"b34;Me despierto en la mañana para verte pasar y tenerte en mi mente por el resto del día.b34;"
Y esa era mi realidad, todos los días por la mañana me levanto para ver correr a un rubio de ojos rosas.
Ya era parte de mi rutina matutina diaria, poder ver como sus cabellos se agitan con el viento y de ves en cuando el sudor recorre su rostro. Todo era tan magnifico, a excepción de..., que lo único que no me gusta de esa escena es el hecho de que algunos días no salia solo, un castaño mas alto que el de ojos verdes lo acompañaba en ocasiones.
-Que vida la mía. - Pensaba mientras seguía observando al chico por la ventana. ¿Qué tiene ese rubio que me encanta?
"b34;Aun no se tu nombre y ya eres dueño de mi y me paso todo el día imaginando tu risa.b34;"
Después de observarlo continuó con mi mañana, que mas quedaba al fin de cuentas tenía que arreglarme para el trabajo, de algo me tenía que sostener.
Tome mis cosas y me dirijo al trabajo, era la misma monotonía de todos los días, pero aun a pesar de esta cuestión mi trabajo ya tiene un toque de buen sabor, pues de vez en cuando ese rubio iba a comprar a la tienda. Gracias a eso supe de una cosa que tenemos en común a parte de que a ambos nos gusta correr, también disfrutamos de la natación. Por ende era emocionante verlo entrar a la tienda de deportes y comprar.
-Que vida la mía. -me repetí al darme cuenta en ese rubio que ocupaba todos mis pensamientos, tenia el control de mi mente y corazón, suspire y uno de mis mechones rojos se posicionó entre mis dientes en forma de triángulos picuditos y afilados, mi cabello ya estaba muy largo, pero no me importaba.
"b34;No se que hacer para ser el aire que va tu alrededor y acariciar tu piel.b34;"
Seguía aburrido en el trabajo hoy no era un día con mucho concurrir de personas, no había una gran venta, la mayoría de las personas que venia a la tienda era para ver lo que había y poder llevar un presupuesto, quizá después regresarían a comprar lo que fue de su agrado.
Mañana seria jueves, el único día de la semana que entraba mas tarde, el sábado no trabajaba y el domingo entraba a la misma hora que los demás días (a excepción del jueves claro esta) era mi día de descanso como yo lo llamo pues ese día puedo levantarme dos horas mas tarde de lo que estoy acostumbrado ya que mi turno es por la tarde, dormir realmente es un privilegio del cual no me puedo privar, el sueño es sagrado.
"b34;Sólo quiero conversar solo conocerte, dame un poco de tu tiempo para convencerte. Yo solo quiero ser tu amigo y me muero por salir contigo.b34;"
Estaba perdido en mi celular tecleando algunas cosas, cuando por alguna extraña razón, pueden llamarlo instinto si así lo desean, despegue los ojos del aparato y frente a mi paso el dueño de mis suspiros y anhelos. ¿Qué tiene ese hermoso rubio? No lo entiendo, por que no puedo sacarlo de mi cabeza. Mas que en mi cabeza, cerebro o mente, creó que ha llegado aun más lejos y más profundo que eso, no lo puedo sacar ya que se a impregnado en mi corazón.
Pero verlo pasar frente de mi hizo que mi mente se abriera y diera lugar a una idea maravillosa, un plan espléndido y una oportunidad precisa que no dejaría escapar.
Sin duda alguna ya hemos cruzado palabra al momento de cobrarle en la tienda, pero eso no basta, necesito ser su amigo, conversar realmente con el ya no un simple diálogo entre empleado y cliente. Además de que daría todo por tener una cita con el.
Ya que mañana entro mas tarde de lo normal haré un sacrificio por un beneficio, si me levanto a la misma hora de siempre puedo salir a correr, tarde que temprano el también saldrá, y ese sera el momento preciso para raptar a mi presa.
"b34;Dame una señal solo dame una mirada si estas a mi lado a mi no me importa nada.b34;"
Llego la hora de cerrar el establecimiento, lo que me lleno de emoción y felicidad puesto que ya podría ir a mi casa y descansar un poco. Guarde mis cosas en la mochila que llevaba y comencé a realizar el corte de la venta del día de hoy, termine mis actividades y me detuve un momento a observar las gorras de baño, hace mas de dos años que no tocaba el agua para competir y no tenia ni la mas remota idea de donde se encontraba mi gorra. Fui por una bolsa para guardar una que fue de mi agrado y apartarla para mañana que tuviera dinero disponible para comprarla.
La guarde en el mostrador donde esta la caja registradora y ahora si tome mi mochila y comencé a bajar la cortina.
-Espera no cierres... -escuche como una voz me llamaba pero quede aturdido ya que alguien se lanzó sobre mi.
"b34;Ya quiero estar entre tus brazos y me muero por probar tus labios rojos llenos de ti.b34;"
-¡Auch! -Me queje en el suelo, el piso estaba frío y el golpe fue algo fuerte a pesar de que la persona frente de mi no era muy pesada el golpe y la caída si lo fueron.
-Lo siento Rin-chan, no era mi intención lastimarte. -Subí la vista a quien me hablaba, esa forma en la que me llamó me pareció muy extraña, no recordaba de nadie que me llamara de esa manera. -Ah -Eso... ¿fue... un gemido? O mas bien un ¿jadeo? -Podrías... quitar tu mano. -Y ahí fue donde me di cuenta de la situación, mi mano estaba en donde no debería estar. En su pantalón.
-Lo siento mucho...-reaccione de momento -Espera, ¿como sabes mi nombre? -Me sonroje pero aun así me atreví a preguntarle, pero fue una mala idea. El sigue en sima de mi (también esta avergonzado o es lo que quiero pensar ya que los colores también se le han subido al rostro) sus labios se ven tan apetecibles son de un tono rojizo, no tan exagerado pero si es un color notable, a pesar de ser delgados se ven tan carnosos y jugosos que alguien bien se los podría comer.
-Puedo...
"b34;Solo dime que si.b34;"
-Que... -no deje que terminara de hablar, no podía, no debía, pero quería. Ya después me atendría a las consecuencias de mis actos compulsivos.
Lo bese, era un beso calmado pero con ritmo, por muy contradictorio que suene eso pero así era, mi corazón latía muy de prisa estaba emocionado y saltaba debido a este sentir no podía creer que el me estuviese correspondiendo el beso, un chico del que me enamore sin siquiera saber su nombre.
Nos separamos, pero no por la típica razón de la falta de oxigeno, mi teléfono comenzó a sonar y conocía perfectamente a la persona a la que le pertenecía la melodía que se estaba escuchando.
Me vi tentado a no contestar, pero tenia que hacerlo. Me separe un poco y busque entre mis cosas que se encontraban por el suelo mi teléfono, lo encontré y atendí.
-Bueno... Si Sousuke... Si ya lo hice, no tienes que recordarmelo... No te preocupes todo esta en orden... EH!? A este, estaba corriendo... Si es por eso no te alteres... Te veo mañana, mejor cocina tu, sabes que amo tu comida.... No seas así anda... -sentí como la mirada rosácea se posicionaba sobre mi persona. Me recorrió un escalofrío, parecía querer matarme. -Si, adiós Sousuke. -Corte la llamada y lo vi a los ojos, su mirada seguía inexpresiva. -¿Ocurre algo?
-No, no es nada, ya tengo que irme Rin-chan te veo mañana -se levantó y me dio un beso en la mejilla. -¡Hasta luego! -agitando su mano desapareció de mi vista.
Me levante del piso, tome mis cosas, revise que todo estuviera en su lugar y me fui a mi casa.
"b34;Me desvelo en las noches para pensar en ti y si duermo solo sueño con tener tus caricias.b34;"
No podía dormir, no dejaba de pensar en el, me maldije internamente porque lo único que venia a mi mente cuando cerraba los ojos era la escena donde nos estábamos besando, maldito Sousuke me llamó en el momento menos indicado, pero que podía hacer al respecto si el es mi jefe. -Que vida la mía.
"b34;Tengo todo este amor y solo es para ti y yo solo me conformó con mirarte otro día.b34;"
Me gire en la cama -quiero volver a verte pequeño -y con ese pensamiento logre conciliar el sueño. -Que vida la mía.
.
.
.
Desperté a la misma hora de siempre, la monotonía de siempre y el mismo chico rubio de siempre. Hoy no iba acompañado, lo que equivalía a lo mismo ya que yo no me podía acercar a él.
"b34;No se que hacer para ser el aire que va a tu alrededor y acariciar tu piel.b34;"
Estaba preparando el desayuno no tenía hambre pero si no comía Sousuke me regañaría, alegando que estoy muy delgado. Pero no tenia hambre, no podía dejar de pensar en ese pequeño rubio y cada vez que recordaba aquel beso el estómago se me devolvía ó ¿se comprimía? No estaba muy seguro pero la sensación era extrañamente agradable y una sonrisa se formaba en mis labios. -Que vida la mía -reí por lo bajo.
"b34;Sólo quiero conversar, sólo quiero conocerte da me un poco de tu tiempo para convencerte, yo solo quiero ser tu amigo y me muero por salir contigob34;"
Y ahí estaba mi oportunidad, ese momento del día en el que sale el bello sol y su resplandor esta en su mas grande apogeo. El se regreso por alguna extraña razón que desconozco, el se regreso. Tome mi jugo de naranja, ya que era lo único que estaba preparado de mi "desayuno", y salí a su encuentro.
-Espera -le dije y el giro la mirada para ver si era a él a quien le hablaban. Voltio su cuerpo a la dirección en donde yo me encontraba y camino hasta mi puerta. -Antes que cualquier otra cosa, ¿cual es tu nombre? -me miro expectante, lo que me puso nervioso, pero después me mostró su sonrisa y respondió a mi pregunta.
-Nagisa Hazuki, es un gusto Rin-chan. -Me extendió su mano y yo con gusto la estreche.
-¿Como sabes mi nombre Nagisa?
-¡Oh! Pues la primera vez que fui a la tienda tenías una tarjeta con tú nombre y ahí fue donde lo supe. -Hizo una pequeña pausa, si lo pensaba bien esa historia era creíble y real pues antes usaba ese gafete pero era molesto el tener que recordar cada mañana el llevarmelo al trabajo y después lo deje. -Si no mal recuerdo tu apellido es ¿Matsuoka?
-Si, que buena memoria jaja. -Reí por lo bajo, se me hacia muy curioso ese pequeño rubio, quizá era muy temprano para decirlo sin embargo podría decir que le tome cariño al de ojos rosados, no estaba seguro de que fuese amor, quizá aun solo era una atracción, pero no estaba muy lejos de enamorarme de él y que ese cariño se convierta en amor. -Muy bien Nagisa, puedo llamarte así ¿no?
-Claro Rin chan. -Me mostró una sonrisa preciosa, quede embobado.
"Dame una señal solo dame una mirada si estas a mi lado a mi no me importa nada. Ya quiero estar entre tus brazos y me muero por probar tus labios rojos llenos de ti, solo dime que si. "
-Nagisa -me acerque de una manera lenta pero decidida a mi pequeño rubio. -¿Puedo besarte?
-¿Qué? -vi como sus mejillas se tornaban del un color que si bien no era igual al de mi cabello si era muy similar. -Pues...
-Si no... -dijimos al mismo tiempo interrumpiendonos mutuamente. -Continúa tu por favor -le pedí un tanto avergonzado.
-Iba a decir que si lo deseas, puedes hacerlo.
-¿En serio? -No me lo creía pero muy en el fondo deseaba haber escuchado correctamente.
-Claro, por mi no hay problema. -Y pues si, si había escuchado bien.
Me acerque aun más a su rostro e incline el mio para poder besarle, debido a su altura tenía que agacharme un poco pero no me quedaba, ya que me parecía extremadamente lindo y en sobre manera tierno.
" Solo quiero conversar solo quiero conocerte, dame un poco de tu tiempo para convencerte, yo solo quiero ser tu amigo y me muero por salir contigo. "
-Nagisa ¿podemos ser amigos?
-¡oh! No lo creo Rin-chan, después de las dos veces que me has besado no se si me sea posible verte solo como un amigo.
" Dame una señal solo dame una mirada si estas a mi lado a mi no me importa nada, ya quiero estar entre tus brazos y me muero por probar tus labios rojos llenos de ti."
"Solo dime que sí."
-Entonces ¿podemos ser más que amigos?
-Por supuesto Rin-chan.