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Vamos a entrenar por AkiraR_TakanoriR

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Notas del capitulo:

Nos leemos abajo~ 

El sol estaba en su punto más fuerte, casi podía sentir que su calor picaba mi piel, además el entrenamiento de hoy fue muy intenso ya que teníamos los nacionales muy pronto. La entrenadora Sumire indicó que tomáramos un descanso para hidratarnos, realmente había mucho calor que la mayoría de los chicos ya se habían rendido; no era extraño que eso sucediera, los titulares somos quienes más resistencia tenemos y debemos darle el ejemplo a los menores para que sean mejores cada vez, en especial nuestro admirable capitán. Tezuka salía de las canchas con semblante tranquilo, con la misma expresión de siempre que imponía respeto al verlo, nada lo turbaba; pero yo tengo muchos años de conocerlo, lo he observado con tanto cuidado que su cuerpo no logra engañarme tan fácil, las gotas de sudor en su cuello habían aumentado y su piel se había sonrosado levemente, no decía nada, pero esta increíble temperatura le afectaba bastante.

Le vi agarrar su bote de agua, lo noté algo ansioso cuando por fin tuvo ese líquido vital entre sus labios, algunas gotas traviesas se escaparon de su boca recorriendo su largo cuello, hice un esfuerzo enorme por no lamerme los labios ante tal imagen que a mí se me ocurrió totalmente erótica, mientras mi rostro no daba señales de mi excitación, mi mente voló a los vestidores, donde devoraba con ansia la piel de mi capitán, mi lengua recogía las gotas de agua ahora salada por mezclarse con el sudor que emanaba de él. Agité mi cabeza levemente y me dirigí a los grifos de agua, un poco de agua fría no me haría nada mal o tendría un penoso accidente que no pasaría desapercibido por mis compañeros, para mi mala suerte Eiji me siguió quejándose del calor.

- ¿Tú también estás cansado Fuji? Eso es raro ya que parece que tuvieras una súper batería igual que Tezuka. – Me abrazó por la espalda mientras yo le dediqué una sonrisa compasiva.

-Claro que si estoy cansado, no soy una máquina – reí levemente – Si comieras un poco mejor tal vez aguantarías un poco más, el entrenamiento ya lo tienes.

Él me soltó y se inclinó bajo del grifo, yo le imité y dejé que el agua fría cayera sobre mi cabeza, sentí que me ayudaba a despejarme, como si el agua se llevara momentáneamente mis calientes pensamientos.

-Fuji…- esa grave voz atrás de mí sólo me desconcertó, la causa de mi perversión me hablaba ignorante de las escenas pornográficas que tenía en mi mente acerca de él.

- ¿También te viniste a refrescar Tezuka? – me aparté del agua sintiendo como mi uniforme se pegaba a mi piel pos las abundantes gotas que caían de mi cabello, quise jugar un tanto con él, pasé mis manos por mi cabello haciéndolo hacía atrás coquetamente, la seducción no era un campo que explorara mucho, pero tenía ciertos conocimientos.

-Venía a decirte que quería practicar unos tiros contigo.

Eiji miraba nuestra conversación ajeno a esta, pero apareció Oishi cerca y fue corriendo con él, sonreí al verlo tan entusiasmado con el fuku-boucho.

-Me gusta verlos juntos – señalé a Oishi y Eiji quienes reían juntos, probablemente de una ocurrencia del pelirrojo. Tezuka me miró, parecía interesado en mis palabras. – Creo que hacen una hermosa pareja.

-Realmente son la mejor pareja de Seigaku, se entienden perfectamente que su juego casi nos asegura una victoria.

-Me refería a otro tipo de pareja – me burlé un poco pasando a su lado, le toqué su hombro y me alejé riendo suavemente.

Ambos nos dirigimos a las canchas, muchos seguían descansando, otros simplemente agitaban sus raquetas intentando mejorar su agarre. Mientras, nosotros nos acomodábamos en nuestras posiciones, tomé mi raqueta esperando a que él tirara la pelota. Desde un principio empezamos un juego fuerte, nos olvidamos de todo continuando un peloteo en el que ninguno quería ceder; las ventajas de jugar con el capitán era que nadie se inmiscuía, ni siquiera la entrenadora.

Al final terminó convirtiéndose en un partido, tanto titulares como los principiantes lo disfrutaron afuera de las canchas, analizando nuestros movimientos, aprendiendo de los dos genios de Seigaku  , Tezuka parecía ignorante de nuestro alrededor, pero era obvio que sabía que nos observaban. Me miró con tanta pasión por ese partido que me hizo estremecer, fue tan poco, pero lo suficiente como para caer en su trampa, entré en la Tezuka zone, aunque él no tenía idea que hace mucho tiempo estaba dentro de ella.

Como era de esperarse después de eso perdí, la zero no shiki de Tezuka no se hizo presente hasta el final y ganarse el punto final, nos acercamos a la red y nos dimos las manos, pude sentir una corriente eléctrica que recorría desde mi palma y se dirigía a todo mi cuerpo, le miré atentamente y el esbozaba una sonrisa no muy típica de él, puedo jurar que parecía que tenía un deje de pillería. El día terminó y todos se retiraron, Tezuka y yo nos refrescábamos sentados a fuera de las canchas mientras todos recogían sus cosas para irse, ambos estábamos en silencio, un silencio cómodo, era muy frecuente que nos encontráramos así, nos entendíamos bien a pesar del mutismo, regulando nuestra respiración después de tanta actividad física. En un momento se levantó y me tendió la mano, yo lo tomé dejándome guiar cuando empezó a caminar, nos dirigimos a los vestidores, ya todo se oía calmo allí dentro, al parecer todos se habían ido ya que a lo lejos vi a Momoshiro y Echizen quienes normalmente eran los últimos en irse. Entramos al vestidor y de pronto me vi acorralado en una pared a lado de la puerta.

- ¿Tezuka? – le pregunté sorprendido mientras su rostro acortaba la distancia entre nosotros.

-No he dejado de pensar en lo que me dijiste acerca de Kikumaru y Oishi – me susurró haciendo casi nulo el espacio.

- ¿Qué cosa? – la situación era extraña, pero si Tezuka iniciaba con una situación sugerente; yo no era quien para detenerlo, por lo tanto, lleve mis manos atrás de su cuello, jugando con las hebras de su cabello olivo.

-Acerca de que Kikumaru y Oishi hacen una hermosa pareja – sonrió tentando mis labios con los suyos, no llegaban a juntarlos por completos, pero de alguna manera podía sentirlo sobre mí - opino que tú y yo podemos hacer mejor pareja.

Antes de poder contestarle, mis labios ya eran presos de los labios de mi capitán, sus manos juguetearon con mi espalda hasta llegar a mis glúteos los cuales apretujó con ansia haciéndome suspirar, yo apreté mi cuerpo contra él mientras mi lengua buscaba la contraria, encontrándose en un baile totalmente erótico, ambos pudimos sentir la excitación del otro juntando nuestros miembros duros, nos frotábamos con ansia suspirando y mordiendo los labios ajenos.

-Tezuka – gemí su apellido y él gruñó.

-Si vas a gemir algo que sea mi nombre – jaló mis cabellos sorprendiéndome, le miré sin saber cómo reaccionar, pero cuando su bulto entre las piernas chocó con el mío, un sablazo de placer me recorrió por todo el cuerpo y le escuché reír. – así es, tu disfruta que no pienso hacerte daño… No más del necesario.

Quise contestar, pero un furioso beso me calló en ese momento.

-Voy a ser sincero contigo, me gustas Fuji y mucho, estoy seguro que tu sientes igual, no soy ciego y entiendo cuando alguien coquetea conmigo, pero…

-Pero te gusta jugar rudo ¿no es así? – le pregunté recomponiéndome.

Asintió, puede que estuviera algo avergonzado de revelarme esto y aunque yo fuese un total principiante en este mundo no iba a asustarme del hombre que me ha gustado durante tanto tiempo.

-No me importa, tú lo dijiste; me gustas demasiado y realmente quiero hacerlo contigo, no me importa si te gusta rudo o en público yo quiero hacerlo contigo, tal vez sea principiante en esto, pero… - me acerqué a su oreja dándole un sutil beso a su piel – pero quiero ver que tanto puedes maltratarme, muéstrame que tan sádico puedes ser, si mereces quitarme ese título.

-Oh cariño, no sabes lo que acabas de pedirme – me respondió con una sonrisa ladina en sus labios.

Me azotó contra los casilleros, jadeé de dolor mientras su cuerpo arremetía contra el mío y sus dientes mordían con fuerza mi cuello, mis manos intentaban quitar su jersey con desesperación hasta que lo tuve en el suelo, pero una bofetada me detuvo de mi labor.

-Tu no haces nada hasta que yo te lo diga, no hablas hasta que yo lo ordene y no te corres si yo no quiero – me explicó con voz ronca, tan sensual, tan autoritaria que sentí vibrar mi sexo de una manera que jamás creí que sucedería, sólo asentí ante su voz que sentí me fundía el cerebro. – Ahora desvístete, muéstrame que no pierdo el tiempo contigo.

Por un momento me sentí ofendido por su expresión, pero ya había leído acerca de estas prácticas, no debía tomarme a pecho sus palabras, haría que se tragara sus palabras con mis acciones. Bajé el cierre de mi jersey quitándomelo con parsimonia, Tezuka se apartó de mi fijando su mirada atento a mis movimientos, me quité la camiseta del uniforme pasando mis manos por mi piel seduciéndolo a tocarme, pero su rostro inexpresivo hacía acto de presencia, por poco fruncí el ceño, pero suspiré y continué intentado sacar a Tezuka de su mutismo, jugué con el elástico de los pantalones tentándolo mientras lo bajaba junto a mi ropa interior, necesitaba liberar la presión de mi sexo hinchado.

Tezuka empezó a rodear mi cuerpo cual tiburón acechando a su presa, no caí en cuenta hasta que sentí un escozor en mi nalga, casi podía imaginar la marca de sus cinco dedos enrojeciendo mi piel, me agarró del hombro para tener un punto de apoyo mientras se dedicaba a castigar mi cuerpo con fuerza.

- ¡ah! ¡Kunimitsu! – grité con fuerza, a cada azote, con nada nalgada mi piel se sensibilizaba más por lo que dolía demasiado, lo sorprendente es que mis gritos se acompañaban con gemidos y mi erección no podía sentirla más llena.

-No me imaginé que fueses una perrita tan sucia, grita más para mi Syusuke – al tiempo que me palmeaba, con su otra mano agarró mi pezón apretujándolo con fuerza castigando mi cuerpo.

No pude soportar tantas sensaciones que mis piernas fallaron, temblaban fuertemente, supongo era normal después del partido que habíamos tenido y Tezuka tratándome de esa manera, no pude más y caí al suelo de rodillas sosteniéndome con las manos para evitar golpearme el rostro, Tezuka rio con malicia.

-Eso es, en el suelo estás mejor, en cuatro mi perrita – acarició mi barbilla con mimo, ya que él me trataba así yo continuaría con mi papel; bajé el rostro encontrándome con su mano, la cual lamí con adoración escuchándolo gemir sonoramente. – Syusuke… eres un genio cariño.

Introduje su dedo en mi boca simulando una felación, la mirada de Tezuka ardía mientras yo mantenía mis ojos abiertos mirando fijamente a su rostro, disfrutaba verlo tan caliente, tan deseoso, pero retiró su mano empujando mi cabeza, bajó bruscamente de su pantalón exhibiendo su miembro totalmente erecto, goteante. Lo tomé entre mis manos besando con ansia su punta, humedeciéndome con su pre-semen, abrí mis labios y lo introduje a mi boca, tenía hambre de su pasión, él no se hizo esperar y arremetió contra mi boca de manera exquisita.

-Aaahmmm… Syusuke – lo escuché jadear mi nombre, con una mano sujetaba mi cabeza y con la otra hacía sus cabellos hacia atrás para que no le tapara los ojos, yo empuñe su base moviendo mi mano al ritmo que Tezuka imponía, era delicioso tenerlo así, Tezuka en un momento tomó el control embistiéndome como si no hubiese un mañana.

Gemía contra su pene mientras él gruñía cada vez más fuerte empujando sus caderas hasta el fondo de mi garganta cortándome el paso de aire, mis ojos empezaron a lagrimear y la desesperación me estaba ahogando, pensé que me ahogaría con su miembro en mi boca, pero en un momento paró dejando mi cavidad libre permitiéndome respirar. Se posicionó detrás de mí abriendo mis nalgas, clavó sus uñas enviando mazazos de placer hasta mi cerebro.

-mmmhnn… Kunimitsu, fóllame… - gemí intentando acercar mi trasero a él, pero sólo acercó su boca a mi entrada, lamía introduciendo su lengua en mi interior. -ahhhhmg… Kuni… mmmhhg.

-Ruégalo cariño, muéstrame que tanto me deseas – Después de decirme eso volvió a su trabajo, de vez en cuando mordiendo mis nalgas, era tanto placer que me mareaba, ya no sabía ni que decía.

-Fóllame… Kunimitsu… ahhhh lléname… rómpeme – repetía sin control mientras arañaba mi espalda produciendo un delicioso escozor.

-Si tú lo pides – Se levantó y yo curioso volví a verlo, lamió sus labios ansioso igual que yo mientras su mano llevaba su jugosa carne a mi interior, sentí como tentaba mi entrada, yo me movía para que se animara.

- ¡AHHHHHHH! - De una estocada certera entró haciéndose paso entre mis músculos, dolía y dolía muchísimo, pero Tezuka se quedó quieto, esperando me acostumbrara a su intromisión.

-Que delicioso eres – gimió sujetando mis caderas, se inclinó haciendo que su sexo se moviera en mi interior haciéndome jadear, besó mi cuello y espalda mientras su mano buscó mi miembro, masturbándome con ansia.

-ammmhh… Tezu… muévete – lloriqueé moviendo mis caderas, él no se hizo esperar y arremetió contra mí, chocando sus ingles con mi trasero, nublando mi mente con el placer que me invadía

-mmmhnn cariño me encantas – apremió Tezuka embistiéndome sin piedad

Podía sentir como su carne irrumpía en mi interior, creí que podría partirme literalmente y la verdad es que la idea no me molestaba.

-Ahhhh…. Ahhh más – boqueaba en busca del aire que me robaba con cada estocada y mis labios se secaban.

-Hasta gimes como una perra – no lo veía, pero estaba seguro que se deshacía de placer como yo.

-Ammmhgg Tezuka – mi cabeza estaba desconectada, apenas sabía que le decía, sólo era alguien caliente, necesitado de mi capitán.

-Tócate – ordenó tan furioso y me pegó otra nalgada, mi cuerpo vibró y sólo pude seguir sus instrucciones sin perder tiempo.

El tocarme fue exquisito, sentí me correría en ese instante, pero inhalé profundamente, todavía no quería acabar con esto, lo había esperado durante tanto tiempo, aunque mi voz estrangulada de placer me delataba, Tezuka se reía a mi espalda adivinando que me pasaba, estaba tan febril, tan encantado, mi piel escocía y sentía a Tezuka en cada milímetro, no creí que fuese tan placentero, pero hacerlo con él creo que lo hacía más excitante, tanto que podría morir siendo embestido por él.

-Para – volví a escucharlo mientras salí de mi interior, ambos jadeamos, era una sensación extraña no tenerlo dentro, sentía mi entrada contraerse en busca de su atención, pero lo vi sentarse en el suelo apoyándose en la pared. – Ven conmigo – palmeó sus piernas y entendí lo que pedía.

Me monté sobre él sentándome en sus piernas, todavía no me iba a penetrar, necesitaba unos segundos para calmarme. Le abracé buscando sus labios con los propios, un ardiente beso fue lo que encontré, le quité sus gafas mal colocadas por todo el movimiento, acaricié su rostro, su cuello, quería grabar a fuego en mis dedos la textura de su piel, Tezuka arañaba mi espalda haciéndome sisear y gemir a la vez; lo amaba demasiado.

Cuando me sentí algo más calmado me levanté un poco para tantear con mi mano su falo, de una sentada me lo introduje gimiendo alto, empecé a botar sobre él mientras sus caderas se empujaban con rapidez en mi interior.

-Juega con tus pezones, están tan claritos y desatendidos que necesitan que los toques – Hubiese preferido que él fuera quien me tocara, pero si me pidió tocarme le iba a complacer, era su sumiso, sólo quería hacerlo sentir bien.

Agarré mis pezones por lo que mi equilibrio se vio comprometido, él puso sus manos en mi cintura dándome estabilidad; mientras yo pellizcaba con ansia mis rosados botones haciéndome gritar, sabía que no quería un dulce toque así que me castigué yo mismo, hice mi cabeza hacia atrás, preso del placer que me estaba provocando, jadeaba sin parar a la par que botaba sobre el cuerpo de él, podía escucharle suspirar, volví mi vista hacía él, nunca le había visto así, sonrojado pero con una expresión de excitación total, disfrutaba de verme tocarme que parecía ni parpadear, no sabía que tanto me deseaba, pero sus expresiones me lo decían, estaba seguro que estaba igual de ansioso que yo, que lo gozaba tanto, sus ojos ardían que parecían tener lava, me incliné y lo besé de nuevo, lo besé con todo el amor que tenía por él.

Me tomó de los hombros con fuerza, ya no podíamos continuar nuestro beso pues boqueábamos buscando aire, gemíamos el nombre del otro y volvíamos a besarnos.

-Mnnghhhh Syusuke… - Sus manos se apretaron en mis hombros lastimándome con las uñas.

- ¡Kunimitsu! – grité su nombre.

Ambos nos llegamos a un glorioso orgasmo, su semen salía a presión en mi interior y el levantaba las caderas hundiéndose con desesperación en mí. Mi cuerpo temblaba violentamente manchando nuestros abdómenes, mi espalda se arqueó y yo gemía largo presa del mayor de los premios en un polvo, tan electrificante y agotador que cuando esa deliciosa sensación acabó caí lacio sobré Tezuka quien me acarició los cabellos mientras depositaba un suave beso en mi cabeza, algo inocente, nada como los que nos habíamos dado minutos antes.

Miramos a la ventana y descubrimos que el atardecer estaba por terminar y la noche hacía acto de presencia, con dificultad me levanté siendo ayudado por mi amante quien me sonrió satisfecho, le contesté con una sonrisa sincera, estaba feliz, tanto que ignoraba el dolor en mi cuerpo.

-Vámonos, pronto llegará el guardia de la noche – me dijo tendiendo mis pantalones en una mano.

Asentí y tomé mis prendas vistiéndome mientras él se acomodaba su uniforme, hubiese deseado verlo desnudo, pero no tenía voz no palabra habiendo aceptado estar con él de esa manera.

-Necesito un baño urgente – Dije más para mí que por él, escuché una leve risa de su parte abrazándome.

- Yo también, necesito bañarme muy bien, pero creo que no alcanzaré bien mi espalda ¿me ayudarías? – capté de inmediato su indirecta

– Bien tenía razón Eiji, tú tienes una súper batería -reí dándole un casto beso para después ver su expresión de confusión – Vamos, yo te tallaré la espalda y si tienes suerte… algo más.

Me separé de él yendo hacia la salida, una última sonrisa apareció en su rostro siguiéndome, nunca había visto que Tezuka sonriera tanto, estaba tan feliz como yo. Y yo, bueno, estaba más que extasiado, ansioso por ese baño.

 

Notas finales:

Bueno, esta fue mi participación para el concurso de la Strongest Pair, debo decir que hacía tiempo que no escribia y estoy feliz de volver a hacerlo, esta vez con algo diferente a lo que escribo. Bueno, aqui unas aclaraciones:

Tezuka no es menso, estoy segura que si alguien le coqueteara se daría cuenta, claro, siendo él es normal que lo ignore para no darle ilusiones a alguien que no le guste, pero siendo Fuji creo que si tomaría cartas en el asunto y si Fuji no es indiferente a él, entonces a darle. Hablando de Tezuka, sé que a muchas les sacará de onda que él sea masoquista, pero digo, todos tenemos un nivel de perversión oculto, todos tenemos algo que ocultar y no me sorprendería que el perfecto hombre de Seigaku tenga algo oculto y amaría algo así de él, un hombre dominante y pervertido y Fuji siendo su pareja, siento que Fuji es mas liberal y tiene más pinta para ser muy abierto respecto a su sexualidad (obviamente no con cualquiera) por lo tanto hacian una pareja perfecta.

Sé que dije que Tezuka era sádico pero realmente no hubo mucho SM en el fic ¿por qué? obvio todo fue a proposito, ya que Fuji dijo sería su primera vez así, Tezuka no quiso asustarlo, este Kunimitsu adentrará a Fuji a este mundo gradualmente para que algún día disfruten plenamente del dolor y placer convinados.

Por lo tanto ¿les gustaría una continuación ya más a futuro donde Tezuka saque todo su potencial de sádico? Ustedes decidan,

Sin más gracias por leer <3


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