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El Error por mimi15

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Notas del capitulo:

Este es el primer capitulo, una introduccion a lo que viene, en este fanfic Severus es mucho mayor que James y si creo que puede hayar al mago oscuro. Espero disfruten leerlo y comienza...

Si tienen alguna duda no duden (valgame la redudancia) en preguntar. 

-La diosa de la caza, Artemisa era conocida por ser la diosa virgen. Ella despreciaba el matrimonio y la concepción de otro ser, era conocida por ser muy hermosa y rechazar a todo pretendiente que se le acercara…- El profesor Severus Snape impartía su clase como siempre, haciendo una breve introducción histórica, revisando que cada estudiante tuviera su caldero y los ingredientes para preparar la poción en cuestión, y así no les darían alguna absurda excusa para no prepararla correctamente.

-Cupido, dios del amor, solía perseguir a la diosa a donde quiera que ella fuese, y siempre era rechazado. Cierto día, el dios, tomo sus flechas y decidió que la diosa seria suya. Cuando disparo la flecha, por error, esta se clavó en una de las vírgenes que pertenecía al sequito de Artemisa, se dice que el amor que sintió hacia cupido era el amor más ardiente y fuerte que jamás haya sentido una persona en la Grecia antigua, ella prefirió saltar al rio y permanecer virgen a caer en los brazos del amor, ella se ahogó, pero su cuerpo se transformó en una flor, un nenúfar, que muchos años después sería el ingrediente perfecto en contra de  la poción de amor-

-¿Esto vienen a examen?- Pregunto Lily Evans.

-Cada palabra dicha en esta aula viene a examen. Ahora tomen sus ingredientes y preparen la poción para romper un hechizo de amor. Tienen una hora, revisare luego sus trabajos-

Severus se sentó en su escritorio, la verdad observaba a su grupo “predilecto”, los 4 pequeños demonios de Gryffindor, en general Severus odiaba a los Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff, pero los “Merodeadores”  tenían un lugar especial en lo profundo de sus sentimientos oscuros. Cada clase era lo mismo, El alumno Potter coqueteando con la Señorita Evans, el hombre lobo de Lupin, trataba de poner atención a la clase, la oveja negra de la casa Black trataba de hacerle la vida a otro estudiante, y Pettigrew, siempre les seguía el juego.

El profesor de 34 años no hallaba las horas en que los 4 troles ineptos se fueran de la escuela, que se graduaran y fueran devorados por algún dragón en una isla desierta, o fueran atacados por un grupo de dementores. Cerró sus ojos y se imaginaba la vida lejos del inepto de James Potter y sus amigos.

Mientras, Lily cortaba en diminutas partes las hojas del nenúfar, agregaba Pimienta exótica de china y vinagreta de 100 años egipcia –Todos estos ingredientes son capaces de romper cualquier relación, esta poción apesta- comento James Potter tapándose la nariz.

-La poción de amor, te deja atontado de amor, te nubla tus cinco sentido, es obvio que esta  poción tiene que ser fuerte, para sacarte a una persona de la cabeza- contesto Lily sin quitar su vista del cuchillo-

-Evans, ¿Ya pensaste en lo que te pedí? ¿Vas a salir conmigo?- James apenas había agregado agua al caldero, esta hervía y era lo que no debía hacer al preparar la poción.

-Potter, no me molestes y continua con tu trabajo, ni siquiera has echado los ingredientes al caldero- James tomo la flor, y la vertió directamente a la olla, causando que el líquido se volviera verde, cuando debería ser azul.

-Evans, vamos nuestra atracción es innegable- Lily estaba demasiado ocupada preocupada por su poción que no vio lo que pasaba en caldero de James. El profesor Snape abrió los ojos despertándose de su fantasía de un Dragón devorando a los merodeadores, si bien no había pasado una hora debía ver el avance de los estudiantes, los cuales eran obviamente nulos.

En general el aula olía asqueroso, pero ese era el punto de la poción, los estudiantes se cubrieron las narices con sus túnicas. Algunos se quejaban en sus mentes, nadie quería desafiar al profesor Snape.

-Tenía que ser el profesor Snivellus, y unas de sus asquerosas pociones- dijo Sirius.

-Ya cállate o iremos a detención una vez más, al menos quiero aprobar este semestre con una S, tú también, así que deja de hablar mal del profesor Snape, él no es tan mala persona-

Severus se asomó hacia el caldero de Regulus Black, su estudiante estrella,-Nada mal, Regulus, pero necesitas aumentar la llama, y agregar más raíces de pantano-

Sirius se molestó al escuchar al profesor Snape llamar  a su hermano por su nombre,  lo consideraba una falta de respeto, por los pasillos de Hogwarts se decía que el profesor Snape dormía con sus estudiantes de Slytherin y por eso siempre les daba su preferencia. Sirius le frunció el ceño en señal de molestia, y Severus le envió su mirada de desprecio y superioridad.

El profesor se acercó al caldero de Lily y se limitó a sonreír –Muy bueno señorita Evans, casi perfecta-James no soportaba la amistad entre Lily y Severus, estaba más que seguro que el viejo trataba de llevársela a su cama, y ese pensamiento molestaba al Gryffindor. Al acercarse al caldero James, una masa verde se había formado y exploto en la cara del profesor.

El ruido fue idéntico al de una bomba, Severus cayo sentado al piso, mientras su rosto y la cara de algunos estudiantes estaban cubiertas de aquella cosa verde.

-¡Potter!- grito Lily mientras se limpiaba la cara, James en cambio junto a los demás merodeadores, no paraban de reírse del profesor, cuya mirada al quitarse la masa verde de la cara, era la mirada del mismísimo Diablo.

-¡A detención! ¡Ahora! - grito el profesor señalándole la puerta a James, La sonrisa de James se borró, Severus se puso de pie y tomo a James de la oreja, llevándole a detención. -¡10 puntos de Gryffindor! ¡Lupin, Pettigrew y Black! ¡Se quedaran a limpiar los calderos!-

Los tres chicos no podían evitar molestarse con Severus, el profesor los odiaba y ellos lo sentían. Severus llevo a James de la oreja hasta su salón de pociones, miles de botellas, libros y caladeros que guardaba el profesor, empolvados por el tiempo, y muy desordenados.

-Estas castigado desde ahora hasta que te gradúes, más te vale empezar a comportarte, no necesito magia para ponerte una T en tus calificaciones y arruinar tu carrerita de pacotilla de auror- Severus se moría por enviarle una maldición a James, convertirlo en la rata que era y pisotearlo.

-Usted está loco ¿Por qué me odia tanto?- dijo James molesto.

-¿Odiarte? Por favor una pequeña cucaracha como tú, no tendría ni siquiera un poco de mi atención, no eres nada Potter, solo otro estudiante en esta escuela, te crees el mejor de todos y solo eres otro mediocre mago de quinta-

La ira de James estaba en su punto más alto, estaba seguro que iba a partirle la cara a su profesor de pociones, sus dientes chillaban en señal de empezar una pelea. –Y usted es un viejo amargado que nadie querrá nunca, con razón persigue a estudiantes, porque ninguna persona jamás saldría con usted-

La cara de Severus palideció por un momento –Quiero estas botellas, limpias y ordenadas para cuando yo regrese o si no te enviare al bosque prohibido a recoger hierbas hasta que te sangren los dedos- Severus salió del salón haciendo un portazo al salir.

James grito en un intento de liberar su ira, tomo un trapo y empezó a limpiar todas la botellas a como el profesor había dicho. Severus regreso al aula de clases en donde los estudiantes estaban a punto de pelear por lo que había pasado, Severus envió a los estudiantes a una ducha, a excepción de Peter, Sirius y Remus.

Al día siguiente, los merodeadores se habían desvelado y por ende pasaron una mala noche.

-Estoy harto de ese cabello grasiento, alguien debería ponerlo en su lugar, espero que un basilisco lo ataque y nunca en nuestra vida volvamos a verlos- dijo Sirius –no debería tratarnos así como si fuéramos escoria-

-El profesor Snape tendrá su merecido o dejo de llamarme James Charlus Potter- dijo con confianza James, en ese instante, Lily Evans se acercó con dulce sonrisa, sonrisa que hacía a James derretirse.

-Buenos días James, espero que no te haya castigado duramente el profesor Snape, estaba muy molesto- normalmente Lily rechazaba a James y trataba de alejarlo así que era raro que se le acercara al joven –Mañana por la tarde, deberíamos ir de día de campo a fueras de Hogwarts-

James estaba sorprendido, al fin sus oraciones habían dado fruto, -claro, como tú quieras, solo dime la hora-

-Mañana a las 3 de la tarde, tendremos libre la semana porque el profesor Snape ira de excursión al bosque encantado en Portugal, es solo para Slytherin de ultimo año-

-Claro, lo que tú quieras- La pelirroja se despidió, dejando a James ansioso por su cita.

Albus había citado al profesor Snape antes de su partida. La oficina del director estaba repleta de aurores.

-Albus ¿Qué sucede? ¿Por qué tantos aurores?- pregunto Severus.

-Sev, me temo que algo malo ha sucedido, alguien ha robado una profecía-

-¿Cuál? ¿De qué hablan?-

-La profecía que nos advertía de la venida del Señor oscuro, fue robada hace dos días de la sala de las profecías.-

Severus sintió que su corazón se iba a su garganta, él había escuchado la profecía del mago oscuro que traería miles de años de oscuridad tanto a la comunidad mágica como a los muggle, muerte, esclavitud, y desolación era lo que le esperaba a cualquier persona que se atreviera a estar en contra de ese mago.

-¿Qué vamos hacer?-

-Por ahora nada- dijo un auror –Solo nos queda esperar alguna pista, lo que sea que nos lleve al  señor oscuro-

-¿Esperar? Qué clase de estúpida solución es esa, hay que advertirles a todos- dijo Severus

-Sev, estoy de acuerdo con Roger, debemos esperar, y no alertar a los seguidores del Sr. Oscuro-

Severus se fue indignado de la habitación, pero no podía hacer nada al respecto, si el señor oscuro tenía seguidores en Hogwarts, no debía alertarlos para nada, debía ser sigiloso y encontrarlos por el mismo.

Aquella tarde Severus paso analizando a cada estudiante que pasaba por su camino, tratando de adivinar quienes eran seguidores del señor oscuros, la profecía no revelaba su identidad solo decía que “Un ser de negro corazón, llegara a nuestro mundo para traer dolor y sufrimiento, un ser cruel y despiadado, calculador, frio, incapaz de amar, pero para al poder llegar sangre de un mestizo inocente necesitara, el ser que no es puro busca la pureza y la extinción de los que son llamados sangre sucia” no decía ni fecha, ni hora, ni nombre esa era la peor parte.

Para Severus, los chicos de Hogwarts en su mayoría eran ineptos, que no harían bien un hechizo ni aunque lo tuvieran en sus narices, era difícil encontrar un seguidor decente. Apenas amaneció, Severus y su grupo partieron hacia Sierra de Bucaco en Portugal, el profesor no quería dejar Hogwarts, estaba preocupado por Albus y su salud. Pero el anciano le insistió en que se fuese y no levantara sospecha. Los estudiantes tomaron polvos flu y fueron desapareciendo en la chimenea para aparecer en la chimenea en la casa del encargado del bosque en bucaco.

Aquel tarde, en ausencia del profesor Snape, los demás estudiantes de las otras casas se dedicaron hacer nada en todo el trascurso de la clase del profesor Snape, Lily y James fueron a su cita en el bosque prohibido. La pelirroja llevo a James al fondo del bosque, en donde cerca de un riachuelo había una manta, rosas y un cesto de comida.

-Evans así que tú preparaste todo esto- James se sentó en la manta, mientras Lily se acomoda muy cerca de James.

-Es un bonito lugar, estaba segura de que te gustaría, ¿Tienes hambre?-

-Si mucho- Lily preparaba unos emparedados, mientras que James observaba el área verde, los arboles extensos que ocultaban aquel lugar – ¿Este lugar está muy escondido?-

-Si por eso lo escogí, para estar solos- James se sonrojo, al final la comida paso a segundo plano, ya que los jóvenes empezaron a besarse, el éxtasis los consumía en besos deseosos, James había sido ignorado por Lily ahora ella lo deseaba, la pelirroja dejo los labios de James y se fue directo al miembro de este, James sabía que estaba mal, pero acepto, Lily lo masturbo hasta que se corrió en las manos de ella, la pelirroja se limpió con un pañuelo blanco y lo introdujo en la cesta.

-Lily, eso fue increíble- dijo James muy agitado.

-No me lo agradezcas, te lo agradezco yo a ti, me has dado un gran regalo- dijo la pelirroja sonriendo, James no entendió pero estaba demasiado feliz como para arruinarlo con una charla. De regreso, Lily le pidió a James que no se lo dijera a nadie o nunca lo repetirían nuevamente.

Para los estudiantes en general, fueron vacaciones estar sin el profesor Snape,  al 98% de los estudiantes no les gustaba la clase de pociones, eso incluía a los merodeadores, quienes pasaron realizando travesuras a diestra y siniestra, James y Lily habían comenzado a salir, para cuando Severus volvió, eran una linda parejita.

Apenas el profesor Snape regreso puso a sus estudiantes a preparar pociones difíciles y demasiado avanzadas para su curso, y para empeorar le indico a cada estudiante preparar una poción que el mismo les asignaría.

-Hoy voy a signar las pociones que realizaran para el final del semestre, no quiero discutir, no se pueden cambiar, ni intercambiar, es individual no en grupo, no hagan trampa o lo sabré y terminaran limpiando calderos todo el año-

Los jóvenes bufaron, a Severus le daba igual, saco la lista de nombre y fue dándole el nombre de la poción a preparar a cada estudiante –Evans Poción de memoria, Black poción de amor, Regulus poción de filtro de amor, Lupin poción matalobos, Pettigrew poción de odio, Malfoy poción de ojos abiertos, Potter poción multijugos, Bellatrix Black poción agrandadora- el profesor cerro el pergamino y siguió con su clase.

James se molestó, su poción era una de las más difíciles y llevaba más tiempo, los chicos de Slytherin tenían las más fáciles, y los demás iban a  matarse estudiando y practicando.

En el almuerzo, Lily llevaba un Pie de limón en sus manos, James trato de probar pero la pelirroja lo esquivo. –No es para ti, es para el profesor Snape- dijo La pelirroja, james se molestó.

-¿Quién es tu novio? El o yo-

-Tu, pero el mi profesor que más estimo, además este es mi regalo por todos estos años que hemos estudiado juntos, el próximo año no nos veremos más-

-Gracias a Merlín, espero que así sea, y por favor no quiero verte cerca de él, es un viejo pervertido que se acuesta con sus estudiantes-

-James ya basta, nos vemos en clases- Lily fue a la oficina del profesor Snape, en donde el profesor revisaba algunas notas. La pelirroja entro tal si como fuese su habitación, le sonrió a profesor –Profesor Snape, le traigo un regalito- Lily le mostro el Pie, Severus sonrió un poco, Lily era la más dulce Gryffindor que él hubiera conocido, inteligente, valiente y de buen comportamiento.

-Muchas gracias Lily, no te hubieras molestado-

-Para nada profesor, usted es mi profesor favorito, es lo mínimo que puedo hacer- Lily le sirvió una rebanada a Severus, el profesor no solo comió una rebanada sino tres, acompañados de té y la dulce presencia de Lily.

Aquella noche, Severus recibió por mensaje, que una familia de magos, y squib fueron asesinados y desangrados, luego los asesinos quemaron la casa y dejaron una nota “Pronto estará aquí, pronto conocerán el éxtasis de su poder”, Severus cayo de rodilla, se asustó, tenía miedo, ya estaba empezando, y mañana en el profeta se sabría todo.

Severus se quitó sus túnicas, se quedó en bóxer y se acostó en su cama, deseando que todo fuese una pesadilla. La medianoche traía mucho frio con ella, había luna llena, pero Severus sabía que nada perturbaría sus sueños, ya que le había dado la poción matalobos al Lupin. Por un instante Severus se sintió en las nubes, como si levitaba, no podía moverse ni abrir sus ojos. El sueño lo consumió en lo profundo de su ser, nada absolutamente nada lo despertaría, se dejó caer en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente Severus despertó con un dolor increíble en su cuerpo, como si le hubieran dado una paliza, tenía cenizas en su boca, y estaba desnudo, un mareo lo hizo caer en la cama nuevamente, y una fiebre le llenaba su cuerpo.

Notas finales:

continuara, si tienen alguna duda o aporte, me gustaria saberlos y tambien si les ha gustado, estoy tratando de mejorar mi redaccion.

Nos vemos:)


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