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Los hijos de Harry por ChristineC

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Notas del capitulo:

hola!!!!!!

 

Espero que le guste este nuevo fanfic, la autora es Hikarijoon de Slasheaven y le pedi permiso para publicarlo. En Fanfiction tambien esta publicado bajo este mismo titulo

Para gran desdicha de Ginevra Weasley, el niño-que-vivió y venció no parecía dispuesto a retomar su noviazgo después de haber vencido a Lord Voldemort en la batalla final, pues a pesar de la lástima que sentía por toda su familia debido a la muerte de Fred Weasley partió a América una semana después de finalizada la guerra luego de testificar a favor de la Familia Malfoy en los juicios a los mortífagos sobrevivientes.

Allí se inscribió en el Colegio de Magos de Salem, una institución exclusivamente masculina donde descubrió que era homosexual; pero al cabo de un año, luego de rendir sus EXTASIS, volvió a Inglaterra con la intención de ingresar a la Academia de Aurores del Reino Unido. Pero no pudo cumplir su objetivo pues la única hija del matrimonio Weasley-Prewett lo drogó con una poción de amor y consiguió quedar embarazada de él.

Hermione Granger fue la primera en descubrir que algo raro sucedía con su mejor amigo y gracias a ella, Harry pudo probar ante el Ministro de Magia de su país lo que su prometida había hecho con él; y a pesar de que aceptó reconocer al niño que esperaba Ginny se negó rotundamente a casarse con ella, por lo que se ganó el desprecio de toda la familia Weasley, incluido Ronald, quien terminó con su novia al enterarse de que esta había ayudado al héroe del Mundo Mágico Británico a salir de la trampa que su hermana, su madre y él mismo había planeado con tanto cuidado.

Apenas pudo demostrar las malas intenciones de la familia Weasley; Harry creo un fideicomiso para su futuro hijo, pero también redactó un testamento donde dejaba bien claro que ese niño no tenía derecho a ser su heredero, pues había sido concebido sin su consentimiento y por lo tanto no pensaba permitir que su madre recibiera un solo knut de su fortuna a través de él, salvo una renta bastante generosa que le sería entregada mensualmente hasta que su hijo alcanzara la mayoría de edad. 

Después de todos esos trámites burocráticos partió al extranjero y los Weasley se encargaron de arruinar su reputación alegando que había abandonado a su novia embarazada y aunque Hermione se moría por aclarar que eso era una patraña, el mismo Harry le pidió que no lo hiciera por el bien del niño que esperaba Ginevra. Pues prefería quedar como un bastardo a que el mundo mágico se enterara de las circunstancias de la concepción del pequeño James Sirius. 

Muchas veces, durante dos años, intentó establecer contacto con su hijo, pero la familia Weasley se lo impidió y como el Ministro de Magia Kingsley Shacklebolt era el único que sabía lo que realmente había ocurrido, el grueso de los habitantes del Mundo Mágico Británico se tragó los embustes de la familia de pelirrojos y se indignaron ante el comportamiento supuestamente irresponsable de Harry. 

Mientras Hermione trinaba de rabia debido a lo que hicieron con su mejor amigo; pues solo ella, Andrómeda Tonks, Minerva Mac Gonagall y Kingsley estaban enterados de la verdad.

Un año después de la segunda partida de Harry al extranjero el Ministro se enamoró de Hermione y le pidió matrimonio a lo que esta aceptó encantada, pero con la condición de que su gran amigo fuera su padrino de bodas. Por este motivo el héroe volvió a su país durante unos días, a pesar de que en ese momento estaba cursando estudios superiores en la Academia de Aurores de Nueva York; y pudo constatar que no todo los magos y brujas de su país parecían pensar que era un malnacido por haber abandonado a Ginevra, pero muchos sí y se lo hicieron notar durante la boda de su amiga.

Cómo tenía la conciencia tranquila no se dejó amilanar por los comentarios malintencionados; pero había algo que si le dolía y eso era el hecho de que a pesar de no amar a Ginevra si le hubiera gustado conocer a su hijo, pero no estaba dispuesto a permitir que el pequeño se convirtiera en un botín de guerra y por eso decidió permanecer al margen de su vida.

Con el tiempo, utilizando muy bien su papel de víctima, Ginny logró engatusar a Zacarías Smith y se casó con él. Al orgulloso y pedante ex Hufflepuff le encantó ejercer el rol de padrastro del niño que el héroe supuestamente había abandonado, pero no insistió cuando su esposa no quiso que James llevara su apellido, pues el apellido Potter seguía teniendo mucho prestigio y no estaba dispuesta a que su hijo renunciara a él.

Harry por su parte, deseaba tanto ser padre que contrató los servicios de una bruja americana para que gestara un bebé para él. La misma se llamaba Brenda Harris y se había convertido en su gran amiga mientras los dos estudiaban en la Academia de Aurores de Nueva York, por lo que no tuvo ningún problema en hacerle ese favor, pues a pesar de que nunca había deseado ser madre y se sentía atraída hacia las mujeres, comprendió la necesidad que su amigo tenía de formar una familia junto a su novio canadiense Gilbert Blythe.

La nueva pareja sentimental del héroe del Mundo Mágico Británico también estudiaba para convertirse en auror cuando se casó con Harry Potter y juntos criaron a sus hijos, porque Brenda gestó a un par de mellizos luego de la inseminación artificial a la que se sometió. Pero cuando los pequeños Albus Severus y Lily Brenda cumplieron siete años, Gilbert murió en una operación de rescate de rehenes y Harry abandonó su trabajo de auror en Toronto pues no deseaba que sus pequeños se quedaran huérfanos como él.

Al pobre Harry le costó muchísimo recuperarse de la pérdida de su gran amor, pero gracias a los mellizos salió adelante y abrió un gimnasio en Toronto para entrenar en defensa a jóvenes aspirantes de la carrera de aurores hasta que Albus y Lily cumplieron once años y empezaron a recibir cartas de las escuelas mágicas de América, Canadá y Gran Bretaña.

-Ya vieron los programas educativos de cada uno de los colegios- dijo Harry a sus pequeños- Pueden elegir el que quieran, que yo los apoyaré. Así tenga que volver al Reino Unido para estar cerca de ustedes.

-Yo deseo ir a Hogwarts- dijo una ceñuda Lily- No veo porque debamos sentir vergüenza por lo que dijo de ti esa gentuza, papi.

-En Hogwarts verán a James….

-¿Y qué?- saltó la pequeña pelirroja de ojos verdes- Él no es nada nuestro y tú sabes bien por qué.

-Todavía lamento haberles contado esa historia tan desagradable- dijo su padre con un suspiro- Ustedes no tienen que demostrar nada.

-Yo creo que sí- intervino Albus- Debemos demostrar que eres un buen padre y no agachar la cabeza por algo que sucedió antes de que naciéramos.

-Volvamos a Gran Bretaña papá; ese es nuestro lugar- insistió Lily- puedo sentirlo.

Lily pese a no ser una vidente propiamente dicha tenía ciertos poderes de precognición que habían surgido después de la muerte de Gilbert y Harry solía darle crédito a sus palabras, pues la niña era muchísimo más decidida que él y su hermano juntos.

-A mí me gustaría ir al colegio con Rose- manifestó Albus refiriéndose a la hija de Hermione y Kingsley, que tenía la misma edad que ellos.

-Está bien- se rindió Harry- de todas formas Thomas está dispuesto a comprarme el gimnasio de aquí cuando quiera y Minerva estará muy feliz de recibirlos en Hogwarts.

-Por supuesto; a la abuela Minnie le enerva que ese chico se pavonee diciendo que es tu hijo- dijo una desdeñosa Lily.

-Técnicamente…

-¡Ni se te ocurra decir que es tu hijo!- chilló la niña- si lo fuera le hubiese insistido a su madre para que lo dejara conocerte, después de todo ya tiene 13 años y no ha hecho nada para averiguar qué fue lo que realmente ocurrió entre ustedes.

-De todas maneras no me gustaría que comentaras eso en Hogwarts, cariño; yo solo les dije la verdad porque Hermione creyó que era lo mejor.

-Concuerdo en que James no tiene la culpa de lo que hizo su madre, papá- manifestó Albus- Pero no es justo que nadie sepa de nuestra existencia en Inglaterra, porque temes que la familia Weasley tome represalias en contra de nosotros; pareciera que estás avergonzado de nosotros.

-Eso nunca- saltó un horrorizado Harry- Ustedes, a diferencia de James, fueron hijos totalmente deseados por mí y su papi, así que jamás quiero volver a escuchar eso de que me avergüenzo de ustedes. Está bien, venderé el gimnasio y abriré otro en el Callejón Diagon, es momento de hacerle frente a la sociedad mágica del Gran Bretaña.

-Dile a la tía Hermione que compre nuestro material escolar- sugirió Lily- Ya tenemos nuestras varitas y creo que lo mejor es que nos presentemos ante la sociedad mágica de Gran Bretaña por primera vez, en la estación de King Cross.

-Excelente idea, cariño- dijo Harry con una sonrisa maliciosa.
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El 1ro. de septiembre de ese año, Draco Malfoy se encontraba en la Plataforma 9 ¾ en compañía de su bella pero aburrida esposa Astoria Greengrass, su mejor amiga Pansy Parkinson y Teodore Nott, esposo de la anterior. Despidiendo a su pequeño hijo Scorpius y a su cuasi sobrina Bethany Nott que cursarían su primer año en Hogwarts, cuando vieron aparecer a la familia Weasley.

-Miren allí va el bastardo del cara rajada- dijo Pansy refiriéndose a James- La verdad es que no se parece en nada a él.

-Ten cuidado con ese chico pelirrojo Scorpius- indicó Draco- dicen que se aprovecha de la fama de su padre para atormentar a los alumnos de Slytherin.

-Ya lo sabemos, tío Draco- intervino Bethany- mi hermano ya nos advirtió sobre él.

-Por cierto ¿dónde se metió Ethan?- preguntó Teodore.

-Ya subió al tren porque teme que nos despidamos muy efusivamente de él en frente de sus compañeros- dijo su esposa con diversión y luego agregó horrorizada al ver quien se presentaba de pronto en la Plataforma- ¡No lo puedo creer! ¿No es Potter el que viene ahí?

Efectivamente, en ese momento; Harry, sus mellizos, Hermione, Kingsley y la pequeña Rose se habían presentado en medio de la multitud que rodeaba el Expreso de Hogwarts.

-Vaya; parece que Potter hizo de las suyas otra vez- dijo un sorprendido Draco- Porque es evidente que el niño moreno es su hijo y por los ojos de esa niña puedo jurar que también lo es.

-Está muy cambiado- dijo Astoria con admiración- Ya no lleva esas gafas horribles y esa coleta le queda muy bien.

-Miren la cara de Ronald Weasley, parece que se ha tragado un limón especialmente agrio- comentó Teodore con malicia- Estoy seguro que se está conteniendo de hechizar a su antiguo mejor amigo sólo porque va en compañía del Ministro.

Draco no podía ocultar lo mucho que le alegraba ver tan ofuscado a la comadreja y tampoco pudo evitar admirar el cambio operado en Harry; pues la madurez le sentaba muy bien y sonreía con orgullo mientras miraba a sus mellizos.

-¿Tampoco debo relacionarme con esos niños, papá?- preguntó Scorpius refiriéndose a la niña pelirroja y al niño moreno de profundos ojos color verde esmeralda.

-Primero observa cómo se compartan en el colegio y después decidimos ¿vale? 

-El chico es muy guapo- dijo Bethany, provocando que Scorpius frunciera el ceño ante esa observación.

-La niña tampoco es fea- reconoció Pansy- Y podemos decir a su favor, que ellos sí se parecen a su padre.

-Miren la cara del hijo de la Weasley hembra- comentó Teodore- Apenas puede disimular los celos que siente hacia sus hermanos, quisiera ir a Hogwarts con los niños para ver lo que ocurrirá entre ellos cuando estén en el castillo y lejos de su padre.

-Me atrevería a asegurar que Potter educó bien a esos niños para que pudieran defenderse de su hermano y los otros Weasley- opinó Astoria- ¿Quién será la madre de esos pequeños? Debe ser una bruja mucho más bella que la tal Ginevra; en vista de los hermosos que resultaron ser sus hijos, hasta Smith parece impresionado.

Los mellizos eran conscientes de que todos los miraban y aprovecharon la atención del público para ser más zalameros con Harry de lo que normalmente eran; mientras que este no dejaba de sonreírles y corresponder a sus muestras de afecto antes de ayudarlos a cargar sus baules en el tren.

-Recuerden que no importa a la casa donde sean seleccionados, el sombrero sabe lo que hace y sinceramente me sentiré más tranquilo si no van a Griffindor con los Weasley.

-Yo iré a Ravenclaw como mi papi, tío Harry- dijo la pequeña Rose- Mi mamá casi fue seleccionada para esa casa y tampoco desea que vaya a Griffindor.

-Yo no le tengo miedo a los Weasley- dijo Lily con desprecio- Pero debo reconocer que son muchos y tampoco me meteré en una pelea que no pueda ganar.

-Ese es un razonamiento propio de Slytherin, cariño- dijo Kingsley con diversión- ten cuidado porque podrías terminar en una casa llena de hijos de ex mortífagos.

-Según lo que nos contó Minerva, se la tienen jurada al hijo de Ginny- comentó Hermione, quien se negaba a aceptar que ese niño también fuera hijo de su mejor amigo y por eso detestaba que la pelirroja lo haya nombrado con los nombres del padre y el padrino de este- Por eso creo que los mellizos estarán más a salvo allí que en Griffindor.

-Es la primera vez que escuché a Minerva hablar tan mal de uno de sus leones- comentó Kingsley- Incluso Severus critica menos a ese niño que ella y eso que no conoce la verdadera historia detrás de su nacimiento.

-Todavía no puedo creer que el Profesor Snape sobreviviera a la picadura de Naguini- dijo Harry- ¿Cuánto tiempo permaneció en coma mágico luego de la batalla final?

-Tres años- respondió Hermione- Consumió un bezoar luego de que lo dejáramos en la Casa de los Gritos cuando creímos que estaba muerto; se sorprenderá muchísimo cuando vea a Lily y se entere del segundo nombre de Albus.

-Es raro que optara por ser profesor de Defensa y Jefe de Slytherin cuando se recuperó- comentó Kingsley- La misma Minerva sugirió que le otorgaran el puesto de director de Hogwarts y sólo asumió el cargo cuando este se negó a aceptarlo de vuelta.

-Sólo espero que no se la agarre con mis niños como lo hizo conmigo.

-No lo creo Harry- contestó Hermione- Ni siquiera con James es tan despreciativo como lo era contigo.

-A lo mejor con él es más blando debido a que supuestamente lo abandoné y porque no se parece en nada a mí.

-Se llama James Potter y es un bravucón Harry; créeme que el chico le recuerda más a tu padre que tú- comentó Kingsley- Sobre todo porque en una clase le sacó en cara que ahora se encontraría en Azcaban si no fuera por tu testimonio ante el Winzengamot.

-¡Maldito mocoso! ¿Quién se cree que es para humillar al Profesor Snape después de todo lo que hizo por mí?

-Tu hijo y tu heredero- respondió Lily con fastidio- pero ya le demostraremos que está equivocado papá.

-De acuerdo; pero no se metan en líos si pueden evitarlos- les señaló Harry- Ahora denme un último abrazo y suban al tren porque partirá en diez minutos.

-Te amo, papá- dijo Albus que por lo general era mucho más sensible que su melliza- Te escribiré apenas conozca la decisión del sombrero seleccionador. 

-De acuerdo, mi pequeño- respondió Harry correspondiendo al abrazo de su hijo- Trata de no usar tu reproductor mp3 mientras caminas por los pasillos de Hogwarts, recuerda que debes permanecer alerta por si alguien decide atacarte por ser mi hijo.

-¿De veras crees que el hechizo que les aplicaste a esos aparatos muggles funcionen dentro de Hogwarts?- indagó una dudosa Hermione.

-Yo creo que sí; funcionaban dentro de nuestra casa y del Callejón Diagon- contestó su amigo- ¿Y tú no piensas darme un último abrazo, mi princesita?

-Claro que sí- dijo una zalamera Lily, arrojándose a los brazos de su papá pero sin perderse la reacción de James, quien estaba parado con los demás Weasley a pocos metros de ellos- Te amo.

-Y yo a ti, cariño; trata de no perder de vista a tu hermano.

-¡Oye!- saltó un ofendido Albus- Aunque sea un artista nato, también se defenderme muy bien de los bravucones.

-Por supuesto que sí; pero ambos sabemos que tu hermana tiene un sexto sentido para evitar problemas mayores- le recordó su papá- Ahora suban al tren, acomódense en el compartimento donde ubicamos sus baúles y sellen la puerta con magia para evitar las visitas indeseables durante el viaje a la escuela.

Cuando los mellizos y Rose hicieron lo que Harry les indicó, se acercaron a la ventana de su compartimento para despedirse de los tres adultos que los acompañaron hasta la plataforma.

-¿Tú crees que hago bien al dejarlos asistir a Hogwarts, Hermione?- preguntó Harry mientras les decía adiós a sus hijos con la mano derecha. 

-Tienen más derecho a asistir ahí que el hijo de Ginevra- dijo Hermione observando a la pelirroja con desdén- Por cierto, si las miradas mataran…

-No pienso dirigirles ni siquiera eso- dijo su amigo- Mejor vámonos porque debo ir al Ministerio para retirar la habilitación para mi nuevo gimnasio.

-Buenos días, Potter- dijo una voz a sus espaldas.

-Buenos días Malfoy, Pankinson, Nott y….

-Astoria Greengrass, ahora de Malfoy- dijo la esposa de Draco con coquetería- Buenos días Señor Ministro y señora Shacklebolt.

-Encantada- respondió Hermione con cortesía- Tengo entendido que su hijo Scorpius también asistirá a Hogwarts por primera vez al igual de mi pequeña Rose y los mellizos de Harry.

-Así es; esperamos que vaya a Slytherin junto a Bethany Nott, la hija menor de nuestros amigos aquí presentes. Por cierto, señor Potter ¿Cuándo tendremos el gusto de conocer a su esposa?

-Soy viudo, señora Malfoy- respondió Harry sin aclarar las circunstancias del nacimiento de los mellizos- Ahora si nos disculpan debemos ir al Ministerio por una cuestión de negocios.

Cuando Harry se retiró de la plataforma junto con Kingsley y su esposa; los antiguos Slytherin de su año empezaron a especular sobre el misterio de la madre de los mellizos, pero sobre todo aprovecharon la ocasión para mirar burlonamente a los Weasley, quienes se quedaron perplejos por su interacción amistosa con el niño-que-vivió y venció.

Mientras tanto; James Potter acribillaba a hechizos la puerta del compartimento donde estaban los mellizos junto con Rose, con el fin de dejarles bien claro quién era el verdadero hijo de Harry Potter, pero tuvo que detenerse cuando un prefecto de Slytherin lo mandó a su compartimento después de aplicarle un tragacaracoles.

-Sé que te duele el hecho de que seas un bastardo Weasley- dijo el prefecto con desprecio- Pero no puedes atacar a esos niños porque ellos no lo son y la Directora Mac Gonagall ha dejado muy claro que no debíamos permitirte que los lastimaras.

James no sabía que le dolía más; si el hecho de que el Slytherin lo llamara por el apellido de soltera de su madre o ser llamado bastardo una vez más. Pero se vio obligado a detener su ataque hacia sus hermanos, pues se pasó vomitando babosas durante casi todo el camino de ida a la escuela.

-Tranquilízate James- dijo su primo Steven, hijo de Ronald Weasley y Lavender Brown- Ya encontraremos otra ocasión para vengarnos de esos mocosos. 

-Yo opino que los dejemos en paz- dijo Michael, hijo de Percy Weasley, sin despegar sus ojos de su libro de pociones- después de todo tu padre nunca te ha querido y es evidente que a esos niños sí.

-¡Cállate, Michael!- saltó James, en una pausa entre babosa y babosa- Puede que no quiera a mi madre…

-Jamás intentó acercarse a ti, James- le recordó su prima Dominique- Y en la estación ni siquiera te miró.

-Seguro…que…está….celoso….porque estaba con Zac- insistió el hijo de Ginevra.

-Como quieras; pero ya verás que esos niños si serán reconocidos en Hogwarts como legítimos hijos de Harry Potter- señaló Michael- Por cierto ¿creen que irán a Griffindor con nosotros?

-Yo creo que sí; pues su padre fue un Griffindor también- respondió Dominique.

-Pues…ya verán….lo que les pasará….cuando pongan un pie….en nuestra sala común- dijo James.

Cuando el tren llegó a su destino, por instrucciones de la Directora, Hagrid esperó pacientemente a que todos los alumnos mayores abordaran los carruajes que los llevarían al castillo y pudo notar que James esperó hasta el final con la esperanza de enfrentar a los mellizos; por lo que dijo:

-Apresúrate muchacho o te quedarás aquí.

-¿No podría ir contigo y los de primero en los botes, Hagrid?- preguntó el muchacho pelirrojo con una sonrisa zalamera.

-No; la Directora me pidió que protegiera a los hijos de Harry de ti y de tus primos, así que vete al castillo en ese carruaje si no quieres vértelas conmigo.

-Esos niños no son hijos…

-Son hijos de Harry y a diferencia de ti, ellos se criaron con él; por lo tanto tienen más derecho a llamarlo padre que tú- espetó el semigigante- Ahora vete antes de que pierda la paciencia.

Luego de estas palabras Steven Weasley obligó a su primo a abordar el último carruaje, donde ya se encontraban instalados Michael, Dominique y Fred Weasley, intuyendo que los profesores se habían aliado para proteger a los mellizos de ellos.

-Ándate con cuidado, James- dijo Fred- es evidente que la Directora Mac Gonagall está dispuesta a todo con tal de evitar que les hagas daño a tus hermanos.

-¿Hermanos?- preguntó un aturdido James.

-Claro tonto; si comparten el mismo padre es evidente que son hermanos, por lo menos a medias.

-Bueno….eso es mejor a que ellos se consideren los únicos hijos de mi padre.

-No creo que te acepten como parte de su familia de buenas a primeras James- le advirtió Dominique- Eso sin mencionar que a la tía Ginny y al tío Zac no les gustará que tengas mucho trato con esos niños.

-Si van a Griffindor no les quedará más remedio que tratar conmigo- replicó un decidido James.

-Veremos- dijo Michael- De momento tranquilízate hasta después de la Ceremonia de Selección.

Severus Snape sospechaba que algo se cocía entre habas debido a la mirada de entusiasmo de la Directora de Hogwarts cuando los alumnos de primer año ingresaron al comedor en compañía del Profesor Flitwick y no se equivocaba pues al escudriñar los rostros de esos niños, pudo ver a una copia sin anteojos de Harry Potter y a una niña pelirroja idéntica a la madre del anterior.

-¿Son hijos legítimos de Potter, verdad? – saltó el antiguo profesor de pociones, luego Director y actual profesor de Defensa contra las Artes Oscuras de Hogwarts. 

-Así es, Severus; son los hijos de nuestro querido Harry- respondió Minerva con afabilidad- Estoy segura que ellos si honraran el apellido de su padre, no como ese mal bicho que crió Ginevra Smith.

-Aun no entiendo porque desprecias tanto a ese mocoso, a pesar de que lleva el nombre de dos de tus adorados merodeadores- dijo Severus con sarcasmo- Hasta yo soy menos dudo con ese muchacho a pesar de su arrogancia.

-No estoy autorizada para contarte las circunstancias del nacimiento de ese niño- dijo la Directora con desdén- pero nadie que se pueda considerar cercano a Harry puede aceptar fácilmente que ese mocoso es su hijo.

-¿Una poción de amor, verdad?- dijo el oscuro profesor con suspicacia- No me mires así; eso explicaría su actitud, por lo general tan noble, con respecto a ese muchacho.

-Acertaste Severus; Ginevra drogó a Harry para conseguir embarazarse de él, mientras que estos dos niños si fueron absolutamente deseados por su padre.

-¿Y quién es la madre, si se puede saber? 

-No hay madre; Harry se casó con un mago canadiense y luego contrató los servicios de una bruja para que gestara a sus mellizos.

-¿Potter está casado con un hombre?- preguntó un aturdido Severus.

-Estaba; el querido Gilbert murió en una operación de rescate cuando los mellizos tenían siete años- dijo una apenada Minerva- por eso Harry abandonó su carrera como auror en Toronto, pues no desea arriesgarse a dejar completamente huérfanos a sus mellizos. Ahora cállate que quiero oír la selección.

Como era de esperarse Scorpius y Bethany Nott fueron seleccionados para Slytherin; donde fueron muy bien recibidos por sus pares al mismo tiempo que eran abucheados por James y compañía, mientras Lily los evaluaba con la mirada decidiendo que por nada del mundo le gustaría ser elegida para formar parte de la casa de los leones.

-Albus Severus Potter-Blythe- dijo de pronto el subdirector de Hogwarts.

-¿Potter-Blythe? ¿Ha dicho Potter-Blythe?- preguntaron a coro los Weasley, incluido James.

-Vaya; eso significa que a tu padre le gustan los hombres, James- comentó Michael desde la mesa de Griffindor- Con razón abandonó a la tía Ginevra cuando se embarazó de ti 

-¿Severus?- preguntó aturdido el Jefe de Slytherin.

-Harry quería que su hijo llevara los nombres de los dos Directores de Hogwarts que más lo protegieron durante la guerra, querido Severus- dijo Minerva con una sonrisa.

-Pobre muchacho- dijo el oscuro Profesor, pero en el fondo se sentía bastante bien por haber recibido semejante reconocimiento- A mí nunca me gustó mi nombre.

Mientras una ronda de cuchicheos inundó el gran comedor del castillo, el pequeño Albus se calzó el sombrero seleccionador y escuchó:

-Vaya; un Potter amado y deseado, a pesar de haber sido gestado por amistad y no por amor. 

-Me gestó mi tía Brenda; pero mi hermana y yo nacimos a raíz del gran amor entre mi papá Harry y mi papi Gilbert- dijo Albus con orgullo.

-Un chico sensible y muy leal a sus padres, sin duda eres un…¡HUFLELLPUFF!

-¡Qué! ¿Y te dices un Potter?- chilló James, ganándose miradas airadas desde la mesa de los tejones, quienes empezaron aplaudir a su nuevo miembro con entusiasmo. 

Albus ignoró el comentario de James y corrió a sentarse con los miembros de la casa a la que fue seleccionado esperando que su hermana se reuniera con él, pero conociéndola era muy difícil que eso ocurriera.

-Lily Brenda Potter-Blythe.

Lily miró con absoluto desdén a su medio hermano y luego de colocarse elegantemente el sombrero seleccionador se sentó a esperar su decisión.

-Es evidente que no le caes muy bien a tu hermanita, primo- dijo Victoire Weasley con el ceño fruncido- Me preguntó que le habrán dicho de ti para que te haya mirado de esa forma.

-Tiene la misma mirada decidida de su abuela- dijo Severus con afecto.

-Veremos que es lo que opina el sombrero- respondió Minerva con satisfacción.

-Valiente…muy valiente y decidida, creo que lo mejor es…

-A Griffindor no, a Griffindor no, por favor señor sombrero a Griffindor no; no le tengo miedo a esos idiotas pero sinceramente me caen muy mal y tampoco soy de las que se arrojan al peligro sin medir las consecuencias; es más, creo que huir a tiempo no es cobardía.

-Me recuerdas a tu padre; muy bien, en ese caso serás….¡SLYTHERIN!

Los alumnos de la mesa de las serpientes no supieron muy bien que hacer a continuación, pero cuando vieron que su Jefe de Casa se levantó de la Mesa de los Profesores para aplaudir de pie a la nueva integrante de Slytherin se unieron a él bastante perplejos, pero entusiasmados por tener a uno de los hijos del Héroe del Mundo Mágico Británico entre sus filas. Mientras que James miraba a la niña pelirroja con la boca a abierta y el profesor de herbología y Jefe de la Casa Griffindor Neville Longbotton negaba vehementemente con la cabeza.

-Esto es un error Minerva, la hija de Harry no puede ir a Slytherin; se la comerán viva.

-Le irá mejor allí que en compañía de los Weasley, señor Longbotton- dijo Severus con fastidio- No se preocupe por ella, a la legua se nota que tiene carácter y yo me encargaré de que sea bien tratada por los alumnos de mi casa.

-¿Usted?- dijo el profesor de herbología con desprecio- Creo recordar que nunca trató bien a Harry cuando fue su estudiante.

-Basta Neville, sabes bien que Severus actuaba así para cubrir las apariencias- espetó Minerva- Alegrémonos porque tenemos a los LEGITIMOS hijos de Harry entre nosotros.

Luego de la selección de los mellizos, Rose Shacklebolt fue elegida para formar parte de Ravenclaw, tal y como ella lo deseaba; y unos minutos después todos los alumnos de Hogwarts daban cuenta del banquete de bienvenida, momento en que Lily aprovechó para lanzarle a James una mirada asesina que anunciaba “PROBLEMAS” y el chico pelirrojo, pese a ser tres años mayor que su media hermana, sintió escalofríos en su espalda. Mientras Scorpius Malfoy suspirada decepcionado porque hubiera deseado que el guapo niño de ojos verdes hubiera quedado en su casa, en lugar de su temperamental hermana.


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