Abro los ojos a causa de la repentina molestia causada por los pequeños rayos de luz provocada por el intenso sol de verano, filtrándose por aquella ventana colocada fastidiosamente frente a mi cama.
-Joder… acaso nadie puede dormir tranquilamente sin ser molestado, ¡por dios son vacaciones de verano!, ¿Cómo es esto posible?, enserio que ni el sol deja de joderme a estas alturas- suspiro fastidiado mientras digo molesto para mis interiores al momento que me cubro la cara con la sabana.
-¡¡¡Mello!!!-se escucha una voz un tanto chillona inundando la habitación, proveniente de la alcoba de alado -¡¡¡Mello!!! ¡Mello! ¡¿Ya estas despierto?!
-no misa, ¡sigo soñando con la hermana mas fastidiosa y soy sonámbulo por lo cual estoy hablando contigo!- grito intentando sonar furioso, fallando en el intento ya que no me puedo enojar con esta linda niña.
-¡oye!- exclama una dulce voz proveniente desde el umbral de la puerta de mi habitación, la cual provoca que al escucharla destape mi cabeza y haga a un lado las cobijas- Eres un grosero- esboza un pucherito muy infantil.
-¿Qué haces ahí parada?- dedico una mirada fría y distante, por lo cual me mira confundida y triste- ven siéntate a mi lado que tengo algo para ti- digo de inmediato con una sonrisa en mi rostro, señalando una silla mientras me pongo de pie y me dirijo a el armario.
¡shi!, ¡un obsequio!, ¿Qué es?- dice acercándose a mi con una enorme sonrisa y un brillo destellante en su mirada dando pequeños brinquitos de la emoción.
-tranquila, tranquila- digo dejando salir una pequeña risa al notar su aun infantil forma de actuar- toma, feliz cumpleaños pequeña Misa- le extiendo una caja envuelta en un lindo papel plateado con un llamativo moño color morado.
-M…Mello... t…te, ¡acordaste!- toma la caja entre sus manos, con aquel brillo en su mirada intensificando cada vez mas, de inmediato siento a aquella dulce niña lanzarse sobre mi para darme un cálido abrazo, el cual correspondo sin mas- Muchas gracias Mello, no se que decir- se separa de el abrazo tímidamente mirándome a los ojos- y… ¿Qué es?
-¿por que no lo averiguas?- es lo único que digo, mirando a aquella niña frágil y dulce frente a mí.
- si- se precipita a abrir aquel regalo con delicadeza, tratando de no romper aquella envoltura, segundos después se puede visualizar su expresión de sorpresa y alegría asaltar su rostro al percatarse de lo que es su obsequio-¿p…p..pero como?. ¿Cómo conseguiste la muñeca, si ya estaban agotadas?
-Digamos que poseo algunos contactos un tanto influyentes, los cuales me deben demasiados favores, por ellos me refiero a L y a B- me limito a decir con una sonrisa –pero bueno, anda ve a cambiarte esa pijama para que bajemos a desayunar, o la señora mamá nos va a regañar- susurro con cierto tono de cautela para que nadie mas que misa lo escuche.
-si ya voy- dice precipitándose a la salida deteniéndose en la puerta-mello-vuelve su mirada a mi nuevamente.
-¿mm, que sucede?
-muchas gracias eres el mejor hermano del mundo
-por ti lo que sea pequeña misa.
Me dedica una última sonrisa y se dirige a su habitación.
***Pov Mello***
~/muy bien Mello solo nuevamente, ahora a desayunar, procura mantenerte sereno por el día de hoy, solo olvida que tus padres volvieron a discutir anoche y por el amor de dios no seas impulsivo y piensa antes de hablar, vamos tu puedes, hazlo por misa ella no se merece tus indiscreciones/~ me digo para mis interiores dirigiéndome a una repisa al costado de mi cama para tomar una de mis amadas barras de chocolate ~/Genial, ya se acabaron todas las barras, pero claro preferiste quedarte viendo tus jodidas revistas de motocicletas y armas bueno aunque una que otra eran revistas homosexuales no te hagas la victima, tendré que salir a comprar mas después de el desayuno absteniéndome por completo de mis chocolates europeos… aaaaaah me caga no poder tragarme un maldito chocolate en la mañana/~ sigue reprochándome mi subconsciente mientras me comienzo a vestir, tomo un pantalón de mezclilla negro totalmente pegado, una playera blanca de manga corta y una camisa roja totalmente desabotonada, busco debajo de mi cama unas botas militares para terminar de ponérmelas y arreglarme el cabello.
Por fin bajo las escaleras dirigiéndome a la cocina encontrándome con mi madre, una mujer muy joven diría yo como para tener un hijo de mi edad no excede de los 40 años o algo así ya que resulta que se embarazo de mi cuando solo tenia 20 años, que por cierto se ve mucho mas joven, cabe mencionar que nos han confundido como hermanos y hasta como novios, de tan solo ver las reacciones de todos al enterarse que somos madre e hijo me muero de la risa es una mujer muy atractiva para ser sincero, tiene un largo cabello dorado como el mío y unos bellos ojos cobrizos a acepción de los míos y los de misa que son azules ella va mas allá de los estereotipos de las mujeres rubias es sumamente inteligente y totalmente amable, ella además de mis tías son unos ángeles y mi hermanita.
-buenos días Mihael.
-Buenos días madre- me siento a la mesa – y pap… ¿y Gerald?- pregunto con tono de total indiferencia, sirviéndome un enorme plato de cereal <<Krave, era obvio de chocolate>>
-Enserio Mihael Kheel, sigues con lo mismo, Gerald es tu padre no quiso decir todo eso es solo que lo ice enojar y tu no ayudaste mucho que digamos.
-Enserio quieres que hablemos de esto de nuevo Iridian, digas lo que digas no me obligaras a olvidarlo, y que no piensas decir en donde esta o que.
La mujer suspira totalmente derrotada –“tu padre” tubo que salir desde temprano a un asunto de negocios.
-ya veo. ¿Y se lo creíste? Si como no “asuntos de negocios” eh. Baya padre que resulto ser, decidió largarse a su estúpido trabajo y encerrarse en su maldita oficina como siempre, ¡ni siquiera hoy que misa cumple años pudo quedarse! – digo con semblante serio mirando directamente a mi madre, desviando la mirada observando la expresión de tristeza en los ojos de Misa a causa de la ausencia de papá y es entonces cuando logro captar lo que acabo de decir ~/valla hermano que resultaste ser, eres un imbécil, lo bueno es que te ibas a comportar, estúpido/~ - Misa lo siento, yo no….
- No pasa nada Mihael, quizás el año que viene decida faltar por mi a su empleo como antes- comienzan a asomarse pequeñas lagrimas d sus ojos partiéndome el alma, y esto fue mi culpa –com-compermiso, ya no tengo hambre – se levanta de la mesa y se va
- lo siento, lo siento, enserio lo siento no se cuando aprenderé a cerrar mi bocota- suspiro ruidosamente recargándome en el respaldo de la silla.
- Mihael, no debes de expresarte de esa manera de tu padre y mucho menos frente a Misa, tu y yo sabemos realmente lo que el es capas de hacer, pero ella lo adora yo se que a comparación tuya ellos poseen un enorme lazo sanguíneo, pero tu, tu eres especial, tu eres mi primer regalo, mi primer regalo y mi primer sucesor así como tus tías y yo lograras hacer cosas en grande, aunque ustedes no tendrán una Sabana tienen una Svetlana multiplicada por dos- no podemos evitar sonreír aunque también un enorme sentimiento de melancolía abruma mi interior, a pesar de que no recuerdo mucho de mi tía Sabana siento como si algo me faltase, lo peor es que ni siquiera recuerdo a sus hijos, ya que no tenemos fotografías de ellos.
Bueno de hecho mi madre no tiene hermanas ni nada por el estilo, a decir verdad ella era huérfana, nació en Brasil pero a los cinco años fue traída a Winchester asía la Wammy House, gracias a que pareciese tener un enorme intelecto, aprendió a leer y a escribir a los 4 años, dejando en claro que tendría un gran futuro entre los niños y jóvenes de la casa de Wammy, ahí fue en donde conoció a Svetlana una niña de cabellos azabache y ojos azul media noche casi negros, la cual un año mas tarde se convertiría en hija adoptiva de Watari y Roger, dos años después ingreso Sabana una pequeña niña de un cabello rojizo en extremo hermoso con diminutas pequitas por todo su fino rostro y con unos enormes ojos color esmeralda de la misma edad de mi madre, durante la temporada de invierno de ese mismo año llego una frágil y pequeña niña albina dos años menor que todas ellas, según las historias de mi madre con los años se convirtieron en las mejores amigas y totalmente inseparables, considerándose como hermanas entre si, no de sangre pero si hermanas de vida, muchos años mas tarde “Mi tía” Sabana se embarazo, así mismo dos años mas tarde a “mi tía” Svetlana y mi madre también nos dieron a luz tanto como a los idiotas de los gemelos Birthday y a mi, al siguiente año nació la pequeña pelusa albina, cuya madre es “mi tía” Natasha todo lo contrario de Near, ella es totalmente emotiva y el… para nada se le acerca en resumen esos últimos tres idiotas tanto como el primero son mis primos aunque de uno no recuerdo ni su nombre, pero tampoco quiero preguntar ya que ellos murieron hace aproximadamente 10 años, una pena, pero aun tengo a dos hermosas tías y a mi madre que mas me falta, por cierto ya lo olvidaba a mis espantosos primos al idiota de mi padrastro y a mi princesa.
Después del desayuno me levanto de la mesa dirigiéndome a la puerta de la cocina retomando toda la atención de mi madre.
-¿A dónde vas Mihael? – Ignoro totalmente su pregunta y sigo caminando – Mihael, te estoy hablando no me ignores – aunque suene a niño malcriado, me encanta hacer berrear a mi madre, así como ella me hace berrear a mi -¡¡¡MIHAEL!!!
- Mello mamá, aunque te cueste mas trabajo soy M-E-L-L-O, MELLO…
-esta bien. Mello, ¿A dónde crees que vas?
- ¿acaso importa? – abro la puerta principal listo para salir
-si cariño, claro que importa, soy tu madre y exijo saber en donde diablos te metes. – escucho su voz a mis espaldas antes de cruzar la puerta
- saldré a la dulcería, iré por mas chocolates se acabaron los que tenia en mi habitación – digo por ultimo antes de salir y cerrar la puerta a mis espaldas.
***Fin Pov Mello***
-Esta bien, pero no demores y ve con cuidado – susurra la pequeña rubia, sentada en las escaleras abrazada de el barandal, como si su hermano aun estuviese oyéndole, con un sentimiento de tristeza surcando su corazón al recordar la conversación entre su madre y hermano.
/-/-/Minutos mas tarde/-/-/
Saliendo de la dulcería cierto rubio lleva entre sus manos 12 cajas de su delicioso tesoro sabor cacao, repartido entre dos bolsas de plástico y una barra en su mano derecha saboreándola y degustándola totalmente complacido, durante el camino a casa consume una tras otra cuando por fin logra percibir la vista de su hogar a la lejanía, toma uno mas de su delicioso chocolate preparándose para poder comerla, pero justo antes d que le pudiese plantar un mordisco firme y decidido a dicho manjar choca de frente con un joven a causa de la distracción de ambos chicos, ocasionando que ambos cayesen impactando el suelo con cierta brusquedad, provocando que la caja de aquel Jove y los chocolates de mello cayeran al suelo a una distancia un tanto razonable de ambos.
-!!¿Oye imbécil acaso no te fijas por donde carajos caminas, que estas siego o que?¡¡
-………- Mantiene su mirada fija en la caja que cayo al suelo con el impacto
-ahora resulta que aparte de siego también eres sordo y mudo, ¡lo que me faltaba!
- ¿imbécil?, y. y además ¡¿siego?! ¿Yo?
-si tu, quien mas, no hay alguien mas que tu tirado aquí ¿o si?
-¿alguien mas?, déjame ver – utiliza una voz sarcástica escaneando sus alrededores - ¡a si! Por lo que veo, tu también estas tirado en el suelo genio, y además no hay otro mas imbécil y siego que tu estúpida rubia oxigenada, así que ten mas cuidado a la próxima idiota- dice furioso pero sin mirarlo a los ojos directamente jugueteando con sus pies y los dedos de sus manos.
- ahora resulta que yo soy el idiota, mírate nada mas, todo “furioso y enojado” pero con las orejas caídas y la cola entre las patas como un vil perro- masculla por lo bajo y suspira para tomar su barra de chocolate y morderla pero – p-pero, espera ¿en donde…? – mira confundido su chocolate y alrededores, ya que estaba roto y estaba completamente seguro de que no lo había mordido aun, suspira levantándose de ele suelo y tomando sus bolsas llenas de chocolates - y que, ¿piensas quedarte ahí todo el día como perro sin hogar?
-¿…. Qué…?... - lo mira confundido, agacha la mirada y ¡listo! Eso era, el chocolate, lo toma del piso para enfrentarse a un par de ojos tan azules como el cielo y el mar juntos en una explosión de zafiros tan brillante por los mismos pero tan turbia como una tormenta oceánica - ¿era esto lo que buscabas? - extiende el trozo de chocolate ante aquel rubio sorprendiéndolo por completo, ya que así como era la primera vez que alguien lo enfrentaba a la par de sus berrinches también era la primera vez que alguien lograba comprender sus reacciones y necesidades a la perfección.
- si, agradece que no se desperdicio todo, y ruega por que no se hallan roto los demás - toma el chocolate y lo introduce a una de las bolsas que llevaba consigo – Hey perro inservible levántate -- le tiende la mano a aquel chico pelirrojo
- en primera no soy un perro, y tengo nombre sabias - toma a el rubio de la mano y se levanta de el suelo.
¡Guaff! El perro tiene agallas – dice con voz burlesca y expresando superioridad
-Mi nombre es Mail Jeavas y más te vale que mis consolas no se hallan dañado por tu maldita distracción al caminar en la calle – aquel joven pelirrojo se inclina levantando una caja de el suelo casi con preocupación.
-¿a si? Y que piensa hacerme el perrito - levanta una ceja y dice con voz retadora ~/lo que me faltaba, un maldito vecino freak/~
- ni creas que me voy a rebajar al nivel de un mocoso de 15 años - esboza con una media sonrisa socarrona y voz neutra, da la media vuelta y se encamina a la puerta de su casa.
-oye a donde vas aun no acabo contigo – toma a matt del brazo bruscamente para detener su andar.
-¡suéltame!, yo no tengo nada que hablar contigo, ¡ya te dije todo lo que tenia que decir, ¡ es mas ni siquiera te conozco, ¡ya suéltame! Me lastimas – chilla tratando de zafar su agarre forcejeando un poco con el joven rubio, en cual no piensa ceder en ningún momento, el pelirrojo al notar sus intenciones deja de forcejear por completo dejando caer un par de lagrimas al suelo –me lastimas- dice por ultima vez entre dientes.
Al percatarse mello disminuye su agarre observando detenidamente a aquel ojiverde sin comprender lo que sucede cambiando su semblante a frio y serio nuevamente –tsk no eres mas que un niño en el cuerpo de un idiota de 20 –soltó bruscamente su agarre
-para tu información tengo 17, no 20 – limpia las lagrimas de sus ojos con la manga de su playera frotándose con su mano libre el antebrazo que ahora le dolía de lo fuerte que había sido sostenido
-…- ladea la cabeza repetidas veces negando como con decepción – que infantil para tu edad
-¡¿acaso te importa mi forma de ser?! No lo creo… - explota entrando rápidamente a su casa cerrando la puerta a sus espaldas dejando a mello completamente atónito y anonadado por su reacción – pero que rayos le sucede a ese tipo – dice por lo bajo recargándose el la puerta a la vez que se arremanga la playera observando un enorme y punzante moretón resaltando en su pálida piel – no llevas ni un día aquí y ya te isiste de tremendo moretón, valla que eres imán de problemas Mail – sonríe melancólico de medio lado – todo estará bien… estará bien.