Bendito subconsciente por BlackLady_AoD

“Pensamientos”

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Harry estaba a punto de cruzar por última vez las puertas de Hogwarts, después del verano. Este era su último año.

Tenia que encontrar a su amigo, es decir a Draco. Ron y Hermione habían estado con el antes, y los había dejado discutiendo por...algo, no estaba muy seguro que ¿Cómo estarlo con ellos? Al menos ahora que eran pareja no había tantas peleas.

Cruzó la galería echando un vistazo en el Gran Salón, pero no estaba. Así que siguió por unos pasillos, más alejado de la gente. Mientras continuaba su búsqueda recordaba.

Desde el  final del quinto curso las peleas entre los dos habían llegado a un punto intolerable, ya no podían lastimarse más que eso. Y por alguna extraña razón Harry empezó a entender el por qué del comportamiento de Draco. No que fuera excusable, pero empezó a comprender.

Es decir, su padre era Lucius Malfoy. Era normal que quisiera por una vez la aprobación de su padre, y además, desde niño habían querido programarlo para que fuera así. Sin contar que ser Slytherin ponía automáticamente al 95% del colegio en tu contra ¿Cómo no acumular odio entonces?

Le tomó varias semanas de meditación, y decidió ignorar al chico, terminar con las peleas.

A Draco eso no le gustó, no era justo que lo ignorara. No veía otra forma de actuar, era la única forma que sabía para sacar el desasosiego que sentía.

Una tarde se encontraron solos en un aula y los ataques se reanudaron, con más rabia por la represión. Harry supo que eso ya era suficiente. Lo desarmó, tomó las dos varitas y hechizó la puerta para que ninguno pudiera salir.

Draco no se quedó en el piso, ya sin importarle la magia, se tiró sobre Harry y se transaron en una pelea muggle.

Draco estaba harto, quería parar y no podía afrontarlo, ahora que su familia fue descubierta como seguidores del Lord Oscuro se esperaba que el fuera más cruel, malo. Y él no daba la talla para eso. Quería que su padre volviera, pero sabia que era malo. Y la verdad es que no estaba mejor con él. Siempre se había encargado de decirle que no servia para nada. Y ya no lo soportaba, estaba tan cansado...

Cayó entonces de rodillas y se quedó así un rato. Triste, cansado.

Harry estaba cerca, también sentado, también lastimado. No supo por qué, pero en ese momento sintió una gran afinidad, y en silencio, extendió la mano para agarrar la suya, sobre las piernas.

Se quedaron así un largo rato, en compañía. Luego se pararon, Harry le devolvió su varita y se retiraron sin decir nada.

Siguieron sin pelear otras largas semanas. Quizás porque todavía no habían asimilado todo.  Hasta una noche en que los mortífagos entraron.

Era un caos, con gente corriendo por todas partes. Gritos y hechizos. Draco también corría, hasta que encontró a Harry, con un mortifago a punto de lanzarle un Avada. Levantó su varita y lo desarmó.

No quería ser un mortifago.

No quería lastimar a Harry.

Así que, sin importar lo que digieran, sin importarle nada más se puso hombro con hombro con los otros (los que tenían el valor y la practica para hacerles frente, muchos miembros del ED, por ejemplo) hasta que la Orden y los aurors llegaron y los apresaron.

Harry nunca se sintió más aliviado, y a partir de ahí se dedicó a formar una especie de amistad con él. De a  poco, tanteando el terreno. Hasta que tuvieron algo más de confianza para hablar de otras cosas que no fueran Quidditch y tarea.

Ron no le hablo en un mes (se ablandó por los tiempos que corrían), Hermione lo tomó con un punto de vista objetivo y sensato. La mayoría desconfiaba: la Orden a pleno, menos Dumbledore y, claro, Snape (pero él no contaba). “Nunca confíes en un Malfoy”.

A Draco no le importaba. No necesitaba la aprobación de nadie, sabía que Harry no se dejaría influenciar. Y para su sorpresa muchos compañeros tampoco querían ser mortífagos. Así que en verdad no estaba solo.

Era increíble como podía hablar con Draco, como nunca pudo con Ron y Hermione. Draco lo entendía más, y también era un apoyo para él. Pasado unos meses Ron pudo mantener una charla...err, lo que se llamaría “cordial” con Draco (siempre bajo la atenta mirada de su novia), y este hacia igual esfuerzo (no que quisiera pertenecer al grupo, pero si quería hablar con Harry). Con Hermione se podía tener una charla más sustancial.

Pudo estar en su casa solo 2 veces y por escaso tiempo; solo cuando las cosas se calmaron (y sin que se entere Narcisa) además de que la orden a pleno lo rodeaba.

Ahora sin Voldie en medio iba a poder llevar una vida más libre, y sabía que Draco también sentiría esa libertad.

Quizás hasta podría volver a su casa, por más tiempo. Estaba rodeada por unos jardines que realmente le fascinaban.

En poco tiempo se volvieron inseparables...Lastima tantos años de odio.

Y esos 3 meses fueron una tortura para Harry. Esta vez pudo quedarse con Remus, pero sentía que le faltaba algo.

Si, Harry sabía lo que era.

Ojala...

:- Hey ¡Harry! ¡Observa esto!

Y Harry lo observó, su esbelta y erguida figura y esa preciosa sonrisa que relucía con sus ojos grises. Si, Dios, como lo amaba... Esas ocasionales rencillas que ahora tenían no eran más que pequeñas bromas y pantomimas entre ellos, para divertirse. Todavía tenía sus ataques de arrogancia y ese porte de “Soy superior” que a veces poseía. Pero ahora Harry solo negaba divertido, esas cosas no iban a cambiar. “Ricachon”, “mimando”, y “Cuatro ojos” se habían convertido en apodos de amigos, perdiendo todo el daño que causaron antaño. Llegó a ansiar las clases y los momentos que pasaba con él. Era simplemente

:- ...genial, no?

:- Si.... – Medio susurró para si mismo Harry, todavía perdido en sus pensamientos.

:- ¡Hey! – Dijo Draco y chasqueo lo dedos – Aquí. Baja. Te estoy mostrando mi nueva Nimbus 2004!

Harry se sobresaltó, había estado tan ensimismado que no había escuchado nada. Draco enseñaba orgulloso su nueva escoba.

:- Woow, genial. – En realidad no le estaba prestando atención a la escoba, solo era por decir algo.

:- Si, verdad?! Mi madre si acertó esta vez, con esto si te podré ganar el próximo partido de Quidditch. Estuve practicando todo el verano sin descanso...

Harry lo veía absorto otra vez. Draco se veía tan emocionado... todo lo que lo hiciera feliz a él, hacia feliz a Harry ^^ (típica cara de enamorado), adoraba su sonrisa y ese nuevo corte de pelo ¡Nada de gomina y todo para atrás! Ahora lo tenía corto (pero siempre con elegancia). A veces no podía evitar pasar fugazmente sus dedos por ahí. Se excusaba diciéndole que ya no tenía que gastar su fortuna en productos para el cabello, o simplemente ponía de manifiesto que estaba aburrido y que había llegado el momento de hacer algo.

Si... algo, rápido, antes de quedarse embobado de nuevo, antes de que sus dedos reclamen pasar más tiempo en ese lugar.... Draco nunca ponía en duda sus palabras: nunca le dio pie a que pensara algo más, y nunca hacía obvias esas sutilezas. Algo perfectamente normal.

¿Cuándo pasó las barreras de la amistad y empezó a anhelar el aire que respiraba el otro? No sabe, simplemente pasó, esos sentimientos lo inundaron... y no hizo nada para alejarlos.

Draco estaba hablando algo sobre sus entrenamientos, Harry solo lo escuchaba.

En realidad solo lo miraba, era lo único que podía hacer en ese momento. Lo veía extender sus brazos, explicar sus palabras con poses, y sonreír.... esas sonrisas que a veces creía recibir solo él.

¿Cómo seria besar esa sonrisa? Sentir el satén y el calor de esos hermosos labios. Hundir sus dedos en esos finos cabellos y perderse en su aliento.

Acariciar cada hebra como siempre quiso, sentir los brazos rodear sus costados, cerrándose...  y apoyarse en ese fuerte pecho. Uniendo cada fibra de su piel y sintiendo que no es suficiente. Y desviar los labios a las mejillas para sentir esa piel, tersa....tan

:- Suave...

:- Si, la madera tiene un acabado perfecto...- Draco no se daba cuenta de que Harry no hablaba de su escoba...

Darle suaves besos hasta la oreja, sentir como lo altera con su aliento cálido y suave. Escuchar su respiración más fuerte, más pesada.

Sentir que su cuello es explorado, besado. Un gemido de esos labios de satén. Y Harry se siente en un torbellino, el calor extendiéndose, emanando de su piel y sus dedos aferrados a esos cabellos mientras siente como los labios van y vuelven, con besos que lo enloquecen: Sus labios, sus mejillas, su cuello.... Los brazos estrechan más su cuerpo y necesita sentir su piel.

Los labios de Draco recorren su clavícula y desabrochan botones, llegan a su pecho y con los dientes baja la camisa y deja libre sus hombros. Harry siente la tela deslizándose y una especie de gemido sale de sus labios.

Y otra vez su cuello, haciendo un camino húmedo hasta su hombro. El Harry de ensueño tiene los ojos cerrados y siente como lamen su hombro. Necesita sentir su piel ¡Ya!

Las manos de Harry desabrochan apasionadas y desesperadas los botones de Draco. La camisa de Harry cae a la vez que él abre por completo la de Draco. Con un movimiento de hombros va a parar con su compañera al piso.

Se abrazan sintiendo su calor, su textura, sus poros. Sus bocas se encuentran y se pierden. Los brazos de Harry suben abrazando el cuello de Draco acariciando sus omoplatos y sosteniendo su nuca para que no se despegue.

.... como si Draco quisiera.

Harry perdió sus anteojos, pero no le importa, siente las manos de Draco acariciando sus caderas sobre los pantalones y subiendo por su espalda

El Harry de verdad se está excitando pero está demasiado ido coma para importarle, además, su túnica lo cubre y Draco sigue hablando sobre su escoba.

¿Cuánto tiempo ha pasado?

Draco acaricia con más ahínco sus caderas, besa y lame su cuello, Harry gime y se arquea, la boca ligeramente abierta.

Harry quiere acercar sus caderas y Draco no lo deja.

Harry está acostado y Draco besa su pecho, conciente unos botones. Acaricia sus caderas por debajo de los pantalones, Harry se arquea.

El Draco real se acerca... Harry está tan sonrojado. Escucha su voz suave y lo envuelve.

“Todavía no, dejame soñar un poco más”

Draco bajó por sus costados, Draco besa sus caderas ahora sin ninguna barrera. Harry esta perdido. Draco lame. Harry lleva la mano a su boca semiabierta solo porque no sabe qué hacer con ella; ni siquiera puede morder sus nudillos. Harry está perdido. Cierra sus labios y da un pequeño gemido.

Y otro.

:-Draco...

El Draco real está cada vez más cerca, la piel de Harry arde.

Otro gemido. Harry mueve su cadera de arriba abajo.

“Draco...” El Harry real hace tiempo tiene los ojos cerrados “...Te necesito. Por favor, te necesito.” El Harry real Siente una presencia muy, muy cerca de él. Un magnetismo que lo atrapa. “Te quiero”, “Te deseo...”

:- Te amo...

Y Draco termina por inclinarse. Toda fantasía se rompe: Harry puede sentir sus labios de satén.

:- Ya era hora – Dice Harry sonriendo, y abre sus preciosas esmeraldas. Emanan sentimientos y calidez tan fuertes que envuelven a Draco por completo.

 Este le sonríe de forma tierna. Harry vuelve a cerrar sus ojos con una preciosa sonrisa.

:- Momento... – Abre sus ojos un poco confundido, ahora muy conciente de la realidad - ¿Por qué me besas??

Draco lo mira estupefacto ¡¡No lo había escuchado!!

“Oh, nada, simplemente te hice una declaración desde el fondo de mi alma que tu ignoraste por completo ¬¬”

Pero le sonrió pacientemente, más tranquilo al saberse correspondido.

:- Solo te dije que estos 3 meses fueron una pesadilla para mi. Sin poder comunicarme con tigo solo tuve un largo periodo para poder pensar como decirte, después de tanto tiempo, cuanto significas para mi, cuanto te quiero.

Draco sonrió más, tomando sus manos. Harry lo miraba absorto, esta vez escuchando cada una de sus palabras.

:- Te amo. Después de todo lo que pasamos, después de odiarnos tanto, después de que comprendimos y nos perdonamos, después de que nos ayudamos tanto por ser los únicos que podíamos ver a través de nuestras apariencias - Draco bajo más la voz acariciando la mejilla de Harry – Te amo, por quien eres y por quien soy cuando estoy contigo, por hacerme feliz y saber que puedo poner mi alma en devolvértelo, por regalarme tantas risas. Porque ahora puedo mirar atrás sin problemas ni dolor, sabiendo que hoy y mañana siempre estarás conmigo para apoyarme y darme una de las más lindas sonrisas - Draco estaba tan cerca que jugueteo rozando sus narices - Espantando mi soledad...

Harry  observaba la expresión de paz que tenía Draco, ahora con los ojos cerrados.

Simplemente no lo podía creer. Estaba tan feliz y no lo podía creer. Solo sonreía.

:- Toma – Draco se separa unos momentos y saca de su túnica una flor de pétalos violetas y centro amarillo. Eran las que estaban en el jardín de Malfoy Mannor... Las que Harry adoraba y miraba extasiado las únicas veces que pudo ir.

Se la puso en las manos y le dijo:

:- En estos 3 meses lo único que me hacia feliz era tomar mi escoba y poder suspenderme en el aire, sintiéndome más cerca de ti. Recordando nuestros entrenamientos y los partidos de Quidditch. Y al estar allí, observando la tierra a mis pies, supe que si un día moría seguiría aquí para protegerte, mi Ángel.

Harry no apartaba los ojos de él y sostenía fuerte, pero delicadamente la flor entre sus manos.

:-Cuando eso pase ten por seguro que miraré todos los días al cielo para que sepas que soy feliz... que me haz hecho feliz.

Draco sonrió y de entre lo pliegues de su túnica sacó un librito, una especie de diario, y se lo puso en el bolsillo de la túnica a Harry, dejando que sus manos se posaran sobre las caderas del chico.

:- Cuando tu no estés... – Las palabras se le atravesaban en la garganta con verdadero dolor, queriendo que eso nunca pase – Leeré las mejores partes para recordarte. A partir de hoy somos dos allí, y tienes derecho a llenarlo también.

“y ahora lo mejor” pensaron los dos sonriendo. Harry pasó sus brazos por el cuello de Draco y este lo estrechó más, pegando sus cuerpos.

:- Siempre me amaras - Susurró Harry

:- Yo también – Y selló sus labios con un suave beso.

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Owari

Bueno, para salir de un sueño no está mal, verdad? ^^’. Por favor, manden reviews para saber si apesto o no xD. Acepto toda crítica que me ayude a mejorar.