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“Anoche te miré, eras tan clara y cristalina, parecía mentira, estabas a mi lado, como siempre, acunándome en las noches, mi luna”.
La noche del 23 de enero aparecería sobre el firmamento la primera luna llena del año, los chicos habían planeado ir a hacer una lunada en la playa con el fin de admirarla.
Habían llegado desde temprano para arreglar las cosas con tiempo para poder disfrutar el recorrido de la luna por la cúpula estelar.
Jonouchi: Que quede bien esa casa de campaña, Honda–Dijo el rubio al moreno que estaba arreglando una de las casa de campaña que usarían esa noche.
Honda: No hace falta que lo digas, no soy idiota –Dijo a la defensiva.
Jonouchi: Solo te hice un comentario, tonto –Dijo molesto.
Honda: Si pues nadie los necesita –Dijo mirando al oji-miel enojado.
Otogi: ¿Ya van a empezar? –Preguntó el oji-esmeralda molesto mirando al rubio y a su pareja.
Seto: Cachorro no empieces –Dijo el oji-azul mirando serio a su pareja, los mencionados miraron cada uno a su pareja apenados.
—Lo sentimos –Dijeron al unísono siguiendo con lo suyo.
Ryo: Deberíamos acomodar los trozos de madera para encender la fogata –Dijo el albino feliz yendo hacia unos pequeños troncos.
Bakura: Yo lo hago yadonushi, tú no te molestes –Dijo sonriéndole.
Ryo: Gracias Kura –Dijo yendo hacía el mayor para depositar un suave y corto beso en sus labios.
Yami: Yo te ayudo –Dijo yendo hacia los troncos.
Bakura: Olvídalo, trabajo mejor solo, faraón de pacotilla –Dijo ignorando al tricolor mayor.
Yami: ¿A quién llamaste Faraón de pacotilla? Ladón de quinta –Dijo molesto mirando fríamente al albino mayor.
Bakura: ¡Vuelve a repetir eso y te deformaré el rostro! –Dijo molesto encarando al tricolor.
Yami: Uy que miedo, el ladrón de quinta va a golpearme –Dijo fastidiando al albino.
Bakura: Tú te lo estás buscando idiota –Dijo tomando al oji-rubí de la camisa.
Yami: ¿Así? Pues no te tengo miedo –Dijo poniendo sus manos sobre las del albino para zafarse de su agarre.
Yugi: ¡Yami! –Gritó el tricolor menor mirando serio a su pareja.
Ryo: ¡Bakura! –Gritó el albino menor mirando fríamente a su par.
—¡Suéltalo! –Dijeron serios el oji-amatista y el albino menor al mismo tiempo.
Bakura: Pero él comenzó yadonushi –Dijo excusándose.
Yami: ¡¿Qué?! Si tú comenzaste de idiota orgulloso –Dijo molesto.
Yugi: Yami ¡Ya! –Dijo fríamente.
Ryo: Tú también Bakura, será mejor que te calmes –Dijo serio –Yo le ayudaré, Yami –Dijo sonriéndole al tricolor –Tú ve con Yugi a ayudarle a colocar las sillas.
Yugi: Vamos Yami –Dijo soltando un hondo suspiro tomando la mano de su par mientras este asentía.
Malik: Ese par de idiotas siempre tiene que meter la pata –Dijo riéndose mientras ayudaba a su hikari a sacar toallas de un bolso para ponerlas sobre las sillas de playa.
Marik: No les digas así –Dijo serio sin mirar a su pareja.
Malik: Vamos hikari, ya sabes que siempre nos hemos llevado así –Dijo acercándose al egipcio menor para abrazarlo.
Marik: Lo sé y es una pésima forma de llevarse –Dijo rodando los ojos.
Yuya: ¿Faltará mucho para que salga la luna? –Preguntó mirando al horizonte en donde el mar se perdía mientras tomaba una gran cesta con comida.
Yuto: No lo sé amor –Respondió mirando el cielo mientras tomaba una hielera con refrescos –Aún es temprano, tal vez en un par de horas –Dijo sonriéndole al oji-carmesí.
Yugi: ¡Ya están listas las sillas! –Exclamó el tricolor feliz.
Yami: Si, vamos a ver cómo van Jonouchi y Honda con las casas de campaña koi –Dijo sonriéndole cálidamente al menor, este solo asintió sonriéndole a su par.
Otogi: Bien ya están todas –Dijo mirando su trabajo junto al rubio, el castaño y su pareja.
Jonouchi: Tanto trabajo ya me dio hambre –Dijo tocando su estómago.
Honda: A mí también –Dijo realizando la misma acción del oji-miel.
Otogi: Al menos en algo están de acuerdo –Dijo sonriendo mientras veía al par.
Yami: Que bien, ya están todas listas –Dijo feliz mirando alrededor llegando junto al oji-esmeralda
Otogi: Si, pero ahora ese par de ridículos tienen hambre –Dijo señalando al rubio y al moreno.
Yugi: Ryo y Bakura ya encendieron la fogata, vayamos para allá con ellos –Dijo poniéndose junto a su yami sonriéndole mientras sus amigos asentían.
Marik: Bien, ya todas las sillas tienen toalla –Dijo feliz.
Malik: Lo hicimos rápido hikari –Dijo sonriéndole al menor, este solo asintió.
Marik: Vayamos con los demás –Dijo sonriéndole cálidamente al mayor., este asintió tomándolo de la mano.
Yuya: Chicos aquí está la comida –Dijo llegando donde estaban los albinos gritándole a los demás para que fueran a comer un poco, estos fueron y se encaminaron hacia donde estaban el oji-carmesí, el oji-gris y los albinos.
Al llegar todos se sentaron junto a su pareja en la arena sobre toallas alrededor de la fogata mientras Yuya y Yuto sacaban la comida y los refrescos que llevaban para dárselos a sus amigos.
Ryo: ¿Alguien tiene hora? –Preguntó de repente mientras comían.
Seto: Son las 7:30 –Dijo mirando la hora de su reloj.
Yuya: ¿Qué? ¿Ya son 7:30 y aún no sale la luna? –Preguntó triste.
Yuto: Ya saldrá, en cuanto menos lo esperes –Dijo sonriéndole a su pareja.
Yugi: ¡Que emocionante! Es la primer luna llena del año –Dijo sonriendo emocionado.
Marik: ¡Si! ¡Muero por verla! –Dijo feliz.
Al pasar un poco de tiempo mientras comían olvidaron por un momento las ansias de los hikaris por mirar al astro más bello de la noche reinar el cielo, cuando menos lo esperaban esta comenzó a salir orgullosa de entre unas nubes, el primero en notarlo fue el castaño.
Seto: Chicos… -Dijo señalando al horizonte, los hikaris voltearon rápidamente para ver que ocurría.
Precisamente era la luna la que estaba comenzando a salir, era enorme, tenía un ligero tono anaranjado, su belleza era inimaginable, los hikaris junto a Yuya y Jonouchi corrieron a la orilla para ver ilusionados la luna, sus parejas los veían con una sonrisa desde sus lugares.
Yami: Vamos con ellos –Dijo sonriéndoles a sus amigos, estos asintieron levantándose para ir junto a su pareja.
Yugi: Es preciosa –Dijo el tricolor emocionado sin perderse un solo instante del comienzo del recorrido de la luna por la bóveda celeste.
Yami: Pero no tan linda como tú koi –Dijo susurrándole al oído abrazándolo por la cintura, el menor solo se recargo sobre su pecho sonriendo pasando sus brazos sobre los del mayor.
Ryo: Digna de ser la primera del año –Dijo feliz.
Bakura: Es encantador verte así de emocionado yadonushi –Dijo pasando su brazo tras la espalda del menor sonriéndole mientras este se recargaba feliz en costado sintiendo el calor del mayor.
Marik: Esta tan cerca que podría ir a tocarla –Dijo emocionado.
Malik: Entonces vamos por ella hikari –Dijo llegando junto a su luz sonriéndole mientras lo tomaba de la mano, el egipcio menor volteo regalándole una bella sonrisa a su pareja.
Yuya: ¿Acaso no es linda, Yuto? –Preguntó feliz al oji-gris.
Yuto: Lo es y lo es más porque puedo verla junto a ti –Dijo dándole un pequeño beso en la mejilla a su pareja dejándola con un ligero tono rojizo en sus mejillas
Jonouchi: Más noches así por favor –Dijo admirando la majestuosidad de la luna.
Seto: Cachorro… ¿Debería ponerme celoso de que te guste tanto la luna? –Preguntó burlescamente.
Jonouchi: Claro que no, neko tonto –Dijo sonriéndole tomando al oji-azul por las mejillas atrayéndolo hacia él para plantarle un gran beso en los labios.
Honda: Es una noche muy hermosa ¿no lo crees amor? –Preguntó el moreno a su pareja.
Otogi: Cada noche es hermosa mientras estés a mi lado –Dijo el oji-esmeralda sonriéndole feliz.
Así todas las parejitas se quedaron en la orilla de la playa admirando la belleza de la luna, era la primera luna llena del año, la luna del Lobo brillaba con toda su intensidad inundando de su luz todo su alrededor, lo mejor de todo era que cada uno de los chicos podía compartir un momento mágico para ellos con sus parejas.