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Los Ilusionistas por Huitzil

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Notas del fanfic:

Bien, ante la negatividad del público por juntar a estos dos y mi desesperado afán por verles juntos, damas y caballeros con orgullo les presento mi FanFic de los “Los ilusionistas” y dejo en claro que los personajes en si no me pertenecen.

Notas del capitulo:

 


 


 


 


“Acérquense. Más. Porque cuanto más crean que ven, más fácil será el engaño. Porque ¿qué es ver? Uno mira, pero lo que realmente hace es filtrar, interpretar, buscar significado. ¿Mi trabajo? Atraer el más preciado de los regalos que me hacen: su atención. Y utilizarla en su contra.”

 PRIMERA ILUSIÓN

Los Amantes.

 

“Acérquense. Más. Porque cuanto más crean que ven, más fácil será el engaño. Porque ¿qué es ver? Uno mira, pero lo que realmente hace es filtrar, interpretar, buscar significado. ¿Mi trabajo? Atraer el más preciado de los regalos que me hacen: su atención. Y utilizarla en su contra.”

Mi nombre era muy popular “J. Daniel Atlas” siempre fui el centro de atención, envidiable, inigualable y admirado, no me hacía falta el dinero ni nada que yo deseara, lo tenía todo. Nunca me faltaron chicas e incluso chicos que hubieren dado lo que sea por estar a mi lado, ni caricias, ni amor; Pero tengo que admitirlo, de joven estaba tan concentrado  en el fantástico mundo de la magia que el sexo en la secundaria no había sido de mi interés y me abstuve de practicarlo como todo chico a mi edad lo hubiese hecho y no fue hasta después de la universidad que empecé a tenerle gusto a las vaginas bueno, si a eso podías llamarle gusto para no ser llamado virgen o gay en esa época y todo para reafirmarles de una vez y por todas a ellos y a mí mismo que era un chico con gustos normales por las mujeres.

Cuando empezaba mi carrera tuve un sinfín de asistentes todas ellas hermosas, de sonrisas amplias, piernas largas, senos grandes, ojos románticos, traseros altos y todas ellas me amaban o cuando menos sentían esa atracción sexual que de vez en cuando se siente cuando están frente a un hombre atractivo. Quizá de manera un poco infantil  yo me aprovechaba de eso y de todas y cada una de esas chicas y no podía evitarlo, así como no podía amarlas por más que intentaba y, quizá era por esa misma razón, que todas y cada una de ellas me dejaban. No me importaba… nunca me importo, ni antes, ni mucho menos ahora...

Henley me miro con los ojos lloros cuando levante los hombros y torcí la boca de lado cual niño pequeño - ¿Y? – Pregunte levantando las cejas -¿Por qué me importaría?-

- ¿Qué por qué? ¡¿Por qué?! ¡Porque te amo! ¡TE AMO DANNY!- Grito perdiendo los estribos conmigo, mire sus ojos llenos de lágrimas, las cejas curveadas y su boca que tantas veces bese en “U” invertida y por más que trate de comprenderla no sentía ni un atisbo de remordimiento por ella.

- Es solo sexo sin compromiso y nada más. Importa lo mismo que me la mame Merritt a que me la mames tú. No me importa quien se meta mi polla a la boca mientras la mamada sea buena.

De todas maneras no puedes venir a hacerme un escándalo porque no te importa cuanta mujer traiga a este lugar o con cuanta me meta Henley, no eres y jamás, escucha bien, JAMÁS serás importante… Así que dejando eso en claro, si puedes traerme la comida que está en la sala serias de utilidad –

Ella bajo la mirada, parecía herida, sí. Pero también tenía aquel brillo de fortaleza que la había hecho triunfar en el mundo de la magia sin mí. Que gracioso ¿no? Justo ahora recordaba el preciso momento en que nos volvimos a ver en aquel edificio, en aquel momento de alguna manera me sentí feliz de ver nuevamente a mi ex-asistente Reeves y me produjo un placer interno verle tan hermosa como la recordaba e inclusive más. - Pues haré esto. Entraré a revisar el edificio. Espera aquí. Enseguida vuelvo por ti. No entres.- Recuerdo que le dije mientras una parte de mi ego me decía “¿Cómo? ¿También a ella la citaron? ¡Puff! Ni que fuera tan buena o igual que yo! pero mientras iba a mi destino ella se adelantó y dijo:- “- ¡Oye, Danny! Ya no soy tu asistente. Lindo pelo.”

En este momento parecía distinta a esa hermosa y alegre mujer. Vi como apretó los puños furiosa, estaba seguro que me golpearía en el rostro, con esa débil mano cargada de anillos puntiagudos y lastimeros, y aun así no borre aquella sonrisa socarrona que le dedicaba.

- Ya no soy tu puta asistente. Tú ya no me mandas y ¿sabes qué?… tienes razón. No importa cuánto trate, cuanto me esfuerce para que veas que puedo ser tu igual porque tú ego, tu orgullo y tu maldita avaricia no te deja ver cuánto daño les haces a las personas. – sonrió burlonamente y con pesar - Siempre queriendo ser el mejor, estar por arriba de los demás ¿Enserio crees que podrás ser el líder de los jinetes? Te he visto hablar con el “ojo” te he escuchado y ¿sabes qué? Nunca podrás ser como Dylan, NUNCA y más tarde que temprano vas a llevar a este equipo a la cárcel o a algo peor –

- ¿Terminaste?- pregunte llevándome mis manos a los bolsillos.

Nos encontrábamos discutiendo en el almacén abandonado donde el detective Dylan algún tiempo atrás nos brindó como escondite cuando descubrimos que él era el representante del ojo ¡y que representante tan mas bueno para nada era ese! ridículamente todos menos yo le guardaban respeto y lo trataban como si fuera el maldito mejor mago del mundo cuando lo veían. Llenándolo de cumplidos, de sonrisas y buenos tratos. Que idiotas.

- Renuncio a los Jinetes Danny y que tengas suerte, porque no voy a quedarme a esperar a que me des ordenes de nuevo no más. –

- No puedes renunciar a los jinetes Henley, eso es ridículo hasta tonto de tu parte. No te olvides que el FBI nos está buscando no pasaras desapercibida.-

- No me importa.-

- Dylan no te dejara marchar –

-¿quieres apostar? – Ella levanto una ceja, y dio media vuelta sobre sus tacones – ah… y una cosa más…-

No sé cómo lo hizo pero parece que esa media vuelta fue solo para tomar vuelo y su puño lleno de anillos fue a dar justo en mi rostro raspándome la mejilla y haciéndome sangrar el labio inferior.

- oh dios… ¡qué bien se siente!-

Murmuro llena de orgullo mientras yo me quejaba. El dolor resonó en mis oídos e hizo eco en mi cabeza. El sabor a metal era terrible y asqueroso. Escupí en el suelo y vi en la mirada de mi ex que ella tenía intenciones de continuar ¡Bruja!

Levante mi mano para hacerle saber que era suficiente - Oye, Henley  espera, alto… No más…- rogué por que no fuera tan desalmada como yo - ¿Qué te parece si hacemos esto? Te amarro en esa silla y si te logras desamarrar en diez minutos, no  me interpondré en tu decisión, no chitare cuando te vallas y no te buscare ni por internet. Si quieres desaparecer lo harás sin interposición de mi parte  ¿Qué dices?

-  y mil dólares –

- ¿Mil dólares? ¿De dónde crees que sacare esa cantidad?

- ¿Vas a amarrarme o a quejarte?

Tres minutos después Henley caminaba despampanante con mi tarjeta de crédito en las manos alejándose y dejándome atado a la butaca con unas esposas que, no es como si no pudiera quitármelas pero, literalmente no podía quitármelas.

Para mi buena suerte el novato Jack Wilder me encontró después de unos quince minutos. Sonrió al verme amarrado a la silla y se acercó. Lo fulmine con la mirada al ver que iba a bromear sobre mi situación pero pobre del niño si lo intentaba.

-  Dylan quiere vernos, parece que no es nada bueno – Wilder fue prudente en quitarme las esposas y no hacer ninguna pregunta sobre mi estado. Sus ojos marrones repararon en la herida de mi mejilla y la hinchazón de mi labio inferior,  pero como antes no dijo nada; aunque bien daba igual porque sentía que me bombardeaba con un sinfín de preguntas pues sinceramente con su mirar podía detectar su preocupación.

- ¿Cómo lo sabes? – pregunte sobándome las muñecas e ignorando su curiosidad.

- Mando a una paloma mensajera  –

- No digas tonterías ¿Quién hace eso?… - Conteste de mala gana, él no me hizo caso y se adelantó antes que yo.

 Corrimos a la sala de reuniones un salón sórdido y mugroso del lugar donde estábamos. Gris y patético en todo su esplendor. Merrit ya estaba, se encontraba parado con los brazos cruzados y la mirada cristalina. Ese hombre ya tenía una idea de lo que iba pasar y aunque su manera de ser era restarle importancia a las cosas con bromas sabía que este momento no era para nada gracioso o cómico.

Wilder le había tomado cierto afecto a Merrit, en el sentido fraternal. El chico veía al mentalista como un hermano mayor, como su guardaespaldas, alguien en quien confiar y apoyarse. A mí no me hacía tonto ese delincuente juvenil. Con los cuatro jinetes había obtenido más que un lugar en el ojo sino que ahora tenía una familia. La familia que la mayoría de nosotros habíamos perdido. Pero muy a diferencia de él yo no veía a Merrit como un hermano mayor ni mucho menos a Dylan como un padre.

Dylan también ya se encontraba en el lugar con su estúpida cara de idiota, maldito hipócrita de mierda que se había tapado la boca con una de sus manos como pensando o impidiéndose hablar pero sin decir nada cuando Henley avisaba sobre su retiro. Yo esperaba que Dylan como instructor, o… no. nunca diré que ese hombre es mi jefe y mucho menos mi líder, jamás ni en mil vidas ese deprimido con cara de estreñido podría ser mi maldito Líder. Instructor que se quede así… que Dylan como instructor que era, el más cercano al ojo, cuando menos le dijese que no, que la motivase a seguir ¡que dijese una de sus tonterías! pero cuando Henley termino… Dylan la siguió viendo con esos ojos soñadores y tristes y aun tapándose la boca con una de sus manos como si fueran cómplices de ese plan.

Jack en su desespero y al notar al igual que yo que Dylan no intervendría, desesperado le pregunto a la pelirroja porque quería irse, que la necesitábamos, que ella era parte del equipo. Merrit también trato de convencerla para quedarse pero ella solo negaba con la cabeza y con una gran sonrisa contestaba que “no”.

- ¿Segura que quieres abandonar el equipo?- pregunto Dylan después de que Wilder lo mirara con ojos de cachorro a medio morir. Yo no le había apartado la mirada a Dylan y este ni siquiera reparo en mi existencia.

- Si.- respondió Henley – chicos es mi decisión irme. Dylan y yo ya lo habíamos comentado antes… yo nací para ser libre, no para estar en un edificio con tres hombres apestosos sin hacer nada – los “tres apestosos hombres” nos reímos de su comentario – Estoy lista.-

- Este bien – corto Dylan de tajo a todos los que iban a hablar, tomo del hombro a Jack y le sonrió para calmarlo, lo que pareció funcionar por dos ya que también Merrit se destenso -  Desde un principio no obligue a nadie a quedarse.  Henley Reeves, puedes irte. Te llevare al aeropuerto más cercano si quieres.-

Henley asintió con la cabeza y fue hacer sus maletas no sin antes mirarme como esperando a que yo dijese algo más pero como le había dicho antes no consiguió de mi ni siquiera un adiós.

- Dylan no puedes…- Jack se le acerco junto con Merrit

- Si puede.- respondió con simpleza el moreno

 - Pero es parte del equipo, Dylan sin ella no somos los cuatro jinetes solo somos tres y según ella apestamos.-

Dylan pareció pensarse las palabras de Merrit. – Si – contesto después de un rato que a mí me pareció eterno – deberían tomar un baño –

- ¿Qué? -

Dijimos al unísono todos nosotros a lo que él tranquilamente respondió

- apestan –

- ¿Eso es todo?- pregunte perdiendo los estribos, moví mis manos ansiosamente, con desespero y me relamí los labios.

- ¿Querías algo más? ¿Una invitación a tomar una ducha? ¿Qué te compre un jabón? –

- Tú sabes de lo que hablo señor “Agente del FBI” ¿Enserio? ¿Solo queremos irnos y nos dejaras marchar? ¿Y que pasan con los demás Dylan? ¿Qué sucede con nosotros? Ella no es la única que ha sacrificado su integridad y su vida ¡Todos nosotros somos buscados por el FBI! ¡Somos ladrones y todo por tu culpa! – me acerque a él con violencia, siempre me ha gustado controlar las cosas, podía controlar a todos incluyendo a Henley si de verdad me lo proponía pero no podía controlar esta situación, no podía controlar a Dylan. Ese maldito hombre, ni siquiera sabía si Dylan Rhodes era su maldito nombre real, era todo un misterio. Y lo peor era que no podíamos hipnotizarlo, no podíamos engañarlo o siquiera gastarle una broma. ¿Qué? creyeron que no lo intentamos, ¡El hombre en si representaba todos los misterios del mundo y nosotros éramos los cuatro jinetes! -(bueno en aquel entonces cuatro) hey, no nos juzguen… teníamos que intentarlo.

- Yo no te obligue a asistir al edificio en primer lugar, lo que hice fue invitarte a formar parte del ojo nunca a obligarte ¿acaso te obligue a que asaltaras el banco de ese francés? No. Claro que no lo hice, fue tu curiosidad, tu innato poder de superioridad lo que te hizo estar en este lugar con los demás. – Su valiente mirar huyo del mío ¿Por qué dejaba de mirarme? - Todos ustedes tiene aquella capacidad para ser grandes, fueron elegidos de entre todos los demás. Fueron diferentes desde el principio pero  YO no los obligare a recorrer un camino que no quieren seguir. Si quieren marcharse yo puedo ayudarles a volver a tener una vida, quizá no la misma y ostentosa que llevaban pero vida nuevamente. El chiste es trabajar en equipo, ser uno mismo, juntar todas sus cualidades y volverla una sola. Ese era el plan desde el principio. Yo puedo ayudarles a explotar ese potencial; pero si ustedes no se esfuerzan, si no se creen capaces o no quieren, pueden hacer también sus maletas – extendió sus brazos como para dejarlo en claro

- Oye Dylan…. Lo sentimos, tienes razón -   carraspeo Jack y Dylan sonrió amigablemente – Ya que se va Helley ¿crees que pueda volver al escenario?-

Dylan borro su sonrisa para torcer la boca y ver hacia el techo, soltó un suspiro y volvió a ver los grandes y soñadores ojos de Wilder  – Me lo pensare Jack, enserio que lo hare.-

- Bueno… - Merrit alzo las cejas aceptando de lleno la renuncia de Henley – Supongo que ahora seremos los tres mosqueteros – Vi como aquel mentalista se paseó a un lado de Dylan y vio su trasero con descaro relamiéndose los labios con hambre. No era para nosotros una sorpresa que el gran Merritt McKinney era bisexual. Sus gustos nunca interfirieron con nuestro trabajo por lo tanto no nos importó hasta ahora. Bueno, a mí me incomodo verle siendo tan descarado y atrevido con el detective a quien nalgueo cuando este se despisto con Wilder.

Dylan se giró sorprendido para verlo, lo había pillado despistado y se sonrojo levemente.

- No me digas que no te gusto- dijo Merrit con picardía y Wilder se carcajeo – Valla es un pecado no hacerlo y lo sabes Dylan. Tú también puedes hacerme lo mismo si gustas – y ahí iba otro intento de ligue por el gran mentalista.

- No gracias, tengo trabajo.-

- Vamos ya Merrit tranquilízate.- dije disgustado y cruzándome de brazos al verle que iba a insistir.

Me arrepentí en el acto.

McKinney se giró a verme y entrecerró los ojos para dibujar una sonrisa más amplia mientras Dylan aprovechaba para huir. - ¿Por qué? ¿Te molesta que acorteje a Dylan? Es Sexy, lo sabes, lo sé. Tiene un buen trasero…

- No es eso.

- lindos ojos –

- no me interesa.-

- simpática sonrisa –

- ¡que no me importa! ¡eso no tiene nada que ver!

- ¡Oh, Dios mío! ¡Estas celoso! Jack ven acá hijo – el moreno se acerco a su maestro de mentalista - ¿Qué ves en sus movimientos?-

El chico se la pensó, me analizo mientras yo giraba los ojos, sonrió cómicamente – creo que tienes una oportunidad con el Merrit –

-¿Qué?- pregunte viendo la confusión que estos dos marcaban.

- Tu carta era la de los amantes ¿no? Venga que no te preocupes, dejare de coquetear con Dylan para dirigir mis atenciones a ti y así convertirnos tú y yo en los mejores amantes – Merrit me guiño el ojo y me mando un beso imaginario. Por mi espalda me recorrió un escalofrió brutal que me hizo negar con la cabeza ante la idea de siquiera salir con aquel mentalista.

- Aléjate de mí maldito pervertido – respondí enseguida haciendo un ademan con mis manos y salí a toda prisa del lugar donde las risas de McKinney y Wilder se alzaban por encima del silencio mientras que en mi cabeza no paraba de pensar en la carta de “los amantes” y en Rhodes

Notas finales:

Derrame nasal. Me muero bien muerta. Sigo diciendo y rediciéndome que cuanto vi la película de “los ilusionistas” (Now you see me) vi la mejor calidad de shaoi y pensé es necesario que los junten,  pero nadie lo hacia!!! ¿Han visto esa imagen en donde sale un hombre sentado viendo el paisaje y dice “bueno solo quedo yo y mis sentimientos (o algo por el estilo)?  TnT pues así estaba yo. Además a cada rato veía que Merrit le tiraba los perros a Atlas :3 en la segunda entrega y bueno 7u7 oigan y ¿soy yo la única que pensó que debería haber un libro sobre ellos? Es decir son muy buenos pero la historia va muy rápido. Yo necesitaba una explicación del “como” y “porque” la sexy pelirroja dejo a el equipo y todo eso :p soy un desastre total y como siempre no tenia nada que perder... Espero de todas maneras que les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirlo. Nos leemos luego.


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