Las alarmas sonaban sin cesar, podía escuchar las órdenes del general Zander por los parlantes y las explosiones que provenían de los distintos niveles de la gran nave.
Veía como la tripulación corría nuestro alrededor mientras sujetabas mis manos, me mirabas fijamente. Tus hermosos ojos esmeralda rebelaban tus intenciones y sentí un escalofrió recorrer mi espalda al entender lo que estos querían decirme. Intenté detenerte, pero antes de lograr articular alguna palabra me empujaste al interior de una nave de rescate y sellaste la puerta. Gritaba y lloraba mientras golpeaba con todas mis fuerzas aquella puerta que nos separaba, pero esta no cedía ni un poco; tú solo me mirabas y sonreías a través del cristal, vi tus labios moverse y formar la palabra "Perdóname".
Escuche una fuerte explosión y toda la nave se sacudió. Mis compañeros y el piloto me gritaban constantemente, pero no les prestaba atención; deseaba tenerte a mi lado y que todo fuera como antes de ese día. "Esto no puede estar pasando" repetía esa frase constantemente en mi cabeza. Sentí el movimiento de la nave y tu sonrisa anunciaba la despedida.
Lo último que pude ver fue que tomabas tu arma y te dirigías hacia tus compañeros; "se quedaron para darnos tiempo" logré escuchar por parte del piloto. Mis ojos se cerraban, sentía como perdía la conciencia mientras recordaba una vez más como todo esto comenzó, aquel día en que te conocí.
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Las alarmas sonaban sin cesar, podía escuchar las órdenes del general Zander por los parlantes y las explosiones que provenían de los distintos niveles de la gran nave.
Veía como la tripulación corría nuestro alrededor mientras sujetabas mis manos, me mirabas fijamente. Tus hermosos ojos esmeralda rebelaban tus intenciones y sentí un escalofrió recorrer mi espalda al entender lo que estos querían decirme. Intenté detenerte, pero antes de lograr articular alguna palabra me empujaste al interior de una nave de rescate y sellaste la puerta. Gritaba y lloraba mientras golpeaba con todas mis fuerzas aquella puerta que nos separaba, pero esta no cedía ni un poco; tú solo me mirabas y sonreías a través del cristal, vi tus labios moverse y formar la palabra "Perdóname".
Escuche una fuerte explosión y toda la nave se sacudió. Mis compañeros y el piloto me gritaban constantemente, pero no les prestaba atención; deseaba tenerte a mi lado y que todo fuera como antes de ese día. "Esto no puede estar pasando" repetía esa frase constantemente en mi cabeza. Sentí el movimiento de la nave y tu sonrisa anunciaba la despedida.
Lo último que pude ver fue que tomabas tu arma y te dirigías hacia tus compañeros; "se quedaron para darnos tiempo" logré escuchar por parte del piloto. Mis ojos se cerraban, sentía como perdía la conciencia mientras recordaba una vez más como todo esto comenzó, aquel día en que te conocí.
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Las alarmas sonaban sin cesar, podía escuchar las órdenes del general Zander por los parlantes y las explosiones que provenían de los distintos niveles de la gran nave.
Veía como la tripulación corría nuestro alrededor mientras sujetabas mis manos, me mirabas fijamente. Tus hermosos ojos esmeralda rebelaban tus intenciones y sentí un escalofrió recorrer mi espalda al entender lo que estos querían decirme. Intenté detenerte, pero antes de lograr articular alguna palabra me empujaste al interior de una nave de rescate y sellaste la puerta. Gritaba y lloraba mientras golpeaba con todas mis fuerzas aquella puerta que nos separaba, pero esta no cedía ni un poco; tú solo me mirabas y sonreías a través del cristal, vi tus labios moverse y formar la palabra "Perdóname".
Escuche una fuerte explosión y toda la nave se sacudió. Mis compañeros y el piloto me gritaban constantemente, pero no les prestaba atención; deseaba tenerte a mi lado y que todo fuera como antes de ese día. "Esto no puede estar pasando" repetía esa frase constantemente en mi cabeza. Sentí el movimiento de la nave y tu sonrisa anunciaba la despedida.
Lo último que pude ver fue que tomabas tu arma y te dirigías hacia tus compañeros; "se quedaron para darnos tiempo" logré escuchar por parte del piloto. Mis ojos se cerraban, sentía como perdía la conciencia mientras recordaba una vez más como todo esto comenzó, aquel día en que te conocí.