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Un Lago de Recuerdos por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Los personajes no son de mi autoria sino de sus propios autores, pero la trama es de mi propiedad.

– Dime una cosa ¿Cómo conociste a Kardia? – Pregunto Camus para romper el silencio un tanto incómodo, logrando ruborizar a su primo y al ver aquello comenzó a reír.


 


- Esto… Es complicado Camus… Y no sé por… Donde empezar – Lo dijo con un tono algo raro, ya que la pregunta formulada por su primo lo había tomado por sorpresa.


 


- Anda, sabes bien por dónde empezar – Alentó Camus a su primo, que había doblado en una esquina para así aparcar el auto y poder ambos charlar sin él tener una distracción.


 


- Está bien, te lo contare – Dijo Degel por demás nervioso y algo tímido, acerca de recordar aquel primer momento en donde conoció a Kardia por primera vez o ¿era otro recuerdo?


“Desde esa vez…”


No sé cómo explicártelo primo, pero recordar a Kardia, es como revivir aquel sentimiento extraño cuando no sabes si te enamoraste a primera vista o simplemente fue un flechazo.


Pero nuestra relación comenzó cuando ambos estábamos en hora de clases de ciencias, los dos estábamos en el mismo colegio, en la misma clase y los dos estábamos compartiendo mismo banco. El mismo banco donde tú y Afrodita están sentados ahora.


Fue lindo, él estaba tomando apuntes de lo que dictaba el profesor, mientras yo resolvía algunas ecuaciones de un proyecto que estábamos realizando, donde consistía preparar unas sustancias liquidas.


Él se había volteado cuando el profesor termino de dictar la otra parte de las instrucciones, yo me gire en el mismo momento que vertía un líquido que no era el correcto - ¡Dégel no lo coloques! – Al escuchar aquella exclamación. Jajaja, me asuste muchísimo pero él con su habilidad de vampiro me había salvado.


 


- ¿Kardia es un vampiro? – Pregunto Camus un tanto sorprendido al escuchar aquello, pero Dégel lo había fulminado con su mirada fría.


 


- No me interrumpas más o sino no te cuento nada – Amenazo Dégel a su primo, que por supuesto le había sacado la lengua muy divertido, logrando hacerle reír.


 


Como te contaba, todos en el curso y mis amigos se habían asombrado por aquello, yo estaba que me largaba a llorar, pero él fue más listo y le había pedido al profesor si ambos podíamos salir del curso.


- Ambos pueden salir, pero joven Diamantidis, tengan mucho cuidado – Al escuchar aquellas palabras, mi susto se desvaneció, ya que había conseguido tener un momento a solas con el chico más apuesto de todo el curso, descartando a Unity, quien era uno de los chicos más problemáticos que me buscaba en ese tiempo, pero fui certero y negarle las tantas veces que me invito a una cita. Con el fin de enfocar mis sentimientos encontrados por Kardia Diamantidis, inteligente, atleta, divertido, sabiendo que era un bufón bastante pesado, responsable y sobretodo caballeroso.


Los dos salimos del curso con el fin de ir a la enfermería, donde Sasha siempre estaba esperándonos, no lo niego, ella es divina, pero mi corazón le pertenecía a Kardia y únicamente a él.


 


- ¿Estás seguro que fue así como se conocieron los dos? – Pregunto Camus un poco contrariado y más sabiendo que su primo no le estaba respondiendo correctamente la pregunta que al principio le había hecho.


 


Sin más Degel frunció su ceño y mirar de manera amenazante a su querido primito, que por supuesto le había dedicado una lindo sonrisa de niño bueno – Borra esa sonrisa de tu cara y no me interrumpas ¡Más! – Sin embargo, Camus comenzó a reír al recibir la amenaza de su primo, Degel respiro hondo y calmarse, ya que no podía aguantar mucho las ocurrencias o dudas e incluso preguntas algo intimas, pero en este caso siempre cedía ante aquellas dudas que tenía Camus acerca de su relación con Kardia.


 


Como te decía. Sasha nos había hecho un baño rápido pero individualmente. Jaja, para quitarnos todo rastro de aquella sustancia, por las dudas de que esta fuese toxica o radiactiva. Al pasar mi turno, Sasha me había dado un uniforme nuevo y limpio del colegio para así yo cambiarme, al salir Kardia e igual forma recibió un uniforme nuevo.


- Parece ser que ambos tuvieron suerte de encontrar un momentito para estar a solas ¿No es cierto Kardia? – Al escuchar aquel comentario poco sugerente de Sasha, yo me gire para mirarlo con curiosidad y mis ojos habían captado el enorme sonrojo que tenía Kardia en sus pómulos, era adorable para mi yo interior, pero para mí razonamiento era un tanto cursi. Sin más Kardia le había pedido que nos dejara solos, sabiendo que sus ideas y las mías nunca concordaban, pero esta vez fue la excepción. – Los dejo a solas. – Se despedía Sasha para después ir hasta la puerta y nos hecho una última miradita estando al otro lado de la puerta – Kardia, ten mucha suerte – Aquello hizo reír a mi amor platónico y al ver como Sasha cerraba la puerta tras ella, Kardia tuvo la brillante idea de cerciorarse si en verdad nos dejó a solas.


 


- Lo dices de una forma que siempre ha pintado color de rosa en tu minúsculo mundo irreal – Al decir aquello, Camus recibió el tirón de cabello de parte de su primo quien no le parecía justo que lo interrumpiesen seguido – Lo siento ¿Si? – Degel le sonrió en modo de agradecimiento para posteriormente continuar con su relato.


 


Para mí ese momento que pasamos en silencio y hasta el punto donde me atreví preguntar algo que siempre me causaba intriga.


- ¿Por qué me enviabas cartas a mi casa? – Cuando le pregunte aquello, Kardia se había volteado a mirarme con asombro y sobre todo sentirse descubierto por mí.


- Lo hice porque… - Sabia que en su cuadrada mente, estaba buscando una buena excusa, pero todos en mi curso sabían que mentirme no estaba del todo correcto - ¡¿Cómo te diste cuenta que fui yo, el de las cartas?! – Me había gritado casi eufórico, sabiendo que yo era sensible en algunos casos. Yo comencé a reír cuando observe y escuchaba con nitidez las maldiciones que dijo después realizarme la pregunta, yo, no sabía que decirle, ya que la acción hecha por él era más visible que otra cosa.


- Te recuerdo que soy tu compañero de banco – Al responderle con suma calma, logre que Kardia me mirase fijamente. Aquellos ojos turquesas, lindo, llenos de profundidad y misterio, ciertos sentimientos que cada día eran visibles, hasta que el momento culminante y en el que ambos nos hartamos de esperar, había llegado. Kardia se acercó a mí y de un movimiento arrebatado me beso, al sentir el contacto de mis labios con los suyos, no sabía cómo asimilar el momento, para mí era una escena demasiado ficticia, pero no pude aguantar más y le correspondí el beso.


Agradecía que mis sentimientos algo prematuros o recientes fueran correspondidos por aquel joven con un disfraz de adolescente o… ¿Era cien veces mayor que yo?, fue lo que se me vino a la cabeza, pero recordar ese lindo y aturdido beso, fue el mejor de todos, una réplica exacta de una escena juvenil donde el chico se atreve a besar a la chica. Pero este caso era un chico besando a otro chico, un nerd de segunda clase donde los brabucones del colegio molestaban, no obstante, Kardia deshizo el beso para después mirarme a los ojos.


- ¿Te gusto el beso? – Una pregunta muy ambigua o poco apropiada para el momento, pero mi respuesta fue besarlo de nuevo, sabiendo que deseaba de nueva cuenta sentir sus labios contra los míos.


 


- ¡Degel! Me acabas de contar tu primer beso y no como se conocieron tú y el bruto de tu novio – Camus parecía estar alterado, ya que su primo reía a pierna suelta porque le había evadido la pregunta, contándole sucesos después de lo que debía ser la respuesta.


 


- Ese bruto que es mi novio, besaba bien y sigue besando lindo – Comento Degel logrando que su primo abriera la puerta de su lado para hacer la simple escena que detestaba imaginar, que era ver a él y a su novio besándose – Si deseas saber cómo nos conocimos Kardia y yo, pregúntale a los testigos de esa vez – Respondió Degel después de media hora narrando su primer beso, y como resultado ante la respuesta su primo Camus se abalanzó contra él para hacerle cosquillas, y los dos comenzaron su típica diversión o guerra de cosquillas.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos leemos en el próximo capitulo.


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