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La progresión de la situación. por Alexis Elric

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Notas del fanfic:

Esta era un idea de algo corto, pero como estaba inspirada se extendio un poco. Espero lo disfruten y perdonen cualquier error.

 

 

Notas del capitulo:

Este fanfic es mi propio regalo, empecé un nuevo semestre. Me he puesto a pensar el tipo de persona que soy y definitivamente hay cosas de mi que no necesito cambiar si no mejorar y para conseguirlo debo aplicarme en todo lo que deseo y la verdad escribir me gusta mucho y dije “Esto no lo dejare”.


Este fanfic nació de una idea que tuve al escuchar una canción de Enrique Iglesias, pero solo fue una parte estuvo en mi cabeza unas semanas (la idea) y entonces me acorde de Stephen King “No es desear escribir, es ponerse a escribir”.


Y me puse manos a la obra y este fic es lo más largo que he escrito en el año, espero lo disfruten tanto como yo lo hice :D 

Dean había tenido pocas experiencias religiosas, de echo ni siquiera era creyente de esas cosas y ahora bueno, las aceptaba porque después de haber sido rescatado por una ángel no podía seguir viviendo en negación eso hubiese sido algo estúpido.

Sin embargo no era creyente de la religión que predicaban los humanos, ¿porque? él había conocido a ángeles y la única palabra que los podría describir era “bastardos” y Dios ¡Oh! Él era una cosa totalmente diferente porque de la forma más amarga le toco descubrir que no era amor y dedicación hacia los humanos como lo describen muchas religiones.

Entonces para Dean la única experiencia religiosa que había tenido era ser rescatado del infierno por un ángel, aquella era la única en la lista. Pero ahora viendo a Cass, con los labios entre abierto y la respiración agitada por su culpa la frase “experiencia religiosa” tomo un nuevo significado para él.

Y entonces no le molesto que su lista de “experiencias religiosas” fuese llenada solamente por Castiel.

—¡Por Dios! —musito al separarse de Cass, el ángel le dedico una mirada de confusión.

Y es que era raro, Dean maldecía, vociferaba y hasta arremetía contra Dios, pero Cass nunca había escuchado que Dean llamara a su padre de esa forma.

—Dean, eso parece una plegaria —dijo mirándolo con confusión, Dean sonrió.

—Y lo es —argumento, antes de volver a besarlo.

Cass se dejó llevar, pero incluso para él la forma en la que habían sucedido las cosas era un poco extraña. A pesar de que esto era algo común cuando se convivía con los Winchester.

Ellos habían buscado un Motel para pasar la noche después de que Sam convenciera a su hermano de que debían pasar descansar en una cama y no en el auto. O los dos iban a terminar muriendo de la formas más tonta posible.

“Un accidente de tránsito”

 Dean cedió ante él mal argumento de su hermano, porque no tenía ganas de discutirle y sabía que Sam tenía razón en el hecho de que debían pasar la noche en una cama. Era lo mínimo que merecían después del trabajo que habían realizado

Castiel estaba en el asiento de atrás, mirando por la ventana. Entonces Dean se acordó de uno de los libros que había leído en su época estudiantil (Por obligación claro está).

“Como lo huérfanos en los libros de Dickens” pensó, eso le arreglo el humor de una forma increíble, entonces le dijo a Sam que se detendrían en el próximo motel, esto sucedió un kilómetro y medio después.

Cuando llegaron al motel el recepcionista aparto su mirada de la portátil y los miro sin mucho ánimo.

—¿Queremos una habitación doble?

—Lo siento pero no hay, solo tenemos dos habitaciones disponibles.

—Perfecto —agregó Sam—, paga y deja los datos —le indico a Dean. —Podría darme mi llave. Le pidió al recepcionista y cuando le entregado el objeto se fue sin más.

—¿Qué le pasa a Sam? —preguntó Cass con curiosidad.

—Se pone así con la falta de sueño.

Dean le otorgo los datos al hombre y después de pagar este le entrego sus llaves.

—Que disfruten —dijo en un tono neutral y Dean entorno los ojos.

—Vamos —ordeno a Cass quien los siguió, el hombre les dedico una última mirada y después volcó toda su atención en la portátil.

Cuando llegaron a la habitación esta era medianamente decente, Dean dejó caer el bolso.

—Me voy a bañar, puedes ver televisión.

Dean se encamino hacia la habitación y antes de entrar se detuvo —Cass —el aludido le devolvió la mirada.

—No veas pornografía, por favor.

Y sin más entro al baño, Cass quedo observando el lugar donde antes había estado Dean, en verdad no entendía a ese hombre.

Cuando Dean Salió del baño, Cass estaba realmente concentrado en la televisión entonces sintió curiosidad de lo que veía, se acercó en silencio y se ubicó atrás del sofá que ocupaba Castiel.

Sus cejas se arquearon al ver la película que miraba Cass “Dios, los hoteles en medio de la nada son ridículamente extraños” pensó.

—Cass, ¿Podrías cambiar eso? —pidió.

Y el ángel le dedico una mirada asesina, era como si él le hubiese pedido que entrara en su círculo de aceite sagrado.

—Cass, solo te pedí que cambiaras de canal.

—No lo haré, Dean —agregó cortante y volvió a mirar al televisor.

—Acaso eres una chica, como puedes estar viendo eso.

—Dean cállate, no me dejas oír.

—Bien si así lo quieres, así será.

Dean se sentó a lado de Castiel, espero unos minutos y cuando este estaba realmente concentrado en la película tomo el control y cambio de canal.

—¡Eres una maldito! —exclamo Castiel molesto, mientras intentaba quitarle el control.

Dean sonrió y se puso de pie para evitar ser alcanzado.

—Nos crees que llamarme maldito por una película es algo extremo —argumento

Cass se detuvo y lo miro derrotado —Estaba en lo mejor, Dean —Y por el tono que ocupo; él mayor de los Winchester supo que eso era un berrinche.

Aquello era algo que el ángel solía hacer para obtener lo que quería, sin embargo esa técnica solo la utilizaba con Dean y cuando estaban solos.

Para desgracia de Dean eso siempre funcionaba.

—Yo solo quería ver una película y tú lo arruinaste.

Dean soltó un suspiro —Está bien lo siento, fui un cretino —admitió.

—¿Y eso de que me sirve? Ni siquiera sé cuál es el nombre de la película.

Cass se sentó en el borde de la cama evidentemente molesto, Dean no pudo evitar sonreír ¡Cass se veía malditamente encantador!

Dean se encamino hacia donde estaba Cass —Es “memorias de un Geisha”.

Dean conocía esa película del tiempo que vivió con Lisa.

Cass lo miro con su típica cara de confusión.

—Es el nombre de la película —agrego intentando mantenerse calmado.

—Y eso de que me sirve —Cass se había puesto de pie y Dean supo que era más que un berrinche.

En ese momento Dean maldijo a los ángeles y su estúpido gustos por las películas humanas.

—¡Yo quería saber que pasaba y tú lo arruinaste!

—¡Basta!

Y hay estaba al borde de tener una discusión que era probable que terminara con Cass desaparecido por Dios sabe cuánto tiempo.

Dean se puso de pie pero dudo, no sabía que decir porque cualquier palabra que digiera podría terminar enojando más a Castiel.

Entonces una idea paso por su mente —¿En verdad quieres saber que sucede?

—Sí

—Bueno, si es que tanto lo deseas.

Dean se acercó a Castiel y en un movimiento rápido lo beso.

—¿Qué demonios?

—Querías saber el final, solo te lo demostré ya que no me querías escuchar.

Cass iba a decir algo pero Dean lo volvió a besar y por alguna razón recordó a Meg cuando beso a Castiel y le dijo que lo “hacia muy bien, que se sentía pura”.

Pero para Dean no había punto de pureza, besar a Cass era mucho más que eso, era lo más cercano a una experiencia religiosa, porque al tener ese contacto con el ángel todo desaparecía, era como si sus sensaciones se elevaran 

—Dean eso sonó como una plegaria —eso era lo que había dicho Cass ante de que él lo besara de nuevo.

Y lo era, lo único en lo que Dean podía pensar era en el hecho de que no quería que Castiel se alejara de su lado.

Porque toda su maldita existencia, el simple hecho de tenerlo en su vida era la mejor experiencia con la religión que había tenido.

 

Notas finales:

Nos leemos en el pròximo capitulo.

 


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