2
Había pasado años sin involucrarse tan estrechamente en los asuntos del rey Zarkon, a pesar de sus logros en el ejército y su puesto en este gracias a sus propios esfuerzos y no solo por su posición social no estaba tan comprometido como otros galra con los ideales de su rey.
Aun así seguía siendo un galra y cumplía con su deber aunque con más libertades que sus contrapartes en el ejército, había conquistado planetas, suprimido posibles amenazas al imperio galra, y cumplido con misiones encomendadas a él con perfección, aunque no todos sus métodos no eran tan tradicionales, como por ejemplo no destruir todos los planetas que conquistaba.
No se consideraba alguien tan sediento de sangre como para eliminar todo a su paso, pero ahora eso estaba cambiando, si le dieran la opción de destruir todo a su paso para recuperar lo que tan descaradamente le habían robado con gusto abrazaría esa opción.
En estos momentos sus leales soldados temblaban temerosos ante la clara sed de sangre que portaba su líder una vez que se enteró de que lo que se habían llevado de su nave.
-Comuníquense con Haggar inmediatamente, díganle que iré a la nave del rey Zarkon inmediatamente-
-¡Si señor!-
-Y tráiganme a los centinelas que custodiaban mis habitaciones personales, quiero ver los videos de aquellos asquerosos ladrones, para saber a quién aniquilare cuando lo tenga frente a frente-
-¡S… si señor!-
Como se alegraban los soldados galra en esos momentos no ser el foco de la furia de su líder, casi podrían sentir un poco de lastima por aquellos tontos ladrones. Era sabido en casi toda la galaxia que jamás debías robarle algo al imperio galra o estos te perseguirían con pena de muerte, pero era aún más sabido que si te atrevías a quitarle algo a su líder la muerte no llegaría tan rápida y el sufrimiento por su insolencia seria indescriptible.
*+*+*
Los héroes normalmente no esperan agradecimiento por la ayuda que brindan o por sus acciones, por eso son héroes, al menos es un conocimiento que tenían la mayoría de los paladines en mente, pero recibir un gracias de las personas que ayudaban siempre dejaba un sentimiento agradable, saber que hicieron algo bueno.
De todas las personas que habían ayudado habían recibido aunque sea un simple gracias, por lo que recibir literalmente un gruñido y siseo claramente nada amistoso por la ahora sirena residente de la piscina del castillo fue un poco desconcertante aparte de que dicha sirena desde que se despertó no parecía realmente muy feliz.
-¿Pero qué rayos le pasa?- se quejó Pidge junto a su hermano mayor, el chico pez se la estaba pasando nadando de un extremo de la piscina al otro en claro nerviosismo, uno pensaría que ser librado de los galra se encontraría más feliz.
-Hay que comprenderlo, acaba de despertar en un lugar nuevo y desconocido rodeado de gente extraña, cualquiera estaría asustado y confundido en ese tipo de situación- dijo Shiro viendo como nuevamente daba un giro en el agua, ver su largo y elegante cuerpo en movimiento era muy interesante.
Cada paladín tenía su propia opinión o justificación del reciente comportamiento de la sirena, si al menos este se tranquilizara un poco más para poder hablar quizás le podría dar aunque fuera mínimo algo de información de su estadía en la nave galra, si había estado tan cerca como para habitar las habitaciones del comandante de esa nave seguramente llego a escuchar muchas cosas.
-Quizás tenga hambre, si le diéramos algo de comer podría estar más tranquilo- Hunk sugirió, él muchas veces cuando estaba de mal humor se ponía de mejor ánimo cuando su estómago estaba lleno.
-No creo que esto se arregle con comida, déjenlo hasta que se canse con su berrinche- dijo Keith alejado en un esquina, a algunos del equipo piensan que le falta más tacto al paladín del león rojo, pero también piensan que la comparación del comportamiento de la sirena no es tan poco acertada.
Las puertas se abren y llegan Allura junto con Koran, la princesa había tomado su tiempo para cambiarse a sus ropas habituales mientras su invitado seguía inconsciente.
-¿Ya despertó?-
-Sí, y no de muy buen humor-
-¿Qué quieren decir?-
-Literalmente le gruño a la cara a Matt cuando este trataba de verlo más de cerca en la piscina-
-Bueno, debo de admitir que quizás invadí un poco de su espacio personal, pero su fisionomía es muy fascinante, parecida y muy diferente a la de las sirenas que conocimos anteriormente-
-La última vez que te interesaste de esa forma por la biología de una sirena terminamos con el cerebro lavado y casi comidos por un enorme monstruo marino- recordó Hunk no muy gratamente.
-Eso también fue emocionante, es increíble como los químicos de esos alimentos lograron crear una especie de simbiosis con esa creatura-
Pidge negó con la cabeza, ella podía ser una genio de la tecnología, pero su hermano mayor también era un genio en el campo de la biología, minería y física, su sueño siempre había sido viajar al espacio y encontrar cosas nuevas en el universo desconocidas por el hombre, ser parte de Voltron había ayudado a continuar con su sueño, aunque quizás había veces en que se emocionaba mucho con cada espécimen nuevo que encontraba al igual que ella con nueva tecnología. Esperaba que encontraran a su padre pronto para contarle todas las cosas nuevas que habían descubierto.
Allura dio unos pasos hacia adelante acercándose a la piscina.
-No creo que sea buena idea princesa, aún sigue algo nervioso- Shiro trato de persuadirla, el chico sirena no se había mostrado muy amable con los extraños.
-Es mi deber como anfitriona y diplomática saber que está en un lugar seguro y que ahora es libre- dijo Allura con un tono que daba a entender que no daría marcha atrás.
-Su padre estaría tan orgulloso de usted princesa- Koran alabo a la chica alteana, si el rey viviera en esos momentos realmente estaría orgulloso de lo amable y madura que era su hija.
Estando cerca del borde de la piscina la fémina se detuvo y se inclinó un poco sobre la superficie del agua esperando a que el joven mitad pez notara su presencia lo cual no tardó en hacer, su ir y venir se relantelizo y presto atención a la joven de pelos plateados que se asomaba sobre la superficie del agua.
-Sé que debes estar aún muy asustado y confundido, pero ahora estas a salvo. Ya no tendrás que sufrir seguir en cautiverio de cualquier galra, soy la princesa Allura y estos jóvenes son los paladines de Voltron, te doy mi palabra que ya no te encuentras en ningún peligro y que ahora que te rescatamos…- el tono de la princesa era suave y amable, los jóvenes a su alrededor estaban incluso un poco conmovidos por el sincero discurso, hasta que una gran cantidad de agua arrojada por la fuerte cola de la sirena golpeo directamente en la princesa cortando sus palabras -¿Pero qué…?-
-Al parecer el chico pez no se creyó las palabras de Allura- Pidge esta asombrada y miro a su alrededor para ver como todo el mundo se quedó con la boca abierta.
La sirena con el ceño fruncido aún más pronunciado en su rostro y una Allura totalmente empapada, eso no pasaba todos los días, ni creía que alguna vez en su vida se hubiera topado con tal escenario.
La cabeza de cabellos castaños salió a la superficie y gruño, si alguno empezaba a dudar que supiera hablar las siguientes palabras poco amables que salieron de su boca los saco de dudas.
-¡Tú maldita! ¡Apuntaste un arma directamente en mi dirección y destruiste mi tanque!- obviamente no estaba muy feliz no solo por sus palabras sino por su tono de voz.
-¿Cómo te atreves a agredir a la princesa?- Koran inmediatamente salió en defensa de su soberana como perro fiel guardián.
-Espera Koran, no hiso nada grave solo me mojo un poco. Ahora, sé que mis acciones fueron algo precipitadas pero ten la certeza que solo fue por liberarte-
Las palabras de la princesa solo lograron que el ceño de la sirena se acentuara más.
-¿La princesa realmente le disparo?- pregunto Keirh asombrado, sabía que la chica no era la más delicada de las damas aunque así pareciera a simple vista, pero había veces que le asombraba su comportamiento.
-Sí, pero no a él sino al tanque que lo tenía prisionero, había poco tiempo y fue la mejor forma que se le ocurrió para liberarlo- Shiro que estuvo presente en los hechos también seguía sorprendido por las acciones algo imprudentes de la princesa, pero entendía perfectamente sus motivaciones.
-¡Dejen de decir eso!- volvió a hablar la sirena claramente indignado.
-Disculpa, no queríamos que sintieras que estamos hablando ignorando tu presencia-
-No eso, lo de “liberar” y “liberar”-
Todos se quedaron callados sin entender, ¿acaso en su lengua “liberar” era una mala palabra?
-Pero… eso fue lo que hiso la princesa, sacarte de tu prisión y traerte aquí donde estas a salvo y libre- hablo ahora Hunk tratando de explicar lo que paso, quizás este chico aun no comprendía bien lo que había pasado.
Esto solo provocó un nuevo gruñido y un movimiento de cola mucho más fuerte mojándolos a todos ahora y a la princesa por segunda vez a pesar de que Koran trato de ponerse como escudo humano delante de la princesa.
-Lo siento princesa no pude protegerla esta vez- se disculpó dramáticamente Koran, como su fiel servidor su deber era ayudar y proteger a su princesa contra cualquier percance y había fracasado dos veces ese día.
-Está bien Koran, es solo agua-
-¡Oye! ¡Y ahora porque nos mojas a nosotros también!-
-No es para que te enojes amigo, deberías estar feliz, a menos que en tu especie sea al revés y feliz es estar gruñendo y enojado como Keith y triste es sonreír… ¿Oye Keith es así como funciona contigo y en realidad siempre has estado contento?-
-No Hunk, y es más que obvio que este remedo de pez es un…-
-Keith, tranquilízate, no hay que poner más tensa la situación actual- reprendió Shiro, si ahora de por si se mostraba tan poco cooperativo el chico dentro de la piscina no quería que fuera aún menos con cualquiera que fuera el comentario grosero que saldría de la boca del paladín del león rojo.
-Les doy un consejo, cuando vallan a rescatar a alguien primero pregunten si realmente quiere ser rescatado- les dijo la sirena castaña desde la piscina fulminándolos a todos con la mirada, eso había confundido aún más a todos.
-Tiene un buen punto- dijo Hunk mientras exprimía su ropa, lo que se ganó una mirada acusatoria de más de uno al darle la razón a la sirena grosera.
-No me digan que el chico sirena estaba siendo feliz siendo la mascota de algún galra- Keith hiso una mueca de asco en su rostro.
-¡¿MASCOTA?! ¿ACASO TE ATREVISTE A LLAMARME MASCOTA?- si la palabra “liberar” había enfurecido a la sirena la palabra “mascota” lo encolerizo al máximo.
Todos retrocedieron un paso por el estridente grito y por el miedo de ser empapados de nuevo.
-Ehhh… ¿Eso no es lo que eras?- se atrevió a preguntar Hunk de nuevo hablando sin pensar muy bien en lo que decía.
-¡Por supuesto que no!-
-Pero estabas en una pecera junto a todos esos demás animales y peces y…-
-¡ESE ERA MI TANQUE! Me costó semanas dejarlo perfecto y cómodo, y esos animales me servían de compañía y ayudarme con mi aseo-
-¿Acaba de decir aseo?-
-¿Acaso creen que esta belleza de cola se mantiene por si sola tan bella y brillante? Pues siento desilusionarlos, pero me gusta como mínimo darle un tratamiento de algas y anemonas, algunos de los peces se comen la piel seca o evitan que impurezas se lleguen a formar, incluso tenía un enorme pez enfermera, más vale que este bien Mizu, la pobre debió sufrir un susto tremendo por el disparo-
-¿Qué es un pez enfermera?- pregunto curioso Matt, no era experto en biología marina por lo que no sabía si había esa clase de peces en la Tierra.
-Ayuda a evitar que los animales y yo nos enfermemos gracias a los químicos que secreta su cuerpo, a pesar de que mi tanque es perfecto viajar por el espacio puede llegar a ser estresante, y el estrés puede ser fuente de varias enfermedades-
-Estoy casi segura que acabas de describir solo una pecera muy fina- Pidge miro al chico sirena cada vez más convencida que este sufría alguna especie de síndrome de Estocolmo espacial.
Y no era la única en pensar así, quizás el joven para evadir la grave situación en la que vivía escapo de su realidad y creo alguna especie de vínculo afectivo con su entorno y en el peor de los casos con su captor.
-Escucha, no sé cuánto tiempo habías estado preso en ese lugar, pero ya no tienes que volver a esa pecera, a ese cuarto, te prometo que te ayudaremos a volver a casa, donde perteneces- Allura trato de hacerlo entender nuevamente con sus palabras, le horrorizaba que cualquiera terminara en una situación similar en donde uno terminaba tan apegado a sus captores. Probablemente el cautiverio fue tan extremo como para recurrir a eso.
-Ustedes… ¡Son los secuestradores más insufribles del universo!- y con este último grito el chico sirena se sumergió hasta el fondo de la piscina no antes de salpicar a todos nuevamente con un golpe de su cola contra la superficie del agua.
-Y yo ya que me había bañado…-
*+*+*
Su nave había llegado lo más rápido posible y al bajar fue recibido por los altos mandos del ejército de Zarkon y la mano derecha de este, Haggar.
-Bienvenido… Príncipe Lotor- saludo la hechicera.
Frente a ella había un joven hombre muy diferente a su padre, lejos de ser un figura imponente era más bien elegante, aun así ambos eran intimidantes a su manera. Las facciones más suaves y finas que su progenitor estaba en ese rostro tan parecido al de su madre, una discípula de Haggar que cautivo el interés de su amo para después procrear descendencia, en un principio un hijo bastardo que después de ver un potencial como un arma y un soldado perfecto tubo el título de príncipe del rey Zarkon.
Ahora que estaba aquí este podría tomar las funciones de su padre mientras Haggar trataba de lograr traer a su rey del límite de la vida y la muerte que se encontraba en su profundo coma que se encontraba después de su lucha contra Voltron y portar aquella armadura defectuosa.
El príncipe Lotor no tenía los mismos planes.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español