Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Infinito. por Anna Sei

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Nah, un fic estupido mas. 

Notas del capitulo:

Buenas noches.

Su mirada profunda y experta, taladra cada poro de mi piel. Intimidante, sagaz, sin una pizca de vergüenza y con descaro mal contenido, que me hace pensar que es demasiado atrevido para mi propio bien. Y para el suyo también.

Puedo decir que su mirada me incómoda y que de algún modo me desconcierta, pero me abstengo, sé que si añado alguna palabra en estos mismos instantes, en donde el ambiente es fuerte y rígido, puede que pierda una parte de mi ropa. Y no hablo literal. Seijuurou tiene unas tijeras en su mano derecha, objeto que tiene como propósito romper cualquier cosa que le estorba.

—Algo que decir mí querido cuñado.

Puede que el tono de voz sea dulce e incluso inocente, pero no puedo ser más ingenuo de lo que ya soy, ese chico tiene varias cartas bajo esa manga blanca y pulcra que envuelve el brazo de Akashi que se puede esperar todo tipo de artimañas.

 

Ser inteligente tiene varias ventajas.

Y Sei ama esas ventajas.

 

¿Debo decir algo para reconfortar su rostro desagradable? Ni una mierda, yo no soy como su maldito novio de sumiso, muerto de amor y hambriento de su mirada, cariñoso como un perro y fiel. Definitivamente no soy como el, no como mi hermano dulce e inocente; Furihata Kuroko.

 

Yo soy demasiado diferente, tanto para tu bienestar como para tu misma locura Seijuurou.

 

—Eh venido a casa.

 

Sus dedos largos y delgados tamborilean sobre la mesa de madera que adorna la sala de estar de su gran mansión, ambas piernas envueltas por la fina tela de ceda que el mismo mando a confeccionar son cruzadas expertamente ante mi atenta mirada, mientras una sonrisa ladeada adorna su jovial y sereno rostro.

 

— ¿A las dos de la mañana?

 

El silencio nos acompaña por largos segundos mientras mi subconsciente planea la respuesta correcta, cuidando cada una de mis palabras.

 

—Si — Su ceja se arquea intrigado ante mis cortantes palabras, así que, tomando un suspiro mis labios se entre abren para suspirar y en seguida sigo con mi respuesta — Fui con Kise-kun a una pequeña reunión de secundaria.

 

Tengo la sensación de que no me ha creído por la forma en que sus labios se fruncen en una mueca disconforme, y sus ojos, antes analizadores, se vuelven oscuros. No puedo evitar retroceder ante su acción.

 

Una parte de mi cerebro me susurra que lo que viene a continuación no será bueno.

Nunca es bueno cuando tienes a un chico tan frio como Seijuurou.

 

Mis respuestas no son válidas para el cuándo de sus manos coge unas fotografías desde lo más profundo de su saco hecho a la medida y los lanza con desdén a la mesita de madera. Contengo aire.

 

—Usted me espió — No es una pregunta la que he dado, es una afirmación.

 

—Una fotografía vale más que mil palabras — Escupe fríamente — ¿Qué hacía usted a las nueve de la noche?

 

Doy un paso atrás con mi mano sobre mi boca. Eh oprimido un grito de sorpresa.

Pensar que Seijuurou ha estado viéndome desde la distancia me hace sentir intimidado, impotente y enojado conmigo mismo, es decir ¿Por qué no me di cuenta? Soy alguien observador y analizador, tanto que, puedo darme cuenta cuando una presencia ajena a mis conocidos me observa. Pero él, este hombre, el novio de mi hermano ha osado a verme sin que yo me percate. Y no sé si sentirme una total mierda, o hallarme con temor en ella.

Las palpitaciones de mi pobre corazón no pueden seguir a este ritmo, ni el frio en mi cuerpo. Así que, cobardemente desvió la mirada de este hombre y muerdo mi labio inferior frustradamente. No puede hacerme esto, él no tiene derecho sobre mí y sobre mis acciones, mucho menos cuando tiene a mi hermano a su lado.

 

Simplemente sus acciones hacia mi presencia son estúpidas y difíciles de explicar.

 

— ¿En serio necesita una respuesta cuando usted mismo la tiene? Oh vamos, usted sabe que una fotografía hay muchas suposiciones, pero solo una es verdadera — Encaro a Seijuurou con voz amarga, descendiendo mi mano de mi boca y apretando los puños nuevamente— Y eh aquí su sospecha es totalmente cierta.

 

Sus labios altaneros decaen al instante en que mis palabras son dictadas con frialdad. Su mirada se torna más oscura y pronto, sus labios se retuercen en desagrado mientras aprieta fuertemente las tijeras que tiene en su palma. De repente, la idea de protegerme de él se me hace bastante satisfactoria en su forma más adecuada. Retrocedo dos pasos.

Sus piernas antes cruzadas con parsimonia y esos brazos fuertes se desenvuelven sigilosamente. Levantándose con maestría del sofá, encamina lentamente hacia mí. Quiero correr de su mirada y perderme en la penumbra de mi cuarto para llorar por la lamentable escena en la que soy protagonista, pero mi orgullo me es demasiado importante para que huya de su presencia. Su neutralidad me hace cuestionar que es lo que exactamente hay allí, detrás de esa mirada vacía y cuerpo frio.

Pronto, sus manos se posan en mis hombros y con brutalidad, me empuja hacia el piso de mármol. Mi quejido no se hace esperar. Pero parece que a él no le importa si sufro porque con su palma izquierda ha cogido mi miento y me ha acercado a él.

 

Odio ser tan débil ante Seijuurou.

 

—Repítelo de nuevo Tetsuya. — Tan frio, tan distante, tan indiferente — No lo volveré a repetir. Así que respóndeme.

 

Reprimo un jadeo tan pronto como sus tijeras cortan una parte de mis vestiduras sucias. No debo, no puedo. Y aun cuando ya lo sabe, aun cuando percibe mi razón, quiere que mis labios se ensucien de cada palabra.

 

—Es cierto — Mis ojos se cierran sin poder evitarlo, no quiero que me mire —, ya lo sabes no (?)

 

Sus puños se aprietan sobre mis vestiduras con furia y aprieta sus labios frustrado. Debe sentirse horrible, espeluznante saber que alguien importante a ti este metido en este tipo de problemas porque no sabes cómo ayudarlo, ni como alejarlo de ello.

 

Lo siento mucho Sei.

 

— ¿Por qué no puedes ser como Koki? Es decir, él es tan inocente, dulce y amigable. — Las palabras que me ha dirigido son tan duras que, cierro los ojos fervientemente con tal de no ver sus ojos— Y usted es todo lo contrario.

 

Mis labios se fruncen dolorosamente. Anhelo mantener mi seriedad, pero se me está haciendo imposible por lo que groseramente empujo en vano su pecho mientras controlo mis ganas de sollozar.

 

No me compares con un ángel Seijuurou.

 

— ¿Tan sucio luzco?— Agarro de su camisa perfectamente blanca y abro los ojos —, ¿Tan indigno soy para que usted me acepte?

 

No es la primera vez que tenemos este tipo de conversación Seijuurou y yo, de hecho es algo muy a menudo, para este punto el tema debería ser monótono como las sonrisas de mi hermano Koki sin embargo para Seijuurou, es un tema nuevo, como el nuevo día de la semana. Pese a que mi situación este trillada, el trata de mantenerlo como un drogadicto a las drogas.

El nunca responde a ambas preguntas, nunca lo hace y no sé porque nunca lo hace, pero el día en que lo haga, mi corazón será destrozado ante su infinita frialdad.

Cargándome repentinamente, me alza entre sus brazos y me deposita en el sillón. Sus labios murmuran maldiciones por lo bajo mientras su mirada recorre mi rostro. Dudando si hacerlo o no (acabando haciéndolo) desliza su dedo pulgar sobre el pequeño golpe a lado de mi labio, estrujándolo levemente.

 

— ¿Te duele? — Pregunta suavemente, a lo que yo niego — Tan delicado — Susurra soplando mi herida. Yo cierro los ojos.

 

Durante el transcurso de algunos minutos, las heridas de mi rostro fueron apaciguando al momento en que mi egoísta cuñado deslizaba delicadamente el algodón mojado con alcohol sobre mis pómulos, nariz, frente y labios. Aun no puedo creer que, (pese a que en secundaria nunca nos conocimos porque ambos éramos solitarios, con pensamientos diferentes y con acciones diferentes), esa persona detrás de esa mirada llena de egocentrismo estuviese alguien blando. Me alegro de que mi hermano haya escogido a alguien como Akashi Seijuurou.

 

—No, no me duele — Murmuro en voz baja.

 

En los siguientes minutos, Seijuurou se encargó de borrar toda suciedad de mi cuerpo mediante el baño, tallando delicadamente mi espalda, las heridas de mis brazos, las cortaduras de mis pies. Es increíble como su mirada, esa mirada lastimera se me es dirigida. No debo pensar que lo hace individualmente por mí, ni que lo hace por una especie de sobre protección. Sino que debo hacerme la idea de que lo hace por mi querido hermano, quien para desgracia mía, está enterado de toda esta mierda.

 

Lo hace para ya no preocupar más a mi hermano.

Yo nunca podre ser como mi querido hermano.

 

No sentí vergüenza por las zonas más íntimas en donde Seijuurou me tocaba porque no me incomodaba, es más hasta me daba un poco de paz.

Hubo momentos en que la desesperación y la tristeza me tocaron desde lo más recóndito de mi corazón que, silenciosamente no pude evitar algunas lágrimas silenciosas porque ¿Quién rayos se preocuparía de una pequeña escoria como yo? Mis penas, mis desgracias son tantas que, la simple razón de ser sanado cuando por dentro estoy hecho pedazos es simplemente infructífera. Yo estoy más podrido que una manzana en descomposición. Y a pesar de que, lo hace por obligación, me hace sentir peor que una escoria. El no debería hacerlo, y yo no debería de permitirlo.

Por supuesto, él nunca se dio cuenta de mis lágrimas, estaba tan empeñado en mis heridas y de mi suciedad, que, simplemente no se percató de ello. Es mejor así no (?)

Cambiado por el mismo chico pelirrojo y cargado entre sus brazos, me deposito suavemente sobre la cama de mi propio cuarto cuidando de mis heridas y deslizo las sabanas con cuidado sobre mi cuerpo.

 

—Esperare hasta que duermas — Me dice, mientras acaricia mis cabellos.

 

Durante el transcurso de la noche, Seijuurou me conto que Koki tenía planeado una pequeña boda en donde los más cercanos estarían invitados, donde por supuesto y obviamente yo estaría, también me dijo que ambos tenían planes para adoptar a un pequeño niño cual llamarían Rin. Se veía ilusionado y feliz en su gran mayoría pero aun cuando él pensaba que no me percataba, veía una pizca de disconformidad e incluso, podría decirse que en algunas ocasiones su habla era amarga, pero lo deje pasar, seguramente es porque está nervioso por dejar su perfecta soltería.

Pero no importa, porque sé que mi él y mi hermano serán felices, con una casa preciosa, con un niño hermoso como un sol, con una vida perfecta que muchos envidiarían, con amor y fidelidad. Algo contrario a mí, porque yo solo veré desde la sombra de un árbol marchito todas estas etapas, su felicidad, su paz. Y aunque desde lo más profundo de mi, este llorando desconsoladamente, anhelo que mi hermano no viva lo mismo que yo, que no pase por desgracias como yo, que no muera de vergüenza por las decisiones equivocadas y sin rumbo, como yo ¿Y qué mejor teniendo a Seijuurou cerca para salvarlo de un futuro como el de mi madre y como el mío?

 

Yo amo a mi hermano, tanto, tanto que era preferible tomar su lugar en vez de él para que no sufriera.

Hermano mío, mi pequeño hermanito… se feliz, te lo mereces.

 

Abrazándome a mí mismo, observe a Seijuurou por última vez en la noche, su mirada sigue siendo neutra, fría como el hielo pero a diferencia de las anteriores, el brillo en sus ojos y la lagrima venidera me oprime el corazón.

Sonriendo débilmente, mis ojos cansados y hambrientos de sueño se cierran lentamente, admirando en los pocos segundos la pequeña sonrisa amarga de Seijuurou.

Tan sumido estaba en mi sueño, que le di poca importancia a aquella lagrima que se deslizaba por mi frente, que bajaba por mi mejilla y que se perdía entre mi cuello junto a ese ''Te amo'' seguido de sollozos y pequeños gritos audibles en mi cabeza, y de lagrimas salpicar mi sucio rostro.

 

Porque, después de todo ¿Quién se enamoraría de un puto como yo?

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).