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Aún de esa forma... yo te amo. por Adri6

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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertencen.

Con el pasar de los años, formamos una familia y bajo ese concepto, nos tenemos un exceso de confianza en todo lo relacionado a los quehaceres diarios. El que más se aprovecha de eso, es sin duda Hernán, quien cada mañana se pasea por la casa con tan solo una toalla ajustada en su cintura. No es que me cause alborotos hormonales, pero de seguro que a Bekka si. Sé que tuvieron un romance y estoy seguro que no tardaran mucho en retomarlo, porque es evidente que Hernán quiere llamar la atención de nuestra querida y hermosa amiga. De modo, siempre que puedo, los he dejado solos para que ocurra lo que tenga que ocurrir.

En esos momentos, me recluyó en dos lugares: mi laboratorio o en las calles. Bueno, actualmente en realidad es en el orden inverso, necesito sangre así como antes necesitaba oxigeno. El hambre me abruma, recorre cada unos de mis músculos y se retuerse en cada pensamiento y al final, no puedo ni me deja concentrarme en algo más. Soy tan racional y pese a mi personalidad solitaria, no me alejo mucho de casa, es como si pese a todo, me sintiera seguro de que Hernán pueda escucharme, si me encuentro en una situación de peligro.

Regreso a casa pensando, en lo que hago para sobrevivir, en las muertes, en los cuerpos que ocultó, en las familias y amigos que preguntaran: ¿Qué ocurrió?, ¿por qué no regresa? Tengo que decir que la paz de tener el estómago lleno, genera un remordimiento cada vez mayor.

La Torre sigue iluminada tenuamente, pero a cada paso, las luces cobran mayor intensidad. Me siento en casa, alegre hasta cierto punto de tener un techo sobre mi cabeza, día tras día… es algo por lo que debo, ser agradecido con Hernán. Camino distraído, tontamente hasta que encuentro algo inusual, obstaculizandome el paso. Mire asombrado a Hernán, quien tenía el ceño fruncido (como si fuese novedad) y además, estaba cruzado de brazos (lo cual indicaba que ya se venía el tan esperado interrogatorio de siempre)

“¿Dónde estabas?” Inició preguntándome, a lo que respondí: “¿Tú qué crees?” Desvié la mirada y busque a Bekka por la sala pero le escuche decir: “Se fue de viaje, tomó la decisión a última hora”. “¿Todo está bien?” Pregunté porque en el fondo sentía que me ocultaba algo. Hernán sonrió y dijo: “Vamos” Se acercó, rodeando mis hombros con su brazo con fuerza. “Vamos a ver películas de vampiros… veamos a tu familia” Se rió en un tono tan burlesco, que me hizo fruncir el ceño. “Jaja que gracioso” Dije mientras me sacaba el casco y los lentes.

En verdad, Hernán si quería ver películas de vampiros, ¿se estará burlando enserio de mi? Le mire de reojo, pensé que no sería la primera vez, que hiciera algo así. Pero, más que las bromas de mal gusto, hay algo más. Hace tiempo que estoy en la mira de Hernán, controla a qué hora salgo y a qué hora regreso, en las misiones siento su mirada sobre mí en cada momento… eso me hace pensar… que me considera incompetente o algo similar.

“¿Qué es ese aroma?” Pregunta dirigiendo su intensa mirada hacia mí, de pronto y sin que yo lo pueda prever, se inclusa sobre mí para respirar por sobre mi cuello. Inmediatamente me sentí extraño, porque es ahí, donde yo muerdo para alimentarme. “Ese no es tu aroma” Concluyé apartándose, regalandome al mismo tiempo una fea expresión. ¿Qué está pasando?, pensé confundido al no saber que decirle "¿Con quién estuviste?” Preguntó de forma directa y no puedo no entender, a que se refiere.

“¿Con quién estuve?” Repetí la pregunta al tiempo que comenzaba a molestarme con él. Era lo único que me faltaba, pensé. No solo me considera un debilucho sino que también ahora fiscalizara con quien me acuesto. ¿Acaso Hernán es mi padre y yo no lo sé?

“¡Contéstame ahora!” Exigió con rabia y fue asi que el control remoto, que tenía en su mano derecha, se hizo añicos. Practicamente, toda la casa explotó bajo la furia de Superman. Le mire atónito… ¿qué ocurre? Pensé, sintiendo el peligro de que continuara así de enfadado.

“Yo… solo… me alimente” Me encogí de hombro, restandole importancia al asunto. “Sabes que cuando lo hago, tengo que acercarme a ellos” Contesté tranquilo, para ver si así, lograba calmarlo pero fue todo lo contrario, se enojó aún más.

“¡¿ELLOS?!” Gritó tan fuerte, que el techo de la Torre, pudo haber salido volando. Debo reconocer, que no soy tan tonto para no tener cuidado a partir de ahora. El hecho de que se acerca nuevamente, me puso los nervios de punta, no quería que siguiera molestandome, por lo que me puse de pie, alejandome de él y de la sala, caminando directo hacia mi habitación. “¿Adónde vas?” Le escuché decir pero no respondí, ya no quiero seguir con esta conversacion totalmente, fuera de lugar. Que ridículo, ¿qué le pasa? Pensé, entrando y cerrando la puerta de mi cuarto. Cansado, tan solo quería tomar un baño y dormir, por lo que quite la parte superior del traje e iba a quitarme el resto, sino fuese porque Hernán entra a mi espacio privado, sin tan siquiera, preguntar.

“¿Qué quieres?... te advierto que no estoy de humor” Dije pero no se inmutó frente a mis palabras, de todos modos se acercó rápido, tomandome entre sus brazos, usando una fuerza necesaria para inmovilizarme. Esto era una humillación en toda su palabra, peor cuando sentí que respiraba por sobre mi piel, con la clara intención de averiguar si había estado con alguien, de forma intima. “Jamás había sido tan humillado en mi vida” Le dije, cuando por fin, me soltó.

“Perdóname… es que… no me gustaría que alguien te hiciera daño, eso es todo” Sonrió tranquilo, antes de mirarme por última vez, saliendo de la habitación.

Este es el Superman que nadie conoce, un Superman que parece un padre siguiendo a su pequeña hija, y por supuesto, yo soy la hija. Suspire frustrado, pero ya había pasado el mal rato, así que continúe sacándome el traje, listo para hacer mis planes realidad.

Al acostarme, claramente que no me sentía a gusto en mi cama, ¿otra vez?, pensé cabreado. No puedo explicar porque últimamente estoy cambiando tanto. Suspire y trate de encontrar alguna posición o lugar en la cama, la cual me invite a dormir de una buena vez.

“No puedo dormir” Dije al fin de tres horas intentandolo. “Genial… con esta, ya será una semana que no duermo”
Notas finales:

Gracias por leer!!!

 

Besos!!!


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