No More Cry
Era una mañana gris y fría, solo se veía una cabellera pelirroja moviéndose con el viento mientras unas gotas de lluvia lo iban mojando poco a poco, no podía ser peor el día acababa de terminar con su novio de hace un poco más de un año, lo amaba pero era un celoso compulsivo –suspiro- En sus ojos esmeraldas unas lágrimas amenazaban con salir, ¿Algo peor podía pasar? –Se preguntó mentalmente-.
En ese momento se ilumino el cielo en un relámpago el pelirrojo cerro fuertemente sus ojos esperando el estruendo que no llego solo sintió más fuerte la lluvia. Pensó en correr a refugiarse, pero sus piernas no coordinaban muy bien y solo camino lento sintiendo la lluvia camuflando sus lágrimas, intentando no sollozar y secándose las lágrimas se colocó la capucha de su suéter y siguió a paso lento, todo cerrado a sus alrededores, a lo lejos vio un letrero de “Abierto” con luces de neón, era un café.
Wammy’s Café…-susurro- No dudo en entrar, empujo la puerta y escucho el tintineo de una campanita que tenía, el lugar era cálido, se podía ver la calle y la lluvia caer a través de los grandes ventanales, las mesas de madera, grandes con manteles blancos y detalles de color lila y varias sillas alrededor de ellas, había una barra donde podías pedir un café, chocolate caliente, postres, batidos, etc. Se podía escuchar una melodía suave y clásica, un toque en su hombro le saco de sus pensamientos.
Señor… ¿Se encuentra bien? –le pregunto un hombre de edad con cabello blanco que vestía un traje negro y camisa blanca, típico de mesero, una placa pequeña en su saco, justo en el pecho que decía “Watari” mientras le ofrecía una toalla para secarse.
Gracias…-le respondió el ojiesmeralda para comenzar a secar su cabello-.
¿Desea tomar algo joven? –le pregunto el mesero guiándolo a una mesa-.
En realidad no tenía ganas de nada pero ese olor a chocolate caliente con ese clima era muy tentador y no podía negarse –Un chocolate caliente estaría bien- Vio como lo anotaba en una libreta pequeña e hizo una pequeña reverencia para ir por el pedido.
Solo me quede pensando lo que había pasado esta mañana…
----------Flashback----------
Se veía un pelirrojo y a un rubio discutiendo en la sala de un departamento.
¡Sabes que solo tengo ojos para ti Mihael! ¿Cómo puedes hacerme esto? ¡Near solo es uno de mis mejores amigos! ¡Siempre es igual, no puedo estas las 24 horas del día pegado a ti! –dijo el pelirrojo ya harto de la situación-.
¿Te gusta alguien más cierto? ¡Dímelo y te dejo en paz! –dijo el rubio cegado por los celos- Otra vez esa misma pregunta, se lo demostraba todos los días, se lo decía pero sabía que no iba a cambiar, él amaba a ese rubio pero ya no podía más con esos celos.
¡No me gusta nadie más! Sabes… no podemos seguir así, las posibilidades de que sigamos son nulas, lo siento… te amo pero no puedo seguir así – Sentía un nudo en la garganta pero no se mostraría débil-.
¡Mejor! Así podrás salir siempre que quieras con tus amiguitos –Esa fue la gota que derramo el vaso -¡PLAF!- Resonó en la habitación, no soporto ese comentario y el pelirrojo solo lo abofeteo.
No sé para que vine – dijo levantándose del sillón, llegando a la puerta- Adiós Mihael...-.
----------Fin Flashback----------
Así había terminado caminando por la calle hasta que llego al café, el sonido de una tasa sobre la mesa lo sobresalto.
Disculpe por asustarlo, aquí está su café y una porción de pastel de nevado, va por la casa, sirve para arreglar corazones rotos –le guiño el ojo sonriendo y se volvió a ir-
Espe… como sabe que acabo de…-dijo susurrando ya que el mesero se había ido, vio el trozo de pastel, se veía delicioso pero… de verdad serviría para lo que dijo, sin dudarlo más tomo la cucharita y probo el primer bocado de ese manjar ¡Dios! Nunca había probado algo tan delicioso en su vida, continuo comiendo, saboreando el dulce y la textura de ese pastel y el chocolate caliente estaba perfecto para el clima y no tan dulce ni tan simple, solo perfecto-.
Antes de terminar de comer sonó la campanita de la puerta, dando a entender que alguien había entrado, levanto la mirada y vio una cabellera azabache toda mojada y destilando agua, no podía ver su ropa porque tenía puesta una gabardina color negra
Vio al mesero que le extendía rápidamente una toalla, se quitó la prenda negra y la colgó en un perchero que había para comenzar a secarse. El pelirrojo pudo notar que el chico que entro era demasiado blanco, podría camuflarse con las paredes del lugar, tenía unas ojeras marcadas y ¿ojos rojos? No importaba le daba un toque más misterioso y lindo… ¿¡Espera dije lindo!? Sacudió su cabeza dejando de lado esas ideas, el ojirrojo siguió hablando con el mesero creo que le estaba pidiendo una orden pero no logro escuchar bien, al ver que el azabache se aproximaba hacia él se intentó concentrar en los últimos pedazos del pastel.
-¿Puedo sentarme aquí? -pregunto el azabache pero antes de que pudiera responder ya se había sentado. Un silencio incomodo se hizo presente, ¿Por qué se sentó con él? Si todo estaba vacío – ¿Sabes?- dijo rompiendo el silencio –Me gusta tu cabello, Rojito- dijo el azabache sosteniendo su rostro con la palma de su mano mientras veía que el pelirrojo se ponía tan rojo como su cabello -¿Cuál es tu nombre?- pregunto directo.
E-es un cabello normal… me llamo M-mail pero puedes decirme Matt –Rayos porque me pongo nervioso –pensó mientras intentaba no tener contacto visual con esos ojos tan penetrantes, ya su postre se había acabado al igual que el chocolate y no tenía con que distraerse.
Así que Matty –dijo en forma de burla- Puedes decirme Beyond –dijo sonriendo mientras le guiñaba un ojo- Pues no me parece un normal, es un lindo color muy poco visto aquí en Japón, sabes me gustaría saber más de ti-.
En ese momento llego el mesero con un café para el ojirrojo, al menos lo interrumpió, -¿Ahora qué hago?- se preguntó el pelirrojo- Disculpa pero… acabo de ter…
Acabas de terminar con tu novio –lo interrumpió- ¿¡Acaso también era adivino?! ¿O lo tenía escrito en la frente? ¿Tanto se le notaba? –Me imagino que te sientes mal, disculpa si te moleste –El azabache trato de levantarse pero sintió que lo jalaban del brazo-.
¡No te vayas! -¿Qué estoy haciendo? –se preguntó- No me molesta tu compañía tranquilo, mejor quédate –le dio una tímida sonrisa-.
Pasaron unas horas hablando y la lluvia no parecía parar nunca, los dos chicos hablaban mas se daban cuenta que tenían cosas en común, hasta que sonó el teléfono de Matt interrumpiéndolos.
Contesta, tranquilo –dijo el pelinegro tomando un sorbo de uno de los muchos cafés que había pedido, la charla iba tan bien que perdió la noción del tiempo-.
El pelirrojo bajo la mirada y vio la pantalla de su celular que tenía escrito el nombre de “Mello” no quería saber nada de él y solo colgó la llamada, dos veces más paso lo mismo y el pelirrojo cansado silencio su teléfono –Debe ser muy urgente la persona que te llama-.
No lo creas es solo… mi ex… -dijo un poco triste el ojiesmeralda- Pero no importa, continuemos- dijo sonriendo, el azabache parecía buena persona y sus gustos eran parecidos.
-Se dio cuenta que tenía 4 mensajes, uno más amenazador que el siguiente-.
“¡Oye Matt contesta!”.
“No me ignores cachorro estúpido!”.
“¿¡Quién te crees que eres para ignorarme?!”.
“¿¡Donde estás?! ¡Seguro estas revolcándote con otro!”.
-Esa fue la gota que derramo el vaso, no podía aguantar más y lo llama- Dame un momento por favor.
Se levantó de la mesa para ir a un lugar un poco alejado para que Beyond no lo escuchase, después de unos repiques se escuchó la voz del otro lado del teléfono.
¿¡Con quien te estas revolcando como una perra en celo y no me contestas?! ¿¡Quién te crees que eres?! –dijo con odio y celos el rubio-.
¡Ya no somos nada! No tienes derecho a gritarme ni a nada, deje de ser tuyo cuando desconfiaste de mi con tus celos psicópatas –sintió como le arrebataban el teléfono de sus manos… era Beyond que lo miraba con una sonrisa-.
Disculpen que los interrumpa pero él está teniendo una cita conmigo y como ya lo dijo, ya no son NADA, no tienes derecho a mandarlo, así que no nos vuelvas a molestar -dijo finalizando para colgar la llamada, el pelirrojo no cabía de su asombro… lo acababa de conocer y lo había defendido-.
Gracias por ayudarme… no sabía cómo ponerle fin… -le dijo mirando hacia el suelo-.
Vamos rojito –lo tomo de la barbilla levantándole el rostro- No quiero verte así, sé que apenas nos vamos conociendo pero… me gustaría acercarme más a ti, si me lo permites me gustaría enamorarte, no seré como ese patán… me gustaría una oportunidad.
El rostro de Matt ardía olvidando que había frio, su cara competía con el color de su cabello, un chico que prácticamente acababa de conocer se le estaba declarando, ¿¡Que iba a hacer!?- Y-yo…-.
-Lo interrumpió el ojiescarlata- No tienes que responder ahora pero piénsalo por favor, desde que te vi, tu cabello me llamo la atención y cuando vi esos ojos esmeraldas me enamore, sé que es cursi lo que dije… pero piénsalo –le dijo con un leve sonrojo-.
Matt no articulaba palabra solo lo veía analizando lo que acaba de pasar –Esta bien, acepto, no vas a aceptar un no por respuesta –le dijo sonriendo- Pero no soy un chico fácil, quiero una cena y flores –dijo el pelirrojo gracioso-.
----------No More Cry----------
Rojito, ¿Qué pasa? –le dijo un pelinegro rodeándolo de la cintura por la espalda- Estas muy pensativo hoy.
Estaba recordando cuando nos conocimos… no puedo creer que tengamos 5 años de casados y que nos conocimos ese día lluvioso ¿Recuerdas?, te tenia comiendo de mi mano –le dijo sonriendo con superioridad-.
Aun lo haces –le sonrió besándole la nuca- Pero… ¿Quién te hace rendir en la cama? –Lo miro pervertido mientras el ojiesmeralda se sonrojaba- Eres igual que cuando te conocí…- lo beso en los labios- Te amo Matty.
Yo también te amo Beyond… -le dijo correspondiendo-.
“Conocernos fue el destino… unidos por el hilo rojo, se puede estirar o enredar pero nunca romper.”
Ahora los días lluviosos son mis favoritos.
----------Fin----------