Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo único que te pido. por Adri6

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Actualidad.


Papá entro conmigo a la habitación, pero creo que la persona que estaba en la cama no era mi mami, no había nada que se le pareciera, y lo digo porque su rostro esta de un color extraño, sus ojos cerrados dejan notar cual hinchados están sus parpados. De su boca un tubo va directo a una maquina que hace un ruido al igual que unas pantallas, las cuales tienen líneas de colores y números que varían con facilidad.


En ocasiones, escucho cuan difícil le es a esa persona respirar o, mejor dicho, seguir respirando, la verdad… hace mucho esfuerzo por seguir por vida… tal vez… solo tal vez… acepto que puede ser mi mami. Suelto la mano de mi papá y me acerco rápido a la cama, tomo con firmeza algunos dedos de su mano y le miro con mas lagrimas que antes.

“Tiene múltiples fracturas que hemos logrado estabilizar, pero su hemodinámica no esta bien, como puede ver, el ventilador mecánico logra mantener una saturación de oxígeno necesaria para el cerebro y el cuerpo, pero el corazón esta cediendo. Hemos administrado drogas y volumen, pero… no es suficiente… el daño multiorgánico es grave. No podemos intervenirlo quirúrgicamente dado su condición…”

“¿Qué pasará?” Dijo papá y el Doctor se quedo sorprendido por unos segundos

“… Si lograra resistir al menos por este día… podríamos tan siquiera plantearnos en realizar otra cirugía, pero… no es muy probable, por eso deben despedirse por si sucede lo más natural” Acotó aquel hombre que destruía nuestra esperanza “Frente a cualquier cosa, deben presionar el botón rojo” Advierte antes de irse.

Después de un silencio tan cruel, los sonidos de esas maquinas nos hacían tener miedo de escuchar algo mas. Me sudaban las manos y mi visión apenas lograba ver lo que tenía al frente, esa persona a la cual trato de retener a mi lado, es la persona que mas quiero, pero… entiendo que ahora debe estar sufriendo.

Agache la mirada al tocar su mano y su muñeca, me doy cuenta que tan fría y húmeda se encuentra su piel, su pecho sube y baja en ocasiones con un ruido tan notorio que me hace pensar que algo dentro de él no le deja respirar tranquilamente. Es aquí cuando me doy cuenta de no sirve de nada leerle mi carta, no lo hare porque sé que mami ya esta haciendo su mejor esfuerzo, hace lo posible por no morir.

Papá se acerco al otro lado de la cama, mirando la escena con lágrimas en los ojos, sin entender como, él si se atrevió a pedirle que no nos dejara. No tuvo miedo, simplemente acerco su rostro y buscando una mejilla, deposito un beso tierno y lleno de significado.

“… Perdóname por hacerte sufrir… perdóname por la soledad que te acompaño en mi ausencia… perdóname por no saber amarte ni valorarte… perdóname por arruinarlo todo… perdóname… por favor perdóname” Algunas lágrimas cayeron de sus ojos azules y no entendí, porque papá se arrepentía de tantas cosas. “Dame otra oportunidad… danos otra oportunidad… aun podemos ser la familia que tanto soñabas… aun podemos disfrutar de tantas cosas… aun hay tiempo… aun te amo… por favor Hana… quédate con nosotros, ¿escuchaste al Doctor?... debes soportar un poco mas… mañana ellos harán algo para que estés mejor” Le escuche hablar desesperado y sus manos no soportaron mas, acariciaron las mejillas de mami, para finalmente dejarle un beso en la frente, y así como así, de pronto dijo: “La carta”

“Yo…” Mi voz fluctuaba débil en mis labios, agache la mirada, dispuesto a decirle que no

“Ni te atrevas a dudarlo” Me miro severamente. “Hana no morirá” Dijo con convicción

También quise creer, también quise tener esperanzas y entonces pensé, quizás mami me esta escuchando, quizás le haría feliz saber que cosas le dedique. Aparte mis manos y busque en mi bolsillo, abrí la hoja y me seque el rostro, mientras sentía que mis piernas temblaban, quería vomitar, quería tan solo recostarme junto con él, para abrazarle y no soltarle jamás.

“… No quiero dejar de ver tu sonrisa… no quiero dejar de sentir tus abrazos… no quiero dejar de escuchar tu voz… no quiero dejar se reír junto a ti… no quiero saber que no estas… no dejes de cuidarme… no dejes de encender la luz por las noches… no dejes de acompañarme… no dejes de enseñarme cosas… no dejes de besar mi frente… no quiero que pase el tiempo sin ti… te quiero… te quiero… y no puedo… dejarte ir… por favor, quédate…” Levante el rostro y observe como mi familia estaba a punto de desaparecer.

Papá cerró los ojos con fuerza y la habitación de trasformo en una caja de lamentos. Deje caer la carta y me aferre a la mano de mami, que estaba fría, pero yo la entibiare, tenía que hacerlo, sabía que lo lograría.

La Enfermera cambiaba los sueros, verificando el volumen y se quedaba observando como el monitor cambiaba drásticamente de cifras, las alarmas detonaban con furia pero se calmaban momentáneamente, todo parecía estar bien por un instante pero nuevamente, los números y los colores indicaban lo contrario.

“¿Qué pasa?” Preguntó papá, preocupado

“Su corazón trata de asimilar el volumen que estoy administrando” Dijo sin dejar de ver los monitores.

“… Haga algo” Le exigió

“Señor, eso es lo que estamos haciendo… el médico ya les explico la situación, lo lamento, pero…”

“¡Cállese!... él no nos dejara, no puede dejar a un niño pequeño y no puede dejarme a mi… no puede porque yo… soy tan estúpido que no puedo vivir sin él” Apretó los puños con fuerza y agacho la mirada, su cabello oculto sus ojos, pero sus lágrimas cayeron por sus mejillas, pero no hubo nada que pudiéramos hacer, mas que esperar.

Nos sentamos en un sillón, solo eso podíamos hacer. Arrugue mi carta entre mis manos, porque necesitaba sentir que mis palabras eran de verdad, que mi suplica se haría realidad. Me acomode en el regazo de papá y poco a poco me sentí cansado, pero no deje de llorar.
“¿Mami ya no estará?” Susurre, pero mi voz fue escuchada, papá me abrazo con fuerza y dijo: “Si eso ocurre… que Dios tenga piedad de nosotros” Y fue así que llore hasta quedarme dormido.

Soñé muchas cosas tristes, soñé una vida con una sombra persiguiéndome, soñé que ya nada era divertido, soñé que los colores eran opacos, soñé… que mi pesadilla nunca terminaría. Las imágenes del accidente, el sonido de nuestro auto siendo impactado por otro, la calidez del abrazo de mami y su voz… fue la última vez que lo escuche. Deseo tanto que todo este bien, puedo ser un mejor hijo, puedo ser el mejor de mi clase, puedo ayudar a mis amigos, puedo… hacer lo que sea, lo que me pidan… lo que necesiten de mi… pero a cambio de que no perderlo, por favor… es lo único que pido.





“Kanae” Escuche mi nombre y al abrir los ojos, note que mi papá estaba un poco más tranquilo “…Hana logro pasar la noche” Sonrió levemente y eso significaba que tal vez… todo estará bien.

“¡Papá!” Grite alegre y le abrace tan fuerte, que dolió. Conmigo en brazos, papá camino hasta el borde de la cama, miramos a mami, ya no con tanto miedo o dolor.

Cuando el Doctor entro a la sala, nos explicó que realizaría una cirugía extensa y riesgosa, las probabilidades no eran favorables, pero mi papá no tardo en dar su consentimiento. Le mire algo asustado, pero dijo: “No hay nada que perder… sé que estará bien, no te preocupes”

Apenas pude despedirme de mami, porque se lo llevaron y al quedar la sala vacía sentí mas miedo que antes. Todo puede pasar, todo puede estar más mal… todo puede hacernos llorar. Sentí la mano de papá en mi cabeza, aquella caricia tan poco usual, me hizo mirarle, él también lo hizo y así nos comunicamos, en completo silencio, deseábamos exactamente lo mismo.

Los días pasaron y por suerte no me obligo a ir a clases, nuestra rutina era viajar de la casa al hospital y viceversa. Por las noches, mi habitación parecía una historia de terror porque papá no sabe que yo duermo con la luz encendida, pero no importa, lo único que me preocupaba era tratar de no dormir o de al menos, de tratar de estar atento por si el teléfono de papá sonaba. Mami siempre me dijo que las malas noticias son las primeras en saberse, así que supongo que, si le llaman de noche, es porque algo sucedió. Lucho contra mis párpados y cuando enfoco la mirada en el regalo que me dio en aquel día, siento la curiosidad de que cara pondrá cuando me vea abrirlo. Sonrió con tristeza y me quedo dormido como cada noche de las últimas dos semanas de este mes.



“… Logramos estabilizar su cuerpo, lo cual es muy favorable pero la junta médica, recomienda seguir manteniéndolo en coma inducido, hasta que un neurocirujano lo evalué” Acusa el Doctor con tranquilidad

“¿Qué es eso?” Quise saber, porque no entendía nada

“… Esta dormido, su cerebro esta dormido” Me respondió con palabras simples a mi parecer “Depende de un ventilador mecánico, de una maquina, por lo que quiero dejarle en claro, que el riesgo sigue estando presente” Pero esta vez, le hablo a mi papá

“Entiendo… pero esta mejor que antes ¿verdad?” Preguntó lo mismo que yo preguntaría

Aquel hombre con bata blanca nos miro extrañado, en su cara se dibujaba algo que expresaba extrañeza de que no perdiéramos la esperanza, pero él no nos conoce, no conoce a mi mami, no sabe lo que es capaz de hacer cuando se propone algo.

Íbamos contra las reglas del hospital, pero papá consiguió que nos permitieran estar prácticamente varias horas con mami. Le observábamos y tímidamente, comenzamos a hablar, discutíamos que mascota debíamos tener, que nombre le pondríamos y que travesuras haría. Las vacaciones de verano e invierno, ya estaban planificadas aun cuando faltara mucho para eso. Papá hablo de su trabajo, de lo que hacia y de cómo conseguía que sus proyectos se hicieran realidad, yo por mi parte, hable de mis amigos, de mis juegos y de las golosinas que me gusta comer. Hablábamos y hablábamos, todo el tiempo hasta que la vergüenza se torno ridícula, no tuve miedo de decirle mis sueños a pesar de que eran muy imposibles, así mismo, papá también me comento su mayor anhelo.

“… Lo único que quiero, es casarme con Hana otra vez… quiero hacerle sonreír… quiero devolverle todo lo que le quite” Susurro lo último y agacho la mirada de forma tímida

Sonreí y le tomé de la mano, nos observamos en silencio y entendimos lo que antes nos era imposible de creer, ambos amábamos de igual forma a mami.

“Lamento interrumpir” Dijo la Enfermera. La vimos modificar los números de las maquinas, después, inspecciono a mami, no sé que sucedió, pero de pronto hizo una mueca de asombro.

“… ¿Pasa algo malo?” Preguntó papá, antes de ponerse de pie y desde su altura, observo como ella, lentamente se volteaba a mirarlo

“No… no, nada malo, tan solo… tuvo una pequeña reacción” Sostuvo la mirada, mientras sonreía
Notas finales:

Gracias por leer!!

Besos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).