En la fría y nublosa madrugada, en un lugar misterioso, se escucha por primera vez el agudo llanto de un recién nacido, un bebé hermoso como su padre y madre, él hijo de una bella ninfa acuática llamada Liríope y de Cefiso el dios boecio del río, ambos poseen una hermosura exquisita, y se han amado como nunca antes, los dos desean que ahora que ha nacido su primer hijo, este pueda ser feliz y pueda llegar a vivir muchos años, por eso el día después de su nacimiento ansiosos por saber su destino lo llevaron al vidente Tiresias, quien los recibió gustoso en sus aposentos.
-Mis queridos amigos, se por lo que han venido aquí-dijo el vidente una vez sentado en su típica silla donde recibía a sus consultores, ofreciéndoles a sus invitados sentarse en el sofá frente suyo, solo los separaba una pequeña mesa-Y la respuesta a su pregunta es sí, su hijo será un niño hermoso como ninguno, envidiado por muchos, amado por millones, vivirá una vida muy larga…-Los padres al escuchar esto sonrieron, pero su felicidad duro poco-Pero sí él se conoce a sí mismo, él morirá muy joven, su orgullo y altivez serán su perdición-
La bella ninfa extrañada y asustada abraza a su niño en un protector abrazo-¿Qué quiere decir?-
-Su propia belleza, será su condena, su aroma embriagara a muchos, hechizándolos permanentemente, a sus pies miles de besos repartirán, pero su arrogancia enemigos ganará-El vidente acaricia la cabeza del niño, ya que se encontraba relativamente cerca –Lamentable futuro veo, tal vez nada lo pueda impedir-
-No puedes ser más claro-Dice el dios algo desesperado, pero el vidente niega.
-Soy un oráculo muy viejo, el mejor entre todos, pero me está prohibido revelar el futuro tan claro como el agua, solo puedo hablar en acertijos, de esta manera no enojo a las parcas-
Ambos padres ven preocupados a su pequeño hijo, quien en ese momento dormía acurrucado en el pecho de su madre en medio de suaves cobijas de lino-Su muerte dolorosa como ninguna sucederá, viejo o joven morirá de sus cuidados dependerá, su llama que lo mantendrá con vida hoy se encendió y permanecerá encendida hasta la vejez, pero nunca a si mismo deberá conocer, la tiniebla lo rodeara por todos los días de su vida cegándolo a la verdad, cuando la vea demasiado tarde será-
El dios y la ninfa cruzan sus miradas entre sí, preocupados por su hijo, el oráculo dijo que solo puede hablar en acertijos, pero para ellos las palabras eran muy claras, sabían lo que debían hacer, se despidieron del oráculo, quien les dirigió hasta la salida de su hogar con una sonrisa.
Cuando finalmente la ninfa y el dios desaparecieron de su vista, el oráculo entristeció, sabía que no habían comprendido su mensaje, las parcas una vez más se salieron con la suya.
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Liríope y Cefiso se adentraron en lo que ellos conocían como hogar, un lugar donde solo las ninfas podían entrar y solo con la invitación de estas se podía pasar, Liríope dejo al pequeño niño en una cuna de flores, en el césped, tanto ella como su esposo admiraron al niño, su hermosura era grande.
Cefiso rodeo a Liríope en un fuerte abrazo por la espalda besándole la mejilla en el proceso-Amada mía, ¿Has decidido ya el nombre de nuestro niño?-
Sin dejar de ver al pequeño ella asiente-Se llamara Narciso-
-¿Cómo la flor del jardín exclusivo de las ninfas?-Ella asiente sonriendo.
-La belleza de esa flor es magnífica, se destaca entre las demás flores por sus peculiares colores, y por su dulce aroma, es mi flor favorita que ahora da nombre a mi pequeño regalo del cielo-
-Es una gran elección querida, pero ¿entre los humanos como le llamaremos?-
-BaekHyun-Ella dice suavemente-Para cuando tenga que vivir en ese inmundo lugar, nadie conocerá su verdadero nombre, ese será solo un privilegio que los dioses y ninfas tendrán, los humanos, tan imperfectos y poco cosa, comparado con la belleza que estoy segura tendrá, jamás serán dignos de pronunciar su verdadero nombre-
-Estoy de acuerdo contigo amor-Dice el dios-Pero hasta ese nombre “BaekHyun”, es demasiado bello y perfecto para esos inmundos humanos-
Ambos dioses odiaban tener que convivir entre humanos, ambos eran pretenciosos, y creían a los humanos inferiores a ellos, por lo que más de una vez en su estadía en tierra mortal preferían apartarse de todos los seres que no fueran iguales a ellos.
Y se preguntaran ¿Por qué debían salir de sus hermosas tierras sagradas para convivir con seres tan imperfectos como los humanos? Simple, un aprendizaje y al mismo tiempo un castigo, depende desde el punto de vista de cada inmortal, en este caso del Cefiso y Liríope era un castigo.
Pero la verdad que esa regla de que todos los dioses debían al menos vivir en tierra humana por seis años cada cuatro años, era solo de aprendizaje y cuidado de los seres que les fueron encomendados, esta regla fue decretada por las parcas, poderosas hermanas que ningún dios o ninfa se atrevía a contradecir, nadie sabía el porqué de sus decisiones exactamente, y cuando se les preguntaba, siempre daban respuestas a medias, diciendo que el destino de todos, ellas sabían cómo manejarlo correctamente y que solo debían saber lo que les convenía, nada más.
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A los cuatro años, el ser conocido entre dioses y ninfas como Narciso fue llevado por primera vez al mundo de los humanos, a pesar de que eso fuera odiado por sus padres, ahora que había crecido se distinguía perfectamente la hermosura del niño, con su piel tan blanca y frágil como porcelana, sus cabellos de un hermoso dorado, sus ojos de un tono aguamarina único hasta entre los propios dioses.
-Escucha bien hijo, aquí en este mundo en el que lamentablemente debemos vivir por seis años hay seres inferiores, que nunca deben saber tus orígenes, ni tu verdadero nombre, desearía que nadie más que seres perfectos vieran tu belleza pero las parcas no me concedieron ese permiso, así que ahora que estamos aquí debes siempre recordar que tu nombre para ellos es BaekHyun, jamás dejes conocer tu verdadero nombre Narciso, no al menos por los humanos, en sus labios, tu nombre se mancharía-El niño tan inocente y obediente como era solo asintió a lo que su madre le decía, pero él no entendía porque despreciaba a los denominados humanos así, de camino a su residencia en ese lugar él había visto a esos seres que su madre tanto despreciaba, y le habían parecido iguales a él y sobretodo agradables a simple vista.
Su madre acaricio su rubios cabellos –Cariño, recuerdas el truco que te enseñe para ocultar el color de tus ojos-Él asiente-Bien, cada vez que quieras salir de aquí, deberás ocultar tus ojos, ese color no es normal en esta tierra y sospecharían de nosotros, y luego las parcas nos castigarían, y tú no quieres que papi y mami sean castigados ¿verdad?-BaekHyun negó.
Abrazando a su madre por el cuello, ya que esta se encontraba arrodillada a su altura dijo dulcemente con la voz tan tierna que lo caracterizaba, lo que su pequeño corazón sentía –Yo amo mucho a papi y mami, jamás desearía que esas señoras los castigaran-
Liríope se rió por como su hijo había llamado a las parcas –Cariño ya te he dicho que no las llames así, aunque ellas te quieran y te hayan pasado muchas cosas hasta el momento, no significa que debas ser irrespetuoso con ellas-
-Está bien mami-dijo el niño sonriendo, recibiendo un beso en la frente, a él le encantaba cuando su madre hacia eso, él era feliz con sus padres y les tenía un amor infinito, tanto que era un niño muy obediente para su edad, bueno al menos con ellos, porque con otros dioses llegaba a ser bastante travieso.
-Ahora oculta el color de tus ojos, como te enseño tu madre-dijo su padre, mientras toma su pequeña mano-Debemos salir a ver a nuestro protegidos-dijo un poco fastidiado lo último, al dios no le gustaba salir de su casa y caminar entre humanos, más que todo por eso era su irritación.
-¿Conoceremos a los humanos?-dijo emocionado el niño, tan inocente como era no entendía del todo que sus padres odiaban a los humanos y que por lo tanto ellos jamás tratarían con esos seres.
Su madre le tomo de la otra mano y negó, su expresión era seria –Ni tu padre, ni yo socializaremos con los humanos, nunca, y nuestros protegidos son los ríos, lagos y cascadas que hay a lo largo de esta extensión, al ambos ser protegidos e hijos del elemento agua, nosotros solo tratamos con eso en este lugar-
El niño asintió algo desilusionado -¿No tendré amiguitos?- pregunto.
Su padre con la mano libre acaricio sus cabellos revolviéndolos –Claro que sí mi niño, pero solo serás amigo de aquellos como nosotros, escuche que aquí cerca vive Eco, que fue criada por las ninfas y musas bajo el mando de su padre, ella es un pequeña ninfa de montaña y es hermosa, creo que el nombre que usa aquí es Taeyeon-
El niño asiente aunque no le guste la idea, él quiere juntarse con niños de su mismo sexo para jugar como él quisiera, las niñas según él, eran fastidiosas y lloraban mucho, no le caían bien.
-Ahora cambia el color de tus ojos como te lo pedí-dice de nuevo su padre, él solo le hace caso, desapareciendo lentamente el color aguamarina para dejar en su lugar un color café oscuro, que aun así no disminuía su belleza.
Ese día Baek conoció por primera vez lo que sus padres protegían, pero sobre todo conoció la forma cruel de tratar e ignorar aquellos seres que ellos consideraban poco cosa como para admirar su belleza.
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Un pequeño niño de tan solo cinco años se encontraba corriendo por un bosque espeso, mientras con su pequeña manga secaba las lágrimas que recorrían su rostro fuertemente, era un año desde que llegaron allí, en el que descubrió la crueldad de sus padres, claro con los humanos, con él siempre eran amorosos, por lo cual se le hacía difícil odiarlos, a pesar de lo que acababan de hacer hace tan solo unos minutos.
Siguió corriendo hasta que sintió sus piernas desfallecer y finalmente cayó, se quedó boca abajo acostado en la húmeda tierra mientras lloraba, sus padres hoy fueron malos con sus amiguitos, quería odiarlos pero no podía, les quiso gritar pero tampoco pudo, lo único que logró es salir huyendo de sus padres, y era la primera vez que hacia eso, así como la primera vez que desobedecía los llamados de su padre y madre.
Siguió llorando por largos minutos, hasta que un ruido a sus espaldas lo asusto, rápidamente se arrodillo en el suelo mirando hacia atrás, buscando al causante del ruido, pero no encontró nada entre los árboles, regreso su vista hacia adelante un poco más tranquilo y limpio sus lágrimas, se encontró con una vista impresionante.
Al frente de él había un gran lago, de un color especial, casi como el de sus ojos, y el agua de este era proveída por una gran cascada, que surgía en medio de dos grandes rocas, alrededor de este lugar había muchas flores hermosas, amarillas y blancas.
Se acercó al lago más, aun arrodillado, tomo el agua entre sus manos y bebió de ahí, tenía sed, cuando sació la misma, se quedó viendo el reflejo que aparecía en ella, era él lo sabía, y le pareció que su reflejo era hermoso y se dio cuenta que sus ojos habían vuelto a ser de su verdadero color, por estar huyendo y llorando se había olvidado de seguir ocultándolos.
Ahora que veía su reflejo no entendía porque sus padres le prohibían verlo, en su casa no había espejos porque sus padres eran paranoicos a que él se mirara, le parecía muy raro, ni siquiera en un charco de agua o en el reflejo de las ventanas dejaban que se admirara, sus pensamientos se mantuvieron en esa cuestión tan extraña hasta que unas pequeñas orejitas que alcanzo a ver por el rabillo del ojo le robaron su atención.
Se acercó silencioso al arbusto de donde sobresalían por un costado, él se arrodillo enfrente y alcanzo a ver que era un conejito blanco, lo llamo con su mano, y el pequeño animalito cuidadoso se acercó, cuando estuvo cerca de Baek, este lo acaricio y lo tomo entre sus brazos.
-Eres bonito-dice sonriendo, a él por alguna razón le encantaba mucho este tipo de animales, pero no era raro, más bien era de esperarse que a él le encantara la naturaleza, por algo era hijo de una ninfa y un dios relacionados con la misma.
Unos ruidos de ramas quebrarse lo alertaron y se puso de pie, aún con el animal entre sus brazos, por un momento creyó que los ruidos que escuchaba eran causados por alguno de sus padres que lo estaban buscando y de pronto le entro miedo de ser encontrado, él ahora no quería ver a su papá o mamá.
Su vista se quedó fija en la espesura del bosque, retrocedió un paso, cuando las ramas del frente de un arbusto se removieron, pero se tranquilizó al ver salir a un niño que parecía de su edad, gateando como buscando algo, de pronto el desconocido alzo la mirada del suelo y sus ojos se conectaron, ambos se quedaron viendo por largos segundos, ninguno de los dos sin saber porque hicieron eso, hasta que el otro individuo se dio cuenta del pequeño animal entre sus brazos.
-¡Oh! Ese es mi conejito-Exclamo sonriente, se levantó del suelo y se acercó hasta quedar en frente del niño rubio- Me lo devuelves, por favor-“Su sonrisa es hermosa”, eso es lo que pensó Baek, mientras veía como el niño le extendía sus manos para recibir al conejo, él lo entrego despacito.
-Conejo malo, te dije que no te alejaras-Lo regaño serio el niño cuando lo tuvo entre sus manos, pero después lo abrazo con una gran sonrisa moviéndose de un lado a otro –Me alegra que no te hayas perdido, no sabes lo preocupado que estaba-Después de mimar a su mascota, alzo la vista al niño –Gracias por atraparlo, soy Chanyeol, mucho gusto-Baek solo atino a asentir ante la presentación del niño - Estábamos jugando con mi conejito aquí cerca y de repente empezó a correr, me alegra que no haya ido muy lejos-El niño hablaba muy animado y contagiaba su alegría desbordante a Baek, quien sonrió de pura felicidad.
De un momento a otro el niño calló, y se acercó más al más pequeño en estatura, acaricio su mejilla -¿Alguien te hizo llorar?-pregunta preocupado.
Baek asiente, haciendo un puchero como si fuera a llorar de nuevo –Mis padres, ellos trataron mal a mis amiguitos hoy-
-¿Por qué?-pregunta interesado el otro niño sentándose en el piso, Baek lo imito quedando uno frente al otro.
-Porque ellos dicen que yo no debo hacer amigos de esa clase-Cuido sus palabras, porque no sabía si el otro era humano o inmortal –Ellos dicen que soy demasiado bello para jugar con personas inferiores a mí, más bien que son diferentes a mí, pero yo no lo entiendo, no sé en qué son diferentes, todos mis amiguitos tienen dos ojos, una nariz, dos orejas, dos brazos, dos piernas, no entiendo en que son diferentes ¿Tú me puedes decir porque soy diferente a los otros?- dice inocentemente ladeando la cabeza mientras lo mira directamente a los ojos.
El otro niño se alza de hombros con expresión de incertidumbre –Yo tampoco lo entiendo, admito que eres realmente hermoso, pero no tienes nada diferente a mi u otros niños-
-Lo sé-Exclama emocionado Baek, porque por fin alguien lo comprende y le da la razón,
-Los adultos son extraños jamás se los entenderá-Dice el pequeño, se queda mirando a Baek un momento y de repente alza la mano como si hubiera descubierto algo –Ya se en que eres diferente-afirma.
El otro ladea la cabeza nuevamente algo triste por saber que si es diferente -¿En qué?- pregunta haciendo un puchero.
-Tus ojos-responde simple-Tienen un bonito color que se parece al lago de allí-dice señalando atrás de ellos.
Baek se tapa los ojos, porque por estar distraído no se dio cuenta de que no había ocultado su verdadero color y ahora lo había visto alguien que tal vez era humano, sus ojos empezaron a cambiar y ahora eran cafés obscuros – ¡Oh! ¡Tus ojos cambiaron!-Exclama alegre el otro niño, cuando Baek se destapa los ojos nuevamente.
-No sé lo digas a nadie-dice suplicante el otro pequeño-Si mamá se entera que te deje ver el color de mis ojos se enojara y después nadie querrá ser mi amigo por ser diferente-
El niño asiente comprensivo –Está bien no se lo diré a nadie, será nuestro secreto, pero ya que te guardare un secreto exijo ser tu amigo, solo los amigos se guardan secretos-Dijo mientras acariciaba a su mascota.
Baek asintió feliz –Sí-Exclamo, a él le encantaba hacer amigos.
-Está bien, desde ahora somos amigos, pero para serlo primero debes decirme tu nombre pequeño, yo ya lo dije -Chanyeol le sonrió y Baek se sintió por alguna razón tan feliz que no se quedó por completo hipnotizado, tanto que olvido medir sus palabras.
-Soy Narciso-Cuando se dio cuenta de lo que había dicho negó con la cabeza una y otra vez –Digo…No ese no es mi nombre-Se puso nervioso, porque había revelado dos secretos que su madre se lo prohibió a un completo extraño –Soy BaekHyun-su voz sonó llorosa, hoy había desobedecido mucho a su madre y eso no le gustaba a él.
-¡Hey!-dice alegre el otro –No vayas a ponerte a llorar, si es por los nombres que me dijiste, tranquilo yo te llamare como tú prefieras, creo que estas en mi misma situación-Baek lo vio sin entender- ¿Te cuento un secreto?- dijo acercándose al oído del pequeño.
Baek asintió, Chanyeol entonces le susurro –Mi verdadero nombre es Ameinias, pero odio el nombre que mi padre me dio, por eso me hago llamar Chanyeol, cada vez que alguien me conoce me presento con ese nombre, estas en la misma situación que yo ¿verdad? –
Baek asintió eufóricamente ya que el otro le había dado una solución fácil a su dilema de nombre sin saberlo –Así que dime, ¿Cómo quieres que te llame pequeño?- volvió hablar el niño apodado por el mismo Chanyeol.
-Baek, para ti seré simplemente Baek, eres mi nuevo amigo-Le sonrió radiantemente-Pero deja de llamarme pequeño que no lo soy, creo que tenemos la misma edad-
-¡Ah! ¿Sí?- pregunta desconcertado –Yo tengo cinco años, y nací un 22 de Abril, ¿Cuántos años tienes tú?-
-Cinco también-exclamo emocionado -Y soy mayor con un día, yo nací el 21 de Abril-
-Wow-Los dos rieron era una extraña coincidencia. Ambos niños se quedaron jugando por varios minutos con el conejo blanco a orillas del lago, se la pasaron muy bien, hasta que ambos se dieron cuenta de que ya estaba por anochecer.
-Es mejor que nos vayamos-dice Chan levantándose del suelo y ayudando a Baek hacer los mismo.
-Sí tienes razón- Baek suspira –Seguramente mis padres me están buscando y sinceramente no quiero que encuentren este lugar, del que ellos no saben, quiero que este lugar solo sea tuyo y mío-Dice encaprichado.
-Así será entonces-Exclama emocionado el otro mientras toma a su conejo en los brazos–Este lugar nadie del pueblo lo conoce, así que será como nuestro lugar secreto, yo prometo no traer a nadie aquí, pero tú promete también lo mismo-
Baek asintió emocionado porque creía que esto estaba siendo algo especial de alguna manera que él no sabía cómo definirlo, ni entender, ambos niños entrelazaron sus meñiques y prometieron mantener su lugar secreto, pero antes de romper el enlace de sus dedos Baek lo detuvo –También debes prometer que cuando me veas con mis padres no te acercaras, no quiero que ellos te lastimen y te alejen como lo hicieron con mis otros amigos-Chan asiente fervientemente y promete que serán amigos a escondidas de los padres de Baek, así como también prometen encontrarse a escondidas en ese lugar cada día a las 10:00 am, con esa última promesa rompieron el enlace de sus dedos, para después separarse y cada quien irse por sus caminos, en dirección a sus casas.
Quien iba a pensar que ese día, por esas promesas, sus destinos serían marcados por toda la eternidad.
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