Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Only reason. por DNA

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y bueno…

El mes pasado en definitiva no fue mi mes pero aquí me tienen, yo siempre vuelvo jajajaja :)

 

Un suspiró de eterno aburrimiento escapó de sus labios mientras se miraba al espejo por lo que parecía la octogésima vez mientras veía a la bella chica seguir trabajando en lo que hacía.

— Recuérdame por que acepté hacer esto —preguntó repentinamente el menor.

— Porque fui yo quien te lo pidió —respondió ella, con una sonrisa ladina extendida en sus exuberantes labios.

— Mmm no, yo creo recordar que fue porque prometiste darme a cambios las medicinas del señor Lee completamente gratis —afirmó sonriente.

— Eres un idiota —bufó ella—. Acabas de arruinarlo.

El menor se echó a reír, viendo como ella continuaba con su trabajo pero con el ceño fruncido.

— Hablo en serio, tan sólo piénsalo —refunfuñó—; cada cuanto una hermosa mujer como yo está dispuesta a pintarte el cabello usando únicamente linda ropa interior negra que compró exclusivamente para que tú la vieiras.

— Yo y seguramente otros siete sujetos más —rio.

— Me ofendes con tus crueles palabras —dijo ella, haciendo una mueca extraña y haciéndolo reír aún más—. Tú sabes, yo creí que una vez que terminaremos con esto, nosotros podríamos, tal vez…  

La frase quedó inconclusa entre tanto su mano bajaba lentamente desde su hombro, pasando lentamente por su pecho y, finalmente, defendiéndose sobre su entrepierna. El menor la miró seriamente antes de suspirar y retirar la mano de la hermosa mujer de ahí.

— Algunas veces tus insinuaciones me dan miedo, Jessica noona —murmuró.

La bella mujer se echó a reír con ganas para luego terminar finalmente de aplicar el tinte y una protección mientras esperaban que el tinte hiciera su efecto.

— Tenía que intentarlo —rio.

Eso únicamente pasó una vez entre nosotros dos y siento que tú nunca me dejaras en paz con el tema —rio de vuelta.

— Me amas, yo lo sé —sonrió arrogante.

— Claro que lo hago y te juró que nada tiene que ver con conseguir las medicinas para el viejo Lee —bromeó, recibiendo un juguetón golpe en el brazo de parte de su amiga.

— Ingrato asqueroso —bufó.

— Lo sé —sonrió—, pero ya de verdad, dime porque soy tu conejillo de Indias con esto.

— Bueno, digamos que está sería como la primera vez que me aplicaría un tinte a mí misma y antes de hacerlo, y tal vez arruinar mi cabello, primero te usaré a ti para ver los resultados —explicó.

— ¿Y si me arruina el cabello a mí? —preguntó, ya muy pero muy arrepentido de haber aceptado aquello.

— Pues… —se quedó pensando—, por lo menos sabes que te sacrificaste por mí —respondió felizmente.

Sehun le dio una mala mirada de la que ella comenzó a reírse. Le dijo el tiempo que iban a esperar y poco después salió por un poco de café para ambos. Había algo que ella quería preguntarle desde hacía algún tiempo pero no sabía cómo abordar el tema.

— ¿Sientes algún tipo de incomodidad o irritación? —preguntó ella de la nada cuando Sehun estaba distraído.

— No realmente —se encogió de hombros.

— Genial —sonrió—, eso me hace sentir mejor sobre el hecho de que te pregunté hasta ahora y no mientras te colocaba el tinte —dijo como si nada.

— Eres una maldita —bufó el indignado menor.

— Ya lo sé —respondió, luciendo realmente feliz con el insulto y en respuesta a eso Sehun le mostró el dedo medio—. Gracias —rio—. Por cierto, ¿te quedarás aquí está noche? —preguntó casualmente.

— Sí, si no te importa claro está.

Por supuesto que a ella no le importaba en absoluto, sin embargo, sabía lo que le había sucedido a Luhan y lo reacio que Sehun había estado a dejarlo solo por las noches, así que le sorprendía un poco que él fuese a dejarlo por su cuenta en esa ocasión.

— ¿Qué pasara entonces con el muñequito chino? —preguntó sin rodeos.

— Yo espero que él no me necesite hoy —suspiró agotado—. Sé que actualmente él no está bien y que me necesita porque soy el único que puede alejar sus miedos pero estoy cansado también y admito que me estoy comportando como un jodido egoísta pero únicamente por hoy y no más, yo tan sólo necesito una noche de sueño y luego volveré con él —aseguró, sonando muy culpable.

Jessica pensó en ese momento que ese chico era realmente un imbécil por creerse el más bastardo de los villanos cuando seguramente ya tenía el cielo ganado por lo bueno que era y lo mucho que amaba a ese pequeño y estúpido ciego que no veía la joya que tenía enfrente.

— No eres egoísta, tú también tienes derecho a estar cansado y está bien Sehun —sonrió cálidamente—. Luhan ha demostrado que es fuerte y seguramente lo hará bien sin ti,  aunque sea por una noche —afirmó, dándole una sonrisa tierna y un guiño juguetón.

— Eso espero —suspiró—. De todas maneras planeaba llamar a YanYan jiÄ›jiÄ› para asegurarme que todo estaba bien con él —explicó.

Jessica al escucharlo rio ligeramente porque de verdad que era ridículo que él pensará que estaba siendo egoísta a ese punto.

— Eres realmente un tonto —comentó, recibiendo una mala mirada como respuesta—En fin, ¿qué planeas hacer de ahora en adelante con el muñequito chino? —preguntó curiosa.

— ¿A qué te refieres con eso? —preguntó confundido.

— A su relación, por supuesto —respondió con fingido desinterés.

— Nada —respondió tajante—. Debo mantenerme lejos hasta que resuelva lo del bastardo de Minho —explicó molesto.

— Eso lo sé —sonrió de lado—. Sin embargo, debes recordar que van a ir a las misma escuela y que durante un periodo de aproximadamente ocho horas ese sujeto no tendrá ni idea de lo que haces o dejas de hacer, por lo que, según yo, te da bastante tiempo para acercarte a él.

— No, no puedo confiarme ahora que finalmente todo está en marcha, yo…

— Minho ni de broma va a acercarse a ese lugar, estarás seguro dentro de ese lugar y podrás actuar con completa libertad —afirmó.

— Pero…

— Luhan ya demostró su valía, ¿no es así? —lo provocó, sonriendo complacida ante la inmediata reacción del menor.

— Luhan en primer lugar no necesitaba…

— Ve por él entonces, estando ahí nadie intervendrá y también tendrás el tiempo suficiente para terminar con tus planes —dijo tranquilamente.

— Yo…

— Por lo que me has contado yo creo que él solamente necesita un pequeño empujoncito pero si tú no lo ayudas un poco con eso puede que lo de la perra de su ex se repita, ya sabes —se encogió de hombros—, Luhan es muy guapo y si alguien se interesa no dudara en acercarse a diferencia de ti.

Sehun la miró seriamente pero no dijo nada en respuesta, pero ella sabía, por la expresión que él tenía, que sus palabras no serían completamente ignoradas.

— Creo que ya deberíamos quitarme esto del cabello —habló Sehun luego de un rato.

Jessica asintió sin decir nada más respecto a aquel tema e hizo lo  que el menor pedía. Lo dejó solo una vez que terminó con su trabajo y se encargó de distraerlo un poco más, sin embargo podía notar que él quería decirle algo desde que había llegado.

— Ya, dime lo que vayas a decirme y deja de darle vueltas —indicó ante la indecisión del menor.

— Mañana —comenzó sin mirarla—, ¿puedes acompañarme a la escuela? —susurró apenas.

— ¿Yo? —interrogó extrañada.

— Es solamente… —murmuró porque era obvio que todo eso le estaba costando demasiado—, es porque el día que entregue todos los documentos que pidieron e hice el pago de la matrícula, la secretaria dijo que mi tutor debía ir para firmar algunos documentos, así que como le dije que por ese día no se habían podido presentar ella me pidió que uno de ellos fuera mañana para hacerlo —explicó.

— ¿Entonces no deberías decirle a tu madre? —preguntó confundida.

— Ella no tiene tiempo para hacerlo, eso me dijo cuándo le pedí que fuera —masculló entre dientes y aunque Jessica no veía su rostro, sabía bien lo doloroso que eso debía ser para Sehun—. Aunque si tú no quieres o no puedes yo no voy a…

— Por supuesto que iré —lo cortó, simplemente porque odiaba verlo así de triste—, de ninguna forma voy a perderme la oportunidad de acompañarte y probablemente conseguirme algún amante millonario —bromeó, guiñando juguetonamente cuando Sehun se giró a mirarla.

— Gracias Jessica noona —sonrió levemente, mirándola de una forma tan linda y dulce que a ella le dolió el corazón.

Ningún niño tan dulce como él debía tener la mierda de familia que Sehun tenía.

— Pufff, ya te dije que lo hago para conocer hombres ricos —bufó.

Sehun se rio por eso, recostándose por completo en el sofá y usando el regazo de su amiga como almohada. Él la miró a los ojos con una sonrisa algo triste y aliviada en los labios antes de que cerrara los ojos para ocultar sus emociones verdaderas de ella, quedándose dormido por fin luego de un rato.

— Te acompañarte mañana Sehun. Voy a ir contigo y te miraré con todo el amor y orgullo con el  que esa perra no puede mirarte a pesar de lo mucho que te estás esforzando para salir adelante. Yo te ayudaré en todo lo que pueda siempre y actuaré como tu madre siempre que me necesites aunque para ti yo nunca sea más que la puta que alguna vez fue la amante de tu padre. Voy a protegerte siempre, mi niño —susurró, acariciando el cabello del dormido chico.

*~*~*~*

Primer día de clases.

Normalmente todos los chicos ese día estaban despiertos y listos para salir para comenzar sus clases a primera hora del día.

Lo cual significa que cierto chico en particular ya debería estar despierto, bañado, con el uniforme puesto y terminando de desayunar para salir con dirección a la escuela puesto que faltaba menos de media hora para que las clases comenzarán. Sin embargo, ese chico en particular seguía dormido, sin bañarse todavía, estaba en pijama y aunque su desayuno estaba listo desde hacía una hora; él todavía no lo había consumido, lo que prácticamente tenía al borde de las lágrimas a la persona encargada de despertarlo esa mañana.

— ¡Ya despierta! —chilló el exasperado jovencito rubio.

— Mmm… —Fue la única respuesta que obtuvo.

— ¡Vas a llegar tarde y yo también por tu culpa! —exclamó molesto.

El chico en la cama se despertó entonces y se incorporó en la cama para quedar de frente al molesto rubio que había ido a perturbar su descanso.

— ¡Despertaste! —chilló alegremente.

— Sí, pero solamente para decirte que me importa menos que nada que lleguemos tarde —dijo antes de  volver a acostarse.

— ¡Baekhyun! —chilló escandalosa e irritantemente.

— ¡Ash, está bien! —exclamó irritado—. Que molesto eres —bufó, poniéndose de pie y caminando hacia el baño.

El rubio se quedó esperando impacientemente que el peli-plata saliera del baño, lo cual le tomó exactamente tres canciones y media de alguna banda femenina de la cual fingía de forma horrible la voz.

Cuando salió envuelto en toalla el rubio suspiró pesadamente y dio un ligero golpe en la puerta de la habitación por la cual ingresaron tres sirvientas que en cuestión de minutos ya estaban secando, colocándole lociones y vistiendo al peli-plata. El rubio ante la vista sólo pudo poner los ojos en blanco.

— Perfecto —sonrió ante el espejo una voz estuvo listo.

Las tres chicas hicieron una reverencia y salieron tan silenciosas como entraron a la habitación. El rubio puso los ojos en blanco una vez más y se acercó hasta el tocador para comenzar a peinar el suave cabello plateado de su amigo mientras que él terminaba de prepararse.

— ¿No crees que es estúpido hacer que las sirvientas te vistan? —soltó con el ceño fruncido—. Es decir, únicamente falta que les digas que tienen que bañarte también —bufó.

— De hecho he pensado en ello pero hasta ahora considero que ellas no son dignas de tanto. Es decir, ya es demasiado que me vean en ropa interior —sonrió ladino.

— Mmmm… pues en realidad creo que no tendrían mucho que ver —respondió fingiendo estar distraído.

Baekhyun se giró hacia él con una expresión de incredulidad antes de echarse a reír por aquel comentario.

— Te sorprenderías pero no por ello te dejaré ver —dijo risueño.

El rubio negó con la cabeza y continuó con lo que hacía sin prestar mucha más atención. Una vez el peli-plata estuvo listo, ambos salieron hacia el comedor; Baekhyun caminando tranquilamente y el rubio casi corriendo.

— Listo, ya llegamos. Hazlo —ordenó el peli-plata.

El rubio lo miró suplicante y ansioso porque entrara de una jodida vez al maldito comedor para que así él pudiera irse a la maldita escuela.

— Baekhyun por favor, tan sólo date prisa —suplicó.

— Nop —se cruzó de brazos—, y no voy a entrar ahí hasta que lo hagas —sentenció.

— Tú, maldito hijo de…

— Se te hace tarde, Minnie —lo provocó.

— ¡Atención! ¡Su majestad imperial, el sultán Byun Baekhyun! —gritó a todo pulmón al mismo tiempo que abría las puertas del comedor apresurado.

Baekhyun entró a la habitación con una sonrisa odiosa y miró con superioridad a las tres sirvientas que se miraban entre sí preguntándose qué sucedía.

— Bien hecho Minnie —felicitó al rubio pero él ya no estaba cuando lo buscó con la mirada—. ¡Minseok! —gritó irritado al ser abandonado.

Terminando por bufar ruidosamente cuando él no volvió al comedor. Al final decidió finalmente disponerse a desayunar aún algo molesto y su molestia simplemente terminó de agravarse ante la ausencia de la única persona con la que compartir su hogar.

— ¿No va a comer, joven amo? —preguntó su escolta, mayordomo y niñera personal.

Un hombre que había estado a su lado desde hacía siete años y al cual Baekhyun sospechaba le debía estar pagando una fortuna por continuar ahí.

— Su padre ordenó que se prepararán todos sus platillos favoritos —dijo el amable hombre, dándole una cálida sonrisa.

— ¿Ah sí? —murmuró, mirando con desprecio el comedor y todo lo que tenía sobre él.

— Sí, él se sentía muy apenado por no poder estar aquí para llevarlo personalmente a su primer día de clases y…

— ¡Francis! —llamó en voz alta, interrumpiendo la excusa de su escolta.

— Joven amo —dijo la sirvienta, inclinándose en una respetuosa reverencia.

— Tiara todo eso a la basura —ordenó fríamente.

Ambos empleados lo miraron con incredulidad mientras él simplemente tomaba su mochila y comenzaba a ir hacia la salida del comedor.

— Pe-pero joven amo, su padre…

— Ah, pero guarda el pollo y dárselo a 陰茎 (Inkei)* —finalizó y terminó de salir de la habitación, seguido de su escolta personal.

— Joven Baekhyun, su padre se esforzó mucho y usted no puede simplemente…

— ¿Esforzarse? —interrumpió con una sonrisa amarga en los labios—. Esforzarse sería que él lo hubiese preparado todo con sus propias manos y no tan sólo haber ordenado que se hiciera, eso no es esforzarse —masculló.

— Pero…

— ¡Suficiente! —sentenció—. La opinión de un simple empleado vale nada, así que cierra la boca de una maldita vez o serás el próximo a ser desechado —advirtió, siguiendo su caminó una vez el hombre asintió.

Cuatro escoltas más hicieron una reverencia tan pronto lo vieron salir pero el peli-plata no les prestó ni la más mínima atención y simplemente subió al auto que ese día lo iba a transportar. Su escolta personal no demoró mucho en subir y poner el vehículo en marcha, mirando al menor a través del espejo retrovisor de vez en cuando.

Era lo mismo de todos los días, pensó y miró con aburrimiento hacia el auto negro que los seguía de cerca, ya con el conocimiento de que había uno más frente a ellos. Bueno, por lo menos sabía que ese imbécil se preocupaba por su seguridad, porque seguramente sus remordimientos lo debían estar matando.

Al llegar a la escuela las puertas estaban a punto de ser cerradas pero la tarea fue detenida tan pronto el auto que lo transportaba hizo acto de presencia. Nuevamente las puertas fueron abiertas de par en par y sintió las miradas de todos sobre él tan pronto bajó del vehículo.

Imbéciles.

Fue su único pensamiento hacia sus compañeros entre tanto su escolta terminaba de decirle a qué hora irían a buscarlo. Baekhyun simplemente suspiró fastidiado y dio la media vuelta para irse a buscar a sus amigos.

— ¡Baekhyun, por aquí! —chilló una odiosa vocecita femenina.

Baekhyun puso los ojos en blanco ante eso y siguió caminando hacia el grupo reunido frente a él. Quería largarse tan pronto como fuera posible pero sabía que por mucho que su escolta hubieses dicho que lo recogerían más tarde, el hombre estaría por los alrededores vigilando que se quedara en las instalaciones de la escuela.

Maldito fueran todos esos jodido estorbos.

— Hey, Baekhyun —saludó una hermosa pelinegra.

— ¡Hola mascotas! —exclamó sonriente.

Vio a todos frunció el ceño y en respuesta él simplemente se echó a reír con ganas y miró a su alrededor. Tan sólo esperaba que algo interesante pasara si tenía que quedarse ahí, porque de no ser así su escolta tendría que soportar su ira.

— ¿Algo planeado ya? —le preguntó a su grupo de amigos que de ante mano sabían que Baekhyun se aburría rápido y eso lo enojaba, lo cual siempre era un problema.

Un Baekhyun aburrido y enojado era igual a su destrucción física y/o social segura.

— ¡Esto será genial!

Baekhyun se giró rápidamente tras reconocer perfectamente aquella voz pero en lugar de ver a la persona que esperaba ver, únicamente recibió un empujón que casi lo envía al suelo. Su ceño se frunció rápidamente y antes de lograr abrir la boca para destruir al inepto que había provocado aquello.

Sus ojos se abrieron ampliamente mientras veía al chico frente a sus ojos y entonces la mueca de molestia se volvió una sonrisa de medio lado.

Porque repentinamente todo se acaba de poner muy interesante para él.

*~*SEHUN*~*

— Buenos días, dormilón~ —canturreó la molesta y chillona voz Jessica, haciéndolo fruncido el ceño.

— Oye, nunca vuelvas a hacer eso, de verdad —dijo seriamente, haciéndola reír.

— Entonces levanta tu perezoso trasero del sofá y prepararte para la escuela —ordenó.

— Ya sé, ya sé —refunfuñó y tomó la mochila con la que había llegado el día anterior a la casa de su amiga.

Se adentró al baño junto con la mochila y al igual que todas las mañanas lo hacía en su casa, se duchó y vistió con el uniforme nuevo que había comprado el mismo día que había hecho todo el papeleo para su ingreso.

Una sonrisa se extendió en sus labios al verse por fin al espejo y algo se sentía realmente bien al saber que él había conseguido todo eso con trabajo duró y un poco de apoyo de sus mejores amigos. Les debía tanto a ellos pero sobre todo a Luhan, él que se había forzado hasta el límite para que Sehun llegara hasta ese momento. Era por ello que lo iba a compensar por ello e iba a esforzarse por hacerlo sentir orgulloso, quería hacerle saber que su esfuerzo no había sido en vano.

Salió con la misma sonrisa del baño un instante más tarde y recibió una mirada odiosa de parte de su amiga.

— ¿Irás a la escusa con esas mierdas en la cara? —preguntó, señalando sus piercings.

— ¿No es muy temprano para que ya me estés enseñando tu ropa interior? —contratacó.

— Anoche no te escuche quejándose de ello, parecía incluso extasiado de ver mis pechos —bufó, provocándole al chico una carcajada.

— Eso te encantaría pero no pasará. En cuanto a tu pregunta —sonrió, antes de darle un bocado a las tostadas que ella le había preparado—; no tienes de qué preocuparte que el director no diga absolutamente nada sobre mí —aseguró, mirándola con algo de arrogancia.

— ¿Y quién mierda dijo algo sobre el director? —farfulló—. Lo que a mí me preocupa es que mis potenciales amantes piensen que crie a un delincuente —murmuró molesta.

— Mmm, no necesaria tendrías que ser mi madre, ¿sabes? —comentó divertido—. Bien podemos decir que eres mi candente y soltera hermana mayor que además está muy preocupada por los pasos que su pequeño hermano está siguiendo —rio.

Ella también comenzó a reírse, revolviéndole el cabello juguetonamente antes de tomar asiento y disponerse a desayunar.

— Andando, pequeño bribón, termina de desayunar —indicó.

Ambos continuaron desayunando en calma y con una que otra broma como las que sólo ellos sabían hacer entre sí y tras ello Sehun apenas tuvo que esperar unos cuantos minutos a que Jessica estuviera lista para finalmente salieran rumbo a la escuela.

Ella lo llevó en su auto, que aunque no era ni de cerca alguna de las bellezas que todos parecían tener en ese lugar, no le restaba ni una pizca de esa belleza que la hacía lucir como alguna clase de súper modelo que de inmediato atrajo la atención de todos a su alrededor.

Aunque bien también podrían ser sus fachas como Jessica las había llamado de camino al lugar.

— ¡Sehun! —llamó la inconfundible voz de Chanyeol entre la multitud y a Sehun le tomó apenas un par de segundos identificarlo.

— ¿Qué hay? —saludó, chocando su puño con el pelirrojo.

— Nada, además de la excesiva atención hacia nosotros —dijo con una risita burlona.

— Lo he notado.

— Entonces… ¿vamos a movernos en algún momento o simplemente nos quedaremos aquí parados para que los padres empiecen a decirle a sus hijas que ni se les acerquen? —interrogó algo fastidiada Jessica.

— Hola Jessica noona —saludó Chanyeol, poniendo su sonrisa más coqueta.

— Eso no pasara niño, odio cambiar pañales —soltó con una sonrisa ladina.

El pelirrojo frunció el ceño debido a la respuesta y Sehun en cambio se echó a reír con ganas, rodeando con uno de sus brazos los delgados hombros de Jessica para comenzar a avanzar hacia las puertas del recinto educativo. El director estaba justo en la puerta cuando ellos entraron y Sehun por poco se rio con ganas al verlo palidecer y verse obligado a detener a unos de los profesores que seguro estaba por decirles que su atuendo y el de Chanyeol no iban de acuerdo a las normas del reglamento escolar.

Se dirigieron sin demora a las oficinas de la dirección escolar para que Jessica terminara el papeleo sin problema alguno luego de presentarse como su hermana mayor y coquetearle al pobre imbécil que seguramente sería uno de sus profesores. Aquello sin duda lo había acelerado todo para finalmente dar por cerrado el asunto.

— Muy bien niños —habló ella una vez llegaron a las puerta de la escuela—. Yo aquí me despido, ustedes ya deben ir a su salón —indicó.

— Lo haremos pronto, y de nuevo muchas gracias por esto —sonrió agradecido el menor.

— No hay problema pero desde ya debes saber que voy a estar trayéndote y recogiéndote un par de veces —advirtió.

— De acuerdo —asintió.

— Nos vemos luego, noona —habló Chanyeol y le dio una mirada seductora.

— Ya te dije que no —sentenció.

Provocando una vez más la risa de Sehun y un ceño fruncido en Chanyeol. Los oyó despedirse una vez más y los observó alejarse, sintiéndose realmente orgullosa de sí misma al saber lo feliz que probablemente había hecho a Sehun.

Un suspiró escapó de sus labios, recordándole que debía irse ya y dio la media vuelta justo en el momento preciso para que sus ojos se toparan con una persona que sin duda alguna había estado queriendo ver de cerca desde hacía tiempo.

— ¿Estás perdido? —interrogó, acercándose sin dudar a él.

*~*LUHAN*~*

Entonces, oficialmente las vacaciones habían terminado y Luhan nuevamente se encontraba a sí mismo frente a las puertas del que desde ese momento sería su instituto.

Todavía recordaba que su último día lo había pasado en cama y sintiéndose miserable por todo lo que había sucedido la noche del sábado y por mentirle a todos luego de su tonto comportamiento.

« El espejo del baño se cayó y traté de evitarlo por lo que me lastime las manos. »

Sí, esa había sido su brillante escusa que probablemente sus ingenuos padres se creyeron porque Zhao se hizo cargo de lanzar mil preguntas sobre el incidente.

Con YanYan no tuvo que mentir pero tampoco le dijo la verdad. Lo único sincero que hizo por ella fue darle las gracias por haberle curado las heridas y no decirle nada a sus padres, y ella le dijo que estaba bien pero que no lo dejaría pasar la siguiente vez. Aunque su actitud también había sido algo rara pero no la podía culpar luego de todo lo sucedido.

Entonces, de vuelta a la realidad, Luhan se encontró a sí mismo mirando la que sería su nueva escuela y lo único que esperaba era tener una vida escolar normal y recuperar a su mejor amigo de ser posible.

— De acuerdo, tesoro —habló dulcemente su madre—, llegamos. ¿Quieres que venga más tarde a buscarte? —preguntó con su preciosa sonrisa dibujada en sus labios.

— Estaré bien. Además, también voy a pasar al restaurante al salir de clases —respondió tranquilamente.

— De acuerdo —murmuró, con un puchero en sus labios.

Luhan sonrió enternecido por la actitud de su mamá. Él había decido no dejar el trabajo y aceptar la propuesta del señor Li de ir solamente medio tiempo. De esa forma no tendría que alejarse de sus amigos y también se haría un poco más independiente.

Su padre había estado muy complacido con su decisión y le había repetido varias veces lo orgulloso que estaba de él. Su madre, sin embargo, parecía no querer verlo crecer pero en el fondo sabía que también estaba feliz.

 — Nos vemos más tarde —se despidió, dándole un beso en la mejilla a modo de despedida.

Bajó y se quedó ahí por un rato hasta que vio desaparecer el auto de su madre a los lejos. Suspiró sonoramente y sin más se adentró a la escuela observando entre curioso y nervioso todo a su alrededor.

Odiaba demasiado los primeros días porque nunca sabía que hacer o a dónde ir por mucho que la secretaria le hubiese dado un croquis para llegar a su salón de clases el día de inscripción. Aquello parecía más bien un mapa a otra dimensión.

Miró a todos lados esperando ver alguna cara lo suficientemente amigable como para animarse a preguntar pero simplemente nadie le parecía lo suficientemente confiable para hacerlo.

— ¿Estás perdido? —preguntó una suave voz femenina.

Luhan inmediatamente la miró, topándose con una hermosa y joven mujer que vestía un elegante y ajustado vestido negro.

— S-sí, ¿podría usted ayudarme? —habló nervioso.

Ella lo miró de pies a cabeza con mucha atención, colocando un dedo bajo su mentón cuando él trató de agachar el rostro para evitar su escrutinio. Sus intensos ojos no se apartaron ni un segundo e incluso lo hizo ladear el rostro para mirarlo mejor.

— Una preciosidad ciertamente —murmuró, esbozado en sus labios rosas una sonrisa indescifrable.

— ¿Dis-disculpe? —balbuceó totalmente sonrojado por el cumplido ajeno.

— Te encargo mucho a mi niño, ¿de acuerdo? —dijo con una sonrisa sincera.

— ¿Q-qué?

— No veremos en otra ocasión —se despidió y finalmente se alejó de ahí, dejando a un Luhan totalmente desconcertado tras ella.

La observó hasta que ella abordó su auto y después desvió la mirada, seguramente aquello no había sido más que alguna clase de broma rara. Sé concentró entonces en el croquis en sus manos para así tal vez poder entenderlo y saber a dónde diablos dirigirse.

— ¡Lulu! —hubo un chillido y lo próximo que Luhan sabía era que Jackson trataba de dejarlo sin aire.

— Jackson, no puedo…

— Oh, perdón, perdón —sonrió divinamente—. Fue tan sólo que me emocioné demasiado al verte aquí.

Luhan sonrió felizmente al ver a su amigo, por lo menos en ese momento sabía que no estaría ahí completamente solo en ese lugar desconocido.

— ¿Por qué nunca me dijiste que también tú vendrías a este instituto? —preguntó emocionado.

Jackson se tensó tras la pregunta que Luhan le había hecho pero no era como que pudiera decirle que su jefe había movido sus influencias para tenerlo ahí solamente para cuidar del castaño porque para Lay era importante.

— Bu-bueno ta-tal vez lo olvide —balbuceó nervioso—. Sí, Eso debió ser —afirmó algo más seguro ya.

Luhan simplemente rio ante eso y asintió porque él sabía ya lo descuidado que su amigo podía ser. Él le sonrió más ampliamente y antes de poder decir nada se vio arrastrado por Jackson para así poder conocer mejor la escuela, no opuso resistencia alguna y simplemente se dejó hacer con la esperanza de encontrar su salón de clases antes de que el timbre sonara.

Caminaron un rato, Jackson seguía tomándolo del brazo y no paraba de hablar de lo maravillosa que era la escuela aún a pesar de haber lúcido algo decepcionado al descubrir que no estaban en el mismo salón de clases. Sin embargo, Jackson parecía recuperarse muy rápido y su emoción seguía siendo igual de grande.

Demostrándolo muy bien cuando lo tomó de las manos y comenzó a dar vueltas con él diciéndole lo genial que era ese lugar. Ambos rieron por eso antes de que Jackson lo soltara y él trastabillara hacia atrás en un intento por no caerse y chocando con alguna persona en el proceso.

— Lo siento mucho, fue un accidente —se apresuró a decirle al chico peli-plata que lo miraba de forma extraña.

El desconocido esbozó una sonrisa un tanto inquietante mientras continuaba mirándolo fijamente pero no alcanzó a quejarse sobre ello realmente debido al repentino alboroto que comenzó en el lugar. Miró en la misma dirección en la que todos parecían mirar y se paralizó ahí en menos de una fracción de segundo.

« BÇŽobèi Lù… »

El recuerdo de la imagen de un pequeño pelinegro con la sonrisa de un ángel y que antes lo miraba como si fuera la mejor persona del mundo, lo golpeó fuerte y casi lo hizo ahogarse con su propia respiración. Aunque ya sabía que Sehun ya no era ese niño y que por mucho que su cabello hubiera regresado a su color natural, seguía sin cambiar nada realmente.

Porque él continuaba distanciado e ignorándolo, era con Chanyeol y con Cherry con los que se encontraba sonriendo mientras que él simplemente podía observar desde lejos.

— ¿Lulu? —oyó decir a Jackson tan pronto como dio la vuelta.

El chico de antes lo observaba entre atónito y un tanto disgustado pero no se quedó a averiguar nada sobre eso. Ya sabía hacia dónde dirigirse y no quedaba mucho antes de que la primera clase iniciara realmente, por lo que simplemente se adentró a su salón de clases y ocupó cualquier lugar vacío.

Miró alrededor sin mucho interés, notando que casi todos ahí parecían conocerse y se sintió algo fuera de lugar, era como si no encajara en ese sintió, como si no debiera estar ahí en primer lugar o como si fuera invisible para todos, sobre todo parecía serlo para él.

Nuevamente los murmullos comenzaron y él maldijo por lo bajo al ver entrar a Chanyeol, Sehun y Cherry. En ese momento deseó que Jackson estuviera ahí para por lo menos no sentirse tan solo y mucho menos sentir que su presencia era tan irrelevante para Sehun que parecía invisible. Obligándose a sentirse menos estúpido, solitario e incluso desviando la mirada casi de inmediato cuando vio a Cherry abrazarse a Sehun.

Algo no estaba bien con él esa mañana, su estómago se revolvió de repente y decidió entonces que ignorar a todos a su alrededor a partir de ese punto era lo mejor para hacer. Captando apenas el preciso momento en que las sillas tras su escritorio se movieron, anunciándole que esos sitios estaban siendo ocupados.

Un hombre con el ceño fruncido y un traje verde entró al salón y comenzó a presentarse como su profesor de álgebra. Comenzando a escribir algo sobre el pisaron a lo que pedía que pusieran mucha atención o estarían en graves problemas durante las evaluaciones.

— Este año hay chicos realmente interesantes —escuchó Luhan decir a una chica que ocupaba el asiento detrás del suyo y frunció el ceño.

— Claro, si tú lo dices —habló con desinterés un chico.

— Creo que alguien hoy vino de malas —se burló una segunda voz femenina.

— ¿Es eso? ¿Te usaron mal anoche, cariño? —inquirió divertida la tercera voz femenina.

— Váyanse a la mierda, zorras —masculló el chico y aunque Luhan no los veía porque estaba tratando de poner atención al profesor, igual frunció un poco más el ceño por lo poco educado de ese chico.

— Como sea, este año te recuerdo que te toca a ti cumplir con el reto —le recordó la voz femenina N°1.

— Oh, es verdad —farfulló el fastidiado chico—. ¿De qué se tratara esta vez? —preguntó.

— Mmm… veamos, ¿qué podría ser? —murmuró la voz N°2.

— ¡Lo tengo! —celebró la voz N°1.

— ¡Genial! ¿Qué será? —preguntó voz N°3 y para ese punto, Luhan estaba nada de volverse y gritarles que se callaran.

— Hoy, durante la hora del almuerzo —comenzó voz N°1—, vas a cantar y bailar una canción, la que tú quieras —explicó.

— ¿Eso es todo?, me decepcionas Fay, creí que tenías más imaginación que eso —bufó.

— ¡Hey! —se quejó la chica que, ahora sabía, se llamaba  Fay—. No he terminado de  hablar —farfullo—. Como decía, cantaras y bailaras una canción frente a todos y, para finalizar el acto deberás besar al dios del sexo que vimos apenas llegamos al salón —finalizó.

— De acuerdo, aceptó el reto  —respondió tranquilamente.

Luhan abrió los ojos como platos tras escuchar aquello, se hubiera girado a mirarlo con incredulidad pero no quería quedar como un entrometido, por lo que no lo hizo. Las siguientes clases, sin embargo, fueron mucho más tranquilas considerando que el chico que había estado hablando durante la primera clase se marchó tan pronto esta terminó y no volvió a saber de él hasta que la hora del almuerzo llegó.

Al principio no supo que era él porque en realidad antes no había prestado mucha atención a su rostro y tal vez no hubiese sabido nunca que se trataba de él de no ser porque lo escuchó reclamándoles a tres chicas sobre su retraso.

Intercambiaron miradas apenas una fracción de segundos, el peli-plata lo miró como si no valiera nada y por alguna razón a Luhan le resultó familiar esa cara aniñada y eso ojos delineados, pero no tenía nada que ver con el hecho de esa misma mañana hubiese chocado con él por accidente.

Al final no quiso pensar mucho en ello y ocupó una mesa en compañía de Jackson que no dejaba de decirle lo genial que era la escuela y lo solo que se había sentido sin él durante las primeras clases.

Una sonrisa fue esbozada por sus labios como para decirle a su amigo que estaba escuchándolo cuando en realidad su atención estaba completamente puesta en el chico pelinegro tres mesas adelante que sonreía ladino mientras Chanyeol tenía fruncido el ceño. Cherry estaba riendo con ganas mientras se abrazaba al brazo izquierdo de Sehun y algo de eso le resultó incomodo igual que todas las veces anteriores que lo había visto.

— ¿Y?, ¿qué estás esperando? —escuchó la voz de Fay nuevamente.

— Paciencia, querida —habló el peli-plata—. Deja por lo menos que termine de comer —bufó.

— Dios, no puedo creer que estés comiendo esa basura, sabes cuantas calorías tiene esa cosa —masculló chica N°2.

— Me importa exactamente la extensión del pene inservible de tu novio y como la tiene pequeñita ahora sabes que me importa muy poco—respondió haciendo reír a las otras dos y por lo desagradable que se oía, seguramente estaba hablando con la boca llena.

— Eres un pendejo —farfulló ella.

— Me importa lo mismo de hace rato.

— No voy a negar que me has hecho el día con ese comentario pero Yuna tiene razón, engordaras con esa hamburguesa y así ningún chico va a quererte después —habló la todavía desconocida chica N°3.

— Creo que a ustedes se les olvida que sigo siendo un chico y que no tengo la necesidad de estar preocupándome por mi peso como una chica obsesionada, además quien me quiera lo hará con todo y mi gordo culo —afirmó haciendo suspirara a las tres chicas.

— ¿Cómo sea? —bufó Fay—. ¿A qué hora empieza el show?

— En cuanto el chico que maneja los altavoces de la escuela me dé la señal —explicó calmadamente.

— ¿Realmente conseguiste convencerlo de ayudarte? ¿Cómo? —inquirió una muy sorprendida Yuna.

— Le prometí una cita —respondió tranquilamente y sus amigas rieron como si esa simple declaración significará mucho más.

— Pues creo que no estaba muy convencido, porque no veo nada —se burló Fay.

— Te equivocas —aseguró, poniéndose de pie—. Es hora del show —anunció.

Luhan lo vio pasar a su lado y pararse justo en el centro de lugar, siendo ignorado por todos en un principio hasta que elevó la voz y gritó como loco.

— ¡Qué empiece la fiesta, todos síganme!

La música empezó con fuerza y de sus labios comenzó a salir cada palabra. Todos lo miraban como si estuviera loco mientras comenzaba a cantar una canción que nadie conocía aparentemente.

— Hey baby (baby), montre moi ton corps de rve. Qui fait kiffer tous les bandits (bandits). Quand tu bouges ton body. Tout le monde te regarde et applaudit. Tes belle et sexy. Bomba dans la party —comenzó cantar con fuerza.

— ¿Qué está haciendo? —preguntó confundida una de sus amigas.

— Bombastick I like your bombastick hey ho. Bombastick je veux ton bombastick hey ho. ¡Todos conmigo! —gritó mientras hacia algún extraño baile que todo el mundo miraba con mucha confusión.

Luhan sintió incluso vergüenza ajena de toda la situación con solo verlo.

— ¡Manos arriba todo mundo! —ordenó.

Pero en esa ocasión y en lugar de ser cruelmente ignorado, un par de chicas comenzaron a aplaudir y vitorear al chico que bailaba pareciendo un loco.

Poco a poco los demás alumnos comenzaron a alentarlo e incluso hubo unos cuantos que se unieron en el centro de la improvisada pista de baila.

— ¿Qué demonios? ¿Por qué los profesores no lo detienen? —inquirió un confundido Jackson.

— Hey baby, baby, montre moi ton corps de rve. Qui fait kiffer tous les bandits, bandits. Quand tu bouges ton body. Tout le monde te regarde et applaudit. Tes belle et sexy. Bomba dans la party —cantó mientras avanzaba y subía a la mesa que Sehun y sus amigos ocupaban—. ¡Canten conmigo! —pidió y la respuesta fue muy positiva.

La canción casi no tenía nada de letra y era más bien pura música, él bailaba de forma realmente extraña pero todos estaban vitoreándolo. Todos menos él, Sehun que lucía como si fuese a matarlo, Chanyeol que lo miraba boquiabierto mientras bailaba sobre la mesa y Cherry que se encontraba completamente roja luego de que el coqueto chico le guiñara traviesamente.

— ¡Byun Baekhyun! ¡Byun Baekhyun! —gritaban sus amigas y todos los demás, animándolo más y más.

— ¡Estamos en la recta final, canten conmigo! —exclamó y todos gritaron de emoción—. ¡Bombastick I like your bombastick hey ho. Bombastick je veux ton bombastick hey ho! —gritó la ultimas partes de la canción y finalmente todo terminó.

Todos a su alrededor explotaron en aplausos y gritos mientras miraban atentamente como el pequeño peli-plata se dejaba caer sentado sobre la mesa que había invadido quedando frente a frente al pelinegro.

— Disculpa la invasión y el escándalo, chico sexy —dijo y segundos después todos miraban con sorpresa y horror como los labios del chico chocaban con la boca del pelinegro.

Sehun y todos se encontraban en estado de shock incluso cuando el peli-plata bajó de la mesa con una sonrisa arrogante en los labios. Algo se acumuló dentro del pecho de Luhan tras todo aquel espectáculo, sus puños se apretaron con fuerza y, justo en el momento que el chico pasaba junto a su mesa, su mano alcanzó la muñeca ajena.

— ¿Qué se supone que estás haciendo? —masculló entre dientes, luego de la acción del castaño.

— Discúlpate —ordenó, mirándolo con tanto enojo que por un momento el otro pareció aturdido.

— ¿De qué mierda hablas? —gruñó—. ¡Suéltame en este mismo instante! —exigió.

— Las personas no son objetos que puedas usar para juegos estúpidos. ¡Discúlpate ahora! —exclamó.

— ¡¿Quién mierda eres tú para darme órdenes?! ¡¿Qué no sabes quién soy yo?! —elevó la voz totalmente furioso.

— ¡Me importa un demonio quien seas! ¡Vas a disculparte con él! —sentenció.

— ¡Jódete! —le gritó a la cara y le dio un leve empujón.

Luhan gruñó por lo bajo y sin dudarlo le devolvió al chico la agresión, enviándolo al suelo.

— ¡Baekhyun! —chillaron escandalizadas sus amigas.

— ¡Voy a matarte! —gritó iracundo el peli-plata y sé puso de pie.

— ¡Pelea! —gritó un chico al fondo del lugar.

Obligando a reaccionar a todos los que miraban atónitos aquella escena donde aquel niño tonto se atrevía a meterse con la persona equivocada y en menos de una fracción de segundos ambos eran rodeados por eufóricos espectadores con ganas de ver morir a Luhan e impidiendo el paso a cualquiera que tratará de intervenir, de todos, menos de Jackson que en realidad poco era lo que podía hacer él solo.

— ¡Baekhyun, retrocede! —dijo Jackson, sujetando al chico para evitar su avance y al mismo tiempo el de Luhan.

— ¡Discúlpate! —repitió.

— ¡Basta, Luhan! —ordenó el chino.

— ¡No sabes con quién te has  metido! ¡Haré que te despellejen y te alimenten con tu propia piel! —chilló histérico.

— ¡Vete al diablo! ¡No te tengo miedo, imbécil!

— ¡Luhan! —gritó una voz entre la multitud.

— ¡Te arrepentirás! —ladró el iracundo chico.

Consiguiendo sacar a Jackson del camino y lanzándose hacia Luhan en un intento de golpearlo, resultando inútil al final luego de que alguien lo levantará del suelo sin esfuerzo alguno.

— Nada de eso, niño bonito —habló a quien Luhan apenas pudo reconocer como Chanyeol antes de ser sacado casi a rastras de entre la multitud.

— ¡Bájame ahora! —logró escuchar gritar a quien entonces sabía se llamaba Baekhyun.

No pudo ver nada más de la escena entre tanto era llevado en contra de su voluntad y entonces algo le dijo que si Chanyeol había intervenido eso quería decir que probablemente Sehun era quien lo había sacado de ahí.

Fue con ese pensamiento llevó la mirada hacia la persona que lo había tomado por la camisa  y prácticamente lo arrastraba lejos, fue con la esperanza de ver a Sehun pero en su lugar vio la espalda de Jackson, y eso no sólo lo hizo sentir decepcionado sino también como un desgraciado al sentirse así por verlo a él que obviamente solamente quería protegerlo.

— ¡¿En qué demonios estabas pensado ahí dentro?! —exclamó enojado el pelinegro—. ¡¿Por qué hiciste eso?!

— Alguien tenía que poner a ese chico en su lugar, las personas no son juguetes con las que puedes ir haciendo apuestas —sentenció igual de molesto pero sin levantar la voz, ya demasiado le había hecho a Jackson como para además gritarle.

— ¡¿Estás loco?! —soltó casi histérico—. ¡¿Tienes una idea de lo estúpido que es ir contra ese sujeto?! ¡Él no es cualquiera!

— No me importa —sentenció.

— Luhan —habló, peinándose el cabello visiblemente nervioso—, ese tipo te puede traer muchos problemas, así que simplemente no te metas con él y mucho menos por una tontería como aquella —suplicó.

— ¡No, no voy a dejar que él se meta de esa forma con Sehun únicamente porque tiene dinero!

— ¡El maldito idiota se puede defender solo! —gritó furioso—. ¡Es más alto y fuerte, Luhan! ¡Pudo haberlo detenido si hubiera querido!

Luhan se quedó sin nada que decir en ese momento porque sabía que Jackson tenía razón a final de cuentas. Sin embargo, todo aquello simplemente había pasado, había sucedido como algo inevitable, ni siquiera se había puesto a pensar si era buena idea o no.

— Pe-pero él…

— ¡Basta! —sentenció—. Tan sólo olvidado Luhan, has lo que tú quieras —dijo con enojo, dándose la media vuelta para alejarse con prisa.

Luhan no se movió de su lugar o trató de detenerlo, ¿podía mejorar en algo si lo hacía de todos modos?

Sabía que no mejoraría nada y que Jackson tampoco iba a escucharlo en ese momento y tampoco él tenía una respuesta para darle de todos modos, porque ni siquiera él sabía que era lo que había pasado minutos atrás.

Su vista viajó entre el camino que había seguido su amigo y el que iba hacia la cafetería sin estar seguro de a dónde ir.

— ¿Qué hago? —murmuró confundido.

***

— ¡Suéltame ahora mismo! —exigía el histérico chico peli-plata.

Chanyeol únicamente podía fruncir el ceño ante lo molesto de la voz ajena. Aunque debía reconocer que el chico tenía mucha energía si todavía seguía retorciéndose y gritando como loco luego de varios minutos de haberlo sacado de la cafetería y comenzar a llevarlo lejos.

— ¡Vas a arrepentirte por tu atrevimiento! ¡Haré que desees nunca haber nacido! —amenazó.

Chanyeol gruñó tras la amenaza y, luego de largos minutos de tener que escuchar su fastidiosa voz, tiró de su brazo y lo empujó a la pared más cercana, parándose firmemente frente a él para impedirle el paso. Sus ojos fueron directos a los orbes ajenos que no hacían más que destilar odio hacia su persona.

Era tan pequeño y bonito que no sabía dónde era que le cabía tanto enojo. Una sonrisa ladina se dibujó en sus labios mientras lo miraba y eso pareció enfurecerlo más puesto que empezó a empujarlo aunque no lo movió en absoluto.

— ¡Date por muerto, imbécil! —rugió.

Chanyeol se rio con ganas de las amenazas ajenas pero no pudo llegar a responderlas luego de que alguien tocara su hombro, indicándole que se hiciera a un lado y le dio una última sonrisita al peli-plata para dejarle el camino libre a Sehun.

— ¿De qué demonios se supone que se trata esto? ¿No puedes conmigo tú solo? —soltó burlón.

El pelirrojo lo miró sin interés lo cual únicamente lo enojó más, una nueva explosión venía en camino pero antes de conseguir volver a gritarle. La mano del pelinegro alcanzó su rostro, haciendo una dolorosa presión y evitando así que de su boca saliera cualquier cosa.

— Cállate —gruñó, mirándolo con tanto desprecio y asco como nunca nadie lo había mirado.

Intentó alejarlo y en su lugar la presión únicamente aumentó más y aun así, su mirada seguía siendo feroz, aunque sabía que llevaba las de perder.

— Pon atención, niño bonito —advirtió—. Mantente lejos de Luhan o te haré pedazos, ¿entendiste?

— ¡Jódete, imbécil de mierda! —lo empujó, realmente furioso—. ¡A mí nadie me amenaza y no vas a compensar tú, becado insignificante! —rugió.

— Te recomiendo medir tu tono de voz conmigo porque si yo quiero te doy la paliza de tu vida aquí y ahora —aseguró seriamente.

— Hazlo —lo retó—, veremos que tiene que decir el director al respecto, así que mucha suerte con eso, idiota —sonrió ladino.

Sehun se rio justo en su cara antes de empuñar con fuerza el bonito cabello del irritante mocoso. Escuchando con satisfacción un quejido de su parte.

— ¿El director, dices? —soltó burlón—. ¿Te has preguntado acaso la razón por la que siquiera me dejaron cruzar la puerta? —sonrió con malicia—. Ese imbécil no hará nada por ti si se trata de mí.

El peli-plata ni se inmutó por la declaración, su mirada seguía siendo de arrogancia y desprecio a pesar de la situación en la que se hallaba.

— A ese cerdo pedófilo le importará una mierda cualquier tipo de amenaza que tengas sobre él si yo estoy involucrado —dijo con voz triunfal—. No me conoces, patético aspirante a delincuente. Yo puedo destruirte con solamente una palabra, por lo que yo que tú, reconsideraría tu actuar, porque yo nunca perdono una humillación como esta ni como la que ese niñito castaño se atrevió a hacerme —advirtió.

— No me retes pequeña basura, porque a mí no me importa ni quien eres, ni el poder que tengas y mucho menos cuánto dinero posee tu familia —gruñó y Baekhyun vio su mundo darle vueltas luego de que su cabeza chocara contra el concreto al ser su cabello tirado con mucha más fuerza—. Seas quien seas, voy a hacer tu vida un infierno si te metes con Luhan, ¿quedó claro?

El peli-plata no dio respuesta negativa y mucho menos positiva, sino que simplemente se quedó mirando seriamente al pelinegro hasta que el inconfundible sonido de la campana hizo al más alto retroceder y ordenarle a su amigo marcharse finalmente, dejando ahí al otro; molesto y curioso.

Se quedó un momento ahí solamente para al final decidir comenzar a caminar con dirección a la parte trasera de la escuela donde se encontró con su grupo de amigas, las cuales charlaban y se reían como si nada.

— Oh, chicas, que bueno que las tres están bien. Me quedé muy preocupado luego del incidente de la cafetería, ya saben... ¡luego de que se quedaran como un trío de estúpidas sin hacer nada mientras era arrastrado a quien sabe dónde! —masculló entre dientes, llamando la atención de las otras chicas.

— Oh, volviste —dijo sonriente una de ellas.

— Vete a la mierda Fay —farfulló, sentándose a su lado.

— Entonces… —comenzó Yuna, que estaba tomándose su tiempo con el lápiz labial—, ¿qué querían el Dios del sexo y su delicioso mejor amigo? —preguntó sin quitar sus ojos del espejo frente a ella.

— Amenazarme —respondió como si nada.

— Mm, para ser tan guapo no es muy inteligente que digamos —murmuró.

— Algo así —resopló.

— ¿Y qué les harás? —preguntó muy interesada la tercera de sus amigas que hasta ese momento no había opinado mucho ese día.

— ¿A quiénes? —interrogó,  fingiendo que no sabía de lo que ella le hablaba.

— A los chicos de la cafetería, obviamente —bufó—. Ya sabes, el castaño insolente y el Dios del sexo.

— Oh, ellos —sonrió al ver la irritación de su curiosa amiga—. No les haré nada.

— ¡¿Qué?! —chillaron al mismo tiempo las tres.

— Lo que escucharon, no les voy a hacer nada —repitió.

— ¡Pero tú nunca dejas pasar estas situaciones! ¡Nunca! —chilló Fay.

— Fay tiene razón, hace un año hiciste que le dieran una paliza a aquel chico de la escuela porque te miraba feo —le recordó Yuna.

— Eso fue diferente —aseguró.

— ¿No será que si te dio miedo la amenaza de ese chico? —soltó la tercera chica con una sonrisa ladina.

— Para nada HyoJin —bufó—. Yo podría aplastar a cualquiera de los dos si lo deseo pero no le haría nada a mi próximo novio —explicó con una amplia sonrisa.

— ¡¿Próximo novio?! —volvieron a gritar las tres al unísono y él únicamente resopló.

— Sí. ¿Acaso son sordas aparte de traidoras? —bufó.

— Bueno, debo admitir que tienes excelente gusto, porque sin duda ese chico pelinegro es una delicia —dijo HyoJin con una sonrisa traviesa y Baekhyun le dio una mirada de disgusto.

— ¡No es justo! —lloriqueó Fay—. Yo planeaba invitarlo a salir —murmuró molesta y Baekhyun frunció el ceño.

— Pues te jodes, cariño —se burló Yuna—. Bien sabes que si Baekhyun pone sus ojos en él, tú te debes alejar —rio.

— ¿Se puede saber quién mierda les dijo a ustedes que yo me refería al niño becado? —inquirió molesto.

Las tres lo miraron sorprendidas para luego mirarse entre ellas con completa confusión, porque conocían perfectamente a Baekhyun y solamente ese chico era quien encajaba en sus gustos.

— ¿No es él? —preguntó una confundida Fay.

— Absolutamente no planeo salir con ese idiota o con su sexy pero estúpido amigo —sentenció.

— ¿A quién te referías entonces? —interrogó Yuna.

— Espera un segundo, no estarás…

— Por supuesto que se trata del chico castaño que me enfrento en la cafetería —soltó con emoción.

— ¡¿Qué?! —gritaron.

— ¿Qué carajos tiene de sorprendente eso? —preguntó irritado.

— ¡Todo! —exclamó Fay.

— Baekhyun, esto es simplemente raro, ese chico no es ni de cerca el tipo de hombres con los que acostumbras salir —afirmó HyoJin.

— Lo sé —aseguró completamente emocionado.

— ¿Te has  vuelto loco o qué?—inquirió Yuna—. Tan sólo observa bien como luce ese chico, es… ¡Esto simplemente no funcionará!

— ¿Por qué no? —frunció el ceño.

— ¡Porque a kilómetros se nota que su relación será la cosa más extraña del mundo! —chilló Fay.

— Baekhyun tan sólo preguntaré quien será el dominante en esa relación —pidió Yuna.

— Yo naturalmente —declaró como si nada.

Las chicas lo observaron como si de la nada se hubiese convertido en el ser más extraño del planeta Tierra y él únicamente resopló ante ello.

— Para su información, trío de muñecas fracasadas, que  yo prefiera generalmente ser el pasivo y no el activo, no significa que no lo he intentado o que no sé de qué va todo. Yo he experimentado con ello, estúpidas.

— Pero…

— Miren, me importa un demonios su opinión sobre esto, acostúmbrense si o si a que esto pasara, por lo que cállense y punto —sentenció—. No necesito su puta opinión sobre esto simplemente porque yo estoy decidido y ese chico es perfecto; es guapo, inteligente, tiene la voz de un ángel, ya me demostró que no teme enfrentarme y que  es protector, además de obviamente ese genial plus de que obviamente es virgen —sonrió con malicia—. Es simplemente lo que busco y no dejaré pasar la oportunidad, por lo que su único trabajo de ahora en adelante es simplemente alejar a ese imbécil pelinegro de mi chico porque de lo contrario pueden darse por destruidas. ¿Les quedo claro?

Las tres asistieron frenéticamente y Baekhyun sonrió satisfecho.

— ¿Y qué hay de chico que se llevó a tu chico durante el alboroto? —preguntó HyoJin.

— Oh, Jackson no es un problema —aseguró sonriente—. Él este atado de manos mientras yo esté en el juego.

— Entendido, déjalo en nuestras manos entonces —dijo una sonriente Yuna.

— Genial. Ahora, si me disculpan, iré con el cerdo del director para que me diga todo lo que sabe sobre mi próximo novio —dijo tranquilamente y se alejó sin mirar a las chicas tras él.

***

Al final del día nada se resolvió entre Jackson y Luhan, él no volvió a dirigirle la palabra al castaño y había huido tan pronto como había escuchado la campana que marcaba el final de clases.

También había llamado a su prima y al señor Li para decirles que no iba a  poder ir ese día al restaurante por un llamado de su otro jefe y aunque solamente había mentido en partes —porque definitivamente en ese momento se encontraba en la oficina de Suho—, en ese momento estaba deseando estar en cualquier otro lado.

— Perdón, pero alguien debía pagar por lo sucedido —le dijo el peli-plata cuando sus miradas se cruzaron.

Jackson pensó en responderle, sin embrago, un nuevo golpe lo dejó lo suficientemente aturdido como para olvidarse que estaba ahí siendo castigado únicamente porque ese niño rico no soportaba ser enfrentado.

— Ya es suficiente —habló finalmente Suho e inmediatamente Kai se retiró—. ¿Estás feliz ahora? —le gruñó al menor.

— No es lo que esperaba pero estoy satisfecho —sonrió.

Tanto Suho como Jackson le lanzaron una mirada de puro desprecio y él únicamente se rio de sus expresiones. Jackson algunas veces se preguntaba cómo era que ese  niño continuaba con vida, porque él estaba completamente seguro de que sacaba de sus casillas incluso a su protector.

— Como sea —suspiró dramáticamente el malcriado chiquillo—, ahora únicamente necesito algo más —sonrió con malicia y aun cuando sentía dolor hasta para respirar, Jackson le dio una mala mirada—. Dime todo lo que sepas de Luhan —ordenó.

— No —masculló entre dientes.

Los otros ocupantes de la habitación lo observaron con la sorpresa dibujada en sus rostros, era como si de la nada le hubiese crecido una segunda cabeza y debía ser tan extraño como eso porque aunque no lo soportaba, sabía de la posición en la que Baekhyun se hallaba y nunca le había dicho un no.

— ¿Disculpa? —soltó el irritado chico.

— Dije que no —repitió con firmeza—. Tengo como misión proteger a Luhan de cualquier cosa y eso te incluye, así que no voy a permitir que le toques ni uno solo de sus cabellos únicamente porque no aceptas que te digan las cosas a la cara.

Baekhyun apretó los labios en una rígida línea recta tras la respuesta dada por el chico y escuchó claramente el gruñido de Suho desde detrás de él pero se adelantó.

— Yo no te pido la información para dañarlo, sería incapaz —afirmó.

— No soy estúpido, definitivamente no voy a creer…

— ¡No lo lastimado nunca! —exclamó exasperado—. ¡¿Qué clase de loco dañaría al chico que será su novio dentro de poco?!

En cuanto soltó la bomba las expresiones ajenas eran las mismas que las de las chicas con las que siempre andaba.

— ¡¿Por qué todos me miran como si estuviera confesando un homicidio?! —chilló fastidiado.

— ¿Hablas realmente enserio? —preguntó un, evidentemente, impactado Suho.

— Por supuesto que sí —bufó.

— Vaya, pensé que tenías mejores gustos —murmuró.

— ¡¿Qué se supone que eso significa?! —exclamó ofendido—. ¡Por supuesto que tengo buen gusto! ¡Hannie es precioso! —sentenció.

— ¿Hannie? —inquirió un confundido Kai.

— Va a ser mi novio, así que debo de comenzar a llamarlo de formas lindas —explicó sonriente.

— ¡Eso no pasara! —sentenció Jackson para seguidamente quejarse de dolor.

— Tú te callas y dame la información que te pido —ordenó.

— Dije que no.

— ¡JunMyeon! —lloriqueó.

— Sí Jackson no quiere no lo obligare —respondió tranquilamente, disfrutando en secreto de ver al jodido mocoso tan irritado.

— Pero sí él no habla yo no podré acercarme a Luhan para conquistarlo —insistió pero Suho simplemente fingió leer un documento cualquiera que había tomado de su escritorio. Bien, cambio de táctica—. Mira, Suho —comenzó—, comprendo perfectamente que esto sea difícil para ti puesto que sí Luhan y yo comenzamos a salir, ya no vendré tan seguido por aquí y…

— Dale toda la información  que requiera, Jackson, es una orden —dijo tan rápido que Baekhyun se sintió completamente ofendido.

— ¡No! —exclamó desafiante.

— Oh, vamos —bufó—, Baekhyun será el mejor partido que ese niño nunca tendrá, Tan sólo míralo —lo señaló—; es atractivo, tiene dinero y está lleno de muchos talentos. Es la mejor oferta que ese chico tendrá en su vida —aseguró Suho.

— Vaya, no sé si sentirme halagado por todo lo que acabas de decir o enojarme por lo duro que estás luchando por deshacerse de  mí —habló Baekhyun, mirándolo con ojos entre cerrados.

— Tan sólo cierra la puta boca o lo joderás todo —farfulló—. Jackson, dile todo —volvió a repetir su orden.

— ¡No lo haré! ¡Luhan no es gay en primer lugar! —sentenció.

— ¡Ja!, pues ve a decirle eso a la forma en la que el tal Sehun se lo folla con la mirada y a las seguramente muchas fantasías sexuales que Luhan debe tener con él —bufó.

— ¡Cállate! —gritó furioso el chino.

Baekhyun le dio una mirada gélida y Jackson ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar antes de golpear contras el duro suelo y sentir una dolorosa presión en su espalda. Kai se encontraba inmovilizándolo, su rodilla estaba clavada en la espalda de Jackson y un gemido de dolor brotó de sus labios luego de que su brazo fue colocado en un doloroso ángulo tras su espalda.

Era la regla y lo sabía…

Absolutamente nadie le podía gritar a ese niño, siendo Suho la única excepción a la regla y únicamente porque era Baekhyun quien así lo permitía.

— Nadie me alza la voz a mí —dijo fríamente—. Estás agotando mi paciencia, Jackson, así que te recomiendo de una buena vez hablar porque, lo quieras o no, voy a tener a Luhan —dictaminó.

— Basta, Baekhyun, estás armando un gran escándalo por un niño insignificante —habló Suho.

— ¡Él no es insignificante! —exclamó—. Para tú información, Luhan es atractivo, su sonrisa  es bellísima, debe ser muy inteligente si está en mi Instituto, canta como los ángeles, no es un cobarde como ustedes a la hora de enfrentarme y además tiene ese deseable cuerpo que sin duda será mío —aseguró con arrogancia.

— Sí tú lo dices —farfulló, poniendo rodando los ojos.

— Por supuesto que tengo razón. Además, un imbécil con gustos tan básicos no debería criticar —se burló.

— ¿Qué se supone que insinúas? —gruñó.

— Que deberías cerrar la boca respecto a Luhan cuando obviamente Yixing tampoco es el extraordinario chico del que tanto alardeas —sonrió ladino.

— De verdad que eres imbécil —rio mordaz—. Mi Yixing es muy superior a ese niño estúpido en todo sentido.

—Mmm, pues a mí no me parece tan deseable —se encogió de hombros.

— Eso será porque tu diminuto cerebro no está capacitado para apreciar todo lo perfecto y sensual que Yixing es —afirmó arrogantemente.

— Vaya —sonrió de forma astuta—, alardeas de él como si te lo estuvieras llevando a la cama.

— ¿Y qué si lo hago?

— ¡Lo sabía! —chilló escandalosamente y lo apuntó con unos de sus insolentes dedos.

— ¡Basta! —intervino Kai ya irritado—. Tú —apuntó hacia Baekhyun—, deja de manipular a la gente para darle rienda a tus retorcidos pensamiento, y tú —señaló a Suho—, deja de insinuar que te follas a nuestro hermano menor o yo mismo le contaré para que te arranque el pene y lo meta por donde tú ya sabes —gruñó.

Suho bufó y Baekhyun estaba a punto de protestar, siendo interrumpido únicamente por la puerta que se abría lentamente, para que después alguien asomara la cabeza. Provocándole a Baekhyun un ceño fruncido y a Suho una expresión de sorpresa.

El chico miró a todos dentro de la habitación, provocando que Kai soltara a Jackson como si él hubiera estado en llamas y le dio una sonrisa algo apenada al chico.

Baekhyun aprovechó todo eso para observar atentamente al otro. Sí, seguía creyendo que el tipo no era la deidad terrenal que Suho casi decía que era pero ya mirándolo más de cerca, Baekhyun debía admitir que él chico era realmente atractivo.

— ¿Están ocupados? —preguntó, evidenciando su incomodidad en su tono de voz.

— En absoluto, puedes pasar Yixing —respondió Suho, hablándole con tanta ternura que Baekhyun pensó en vomitar.

El chico entre dubitativo y al pasar junto a Jackson se detuvo para tenderle la mano al chico que se hallaba en el suelo tratando de no fingir que estaba adolorido.

— ¿Estás bien? —preguntó con preocupación cuando él tomó su mano.

— Él está bien —respondió Suho, sin dejarle oportunidad al joven chino para hacerlo—. Únicamente recibió un castigo por no cumplir con su trabajo —explicó como si aquello fuera cualquier cosa.

Baekhyun resopló en parte por ver el ceño fruncido del chico y en parte por lo estúpido que Suho era al ponerse evidentemente celoso por algo así de tonto.

— ¿Jackson? —Lay se dirigió en esa ocasión al joven, como si la palabra de Suho no valiera en lo absoluto.

— Jackson tiene la importante tarea de proteger a alguien y falló —añadió Kai.

La expresión de Lay continuó siendo reprobatoria pero en esa ocasión su mirada acusadora fue lanzada en dirección al chico peli-plata que lo veía con fastidio.

— Oh, ten por seguro que esto nada tiene que ver conmigo —aseguró Baekhyun—. Yo no necesito a Jackson en lo absoluto cuando tengo un montón de hombre listos para saltar frente a mí y recibir por mí unas cuantas balas o hasta un misil —soltó con arrogancia.

— Muy interesante —comentó con desagrado el joven chino.

— Lo sé —se encogió de hombros—. Mi equipo de seguridad es mucho más profesional, tan profesional que tanto Suho como Kai son parte de los hombres que recibirían una bala o misil por salvarme a mí.

Su intención con aquellas palabras había sido enojar al chico y vaya que lo había conseguido, había tanto desprecio en su mirada que por un mínimo segundo Baekhyun se sintió descolocado.

— Baekhyun —gruñó Suho por lo bajo.

— En fin —suspiró dramáticamente—, se hace tarde y debo irme. Te esperaré afuera para que trates este asunto y puedas llevarme a casa.

Eso fue lo último que él dijo antes de cruzar la puerta y desaparecer por completo. Los ojos de Lay fueron disparados hacia su hermano mayor y la sonrisa a medias con la cual había llegado, ya no estaba más.

— Vete a casa, Jackson —ordenó, debido a que nunca había sido fan de la idea de sus subordinados viendo sus peleas.

Jackson asintió y avanzó cojeando hacia la puerta. Kai alternó miradas entre Suho y Lay sin estar seguro de que hacer a continuación, pensó en dejarlos solos para que resolviera su asunto y con esa idea comenzó a andar hacia la puerta.

— Kai, tú te quedas aquí —sentenció Suho.

Era un cobarde, que lo maldijeran por ello pero no planeaba quedarse ahí escuchando cada palabra de odio que Lay le lanzará, por lo menos él solía medirse un poco más cuando Kai estaba presente.

— Entonces… —comenzó—, ¿qué trae por aquí a mi adorable hermanito? —preguntó, dándole a él la sonrisa más tierna y la mirada más cariñosa que poseía y le pertenecía por derecho a precioso ser frente a él.

El menor lo miró seriamente, sin embargo, no respondió de inmediato a su pregunta y únicamente puso una mochila sobre el escritorio del mayor ante la atenta y confusa mirada del mayor.

— Es mi parte del dinero del premio que ganamos el día del concurso.

— ¿Por qué me lo devuelves? —interrogó pero ya imaginaba la respuesta.

— Esa noche nosotros dimos nuestro mejor esfuerzo pero al final sé que no lo ganamos limpiamente, te conozco lo suficiente como para saber que únicamente fuiste y ordenaste que se nos concediera el premio porque yo estaba con ellos y, aunque por un lado no me estoy quejando ya que de esa forma pude ayudar a Sehun, eso no significa que  yo lo acepte por lo que te estoy devolviendo mi parte del premio —explicó.

— De acuerdo —asintió y únicamente para hacer feliz a Yixing, le dio una instrucción muda a Kai para que tomará la mochila—, pero debo decirte que no ganaron porque yo lo haya ordenado sino por su talento —mintió en parte.

— Lo creía de no ser porque Luhan participó —murmuró.

— Xing…

— Bueno, yo ya hice lo que tenía que hacer por lo que me marchó ya. Adiós —habló rápidamente para no escucharlo más.

— Espera —pidió justo cuando Yixing comenzaba a abrir la puerta—. ¿Por qué no te quedas a comer?, hace tiempo que tú y yo no charlamos, podemos ponernos al día —dijo con esa voz llena de ternura que Lay detestaba y adoraba, además de estar mirándolo suplicante.

— Tienes trabajo —le recordó, refiriéndose al tema de Baekhyun obviamente.

— Kai se hará cargo sin problemas y así podemos ir a donde tú quieras —aseguró.

— JunMyeon… —murmuró, anticipando su muy obvia negativa.

— Soy consciente que tú también debes estar muy ocupado pero no pasa nada si te tomas unos minutos para hablar conmigo —insistió.

— No es que no pueda, yo… no quiero estar cerca de ti —susurró.

El dolor reflejado en los ojos de Suho le fue tan intolerable que apenas vio en ellos. Se sintió estúpido por sentirse mal al causarle dolor a ese tipo que lo único que hacía era joderle la existencia, sin embargo, lo había adorado tanto antes que se maldecía por seguir todavía albergando algo de esos viejos sentimientos.

— Ya veo —musitó, su voz sonando realmente herida y haciéndolo sentirse todavía peor.

— Mira —comenzó a hablar el menor pero tan sólo su orgullo jamás le dejaría pedir perdón, no a ese hombre por lo menos—, con respecto a lo que pasó con Jackson —cambió el tema—. Sé que Jackson se metió a toda esta mierda por cuenta propia pero él es un buen chico, tiene un futuro por delante y también tiene a su prima que lo ama, es por eso que si todavía queda una pizca de conciencia en ti, te ruego que no le jodas eso.

— ¿Si que soy un monstruo para ti, no es verdad? ¿Tanto te estoy decepcionando? —preguntó dolido.

¿Se estaba haciendo la víctima? ¿Era enserio?

Aquello lo hizo enojar simplemente y entonces toda la mierda de culpabilidad no estaba ya.

— No, Suho —escupió entre dientes a sabiendas de lo mucho que su hermano odiaba que él lo llamase así—. Hace mucho que sé la clase de basura que eres, por lo yo sería un estúpido si todavía continuará teniendo alguna clase de expectativa sobre ti —esbozó una sonrisa mordaz tras decir aquello.

— ¡Lay! —rugió Kai, alcanzando su brazo y cerrando su mano dolorosamente en él.

Lay miró atónito a Kai, el hermano que jamás le levantaba la voz y siempre se mantenía al margen sobre todas sus confrontaciones. La irá brillaba en sus ojos y Lay no supo que hacer frente a eso.

— Retrocede Kai —ordenó Suho.

Lay miró en su dirección en ese momento y algo se quebró en su pecho cuando los ojos del mayor se clavaron en él, reflejando toda la tristeza que jamás había visto en nadie en su vida.

— Puedes marcharse ahora Yixing, yo iré a ponerme frente a las balas o tal vez un misil —murmuró al pasar justo a su lado y abandonar la habitación.

Por un instante el menor se quedó ahí pasmado, reaccionando apenas para correr a la puerta y pedirle a su hermano que se detuviera, quería decirle que lamentaba sus estúpidas palabras y que iría a donde él quisiera llevarlo si con eso arreglaba algo. Sin embargo…

JunMyeon ya se hallaba frente a ese chico de cabellos plateados, acomodando su abrigo en los delgados hombros del irritante chiquillo que se burló de él al mirarlo de reojo. Su cuidada y delicada mano se extendió en dirección a Suho, quien la tomó sin pensarlo, tirando bruscamente de ella para acercar el cuerpo ajeno, rodeando sus hombros con uno de sus brazos.

El niño rio ligeramente tras todo eso, mirando a Lay por encima del hombro cuando empezaron a caminar. Dejándolo ahí sin saber que hacer además de tragarse su rabia y ganas de gritar.

***

— ¡Estoy en casa! —anunció tan pronto cruzó la puerta, esperando una respuesta de sus padres pero en su lugar lo que obtuvo fue a su hermana mayor asomándose desde la cocina.

— Mamá y papá no llegan todavía —dijo sonriente.

— ¿Y Zhao gÄ“?

— En su habitación seguramente con sus cosas frikis —bufó.

Luhan esbozó una media sonrisa la escucharla decir aquello, ella lo miró curiosa puesto que no se había reído de su comentario como siempre solía hacer y  frunció el ceño.

— ¿Qué sucede? —le preguntó, cruzándose de brazos y dándole una mirada seria.

— Na…

— Atrévete a decir que no pasa nada, e iré hasta allá para patearte el trasero —advirtió.

Luhan la miró entre sorprendido y asustado, decidiéndose a hablar al darse cuenta que ella no bromeaba en absoluto. Sin embargo, la tomó de la mano para llevarla hasta la sala donde ambos tomaron asiento en el sofá más grande.

Ninguno dijo nada durante largos minutos en los que únicamente se mantuvieron sentados juntos mirando a la nada. YanYan comenzaba a impacientarse pero debía ser Luhan quien hablara.

— Estoy molesto y algo así como triste por algo que Jackson dijo —comenzó el menor.

— ¿Quién es Jackson? —preguntó su hermana mayor, con el ceño fruncido.

— YanYan jiÄ›jiÄ›, ya lo sabes —se quejó.

— No, estoy segura que no —afirmó, únicamente por el placer de molestarlo.

— Es mi amigo y compañero de trabajo, ya te lo presente —aseguró.

— Ah, el chico Wang —dijo sin interés—. Lo lamento, es sólo que tengo la tendencia a olvidar a la gente que no encuentro interesante —se encogió de hombros.

Luhan le dio una mirada reprobatoria por hablar así de su amigo pero no iba a retractarse porque de verdad que ese chico no le agradaba en absolutos; odiaba la forma en la que miraba a Luhan, es decir, ni siquiera terminaba de aceptar como Sehun miraba a Luhan y a él llevaba años conociéndolo. 

— Como sea —resopló la chica—, ¿qué fue lo que te dijo en todo caso?

— Básicamente… —hizo una mueca de malestar—, que Sehun no me necesita en lo absoluto —murmuró con evidente decepción.

— ¿Por qué carajos te dijo eso? —interrogó molesta y más que lista para salir a buscar al estúpido imbécil que se atrevía a poner esa expresión en Luhan.

— Fue por algo que pasó en la escuela —comenzó a explicar—, yo quise hacer por Sehun lo mismo que el siempre hace por mí, únicamente quería defenderlo pero… —apretó los puños y cerró los ojos con fuerza.

— ¿Pero?

— Jackson me tiró a la cara lo que yo ya sabía de ante mano —musitó apenas—. Él simplemente me recordó lo débil que en realidad soy y la mucha falta que no le hago a Sehun por mucho que yo traté con todas mis fuerzas de protegerlo igual que él lo había hecho conmigo antes pero… yo simplemente no puedo hacer lo mismo que él, Sehun no me necesita en absoluto —dijo completamente derrotado.

YanYan miró con tristeza a su pequeño hermano pero no supo que decirle en realidad, porque simplemente decirle que él todo lo podía provocaría que Luhan saltara al peligro si eso implicaba a Sehun y ella no estaba dispuesta a aceptar aquello. Así que simplemente haría otra cosa.

— ¿Alguna vez te has preguntado por qué sientes la desesperada necesidad de proteger a Sehun? —interrogó, ganándose inmediatamente la atención de Luhan.

Era ahora o nunca, había llegado el momento de darle el primer empujón.

— ¿A qué te refieres? —preguntó de vuelta el confundido menor—. Sehun es mi mejor amigo, así que por supuesto que yo...

— Siempre dices que es porque él es tu mejor amigo pero en realidad creo que hay algo extraño en toda cosas entre ustedes dos —aseguró seriamente—. Ya sabes, ustedes parecen luchar para aferrarse al otro.

— Obviamente, él es mi mejor amigo y yo no quiero perderlo —dijo con seguridad el castaño.

— Eres joven, Luhan —señaló—. Los amigos son algo que van y vienen por mucho que no lo creas, es por ello que vas a conocer y perder a muchos de ellos en tu camino; ya sean buenos o malos, incluso puedes perder a tus mejores amigos.

— No a Sehun, yo…

— ¿Y es solamente eso, únicamente hay amistad ahí? —preguntó seriamente.

— Por supuesto que sí.

— Pero Cherry era también tu mejor amiga y a ella no la has buscado ni una sola vez a pesar de que ella estuvo a tu lado por años. —Luhan la miró sin saber que decir a pesar de estar abriendo y cerrando la boca—. Sehun es al único que te estás aferrando tan desesperadamente, haciendo cosas que no habrías pensado ni hacer antes.

— Y-yo…

— Sé muy bien que es normal hacer algunas locuras por los amigos pero algo me dice que tú has llegado a extremos que nadie ha llegado. Tan sólo  piénsalo Luhan, aquella noche en la que pasó eso que todavía no me quieres contar pero que yo sé que fue lo suficientemente horrible como para odiar el tacto de las personas. Cualquiera habría pensado en sí mismo y arrojado la toalla tras ello por muy mejores amigos que fueran pero en cambio tú continuaste adelante pero… ¿por qué?

— Fue porque Sehun…

— Es tu mejor amigo, ya lo sé —se adelantó—. Sin embargo eso sigue siendo excesivo por muy mejores amigos que sean, porque dime… ¿habrías hecho lo mismo por Cherry y por el tal Jackson? —preguntó.

Luhan la miró, tratando de decir que si lo haría pero, tan sólo pensar en ello tenía alguna voz muy dentro suyo gritando que no lo haría, que únicamente se arriesgaría de esa forma y caminaría por las brasas porque era por Sehun y entonces miró temerosamente confundido a su hermana mayor que parecía estar viendo atreves de su alma con esos penetrantes y oscuros ojos suyos.

— Ustedes son un par de idiotas, tú más que él y es por eso que espero que encuentres la respuesta correcta muy pronto —finalizó, poniéndose de pie y desapareciendo por el pasillo después.

La charla con YanYan únicamente hizo que Luhan tuviera más dudas que respuestas, no tenía ni idea de que había querido decir, es decir, ¿era acaso que debía sentir algo más por Sehun? ¿Qué exactamente entonces?

Al final no quiso darle más vueltas y fue hasta su habitación, ni siquiera tenía ganas de comer, todo era demasiado complicado y lo hacían sentir extraño. Algunas veces tan sólo quería darse por vencido y nada más pero no podía porque Sehun jamás lo había hecho y él simplemente no podía defraudarlo de esa forma.

Dormir.

Esa fue su mejor solución y simplemente se metió a la cama para dejarse ir hacia la inconsciencia. Sin embargo al final eso no duró y terminó  por despertarse tras un mal sueño.

« ¡El maldito idiota se puede defender solo! »

Las duras palabras de Jackson y la imagen de Sehun dándole la espalda en sus sueños, fue lo suficiente para despertarlo de golpe.

Algo dolía realmente fuerte en su pecho cuando se incorporó luego de que sus ojos se abrieran y trató de tragarse el nudo en su garganta pero este no se iba, aunque se repitió fuertemente que todo era un sueño y que el dolor en su pecho, además de la sensación de sentirse inútil, se irían en cuanto se logrará convencer de aquello. No estaba funcionando, sin embargo.

Luchó con fuerza por ignorar la vocecilla que no deseaba y le recordaba que por mucho que se esforzara él nunca podría ser alguien a quien Sehun necesitara, que el pelinegro estaba mejor sin él estorbándole en el camino y que él era el único que siempre tenía que ser salvado.

— Mierda —masculló entre dientes, apretando los puños con fuerza sobre las sabanas—, todos tienen razón. Yo nunca podré protegerlo, soy tan inútil que ni siquiera puedo hacerle frente a los chicos de la escuela, yo… ¿en qué demonios estoy pensando cuando ni siquiera puedo protegerme a mí mismo?

Quería llorar de rabia por aquel pensamiento pero luchaba por no hacerlo.

— Soy tan iluso que incluso pretendo hasta salvarlo de su maldita familia cuando nunca he podido hacer más que esconderme detrás de él —murmuró derrotado—. Jackson tiene razón, Sehun no me necesita en lo absoluto, soy yo el único que lo quiere a su lado tan desesperadamente que incluso comencé a soñar con él.

Sus manos le cubrieron el rostro y se mordió el labio inferior con fuerza. Odiaba ser débil, odiaba llorar pero sobre todo odiaba extrañarlo tanto que sentía que iba a enloquecer.

Un suspiro suave lo devolvió a la realidad y lo dejó momentáneamente paralizado tras él movimiento que se produjo a su lado en la cama. Se descubrió lentamente el rostro y se quedó mirando hacia la pared con la seguridad de que iba a vomitar el corazón en cualquier momento luego de rozar con los dedos un cuerpo humano que no debería estar en su cama a su lado.

Porque:

  1. Recordaba perfectamente haber cerrado la puerta con pestillo cuando entró a su habitación.
  2. La única persona que se le ocurría que podría ser era su madre pero la reconocería al tocarla.
  3. Y lo más importante, eran las putas tres de la mañana y ningún miembro de su familia se habría quedado hasta esa hora.

Tragó saliva con temor y poco a poco se giró para darle una mirada al intruso. Quedándose completamente en estupefacto cuando finalmente vio su rostro, iluminando por la poca luz que se colaba a su habitación.

¿Estaba soñando como todas las demás veces?

Se preguntó, elevando su mano temblorosa para así poder tocarlo y asegurarse que no iba a desvanecerse. La piel de Sehun era cálida bajo la palma de su mano y su respiración acompasada hacía a su pecho subir y bajar levemente.

— Lo sabía —susurró conteniendo la emoción al por fin conseguir salir de su asombro—, sabía en el fondo que todas esas veces no fueron un sueño, que de verdad era tu fragancia la que estaba aquí, que de verdad alguien me sostenía en mis peores momentos y definitivamente sabía que siempre escuchaba tu voz susurrando que todo estaría bien.

Retiró su mano lentamente y con el mismo cuidado volvió a recostarse, colocando su cabeza sobre el pecho del pelinegro para así escuchar los latidos de su corazón y así eliminar cualquier duda que pudiera llegar a tener.

—  Perdóname Sehun, siempre soy una carga para ti —musitó con un nudo en la garganta.

Hubo un ligero movimiento y aunque su rostro no estaba en el campo visual del pelinegro, de todos modos su cuerpo entero se tensó tan pronto se dio cuenta que él se había despertado. El temor de ser abandonado lo invadió y se aferró con fuerza a él aunque probablemente eso únicamente iba a delatarlo.

— Shhhh, todo va bien BÇŽobèi Lù —susurró muy despacio—, yo estoy aquí a tu lado.

Luego de escuchar eso Luhan tuvo que detener el impulso de apretar más fuerte el cuerpo de Sehun y apenas pudo no llorar luego de sentir los brazos ajenos rodeándolo.

— Nadie más te va a lastimar, Luhan, yo nunca lo permitiré —murmuró dulcemente.

Su cuerpo continuó rígido bajo el cálido toque y las dulces palabras. Sabía entonces que todas las noches pasadas llenas de sueños borrosos no eran más sino sus recuerdos de todo eso que estaba pasando en ese preciso instante y, luego de la dulcemente amarga revelación, se fue quedando dormido bajo los efectos de la voz de Sehun y él calor de su cuerpo.

Todo fue como un somnífero que actuó lentamente hasta no hubo más que hacer que entregarse al cansancio y, a la mañana siguiente, Sehun no estaba más.

— XiÇŽolù, el desayuno ya está listo y mamá dice que bajes —anunció una alegre YanYan muy temprano en la mañana.

Luhan no respondió al instante y permaneció sentado en la cama mirando fijamente a su hermana mayor.

— ¿Está todo bien? —preguntó un tanto preocupada, adentrándose a la habitación y cerrando las puerta tras ella.

— Tú lo sabías —dijo y no era una pregunta sino una afirmación.

— ¿Qué es lo que yo sé exactamente? —inquirió, cruzándose de brazos.

— Todo este tiempo que pensé que se trataba de ti cuidándome por las noches, era en realidad Sehun —murmuró entre feliz y confundido.

— Sí, lo sabía —se encogió de hombros, recibiendo una mirada asombrada de parte del menor—. Sin embargo, él me pidió no decirte nada y tampoco era como que pudiera simplemente ir y decirte que él todas las noches se colaba por tu ventana para pasar la noche a tu lado simplemente porque era el único que podía controlar tus pesadillas —explicó tranquilamente.

— ¿Desde cuándo?

— Desde que todo inicio, y no me preguntes porque ya que eso no lo sé además de que es otra de las cosas raras que ustedes simplemente hacen —suspiró tras su respuesta.

— A final de cuentas todos tienen la razón —murmuró derrotado.

— ¿De qué hablas? —inquirió con el ceño fruncido.

— Al final soy yo quien más depende de Sehun —murmuró.

— ¿De qué rayos hablas? ¿Quién mierda te dijo eso? —preguntó molesta.

— Nadie pero desde lo de Jackson, yo…

— Ese tipo es un estúpido —bufó—, él no sabe absolutamente de su relación.

— Pero…

— Luhan, tan sólo piénsalo, Sehun no movería un dedo por ti de no ser porque le importas. Además, es gracias a ti que hoy está en esa escuela, te las arreglaste para ayudarlo hasta el final incluso luego de lo que sea que pasó aquella noche —explicó, mirándolo con dulzura.

— Yo…

— Desde que eran niños, Luhan, siempre que alguien decía o miraba mal a Sehun, tú de inmediato saltabas para defenderlo. Tal vez nunca pudiste meterte a una pelea por él, sin embargo, eso no significa que te quedarás de brazos cruzados —explicó ella.

Luhan le sonrió débilmente y ella a cambio asintió y tomó su mano para llevarlo al piso de abajo para que desayunara y finalmente pudiera salir rumbo a la escuela. Una vez más su madre lo llevó y se despidió para irse a trabajar.

Se quedó cerca de la puerta sin moverse durante un rato para esperar a Jackson con la esperanza de poder hablar con él y tal vez así arreglar las cosas con él, porque Jackson era importante para él. Sin embargo, no pudo evitar recordar las palabras de YanYan y preguntarse si lucharía desesperadamente por su amistad como lo estaba haciendo por Sehun.

La respuesta que obtuvo fue un rotundo no.

Se sorprendió a sí mismo y el remordimiento que aquello le provoco fue lo suficientemente fuerte para hacerlo dar la media vuelta y marcharse a su salón de clases al no tener cara para ver de frente a Jackson.

Ocupó su lugar en silencio y buscó con la mirada la imagen de Sehun pero él no estaba ahí. Todo era demasiado confuso en ese momento y sentía que podría tener un ataque de ansiedad sino encontraba la respuesta pronto.

Apenas y captó el momento justo cuando Cherry entró al salón de clases pero no alcanzó a ver si Sehun estaba con ella debido a que alguien terminó por obstruirle la vista haciéndolo frunció el ceño.

— Buenos días, Wu Luhan —saludó el chico peli-plata con el cual había discutido antes.

— ¿Qué quieres? —preguntó con fastidio.

— Nada —se encogió de hombros, ampliando la preocupante sonrisa que tenía desde que lo había saludado—, simplemente que pensé que sería cortes saludar a mi compañero de escritorio —explicó.

— No somos compañeros de escritorio —afirmó.

El peli-plata únicamente tuvo que chasquear los dedos una vez y en un parpadeo el chico que antes estaba a su lado ya no lo estaba más y en su lugar quien se sentaba era el odioso intruso.

— Ahora lo somos —dijo alegremente.

— Eso no…

— Me llamo Baekhyun —lo interrumpió e incluso se abstuvo de agregar el: “y soy el amor de tu vida”.

Luhan bufó por lo bajo y decidió que simplemente lo ignoraría y afortunadamente su plan resultó a la perfección. Marchándose del salón tan pronto escuchó la campanada para el almuerzo.

Debía buscar a Jackson para hablar y con eso en mente comenzó a recorrer toda la escuela, buscándolo con la mirada y esperando tener éxito.

Hasta que finalmente lo encontró un poco más tarde cerca de la biblioteca, y estaba a punto de levantar su mano para llamarlo en voz alta pero se detuvo de golpe al ver bien a Jackson. Sus ojos se abrieron desmesuradamente tan pronto tuvo una buena imagen de su amigo e inmediatamente corrió a su encuentro.

— ¿Qué te pasó? —preguntó preocupado.

— Nada —murmuró entre dientes, en parte por del dolor y en parte porque continuaba molesto con Luhan.

— ¿Eres consciente del estado que te encuentras? ¡Es una tontería decir que no es nada! —exclamó.

Jackson no dijo nada y solamente se dejó hacer cuando Luhan le indicó que lo llevaría a la enfermería y tomó su mano. Eso sin duda era muy dulce y él mentiría si dijera que no le gustaba la situación. Por ello únicamente se dejó arrastrar por Luhan rumbo a la enfermería del lugar y lo miró enternecido cuando maldijo a la enfermera por no estar ahí.

— No estoy para esto —bufó—. Siéntate en la cama que yo mismo haré esto —sentenció, señalando a una de las camas en la habitación.

— No tienes que hacer esto, me hice cargo por mí mismo ayer —murmuró pero igual obedeció.

— No, tú tratas siempre de cuidar de mí por lo que es mi turno ahora —aseguró.

Una sonrisa preciosa fue esbozada por sus labios, sus manos ya sostenían algunas cosas y Jackson no pudo estar enojado más tiempo con él luego de ver eso. Luhan era tan bueno que difícilmente creía que alguien llegará a poder no mirarlo con cariño.

Fue justo por eso mismo que se dejó hacer por el castaño a pesar de saber que no lo necesitaba porque había sido muy bien atendido por Kai, sin embargo, había algo realmente especial en saber que era Luhan quien estaba ahí con él y no otra persona.

— Ya casi termino, ¿podrías por favor desabrocharte la camisa? —pidió.

— ¿Q-qué? —balbuceó confundido y un tanto avergonzado.

— Cuando te vi antes tú tenías una de tus manos sobre tu vientre y hacías una expresión de dolor, es por eso que debes dejar que te revise —explicó.

— Pe-pero…

— No te preocupes por nada Jackson, yo me encargaré de todo —aseguró con una sonrisa.

Jackson asintió apenas, sus manos estaban temblando mientras trabajaba uno a uno en los botones de su camisa y para sus ojos fue todo en cámara lenta justo cuando Luhan decidió ponerse de rodillas entre sus muslos. El calor se disparó en su cuerpo y sin dar explicaciones se dejó caer en la cama por temor a que su cuerpo reaccionará de forma indebida y Luhan lo notará.

— Se ve muy mal.

El tono afligido de Luhan ayudo un poco a calmar sus hormonas por unos segundos antes de que todas armaran una revolución al sentir el suave y cálido tacto de la mano de su amigo. Sabía que todo eso se le iba a ir de las manos y tenía tanto miedo de no poder controlarse al final.

— ¿Cómo fue que terminaste así? —preguntó preocupado.

— Fue… —pausó y se mordió la lengua para así tal vez distraerse de la maravillosa sensación de las manos de Luhan en su cuerpo aunque únicamente fuera para poner el ungüento para los moretones—, yo falle en una misión —respondió por fin.

— Perdón, seguramente ahora mismo estoy provocándole más dolor que alivió —murmuró apenado.

— No…, es-está bien —dijo aunque fuera una gran mentira.

— También lamento mucho lo que sucedió ayer.

Jackson frunció el ceño luego de recordar aquello pero afortunadamente aquello había ayudado a tranquilizar su libido.

— Está bien, Lu —suspiró—. Yo también me comporté como un idiota pero no puedo evitarlo, porque simplemente ese idiota no se merece todo lo que tú haces por él.

— Jackson, no digas eso de Sehun. Tú…

Un “no sabes absolutamente nada de él”, casi se escapó de sus labios pero logró tragárselo porque no quería más peleas con su amigo y porque de ninguna forma estaba dispuesto a contrale lo que había descubierto la pasada noche por la simple razón de que él solamente quería esa información para sí mismo.

— Sé que es tu amigo y que quieres ayudarlo pero así como ese tipo es tu amigo, tú eres el mío y quiero protegerte también —explicó, incorporándose hasta estar sentado sobre la cama, mirando directamente hacia abajo a los bonitos ojos del chico de rodillas frente a él—. Difícilmente habría algo que yo no quisiera hacer por ti —musitó y se tomó incluso el atrevimiento de acariciar el rostro del dulce chico que lo miraba fijamente.

— Yo… —Luhan apretó los labios sin saber que decir porque simplemente él no podía decir lo mismo hacia Jackson, y el propio Jackson lo sabía bien.

— Está bien, Lu —sonrió con ternura—. Yo voy a continuar ayudándote aun cuando no esté de acuerdo con todo este tema —prometió.

— Muchas gracias Jackson, yo de verdad no te merezco en lo absoluto —sonrió levemente.

El pelinegro podía jurar sin temor a equivocarse que sintió su corazón acaba de agrietarse en alguna parte. Dolía tanto saber que su única oportunidad para estar cerca de Luhan era por ayudarlo a caer en las garras de ese maldito bastardo arrogante.

— Luhan, yo tan sólo…

Ambos se giraron hacia la puerta tan pronto está fue abierta y en menos de dos segundos Luhan ya se hallaba de pie, mirando con sorpresa al recién llegado que parecía estar en estado de shock.

— Sí buscas a la enfermera ella no está —anunció, esbozando una sonrisa burlona mientras abotonaba lentamente su camisa únicamente por el placer de ver la rabia y los celos arder en los oscuros ojos de Oh Sehun.

— Se…

— Deberías esperarla —sugirió, cortando la frase de Luhan y tomando su mano—. Vamos Luhan, debemos ir a clases —indicó y comenzó a arrastrarlo lejos sin importarle las quejas del castaño y mucho menos lo que Sehun fuese a hacer a continuación.

***

Reponerse de aquella asquerosa imagen le tomó aproximadamente diez minutos luego de que Luhan se fuese con ese imbécil de mierda, sus celos amenazaban con desatarse de una forma que no sabía que podrían hacerlo y salió de ahí dando un portazo.

Lo iba a matar, ese perro bastardo iba a rogarle por piedad una vez que pusiera sus manos en él.

— Hey, Sehun —llamó Chanyeol cuando pasó apresurado frente a él.

Sin embrago, lo ignoró por completo y siguió caminando en busca del maldito chico chino para hacerlo pedazos y dejarle muy en claro que Luhan era suyo e iba a romper cada hueso de su cuerpo si se atrevía a volver a acercarse a él.

— ¿Qué demonios está pasando? —habló Chanyeol que prácticamente corría tras él.

— Voy a acabar con el maldito amigo de Luhan, eso pasa —masculló entre dientes y Chanyeol no se atrevió a decir nada más porque hasta él sabía cuándo no era prudente meterse con Sehun y definitivamente ese era uno de esos momentos.

Actualmente él únicamente podía sentir pena por el tal Jackson sin importa lo que fuera que él hubiera hecho para poner a Sehun así.

Notas finales:

*No agrego aquí el significado porque más adelante Baekhyun mismo lo explica, aunque igual dejo el kanjis por si tienen curiosidad ;)

En fin, espero de corazón que el capítulo les gustara.

Les mando mil besos y abrazos, hasta pronto :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).