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Detrás del hechizo por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

 

Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling, los personajes de la Liga de la Justicia pertenecen al Universo DC.

 

One-shot

 

¡Disfrútenlo! 

 

Detrás del  hechizo 

 

Un día común en la Baticueva:  Batman frente a su computador en búsqueda de una solución a su actual problema, Alfred sirviendo té y un chico maravilla un tanto ansioso por deshacerse de su peludo problema. Un poco extraño sería que en lugar de el hombre gallardo e intimidante que era Batman en su lugar estuviera un pequeño murciélago, que en lugar del aristocrático y fiel mayordomo estuviera una larga serpiente y en lugar del ágil y vivaz chico maravilla estuviera un cachorro de tigre pinto. Dejando de lado el proceso que llevó a los habitantes de la Baticueva a estar en ese estado, el cómo llegaron a la raíz del problema y las situaciones incómodas que les precedieron... nos concentraremos en lo que fue 'el final' del a aventura.

 

Para deshacer 'el hechizo' que los frecuentes habitantes de la Baticueva se necesitaba de otro hechicero, Zatanna decidió ayudar una vez que su diversión terminó junto con la de Dick haciendo uso de su legendario sentido del humor entreteniendo a varios otros afortunados visitantes... la conmoción no terminó cuando Alfred, Bruce y Demian regresaron 'a la normalidad' no, luego que el hechizo terminara fue Alfred quien recibió las miradas de todos: donde antes un hombre mayor estaba, un chico casi entrando a lo que fuera conocido como adulto se destacaba por su pelo negro rebelde y un par de ojos tan verdes como la kryptonita que debilitaba a uno de los fundadores de la Liga de la Justicia. El chico seguía ahí, parado, mirando a los demás como si los conociera desde hace años, los miraba con cariño e indulgencia sobre todo a los 'Robin' como un padre mirara a sus hijos luego de una travesura.

 

--Alfred. --llamó Bruce un tanto cauteloso.

 

--¿Si, Amo Bruce? --contesto el chico con una voz tiernamente masculina, casi recién salida de la adolescencia y esos ojos, dirigidos a Bruce, con cariño, comprensión y tanto amor que tan temido caballero de la noche nunca en su vida creyó merecer le provocó escalofríos... esa era la mirada que secretamente soñó sus propios padres le dedicaran un día.

 

Nadie dijo nada, era sorprendente lo que tenían frente a sus ojos... ¿Alfred? ¿Un chico? ¿Dónde estaba 'Alfred' y por qué ese chico respondía por él? Miraron a Zatanna en busca de alguna explicación ¿Tal vez el contra hechizo tuvo algún defecto?

 

--No me miren a mí, se supone que todos volverían a su forma original. --exclamó Zatanna a la defensiva.

 

Ante el comentario de la hechicera y las miradas nuevamente en él, el chico 'Alfred' miró con duda a aquellos que los ha visto crecer, miró las manos y al estar enguantadas no vio problema, miró a sus pies y no hubo... ¿Qué no era más alto?... se volvió a estante donde se guardaba uno de los trajes del caballero de la noche que estaba tras él y observó su reflejo.

 

--Oh. --exclamó.

 

'Alfred' que tan bien conocía la Batifamilia estaba seguro que si no intentaba explicar de inmediato sería sometido a un interrogatorio no solo dirigido por un grupo de chicos bienentrenados sino que sería un interrogatorio de varios chicos sintiéndose traicionados y no eran chicos cualquiera con habilidades sorprendentes sino que eran 'suyos' de alguna manera.

 

--Primero que nada, Amo Bruce, Amitos e invitada, sigo siendo Alfred el mayordomo de la familia Weyne. --aseguró el 'chico' con toda la seguridad de quien dice la verdad --Esta apariencia fue la que un día tuve, por un desafortunado incidente no puedo cambiar con el tiempo de manera natural como todos los demás, sí puedo, en cambio, adaptar una forma con la que quienes me rodean estén más cómodos; sinceramente nunca creí que volvería a ver esta apariencia. --confesó.

 

Como en todos los casos, el mejor detective del mundo logró captar lo que su aparente fiel mayordomo no dijo directamente, antes los invitados lograran atar cabos decidió llevar las riendas del supuesto interrogatorio, había que ser preciso y no dejarse llevar por emociones como sus jóvenes aprendices.

 

--¿Por qué no puedes 'envejecer'? --cuestionó Batman.

 

--De donde vengo había una leyenda con ciertos artefactos considerados las Reliquias de la Muerte y por accidente yo las reuní, descubrí que no una simple leyenda, aprendí que parte del precio a pagar por poseer tales Reliquias es vivir en otro concepto del tiempo. --respondió Alfred.

 

--Es conocido que eres del Reino Unido.--recordaba Batman lo que aprendió en su infancia del hombre que lo vio crecer.

 

--Así es, un lugar en Surrey. --aseguraba 'Alfred' sin dar una dirección que seguramente no existía.

 

--Once años al servicio de una familia privada. --corroboraba Batman.

 

--Desde que tuve edad suficiente para alcanzar la estufa y distinguir entre 'cocido' y 'quemado' de los alimentos. --admitía 'Alfred' mientras recordaba la familia con la que vivió gran parte de su infancia.

 

--Seis años en una empresa exclusiva. --seguía el caballero de la noche tratando de no reflejar lo que el comentario anterior de 'Alfred' dejaba ver sobre su vida privada.

 

--Seis años de educación escolar donde en efecto, ayudaba a mis compañeros en sus estudios los últimos dos años mientras que desde el principio tan solo me especializaba en una materia. --había cierta mezcla de emociones en esas palabras, sus años escolares siempre fueron una montaña rusa como para categorizarlos en una sola palabra.

 

--Año y medio en viajes para mejor apreciación de la gastronomía Europea.--seguía Bruce, el cariño, desprecio, anhelo y confusión fueron algunas de la emociones que reconoció en su mayordomo.

 

--Más que nada en comida silvestre, lo que se puede encontrar en bosques, zonas rocosas y al rededor de lagos. Una temporada en particular fue exhaustivo por la espesa nieve de los alrededores. --cómo decir de otra manera que estuvo viajando lejos de las ciudades y pueblos, su cabeza tenía precio en ese entonces.

 

--Serviste en Las Fuerzas Especiales de la Guardia Real... cinco años. --recitó mientras trataba de olvidar la mirada cansada y el reflejo en sus ojos que decía que ha visto cosas horribles, más de las que muchos verían, más de lo que quisiera alguien cercano pudiera llegar a ver.

 

--Eran misiones especiales, ordenes directa de la Reina. --dijo al recordar sus años como Auror.

 

--Llegaste a este Continente por un cambio de escenario. --siguió confirmando sus dudas, lo anterior sí sonó como si Alfred hubiese estada en batalla.

 

--Fui destituido de mi puesto, en caso de ser visto por un 'colega' deben reportarme y llevarme directo a Londres. --decía 'Alfred' con otras palabras que su cabeza volvió a tener precio.

 

--Mis padres te contrataron, te recuerdo desde que tengo memoria. --decía cambiando de tema, aún con otras palabras Bruce sabía reconocer a alguien que estaba huyendo.

 

--El señor y la señora Weyne fueron muy amables al darme la oportunidad de involucrarme en sus vidas, me brindaron abrigo y no exigieron respuestas, el haber estado dispuesto a ayudarles durante un asalto y no pedir nada a cambio, sobre todo si no les reconocí como los millonarios que eran para cobrarles hasta con los dientes, me ofrecieron un trabajo donde me encargara de la seguridad de la Señora durante el embarazo, siguieron requiriendo mis servicios con un bebé curioso y muy querido por ambos y cuando me ofrecieron la opción de seguir mi camino... les pedí que me permitieran quedarme, mi experiencia y habilidades eran de mejor uso en bajo tu techo y compañía que en cualquier otro lugar. --explicaba.

 

--Si dijera que no creo ninguna palabra de lo que dijiste. --decía Bruce con un tono monótono, nunca se podía ser demasiado precavido.

 

'Alfed' miró a los ojos a Bruce, el hombre que vio crecer, al que protegió y al que de alguna manera le brindó la oportunidad de conseguir esa familia que toda su vida se vio añorando; primero él de niño, curioso, asustado, triste y con una sed de justicia a la que le ayudó a controlar y de la que sigue cuidándolo de no 'cruzar la línea'; luego llegaron los Robin, cada uno con sus propios fantasmas, cada uno con una personalidad distinta y habilidades que les hacían destacar; y esos otro héroes que visitan la Baticueva, que son lo más cercano a amigos de su Amo Bruce... ¿por qué no? Decir la verdad de tal manera que le restaran importancia.

 

--Me veía en la necesidad de inventar una historia que fuera más acertada: todo lo que dije es cierto, hasta el punto donde 'fui destituido', --decía 'Alfred' --soy de otra dimensión donde gente como la señorita Zatanna es más común, no obstante, viven ocultos del resto del mundo; desde pequeño fui la llave maestra para terminar con la guerra que se había desatado entre 'ellos' mismos por ideas supremacistas de la sangre, me criaron para morir por 'ellos' pero sobreviví; fui condecorado, fui una figura pública, fui el más poderoso, fui una amenaza para los ignorantes y cobardes que regían esa sociedad. Intentaron terminar con lo que guerra no logró; me arrojaron a un lugar donde la muerte era algo seguro, sin embargo la misma muerte me salvó dejándome en esta dimensión.

 

>>Evito decir ciertas palabras por la paranoia que 'ellos' podrían escucharme e inventar algo estúpido para llevarme de vuelta y esta vez deshacerse de mí con sus propias manos. No temo a la muerte, temo el volver a derramar sangre por idioteces que no deberían existir en primer lugar.  Y no, tampoco he usado mi poder por temor a ser 'rastrado'. --exclamó.

 

--Si tienes tanto poder como expresas, ¿porqué vives como mayordomo y no como miembro de la Liga de la Justicia?--exclamó Demian.

 

--Dejando de lado mi paranoia, Amito Demian, la temprana etapa de mi vida la viví como un sirviente y con resto de los años y en lo que convertí, me siento más cómodo sirviendo al Amo Bruce y a cualquiera que esté a su cuidado. --sonrió con ternura al mirar al más joven Robin, el que seguía bajo su cuidado.

 

--Pero, ¿no quieres se un héroe, así como fuiste en tu otra vida? --inquirió Zatanna, le habría gustado tener a alguien más que pudiera realizas hechizos.

 

--Señorita Zatanna, me siento un héroe cuando logro poner una sonrisa en cada persona que cruza las puestas de la mansión, cuando acuden a mí por consejos o cuando me permiten ahuyentar las pesadillas, me siento un héroe al ver crecer y fortalecerse a aquellos que se ven tan frágiles y apunto de derrumbarse como tantas veces lo estuve yo mismo, me siento un héroe cuando las sombras se alejan de sus ojos y cuando aceptan que no son invencibles y necesitan de ayuda... aunque sea algo pequeño que un simple mayordomo pueda hacer por ellos.

 

No se mostraba en las miradas de los integrantes de la Batifamilia pero 'Alfred' sabía leerlos tan bien, estaba un poco aliviados y avergonzados, estaban agradecidos y había cariño; en Bruce había aceptación tanto de la explicación como de la silenciosa súplica de permitirle seguir en el anonimato y bajo su techo.

 

-Y dinos 'Alfred', ¿tienes algún nombre que relacionar con esa forma tuya? --preguntó Dick.

 

Después de todo, no era lo mismo relacionar 'Alfred', el hombre mayor con pelo casi blanco y aura que imponía respeto, con el 'chico' que tenían frente a ellos con emociones casi palpables en su mirada y con una extraña necesidad de proteger y ¿porque no? de bromear como si fuera su igual.

 

'Alfred' sonrió.

 

--Llámame Harry.

 
Notas finales:

Me extrañaron? 

 

Kunay_dlz 

 

Miércoles 8, 2017


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