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KINGSMAN por Huitzil

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Notas del fanfic:

Los personajes aqui incluidos no son de mi autoria y no lucro nada escribiendo sobre ellos. Gracias por leer.

Único capitulo.

Fue muy temprano por la mañana cuando mi despertador del celular sonó. Recuerdo que lo escuche pitar varias veces antes de que me diera por apretar el botón “ignorar” me dolía mi cabeza y los rayos del sol me cegaron instantáneamente, el cuerpo lo sentía débil y no recordaba que o como había logrado llegar a mi propia recamara. Tratando de acostumbrarme me concentre en el techo que se encontraba como a unos cinco metros de distancia de la cama y noté con cierto pesar que tenía la garganta seca, los ojos llorosos y ese sabor amargo de vomito en la boca.

“Mierda”

Pensé sabiendo de antemano lo que significaban esos síntomas “perfecto Eggsy. Bravo, la cagaste esta vez y la cagaste de lo más lindo”- me recrimine recordando vagamente lo de la noche pasada, solo eran imágenes echadas al azar como una película mental a la que le pones adelantar y que no logras entender. Me reincorpore en la cama tomando asiento en el suave borde, el frio de la mañana acaricio mi torso desnudo y llevándome una mano a la cabeza que no dejaba de dar vueltas llegue a la conclusión de que tenía una simple y común resaca. No era nada fuera del mundo, nada que otras tantas de miles de veces no probara seguida de una brutal paliza por mi padrastro, la reconocía como un niño reconoce un dulce, como un anciano reconoce el aire, como un amante reconoce un beso, como... bueno, creo que me doy a entender el chiste es que sin mucha ciencia sabía que ayer me había pasado de copas probando mis propios martini´s cuando mi mentor me enseñaba como se debían preparar y de la nada un escalofrió recorrió toda mi espalda vertebral al recordar que al tenerle tan de cerca y sentir las manos de Harry con las mías para decirme como se debía agitar adecuadamente la bebida pensé “él es un hombre perfecto” a partir de ese pensamiento no podía dejar de mirarlo, su voz gruesa me asesoraba magistralmente ordenándome paso a paso lo que se debía hacer, un lado de mi le hacía caso a las instrucciones pero el otro me murmuraba “oh… dios por favor, déjame estar con esta persona toda la vida, nunca te he pedido nada y nunca más lo hare pero solo deja que sea mío este caballero” al recordar mis pensamientos y un par de grandes ojos marrones escondidos bajo unas tupidas pestañas castañas viéndome, sentí como mi corazón latía rápidamente y comenzaba a acelerarse como un loco y luego tuve esa borrosa visión de una expulsión instantánea del contenido viscoso de mis entrañas -oh, mierda viejo ¿Qué hice? - al fin escuche mi ronca voz perdiéndose en el sonido hueco del hogareño cuarto.

Me atravesó un golpe certero en mis riñones cuando trataba de ponerme de pie y al mismo tiempo intentar recordar todo lo que había hecho en la noche. Fue fugaz y efectiva la manera en que todo lo ponía en orden cronológico, ahora comenzaba ahogarme con lo que había sucedido, las risas risueñas al recibir una congratulación, la felicidad que sentía al ver una sonrisa de media luna dibujada en el rostro de mi mentor, y una inmensa tristeza. Una sombra de terror ensombreció mi rostro al tener presente un mediocre acto de debilidad cuando mi sangre conteniendo el nivel necesario de alcohol no provocó una muerte instantánea sino cruel y al mismo tiempo sublime al desviar su letal veneno a la cobardía de mi lengua que comenzó exteriorizar mis sentimientos hasta que se abrieron nuevamente esas heridas que tantas veces lamí en la obscuridad de mi propia alma y me puse a llorar contándole a Harry como un niño pequeño cuanto extrañaba a mi verdadero padre, como nuestra vida se había ido al caño y como Dean abusaba de mí y mi madre, y que claro, como siempre yo no podía hacer absolutamente nada.

 - No puede ser - murmure dándome cuenta que había llegado a la entrada del baño, de mala gana abrí la regadera tratando de templar el agua para obtener más o menos la calidez necesaria para darme una ducha sin morir de neumonía,  al final solo me deshice del resto de mi ropa; me quede anonado viendo aquellos azulejos blancos con esos epígrafes desconocidos entonces algo más se coló en esos vergonzosos recuerdos y fue algo que aun ahora en mis vagos pensamientos me provocaba un cálido hormigueo y era un abrazo fraternal entre lágrimas y quejas infantiles, justo cuando mi cuerpo se estremecía al contacto total del agua recordaba con gran estima el cobijo de unos fuertes brazos sosteniéndome con fuerza, un corazón calmado latiendo cerca de mi oído y esa voz, la voz del caballero Galahad diciéndome “tranquilo hijo, aquí estoy” y como si se tratara de una flotadora le abrace con tal asir que temía que si le soltaba moriría ahogado y llore… Llore sobre su fuerte pecho, llore mojándole toda la camisa blanca “lo siento Harry”- le dije arrastrando las palabras “lo siento tanto por amarte tanto y estar tan podrido porque sé que no soy merecedor de tu amor”- ¿en serio le había dicho que le amaba? Estaba loco, definitivamente todo esto de los Kingsman solo era una cruel broma para mí mismo diciéndome constantemente que era un hijo bastardo sin futuro y que solo creía amar a Galahad porque él me saco de un obscuro agujero de penumbras en el que vivía aunque un lado mío, ese lado que siempre intento callar y matar puesto que me mantiene vivo de esperanzas y sueños, me repetía que todo lo que yo pensaba era falso, que le amaba por el caballero que se presentó ante mi fuera de la estación de policía, por el hombre que peleo una batalla con los matones de Dean en el bar, por ser la persona cuya mirada me traía paz pero por sobre todo, por ser esa persona que creyera en mi antes que yo mismo.

Comencé a enjabonarme la cabeza de champo cuyo aroma me cautivaba y recuerda incluso ahora a una tarde de otoño junto a mi padre en el bosque, me apresure a enjuagar dejando caer las penas.  Seguía pensando en aquel fraternal abrazo, en aquellas lágrimas prófugas de sentimientos resentidos, en aquellas palabras que le dije, y como era mi costumbre (y yo por supuesto que ya estaba graduado para cagarla siempre y echar a perder todo) recordé con una evidente vergüenza que mientras le decía que le amaba y continuaba llorando, vomite. ¡Damas y caballeros les presento la peor declaración del año! Perplejo no terminaba de creer que realmente le había vomitado el traje a Harry.

“¡Madre mía! ¡La había cagado!” más asustado corrí las cortinas y fui a verme en el espejo del baño sin percatarme de aquella pulcritud que el encanto de lugar poseía para concentrarme en ver mis ojos rojos, mi cabello despeinado y esas horribles ojeras nublando mi mirada - Idiota - dije tomando el enjuague bucal dándole un grueso trago comenzando a hacer gárgaras.

¿Qué pensaría Harry de mí?

Seguramente que yo era lo peor, un niñato que no soportaba un par de Martini´s.

Pensé (pues es lo único en lo que yo era bueno eso) planeando que es lo que haría,  no podía como si nada esconderme en esta pequeña habitación y el huir no era una de mis mejores opciones, no quería quedar después de todo como un sucio cobarde por lo que tenía dos opciones la primera era  fingir demencia y la segunda pedir disculpas. Las dos eran muy tentadoras pero al final opte por lo más valiente y decente que me quedaba… pedir disculpas.

Una vez vestido rogaba que ese hombre decidiera marchar de la casa para dejarme solo con mi vergüenza, me conformaba con que dejara una nota en el refrigerador con alguna elegante escusa, y estaba bien; porque así me evitaría la pena de verle directamente a los ojos y mientras iba descendiendo las escaleras escuchaba el sonar del aceite friéndose, alguna cuchara chocar con el metal de alguna olla y un delicioso aroma seductor a café y tocino que comenzaba inundar mi fosas nasales motivándome a bajar más rápido a la cocina, nublando mi vergüenza por un hambre voraz.

Y como si se tratara de un ateo que estuviera viendo a dios en persona, me quede de pie observando, congelado, en blanco, esperando… ¿de esta manera se sentían los grandes pintores al encontrar a su musa? ¿De esta manera anormal tenía que latir tu corazón al verse conmovido por un cuadro que no se podía plasmar en lienzo ni papel?   

Puedo decir sin miedo a equivocarme que la escena de un hombre adulto preparando el desayuno por la mañana con la luz del sol filtrándose por los cristales aumentando su calor e iluminando más aún la habitación me pareció de las excelsas obras maestras que solo la vida podía retratar. Aquel gesto despreocupado de un hombre inteligente y fuerte, cuyas arrugas enmarcadas por los años le daban un aire sabio y atractivo. Con esos delgados labios curvados en “U” solo por ver su desayuno en la estufa como un artista con el pecho hinchado mira su más grande obra maestra. Esa imagen en contraste con lo demás, me dejo sin aliento, tanta perfección debería ser un pecado y si era de esa manera Galahad era el más grande pecador puesto que era el hombre más perfecto que hubiera visto jamás y yo sería su demonio personal que le seguiría a las llamas del mismo infierno cuando descendiera pero ¿dios no podría cautivarse con esa bella mirada? Con aquel atlético cuerpo tallado por sus propios ángeles, ¿Dios no podía perdonar a uno de sus tanto hijos cuya alma era tan pura como la de una virgen? Estaba seguro que el único que ardería en el infierno seria yo por pensar en que un hombre, alguien que me ganaba por años y años pudiera querer estar junto de alguien tan burdo y simple como yo.  

- Buenos días, parece que estas mucho mejor que ayer – su gruesa voz me saco de mi ensoñación y el cuadro perfecto de un hombre asolas en la cocina se desvaneció pero quedo al resguardo con recelo en mis recuerdos.

- Lamento lo de ayer, no soy muy bueno tomando -

- No importa es bueno que tengas experiencia y asumas tus responsabilidades; aunque me desilusiona mucho que no regreses el saludo por la mañana -

- ¡Lo siento! Buenos días Harry – pronunciar sus nombre me provoco un cosquilleo en la lengua, decir aquellas letras desde la “H” hasta la “Y” fue como dejar salir un poema. 

- Toma asiento te he preparado el desayuno, tenemos un largo día por recorrer y está claro que no puedes hacerlo con el estómago vacío –

- Gracias – dije sin poder contener una gran sonrisa en mi rostro. Probaría la comida de Harry y eso para mí era probar la verdadera felicidad, era como si fuéramos ya una pareja de enamorados que viven juntos, como un matrimonio feliz – ¿es también parte de la enseñanza de un Kingsman saber cocinar?- pregunte tomando asiento en la silla de la derecha. Hart se acercó a mí acomodando un par de platos brillantes y blancos en la mesa de madera, puso una posadera y me sirvió un vaso de rebosante jugo de naranja, fije mi mirada en sus grandes manos pulcras e inmaculadas, el recuerdo de una caricia suave sobre mi mejilla solo provoco el deseo de que esas mismas manos acariciaran todo mi cuerpo con delicadeza y pasión. Galahad me contestó con paciencia como siempre interrumpiendo mis deseos que comenzaban a cabalgar alegremente por mi mente.

- No es parte de la enseñanza de un Kingsman saber preparar un buen desayuno pero es elemental para un hombre independiente saber cocinar; además como podrás notar y no es algo que le diga a todo el mundo, tengo una ligera inclinación por las artes culinarias Eggsy – en el preciso momento en que mi mentor dijo “no es algo que le diga a todo el mundo” me sentí flotar e importante porque… ¡Por qué carajo, yo no era uno de tantos en el mundo de Harry y joder eso era mejor que ganarse la lotería! Estaba sonriendo como un tonto, sonriendo como un niño frente al regalo de navidad, sonriendo como tantas veces de alegría por este hombre.

- No creí que fueras un hombre autónomo de hecho… me estaba preguntando ¿cuándo me presentarías a la adorable señora Hart? supongo que ha de ser una mujer excepcional y desde que llegue he esperado verla – No era mentira lo que decía, sino que hablaba con toda la verdad. Siempre supuse que Harry al ser alguien tan atractivo y apuesto no podía en toda su magnificencia no haber encontrado a una mujer que le sedujera con sus encantos, es decir… ¿nunca han pensado que siempre el hombre guapo, ese justamente del que están perdidamente enamorados y ya tiene pareja? ¿No? pues yo no me había enamorado antes de esta manera pero estaba seguro que estaba escrito en algún libro como la biblia o algo así, era la regla de oro y yo solo quería de una vez por todas matar este sentimiento que sentía por cierto caballero de sonrisa discreta y buen vestir.

Silencio.

Sus ojos castaños miraron el techo un segundo…

Tormentosa espera.

- Lamento desilusionarte. Siempre quise forma una familia con una señora “Hart” pero nunca encontré a alguien que cumpliera con mis expectativas, conforme pasó el tiempo mis obligaciones superaron mis momentos de ocio –

- ¿nunca, nunca? ¿Ni siquiera una novia? – pregunte alegre no sé por qué razón.

- Una vez estuve a punto de casarme con una hermosa mujer, era educada, graciosa, apasionada, de cabello rubio y largo, de labios rojos, ojos azules profundos… unos días antes de casarnos me di cuenta que no la amaba y no la iba a atar a una vida conmigo donde posiblemente la dejaría sola viviendo con secretos porque jamás le revelaría que era un Kingsman –

- ¿No le dijiste? –

- No. – Harry dejo sobre mi plato un par de huevos revueltos y tocino, olía delicioso y hasta para la vista era apetitoso – si te dije a ti que era un kingsman fue porque… - el moreno pareció sopesar el motivo – el momento así lo ameritaba – concluyó poniéndose a un lado de mí.

- Pues de lo que se perdió la “no” señorita Hart – sonreí ampliamente y comencé a comer, hice un ademan cuando el sabor de aquel huevo y tocino llegó a mi lengua provocándome casi un orgasmo en ese momento, Galahad rio – Joder Harry… ¡Dios!... cásate conmigo – saboree gustoso la comida - si no te casas conmigo te secuestrare y te obligare a cocinarme por la eternidad - continúe masticando, olvidándome de la resaca, de la vergüenza, del pasado, de lo recién dicho – asombroso – me limpie la comisura de la boca y di un largo trago al jugó  - esta delicioso – gire a ver a Harry puesto que no me respondía, entonces note que aquel hombre estaba viendo la nada, pensativo como nunca antes -¿Qué sucede? - Le pregunte tratando de ver que era lo que miraba pero el solo se llevó una mano al rostro avergonzado.

- Estaba pensando en lo que dijiste – me dijo desviando el rostro y aun tapándose la boca – eres una caja de sorpresas - me miró y se quitó la mano del rostro, se inclinó ligeramente a mí sosteniéndose de la silla y cuando yo iba a alegar sobre esas palabras que siempre tomaba más como cumplido que como ofensa sentí sus tersos labios posarse sobre los míos lentamente, eran suaves y esponjosos. Rápidamente su aroma me prendo por completo ya que sentía su calidez, la tibieza de la noche pasada e instintivamente cerré mis ojos dejándome absorber por aquel momento. Mis manos estaban descansando en la mesa y cuando abrí los ojos le vi alejarse, lentamente como se había acercado. ¡Hasta para besar ese hombre era un caballero!    

- Disculpa mi atrevimiento Eggsy, si te ofendí te pido perdón –

- vuélveme a ofender por favor – respondí precipitadamente levantándome de la silla donde estaba para pedirle encarecidamente que me besara de nuevo – Oféndeme, fáltame el respeto si con eso vuelves a repetir el beso por favor…- suplique, Harry sonrió cariñosamente, me pareció un acto de sinceridad y cariño, y sin moverse de su lugar me concedió mi único deseo, la deseosa pasión de la que ingenuo mi libido gritaba por primera vez, mi primera vez.

Comenzamos retrocediendo lentamente hasta que chocamos contra la pared; Harry estaba recargado contra ella, sus ojos brillosos no mostraban duda alguna ni confusión, sabía lo que iba a pasar y como pasaría, mientras que yo, inexperto y algo torpe trataba de tomar el control de esta situación, no sabía si podría y algo dentro de mi atemorizado me pedía que parara, mas no lo hice. Fui deslizándome por su dulce piel guiándome en todo momento en mi instinto, en aquellas novelas visuales que de vez en cuando me dignaba a mirar, en la información recabada durante toda mi vida. Mis manos se posaron sobre su fuerte pecho, nuestro encuentro era sencillo, intimo. Sentí como su mano me tomaba de la espalada y después me atrajo a su persona para sentirle más de cerca.

- Te amo Harry…- murmure el me miro cavilando en esas palabras - Cuando ya no me quieras, cuando tengas que irte, no me tengas piedad y ante todo no me finjas amar…- el amigablemente negó con la cabeza pero no le deje hablar - siempre estoy pensando en nosotros dos y si mañana no puedo cumplir con el último requisito para ser un Kingsman quiero que sepas que siempre te amare - me aferre a su cuello.

- Egssy - hablo él sin romper con el abrazo - no soy una persona que cree en dios, no creo en el destino, tampoco en algún poder superior a nosotros. Creo en lo que veo, en lo que siento, creo en ti y solamente en ti; y en este amor que no sé si es amor, creo en este querer que no sé si es mucho o poco pero que nunca había sentido con nadie más y que no sentiré con ninguna persona nunca.-

- Rómpeme en pedazos Harry - dije acercándome a su carnosa boca para volver a besarle en el silencio de la habitación - hazme daño, traicióname, córtame la piel, mátame, pero no te atrevas a dejarme solo, no se te ocurra irte de mi lado - mis ojos se llenaron de lágrimas pero no podía dejarle de besar - Te amo… -

- Yo también te amo Eggsy -

“Dios…

Por favor…

                     No soy tu mejor hijo. No soy la mejor persona, tampoco el más fiable, pero… por favor… por favor deja que este hombre se quede a mi lado, que permanezca  conmigo por la eternidad y que si muere me mates y que si no me matas me muera…”

Ambos nos deslizamos en la pared para terminar en el suelo besándonos y acariciándonos con la pasión de dos enamorados y recuerdo… recuerdo que fue la última vez que le rece a dios en el silencio de mi alma puesto que en un parpadeo de días Harry fue asesinado y yo… yo soy otra historia con triste final.

 

Fin

Notas finales:

Notas finales: Hola a todos, no sé si está muy sad este capi, la verdad como trabajo y estudio y ando medio sin dinero últimamente no había ido a ver Kingsman dos y antier que fue cuando iba bien chucha con mi amiga para verla me entero que la sacaron de cartelera un día antes, se imaginaran mi decepción; así que sigo basándome en la primera película, una disculpa por no hacer algo mejor pero me gusto como quedo, ojala les guste leerlo tanto como a mí me gusto escribirlo, los leo luego, bye, bye… Huitzilopochtli fuera.

 


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