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Las consecuencias de una noche de Juerga por MilyZombie

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Notas del capitulo:

Este es un One shot, espero que les guste, pues a leer ^u^

 

Esa mañana Kamijo estaba aburrido, no tenía nada que hacer, la señora de la limpieza se acababa de ir así que no tenía con quien conversar, no le gustaba mucho la idea de estar sólo, sobre todo porque la mayor parte de su juventud la había pasado solo, sus padres siempre estaban trabajando y después de su divorcio su poca atención hacia él y su hermano menor se redujo a nada. Debido a esto tuvo que hacerse responsable de los cuidados de su pequeño hermanito. La casa le parecía tan grande pese a que era más pequeña que la casa que vendió hace ya varios años, había vendido la casa en la que vivió con su amada esposa, desgraciadamente ella había fallecido hace ya muchos años pero parecía que hubiera sido ayer, la seguía extrañando con toda su alma y esa era una de las razones del por qué no le gustaba estar solo, se deprimía con facilidad, así que siempre buscaba compañía. Si sus amigos y compañeros se negaban a salir a tomar con él o a dar un paseo, entonces se buscaba una mujer para pasar el rato, ellas siempre tenían ese enorme detalle de los pechos grandes.

 

Así que aquel día, llamó a Teru para invitarlo al bar que acababan de abrir hace una semana, decían que era un lugar increíble, algo caro pero que el precio valía la pena. Para Teru el hecho de que Kamijo lo invitara a salir provocaba que su corazón diera un vuelco aun estando consciente de que el rubio sólo lo veía como un buen amigo, casi un hermano, ese era el motivo por el cual siempre rechazaba sus invitaciones, no quería crearse falsas ilusiones. Siempre había estado enamorado de Kamijo, en los momentos más difíciles había estado a su lado, cuando sucedió lo de su esposa estuvo ahí para él, dándole apoyo sin esperar nada a cambio. Cuando decidió cerrar ese ciclo en su vida y vender su casa, lo ayudo en la mudanza, a pintar su casa y arreglar el jardín, no renegaba por el hecho de que Kamijo nunca se fijaría en él, tener su amistad era lo único que pedía pues así podría estar cerca de él aunque fuese sólo como eso… como su amigo.

 

 Hizaki su mejor amigo y compañero de cuerdas lo sabía y lo apoyaba aunque sentía un poco de pena por el chico de cabello platinado puesto que Kamijo era Hetero o al menos eso creía. Ese día Teru estaba realmente aburrido, no había nada bueno en la TV, tenía mucho tedio ese día, no tenía ni la más mínima idea de que hacer, ni siquiera tenía ganas de tocar la guitarra. En ese momento su celular comenzó a sonar por toda la sala.

 

–Diga…

 

–¡Hey Teruaki! Oye, ¿vas a hacer algo hoy por la noche?

 

–No, no tengo planes ¿por qué? – dijo con desinterés.

 

–Porque cerca de tu casa hace una semana inauguraron un bar y quería preguntarte si quisieras acompañarme… le llamé a Yuki pero me dijo que iría de visita a casa de sus padres, ¿vas conmigo?

 

Suspiró –Kamijo, sabes que no me gusta el alcohol y tu ebrio eres demasiado insoportable, prefiero quedarme en mi casa sin hacer nada.

 

–¡Anda, vamos! –Dijo en un tono suplicante – te prometo que no me embriagaré, a demás pues podemos pedir cualquier bebida sin alcohol para ti.

 

–Es un bar, no creo que tengan bebidas sin alcohol – suspiró – pero está bien, te acompañaré, nos vemos en la entrada de mi casa.

 

–Paso por ti a las 8:30 pm., le llamaré a Hizaki a ver si quiere acompañarnos.

 

Finalizó la llamada, Teru se fue a arreglar un poco, no pensaba salir todo fodongo a un bar, había escuchado que era lujoso y que eran exigentes con la vestimenta, no cualquiera podía entrar a ese lugar. Se puso unos pantalones de mezclilla ajustados, unas botas y una playera de diseñador, arregló su cabello y colocó un poco de maquillaje en sus ojos. No cabía duda de que era un chico precioso. Por fin llegó la hora, así que salió de su casa y se paró en la entrada, llegó Kamijo en su auto, se veía tan apuesto, ese hombre lo volvía loco.

 

–¿Puedo estacionar mi auto aquí? – dijo aún arriba del auto.

 

–Mejor te abro la cochera para que lo guardes allí, no quiero que mis vecinos se molesten y vengan a fastidiar – abrió la cochera y Kamijo guardó el auto, comenzaron a caminar hacia la calle.

 

–Hay algo que no entiendo, ¿por qué tienes una cochera si tú no tienes auto?

 

–Deja de andar pensando en tonterías, planeo comprarme uno dentro de un tiempo – puso los ojos en blanco y después volteo a ver a Kamijo quien lo miraba con una sonrisa, sonrisa que resultó ser contagiosa para el menor –Vamos a apresurar el paso, no quiero esperar mucho tiempo en la fila.

 

–No te preocupes, ni siquiera está lejos, está a solo dos cuadras de aquí.

 

–¿Y Hizaki? Creí que vendría. – Kamijo suspiró, rascó su cabeza y dijo.

 

–Se negó rotundamente a acompañarnos, dijo que tenía una cita con una hermosa señorita y que planeaba pasar una buena noche, que no estaba en sus planes cuidar borrachos – ambos estallaron en carcajadas, siguieron su camino.

 

Caminaron más rápido, Teru a veces era demasiado desesperado, pero gracias a su poca paciencia no tuvieron que esperar mucho tiempo en la fila como los demás, cuando llegaron muchas personas los voltearon a mirar, tanto como hombres y mujeres los miraban con deseo, parecían salidos de algún cuento, caminaron hacia la barra y pidieron unos shots, Teru tuvo que beber alcohol pues efectivamente no había otra cosa en ese lugar, hacía tanto calor que no le puso peros a las bebidas. Habían estado bailando, bromeando y viendo como las chicas se les acercaban pero estos no tenían ganas de pasar la noche con ellas, sobre todo Teru quien no estaba interesado en las mujeres. Seguían bebiendo un shot tras otro.

 

–Kamijo, esto no sabe tan mal como creí, hasta me está empezando a agradar el sabor – dijo entre risas.

 

–Te lo dije, pero nunca me escuchas qué bueno que te animaste a venir conmigo, no quería estar solo.

 

–Lo sé, no te gusta estar sólo y de verdad que está noche me estoy divirtiendo mucho. – le sonrió suavemente, comenzó a observar los labios de Kamijo <> volteó a mirar el caballito, no quería arruinar la noche y tampoco su amistad.

 

–Teru, creo que ya es algo tarde – dijo mirando al reloj de su teléfono – y si seguimos aquí nos vamos a quedar en la ruina, tengo una idea, pasemos a comprar unas cervezas en alguna tienda y sigamos la fiesta en tu casa.

 

–Me parece bien, tengo una baraja en casa, podemos jugar un poco para matar el tiempo o hacer cualquier otra cosa.

 

Ambos de dirigieron a la casa del más joven, como habían planeado pasaron a una tienda, compraron cerveza y botana, fueron a la casa de Teru, Kamijo se quitó su chaqueta y la dejó en el perchero que estaba a un lado de la puerta. Comenzaron a jugar póker, al inicio la mayoría de partidas las estaba ganando Teru, pero después las cosas cambiaron y la suerte se puso del lado de Kamijo.

 

–Vamos a hacer esto aún más divertido, te parece que si por cada partida que perdamos tengamos que hacer una confesión, algo como verdad o reto, pero si escogemos reto sólo será quitarnos una prenda, el ganador elige la prenda, ¿te parece? – estaban algo sonrojados debido a los efectos del alcohol, no estaban totalmente ebrios, aún estaban conscientes de sus acciones.

 

–Me gusta la idea, entonces a jugar – la primera partida la ganó Teru, Kamijo decidió un castigo así que la primera cosa e quitarse fue un zapato, la segunda ronda la perdió Teru.

 

–¿Verdad o reto?

 

–Verdad – dijo con inseguridad.

 

–¿A qué edad fue tu primera vez? – Teru estalló en carcajadas dejando a un Yuji Perplejo.

 

–¿Eres idiota? Tienes la oportunidad de hacerme cualquier pregunta y lo primero que me preguntas es ¿a qué edad inicié mi actividad sexual? – Estaba llorando de la risa – fue a los 15 años.

 

–Lo siento, es sólo que tenía curiosidad – dijo entre risas – para la próxima te preguntaré algo más personal.

 

 El juego estaba poniéndose candente, pronto se hallaron únicamente con los pantalones puestos, el calor estaba aumentando en la habitación de Teru, ambos estaban sonrojados, frente a frente y esa era la última ronda, las cervezas y la botana se habían terminado, pasaban de las 2 de la madrugada y para desgracia de Teru había perdido la partida, no quería ser desprendido de su pantalón y que Kamijo se diera cuenta de su erección. Lo que no sabía es que Kamijo tenía un enorme problema debajo de sus bóxers, que el alcohol lo hacía sentirse excitado y estaba comenzando a mirar a Teru con deseo sin que este se percatara siquiera de ello pues estaba más preocupado por su erección.

 

–¿Verdad o reto?

 

–Verdad – dijo mientras sus mejillas se tornaban rosadas, sentía que el corazón se le saldría del pecho, nunca había visto a Kamijo con tan poca ropa.

 

–Tienes que contestarla quieras o no, ¿Quién te gusta? – el corazón se le detuvo, se puso nervioso no sabía que decirle, era malo mintiendo así que aunque intentara decirle una mentira Kamijo se daría cuenta, se quedó callado durante unos segundos los cuales le parecieron horas. –Vamos, dime, no tienes por qué ponerte nervioso, o a caso es ¿un hombre? – Los ojos de Teru se abrieron como platos – dime, no creo que sea tan malo ¿o sí?

 

–Bueno, no sé qué vas a pensar de mí después de que te lo diga – suspiró, se mentalizó para lo peor y dijo – si es un hombre, ese hombre es… eres tu Kamijo.

 

Kamijo sonrió con lascivia, se acercó aún más a Teru, lo tomó del rostro y lo besó, era un beso apasionado, Teru abrió los ojos con sorpresa, no se podía creer que Kamijo lo estuviera besando, creía que era hetero, le causó un poco de confusión la cual olvidó en el momento en el que Kamijo comenzó a besar su cuello y a tocar sus pezones, estaba tan excitado que no podía contenerse, Teru se veía tan apetecible en ese momento, tan expuesto e indefenso.

 

 Lo tumbó en la cama, ambos comenzaron a besarse con tanto deseo, Teru pasaba sus manos sobre la espalda de Kamijo, descendió hasta su trasero lo apretó, después dirigió sus manos a la bragueta del pantalón del rubio, primero se deshizo del cinturón para así desabrochar el pantalón e introducir su mano debajo del bóxer de aquel hombre, Kamijo estaba extremadamente duro, su erección era bastante grande, Teru tomó aquella virilidad y comenzó a deslizar su mano de arriba abajo. Kamijo comenzó a gemir de placer, mordió uno de los pezones de Teru lo cual le causó placer al platinado. Pronto Kamijo desprendió a Teru de la poca ropa que restaba, comenzó a besar todo su cuerpo.

 

–¿Es que a caso no piensas quitarme la ropa restante? – dijo con voz entrecortada, Teru asintió con la cabeza se sentó y deslizó el pantalón y bóxer de Kamijo, comenzaron las caricias, los besos, Kamijo dejó marcas de besos en el cuello y piernas de Teru, mientras que Teru había dejado uno en el cuello de Kamijo. – abre las piernas, necesito acomodarme.

 

–¿sabes lo que estás haciendo? – Kamijo lo miró con morbo, sonrió y asintió, Teru obedeció y así Kamijo se acomodó entre las piernas del menor, Kamijo tomó la erección de Teru y la introdujo en su boca, con movimientos suaves comenzó a hacerle un oral al más joven. Teru sentía volverse loco, ni en sus más “extraños” pensamientos se le había pasado por la cabeza que algo así podría llegar a suceder.

 

Pronto sintió como un dedo se introducía en su entrada, el cual se comenzó a mover poco a poco, hasta que consiguió dilatar un poco aquella entrada, introdujo un segundo dedo y volvió a repetir aquellos movimientos circulares – Joder Kamijo, ¿en donde aprendiste a hacer eso? – dijo entre jadeos.

 

–No lo sé, nunca lo había hecho – sonrió al ver la mirada extasiada de su compañero – supongo que es instinto.

 

Cuando la entrada estaba lo suficientemente preparada, Kamijo se puso a la altura del rostro de Teru, se acomodó entre sus piernas y cuando estaba a punto de poner su pene sobre la entrada del platinado…

 

–¡Espera! – Abrió uno de los cajones de la mesita de noche y sacó un frasco – toma, colócate eso en esto – dijo mientras agarraba la erección  de Kamijo – y pon un poco aquí – dijo mientras apuntaba hacia su entrada , Kamijo obedeció, Teru se estremeció al sentir aquel frío lubricante sobre su entrada, en ese momento él mismo colocó la erección en su entrada.

 

Kamijo se introdujo poco a poco en su amigo, comenzó a dar suaves envestidas, poco a poco se iban haciendo más intensas - ¡Ah! Dios, aaah mmmnh aaah ka... ka-mi-jo – dijo entre gemidos.

 

Kamijo pronto perdió el control, comenzó a dar envestidas realmente fuertes, al principio le dolía a Teru, pero no le decía nada porque no quería echar a perder aquel momento, pronto ese dolor desapareció y se convirtió en un placer inmenso, arañaba la espalda de Kamijo, arqueó la espalda. Kamijo se sentía realmente orgulloso al ver la mirada perdida de Teru.

 

Kamijo se recostó sobre la cama mientras Teru se colocó sobre su abdomen, se penetró el mismo y comenzó a subir y bajar tan rápido como podía, no podía detenerse, no quería… Kamijo lo tomó de la cadera y lo empezó a ayudar para que la penetración fuera más rápida y profunda. Sus gemidos eran tan altos que podían escucharse hasta la entrada de la casa.

 

–¡Ah! Ka..mijo, ¡Te amo! – Los ojos de Kamijo se abrieron como platos, trataba de ignorar aquella declaración, no quería saber nada sobre el amor ya había sufrido bastante, ni siquiera quería mantener una relación con un hombre y mucho menos con su amigo – Te amo… siempre te he amado – dijo entre jadeos.

 

Kamijo tratando de olvidar aquellas palabras, jaló el cabello de Teru para hacer que este se inclinara un poco y así poder besarse, era un peso apasionado, Teru le estaba entregando su corazón en bandeja de plata, para él no era simple sexo, le estaba haciendo el amor.

 

–¡Aaah! Teru.. Más rápido – Kamijo lo tomó de su miembro para así comenzar a masturbarlo, lo hacía muy rápido, así estuvieron un buen rato, hasta que el más joven echó la cabeza hacia atrás.

 

–Ya no puedo… no aguanto más – Tuvo uno de los mejores orgasmos de toda su vida, cubriendo así el abdomen de su amante con sus fluidos.

 

–Aguanta... Un poco… ¡aah!  Más… - poco tiempo después Kamijo eyaculó en el interior de Teru, se miraron un corto tiempo con unas sonrisas llenas de picardía y una mirada un poco cansada, Teru se acostó a un lado de Kamijo, lo abrazó para así quedarse dormido. Sin embargo Kamijo no podía pegar un ojo, las palabras de Teru seguían retumbando en su cabeza, no sabía que hacer. Decidió a esperar a que Teru despertara para así hablar con él. Cuando menos se dio cuenta se había quedado dormido.

 

Finalmente amaneció, Teru al abrir sus ojos sonrió al ver que Kamijo estaba recostado a su lado, durmiendo como todo un ángel, era justo todo lo que alguna vez había soñado, incluso era mucho mejor, deslizó sus dedos sobre los labios del rubio, entonces despertó.

 

Kamijo creía que había sido un mal sueño, pero no era así… ahí estaba el chico recostado a su lado, observando cómo abría sus ojos lentamente, estaba a punto de besarlo pero Kamijo se apartó.

 

–¿Qué haces?

 

–Darte los buenos días – dijo con una voz llena de felicidad – ¿no quieres? – Kamijo se puso de pie y comenzó a vestirse de prisa, la alegría que Teru sentía se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, ahora la expresión de su cara era una llena de dolor. Kamijo se sentó en la cama, suspiró y lo sujetó del mentón.

 

–Tenemos que hablar sobre lo que pasó – acarició la cabeza del platinado – esto que sucedió fue un error que no debe repetirse nunca más, estábamos un poco alcoholizados y…

 

–Aún estábamos consientes, ¿sabes? –  se le estaba quebrando la voz – yo no te olbligué a acostarte conmigo, tú fuiste quien comenzó todo…

 

–Lo sé, me disculpo por eso… es que el alcohol me hace sentir excitado y tú eras la única persona que estaba conmigo en ese momento y pues yo…

 

–Sólo me utilizaste… – sus ojos se pusieron vidriosos – Vete…

 

–¿Qué?

 

–¡Vete! – Le lanzó una almohada y gritó con tanta fuerza que por un momento pensó que se quedaría mudo – ¡Vete, largo de mi casa! NO QUIERO VERTE.

 

Kamijo se marchó, dejando a un destrozado Teru que estaba llorando, le había dado su corazón, le había confesado sus sentimientos y este simplemente lo había utilizado, había sido un error. Los días pasaron y Kamijo no tenía noticias de Teru, no lo había llamado, no le había enviado mensajes. Teru no quería saber absolutamente nada de él, se sentía utilizado. Sin embargo Kamijo no había dejado de pensar ni un solo momento en él desde aquel incidente, se sentía desesperado, inquieto… quería verlo, quería besarlo, hacerlo suyo otra vez. Las imágenes del rostro de Teru excitado no dejaban su cabeza, no podía creer que se estaba enamorando de un hombre, su compañero lo estaba volviendo loco.

 

Pasaron semanas, llegó el día en el que tendrían que ir a componer canciones para el nuevo disco, Kamijo se sentía un poco emocionado porque vería a Teru. Hizaki le había avisado a Teru que ese día tendría que ir al estudio, pero este no le contestaba los mensajes. Kamijo llegó más temprano de lo acordado, también Hizaki puesto que estaba acomodando las cosas para comenzar con las composiciones, tenía una canción que mostrarles. Kamijo no dejaba de pensar en Teru, ¿Qué estaría haciendo? Si estaba con alguien más, ¿a qué hora llegaría? Quería repetir ese “error”. Se comenzó a sentir frustrado y confundido ante lo más que evidente.

 

–¡Con un demonio! ¡A MI NO ME GUSTAN LOS HOMBRES! – gritó lleno de desesperación.

 

–Kamijo, deja de andar de idiota holgazán y ve a llamar a Teru que todavía no da señales de vida, ¿Qué le hiciste ese día que fuiste a su casa?

 

–Eso es confidencial –dijo con nerviosismo – a demás, lo que haya sucedido es tu culpa Hizaki.

 

–¡Ah! ¿Por qué mi culpa? – dijo irritado. – no es mi culpa que seas un idiota, anda ve a llamarlo y si no contesta entonces tendrás que ir por él a su casa.

 

–Por no habernos acompañado ese día – miró hacia techo, estaba dubitativo <> – las cosas se pusieron un poco complicadas…

 

–¿Pues qué pasó?

 

–Tuvimos sexo, mientras lo hacíamos me dijo que me amaba, que siempre lo había hecho – Hizaki se quedó boquiabierto, no esperaba esa clase de noticias – al día siguiente le dije que todo había sido un error y que no se debía volver a repetir, después de que le dije eso se puso mal, me dijo que solo lo había utilizado y después me corrió de su casa. Todo fue mi culpa, si yo no… lo orillé a esa situación y ahora me siento confundido, no sé qué creer.

 

–Te gusta, y creo que si no vas a buscarlo a su casa para aclarar esta situación y decirle que te está volviendo loco, que te gusta y que te estás enamorando de él – suspiró y le dio un golpe a Kamijo en el brazo – las cosas van a empeorar y todo porque eres un completo ¡IDIOTA!

 

–Ahora vuelvo – suspiró y se dio media vuelta para salir por la puerta, en ese momento Yuki iba entrando, no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba pasando.

 

–¿Y ahora qué? ¿En dónde está Teru y a dónde fue Kamijo?

 

–Pues sucede que Kamijo es un idiota e hizo enojar a mi compañero de cuerdas, es una larga historia que creo que es mejor que ellos te la cuenten.

 

– Está bien, mientras practiquemos un poco.

 

Kamijo al llegar a la casa de Teru llamó incontables veces al timbre, pero nadie abría la puerta, lo llamó a su celular y al teléfono de la casa, pero no contestaba. Teru estaba recostado en el sofá, apretando su móvil y rogando porque Kamijo se fuera, pero en lugar de irse comenzó a gritar.

 

–Teru… ABRE LA PUERTA

 

–No quiero, ¡VETE!

 

–NO ME IRÉ HASTA QUE ABRAS LA PUERTA Y HABLEMOS

 

–NO TENEMOS NADA DE QUE HABLAR, YA HEMOS DICHO LO SUFICIENTE – Dijo con la voz quebrada, estaba comenzando a llorar – ¡Por favor vete!

 

–¡Necesito decirte algo, si no lo hago creo que moriré!

 

–¡Vete al carajo, por mi púdrete en el puto infierno!

 

–Entonces creo que no me dejas otra opción…

 

Kamijo comenzó a golpear la puerta con fuerza, comenzó a patearla, pero vio que no daba resultado, así que comenzó a caminar hacia atrás, comenzó a correr y dejo ir todo su peso contra la puerta, logrando así que esta se abriera. Teru se levanto del sillón totalmente alarmado, lo miró la puerta y allí estaba Kamijo, con una sonrisa mientras se frotaba el brazo izquierdo.

 

–Te dije que me abrieras la puerta, no me hiciste caso.

 

–Vete, no quiero verte… ¡LARGO! -

 

–No me iré hasta que me escuches – comenzó a caminar hacia el menor mientras este retrocedía a casa paso que Kamijo daba – por favor no llores, sé que soy un estúpido, lo que quiero decirte es sumamente importante.

 

–No tengo nada de que hablar contigo, no quiero escucharte, déjame sólo.

 

–¡Te amo! – Teru se quedó petrificado ante aquellas palabras – me estas volviendo loco, no he podido dejar de pensar en ti desde aquel día, no quiero perderte… no lo soportaría, es sólo que me asusta el hecho de enamorarme y que después vuelva a quedarme solo.

 

–Mientes… deja de burlarte de mí – le arrojó lo primero que tenía en la mano, una cuchara… vaya pero que útil – no quiero ser tu burla…

 

–No me estoy burlando, ¡escúchame! – corrió hasta Teru, no tomó de los hombros y gritando le dijo – ¡ENTIENDE QUE TE AMO, NO QUIERO ESTAR SIN TI, YA NO IMAGINO MI VIDA SIN TI, TE NECESITO CONMIGO!

 

Dicho esto lo besó con pasión, Teru sintió como Kamijo lo sujetaba con ternura y a la vez con miedo de perderlo, no quería estar lejos de él, Teru se separó de sus labios, lo miró con lágrimas en los ojos.

 

–TE AMO, NUNCA DEJARÉ DE HACERLO… jamás te dejaré sólo…

 

Aquella mañana hicieron el amor, no querían ir con los demás al estudio, querían quedarse en esa cama por siempre, querían seguir besándose por toda la eternidad. Pero una llamada de un Hizaki furioso los hizo tener que dejar su zona de confort e ir a trabajar. Aquel fue el comienzo de una hermosa relación, meses después comenzaron a vivir juntos, sin miedo a nada hicieron pública su relación, recibieron el apoyo de sus amigos y el de los fans. Decidieron viajar al extranjero y casarse allá, ahora sabían que nunca estarían solos, que jamás se separarían. Ahora eran una familia.

 

 

 

FIN

Notas finales:

¿qué les pareció? ¿les gustó? Quieren que alguna vez vuelva a hacer un One shot o de plano soy un asco para los One Shots TnT .

Gracias por leer. Nos leemos el viernes cuando actualice mi fic de SANTUARIO. Bye bye ^u^


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