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Ámame como solo tu lo haces por -Nevermore-

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Un paso al Paraíso… o al Infierno…

Sin una pizca de amabilidad el hombre le lanzo el fajo de billetes, se acomodó la corbata y se retiró sin decir palabra. No le importo, tomo el dinero (Que si le importaba) y lo conto. Rio amargamente, para evitar llorar, realmente detestaba vender su cuerpo pero ¿Qué más podía hacer? Nadie le daría trabajo a un mocoso como él y debía admitir que la paga no era tan mala, incluso aseguraba que valía el sacrificio después de todo  era asquerosamente rico

Corrección, seria asquerosamente rico si tan solo no tuviera que pagar deudas, así que era pobre pero por lo menos podía saldar más rápido sus deudas. Se levantó de la cama para dirigirse a la ducha, encontró alivio en el agua helada, lavo todo rastro de ese encuentro, se había acostumbrado con el tiempo al odio y repugnancia que su cuerpo le provocaba, tallo sus largos y sedosos cabellos castaños acción que lo relajo inmediatamente. Ojala pudiera quedarse debajo del agua por siempre, lejos de la sensación de suciedad, poder sentirse limpio

Aun recordaba la sensación de pureza, pero había sido hace tanto tiempo, tan lejano. Salió enredado en una fina toalla, por eso le encantaba usar esas habitaciones

-Hola Misaki- le saludo una pelirroja con una gran sonrisa- ¿Cómo te ha ido?- Ni le sorprendió su presencia, se dirigió a un pequeño tocador donde había ropa, se quitó la toalla, no le importaba quedar desnudo ante esa mujer, Aikawa Eri. La persona que lo había arrastrado a ese mundo y a la que tanto le debía, no la odiaba, después de todo le debía tanto pero simplemente no terminaba de agradarle- ¿Acaso el ratón te ha comido la lengua?

-Ahí está el dinero- señalo el fajo de billetes

-Como quisiera que todas me dieran lo que tú me das- se lamentó, claro, sus prostitutas solo miraban con envidia las ganancias de Misaki que no se sentía nada orgulloso de ello- En fin, esta noche va a ser subasta

-Ya lo sé- Pero no era para emocionarse, después de todo Aikawa nunca lo dejaría participar, ya que él estaba condenado a pertenecerle por mucho, mucho tiempo más

-Pero esta subasta no va a ser como las demás- Sus ojos, grandes de color verde esmeralda, se clavaron en la pelirroja que contaba los billetes con lentitud, no había nada que Aikawa amara más que el dinero

-¿A no?- seco su cabello pero sin despegar su vista de Aikawa

-Crema y nata, empresarios multimillonarios acudirá, realmente me ha costado mucho tiempo planear este evento así que no lo arruines- Sorprendido miro a Aikawa

-¿Qué quieres decir?- tembló levemente

-Participaras, no mejor aún serás la pieza principal- No podía creerlo (Según él) para Aikawa era la gallina de los huevos dorados, por eso lo cuidaba con su vida porque él le daba más que todas sus prostitutas juntas- Tengo que ser realista Misaki, estas así- sus dedos a nada de tocarse le dieron una idea de lo pequeña que ahora era su deuda- de ser libre y no me saliste barato niño, soy una empresaria- Misaki puso los ojos en blanco

“Aquí vamos de nuevo” Tenia casi 21 años y Aikawa lo había adoptado a los 9, es decir toda una vida al lado de esa mujer como para conocer sus mortalmente aburridos discursos sobre el dinero, ¿Cómo conseguir dinero? ¿Cómo gastar el dinero? ¿Por qué No se debe gastar el dinero? Y todos esos discursos empezaban con su frase “Soy una empresaria” 

-Debo hacer todo lo posible para recuperar mi inversión, no puedo permitir que te largues así como así- muy, muy pero muy en el fondo, pasando lo que sería el corazón de Aikawa y quizá hasta su alma, lo quería y esas palabras podían expresar preocupación, podían pero no se hacía muchas ilusiones – Es una gran oportunidad, todos salimos beneficiados, tu consigues un sexy millonario…- dudaba lo de sexy- que te mantenga lo que resta de tu vida y yo tengo dinero para retirarme de este mundo

-¡Dios mío! ¡Aikawa Eri piensa retirarse de su mina de oro! ¡Se acerca el fin del mundo!- Misaki abrió la boca genuinamente sorprendido

-No quiero hacer esto toda mi vida ¿Tu si?- era la primera vez que tocaba ese tema con Aikawa, Misaki se miró al espejo, vio en él un joven de casi 21 años, su piel era de color canela pero esta se notaba pálida, sus ojos, aunque hermosos, estaban enmarcados por unas ojeras y su cabello castaño no era tan sedoso, esa vida lo estaba acabando pero

-No quiero pero me aterra pensar en otra manera de vivir- lo susurro, estaba en una zona de confort, no quería dejar ese estilo de vida, era lo único que conocía

-Escucha- Aikawa le acaricio el cabello, de manera casi maternal- Con el tiempo te darás cuenta que todo lo hice por tu bien, eres hermoso Misaki, recuérdalo bien, muchas mujeres matarían por tu belleza- deslizo su mano por su mejilla- Puedes tener a cualquiera ante tus pies, recuerda todo lo que te he enseñado

-Dinero- mascullo

-Si tienes dinero lo tienes todo, tener dinero es poder y lo puedes conseguir, te estoy facilitando las cosas- Misaki suspiro- Pero recuerda Misaki, te estoy vendiendo, no sueñes con que la persona que te compre sienta algo por ti, ahora serás una prostituta de clase alta y debes comportarte como tal- La cosa se estaba poniendo seria, Misaki lo sabía- Quien sea que te compre no te va a dar amor, solo es sexo y si alguien te descubre arruinaría su reputación así que lo más seguro es que te mantenga oculto, una vida difícil pero lo vale- Le dio un beso- Te tienes que preparar

Misaki asintió, mecánicamente siguió a Aikawa hasta su habitación en donde un atuendo, por demás provocativo lo esperaba. Cuando la pelirroja se marchó sin motivo aparente empezó a llorar, lo odiaba, odiaba venderse pero ¿Qué otra opción tenia?

***

La noche llego, el bar en donde se iba a llevar a cabo la subasta estaba lleno de personas de traje con antifaces para “Ocultar su identidad” Pero aun así Misaki reconoció alguna personas que habían sido sus clientes

-¡Estoy tan nerviosa!- confeso una arreglándose el vestido

-No te hagas muchas ilusiones, no pagaran mucho por ti- soltó despectivamente otra, Misaki la conocía, era su tercera subasta y nunca nadie la habia comprado, de seguro se sentía frustrada

-No te ofendas niño, pero que tú seas la pieza principal me parece denigrante- Misaki ignoro el comentario

-Vale más que tu ¿Lo sabes verdad?- Dijo Aikawa que recién había llegado- Déjense de juegos señoritas, esta noche no importa a cuanto sean vendidas, quien se quede después de esta noche aumentara su deuda- Todas fruncieron el ceño- Ven Misaki tu no debes estar aquí- siguió a Aikawa sintiendo pánico de pronto

-No quiero Aikawa- susurro sabiendo que sería ignorado

-No seas idiota- le dijo simplemente- Tu estarás en otro lugar- lo metió a un cuarto, la luz era tenue, seductora inclusive podía decirse que romántica- Espera aquí- cuando se quedó solo recorrió ese lugar, había un sillón de terciopelo y una mesa negra donde estaba un vaso lleno de licor, no dudo en tomarlo

Escuchaba murmullos, que de seguro venían del salón principal, la subasta estaba siendo llevada a cabo, se puso nervioso al imaginar que quizá nadie quisiera comprarlo, después de todo no tenía clientes “fieles” Todos eran de una noche. Sus pensamientos pesimistas fueron interrumpidos cuando la puerta fue abierta, un hombre (mayor que él) ingreso al lugar, no traía antifaz, por lo que pudo mirar a la perfección sus fríos ojos color caramelo, sus cabellos eran igualmente castaños

Misaki no sabía cómo actuar, que decir, se quedó quieto esperando que el hombre hablara primero

-¿Qué le parece?—Aikawa entro interrumpiendo el silencio

-¿Cuántos años tiene?- Misaki frunció el ceño porque era una pregunta que pudo haberle hecho a el

-21 años, es perfecta salud, de eso me he asegurado- de nuevo fue analizado, esa mirada color caramelo era intimidante pero llevaba impregnada el sentimiento de empatía – Vamos Hiro-chan ¿Desconfías de mí?- A Misaki le sorprendía que Aikawa tratara a un cliente de esa manera

-Son protocolos que el señor Usami pidió- se encogió de hombros- ¿Es virgen?- Aikawa rio limpiamente

-Depende… - Aikawa sonrió calculadoramente- Pero si es para Usami-sama

-No es para Usami-sama- Aikawa abrió los ojos como platos

-Pero…- el hombre la callo con un simple gesto

-¿Eres virgen?- Misaki negó con la cabeza extrañado- Bien, mentiremos un poco, diremos que eres la rencarnación de la santidad ¿Te parece?- Misaki lucho para no reírse a carcajadas pero la seriedad del hombre le hizo entender que hablaba muy enserio- No es para Usami-sama, es para uno de sus hijos

-Ya veo- Aikawa lucia pensativa cosa que alarmo a Misaki

-Es un joven rebelde- Misaki no entendía nada pero Aikawa parecía entender la situación- Usami-sama estará complacido con este ejemplar- lo tomo del mentón con delicadeza- Pagara al contado lo que pida

- No necesita saber su precio, además de que quiero negociar otras cosas contigo Hiro-chan- el castaño asintió

-Vamos por una copa Eri, dejare esto aquí para que tu chico lo lea- era un simple folder que capto de inmediato la atención de Misaki

-Quédate aquí- le ordeno, ambos salieron dejando a Misaki aturdido, no esperaba ser vendido de esa manera, tomo el folder, leyó su contenido, era la información personal de alguien

De Usami Akihiko

No había fotografía, su edad era 31 años, era el menor de los Usami, heredero a una gran fortuna y comprometido, no entendía porque alguien así quisiera una “Prostituta” bueno quizá si lo entendía, cerro el folder. Se acomodó en su asiento y cansado se dejó llevar por el sueño

***

-¡Despierta mocoso!- se sobresaltó al sentir algo helado en su cara, Aikawa le había tirado una copa de agua- ¡Maldición!- la arrogo sobre su cabeza, Misaki no se atrevió a cuestionar la acción- Lo que me temía

-¿Qué?- susurro rogando por su vida

-Te han comprado- sentencio, su rostro serio le advertía que era una mala noticia

-Pero…- no se atrevió a continuar

-¿Leíste el papel?- asintió- Pues bien, ahora le perteneces a un niño rico pero he aquí el problema, eres un regalo- No entendía nada, su cara de seguro lo había delatado- Escucha, si el niño rico no te quiere, si no le gustas, o le pareces poca cosa y te regresa tu y yo estaremos largo tiempo en este mundo- Entendía la frustración de Aikawa, sabía que sería devastador que lo regresaran- Han pagado poco, me darán el resto cuando Usami Akihiko te acepte

-¿Por qué no me vendiste con el resto? Pudiste haber sacado más- le comento

-Usami-sama es mi cliente más importante, el me pidió la pieza principal, yo solo obedezco- Misaki suspiro, entendía lo complicado que era el mundo de Aikawa, pero que su mundo fuera complicado,  no estaba acostumbrado

Su mundo funcionaba así: Alguien pagaba por su compañía, lo complacía y se largaba. Simple, rápido y ya se había acostumbrado, ahora estaba lidiando con un problema que no entendía del todo

-Escucha atentamente, Usami te llevara a un hotel donde conocerás a Usami Akihiko, si eres lo que esperaba bueno te deseo suerte tu vida será un infierno, o el paraíso, depende de cómo lo tomes- Hizo una larga pausa- Si no lo logras, bueno Misaki eso fue todo, te echare a la calle y suerte

-¡Pero Aikawa…!- la pelirroja se levanto

-Fue una larga noche, descansa, mañana conocerás a Usami Akihiko- le hizo una seña para que saliera

-¡Pero Aikawa….!- No entendía porque todo había resultado de esa manera

-Fue una buena noche- ignoro su queja a medio decir- Ve a dormir- le ordeno –Y Misaki….

-¿Si?- dijo rendido

-Puede ser tu entrada al paraíso o al infierno, tú decides- esas palabras lo dejaron confundido

¿Paraíso? ¿Infierno? No entendía nada

Porque de pronto todo su mundo se resumía en la decisión de un niño rico

Bueno Misaki quizá no supiera lo que estaba pasando pero ya había vivido mucho tiempo en el infierno, no estaría mal entrar por una vez al paraíso, iba a lograrlo

Costará, lo que costara

Notas finales:

¿Que puedo decir? Estaba pensando en la continuacion de un Inocente romance y termine creando este fic ¿Les ha pasado? n.n Espero que la idea les guste, no se que giros tendra este fic pero espero lograr mi cometido, crear un fic intenso, lleno de drama, si no lo logro pues pueden tirarme piedras (? espero sus opiniones y no se preocupen, me esforzare para no descuidar mis fics n.n 


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