He decidido escapar, escapar de mis padres, mi familia, la estúpida sociedad en la que estamos acostumbrados los de mi “clase” ¡ja! Idiotas.
Por ser el omega de la familia he tenido que estar encerrado por tanto tiempo, que hasta ya no recuerdo lo que es ir y jugar en un parque con otros niños o comer una simple paleta o helado. Porque todo lo que tengo que hacer tiene que ser “perfecto” según mis padres, valla estupidez.
Nadie en este mundo es perfecto, la perfección no existe eso es solo un viejo cuento para que las personas que se sientes frustradas, abandonadas o no tienen nada en que resaltar se sientan cómodas mostrando su estúpida perfección.
He decidido escapar porque no soporto a mis padres y lo último que hicieron no tiene precio, lo único que querida hacer era ser un omega normal como se ve en los doramas o telenovelas ellos pueden salir y divertirse con sus amigos… masa sin embargo yo aquí encerrado en esta enorme mansión.
¿Y todo por qué? Porque al ser hijo de unos de los más grandes empresarios de Asia, me toca mostrarme como no soy y vivo encerrado por dos razones.
- Porque soy un omega, y según soy muy débil físicamente y al ser tan conocido me podrirán secuestrar.
- La segunda razón es casi igual a la primera, he estado aquí encerrado mientras que profesores particulares me daban clases. ¿Qué no puedo ir a un instituto? ¡no claro que no la perfección es lo primero! Y como un Namikaze tengo que mostrarla.
Las reglas de este mundo han cambiado y los omegas podemos disfrutar mucho más que antes, y ahora con los supresores estamos saliendo más al mundo real.
Lo que a mí me duele, es que no soy participe de eso. Yo amo a mis padres, pero solo que ellos ven lo que es para su beneficio y no lo que a mí me interesa. Pero ya me estaba acostumbrando a esto. Hasta que apareció al gota que derramo el vaso.
Naruto-kun, te hemos comprometido con un alfa, para que este pueda llevar la empresa y tu como buen omega le serás fiel.
Eso había sido las duras palabras de mi padre y yo no me lo podía creer, casarme con un alfa a mi edad seria abandonarlo todo y ni siquiera había salido al mundo a conocer y es más buscar mi pareja destinada.
Por eso he decidido escapar ahora que mis padres están en una fiesta, me he infiltrado al sistema de vigilancia de la mansión para darme diez minutos para escapar por la ventana ya que no puedo escapar por la puerta principal hay muchos guardias.
Cojo las sabanas que he tardado días en enredar y hacer nudos para después tirarlas por la ventana asegurándome antes de que estuviera amarradas a mi gran armario.
Ato mi largo cabello dorado que por exigencias de mis padres no lo he podido cortar nunca porque según ello un doncel debe verse delicado. Luego cojo una mochila en la cual estan mis cosas y la lanzo por la ventana cayendo está directamente al suelo.
Con cuidado bajo con las sabanas que sirven de enredaderas y son mi escape. Al bajar suelto un suspiro de alivio y me subo la capucha para salir corriendo por ese gran jardín.
Al llegar me detuve en un hermoso arbusto el cual solo era una pantalla ya que al moverlo había un hueco entre la reja que había hecho hace mucho tiempo atrás con un alicater. El hueco en si era pequeño, pero era perfecto para que mi cuerpo pasara por allí.
Me arrastre hasta donde sería mi libertad y bien que se sentía.
Sabía que estaba abandonando todo lo que había construido junto a mis padres todo esto años pero era un pequeño precio que había que pagar.
Comencé a correr por las calles de Tokio encontrándome con todo tipo de personas, al ver que estas me miraban porque corría aligere el paso y me sentí un poco avergonzado, no más trataba de taparme bien con la capucha para que nadie me reconociera.
Saque mi celular y comencé a ver el mapa que me llevaría hasta la estación.
Al llegar al lugar me sentí raro, jamás había estado en un lugar como este y estar rodeado de tanta gente que corría muy de prisa o distraída me ponía incómodo.
Trate de tranquilizarme y recordar que tren tenía que tomar para llegar a Kyoto, lo había recordado pero antes tenía que comprar el boleto.
Antes de mi escape estuve viendo video relacionado sobre como comprar un boleto, tenía una idea de lo que tenía que hacer pero aun así era incómodo para mí.
Tarde un poco más de lo esperado pero aun así lo logre y me sentí bien por eso. Me dirigí inseguro al tren que tenía que abordar, todo era nuevo para me sentí más incómodo al estar tan rodeado de personas el tren estaba muy lleno pero afortunadamente pude asegurar un puesto.
Abrase mi mochila con fuerza recordando que mi tio dijo, que no podía demorar más de las diez de la noche, y que luego me explicaría la razón, mire mi reloj y eran las ocho y cinco, el viaje demoraría un poco a sí que saque mi celular el cual era más barato del que tenía actualmente pues no podía llamar mucho la atención.
En el tren había muchas personas, pero los que más resaltaban eran alfas y betas también había omegas pero no en tal cantidad como los recién mencionados. Y me sentí un poco intimidado, también era la primera vez que viajaba sin protección de alguien.
Afortunadamente llegue a Kyoto y Salí lo más rápido del lugar que pude, y al ver no sabía si todo esto era un sueño o en realidad estaba pasando pues todo era hermoso. De verdad que había logrado llegar hasta aquí.
- Naruto ¡aquí!- esa voz la reconocería a donde fuera no importa el pasar de los años, agitando su mano efusivamente estaba mi tío Deidara. Un hermoso omega de 23 años el cual llamaba la atención a donde fuese (como ahora) era rubio y un cabello muy largo como el mío… no el mío es más largo y una personalidad explosiva y alegre – Naruto mi niño- mi tio Dei me abrazo y yo le correspondí al instante
- Tio Dei, cuanto tiempo- sonreí como yo solo podía hacerlo- pero podríamos irnos temo que me descubran y además estas llamando mucho la atención. – mire para todos lado y pude ver como alfas y algunos betas se comían con la mirada a mi tio.
- Si tienes razón Naru, pero que descuidado- dijo mi Dei para después jalarme y hacer que entre a su auto – además el toque de queda ya va a empezar- dijo mientras comenzaba a conducir.
Y yo lo mire extrañado
- ¿toque de queda?- pregunte haciendo que mi tío diera una tierna sonrisa, ¿pero que era lo gracioso?
- Claro como no acordarme que tú eres un doncel de sociedad- ¿se estaba burlando?- dime ¿cómo lo pasaste en tu primer viaje en tren?- si se estaba burlando el desgraciado.
- Pues te diré la verdad, fue muy extraño e incómodo- dije mientras me acomodaba mejor en mi asiento- pero fue divertido. Y me alegra que nadie me haya reconocido, de seguro mañana aparecer en todos los noticieros del país y del mundo.- al decir esto vi como el rostro de Dei se ponía serio.
- -Naruto dime la verdad ¿Por qué escapaste?- dijo sin quitar la vista del camino- es mas no sé porque te estoy ayudando, tus padres me mataran.
- Escape porque esa vida no era para, nunca me sentí cómodo en esa mansión y menos con mis padres, eso era horrible yo siempre anhele ser libre y no estar cautivo- dije mientras juntaba mis manos y las apretaba fuertemente- además me habían comprometido y sabes qué significa eso.- al decir eso la cara de Dei cambio por completo, se me olvido por completo que no le había dicho a mi tio deidi que me habían comprometido.
Pero lo que no espere es que soltara una carcajada y yo solo le mire confundido.
- Tus padres te mataran Naru- sonrió mientras se estacionaba- nos mataran a ambos, a mi por encubrirte. Pero ten esto en cuenta- Dei agarro mis manos y me hizo mirarlo a los ojos- sin importar que pase, te apoyare.
Yo solo me limite a sonreírle y asentir
- Gracias Tio Deidara- dije abrazándolo este lo correspondió al instante y luego nos separamos- además tengo un plan- dije mientras le guiñaba un ojo. El rio y luego salimos del auto.
- Bueno Naruto, bienvenido a tu nueva vida, bienvenido a tu libertad, bienvenido a Kyoto.