TU JUEGUITO
Y hoy regresas aquí, con el síndrome de victima con llantos, ensayaste a perfección este teatro, permíteme reírme, que gracioso te queda el show, pero niño por Dios, no pretendas someterme a tu chantaje donde tu psicología me hace el culpable.
Si antes hubieras hecho lo que me dices ahora, nuestra relación seria otra, estaríamos juntos y me debilidad siempre fue esa, “te perdono”, ahora repudio esa palabra y tú no te cansas de pronunciarla, me hago de oídos sordos, te amo, pero todo tiene un límite y tú te has encargado de rebasarlo, ignoraba el inmenso orgullo que poseía y ahora demuestro.
Mi corazón se ha hecho añicos, ni tu ni yo podemos reconstruirlo, en verdad que lo has dejado irreconocible y además empieza a derretirse, ese polvo brillante era un corazón, lo dudo. En mi pecho solamente poseo una máquina que bombea sangre a todo mí cuerpo y desconozco su nombre, me siento un robot que ha olvidado que más allá de ti esta la felicidad y mi libertad, “es mejor estar solo que mal acompañado”, te respondo a tu mutismo al hacerte esa pregunta que te ha descolocado por completo.
Apenas cruzamos palabras, evito lo innecesario y solo me dedico a alabarme a mí mismo y empiezo a ganarme autoestima y veo hacia adelante, no sé en qué piensas, te di lo mejor de mí y te fue muy poco, por eso te dejaste seducir por ese; antes me hacías sentir culpable y pedirte perdón… “ya no más…” repito en mi mente y no quiero exigirte nada, nada me interesa de ti. Tu amigo me acompaña, no he bajado la guardia, es capaz de hacerme creer que la nubes son de algodón y que la luna es una roca gigante, tal vez lo último sea cierto… pero conmigo ya perdiste tu oportunidad, “te amo, pero esto ya no puede ser” susurro al aire.
Levantete del suelo que llorando te ves fatal, y no, y no tolero una infidelidad absurda, sinónimo de traición, no, no, no, ya mataste con tu verbo defectivo aquella historia que una vez aquí existió.
Escuche tus pasos detrás de mí, al dejarte en tu templo venias siguiéndome, tuve miedo, pero te afronte, no sabía en qué pensabas en ese momento, estoy casi seguro que me volverías a poner una mano encima, no sería la primera vez y tampoco la última, tus hermosos ojos se posaron en el espectador que teníamos en ese momento, diste media vuelta y me dejaste con su compañía, tomó mi mano y me llevo a mi templo, me molestaba su presencia, me recordaba a ti, con su porte elegante, ese aire intelectual y sobre todo sus seriedad. A pesar que le he dicho que estoy bien y lo hecho de mi templo, siempre regresa, me despierta con el desayuno listo, por primera vez sonrió, ¿Cuánto tiempo había pasado que no hacia eso? mi mente empieza a buscar recuerdos recientes, no hallo nada y rio con dolor; solo en mi templo, helado y sin vida como me encuentro yo, te veo pasar y luces distinto, estas bien sin mí, entonces si era un estorbo para ti. Te internas a mi templo y me dices “perdóname, dame otra oportunidad” no salgo de mi asombro, reaccione al verte de rodillas y abrazando mi cintura “dame otra oportunidad, por favor” suena a suplica.
Ya te había dado muchas oportunidades, apenas y logro apartarme de ti, mis ojos ya no son capaces de mostrar calidez, son fríos… están congelados como las tierras heladas de Siberia, aun de rodillas continuas rogándome ¿en dónde quedo ese hombre orgulloso? Me pregunto, te veo abatido, pero los despojos de mi corazón te aclaman, me piden que te abracé y me consuma en tu ardiente ser… ignoro sus palabras…
Y ya este amor (ya) se infectó de traición, contagio la ilusión y no hay medicación que deshaga el tumor, que nació en mi interior y por mi condición le quedan meses de vida a mi corazón.
Olvidaste que yo también poseo orgullo, de ti solo quedaron recuerdos borrosos y me encierro en mi habitación, alguien toca mi puerta y me niego a abrir, escucho la voz de la persona que tanto admiras, ya es tarde para que te hayas dado cuenta de tus errores, ese hombre que te regalo unas cuantas noches te cegaron, en cambio a mí me abrieron los ojos, de mala manera, pero así se aprende y soy más fuerte, pase momentos de angustia y decepción,, mi alma congelada salió más dañada y tú te agobias por tu calor. Vuelvo a oír esa palabra “perdóname”, si la pronuncias una vez más me volveré loco, te fuiste por seis meses, si no regresabas me moriría de tristeza… ironía del destino, me convertí en el hombre más afortunado o eso me dicen mis labios, que en su momento disfrutaban de los tuyos y me hacían dichoso, los devorabas con pasión y luego cambiaste por otros, a estas alturas ya no siento nada, regreso en mi al sentir un beso suave y lo veo a él, ha cumplido con mis caprichos al pié de la letra. La tormenta en la que vivía ha terminado por su insistencia, te pareces a él, sin embargo él se ha entregado por completo a mí, “si, si quiero” susurro al momento que pide mi mano, lo asusto por unos instantes y me entrego igual por completo a él, soy el único que roba sus deseos, los multiplico como las sonrisas amorosas que alguna vez fueron tuyas y no supiste apreciar, es ridículo que cuándo se pierde a alguien la valores, mi ardiente pasión por ti empezó a enfriarse y tus lamentos se han convertido en polvo, perdidos en el aire y que nadie, te lo aseguro nadie oirá.
Sube y bajo el telón, repetitiva actuación con tus lágrimas falsas pidiendo perdón, pero ya término, tu jueguito acabo, dile adiós mi amor…
Recuerdas a mi corazón, que ni tu ni yo pudimos reconstruir y además empezaba a derretirse, tu amigo pudo reconstruirlo, fue paciente y logro devolverle la vida; termine por dárselo y sé que jamás lo soltará, ni lo despreciara por una noche de sexo. Tu presencia me incomoda y te ves mal que cuándo te fuiste, me preocupo por ti, mi primer amor como todos tuviste eras tú… estoy solo en mi templo y veo la caja, cuento las invitaciones y noto que me falta una,, miro a un lado y te veo observándome, trato de verme amigable, escucho tu ruego y evito a toda costa que me toques “soy el único que te amara más que Saga… soy el único” me dices con la voz entrecortada, ´por un momento creí que mi garganta se cerraría como la tuya instantes atrás, así me veía de torpe, al verte tan guapo me sentía en el cielo y olvidaba el cómo caminar “Saga es mi prometido” respondo con naturalidad y tus ojos azules se enfocan en mi mano izquierda y ves el anillo con una esmeralda en mi dedo anular, sueltas un suspiro apagado y me siento más incómodo, “tu prometido me dio una invitación personalmente…” exclamas con dolor, tanto dolor veo en ti, quiero decirte todas tus verdades y prefiero callar, ese golpe sería más mortal que saber que yo me casaría en dos meses, hoy es 14 de Diciembre, el no pudo aguantar la emoción y se la restregó a la única persona que no debía. Al final me sorprendiste y pude verte a ti aún más por tus palabras, que suenas ha despedida, yo ya no me creo tus lágrimas y suplicas, nunca escuchaste las mías, mi cura llego y me volvió a dar más ilusiones, él se convirtió en mi todo y yo en su mundo, te vas y te veo dudoso, acaso esperas que te diga o hago algo. Ya no puedo verte, otra presencia se hace presente y dejo que me abrace, me siento completo y dejo que me robe el aliento, sus esmeraldas me hechizan y siento que me descongelo, pellizco sus mejillas y no me reclama nada, al verte en mi templo dedujo el porqué de tu visita, “Saga eres un tonto” le digo con dulzura, “un tonto que te trajo a la vida y amas” me responde con sensualidad, no lo niego es verdad.
Y ahora aplausos por favor, denle un Oscar a la mejor actriz del año, por las escenas tan dramáticas y engaños, si no es una molestia un autógrafo en papel, y no, y no tolero una infidelidad absurda sinónimo de traición…
Siento mucho no haberme creído tu teatrito como hace años, mismos que te espere, ahora ya no se tan ciertas fueron tus palabras o eres capaz de evitar mi unión; debo mirar la frente, tengo ganas de mirar hacia atrás y soy consciente que estarás ahí, pero una mano cálida y protectora me hace avanzar junto a él, no me soltará y yo no me opondré, adonde quiera llevarme dejare que lo haga.
La mañana inicia con exclamos de felicidad, “Milo entreguemos las invitaciones” lo escucho decir entusiasmado, “de acuerdo amor, primero a nuestra diosa” no taro en responderle, me cuelgo a su brazo y ascendemos los templos restantes, al cruzar el tuyo, solo te quedas viendo a Saga con odio y te pierdes en el fondo de tu templo y sigo con una sonrisa al hombre que me levanto y me dio una razón de vivir.
“Siempre serás mi primer amor Camus de Acuario, pero tu jueguito acabo” repito en mi mente, puede que aun sienta algo por ti, pero solo es cariño, me tomara tiempo qué volvamos a retomar nuestra amistad, pero conociéndote, te negaras rotundamente… es mejor que sigas adelante y te des una oportunidad con la persona que me engañaste, Saga me aprisiona entre sus brazos y me roba un sinfín de besos, estoy feliz a su lado, solo dos meses faltan y ese hombre será mío para toda la vida.