Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Only reason. por DNA

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Volví al fin!!!

Espero de todo corazón que el capítulo les agrade y sin alargarme más…

Disfrútenlo  :3

— ¡Sehun! —llamó con insistencia Chanyeol.

En un inicio había pensado en dejarlo ir para que destruyera al chico chino a su antojo pero no había podido hacerlo al final y terminó persiguiendo a su amigo para detenerlo.

— ¡Sehun, detente! —pidió con insistencia—. ¡Date cuenta que esto es un error!

— Vete a la mierda —escupió entre dientes.

— ¡Para, ya! —ordenó severamente cuando finalmente consiguió alcanzarlo y sujetar su chaqueta del uniforme.

— ¡Chanyeol! —gruñó furioso.

— Sehun, de verdad debes detenerte —sentenció—. Sé que estás furioso y te aseguro que si  este plan fuera bueno yo mismo iría contigo a hacerle daño a ese  sujeto, pero no lo es —afirmó.

— Me importa una mierda sino es un buen plan —escupió entre dientes.

— Sehun, basta de verdad —pidió suplicante—. No puedes hacer esto.

— Tan sólo mírame —gruñó e intentó irse, siendo detenido una vez más por Chanyeol.

— ¡Ya basta! —ordenó Chanyeol, empujándolo para hacerlo quedarse justo donde estaba.

— ¡Chanyeol! ¡Sehun! —chilló a lo lejos Cherry y pronto pudieron escuchar sus zapatos golpeando el suelo mientras ella corría hacia ellos.

— ¡Debes ser más inteligente que esto, joder! ¡Piensa con la cabeza fría! —vociferó.

— ¡No quiero pensar con la cabeza fría! ¡Lo que yo quiero es poner a ese bastardo en su lugar! —rugió, empujando a su amigo de vuelta.

— ¡Lastimarlo no es la opción! ¡No seas idiota!

— ¡Ya no peleen! —suplicó la chica con la voz rota.

Ambos la miraron, ella estaba a punto de romper en llanto y para Chanyeol eso fue lo único que bastó para tranquilizarse y no comenzar una pelea física con su amigo. Sehun, sin embargo, él no lucía en absoluto tranquilo.

— Mira, Sehun —comenzó a decir Chanyeol ya más tranquilo—, no sé qué demonios haya pasado pero debió ser muy malo para ponerte así. Sin embargo, no puedes tan sólo ir y moler a golpes al niño chino así como así.

Sehun le gruñó pero él se obligó a guardar la calma y no lanzarle un puñetazo al pelinegro.

— Sería estúpido de tu parte y un beneficio para él —explicó. Sehun se relajó ligeramente luego de escuchar aquello y Chanyeol aprovechó eso para mostrar su punto—. Piénsalo Sehun, si tú vas y agredes al imbécil ese, él después irá con Luhan a decirle que fuiste tú y eso únicamente dañara más tu relación con él.

— Lo sé —aseguró—, pero me da igual entre tanto pueda hacer que se aleje de mi Luhan —masculló entre dientes.

— Sehun —musitó con tristeza Cherry.

— Luhan no te perdonara si haces esto —sentenció Chanyeol.

— Nunca ha habido nada que Luhan no me perdone a mí. Seguramente yo podría matarlo y él igual me perdonaría —afirmó con un aire de arrogancia.

— Sehun, entra en razón —pidió—. No hagas esto.

— No.

— Déjame esto a mí —soltó como último recurso—. Yo me voy a hacer  cargo de la situación, te juro que yo le pondré final a todo esto y sacaré a Jackson de tu camino —prometió seriamente.

Sehun lo miró seriamente, analizando su propuesta y Chanyeol tan sólo esperaba que aceptara su idea o de lo contrario todo iba a ponerse muy feo.

— De acuerdo —respondió finalmente Sehun.

— ¡Genial! —exclamó contento—. Te prometo que tendrás excelentes resultados.

— Como sea —masculló entre dientes.

— ¿A dónde vas, Sehun? —preguntó Cherry tan pronto lo vio comenzar a alejarse.

— Lejos —masculló entre dientes.

La jodida imagen de antes seguía ahí cada que parpadeaba y tenía que buscar una maldita solución a todo eso. Haría pagar al estúpido amiguito de Luhan pero debía ser sin que Chanyeol pudiera meter sus narices y detenerlo.

Ya pensaría en algo porque definitivamente eso no iba a quedarse así.

***

Las siguientes dos semanas pasaron en un abrir de ojos y, durante ese tiempo, todo había sido igual de rutinario y aburrido como cualquier otra vida estudiantil. Lo cual tenía a Baekhyun al borde de un estallido.

Nada estaba saliéndole como él quería desde que había conocido al chico que quería a su lado sin importar cuanto lo estaba intentado, porque no importaba cuanto tratará de acercarse o hablar con él; Luhan parecía odiarlo con toda su alma y no había vez que no le diera un contundente rechazo a todo lo que viniese de su parte y, para colmo, sus amigas eran unas incompetentes que difícilmente podían tener al prospecto a delincuente fuera de su camino.

¡Joder!

El maldito hijo de perra siempre estaba alrededor impidiendo que se acercará a Luhan, tenía incluso más contacto con el bastardo de lo que había conseguido de Luhan en todo ese tiempo e incluso había comenzado a haber rumores de ellos dos juntos.

¡Simplemente asqueroso!

Tampoco ayudaba en absoluto con Luhan obviamente.

Estaba comenzando a desesperarse y había llegado incluso a un punto tan crítico que se encontró a sí mismo persiguiendo al chico por los pasillos para hablarle.

¡Y él nunca hacía eso! ¡Era a él a quien siempre perseguían!

Sin embargo, se había vuelto casi una obsesión para él desde que Luhan simplemente pasaba de su existencia olímpicamente y a ese punto estaba dispuesto a cualquier cosa por conseguir a Luhan y hacerlo suyo de una puta vez.

— ¿A dónde mierda vas?

Y ahí estaba el malnacido que sus estúpidas súbditas no podían mantener a raya, el tipo apenas había estirado el brazo para sujetar la parte trasera de su costosa chaqueta de diseñador y así detener su andar.

— Oh, dame un respiro Sehun —bufó—. Tengo prisa, podemos vernos en otro momento, no sé, saca cita con mi asistente —soltó burlón porque sabía cuánto le jodía al pelinegro que le diera ese tipo de respuestas.

Él más alto no lo decepcionó en absoluto e inmediatamente hizo una mueca de enojo y asco.

— Aparentemente tú no entiendes verdad, pequeña mierda —masculló entre dientes—. Aléjate de él.

— ¿Pequeña mierda? —bufó—. ¿Que acaso el ingenio para los buenos insultos ya no existe más? Porque yo sin problemas puedo decirte las miles de veces  que he escuchado eso pero bueno, que podría esperar yo de alguien tan insignificante como tú en primer lugar —se burló—. En cuanto a alejarme de Hannie, eso no está pasando de ninguna forma.

— No lo llames así —gruñó antes de golpear la pared, justo a centímetros del rostro de Baekhyun que ni se inmutó por la acción y mucho menos por su mirada amenazante que estaba a centímetros de su rostro luego de ser acorralado por el más alto.

— Muy linda escena de dorama adolescente pero ustedes tal vez quieran saber que tienen espectadores —señaló una segunda voz grave y muy pero muy sexy.

Baekhyun sabía que todos los miraban, ellos siempre lo hacían y maldijo tan pronto captó por el rabillo del ojo la mirada de desprecio que Luhan le enviaba.

Porque, número uno; eso sin duda le complicaba todo aún más y número dos; le jodía tanto saber que estaba celoso por Sehun y no por él.

— Mierda —farfulló el pelinegro, antes de empujarlo bruscamente lejos.

Baekhyun lo maldijo por casi enviarlo al suelo de no ser por Chanyeol que apenas logró sujetarlo antes de comenzar a reírse con ganas y bueno, Baekhyun debía admitir que si había algo bueno de tener al imbécil de Sehun siempre a su alrededor, ese algo era Chanyeol.

Ya que bien podría no estar interesado en una relación con el más alto pero no era ciego y Chanyeol sin duda era un buen trozo de carne el cual Baekhyun estaría más que dispuesto a probar.

Sonaba muy mal porque se suponía que tenía un interés sentimental por Luhan pero el hermoso ángel castaño simplemente no le prestaba nada de su atención y bueno, ahí estaba ese demonio sensual que no parecía indiferente a él en absoluto y él era un hombre débil.

— ¿Todo bien? —preguntó, mirándolo con intensidad y esa maldita sonrisa ladina súper caliente.

— Algo así, pero debes decirle a tu obra de caridad que deje de molestar —respondió, mirándolo de vuelta y sonriendo de forma sexy, no sería la primera vez que lo hacía a final de cuentas.

— Oh vamos, no seas malo con Baekhyun —dijo risueño el más alto.

— Váyanse a la mierda, los dos —masculló Sehun.

Baekhyun frunció el ceño debido a ese insulto, ese chico era demasiado atrevido para su gusto pero algo le decía que hacer que se encargarán de él únicamente acarrearía más problemas. Aun mucho más odio de Luhan, por ejemplo.

— Como sea —bufó y se alejó un par de pasos de Chanyeol—, alguien me espera. Nos vemos después Channie, y espero de verdad que logres tranquilizar a tu mascota —dijo sonriente, recibiendo una mirada fulminante de Sehun y una carcajada de parte de Chanyeol.

Se alejó de aquel par tras eso y comenzó a caminar con rapidez hacia la parte trasera de la escuela donde generalmente siempre se encontraba con sus amigas, las cuales no lo defraudaron y estaban ahí.

Fay fue la primera en darse cuenta de que estaba llegando e inmediatamente se hizo cargo de todo el revuelo que las demás estaban haciendo, para que todas le prestaran atención.

— ¿Qué mierda están haciendo aquí? —masculló entre dientes tan pronto estuvo lo suficientemente cerca de ellas.

— ¿Tomando nuestro almuerzo? —respondió dudosa y confundida Yuna.

— ¿Oh, de verdad?—soltó con falsa calma—. Es solamente que yo, tuve una estúpida, ¿saben? —rio con fingida diversión—. Ya saben, es únicamente que pensé ¡que debería estar habiendo su puto trabajo! —gritó lo último, sobresaltado a todas las ahí presentes.

— Ba-Baekkie, no-nosotras…

— ¡Me importa una mierda! —rugió furioso ante los balbuceos de Yuna—. Tienen una puta tarea de lo más sencilla y hasta ahora no han conseguido nada —escupió entre dientes—. ¡Quiero resultados y no excusas!

— Pe-pero… —comenzó Fay, hasta que vio a HyoJin levantar su mano y negar con la cabeza.

— ¿Y qué se supone que debamos hacer si Sehun pasa de nosotras olímpicamente? Ya lo hemos intentado todo y él simplemente nos ignora —dijo tranquilamente.

De entre las tres ella siempre había sido la más seria e inteligente, sabía bien tratar con él y era únicamente por ello -y porque era una perra astuta- que Baekhyun la consideraba su única amiga real de entre las tres.

— Resuélvanlo entonces —gruñó.

— Baekhyun —suspiró pesadamente—, ¿por qué no simplemente tiras la toalla y ya? —preguntó fastidiada.

— No.

— Date cuenta que simplemente no tienes oportunidad —señaló—. Tan sólo mira quienes son tus rivales —bufó

— Esos imbéciles no me llegan ni a los talones —afirmó con arrogancia.

— ¡Pero qué dices! —chilló escandalizada—. Para tu información, Jackson Wang es guapísimo, con un cuerpo de infarto y hasta donde alguien me contó, es fantástico en la cama —soltó fastidiosamente.

— ¿Y, eso qué? —resopló—. Una orden mía y Jackson saldrá de mi camino —afirmó con arrogancia.

— Sí, pero Jackson vendría a ser el rival más débil. Sin embargo, Oh Sehun sin duda no es así de controlable, también es igual o tal vez más guapo que Jackson -claro eso dependiendo de la percepción de cada persona pero para mí es el hombre más sensual que he visto-, sabes que te mataría en dos segundos, los rumores dicen que vende drogas, no te tiene ni una pizca de miedo, parece odiar a todos aquí, la mitad de la escuela está atemorizada por sólo verlo mientras que la otra mitad se quiere meter a su cama —soltó todo de golpe mientras hacía un gesto como si estuviera contando con sus dedos—. ¡Ah!, y también está ese maldito plus de que tu chico nunca le quita los ojos de encima. Tú simplemente estás luchando una batalla perdida, admítelo ya y deja de jodernos.

Baekhyun frunció el ceño durante todo el discurso que su amiga daba y fue aún más molesto porque sabía, muy en el fondo, que ella tenía toda la razón pero jamás estaría dispuesto a admitirlo porque primero llegaría hasta cualquier extremo para obtener lo que quería. Siempre lo había hecho a final de cuentas y Luhan no sería la maldita excepción.

— Me importa una mierda tu opinión, esto pasara por el simple hecho de que se me da la puta gana que así sea, así que decidan ahora —sentenció—. ¿Me ayudan como se debe o se enfrentan a mí? —soltó, mirándola con seriedad.

Las otras dos chicas se miraron aterrorizadas mientras HyoJin suspiraba pesadamente.

— Será como tú desees pero si al final fallas, yo misma voy a encargarme de recordártelo cada segundo después de ello —sentenció.

Baekhyun no respondió en absoluto a ese comentario y se alejó de ellas. Tenía que pensar rápido en algo o de lo contrario iba a terminar haciendo una locura como ordenarse a Suho secuestrar al pequeño castaño y obligarlo a estar a su lado.

***

« Voy a matarlo. »

Era lo único en lo que Sehun podía pensar mientras observaba desde el segundo piso de la escuela como Jackson se pegaba tanto a Luhan. Sabía que lo hacía a propósito ya que varias veces sus miradas habían chocado y de seguir así él iba a ir hasta a ellos para finalmente acabar con el maldito bastardo hijo de puta.

— Basta —habló Chanyeol a sus espaldas—, te dije que yo me haré cargo y en eso estoy —aseguró.

— No haces un buen trabajo —gruñó.

— ¿Disculpa? —soltó indignado—. Para tu información, actualmente yo soy muy cercano a Luhan —aseguró y probablemente era cierto.

Chanyeol continuaba con su parte de la misión y siempre acompañaba a Luhan de vuelta a casa luego del trabajo. Aunque la verdad era que Sehun estaría mucho más tranquilo si él no hubiese seguido en ese lugar pero era tan jodidamente terco que algún día Sehun iba a enloquecer por ello.

— Me importa una mierda si te volviste su mejor amigo, ese imbécil continúa siempre cerca de él —masculló entre dientes.

— Tranquilo, estoy en ello y ya tengo un plan —afirmó sonriente.

— ¿De verdad? ¿Y cuál es tu maravilloso plan? Porque te recuerdo que ahora no sólo se trata de ese idiota sino del jodido niño rico —soltó con un tono bastante agresivo.

Chanyeol frunció el ceño pero decidió que podía perdonar a su amigo, comprendía que estaba molesto e irritado por la situación, así que estaba bien por él.

— No te preocupes por Baekhyun, todos dicen que es un chico bastante fácil que accede a las propuestas de cualquiera y hasta ahora parece responder bastante bien a mis coqueteos. Será fácil  sacarlo del camino —aseguró.

Sehun arqueó una ceja tras su respuesta pero él ni se inmutó, y bien, podía ser que casi el 90% de todo lo que acababa decir fuese una mentira pero sin duda Sehun no iba a lastimar al pequeño peli-plata, por lo menos no hasta que Chanyeol consiguiera lo que quería de él.

— ¿Te gusta el tipo o algo? —inquirió fastidiado, odiaba al peli-plata y no sería nada bueno si Chanyeol se enredaba con él.

— Tranquilízate, todo es parte del plan —aseguró—. Ahora, regresando al problema de Jackson, ya sé cómo encargarnos de él.

— ¿Qué harás?

— Es un gran plan —dijo con orgullo—, y para eso necesitamos de Cherry —señaló a la chica a su costado derecho que hasta ese instante se había estado más al pendiente de su móvil que de otra cosa.

— ¿De mí? —cuestionó, mirándolo con confusión.

— Exactamente —asintió felizmente—. Verás, ayer mientras charlaba como Cherry de porque demonios le gustaba alguien como tú si me conocía a mí —comenzó a decir cómo si nada, provocando que ella se sonrojara furiosamente—, descubrí algo muy peculiar.

Sehun sabía que sería una idea estúpida y sin embargo estaba dispuesto a dejar que Chanyeol continuará con ello.

— ¿Qué descubriste? —preguntó un tanto irritado.

— En todo este tiempo, Luhan siempre ha puesto los sentimientos de ella antes —explicó y los otros dos no tardaron en fruncir el ceño—. Verán, por lo que Cherry me dijo, Luhan siempre la animaba o la ayudaba hasta el cansancio cuando un chico le gustaba, e incluso tú, antes de que todo esto pasara Luhan siempre encontraba la forma de insinuar algún tipo de relación contigo.

— Chanyeol… —comenzó a decir, pellizcándose el puente de la nariz debido a la jaqueca que sabía que estaba por tener.

— Entonces, si Luhan se esfuerza por ayudar a Cherry cuando un chico le gusta, entonces eso también significa que ese chico también queda completamente descartado para él —afirmó, como si acabará de hacer el descubrimiento del siglo.

— Esto no…

— Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que Cherry debe volver a ser la mejor amiga de Luhan y entonces decirle que le gusta Jackson para que de esa forma Luhan ponga como prioridad la felicidad de su mejor amiga y el chino no tenga oportunidad —finalizó, luciendo muy orgulloso de sus palabras.

Sehun en cambio estaba luchando duro con la jaqueca que amenazaba con venirle mientras que Cherry se mantenía con el ceño fruncido en clara desaprobación con el bendito plan del pelirrojo.

— Chanyeol, es un…

— No lo haré —sentenció rotundamente Cherry.

— ¿Qué? ¿Por qué no? —soltó Chanyeol, frunciendo el ceño por la rotunda negativa.

— Porque de ninguna forma estoy dispuesta a perdonar lo que Luhan me hizo —dijo con enojo.

— Oh, vamos —bufó—. Todo eso ya fue, supéralo.

— No es así de simple —dijo molesta.

— Vamos Cherry, tú sabes que no es la gran cosa —afirmó fastidiado el pelirrojo.

— Chanyeol —amonestó Sehun.

— ¿Qué? —inquirió inconforme—. Tú sabes que ella lo está dramatizando todo. Además, se supone que ella prometió ayudarte —señaló.

— ¡Dije que no y es no! —dictaminó.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y su voz estaba rota, lucía realmente molesta y Sehun decidió intervenir antes de que todo empeorara.

— Cherry…

— No, Sehun —lo cortó—. ¡Yo no soy como tú! —soltó con la voz quebrada—. Yo simplemente no voy a perdonarle lo que me hizo.

— Lo dices como si tú fueses perfecta. Luhan cometió un error estúpido típico en cualquier adolescente, ¿merece la muerte sólo por ello acaso? —Chanyeol resopló fastidiado.

— ¡¿Y tú qué sabes?! —exclamó, dejando que sus lágrimas se liberarán—. ¡Tú no tienes ni idea de cómo me sentí en absoluto! ¡Luhan era mi mejor amigo y me traicionó! —sollozó.

— Cherry, ya basta —ordenó Sehun.

— ¡No! —berreó—. ¡No voy a dejar que él diga todo eso cuando no sabe absolutamente nada de lo que pasó!

— Estás dramatizando todo —bufó el pelirrojo.

— ¡No lo hago! —gritó llorando—. ¡Yo era su amiga, la única que permaneció a su lado sin importar nada y aun así me hizo a un lado como si fuese algo desechable! ¡Me traicionó y nunca se lo perdonare! ¡Lo odio! —gritó entre sollozos.

— ¡Cherry! —rugió Sehun, mirándola con severidad.

La chica se congeló ante la mirada del pelinegro, las lágrimas continuaban cayendo incluso cuando bajó la mirada al suelo y apretó los puños frustrada.

— Pues si me lo preguntas a mí… —volvió a hablar Chanyeol y ella lo miró al instante—, yo en realidad creo que no quieres ayudar porque todavía crees tener alguna oportunidad con Sehun. Actúas solamente como una egoísta pero no va servirte de nada porque Sehun nunca te va a querer —dijo seriamente.

Cherry permaneció plasmada tras escuchar todo eso y poco después los débiles sollozos se transformaron pronto en un audible llanto y antes de escuchar algo más, empujó a Chanyeol fuera de su camino y salió corriendo.

— ¡Chanyeol! —exclamó furioso Sehun.

— Me importa un carajo, no voy a pedirle una disculpa —sentenció tranquilamente.

— ¿Por qué diablos le dijiste eso? —inquirió molesto.

— Porque es la verdad —afirmó—. Ella está siendo egoísta.

— Basta, tú…

— Mira —lo cortó, ya que no tenía ánimos de escuchar su discurso—, puede que ella tenga un punto al decir que yo no sé nada sobre la amistad que ellos dos tenían pero piénsalo tan sólo un poco… ¿Por qué todo se tiene que tratar de ella?

— Oh, no lo sé… ¡será porque su mejor y único amigo le dio la espalda por una perra cualquiera! —soltó irritado.

— ¿Y? —se encogió de hombros—. ¿No Luhan obtuvo su castigo cuando la perra cualquiera le rompió el corazón de la peor de las formas?

— Eso, no…

— Somos jóvenes Sehun, estamos algo así como programado para cometer mil errores y hacer las peores estupideces a esta edad y justo eso fue lo que Luhan hizo. No digo en absoluto que estuviera bien, pero él ya aprendió la lección luego de quedarse completamente solo y tener que empezar de nuevo —suspiró—. Tan sólo imagínate un poco lo asustado que Luhan debió sentirse  al darse cuenta que aún con lo herido y asustado que estaba no había a donde ir.

Una expresión que jamás había visto en el rostro de Chanyeol apareció, dejándolo desconcertado y preocupado a la vez.

— Acababa de recibir un duro golpe al descubrir que la persona que era tan especial para él no era más que una perra traidora. En ese momento tan sólo estaba el dolor y en sus manos tenía un corazón con una herida profunda pero no había a donde ir porque las únicas personas capaz de ayudarlo le habían dado la espalda y todo por su propia causa. Entiendo a Cherry, sé que ella también fue lastimada pero Luhan también ha pasado momentos duros y se ha esforzado por reparar sus errores. Más sin embargo, ella sigue señalándolo como si continuará siendo el mismo idiota de antes. Incluso antes, cuando ella se enteró de lo que pasó aquella noche, ¿cuál fue su reacción? —interrogó seriamente.

— ¿A dónde quieres llegar con todo esto, Chanyeol? —preguntó de vuelta.

— Al hecho de que no puedes simplemente decir: “oh, qué mal”, cuando te enteras de algo así, no importa cuánto daño esa persona te haya hecho porque en el fondo continúas preocupándote por dicha persona, ya que fue alguien importante para ti —aseguró—. Sin embargo, Cherry actúa como si Luhan se mereciera toda esa mierda cuando no es así, Luhan ya tuvo suficiente pero ella no es capaz de verlo porque muy en el fondo ella quiere mantenerte solamente para ella.

— Lo sé —suspiró pesadamente.

— Entonces ve y habla con ella antes de que esto empeore —indicó para que su amigo fuera a ponerle punto final a todo eso de una vez por todas.

— Lo haré pero no ahora, vamos a dejar que se calme o no va a escucharme —suspiró agotado.

— Como quieras —se encogió de hombros.

Sehun asintió y le dio un par de palmaditas en el hombro al más alto. Chanyeol siempre se preocupaba demasiado por todo.

— Andando, debemos ir a la clase de gimnasia —indicó, viendo al más alto asentir y comenzar a seguirlo.

La clase comenzó igual de tediosa y aburridas que siempre. El profesor no se callaba y Sehun sabía que todo mundo se preguntaba que tanto tenía que ver todo lo que ese hombre hablaba con la actividad física. Ya que él simplemente no cerraba la boca y todos comenzaban a quedarse dormidos.

— ¡Byun, pon atención! —llamó repentinamente el profesor de gimnasia con sobre peso, al notar que el peli-plata estaba en su propio mundo.

El chico frunció el ceño pero se abstuvo de alguno de sus comentarios sarcásticos y prefirió concentrarse por completo en la imagen de Luhan portando el uniforme de deportes. Sehun apretó los dientes por ello, tenía que encargarse de él cuanto antes.

Sus ojos siguieron fijos en la escena y fue a un más irritante cuando Luhan desvió la mirada hacia Baekhyun por casualidad y el idiota no dudó nada en darle su más linda sonrisa.

Sonrisa a la cual Luhan frunció el ceño y desvió la vista con obvio desinterés dejándolo atónito y molesto sobre todo, eso sin duda lo dejo muy satisfecho e incluso juraba que pudo escuchar el: ¡imperdonable!, del indignado imbécil.

— Muy bien, haremos los ejercicios de calentamiento. Busquen una pareja para hacerlo —ordenó el profesor.

Sehun miró la expresión de preocupación Luhan y no pudo evitar sentir ternura ante eso. Luhan nunca había sido muy bueno con el tema de los amigos, demasiado tímido y desconfiado, por ello no era de extrañar que todavía no tuviera algún amigo dentro de su clase.

Se giró en dirección a Chanyeol, para darle la orden de acercarse a Luhan porque él era la única persona a la cual le tenía la confianza para eso y porque sabía bien que sin problemas podría conseguir por su propia cuenta a alguien con quien practicar los ejercicios.

— ¡Yo haré pareja con Hannie! —chilló de sorpresa Baekhyun, abalanzándose sobre Luhan.

¡Hijo de perra!

Gritó para sus adentros Sehun y le dio una mirada llena de desprecio. El peli-plata más sin en cambio le sonrió con arrogancia y se pegó incluso más al cuerpo contrario.

— ¿Te importa? —soltó molesto Luhan, empujándolo levemente.

Pero Hannie~ —lloriqueó fastidiosamente.

— Sí tú crees que yo simplemente voy a aceptar esto estás muy…

— ¡Wu! ¡Byun! —vociferó el profesor—. ¡Dejen de perder el tiempo y comiencen los ejercicios! —ordenó.

— A la orden —respondió alegremente el maldito engendro del diablo y se giró hacia Luhan—.  Mejor nos damos prisa —sugirió.

Luhan bufó visiblemente molesto pero terminó aceptando la situación. Sehun, sin embargo, era una historia completamente diferente y era por ello que no les quitaba los ojos de  encima desde que comenzaron con los malditos ejercicios.

Repentinamente los ejercicios de calentamiento eran lo que más odiaba en la vida y es que Baekhyun estaba tocando excesivamente el cuerpo de Luhan y aquello comenzaba a terminar con su paciencia.

— ¿Podrías relajarte? —habló un fastidiado Chanyeol mientras le entregaba una botella de agua—. De seguir así, vas a conseguir prenderle fuego o algo así —bufó.

— Tiene que alejarse —masculló entre dientes.

— Son únicamente ejercicios de calentamiento Sehun, relájate —resopló, girándose en dirección de los otros dos nuevamente.

— ¡Vamos Hannie, yo creo en ti! —chillaba un alegre Baekhyun, entre tanto Luhan estaba tratando de concentrarse y hacerle algo frente al profesor que los observaba—. Eso no es todo lo que tienes, yo lo sé —continuó hablando.

El profesor tenía el ceño fruncido al igual que Luhan, quien estaba mostrándole al profesor hasta que ángulo podía lograr un Split, sin embargo Baekhyun simplemente no cerraba la boca.

— No te rindas Hannie, yo sé que puedes conseguir más que eso —aseguró y se atrevió a poner sus manos sobre los hombros de Luhan para empujarlo un poco más hacia abajo—. Vamos, tú puedes —continuó.

Fue entonces que eso sucedió, todo sucedió tan rápido que nadie se podía explicar cómo era que Luhan había conseguido que los muslos internos de sus piernas forman un ángulo de aproximadamente 180 grados perfecto, que además se veía como un accidente sumamente doloroso.

Tanto Baekhyun como el profesor miraban estupefactos la escena, todos los de su clase exclamaron incrédulos, Chanyeol escupió el agua que estaba tratando de tomarse y él apretó la botella tan fuerte que casi todo el contenido se derramó.

— L-L-Lu… yo… Dios mío, yo no…

El peli-plata pronto comenzó a tartamudear ante el conocimiento de que había hecho algo realmente horrible al presionar tanto a Luhan y entonces ser testigo del perfecto y seguramente doloroso Split en el que todo había terminado.

— ¿Jo-Joven Wu, do-dónde siente dolor? —preguntó el espantado profesor de gimnasia.

— ¡Oh, Dios mío! —chilló Chanyeol llevándose las manos a la entre pierna.

Luhan mantuvo la mirada agachada hasta que finalmente se movió rápidamente, echándose hacia tras con las piernas estirada en alto para después empezar a agitarlas con facilidad durante unos minutos en los que todos miraban incrédulos lo que sucedía. Todos lo observaron en silencio cuando se puso de pie como si nada hubiera pasado y le lanzaba una mirada cargada de enojo a Baekhyun.

— Mantente lejos de mí —advirtió y se alejó rápidamente, caminando con normalidad.

— ¡Es flexible! —chilló Baekhyun luego de varios segundos—. ¡Hannie, mi cielo, esper…!

La frase quedó a medias y hubo un gritito en su lugar después de que Sehun le arrojará su botella de agua para detenerlo y mantenerlo lejos de Luhan. Le lanzó una mirada amenazante y después tomó a su atontado amigo de la sudadera para sacarlo de ahí.

— Lu-Luhan… é-el…

— Estuvo estudiando gimnasia rítmica para complacer a su madre puesto que YanYan no quiso estudiar ballet —fue la única explicación que le dio mientras avanzaban por los pasillos en busca del castaño

— Oh, hombre —soltó, haciendo una graciosa expresión—. Eso significa… tan sólo imaginar en todas las posiciones que…

La mirada de advertencia de Sehun fue lo único que hizo falta para hacerlo cerrar la boca. Lo último que necesitaba ese día era la asquerosa imaginación de Chanyeol utilizando a su Bǎobèi Lù como su protagonista.

Lo que importaba en ese momento era hallarlo y asegurarse que estaba bien.

***

— Estúpido Chanyeol —murmuró entre lágrimas, mismas que limpiaba desordenadamente—. Tú no sabes nada, yo no soy la mala aquí sino él —sollozó frustrada.

Porque Chanyeol simplemente no podría alcanzará entender lo mucho que Luhan la había lastimado a ella. Por años ella siempre había estado a su lado apoyándolo incondicionalmente y a él no le había importado en lo más mínimo cuando esa tipa llegó a su vida.

Más lágrimas se derramaron antes de que decidiera ponerse de pie, sacudiendo un poco el césped que se había adherido a su falda mientras estaba ahí sentada. Sé había saltado todas las clases y la campanada del final de jornada había sonado hacia un largo rato pero ella se había quedado únicamente porque no quería ver a sus amigos.

— Me voy a casa —musitó con tristeza.

— ¿Por qué lloras?

Alguien preguntó desde atrás, la voz era grave y únicamente con ello logró que se congelara en su sitio. Sé giró muy despacio, encontrándose con tres chicos que portaban el uniforme del equipo de fútbol de la escuela, los tres claramente de años superiores y los tres dándole una mirada perversa. Los reconoció al instante puesto que había un montón de rumores sobre ellos y de sólo recordarlo su sangre se congeló en sus venas.

— ¿Peleas con tu novio? —preguntó uno de ellos y Cherry tan sólo pudo negar.

— ¿Qué fue lo que consiguió hacer llorar a tan bello ángel entonces? —inquirió el más alto de los tres, arrastrando cada palabra y su repugnante mirada a través de su tembloroso cuerpo.

— N-no es na-nada —balbuceó apenas, viendo en sus perversos ojos el reflejo de su aterrorizada imagen.

— No lo parece —rio el tercero de ellos.

— Te-tengo que i-irme —tartamudeó.

— Alto ahí —habló nuevamente el líder, sujetando su delgado antebrazo con tal fuerza que la hizo chillar de dolor—. ¿Por qué la prisa guapa?

— ¡No! ¡Déjame ir! —chilló asustada.

— Relájate, nosotros únicamente queremos ayudarte a olvidarte de lo que te puso tan triste —anunció con falsa amabilidad otro de ellos.

— ¡No quiero! —lloró angustiada.

— ¿Por qué no dejas que pruebe esos lindos labios tuyos?

Ella forcejeó desesperada tras las palabras del líder, gritó por ayuda pero apenas logró hacerlo por unos cuantos segundos antes de sentir el dolor estallar en su mejilla izquierda, llorando de dolor y terror cuando su cabello fue empuñado con fuerza.

— Más vale que dejes de hacerte la difícil, puta —masculló entre dientes su agresor—. Nadie vendrá a salvarte y en caso de que te escuchen nadie hará nada contra nosotros. ¿Qué acaso no sabes quién soy yo?

— Déjame, por favor —suplicó.

— Claro, si eres buena podrás irte sin salir herida —prometió—. Ahora, sujétala bien Young —ordenó y Cherry únicamente pudo llorar más fuerte debido al temor—y más vale que el beso sea bueno —advirtió, cerrando su mano en un agarre de acero sobre el frágil rostro femenino.

— Sehun —lloró aterroriza y cerró los ojos con fuerza ante lo inevitable.

— ¡Ella dijo que no! —rugió  una furiosa voz.

El sonido de carne contra carne fue todo lo que escuchó antes de que el cuerpo del líder del trío se precipitara sobre ella y Young, haciéndolos caer al suelo también. Cherry gritó asustada antes de que alguien tirara de su mano para ponerla de pie y a salvo tras la espalda de su héroe.

Miró primero sus piernas temblorosas, no podía dejar de llorar y apenas consiguió levantar la mirada en espera de ver a Sehun para así correr a sus brazos para ser consolada pero no fue a él a quien encontró frente a ella.

— ¿Luhan? —murmuró incrédula.

— ¡Vas a pagar por esto, asquerosa rata! —ladró colérico el sujeto que minutos antes había tratado de dañarla.

— ¡Vete a la mierda! ¡Voy a matarte por poner tus manos sobre ella! —advirtió.

Luhan estaba rojo por la furia, su actitud feroz le recordó de golpe todas las ocasiones anteriores en las que Luhan había saltado a defenderla sin importar contra quien.

— ¡No! —exclamó espantada al darse cuenta de lo que estaba por pasar y lo tomó del brazo para tratar de sacarlos a ambos de ahí—. Lu, nosotros…

— Vete —ordenó el castaño a su amiga, mirándola con decisión.

— ¡¿Qué?! ¡No lo haré! —sentenció angustiada.

— Primero acabaré contigo y luego iré por ella —se burló su agresor, recordándole que seguían ahí.

— Sal de aquí, Cherry, ya —repitió.

— Pero Lu… —sollozó la angustiada chica, negando con la cabeza.

— Voy a estar bien Cherry —prometió, obsequiándole una dulce sonrisa.

— ¡A la mierda sus cursilerías, quiero a la chica! —rugió el jugador del equipo de futbol.

— ¡Corre! —ordenó Luhan, empujando a su amiga y avanzando hacia adelante para enfrentarse a los tres grandes chicos que minutos atrás habían tratado de lastimarla.

Sus piernas se movieron antes de que ella pudiera reaccionar del todo y corrió con todas sus fuerzas, alejándose desesperadamente del peligro y abandonando a Luhan a su suerte. En su mente solamente había un único pensamiento y únicamente rezaba para que Sehun siguiera en la escuela para así poder salvar a Luhan.

Los segundos comenzaron a parecerle eternos años mientras que no podía encontrar a sus amigos, pensó entonces en lo mala amiga que había sido durante todo ese tiempo, porque ella sabía que probablemente de haber sido ella le habría dado la espalda a Luhan sin pensárselo dos veces ya que se había esforzado en no mostrar ni sentir ningún tipo de sentimiento positivo al pensar en Luhan y sin embargo Luhan no había dudado ni un segundo en correr a salvarla.

¿Cómo pudo ser tan estúpida?

Se reprochó internamente, dándole paso a las lágrimas de culpa y miedo que pronto estaban nublándole la visión, desesperándola más de lo que ya lo estaba.

— ¡Sehun! —gritó en medio de su angustia y desesperación.

— ¡Cherry! —oyó de vuelta y giró ansiosamente para encarar a Sehun que corría hacia ella junto con Chanyeol.

— ¡Luhan, ellos van a hacerle daño! —soltó alterada.

La expresión de Sehun se transformó y lo vio palidecer pero no podía preocuparse demasiado por ello en esos momentos, por una vez se obligó a echar a un lado sus sentimientos por Sehun.

— ¡Ellos son enormes y Lu no podrá ni hacerles rasguño alguno! ¡Están detrás del gimnasio, sálvalo por favor! —sollozó.

Un quedo lamento abandono sus labios mientras veía a Sehun correr en la dirección que le había dado. Confiaba en él y sabía que nadie más que Sehun podría hacer algo.

***

¿Dónde se había metido?

Llevaba horas buscando a Luhan, sabía que él no se había marchado a casa todavía porque debía esperar al imbécil de Jackson y él todavía continuaba en la escuela.

Estaba comenzando a irritarse y sabía que lucía estúpido caminando sin rumbo por los pasillos. Luhan de verdad estaba siendo todo un reto y lo estaba por volver loco.

¿Por qué continuaba rechazándolo?

¿Qué no se daba cuenta que tenía al mejor partido a sus pies?

Bufó ante esos pensamientos y aceleró el paso hasta que escuchó el revuelo; había voces elevadas y eso inmediatamente llamó su atención haciéndolo mirar en aquella dirección. Sus ojos se abrieron ampliamente y su corazón se aceleró cuando vio a Luhan darle un puñetazo al imbécil capitán del equipo de fútbol de la escuela. Sabía que se había enamorado todavía más luego de eso.

Luhan es tan demostrar ser tan valiente y fuerte que…

¡Oh, mierda eso había tenido que doler!

Sus ojos observaron con horror como el castaño caía al suelo con una mueca de dolor y fue únicamente en ese momento que se percató del hecho de que en realidad el único que tenía golpes en el rostro y una expresión de cansancio era el castaño.

— ¿Tratando todavía de levantarte? —preguntó divertido el líder del grupo, antes de patear a Luhan en el estómago y reírse por ello.

El bastardo estaba muerto.

— ¡Jerry, ya fue suficiente! —intervino un muy enojado Baekhyun, que no había dudado ni un segundo en actuar tan pronto vio la gravedad del asunto y saltó la pequeña barda que lo separaba de Luhan.

— Cierra la boca, Byun —gruñó el más alto.

Baekhyun gruñó por lo bajo y se plantó desafiante frente al imbécil con exceso de testosterona, nadie iba a hablarle de esa forma a él.

— ¿Quién mierda se supone que eres? —masculló entre dientes—. A mí ningún imbécil me hablara de esa forma —advirtió, dándole al otro un empujón—. Si yo digo que te detengas, ¡lo harás y punto! —sentenció.

El empujón le fue devuelto, acompañado de un gruñido. Baekhyun perdió el equilibrio sin poder hacer nada y cayó al suelo en un duro golpe, su feroz mirada inmediatamente disparada al grande capitán del equipo de futbol que bien podría partirlo por la mitad como si nada pero ni eso lo intimidaría, no a él.

Se puso de pie velozmente y sujetó al mastodonte de su camiseta, le importaba poco salir golpeado pero nadie iba a tratarlo de esa forma si podía decir algo al respecto. Era un miserable mendigo comparado con Baekhyun y debía aprender su lugar.

El tipo gruño más fuerte, forcejeando por quitar sus manos y Baekhyun pudo captar por el rabillo del ojo el momento justo en que el puño ajeno se elevó seguramente para golpearlo pero el golpe nunca llegó y menos de dos segundos el imbécil neandertal estaba en el suelo, seguramente recibiendo la paliza de su vida.

No le importaba mucho en realidad y después hablaría con su maldito escolta por permitir que el idiota llegara tan lejos como para darle un empujón, su atención en ese instante era para el castaño en el suelo.

— ¿Estás bien? —preguntó al chico en el suelo, parecía inconsciente pero por sus muecas sabía que no lo estaba.

Baekhyun no sabía exactamente que tocar y que no tocar puesto que no deseaba lastimarlo, podía escuchar los golpes ir y venir, lo gemidos de dolor y quejidos, pero su atención estaba toda en el niño chino, ya después vería lo que sus escoltas habían hecho.

— Ven, déjame ayudarte —dijo al ver al otro tratar de levantarse.

Su manos apenas y lo rozaron antes de ser empujado nuevamente, con más fuerza y que los ojos del mismísimo diablo fueran puesto en él con la clara advertencia de que si abría la boca sería golpeado hasta la muerte y bien, podría ser un Byun y no dejar que un pendejo cualquiera le hablara mal pero tampoco era imbécil y se metería con Oh Sehun justo en ese momento en particular, porque estaba seguro de que ni todo su equipo de seguridad o el ejército iban a poder detenerlo cuando se trataba del castaño en el suelo.

— Luhan —llamó al otro, ayudándolo a incorporarse.

— ¿Sehun? —habló con un tono algo torpe y Baekhyun tuvo que apretar los puños para no empujarlos lejos él uno del otro y gritar que Luhan era suyo.

— ¡Luhan! —se escuchó a lo lejos y Baekhyun supo que ahí estaba el entrometido de Jackson.

Un gruñido proveniente del pelinegro fue la clara señal de que el sexy semental que se quería tirar a su Luhan no estaba nada feliz de saber ahí al otro pretendiente del chino. Con solo eso Baekhyun ya se había olvidado de lo indignado que se sentía por ser empujado por el sueño húmedo de Luhan y puso toda su atención en lo que estaba por pasar.

Después de todo, a él le beneficiaba mucho que esos dos se destruyeran entre ellos y le dejarán el camino totalmente libre.

— Ven aquí, te llevare a casa —anunció Sehun y sin mucho esfuerzo hizo al castaño levantarse, se echó el brazo izquierdo ajeno sobre los hombros y comenzó a caminar antes de que Jackson tuviera oportunidad alguna de decir o hacer nada.

Baekhyun abrió la boca fingiendo sorpresa y estaba por reírse de la expresión furiosa de Jackson al ver como se llevaban a Luhan de no ser por la mano que fue ofrecida en su dirección.

— ¿Fueron malos contigo? —preguntó con tono burlón Chanyeol.

— No realmente —sonrió ladino, tomando la mano del más alto—. Ya sabes, me gusta un poco de acción en mi vida —se encogió de hombros.

Fue ayudado a ponerse de pie con cuidado, quedando de pie frente al más alto, tal vez demasiado cerca el uno del otro pero vamos, Baekhyun mentiría si no admitiera que Chanyeol no le interesaba en absoluto.

Notó la mirada fija de Jackson sobre él y estaba completamente seguro de que al Luhan ser sacado de escena por Sehun, la prioridad de Jackson automáticamente pasaba a ser él. Lamentablemente, hasta ese momento Jackson había hecho todo menos un buen trabajo.

— Retírate, más tarde hablaremos de esto —indicó seriamente, sin decir directamente el nombre de Jackson y sin dejar de mirar a Chanyeol.

Sin embargo todo sucedió tal como debía ser. Jackson se marchó sin decir nada en absoluto y Chanyeol se quedó ahí, mirándolo fijamente con una sonrisa encantadora en los labios.

— Bueno —suspiró—, sé más cuidadoso la próxima vez —sugirió, dando un paso hacia tras para luego darle la espalda más que listo para marcharse.

— Espera, ¿será todo lo que harás por mí, caballero de dorada armadura? —dijo dramáticamente—. Es decir, creo que justo ahora necesito ayuda porque a causa de tu amigo tengo una lesión mortal en el tobillo —dijo divertido.

— Oh, bueno —sonrió coqueto—, supongo que es mi deber encargarme de eso por mi honor —rio seductoramente.

Baekhyun se mordió el labio inferior y asintió lentamente. Fuertes brazos lo levantaron sin mucho esfuerzo y una sonrisa sensual se extendió en los bonitos labios de Chanyeol.

— Mi héroe —rio lindamente, rodeando con ambos brazos el cuello del más alto.

— Que puedo decir —sonrió, dándole una mirada tan sexy que casi lo derritió—. No podría ignorar el pedido de ayuda de tan bello ángel.

Oh, diablos, el tipo era dulce y…

Un segundo, ¿Chanyeol había dicho ángel?

Oh mierda, Luhan.

Su precioso bebé acaba de recibir la peor paliza que había visto y en lugar de estar preocupado por él, estaba ahí coqueteando con el señor sexy y sus casi dos metros de sensualidad. Se sentía tan avergonzado y sucio en ese momento que incluso se sorprendió por ello.

— ¿Pasa algo? Repentinamente frunciste el ceño —comentó.

— Yo… —comenzó pero decidió no agregar nada más—. Tan sólo ponme en el suelo, yo iré solo desde aquí —pidió.

— ¿Qué? —inquirió desconcertado.

— Lo que oíste, yo puedo ir solo a partir de aquí —aseguró.

Chanyeol frunció el ceño y Baekhyun realmente se sintió mal por hacerle eso a él pero así eran las cosas y por muy atractivo que Chanyeol fuese, no era para nada un buen prospecto para algo serio.

Luhan en cambio era más de lo que podía pedir.

— No voy a bajarte —dijo finalmente el pelirrojo, sorprendiéndolo.

— ¿Pero qué…?

— No hasta que te deje con tus escoltas al menos, tengo que estar seguro de que estarás bien cuidado —explicó seriamente.

Baekhyun se quedó boquiabierto tras las palabras del más alto, un calorcito peculiar cubrió su rostro y no volvió a hacer comentario alguno mientras Chanyeol lo llevaba en brazos, hasta que finalmente vieron a su jefe de escoltas.

El hombre se puso tan blanco como una hoja de papel con únicamente verlo y no era para menos, su padre los iba a descuartizar vivos si descubría que estaba herido, así que verlo llegar en brazos de un sujeto que ni conocían, era todo menos un alentador panorama.

— ¡Joven amo! —chilló el angustiado hombre.

Chanyeol arqueó una ceja y lo miró sin decir palabra y, por primera vez en su vida, Baekhyun se sintió sumamente avergonzado por eso cuando generalmente disfrutaba que todos supieran que estaban por debajo de él.

— ¿Está usted herido? ¿Qué ha pasado? ¿Necesita atención médica? —preguntó un tanto alterado.

Baekhyun suspiró pesadamente, mirando de reojo a Chanyeol, quien asintió sin más y con cuidado lo puso de nuevo con los pies en la tierra.

— Gracias —sonrió levemente.

— No hay problema —se encogió de hombros—. ¿Seguro que estarás bien? —preguntó seriamente.

— No te preocupes, me llevarán a casa desde aquí —aseguró tranquilamente.

— De acuerdo, nos vemos mañana entonces —se despidió el pelirrojo.

— Hasta mañana —respondió apenas y observó en silencio como él se iba.

— Joven…

— Estoy bien, maldita sea —gruñó irritado e inmediatamente abordó el vehículo que lo llevaría a casa.

Únicamente para llegar ahí con el humor del mismísimo demonio, provocando que las sirvientas huyeran despavoridas tan pronto lo vieron llegar, a sabiendas del enorme peligro que representaba en ese preciso momento.

— Joven…

— Quiero algo dulce y a Minseok en mí habitación ahora —masculló, interrumpiendo a la anciana sirvienta en su bienvenida.

Avanzó a su habitación sin prestar atención a nada más y su mochila voló por los aires tan pronto cruzó la puerta mientras él caminaba directamente a su cama para dejarse caer en ella y envolverse en las sábanas por completo antes de comenzar a dejar salir todos los improperios habidos y por haber.

— Joven, Baekhyun le traje su…

— ¡Me va a volver loco, Minnie! —chilló cinco minutos más tarde después de su rabieta.

— ¿Discúlpame? —inquirió confundido el otro.

— ¡No actúe como si fueses uno más de los empleados nada más, quiero a mi mejor amigo! —exigió.

Minseok lo miró como si se hubiese vuelto totalmente loco, había un puchero en los labios de Baekhyun y eso terminó por hacerlo suspirar. Sé giró despacio hacia la puerta y la cerró con llave antes de dejar la charola con el postre que Baekhyun había pedido sobre el escritorio y ocupar la silla giratoria del mismo.

— Te agradecería que dejaras de hacer escándalo que te recuerdo que mi padre no quiere que congenié contigo y todavía cree que hago esto porque tu padre me paga por ello —le recordó seriamente.

— Y yo te recuerdo que mi padre si te está pagando por ser mi amigo —bufó y Minseok frunció el ceño

— Yo soy tu amigo porque quiero serlo y lo del dinero es una cuestión completamente diferente, únicamente paga mi escuela y nada más —afirmó.

Baekhyun de igual forma no estaba feliz con la respuesta ajena y se lo hizo saber con una mirada reprobatoria que le dedico tras sus palabras y durante todo el tiempo que lo vio sacarse un cigarrillo del saco de la escuela y encenderlo.

— Y tu padre piensa que yo soy la mala influencia —refunfuñó Baekhyun con los brazos cruzados.

— Lo eres —afirmó su amigo.

— ¡Eso no es...!

— ¿Me llamaste por algo en particular o únicamente para ser el receptor de todo tu jodido mal humor? —preguntó, dejando escapar el humo entre sus labios.

Baekhyun frunció el entre cejo y se levantó de la cama para ir en busca del puff azul que se hallaba cerca del balcón y lo arrastró hasta donde su amigo estaba, dejándose caer sobre él y extendiendo su mano para recibir un cigarrillo de manos de su amigo.

— Estoy a punto de enloquecer —murmuró tras la primera calada al cigarrillo.

— Déjame adivinar… —habló Minseok—, se trata de Luhan —afirmó.

— ¡Sí! —chilló agudamente—. ¡Él simplemente se la pasa ignorándome!

— ¿Por qué será? —musitó apenas.

— ¡¿Qué has dicho?!

— Baekhyun, cállate —ordenó algo irritado ya—. No estaba insultándote ni nada —resopló—. Era como una pregunta para mí mismo.

— ¿De verdad? —preguntó asombrado—. ¿Eso quiere decir que tú no crees que debería rendirme?

— No estoy diciendo eso, únicamente me sorprende debido a que nunca has tenido problema con llamar la atención de nadie —se encogió de hombros.

— ¡Lo sé! —exclamó exageradamente—. Ya no sé qué hacer —lloriqueó.

— Mmm… ¿seguro que ya lo intentaste todo? —interrogó.

— Sí —fingió llorar.

— ¿Has tratado de hablarle regularmente?

— Sí y él finge que no estoy ahí —resopló.

— ¿Invitarlo a salir?

— Ni siquiera tiene la delicadeza de responderme —bufó.

— ¿Qué tal cumplidos?

— Cada vez que lo veo, lo cual es casi cada segundo si consideramos que estoy empezando a comportarme como alguna clase de acosador patético —farfulló.

— Ya veo —musitó y permaneció pensativo—. Todo eso solamente nos dice que fingir ser lindo y galante no va a funcionar con él, lo cual solamente deja una opción —sentenció, apagando lo que restaba de su cigarrillo sobre el escritorio de Baekhyun—. Tienes que deslumbrarlo —anunció seriamente, mirando seriamente A Baekhyun.

— ¿Bromas, cierto? —inquirió con una ceja arqueada.

— No —negó con la cabeza—, si ya intentaste por las buenas y no ha funcionado solamente te queda cambiar la táctica —explicó—. Es hora de deslumbrarlo con tu impresionante atractivo y privilegiada posición social, después ofrecerle sexo y te aseguro que…

— ¡Luhan no es así! —lo cortó indignado—. Él no simplemente va escuchar sobre los ceros en las cuentas bancarias de padre y caerá de rodillas ante mí. Él es mucho mejor que todos los patanes imbéciles con los que he salido antes.

— ¿De verdad? —interrogó un tanto incrédulo ante el previo conocimiento del pasado historial de citas de Baekhyun.

— ¡Por supuesto! —exclamó—. Hannie es especial —suspiró—. Él es lindo, valiente y honesto. Tiene un gran corazón y por ello debe ser tratado con mucho cuidado. Él no es algo para un rato, Luhan vale oro y cualquier esfuerzo que yo esté dispuesto a hacer, él va a ser el novio perfecto.

Una sonrisa cálida y sincera estaba plasmada en los labios de Baekhyun luego de que dijera todo aquello. Minseok lo veía como si ese no fuese su amigo pero al final también sonrió porque si había alguien de  quien el peli-plata pensará así entonces debía ser alguien que realmente podría hacerlo feliz y eso era lo único que a él le importaba.

 — Vaya, ese niño te tiene en sus manos de verdad —rio ligeramente y vio a Baekhyun sonrojarse—. Es bueno saber que finalmente te has fijado en alguien que si valga la pena.

— Oye…

— De acuerdo entonces —cortó su queja—. Entonces lo que debes hacer aquí es continuar como vas pero más lento —sugirió.

— ¿Más lento? —murmuró, ladeando la cabeza en un gesto muy tierno.

— Mira, Baekkie —comenzó a tratar de explicarle—, generalmente tu eres una persona muy directa e intensa que va por lo que quiere de modos un tanto agresivos pero que es obvio que no te funcionarán con este chico. Por eso debes reducir la velocidad —aconsejó.

— ¿Cómo?

— Primero que nada deja de acosarlo y empieza por lo simple, vuélvete su amigo. Sé que él ni te mira pero debe haber una forma de llegar a él y una vez que consigas  acercarte de esa forma todo lo demás puede ser más fácil para ti —explicó.

Baekhyun permaneció pensativo luego de sus palabras, Minseok lo miraba en espera de su respuesta hasta que finalmente lo vio sonreírle de forma indescifrable.

— ¡Eres un genio, Minnie! —exclamó con gran alegría, levantando en alto ambos brazos para demostrar sus emoción—. ¡Ya sé que voy a hacer! —anunció.

— ¿Ya? ¿Tan rápido se te ocurrió algo? —preguntó extrañado.

— Por supuesto —asintió felizmente—, y todo gracias a ti —sonrió ampliamente y se puso de pie para abrazar a su amigo—. Te juro que te recompensare por esto y haré que Kai deje de ser un idiota y salga contigo —dijo provocando que Minseok se sonrojara furiosamente.

— ¿Qui-quién te dijo a ti que yo quiero eso? —balbuceó ruborizado y lo empujó.

— Oh, vamos —bufó—. Nadie tuvo que decírmelo, tú eres de verdad muy pero muy obvio.

— ¡No es así! ¡Él no me gusta para nada! —chilló avergonzado.

— Minseok, siempre que vamos al antro de mala muerte de Suho, tú nunca le quitas la mirada de encima —señaló.

— Eso no….

— Pero tú no te preocupes —sonrió encantadoramente—, yo me hare cargo de todo.

— Ya te dije que no me…

— Ya verás, Minnie. Ese tipo caerá a tus pies antes de que puedas imaginarlo —aseguró con arrogancia.

Minseok suspiró pesadamente y se pellizcó el puente de la nariz rezándole a alguna deidad divina que le diera la paciencia necesaria para así no terminar golpeando a Baekhyun en la cabeza con la maldita silla giratoria que estaba ocupando en ese preciso instante.

— Dos cosas, Baekhyun —habló irritado—. Número uno —levantó uno de sus dedos muy en alto—; ese tipo es como mil porciento heterosexual y, número dos —mostró un segundo dedo—; ¡a mí no me gusta ese hombre! —casi gritó para ver si de esa forma su amigo terminaba de entender.

Baekhyun se cubrió los oídos al escucharlo gritar pero ni eso lo detendría al final y Minseok ya lo sabía bien.

— No hay nada de qué preocuparse, Min —sonrió radiante—. No tienes que ocultarme nada a mí cuando yo ya lo sé todo.

— Baekhyun —gruñó.

— En cuanto a lo de ser heterosexual, eso da igual. La mayoría de los sujetos que me invitan a algún sitio son heterosexuales —hizo comillas al decir la palabra—. Eso es únicamente una etiqueta absurda que queda a un lado cuando tienes enfrente algo que realmente te gusta —se encogió de hombros.

— Baekhyun, eres un idiota —suspiró cansado—. Aunque todas tus ideas fueran correctas dudo mucho que él se fijaría en mí, ¿o es que acaso tú no has visto a las mujeres con las que él sale? No tengo oportunidad —sentenció deseando que eso desanimara a su amigo.

— Tonterías, lo físico no importa y además ya tengo un plan —aseguró.

— Bien, yo me largo —anunció tranquilamente.

— Yo, por ejemplo —dijo, atrayendo de regreso la atención del chico que ya iba hacia la puerta—. Sé que soy alguien atractivo pero también soy plenamente consciente que la belleza tiene diferentes formas e interpretaciones dependiendo de cada persona, por lo que, aunque muchas personas me digan que soy guapo eso no significa que todo mundo lo crea —explicó seriamente.

— ¿Pero qué dices? —bufó.

— Lo que digo es que lo físico es meramente superficial, Minseok —afirmó—. Porque tú podrías ser la persona más guapa sobre la tierra pero si no tienes seguridad en ti mismo y te convences tú mismo de que no importa qué, tú puedes conseguirlo todo, nadie se fijara en ti. Así que, es por ello que mi secreto en realidad es mi personalidad más que mi físico —sonrió ampliamente.

— Pero…

— La belleza física es el gancho únicamente, lo demás depende de ti, será tu deber demostrarle que no eres únicamente un muñeco de aparador. Kai debe ver que tienes miles de cualidades y que no tienes pena de mostrar todas y cada una de ellas. Hazle saber que eres muy inteligente al poder conversar con él de cualquier cosa que él imagine y que si no entiendes el tema no importa porque eres alguien de mente abierta que está dispuesto a descubrir nuevas cosas; haz que él vea también lo guapo que luces cuando te ríes hasta lágrimas y no te quedes estancado únicamente en una sonrisa por mero compromiso.

— Baekhyun —musitó asombrado.

— Que no te de miedo tampoco decirle cuando algo no te guste, a los hombres como él les gusta más la honestidad que alguien que acepte todo únicamente por agradar. Confía en ti y te aseguro que él verá la dulce y adorable persona que eres más allá de tu precioso rostro —lo tomó de las manos—. Ve por él sin miedo y siendo tú mismo y yo te prometo que sin duda alguna él será completamente tuyo—le giñó con complicidad—. No hay nada que temer, además, si él al final resulta un idiota y te hace llorar entonces haré que lo castren por dañar a mi lindo y adorado Minseok —sonrió dulcemente al final de su discurso.

Minseok por su parte estaba asombrado y sin poder decir nada pero sonriendo al final.

Demonios, él era afortunado sin duda alguna.

Porque solamente él sabía el ángel que realmente era el peli-plata tras esa fachada tan irritante. Baekhyun era sin duda una joya que él nunca se casaría de admirar y que protegería con recelo hasta que algún día llegará alguien lo suficientemente merecedor de tenerlo.

— De acuerdo —suspiró resignado, sintiendo el rubor en el rostro—. Vayamos al antro de mala muerte de Suho hyung esta noche.

Baekhyun chilló emocionado, dándole un abrazo efusivo que él no dudó en corresponder. Sentía su corazón golpeando con fuerza ante la anticipación y, aunque las cosas no le salieran bien, quería intentarlo por Baekhyun por lo menos.

Por su gran amigo esa noche sería valiente y se iba a declarar por fin.

***

« Sehun… »

La mirada suplicante y su tono de voz en ese momento todavía seguían repitiéndose en su cabeza luego de que lo dejará solo en manos de Lay tras lo sucedido en la escuela.

Había sido difícil porque todo en él gritaba que no lo dejará en manos de otra persona, que tenía que ser él quien lo cuidara y se asegurará que todo iba a estar bien pero sabía que quedarse con él y decidir cuidarlo solamente los arriesgaría a que Minho los viese y usará a Luhan únicamente para tratar de lastimarlo a él de nuevo.

— ¡Hey, Sehun! —escuchó el llamado de uno de los imbéciles lacayos de Minho pero lo ignoró.

Llevaba ahí toda la tarde hasta que el sol se fue haciendo cada tarea estúpida que Minho le ordenaba simplemente porque al bastardo le encantaba joderlo y era justo por eso mismo que tenía que soportarlos a ellos también.

— Hace tiempo que ya no te vemos tanto por aquí. ¿Será por qué ahora te crees demasiado al estar en esa escuela de niños ricos? —soltó uno de ellos, haciendo reír a los otros dos.

No les contesto, sabía que todo eso únicamente traería mucho problemas y luego de ese día de mierda solamente quería mantenerse lejos de toda lo que lo empeorará.

— Él finge no escucharte —dijo el segundo de ellos—. Aparentemente ahora él incluso se cree tan superior hasta para hablar con nosotros.

— Eso justamente, el bastardo ahora se cree uno de esos niños ricos ahora que está en esa escuela —masculló el tercero.

Ignóralos.

Se repetía eso una y otra vez para así no meterse en un lío.

— ¿Es eso? —bufó quien había iniciado todo eso—. ¿Piensas de verdad que una mierda como tú llegará a ser uno de esos chicos hijos de papi? —se burló.

Sehun les envió una mirada de advertencia, viendo que ellos retrocedía un poco ante eso pero tenía el presentimiento de que ellos eran lo suficientemente estúpidos como para no irse.

— ¡¿Quién mierda te crees para mirarnos así?! —exigió saber el mayor.

— Piérdanse —masculló entre dientes.

— Y-yo creo que mejor de-deberíamos…

— ¡No! —gritó furioso—. ¡Esta rata no es nadie para darnos órdenes a nosotros! ¡Nosotros somos hombres de confianza de Minho y el maricon de mierda debería besar el suelo que nosotros pisamos! —exclamó enfurecido.

— ¿Cómo me has llamado? —inquirió seriamente, mandando a la basura el plan de ignorarlos.

— Ya me escuchaste, maricon de mierda —soltó mordaz—. Porque eso es lo que eres y seguramente si todos esos jodido niños ricos lo supieran les darías el mismo asco que a todos nosotros. Tú no eres superior en absoluto —dijo esbozando una sonrisa ladina.

¡Al carajos todo!

Fue el último pensamiento de Sehun antes ir directo a los imbéciles y en menos de dos segundos tener al bastardo de la bocota en el suelo y con su pie sobre su asquerosa cabeza.

— ¡Repite lo que me dijiste si tienes las bolas ahora! —rugió, aplicando más presión en su pie.

— ¡Vas a arrepentirte de esto! —le juró el otro.

— ¡Te dije que repitas lo que me dijiste, escoria de porquería! —exigió, escuchándolo quejarse ante el dolor que le estaba provocando.

— ¡Sehun!

La voz gritando su nombre lo hizo maldecir por lo bajo y dejó ir al idiota tan pronto como lo había sometido, alejándose para enfrentar a su jodido hermano mayor.

— ¿Qué carajos significa esto? —preguntó furioso.

Sehun no respondió, porque al final no servía de nada y también porque jamás había sido partidario se jugar a los buenos hermanos con Minho.

— ¡¿Te hice una puta pregunta, pesado de basura?! —ladrón, empuñando el cuello de su camisa.

— Jódete —escupió entre dientes.

La irá brilló en los ojos de Minho y Sehun supo que nada saldría bien cuando vio una sonrisa amable extendiéndose en los labios ajenos.

— Olvidaba que te gusta a la mala —rio con malicia—. Bueno chicos, lamento mucho esto, así que para compensarlo les dejaré encargarse del castigo de Sehun para que entienda cuál es su lugar aquí.

Los otros tres no demoraron en comenzar a reír y asentir a lo que su líder acababa de decirles.

— Muy bien —asintió satisfecho, girándose en dirección de su mirada cargada de odio y frustración—. Más vale que no trates de defenderte o tu amigo Chanyeol será el pago por tu desobediencia en vista que Luhan ya no me es útil —advirtió.

Sehun apretó los puños con fuerza y quiso gritar debido a la rabia y frustración ante lo que iba a pasar. Vio a los otros tres comenzar a avanzar hacia él y cerró los ojos resignado. Tenía ya mucha práctica en ello luego de años siendo el saco de boxeo de su padre. Aquello no sería nada y se lo repitió sin descanso luego de que el primer puño conectará con su mejilla.

Fue difícil mantenerse al margen durante todo aquel tiempo en que sentía cada golpe recibido pero hizo justo lo que se le había ordenado.  Se mantuvo inmóvil y no se defendió en absoluto hasta que todo aquello terminó y los tres imbéciles se marcharon tras aburrirse.

El dolor explotó en cada músculo y centímetro de su cuerpo para cuando finalmente consiguió las fuerzas para levantarse lo mejor que pudo y arrastró los pies hasta la salida. Sentía un líquido goteando desde su nariz al suelo con cada pasó que daba y el familiar gusto de su sangre le impregnaba la boca.

No logró estar seguro de cómo era que consiguió salir de aquel inmundo almacén que Minho llamaba guarida y sentía todas las miradas sobre él mientras cruzaba las calles con rumbo a su hogar antes de vomitar sobre la próxima persona que le diera una mirada de innecesaria compasión.

Llegó a su hogar con la noche ya cubriendo las calles, oyendo gritos y el sonido débil de sollozos proveniente desde la cocina. Maldijo tan pronto lo captó, ya que eso únicamente significaba que su padre estaba ebrio y en casa, sabía  estaría en muchos problemas si lo veía, por lo que tenía que salir de ahí cuanto antes.

— ¡¿Qué mierda significa esto?! —rugió su colérico padre antes de que tuviera la fuerza para girarse en dirección a la puerta y escapar—. ¡¿Te estuviste peleando de nuevo?!

Un quejido abandonó sus labios cuando su húmedo cabello, tal vez por el sudor o por alguna herida en la cabeza, fue empuñando en un agarre de acero.

— ¡Contesta, pequeño hijo de puta! —ordenó.

— ¡Te importa un infierno! —respondió, dándole un empujón a su padre que seguramente le arrancó algunos mechones de cabello ya que el maldito no lo había soltado todavía.

— ¡Vas a desear no haber nacido cuando acabe contigo! —gritó fuera de sí.

Sehun no retrocedió, algo dentro de él gritó que podía con eso, que era la hora de defenderse y así ponerle punto final a toda esa mierda. ¡Era su deber defenderse!

— ¡Sehun, no lo hagas!

El lamento agonizante de su madre fue suficiente para acabar con todo su valor y aturdirlo antes del brutal golpe que se estrelló en una de sus mejillas, enviando su cuerpo contra la puerta principal de su casa y después al suelo.

— ¡Soy tu padre y me trataras con el respeto que me merezco!

Aquello sonó tan lejano y él tan sólo podía mirar a su madre preguntándole porque era que le hacía eso únicamente a él. Ella huyó como siempre y al pelinegro únicamente le quedo cerrar los ojos con fuerza cuando escuchó el tintinear de la hebilla del cinturón de su padre.

« Sehunnie… »

Escuchó la dulce voz en su cabeza y se aferró a la imagen de la única persona que lo hacía aferrarse a la vida de mierda que estaba llevando. Esa noche tenía que ir nuevamente para asegurarse que él estaría bien después de todo y, tal vez, si se quedaba muy quieto todo aquello terminaría más rápido.

Quería creer en eso, así como también apretó los dientes para no gritar de dolor cuando él primer golpe vino pero no consiguió guardar silencio tras el cuarto, el quito ni todos los demás que le siguieron y que probablemente dejaría una gran marca que ocultar en su cuerpo.

Los ladridos de Jiāo Tàng se dejaron escuchar por todo el lugar pero en esa ocasión él no iba a poder hacer nada por su dueño al estar encerrado en la habitación de Sehun. En esa ocasión estaba tan solo como todas las veces anteriores y muy en el fondo estaba rezando porque todo terminará para él de una vez por todas.

Sin embargo, no lo hizo sino hasta lo que para él fueron horas más tarde cuando se había quedado tan inmóvil que lo más probable era que si padre hubiera creído que se había desmayado o tal vez muerto. Se incorporó apenas y al mirar al frente los ojos llenos de lágrimas de su mamá lo observaban llenos de culpa.

— ¿Por qué siempre los haces enojar? —preguntó con la voz rota.

Una sonrisa irónica, o eso pretendía ser, fue esbozado por los lastimados labios del pelinegro y negó con la cabeza débilmente.

— Por la misma razón por la que tú no eres una buena madre —musitó.

La delicada mano de ella se estrelló en su mejilla tan pronto dejó salir su respuesta y sorprendentemente fue aún más doloroso que todos los demás golpes pasados.

— Oh, Dios mío —sollozó ella—. Hijo, yo no…

— No me toques —masculló entre dientes y empujó sus manos lejos cuando ella trató de ayudarlo a levantarse del suelo por completo—. No voy a quedarme aquí ni un segundo más.

Salió tambaleándose tras decir aquello y escuchar el inicio de su llanto pero ya no importaba. Sehun lo único que quería en ese momento era ir con la única persona que podía curar todo en él por mucho que no tuviera ni idea de cómo iba a llegar con él en esas condiciones.

Lo consiguió más sin en cambio, no sabía cómo o de dónde era que había sacado fuerzas pero logró hacer todo aquello para una vez más colarse por su ventana y verlo dormir por lo menos, iba a conformarse con ello.

— No, no es verdad.

Ese susurró estrangulado lo paralizó por completo por un segundo antes de que elevará la mirada y se encontrará frente a frente con la angustiada y horrorizada imagen de Luhan. Su corazón se encogió ante la idea de su rechazo y su cerebro no conseguía darle una excusa para dar y así no escuchar algo que sabía que en ese momento iba a destrozarlo por completo.

— ¿Qué es lo que te ha hecho ese maldito demonio? —gruñó o tal vez sollozó pero Sehun no supo cuál de las dos luego de ser envuelto en sus brazos protectoramente—. Lo siento, lo siento tanto Hunnie —sollozó.

— Luhan…

— Sabía, yo sabía que algo iba mal porque tú no venías aquí conmigo como cada noche pero me quedé aquí sin hacer nada incluso cuando escuche ladrar a Jiāo Tàng, perdóname por no ir —murmuró, estrechándolo apenas.

Luhan lo había estado esperando.

Era lo único que podía pensar en ese momento. El calor de su cuerpo y su cuidadoso tacto lo ayudaron a olvidarse de todo lo demás rápidamente.

 — ¿Te duele mucho? —preguntó angustiado y por un instante Luhan creyó que había regresado en el tiempo al tener frente a sus ojos al niño pequeño de años atrás—. Yo debí ir por ti, lo lamento mucho.

« ¡Ya basta! ¡Déjeme entrar! ¡Sehunnie! »

¿Cuántas veces Luhan había gritado y golpeado la puerta de su casa cuando niños para detener a su padre?

Cincuenta y siete veces, las recordaba todas ellas a la perfección y al final él siempre pediría perdón entre lágrimas por no conseguir atravesar la puerta y rescatarlo.

— Luhan, yo…

« Te amo. »

Sonaba tan fácil de decir en sus pensamientos pero la realidad era que únicamente se había quedado acariciando su rostro con delicadeza y mirando esos bonitos ojos llenos de lágrimas de impotencia y cariño.

— No puedo hacer nada por ti nunca, lo siento mucho —susurró con tristeza, presionando su pequeña figura un poco más cerca.

— No importa, todo está bien ahora —susurró, correspondiendo finalmente el abrazo de Luhan y sintiéndose inmensamente contento solamente por el hecho de estar ahí.

— Lo está, ya estás en casa y no dejaré que nada más te pase, voy a cuidar de ti como tú has hecho durante todo este tiempo —prometió, poniendo su frente contra la de Sehun para verlo a los ojos—. Ya todo pasó, estás conmigo ahora.

Labios de terciopelo acariciaron su frente y Sehun cerró los ojos embriagado con la suave sensación y la fresca fragancia que Luhan desprendía. Lo quería tanto que dolía y no tenía idea alguna de cómo era que conseguía estar lejos de él.

— Vamos, tengo que curarte y también debes descansar —indicó Luhan y lo guío hasta la cama donde incluso lo ayudo a sentarse.

Alejándolo de sus fantasías en las que decidía decirle que lo quería y Luhan le correspondía como él deseaba que fuera. En lugar de ello la realidad de Sehun fue observarlo correr al baño y aun así su corazón se hincho de alegría al saber que Luhan siempre sería la única persona capaz de hacerlo olvidar lo malo.

— Lo lamento, deberemos conformarnos con esto para no despertar a los demás —explicó, mostrándole una pequeña toalla húmeda.

Sehun asintió sin queja y permitió que Luhan comenzara a limpiar su rostro cuidadosamente con el suave trozo de tela y estaba tan feliz por saber que Luhan todavía tenía por costumbre sostener una de sus manos como cuando eran niños y conseguía una paliza de su padre para luego ser curado por Luhan. Él incluso le soplaba todavía sus heridas para que no ardieran.

« N-no llores… Hu-nnie…, yo lo a-arreglo... »

Luhan siempre le diría eso aunque siempre fuera él quien llorar de coraje durante todo el proceso. Siempre con una expresión de terror ante la posibilidad de lastimarlo más.

— Estaré bien —prometió, sosteniendo la temblorosa mano del castaño.

Quería borrar la tristeza y preocupación de su bello rostro, recibiendo un ligero apretón en la mano que Luhan sostenía.

— Déjame ver —pidió con un murmullo y Sehun negó levemente.

Era imposible para él quitarse la camiseta como lo hubiera hecho antes porque simplemente había cosas que Luhan no podía ver.

— Necesito… por favor… —pidió suplicante.

Sehun suspiró derrotado, sabiendo que nunca iba a poder decirle que no a él y sin decir palabra alguna, cumplió el pedido de Luhan, siendo cuidadoso con no quitarse la prenda por completo para mantener cubiertos sus brazos y parte de su pecho, dejando al descubierto únicamente su espalda que era la zona más afectada y fue únicamente segundos más tardes que se dio cuenta que había sido un gran error.

— No —musitó con la voz estrangulada y colocó apenas su mano sobre su piel tibia y lesionada.

El pelinegro no se quejó en absoluto, esa tan sólo era una herida vieja como tantas otras en ese lugar y por ello, el tacto de Luhan no iba a dañar nada. Sin embargo, sentía su corazón doler al ser consciente de las lágrimas silenciosas y de que él iba a culparse por todo aunque no hubiera tenido nada que ver.

— No es tu culpa Bǎobèi Lù, todo eso es parte del pasado —le dijo para tratar de tranquilizarlo.

— Yo no hice nada y lo sabía, lo lamento —sollozó.

— No era tú res…

— No voy a ignorarlo otra vez, lo juro —susurró.

Sehun se paralizó pero nada tenían que ver sus palabras sino sus brazos alrededor de su cuerpo, su cabeza recargada en su espalda y aún por sobre su pijama, el calor de Luhan en su piel desnuda.

— De acuerdo

Luhan no iba a involucrarse, nunca iba a permitirlo, de eso estaba completamente seguro pero lo dejaría creer que estaba de acuerdo con él y lo dejó continuar en silencio limpiando su piel con la toalla e incluso se acomodó en la cama sin queja alguna.

Resultaba demasiado familiar a final de cuentas y había sido una rutina casi diría entre ellos dos cuando eran niños. Lo que Luhan no había hecho nunca antes fue atraerlo a sus brazos, dejando que recargada su cabeza sobre su pecho y acariciando su cabeza apenas como había hecho una vez había ocupado su lugar en la cama.

— Está bien ahora, Hunnie —susurró tiernamente—. Descansa que yo me quedaré a vigilar tu sueño como tú hacías por mí.

Sehun no supo ni quiso responder, tan sólo lo rodeó con sus brazos y tomó un profundo respiro, permitiendo que el cansancio se apoderara de todo él sin más objeción. Levantó el rostro antes de que el sueño lo venciera y sus ojos conectaron con los preciosos orbes avellana de Luhan sólo por un instante antes de finalmente cerrarlos y caer en un sueño profundo, arrullado por el latir del corazón de su Luhan y su calor corporal.

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Les envío desde aquí un gran abrazo y hasta la próxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).