castillo? ¿Desde cuándo? ¿Dónde?-

-Pues en el lugar que usamos para interrogatorio normalmente querida, como siempre-

-¿Lugar?-

-El calabozo querida, lo metí al calabozo-

-¿Qué usted hiso que?- casi gritaron los padres de Marco a mismo tiempo, de todas las cosas no se esperaban que la sra. Butterfly hiciera, si antes estaban preocupados ahora estaban a un paso de hormiga de un ataque de pánico.

-Estoy seguro que es un mal entendido, conozco perfectamente a mi hijo y sé que no haría nada por el estilo como para terminar en un calabozo-

-De todos los lugares, ¿Por qué entrevistarlo en un calabozo?-

Madre y Padre decidieron hablar, habían dejado que la emperatriz dirigiera la conversación porque parecía la forma más cortes de proceder, pero enterarse que su niño había terminado en un lugar como ese por simplemente un interrogatorio los hiso hablar.

-Somos de muy diferentes clases, no entenderían-

Los señores no se inmutaron ante esa frase tan despectiva, ya que la habían escuchado a lo largo de su vida por tantos años que ya era fácil para ellos ignorarla.

Su ciudad es agradable y viven en un vecindario que acepta a la gente con todo y sus diferencias, pero saben muy bien que no todos en el mundo son así.

En momentos de sus respectivas vidas tuvieron que sufrir alguna vez enfrentamientos con gente que por su manera de pensar no aceptaban lo que era diferente, o lo que ellos opinaban era diferente como para menospreciar.

Eran latinos, con piel ligeramente bronceada naturalmente, cabellos castaños y ojos café. ¿Acaso era malo ser así? Claro que no, pero algunas personas consideraban que no eran características de un típico “americano”.

“Frijoleros” “inmigrante” “mojado” y otra serie de palabras más altisonantes y desagradables llegaron a escuchar. Hubo una vez después de los atentados terroristas que alguien los confundió con musulmanes, o algo por el estilo y les empezó a gritar una sarta de groserías con respecto que no deberían pisar suelo americano y que su gente debería abandonar SU país; cuando le aclararon que eran mexicanos pareció solo ligeramente avergonzado pero no pidió disculpas.

Habría siempre gente que pensara que era mejor que otra por su aspecto, por parecer más “americanos”, por ser ricos, por tener una mejor posición social que otros, pero eso no los hacia buenos ni mejor.

Muchas veces rezaron para que su hijo no se enfrentara a lo peor de esas personas, pero hubo un par de veces en que también tuvo que sufrir discriminación.

Los padres siempre desean que sus hijos no sufran lo que ellos sufrieron alguna vez, pero a veces inevitable. Muchas cosas son inevitables en esta vida.

-Escuche Sra. Butterfly, comprendemos que ustedes tienen sus “maneras” de hacer las cosas, pero jamás concebimos o pensamos que usted metiera a mi hijo a un calabozo. Lo llevaron de su escuela y esperamos todo este tiempo para que regresara, no hemos hablado con él desde que se lo llevo-

-Disculpen, pero es el mejor lugar, no hay distracciones en ese lugar para que el individuo las respuestas más rápidamente- no parecía ni apenada o avergonzada por sus acciones, en realidad la reina les explicaba como si les estuviera a niños de cómo se debían hacer las cosas.

-Solo queremos llevar a nuestro hijo a casa-

-Lo siento, pero no se va a poder hacer. Aun es necesario que Marco Díaz nos de más información- como por ejemplo que otras cosas atroces le había dicho Toffee de la verdadera historia de su reino.

Moon Butterfly no quería dejar ir a Marco hasta que le dijera todo lo que sabía, cualquier detalle por mínimo que fuera, y si era posible, borrarle de su mente la parte del pasado de la historia de Mewni, entre menos gente supiera mejor.

-Mama, ¿Hablas en serio?- Star miraba asombrada a su madre, no veía lo preocupados que estaban los Srs. Diaz, casi podía ver las lágrimas en los ojos del señor Diaz.

-Así es-

Ella era la reina, y se hacía lo que ella dijera.

Titania seguía con su sonrisa siguiendo con la discusión, así que Marco era muy valioso para la investigación de la reina, pues con más razón no lo dejaría aquí ni un minuto más.

-Oh querida, por lo que entiendo lo llevaste sin el permiso de sus padres-

-No tuve tiempo de comunicarme con ellos-

-Aun así, eso es descortés. ¿No ves lo preocupados que están ahora?- Titania señalo a los padres de Marco, Angie Diaz parecía contenerse para no decir algo más y Rafael Diaz ya tenía los nervios destrozados.

Una imagen lamentable sinceramente, pero Moon no se inmutaba.

-No tenía tiempo para ello, tengo asuntos más importantes que atender, encontrar al que atento contra mi familia por ejemplo-

-Sí, comprendo muy bien tu problema. Pero ellos están en todo su derecho en reclamar a su hijo en este instante-

-¿Disculpa?- de todos los presentes esperaba que la emperatriz comprendiera su posición, las decisiones que tomaban era por el bien de su reino.

-Siendo tu querida tan cuidadosa con el protocolo y los modales, debes recordar que tu reino firmo al igual que muchos otros el acuerdo interdimensional de “Correctas formas y protocolos entre vecinos”-

-Estoy muy familiarizada con ese acuerdo, para evitar conflictos o guerras innecesarias es necesario conocer los modales de otras culturas para evitar ofensas. ¿Qué tiene que ver eso ahora?-

-Bueno, rompiste el acuerdo-

-¿Qué? ¿Yo jamás he hecho aquello? ¿Acaso te he ofendido de alguna manera?-

-A mí no. A ellos. Ciertamente la Tierra no esta tan estrechamente relacionada con la política interdimensional, pero desde que otros reinos interactúan con ella, al menos por palabra está dentro del acuerdo de “Correctas formas y protocolos entre vecinos”. Especialmente deberías saberlo tú, ya que pediste a gente de este reino que cuidaran a tu adorada hija, por lo que aceptaste a su vez integrarlos al acuerdo en persona, tal vez no conscientemente, pero es así. Aceptaste que la cuidaran, que fuera educada en su cultura, y en sus aspectos legales también. Por lo que se si una persona aun es considerada menor de edad no puede aceptar o tomar ciertas decisiones, como casarse o ir a otra parte sin el permiso de sus tutores o padres-

Toda y cada una de las palabras era verdad, la reina Moon lo sabía, Titania lo sabía también, era otra razón por la que no había saltado a la guerra y raptado a sus queridos para una boda. Aunque sencillo, un acuerdo que trataba sobre todo de respeto y cordialidad, había evitado guerras muy importantes o invasiones entre dimensiones a lo largo de los años desde que se firmó.

De hecho fue una de los antepasados de los Butterfly uno de los principales fundadores del acuerdo junto a un emperador hada, el abuelo de la misma Titania, y otros poderosos reinos.

Con este acuerdo el comercio y las relaciones entre gente de otras dimensiones corría de las mil maravillas, y se rompía, en el menor de los casos pagabas una multa, en el peor podías terminar fuera del acuerdo y romper importantes relaciones, negocios, quedar vulnerable ante otras dimensiones.

¿Era un riesgo que se atrevería a correr Moon Butterfly?

¿Y quién respaldaría a la Tierra?

La sonrisa de la emperatriz de las hadas le respondió esa segunda pregunta, si sus supuestos queridos eran de esa dimensión, ella también había incluido a la Tierra dentro del acuerdo. Si ocurría una ofensa en contra del tratado ella podría intervenir, otras dimensiones solidarias a Hadapolis estarían en su contra, un caos político, una posible guerra. Todo porque una reina no le había pedido a un par de padres llevarse a su hijo.

Esto era una amenaza más inminente que ese Toffee.

-Eso es… correcto- le dolió físicamente darle la razón a esa hada. Ella había cometido un error, que aunque pequeño, si se manejaba adecuadamente, traería caos a su reino.

-Trae al chico Moon, no hagamos esperar más a sus preocupados padres-

Moon asintió y le hiso señas a un guardia para que lo trajera.

Si pudiera en ese mismo momento reiría abiertamente frente a las caras que ponía la reina de Mewni, y la princesa, en su rostro brillaba la confusión. Era un cachorrito perdido sin saber cómo reaccionar ante esta situación, su madre se había equivocado, la tan perfecta y correcta reina Moon Butterfly se había equivocado.

-No empujen, no empujen. Ya les dije que ya camino- al lado izquierdo se abre una puerta donde sale un chico con sus ropas desalineadas y expresión cansada.

-¡MARCO!-

-¿Mamá? ¿Papá?-

Y el reencuentro es conmovedor, los padres corriendo al encuentro del hijo. Y su Fer y Alffi la miran con admiración, podría acostumbrarse a ello.

-Creo que eso sería todo por el momento reina Moon. Ahora queridos es hora de irnos-

Mientras el grupo de hadas y humanos empezaba a marchar Star veía ir a la familia Diaz.

-Espera, esperen. Yo, Marco yo no sabía, de verdad yo- quiere detenerlos, explicar, aunque no sabe que explicar porque no sabe realmente que fue lo que paso ahora.

Marco no se detiene, sigue caminando junto a su madre y Sr. Diaz es quien la encara.

-En otro momento Star, ahora solo queremos ir a casa-

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