Lu Han había pasado por dos embarazos, en el primero trajo al mundo a Kim YoonGi, porque estaba claro que sus hijos llevarían el apellido de su padre, Kim MinSeok. Tres años más tarde, la pareja decidió que querían volver a convertirse en padres, sin embargo, pasaron dos años y nada pasó, viéndose obligados a recurrir a un tratamiento especial, y así Lu Han logró su segundo embarazo.
Los médicos le habían hablado sobre la posibilidad de un embarazo múltiple, pero ¿Cómo va a ocurrirnos eso a nosotros? se preguntó Lu Han, por lo que cuando el doctor les informó del resultado, ninguno de los dos podía creerlo.
–¿Q-qué acaba de decir? –preguntó Lu Han al médico que minutos atrás había untado gel sobre su vientre y que ahora pasaba un aparato mientras señalaba una pantalla. MinSeok también le miraba, con la boca abierta por lo que había escuchado, él también necesitaba que volviera a repetir esas palabras, porque definitivamente había escuchado mal. Sí, no pude haber escuchado bien. Él no puede haber dicho...
El señor con la bata blanca le miró y sonrió.
–Dije que esperan cinco hijos. Quintillizos. ¡Felicidades! –Respondió. Y Minseok se desmayó.
Y así fue como la familia de LuHan y MinSeok pasó de tener un solo hijo a tener seis. Los quintillizos más YoonGi, de cinco años.
***
La familia Kim está compuesta por Kim MinSeok, padre de seis hijos, y Lu Han, la madre de seis hijos. Kim YoonGi es el hijo mayor, ahora de ocho años, y luego vienen sus cinco hermanos, quintillizos, los cuales también se designan por mayor y menor según su orden de nacimiento: SeokJin, HoSeok, JiMin, TaeHyung y JungKook.
Lu Han y MinSeok sabían que tener seis hijos no era nada fácil, y menos cuando todos tenían personalidades diferentes. Por un lado, el mayor de la familia, Kim YoonGi, era un holgazán, ayudando solo cuando se trataba de sus hermanos más tranquilos, léase JiMin (quien siempre le seguía a todas partes) . SeokJin, el quintillizo mayor, era el más especial, no le gustaba ensuciarse, y apenas veía una mancha en su ropa rompía en llanto y había que cambiarlo. HoSeok, el segundo mayor, era un niño con demasiada energía al igual que TaeHyung (el cuarto), Lu Han creía fervientemente que los hermanos competían por saber quien lo cansaba primero, como sea, tanto MinSeok como Lu Han sabían que era a los que no podían quitarle los ojos de encima (Nunca. Jamás). JiMin, el tercero, era un niño súper tranquilo, y le gustaba mucho seguir a YoonGi a todos lados. JungKook, el menor de todos, y su comportamiento dependía del día, a veces se unía a las travesuras de TaeHyung y HoSeok, y esos eran los peores días para los padres, sin embargo, cuando se unía a JiMin eran todo un ángel.
–Papá ha pedido un préstamo –Anunció MinSeok un día muy feliz, mirando a sus seis hijos y a su esposo que estaba con su remera llena de barro al igual que TaeHyung –Y como todos saben, el abuelito YiFan nos regaló una trafic para que entráramos todos y pudiéramos viajar juntos. Por ello nos vamos a ir de vacaciones ¿Qué les parece ir a la playa? –Lu Han quiso negar, pero ya todos saltaban de alegría cantando “Pasha, pasha” , menos YoonGi, quien sólo levantó su mano para pedir la palabra.
–¿Puedo invitar a NamJoon? –NamJoon era el hijo de los vecinos y el mejor amigo de YoonGi, a donde fuera uno iba el otro, Uña y mugre solía decir MinSeok. Así que no hubo opción, NamJoon se unía a las vacaciones.
Lu Han mordió sus labios, ya era tarde para decepcionar a sus seis hijos ¿En qué demonios pensaba su marido? ¿A la playa con cinco niños de tres años y uno de ocho? Más le vale ayudar a empacar todo.
–Trabajo hasta el día que nos vamos, Lu ¿Crees poder encargarte de todo? –Le dijo MinSeok cuando se acercó a Lu Han y depositó un beso en su mejilla.
Lo mato.
***
Los preparativos para sus vacaciones empezaron dos días antes. Lu Han aún maldecía por los rincones de la casa la genial idea de su marido (nótese el sarcasmo), y claro, como él aún estaba trabajando y no tenía que armar las tres conservadoras, los diez bolsos de ropa, el botiquín por si uno de sus hijos enfermaba, las sombrillas, las sillas, etc, etc, etc. Además de las cosas del amigo de YoonGi.
Oh, sí. MinSeok estaba castigado con abstinencia absoluta.
Ni hablar el día del viaje, el cual fue un caos. Por suerte, MinSeok ayudó a vestir a los niños. Todos con una jardinera y remeras de diferentes colores: SeokJin rosa, HoSeok verde, JiMin negro, TaeHyung amarillo y JungKook azul. Menos YoonGi que hubo que cambiarlo dormido con alguna ropa limpia.
A la familia le esperaba 135 KM de viaje, no era mucho, pero cuando tienes a cinco niños de tres años que ya no usan pañales, significaba detenerse cada vez que uno de ellos gritaba “Pipi”, sin contar que era el primer viaje largo, y que no tenían idea que JiMin vomitaría sobre sus ropas después de decir “guele a pansha”
Tal vez diez bolsos de ropa son pocos, pensó Lu Han cambiando a su hijo, y pensando en el dinero disponible con el que contaban. Tendré hacer lavar en plenas vacaciones. ¡Urgh!
Y así fue como después de tres horas llegaron finalmente a la playa, con más de 35 grados de calor. A los padres les hubiera encantado pasar por el casa que habían alquilado, pero TaeHyung y HoSeok vieron el mar y fueron inaguantables.
–¿Quién quiere ir al mar? –Preguntó MinSeok después de bajar e instalarse sobre la arena.
–¡Sho! ¡Sho! –Cantaron de inmediato los pequeños TaeHyung y HoSeok.
Por su parte, JiMin se acercó a su hermano YoonGi caminando torpemente sobre la arena y sostuvo su mano. SeokJin se prendió de la ropa de su papi Lu y negó, empezando a llorar porque su hermoso jardinero se había llenado de arena gritando “Shusho, shusho”, por lo que sería MinSeok quien se encargaría de tener vigilado a los dos revoltosos: HoSeok y TaeHyung, quienes salieron corriendo sin sacarse la ropa ni colocarse protector solar hasta el mar.
Ahí va otro cambio de ropa, pensó Lu Han aguantando un suspiro. A él le tocaba quedarse con el resto: YoonGi, su vecino amigo NamJoon, SeokJin, JiMin y JungKook.
El pequeño JungKook, quien hasta entonces había estado sujetando la mano de NamJoon, se reía del berrinche de su hermano SeokJin, y en una travesura tomó arena y se la aventó, provocando que empezara a llorar a todo pulmón, sí, más fuerte aún.
A lo lejos, se podía escuchar los gritos de los dos niños más energéticos y a un MinSeok tratando de poner orden “Tae, ven aquí. No HoSeok. No. Vengan que le pongo protector. No, Tae.”
–¡Pasha, pasha, pasha! –Gritó JungKook, señalando a sus hermanos riendo con su papá y tratando de zafarse de la mano del amigo de su hermano mayor. –¡Pasha!
–Kookie, espera, ya vamos a la playa… -Le dijo Lu Han –SeokJin ¿Quieres tocar el mar? –preguntó a su hijo en brazos.
–Ño… shusho… shusho -Y esa respuesta hizo a JungKook llorar, porque él quería ir con sus hermanos.
–¡Sho quesho pasha! –Lu Han le miró preocupado.
–Amor, Jin, vamos ¿Si? No te soltaré, lo prometo…no dejaré que te ensucies, además no es bueno que dejes llorar Kookie ¿Sí? –Jin sólo hizo un puchero y se aferró más a las ropas de su papito Lu –YoonGi… -
–No, yo no voy. Me quedo con NamJoon y JiMin, mira, él tampoco quiere ir –Respondió el niño de ocho años apuntando a su pequeño hermano. LuHan miró hacia donde su hijo mayor señalaba y vio a JiMin sentado sobre la arena tranquilo.
–De acuerdo, pero ponle protector solar ¿Sí?
Lu Han tomó la mano de su hijo más pequeño y se dirigió hacia donde estaba MinSeok, quien JungKook gritaba para llamar su atención.
–¡Papá! –Suspiró y volvió a gritar –¡Papá! –Y entonces fue escuchado y saludó con su mano libre –¡Pasha, Pasha! –cantó. MinSeok les miró y sonrió a la vez que corría por TaeHyung que volvía a escaparse para adentrarse al mar.
A JungKook le gustó mucho el contacto con el agua y jugar con sus hermanos. En cambio, Jin no se bajó ni un segundo de los brazos de Lu Han. De vez en cuando, ambos padres miraban a sus otros dos hijos y a NamJoon en la arena, parecían estar armando un castillo.
Tal vez, después de todo, no fue tan mala venir, pensó Lu Han. Esta noche levantaré el castigo de MinSeok.
El día no había sido tan malo después de todo. MinSeok estaba agitado, de verdad sus dos pequeños terremotos eran incansables, y aún después de haber pasado más de cuatro horas jugando en el agua y sobre la arena, los pequeños al llegar a la casa, seguían corriendo y saltando.
–¿Qué crees que debamos cocinar? –Preguntó Lu Han a su marido ahora que Jin había decidido que era seguro tener los pies sobre la tierra. MinSeok se acercó y lo besó.
–Sólo quiero ir a la cama y estar un rato solos los dos… -respondió, cerrando los ojos y abrazando a su esposo por la espalda –Pero eso es imposible hasta que se duerman… -comentó mirando a sus seis hijos y a NamJoon –Y pare eso hay que alimentarlos. Trajimos carne ¿Qué te parece asarla afuera? –Lu Han se mostró de acuerdo.
YoonGi, NamJoon y JiMin ayudaban a MinSeok afuera con la carne. SeokJin y JungKook ayudaban preparar la ensalada de tomates, aunque de vez en cuando….
–No, Kookie. No debes comerte los tomates ahora –Lu Han debía regañarlo, cada vez que eso pasaba Jin le fruncía el ceño a su hermano, aunque lo cierto es que también se llevaba algunos tomates a la boca.
TaeHyung y HoSeok dijeron que ayudarían, pero estaban demasiado entretenidos corriendo por toda la casa en su propio mundo de travesuras, donde según ellos, eran piratas.
Para cuando finalmente terminaron de comer y lograr dormir a los cinco niños, Lu Han y MinSeok estaban exhaustos.
–Estoy tan casando –dijo en voz baja Lu Han, acomodándose sobre el pecho de su marido.
–Yo también… los niños drenaron toda mi energía… LuHan, sabes que te amo ¿Verdad? –Habló MinSeok. Su esposo sonrió, acostándose sobre la cama –sabes que lamento estar siempre trabajando tanto… ¿No es así? De verdad quería este tiempo juntos.
LuHan giró y le miró a los ojos. Lo amaba con toda su alma, desde el mismo día en que se conocieron. Tal vez formar una familia tan grande no estaba en los planes, pero vinieron, y no podía negarlo, los adoraba.
–Lo sé, Min. Sé que te gustaría pasar más tiempo con nosotros, pero también sé que el sacrificio que haces es para darnos un plato de comida todos los días. –Estiró su mano y acarició el rostro de su marido –Te amo, te amo demasiado… los niños también. Lo sabes ¿Verdad? –MinSeok asintió. Y así, LuHan se acercó y besó a su marido. –Siento mucho si me enojé al principio, ahora que todo salió bien… Oye ¿Sabes? De repente, ya no estoy tan cansado ¿Y tú?
–Para nada….