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Centinela por Mascayeta

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Notas del capitulo:

La energía vital es drenada durante los sueños a través de las fantasías que los sucubos o incubos reviven para aquellos que atacan.

Dependiendo de la fotaleza de la victima, esta puede reconocer a su visitante y distinguir entre la realidad y la ilusión.

En la celda que prácticamente se había convertido en su hogar por lo frecuente de sus visitas, esperaba que se resolviera su situación jurídica, la única diferencia es que en esta ocasión podría ser encerrado de por vida por un estúpido error.

Así que eso era lo que llamaban "tocar fondo", entonces lo que quedaba era morir allí o salir a flote. El policía de turno le paso un desechable con café. Se sentó en la cama mirando el oscuro líquido, y así terminaba todo. Con esta pasaría a la cárcel definitivamente, lo irónico es que no se lo merecía, pero quedaba la duda si eso no era lo que estaba buscando desde que se había enterado de la segunda vida de Sakura.

Su esposa por lo visto se había llevado algo más que su presencia. Termino el contenido del vaso y lo dejo en el piso. Acostándose se dispuso a descansar, hasta dentro de unas horas lo interrogarían. Fue la primera vez que soñó con él. Los ojos de un azul profundo le recordaron el Océano Pacífico, mientras lo miraba escrudiñando su interior, trago con dificultad, una sensación de ansiedad se apodero de Kirishima por completo, se despertó.

- ¡Te aseguro que no lo ataque! – grito Zen al detective que estaba interrogándolo – ya he repetido lo que paso, lo único que hice fue ayudarlo y ustedes llegaron.

- El puñal tiene tus huellas, te vieron registrando sus bolsillos...

- Y por eso rompí mi única camisa y le puse una compresa al lado del cuchillo. ¡Qué asesino tan considerado!

- Sin ironías Kirishima. – Llevaba tanto entrando y saliendo de ese lugar que ya se conocían, incluso hasta cierto tipo de amistad habían formado. Derrotado, el aludido bajo la cabeza.

- El hombre está todavía en cuidados intensivos, si aún crees en algo, reza porque despierte. Es tu única carta de salvación... por el momento piensa si vale la pena seguir en esta tontería. – Se acercó a la puerta llamando al guardia para que lo llevara de vuelta a la celda, antes de salir lo soltó - Deja de ser idiota y auto compadecerte, ¡Sakura es tu pasado!

Fue la semana más larga de su existencia, el joven era el heredero de una compañía japonesa que estaba de vacaciones en Nueva York. Una discusión con su pareja hizo que saliera a caminar sin un rumbo fijo, cuando decidió volver se dio cuenta de que se había perdido, al querer buscar ayuda, dos chicos aparentemente drogados lo atacaron para robarle, solo que la situación se salió de control.

Kirishima se dedicó a leer los libros que el detective le llevaba, con tanto tiempo libre, prácticamente devoraba uno por día. Era gracioso, pero durante este tiempo lo único que lo consolaba eran esos periodos de sueño en que de repente caía, su visitante cada vez develaba aspectos de su apariencia, y la sensación de posesividad en Zen se acrecentaba.

El día que salió de la estación, agradeció a todos. Al fin se aclaró la situación por el testimonio de la familia de su compatriota que confirmo su historia. Aunque no era su intención, el padre del muchacho lo convenció de recibir algo de dinero como recompensa, por lo menos para comprar ropa y comida. En la habitación del hotel de paso, recapacito en lo dicho por el policía. Dejándose caer en la cama busco dormir y realmente descansar por primera vez desde hacía mucho tiempo, era hora de volver a encontrarse, a ser realmente él, y no solo el reflejo de un estúpido resentimiento. Esa noche no soñó con nada, al despertar se sintió completamente vacío. Después de bañarse, reviso sus papeles, metió todo en sus bolsillos, se fue al aeropuerto. Era momento de volver a casa…

…Habían pasado ocho años en los que rehízo su vida, cambio su forma de relacionarse con los otros, tratando de ser más seguro y buscar entender no solo el lenguaje verbal sino también el corporal de las personas con quien se relacionaba. Como publicista esto era una verdadera arma y una ventaja para su negocio. Junto con dos de sus excompañeros de universidad formo una pequeña empresa que pronto se convirtió en satélite de varios proyectos de grandes compañías. Además de ser socios, pronto retomaron la amistad que con su matrimonio y partida a América se vio perdida.

Hoy tendrían la presentación del cabezote para la película animada del libro de Ryouichi Sumi; no obstante, Yasuda Gou y Ijuuin Kyou estaban completamente entretenidos escuchando la historia de quien sonrojado les hablaba.

- ¡Maldita sea! – grito Zen – con solo recordarlo me excito. – La carcajada fue más que sonora. Durante los últimos días su amigo había tenido sueños húmedos con un extraño hombre de ojos azules, que, según él, nunca había visto.

- Bueno – se acercó Kyou tratando de no reírse – ¡Bienvenido al lado oscuro de la fuerza!, ahora solo queda preguntarte si te inclinas más hacia el lado de Yasuda o al mío.

- ¡Callate! – ordeno el mencionado – es claro que nuestro compañero solo está siendo tentado por algún modelito andrógino que vio en una de sus correrías. Zen raya en lo heterosexual.

- Te aseguro que tiene de todo menos de andrógino, es un hombre en la completa extensión de la palabra – dijo Kirishima echando su cabeza hacia atrás mientras sobaba su frente – además, cada vez que sueño con él, es como si me drenara por completo la energía, me siento al terminar como si realmente lo hubiese hecho.

Con esa parte no contaban, Yasuda miro sorprendido a Ijuuin. Antes de poder preguntar algo más, Oosaki Ryouentro informándoles que habían llegado los clientes, cuando vio a Zen se sonrojo por completo, el hombre solo alcanzo a cubrirse con la carpeta en sus manos la notable erección. Eran algo como "amigos con derechos", así que no era muy prudente darle la oportunidad para que volara su imaginación, suficiente con el error que había cometido al aceptarle la invitación ese fin de semana de comer con sus padres.

Levantándose los tres hombres se dirigieron a la sala de juntas, antes de salir Yasuda detuvo a Kyou.

- ¿Qué piensas?

- Cabe la posibilidad de que lo hayamos encontrado, pero – alzando los hombres – sabes que significa que lo ataque a él.

Gou asintió, aparentemente cuando Kirishima ya se había recuperado llegaba su verdadera prueba.


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