Siempre le había pedido a su pareja que se actualizara un poco, por lo que tuvo la genial idea de comprarle lo mejor en cuanto a tecnología, le compró una Tablet con la mejor definición, un celular y una notebook con la cual podrían contactare si el tuviera que viajar por negocios o si lo transferían a una de las sedes de la empresa familiar en un país extranjero o algo por el estilo. Siempre había querido que su novio tuviera un poco de más interés en su relación pero con cada regalo que le hacía, lo que respecta a tecnología, le decía una simple frase.
-No me gustan las relaciones a distancia, además solo serán algunos meses, no creo que puedas soportar estar lejos, eres muy sobreprotector conmigo, Kagami-kun.
Eso fue lo que le dijo su pareja cuando le regalo la Tablet, lo mismo paso con el celular y la notebook pero esta última si la utilizo pero sólo para hacer sus trabajos de la universidad. Estuvo un poco más tranquilo pero eso no lo tranquilizaba, con el tiempo se fue olvidando del problema de su novio y siguieron su vida tranquilamente. Lo que no se podría imaginar es que estando a unos meses de convertirse en presidente de la empresa familiar en su lugar de residencia tenía que haber problemas en su país por lo que hicieron que todos los jóvenes de 17 a 25 años de edad entraran en un sorteo para participar de ese entrenamiento y servir a su patria en el caso de un conflicto en un futuro cercano. En el sorteo muchos de sus amigos se salvaron, su hermano entre ellos, siendo el pelirrojo uno de los “afortunados” junto a su amigo Aomine Daiki que cuando se enteró de la noticia había hecho todo un alboroto. Les dijeron que este entrenamiento duraría un año completo pero que tendrían salidas o días libres cada dos meses pero eso era en la primera mitad del año mientras que en los últimos 6 meses solo saldrían después de 4 meses y de allí cuando concluyera el año.
El pelirrojo ya tenía en mente que le diría a su novio para convencerlo de verlo mediante la notebook que tenía, ahora si no podía decirle que no. Se dirigió a la cocina donde esperaba encontrar a su lindo y bajito novio cocinando la cena, le gustaba ver a su novio cocinar, había sufrido mucho para enseñarle a cocinar pero lo había logrado aunque su pareja le decía que prefería comer la comida del pelirrojo que la de el mismo; encontró afortunadamente a su novio terminando de cocinar un delicioso curry, a ambos les gustaba y disfrutarían su última noche juntos antes de que el pelirrojo se fuera. Esa noche aparte de cenar juntos, se la pasaron abrazados hasta que el sueño les gano y quedaron ambos dormidos.
A la mañana siguiente, muchos jóvenes se reunían en una de las bases militares que había en la ciudad, el pelirrojo iba acompañado de su novio que le miraba con una cara inexpresiva, al llegar le preguntaron su nombre e inspeccionaron lo que tenía dentro de la pequeña maleta que traía, lo dejaron pasar al ver que solo eran un poco de ropa y objetos personales. Se fue a sentar a una de carapas que habían puesto, dejo su maleta en una de las camas que allí había y se sentó con su pareja.
-¿No vas a decir algo? Has estado muy callado desde la mañana.
-¿Cómo quieres que este sí sé que no te veré en un año completo? – le recrimino su novio que no quería voltearlo a ver.
-Yo no me quiero despedir de ti con esa cara inexpresiva que tienes ahora…
-Entonces quieres… quieres que te ponga una hipócrita sonrisa y este feliz de que nos separemos por un largo año y que… - le decía el más bajo pero fue callado por un beso por parte del pelirrojo.
-No quiero eso pero al menos me gustaría que me dijeras que me esperaras y me animaras a que este año se pasara rápidamente y estaremos juntos… muy pronto, los dos. –fue la respuesta del pelirrojo separándose de su pareja y juntando sus frentes.
-Kagami-kun, te extrañare muchísimo… No te dejaron traer la Tablet que tenías en casa, no podremos vernos hasta que no salgas en tus días libres. – le dijo el más bajo a su pareja.
-No te preocupes, Kuroko. Buscaremos la forma de mantenernos en contacto. Te voy a extrañar yo también, no sé qué hare en las noches cuando quiera abrazarte y tú estés tan lejos de mí. – le dijo al oído abrazándolo con amor y acariciando su espalda.
-Lograremos vernos cuando salgas… te estaré esperando con ansias, Kagami-kun.
Después de esa pequeña platica compartieron un beso, uno de los más largos que habían tenido pero que les daba un poco más de fuerza a la pareja para soportar el tiempo lejos uno del otro. Los días fueron pasando lentamente, Kagami se arrepentía de estar en forma, si no lo hubiera estado no le obligarían a hacer entrenamientos más fuertes que los demás que no tenían su condición, lo que le alegraba un poco a esa tortura era que Aomine estaba en su grupo y sufría lo mismo que él.
Uno de esos días, ya había trascurrido un mes aproximadamente, el pelirrojo vio a su moreno amigo leyendo algo muy entretenido acostado en su cama, cuando se acercó a ver que era se llevó con la sorpresa que era una carta llena de corazones y un par de fotos, pudo identificar allí a la ruidosa pareja del moreno.
-¿Ahomine, Kise te escribió una carta? ¿En qué tiempo viven? Yo pensaba que era más moderno que Kuroko pero veo que son iguales.
-Para tu gran inteligencia, Bakagami, aquí no se aceptan celulares, notebooks o Tablet ni otro objeto con el cual poder comunicarme con mi novio, por lo que me sorprendí cuando me llego esta carta de parte de Kise. Lo bueno es que al menos aceptan que recibamos cartas para poder saber de nuestras familias. ¿No me digas que no tuviste esta idea y no le has enviado ninguna a Tetsu desde que estamos aquí? ¿Y yo soy el idiota? –se burló el moreno del pelirrojo mirando como este se molestaba y se tiraba a golpearlo un poco.
Desde ese momento se estuvo mensajeando mediante cartas con su novio, contándole todo lo que le sucedía. Ya era de nuevo martes por lo que esperaba que este día le llegara una carta de su novio, resulta que se había enterado que sólo se recogía el correo los días martes y sábados de cada semana por lo que a en sus cartas le decía a su novio que solo se las mandara esos dos días para que pudiera enterarse de mucho más cosas que pasaba su novio. Se levantó ese día temprano de su cama en compañía de su amigo moreno para ser uno de los primeros en esperar las cartas de sus parejas. Al llegar cada uno recibió una carta, se fueron a sus respectivas camas y se pudieron a leer.
Hola, Kagami-kun
¿Cómo te encuentras? ¿Estas comiendo bien? ¿Cómo la pasas el día de hoy? ¿Qué tienes que contarme? Por mi parte, esta semana no hay mucho que contarte, todo ha estado normal aunque Kise-kun ha estado muy extraño estos días, algo le habrá caído mal pero no debe ser grave, no se lo digas a Aomine-kun o sino querrá fugarse de donde están aunque no estaría mal que ambos se fugaran y regresaran juntos pero he investigado que si se escapan y los atrapan los encerrarían durante dos meses más.
Kise-kun siempre dice que lo extraña pero no se lo dice en las cartas a Aomine-kun, yo te digo que aunque no lloro frente a él como lo hace a veces, yo te extraño mucho y si lo hago cuando estoy solo en nuestra casa pero no te sientas culpable y no te lo digo para que te pongas triste por mi… sólo que necesito decirlo para no sentirme de esa manera. Cuento los días para que vengas a visitarme, te espero con ansias. Nigou también te extraña.
Te amo Kagami-kun.
Kuroko Tetsuya.
Ese era el mensaje que leyó el pelirrojo cuando termino de leer la carta de su novio, trato de no sentirse mal pero un par de lágrimas de impotencia le ganaron y rodaron por sus mejillas hasta que cayeron en el papel donde releía las palabras de su pareja. Se limpió las lágrimas y se levantó para buscar una hoja y un sobre para así poder escribirle una respuesta a su pareja.
Hola, Kuroko
Yo tampoco tengo nada que contar de nuevo, me preguntaste como me encuentro, al recibir tu carta me sentía muy feliz, tenía noticias tuyas y eso me alegraba mucho más pero al leer lo que me ocultabas me entristeció un poco pero eso pasa por no decirnos las cosas además… ¿sabes qué? Me siento de igual manera feliz porque sé que sentimos lo mismo, que estamos conectados por algo más, un lazo que no se puede romper.
Yo también cuento los días para verte, solo dos semanas más y poder salir a verte y poder abrazarte. Sabes también que puedo quedar dos días contigo, yo elegí el fin de semana porque sé que esos días descansas de tu trabajo por lo que los pasaremos juntos todo el día. Te amo, Kuroko. Nunca lo olvides, eres mi razón de ser, el amor de mi vida. Nunca te dejare de amar así este lejos de ti sin verte por años y años.
Te amo, Kuroko Tetsuya.
Kagami Taiga.
Después de terminar la carta que le mandaría a su novio, la metió en un sobre y la puso en una canasta donde ponían las cartas que querían mandar los jóvenes. Esas dos semanas que decía en la carta pasaron rápidamente y pudo encontrarse con su pareja, desde que llego no salieron de la casa, se la pasaron demostrándose amor de diferentes maneras, cocinaban juntos, se bañaban juntos, miraban películas los dos abrazados en el sofá, hacían el amor cada vez que pudieran. Esos dos días fueron los mejores de su vida, cuando llego la mañana del lunes, la dolorosa despedida se hizo en la puerta de la base militar, se despidieron un amargo y largo beso, diciéndose lo mucho que se querían y que se estarían hablando mediante las cartas.
Fueron pasando los meses, cada vez se volvían a reencontrar y pasaban los mejores dos días de su vida, compartiendo todo lo que pudieran juntos hasta que se cumplieron 6 meses, el pelirrojo al llegar a la casa que compartía con su novio, no lo encontró en casa lo que lo preocupo un poco. Un par de horas después que llego a su casa y después de una relajante ducha, vio a su novio entrar por la puerta un poco nervioso y rojo que al verlo se sorprendió mucho pero le regalo una linda sonrisa antes de lanzarse a sus brazos y compartir un largo beso.
-Bienvenido, Kagami-kun.
-Estoy en casa, Kuroko. –fue la respuesta del pelirrojo después de separarse de los labios de su novio.
-¿Cuándo llegaste, Kagami-kun? No te vi venir. – dijo a su novio sacándose una mochila pequeña que traía.
-Cuando llegue no te encontré. ¿Saliste a algún lado temprano? – fue la pregunta del pelirrojo a su pareja.
-Sí, es que Kise-kun tenía una cita con el doctor y decidí acompañarle temprano. Como Aomine-kun siempre llega tarde entonces el me lo pidió de favor.
-¿Y qué es lo que tiene Kise?
-No te lo puedo decir, Kagami-kun. Kise-kun me dijo que sería una sorpresa para Aomine-kun por lo que no le vayas a decir nada.
La gran sorpresa había sido que el rubio estaba en la espera de un pequeño, lo que causo un desmayo en el moreno y que se rehusara a salir de casa los dos días que tenían libre. Al pasar esos dos días tuvieron que regresar los dos, el moreno siendo golpeado por el pelirrojo para así poder ser llevado a la base. Las cartas entre las parejas siguieron llegando y enviándose pasando otros 4 meses para volverse a encontrar.
En ese pequeño tiempo, el pelirrojo sintió muy extraño a su novio por lo que siempre lo tenía vigilado, a veces lo veía más pálido de lo normal pero su novio sólo le decía que era porque algo le había caído y que le recomendaron que comiera cosas ligeras y un frasco de pastillas por si el dolor persistía, con toda esa información se quedó un poco más tranquilo pero aún tenía esa duda. Ese fin de semana fue otro lindo recuerdo a su álbum de momentos de pareja.
Ya era Febrero, faltaban dos meses para poder volver a ver de nuevo a su novio, apenas unas horas estaba durmiendo cómodamente en su cama abrazando el pequeño y hermoso cuerpo de su novio pero ya lo extrañaba, sentía que algo faltaba saber, no sabía exactamente pero quería saberlo a de lugar. Los días fueron pasando y hoy era día de recibir el correo por lo que se levantó rápidamente de su cama para poder recibir su carta de parte de su novio. Cuando la pidió le dijeron que tenía dos cartas, una de su pareja y una de parte de su hermano mayor Tatsuya, cuando escuchó de la segunda carta se sorprendió muchísimo, no esperaba que su hermano le escribiera. Al llegar a su cama abrió primero la de su hermano con mucha curiosidad, lo que estaba allí escrito era muy conciso y además venían con dos lindas fotografías que estaban en otro sobre.
Hi, Taiga
How are you, bro? De seguro no sabes porque es que te estoy escribiendo, bueno, yo no me iré con rodeos por lo que te hablare con la verdad pero prometí no hablarlo directamente.
¿Ves el sobre pequeño? Es un regalo para ti pero no lo abras hasta que sea el último día que debes estar aquí. Lo que puedo decirte de la sorpresa es que te alegraras mucho que no podrás evitar saltar y gritar de la emoción. Ahora me despido, bro, debo ocuparme de mi propia familia por lo que no creo que pueda ir a recogerte como quedamos pero de seguro no me necesitaras cuando te enteres de la sorpresa.
Pdta.: ¿No crees que es tierno? Aunque mi Izuki se veía mucho más lindo.
Himuro Tatsuya.
Se extrañó por lo que le había dicho su hermano, era demasiado extraño, podía ver claramente la trampa en la carta, cogió en su mano el sobre con las fotografías, tenía curiosidad por ver dentro de él pero como decía el refrán: “La curiosidad mató al gato” y él no quería arruinar la sorpresa que le tenía su hermano así que sólo lo guardo junto con la carta de su hermano y abrió la carta de su novio.
Hola, Kagami-kun
Ya estamos cada vez más cerca de volvernos a ver, tengo algo muy importante que decirte, no sé si Himuro-kun te habrá enviado una carta o si la leíste antes de la mía pero te tengo una sorpresa que te gustara muchísimo. ¿Recuerdas que te dije que no era momento? ¿Qué éramos muy jóvenes para pensarlo? Si, lo sé, te dije que no pero fíjate que yo no pude evitar lo que pasó.
Tranquilo, no es nada malo, solo un pequeño regalo que nos da la vida. Quizás a estas alturas ya lo sepas o quizás no, por lo que no lo diré en palabras concretas. Espero con ansias que estos dos meses pasen rápidamente para que tú puedas verlo con tus propios ojos. Te amo, Kagami-kun. A pesar de todo lo que hemos pasado, nunca te fuiste de mi lado y eso te lo agradezco mucho.
Nos vemos muy pronto… Taiga.
Kuroko Tetsuya.
Todo el mensaje le hizo sentirse de una manera extraña, parecía que su corazón ya lo sabía pero sus neuronas no hacían conexión para que pudiera entender completamente lo que estaba sucediendo y lo que trataba de decirle su novio. Además había un detalle que le hizo sentirse muy bien, el que su novio le dijera por su primer nombre por primera vez, aunque hubiera sido por manera escrita, era muy lindo de parte de su novio decírselo, a pesar que para él era común ser llamado así cuando estaba en USA, que su novio le llamara así le hacía erizar completamente debido a que era su novio. Después de leerla de nuevo unas dos veces, no sabía que era lo que estaba tratando de decirle u ocultarle por lo que solo espero con impaciencia que los dos meses que le faltaban para terminar pasaran rápido.
Sinceramente, pensándolo bien, con las cartas y visitas que le hacía a su novio en sus días libres, el estar separados se le hacía más llevadero por lo que un poco más de tiempo no le sería problema así que se pudo relajar un poco en esos dos meses que le quedaban. Lo que le sorprendió al pelirrojo es que ahora todas las caratas que recibía venían con una o dos letras las cuales les dijo su novio que conforme las fuera recibiendo las vaya ordenando y que de allí saldría una palabra que tenía relación con lo importante que debía decirle.
Al cumplirse los dos meses, Kagami ya debería tener la palabra completa pero por un descuido del pelirrojo lamentablemente no tenía todas las letras, aun así trato de recordar que letras le faltaban para descifrar el mensaje de su novio pero no tenía idea porque ahora que se daba cuenta era una frase la que debía formar. Se pudo a pensar un poco hasta que recordó la carta de su hermano y se dispuso a abrir el sobre pequeño que venía en la carta de su hermano. Al abrirlo, encontró 5 fotos tomadas en diferentes ángulos de su novio, se le notaba un poco más rellenito lo que le hizo extrañarse ya que cuando estuvo con él hace ya 2 meses no estaba de esa manera, después de terminar de ver las fotos se dio con la sorpresa que había un mensaje más junto a una pequeña fotografía más pequeña que las anteriores.
Taiga, aquí está la sorpresa que no te quise contar. Muchas felicidades.
Era el mensaje que se podía leer en ese pequeño papel. Cuando vio la pequeña fotografía, algo dentro de Kagami comenzó a alborotar todas sus emociones, lo que tenía en sus manos era una pequeña ecografía en donde se podía ver un pequeño ser, ese pequeño ser era su hijo, lagrimas caían por sus mejillas de la emoción, ahora comprendía lo que quiso decirle su novio. ¿Por qué no lo pensó antes? Se levantó con rapidez y cogiendo las letras comenzó a ordenarlo, encontrando una hermosa frase…
“AHORA SOMOS UNA FAMILIA COMPLETA”
El pelirrojo salió de sus pensamientos cuando su compañero moreno lo vino a buscar porque hace unos minutos que habían llegado los familiares y todos estaban reencontrándose con sus familias.
-Oye, Bakagami. ¿Qué haces aquí perdiendo el tiempo? Tetsu te está esperando desde hace rato…
-Voy a ser… padre. – fue lo único que respondió el pelirrojo levantando su mirada y observando la cara que puso su amigo.
-¡¿Que tú que?! ¡¿Tetsu está embarazado?! – el moreno gritó con fuerza ante lo que dijo el pelirrojo.
-Seré padre, Ahomine. Ya somos una familia, yo y Tetsuya ya lo somos. –dijo el pelirrojo antes de coger todas sus cosas y correr fuera en busca de su novio.
Corrió lo más rápido que pudo y busco entre todo el montón de gente a su novio. Afortunadamente estaba junto a Kise que le hacía señales para que pudiera acercarse con rapidez y facilidad. Al llegar al lado de los dos chicos, lo primero que hizo fue abrazar a su novio y darle un vuelta entre sus brazos, sentía claramente la diferencia de peso además de que la playera holgada que utilizaba, al levantarlo dejo a la vista un pequeño bultito.
-Kuroko, soy tan feliz, nosotros… Nosotros… - trataba de decir el pelirrojo abrazando aun a su novio.
-Sí, Kagami-kun. Seremos padres, ya somos una familia completa. – le susurró al oído a su novio en voz baja y muy sonrojado.
Muchas veces por razones de la vida, nos separamos de las personas que más queremos en el mundo y no sabemos qué hacer, pero hay maneras de podernos reencontrar con esas personas especiales, en estos tiempos la tecnología nos lo facilita mucho pero en los lugares donde la tecnología no está permitida o no llega a funcionar, para eso estar las cartas las cuales podrían hacer que la espera por esa persona especial sea más corta.