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Sangre Inocente por Silvia_Riffie

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Notas del fanfic:

Es una historia triste... al comienzo...

Notas del capitulo:

Hola hoy estoy acá con un nuevo fanfic, ya termine Historia de un Divorcio si no lo han leído las y los invito a verlo,

Espero que este fanfic les guste...

Uchiha Sasuke de 35 años conocía muy bien el amor, y los desastres que éste  provocaba, también conocía divinamente el odio, era un sentimiento que manejaba a la perfección, gran parte de su vida la dedicó al odio, y se cerró por completo al amor, él simplemente era una bestia. El “Asesino de Fiscales” como lo llamaban sus pares, era abogado, uno de los mejores del mundo, a pesar de su juventud, desde sus 24 años que practicaba, un abogado penalista de temer, que conjunto a su soberbia apariencia, su metro ochenta y siete de estatura, su amplia espalda, de perfecto torso marcado, estrecha cadera y largas piernas, junto con su rostro esculpido en granito, facciones fuertes, mandíbula dura, labios semi carnosos, rictus cínico, y ojos negros como el mismo anochecer, de mirada fría y sagaz,  más su aguda inteligencia hacían de él una combinación mortal. Era un hombre deseado por muchos y temidos por todos, en lo que llevaba ejerciendo contadas veces había perdido un caso.


Le habían ofrecido muchas veces ser juez, magistrado, fiscal, por su actitud y rectitud implacable, mas él se rehusaba prefería trabajar por su cuenta y no tener que estar bajo el escrutinio público, además a lo largo de sus años como abogado había comenzado a tener aversión por los fiscales, a muchos los encontraba flojos, muchas veces juicios enteros se iban al tacho de la basura por un fiscal que no hizo bien su trabajo, delincuentes quedaban libres e inocentes iban a prisión, las policías terminaban frustradas por los tecnicismos de las leyes, Sasuke odiaba ver eso.  


Pisaba suelo japonés luego de largos seis años, desde que había perdido a su hermano menor, y ahora volvía con solo una meta en la cabeza acabar con la persona que destruyó a su hermanito, Sabaku no Gaara y lo haría de tal manera que Gaara nunca se iba a volver a levantar.


-Sasuke- la voz de su hermano mayor lo sacó de su fuero interno, sonrió verdaderamente al ver a Itachi, muy parecido a él, de la misma altura y contextura, solo su rostro cambiaba un poco ya que tenía grandes ojeras marcados en su guapo rostro y su cabello era largo- Pensé que no vería este día-


-Idiota- Saludó el menor abrazando a sus hermano- Juré que un día iba a volver a Japón cuando tuviera con que destruir a Sabaku No Gaara- No había regresado antes porque dudaba de sí mismo que pudiera estar en el mismo lugar que ese hombre y no matarlo.


-Quisiera saber qué vas hacer cuando termines con tu venganza- Inquirió ciertamente preocupado, hacía mucho tiempo que su hermano solo pensaba en la venganza, no era algo que él mismo no deseara, ver como cayó su hermano menor en la locura por una persona que nunca le amo aparentemente, hizo que su familia se desquebrajara, no solo perdió a uno de sus hermanos sino a los dos, Sasuke era un completo obsesivo cuando algo se le metía en la cabeza nada lo sacaba de ahí. Desde ese entonces su hermano solo pensaba en la venganza y como hacer pagar al varón que le quito todo a su hermano menor.


-Viviré en paz al fin, sin tener que pensar que no hice nada por Sai- Contestó serio, pensando en su pequeño hermano doncel.


Uchiha Sai siempre fue el más peculiar de los tres hermanos Uchiha, nacidos en el ceno de una familia clase media, con dos padres amorosos pero estrictos, quizás no tenían dinero a montones pero tenían el suficiente para arreglárselas sin problemas con tres hijos, muy inteligentes gracias al cielo, aunque Fugaku Uchiha el padre de ellos decía que se debía a sus superiores genes y su mujer Mikoto siempre lo golpeaba diciendo que ella era más inteligente que él. Gracias a esa inteligencia siempre fueron  a las mejores instituciones educacionales con becas, y cuando Harvard aceptó primero a Itachi  luego a Sasuke y por último a Sai, el mundo se abrió para la familia.


Tanto Itachi como Sasuke eran abogados, pero se especializaban en campos distintos el mayor trabajaba más para el sector económico empresarial y bienes raíces que en litigios penales, cosa que Sasuke adoraba. Aunque ambos se les daba bien la abogacía en cualquier área.


Por el contrario Sai seis años menor que Sasuke y nueve que Itachi, él solo profesaba amor por las artes y los libros, desde pequeño supo que quería ser un gran artista de hecho en la secundaria ya era bastante famoso por sus cuadros, y a diferencia de sus hermanos él fue a un colegio en donde las artes lo eran todo, la  preparatoria la terminó en París  para sus dieciochos años ya era un artista reconocido, estudió Arte en Harvard, a los veinte además de estudiar  ya tenía una carrera como ilustrador también escribía novelas de misterios de un estilo gótico que acompañaba con ilustraciones, su vida iba a bien, a pesar de ser siempre muy desubicado, le costaba mucho asociarse con los demás, la gente tendía a creer que sufría de Asperger, pero los médicos que habían consultados les dijeron a la familia que Sai solo era así por su carácter.


Más por lo mismo nadie se vino venir el desastre de proporciones apocalípticas que tuvo, si bien sabían que Sai estaba de novio con un joven de dinero que había conocido en una galería en París, su novio Sabaku no Gaara mayor por cinco años, el hijo de un importante senador, los padres de Sai no aprobaban el noviazgo porque temían que éste solo utilizara al menor por ello a pesar de conocerle y saber de quién se trataba nunca se entrometieron en la relación de ellos para evitar problemas, Mikoto aún lloraba su decisión siempre decía que debió simplemente entrometerse como toda madre, quizás hubiera evitado el desastre.


En efecto Gaara destrozó a Sai  lo abandonó el día de su boda, y al día siguiente una gran portada de una revista de papel  cuché anunciaba el compromiso de Mitsuri Aka y Sabaku no Gaara, al parecer eran novios desde toda la vida, Sai cayó en una gran depresión, que le desencadenó una bipolaridad que arrasó con su vida y su juicio, terminando en al menos nueve intentos de suicidios antes de que una corte lo encontrara incompetente y diera la patria potestad a sus padres, pero el intento diez fue devastador, Sai simplemente se perdió para siempre.


-Entonces me vas a contar como los destruirás-Itachi estaba curioso, había recibido una llamada el día anterior de Sasuke informándole que estaba tomando un avión con destino Japón porque ya tenía la carta del triunfo para acabar con Gaara.


-No, solo te diré su nombre- Sonrió de lado antes de pronunciarlo- Uzumaki Naruto…


 


Uzumaki Naruto tenía veintiséis años, huérfano desde nacimiento, su madre Kushina Uzumaki falleció a darle a luz y con su muerte se llevo a la tumba el nombre de su padre, el Uzumaki era un doncel, de hermosos cabellos rubios cortos y ojos azules, ligeramente desgarbado, alto para ser doncel de un metro con setenta y cuatro, tenía curvas suaves, su apariencia era bastante androginia, por eso muchos no sabían si era doncel o varón, eso le gustaba porque la gente tenía que tomarse el tiempo para valorarlo como persona antes de catalogarlo en algo por su género.


A pesar de ser huérfano pasar su niñez  y juventud en un orfanato hasta los dieciocho años, fue feliz en la medida de lo posible, siempre trataba de ver todo de la mejor manera, siempre positivo, jamás rendirse, creció como una hermosa rosa en medio de los matorrales, luchó contra el destino, estudió a pesar de sus limitaciones (problemas de aprendizaje) logró sacar una carrera corta pero con la cual pudiese salir adelante y tener trabajo asegurado Asistencia Ejecutiva bilingüe. Entró a trabajar en una editorial como asistente de editores de una revista de arte y decoración, amaba su trabajo.


Su vida era tranquila, tenía amigos y amigas, vivía decentemente, solo le faltaba encontrar el amor  y lo encontró, en Sabaku no Gaara, ocho años mayor que él, lo conquistó con su serenidad, esa que él no tenía, y su mirada triste, lo conocía por las revistas de chisme que en su empresa se imprimían, había roto hace un año con su novia de toda la vida, estaba soltero y parecía muy interesado en él, y Naruto se sentía alagado que un varón tan apuesto como Gaara alto de un metro ochenta, de impresionantes ojos verde mar, y cabello pelirrojo, tez blanca se fijara en él, realmente se enamoró de él, se entregó por amor a Gaara a pesar de sus inseguridades, abrió su corazón,  lo colocó en una charola de plata a los pies de Gaara.


Su vida era tal cual siempre añoró de niño, amor, estabilidad emocional, un trabajo con buena remuneración,  y estaba en gravidez apenas tenía siete  semanas, su vida era felicidad absoluta por eso jamás pensó que en un simple día, todo se volviera una desgracia en su vida.


Un día era un exitoso asistente y al siguiente un asesino despiadado que había matado al primo de su jefa a apuñaladas, aún se maldecía por haber tomado el arma, en qué estaba pensando, quizás solo en salvar a Hyuga Neji, a pesar de que no fuera su persona favorita el mundo, trataba de detener la sangre mientras éste le suplicaba que no lo dejara morir, cuando Tenten la novia de Neji los encontró le gritó asesino, de alguna manera que aún no podía procesar lo que había ocurrido termino encarcelado.


Estalló un gran escándalo, el novio de un fiscal, ¡¡Un asesino!! Y no solo eso sino que lo engañaba con su mejor amigo Neji, dijeron todo lo que quisieron sobre él, su vida e integridad quedaron hecha polvos, lo peor es que Gaara no creyó en su inocencia ni que el hijo que esperaba era de él, a pesar de sus suplicas de su llanto, el Sabaku No le trato de lo peor y luego lo acusó injustamente de un crimen que no cometió.


Naruto lo odiaba, por no creerle, por tratarlo de puto, de encerrarlo en una de las peores cárceles, en donde donceles y varones vivían  juntos, porque según el gobierno no tenían dinero para invertir en una presión para donceles, lo único que podían hacer con los donceles era controlar sus periodos y darles anticonceptivos, y así dejarlos juntos a varones, desentendiéndose completamente de todos los vejámenes que los donceles sufrían en prisión, todo el mundo sabía lo que sucedía con un doncel en prisión Naruto lo sabía y le aterraba.


La primera semana en la prisión le valió la golpiza de su vida al tratar de evitar que le violaran perdió al bebé no nato que llevaba en su vientre, víctima de su propio padre, porque si Gaara no hubiera creído con tanto ahínco que él había asesinado a Neji, su hijo no habría perdido la vida antes de ver la luz, y la segunda semana en prisión lo violaron de tal manera salvaje que estuvo un mes un recuperación, luego de eso estuvo semanas siendo víctima de violaciones hasta que alguien le salvó.


El único consuelo que le  daba el médico fue que no tenía enfermedades de transmisión sexual, y que no estaba en cinta. Llevaba seis meses ahí, era una pesadilla sin fin, había hecho algunos amigos, y se hizo amigo de un varón recién llegado a los dos meses de estar en prisión llamado Jugo que estaba preso por haber matado a un policía que intento abusar de su pareja, Jugo cobijó a Naruto les dijo a todos que era su doncel, aunque jamás lo tocaba y muchas veces tenían que fingir tener relaciones, bañarse juntos y besarse para evitar que sospecharan. Cuando el rubio le consulto porque lo protegía dijo odiaba ver como abuzaban de los donceles pero sobre todo a él,  Naruto, que parecía un pollito sin saber qué demonios estaba haciendo ahí. Por lo cual lo protegía de todos.


Naruto estaba leyendo tranquilamente cuando un guardia le dijo que tenía visita, lo siguió extrañado él nunca tenía visitas, de quién si ya no tenía amigos, menos familiares, mientras conversaban sobre un juego de básquetbol que se llevaría a cabo en el recinto. La verdad era que los guardias de un tiempo a esta parte lo cuidaban mucho, luego de las tres primeras violaciones trataban siempre estar pendiente de él, a pesar de que eran muchos prisioneros para tan pocos guardias, hacían lo que podían en la medida de lo posible, hubieron ocasiones en que no pudieron salvarlo, luego se disculpaban con él. El alcaide lo ubico en la biblioteca de la prisión  a trabajar como encargado y siempre habían guardias ahí por lo cual estaba protegido y con Jugo, ya al menos no sufría más de acoso ni violencia dentro del recinto, por todo lo que había sufrido antes lo marco de una manera lacerante para siempre.


Se extraño más cuando lo llevaban a un privado, por un momento temió que fuera Gaara, había ido a verle días después de haber salido del hospital donde estuvo recuperándose de las lesiones provocadas por la violación múltiple del que fue víctima, con solo recordarlo su sangre hervía de odio.


-Qué haces aquí- Inquirió apretando uno de sus puños, no quería ver a Gaara en su vida de nuevo, solo sentía odio y repulsión con solo recordar que compartió la cama con él le daban ganas de vomitar, de hecho sentía repulsión por cualquier varón y suponía que eso sería así el resto de su vida.


-Quería saber cómo te encontrabas- Gaara sentía que su corazón iba a estallar de dolor, Naruto, su amado Naruto, estaba destruido llevaba una muleta por su pierna izquierda rota y una escayola en su brazo derecho que también estaba roto, tenía cicatrices en su cremoso rostro, tres líneas horizontales en cada mejilla que le daban el aspecto de un zorro. Los ojos de Naruto él único que se podía ver ya que el otro estaba cubierto por un parche, estaba vacío y sin vida.


-Aquí estoy súper bien, mejor que nunca, no lo ves acaso, aquí al maravilloso hotel donde me enviaste me han tratado de la manera más magnifica que podrían- Respondió irónico, con un dolor en su garganta que le hacía temblar la voz, sentía tanta rabia con solo verlo- Me dieron una gran recepción, me demostraron cuán hospitalario pueden ser con los nuevos hospedados-


-Si tú no hubieras matado a Neji esto…-


-Joder que no lo mate, por qué iba a matar a mi supuesto amante, eres imbécil acaso, alguien te lo ha dicho Sabaku No,  lo asquerosamente idiota y tonto que eres, si lo amaba tan apasionadamente como expusiste  por qué lo iba a matar a él,  no debería haberte matado a ti, si eras quién se interponía en mi fogosa relación con el idiota de Neji, sabes qué, ese hombre me daba asco, me acosaba, tenía que aguantar como me toqueteaba,  me obligaba a mentir de que habían fin de semanas que me reunía con él por temas de la revista, cuando en realidad solo permanecía escondido en mi apartamento temiendo que si no lo hacía  él pudiese hacerme algo de las tantas amenazas que hacía- Dijo acercándose a Gaara, estaba tan dolido, tan destruido y quería que el supiera-Pero no tienes por qué creerme, en realidad nunca lo hiciste, y tampoco me interesa a estas altura, solo quiero que desaparezcas de mi vida para siempre, desgraciado hijo de puta, me destruiste la vida por tu culpa perdí a mi bebé, a tu hijo, me han violado de maneras que no tienes idea gracias a tus declaraciones en la prensa, yo un despiadado doncel manipulador lujurioso, con esas palabras destruiste mi vida sabes lo que me hicieron aquí, tienes la puta idea…trece hombres, trece, me violaron simultáneamente - Gritó mientras lloraba-Eres una desgracia, solo muérete de una vez, muérete te odio, quiero que te mueras, deseo no haberte conocido nunca, destruiste mi vida perdí a mi hijo y quizás nunca pueda tener otro porque ellos destruyeron mi cuerpo y tú mi corazón, solo muérete, maldigo el día en que te conocí, eres lo peor que le ha pasado a mi vida- Terminó aullando de dolor y siendo sujetado por unos guardias porque en algún momento le estaba pegando a Gaara con su muleta.


Estaba tan fuera de sí que comenzó a pelear con los guardias mientras balbuceaba que Gaara había destruido su vida, un médico tuvo que colocarle una inyección para controlarlo y no hacerle más daño del que ya tenía, lo último que vio antes de perder el conocimiento fue a Gaara pálido como un papel.


Cuando despertó estaba en una camilla de la enfermería de la prisión, con sus muñecas atadas a los bordes de la camilla, después de eso simplemente perdió las ganas de vivir, además de las continuas violaciones hasta que un día se fue a negro por unos días, luego intento suicidarse al menos en tres ocasiones ocasiones. Pero después conoció a Jugo y su vida mejoró un poco.


Volvió al presente cuando el guardia le hizo entrar, sus manos sudaron frío, y comenzó a temblar levemente, tenía terror de que fuera Gaara, porque estaba seguro que lo mataría si lo veía, con solo recordar su existencia le daban ganas de vomitar, ese varón destruyó su vida.


Su mente quedó en blanco, al ver a un varón muy alto con un traje a medida que marcaba cada parte del descarado perfecto cuerpo que ese hombre tenía, más Naruto solo reparó en los ojos negros como un pozo sin fondo del individuo que lo miraban fijamente.


-Quién eres- Inquirió sin saber mucho qué hacer frente a un extraño.


-Uchiha Sasuke, Mucho gusto Naruto, no sabes como deseaba conocerte- Sasuke realmente sufrió un leve shock al ver al Doncel, era lindo, más que lindo, pero tenía un aire a gatito engrifado, y cómo no con todo lo que había pasado, su rostro a pesar de las marcas que tenía seguía siendo hermoso, sus ojos azules eran simplemente precioso, Naruto entero lo era, Sasuke sintió un coraje horrible, otra vida destruida por Gaara.


-Hola, por qué deseabas conocerme-Naruto tomo la mano que el Uchiha le daba, la apretó débilmente, trataba de tolerar tocar a Jugo, pero después de las muchas violaciones que sufrió los primeros meses odiaba que lo tocaran, y al parecer Sasuke lo noto porque apenas roso su mano y la retiro.


-Por favor asiento- Sasuke le sonrió afable-Hay algo que me gustaría tratar contigo-


-Disculpa pero qué cosa podría querer tratar alguien como usted con alguien como yo-Se apunto a sí mismo con tanta inocencia que al mayor le causó gracia.


-Oh tenemos mucho que tratar y tenemos mucho en común Naruto- Sasuke se sentó una vez que logró que el Uzumaki lo hiciera.


-Aún estoy perdido-


-Te haré esta pregunta una sola vez- Sasuke miró profundamente los ojos de Naruto buscando algo en ellos, o esa impresión le dio al rubio- Tú mataste a Neji-


-Joder eres reportero acaso- Naruto se levantó de su asiento comenzando a caminar hacia la puerta. Detestaba a los reporteros de una un simple enfermedad hacían una pandemia y no les importaba si lo que informaban no era verdad.


-No, de hecho los odio a los periodistas, no crees que hacen un de una simple enfermedad una pandemia- Naruto se sorprendió al escucharlo decir lo que él mismo pensaba- La verdad es que soy abogado, ahora dime mataste a Hyūga Neji- Cuestionó mirando la espalda ligeramente encorvada del rubio.


Naruto se giró lentamente buscando contacto visual nuevamente con el Uchiha, su boca se movió sola -No, no lo mate, pero eso qué cambia, ya estoy aquí por cuarenta y cinco años y un día- Sonrió amargamente, el puto día era el chiste, el solo quería morir ya.


-Lo cambia todo, te creo, sé que no lo mataste- Sasuke lo dijo tan seguro que Naruto quedó en Shock mirándolo incrédulo – Fuiste un grandísimo idiota al tomar el arma, solo querías ayudarlo, pero tenía tantas apuñaladas que nada servía lo que hicieras para salvarle, solo te acarreaste un gran problema, eres un grandísimo Dobe-Agregó Sasuke- Ven siéntate-


-Por qué alguien como tú cree que no lo hice, ni siquiera me conoces- Dijo mientras se volvía a sentar, aún desconfiando pero al mismo tiempo conmovido de que alguien le creyese.


-Primero que nada leí todo tu expediente, y mandé a mis asistentes a buscar a todas las personas que pudiesen tener relación contigo de alguna manera, y todos coinciden que es por lo demás extraño que mataras a alguien de manera tan violenta, porque odias la violencia, ya que en tu orfanato había bullying y tu lo padeciste, segundo no hay una razón tangible para que lo mataras, no tenías razón de hacerlo, menos si era tu tan fogoso amante como lo pusieron  a lo largo del juicio, simplemente no cabe en la cabeza, además que nunca fuiste su amante, también lo investigue, en este momento tengo a muchos trabajando en tu caso, peritos criminalísticas, forenses, detectives privados todo lo que te puedas imaginar- Explico al tiempo que sonreía al ver como los hermosos ojos azules del Dobe se abrían ante la sorpresa- Naruto tengo todo para sacarte de aquí, tú simplemente tuviste el infortunio de estar en el lugar y la fecha incorrecta pero sobre todo con las personas incorrectas- Se quedó callado al ver como Naruto comenzaba a llorar.


Escuchar de un completo extraño que le creía, que había investigado, personas estaban trabajando en limpiar su nombre, nunca pensó que alguien llegara hacer algo por él, un completo extraño, era como su príncipe azul en radiante armadura de plata. Ese hombre le creía, cosas que ni el propio abogado defensor que tuvo hizo, se conmovió tanto que comenzó a  llorar casi histéricamente cómo que da la nada caía un hombre diciéndole que lo iba a sacar de ahí, podía permitirse soñar una vez más, una última vez, con su libertad salir de ahí sin tener que volver.


-De verdad crees que puedes sacarme de aquí- Dijo entre sollozos.


-Estoy seguro de hacerlo, Naruto soy un abogado penalista de lo mejor, soy lo mejor entre lo mejor, soy el asesino de fiscales, así que sí, estoy completamente seguro de que puedo sacarte de aquí- Dijo muy convencido de sus palabras, primero se daba un tiro antes de pensar que no iba a lograr sacar a Naruto de ahí y darle la libertar que merecía y devolverle su vida.


-Pero si eres tan bueno y tienes a tantas personas trabajando en mi caso, qué haré no tengo dinero para pagarte, no tengo donde caerme muerto, ni siquiera tengo mi apartamento tuve que venderlo a un precio estúpidamente barato, por ser de un asesino para pagarme un abogado decente que no sirvió de nada-


-No necesito dinero-


-Entonces qué necesitas, dudo que hagas esto gratis, nadie lo hace, menos un abogado, qué puedo darte yo- Naruto ya no creía en los regalos del cielo.


-Te contaré una historia, quiero que escuches con atención si interrumpirme puedes hacerlo- Pregunto.


-Es lo mínimo que puedo hacer-


-Muy bien- Sasuke miró a Naruto antes de comenzar narrar su historia- Hubo una vez un hermoso e ingenuo doncel, que se enamoró perdidamente de un varón que le prometió el cielo y la tierra, le engaño de tal forma que el doncel pensó que estaba en un paraíso de algodón de azúcar, su vida era perfecta tanto que temía que su felicidad se rompiera, el doncel era una persona exitosa a pesar de su nulo arte en las relaciones sociales, era feliz porque tenía una amorosa familia y un gran amor, el varón le propuso matrimonio y el doncel extasiado dijo que sí, su matrimonio era un evento pequeño, porque el varón era de familia poderosa y no quería que ésta supiese de su matrimonio, pero el varón  dejó plantado al pobre doncel el día de su matrimonio, sin dar explicaciones, éste fue en busca del desgraciado varón pero éste se escondió del Doncel en casa de sus padres donde ese día se hacía una gran fiesta, el doncel descubrió a la mañana siguiente que el amor de su vida se comprometía con una mujer, fue tan fuerte el shock que cayó en una crisis de pánico que hizo que perdiera al bebe que llevaba a su vientre de escasas nueve semanas, luego de eso el doncel perdió las ganas de vivir, y su cabeza se dividió en dos, la depresión gatilló una bipolaridad y esta una decena de actos de suicidios- Sasuke se cayó porque su voz se quebró.


-El doncel murió, por qué el varón hizo eso, por qué jugó así con el doncel- No sabía porqué pero tenía miedo de la historia que Sasuke le contaba, de principios por qué Sasuke le contaba esa historia, tendría que ver con él acaso, solo temía que el varón dijera que el doncel había fallecido.


Sasuke lo miró enternecido por su preocupación para con un Doncel que ni conocía ni siquiera le molesto que lo interrumpiera.


-Sabes el doncel comenzó a escuchar voces que le pedían autodestruirse, tenía dos hermanos mayores que tenían que ir a buscarlos a lugares que no te imaginas, a lugares en donde el doncel había sido violado por personas asquerosas todo porque esas voces se lo pedían, la bipolaridad llevaba consigo la maldición de la ninfomanía. El doncel quería que todo terminara, las voces, los cortes, el sexo que su mente quería pero no su cuerpo ni su corazón, y busco maneras de acabar con su vida, pero nunca podía hacerlo, mientras tanto el varón hacía su vida, una carrera olvidando al doncel, sin importarle que al que dijo amar una vez se estuviera muriendo por su culpa, a pesar de que un angustiado padre fue hablar con él para que le ayudara a salvar la poca razón que a su pequeño hijo doncel le quedaba, el varón se negó, dijo que ya no era de su incumbencia, que el doncel se había buscado todo lo que había pasado que agradecía haber terminado antes con él, que sería una maldición ser tan joven cargar con alguien que padecía de bipolaridad y un bebé, el doncel supo lo que éste dijo y esa vez simplemente trato por decima y ultima vez de matarse con todas las pastillas que tuvo a su alcance, lo hizo apagó su vida no de la manera que esperaba pero lo hizo-


-Entonces murió- Naruto seguía llorando por qué habían personas que hacían sufrir a otros esa manera tan terrible, ese Doncel solo había amado con ilusión a varón de la misma forma que él, Naruto había amado a Gaara y qué ganó, lo mismo que ese Doncel solo destrucción y ganas de morir.


-No, fue peor que eso,  perdió por completo la razón, quedo estado catatónico, y ahora se encuentra en una institución psiquiátrica, muchos dicen que fue un cobarde, que el amor no te puede matar, pero este doncel en particular, su vida era el amor, él le decía a sus hermanos que ese varón lo complementaba que era todo lo que añoraba desde su infancia, pero el varón lo dejó caer de manera estrepitosa, el hermano de al medio se juró vengar a su hermanito doncel, pasaron seis largos años, en donde el maldito varón ni siquiera se casó con la mujer porque ésta le dejó, entonces conoció a otro doncel, al que  también enamoró, este doncel asimismo solo añoraba la felicidad y el amor, ya que desde que era bebé nunca conoció el amor, no tenía familia, así que deseaba hacer una propia y pensó que ese varón era el indicado, tenía un trabajo que lo hacía feliz a pesar del acoso que sufría por parte de un varón en particular, pero todo se vino abajo con la muerte de ese acosador varón, lo culparon despiadadamente de ese asesinato, y fue su propio novio varón que lo encerró en la peor prisión de Japón, no le importo saber que el doncel estuviera en gravidez de hecho les dijo a la policía que lo más seguro es que fuera hijo del varón que el doncel  supuestamente había asesinado, hizo ver al doncel como un doncel fatale malo, lujurioso, avaricioso y asesino, que sería capaz de todo por dinero, cuando el doncel nunca le intereso el dinero, solo quería una vida feliz, y  aún así la gente, el juez y el jurado lo creyeron así, la primera semana en prisión mientras trataba de evitar que lo violaran recibió la paliza de su vida y perdió al bebé de escasas quince semanas, y luego la segunda lo violaron trece varones que destruyeron su cuerpo, con secuelas horribles, quizás nunca más pudiese concebir vida en su interior, la segunda vez fueron seis varones, y el doncel no lo resistió cayó en depresión-Sasuke paró su relato tomando las manos de Naruto y girándolas acariciando las cicatrices que las muñecas de Naruto tenían- y al igual que el primer doncel el segundo intentó quitarse la vida al menos tres  veces en un mes, estuvo sedado durante semanas hasta que de alguna manera desistió de morir, el hermano de al medio del primer doncel, quien vivía en el extranjero no supo de la existencia de este segundo doncel cuando ya lo habían enviado a prisión y había sido víctima de una feroz violación, si lo hubiera sabido previamente, él habría venido antes a salvarlo de las garras de Sabaku no Gaara- Terminó su relato con voz suave, mirando con pena a Naruto.


Realmente odiaba no haber estado ahí para el rubio desde un principio, estaba seguro que él lo hubiera evitado, cuando recibió la llamada de su mejor amiga Sakura Haruno, quien era médico y le comento de un paciente que era también un recluso por un supuesto asesinato, que había sufrido de una cruel y aberrante violación que éste  decía inconsciente que él no lo había hecho, que no había matado a nadie, que no lo castigasen, que pedía perdón a pesar de no haber hecho nada,  la primera semana el chico despertaba entre gritos  y sollozos con miedo a que volvieran a agredirlo, con la segunda agresión la Medico descubrió todo de Naruto  entonces Sakura dejo caer la bomba a Sasuke,  Naruto Uzumaki había sido enviado a presión por su propio novio el fiscal Sabaku No Gaara.


Casi destruyó su oficina cuando su amiga le envió las fotografías y el expediente médico de Naruto, eran fotografías espantosas, él siempre veía toda clase de escena sangrienta, pero las de Naruto eran terribles, era un muñeco roto, lleno de sangre, había cortes, mordidas, golpes, las manos del rubio estaban completamente destruidas, muchos de sus dedos no tenían uñas y estaban quebrados, prueba suficiente para mostrar cuanto se había resistido a ese ataque, por un momento pensó que había visto a Sai en esas fotografías. No lo pensó dos veces antes de ponerse en contacto con la policía de Tokio, con investigadores privados, peritos  y enviar a un grupo de sus asistentes a buscar toda la información que pudieran sobre Naruto, su trabajo, sus compañeros, sus hobbies, todo. Mientras él finiquitaba todo lo que tenía pendiente en Estados Unidos para ir con Naruto.


Semanas después Sakura volvió a llamar diciendo que el chico había intentado suicidarse, luego dos  llamadas más con la misma noticia, Sakura también fue testigo de la destrucción de Sai, odiaba a Gaara, cuando éste se presentó en el hospital en el tercer intento de suicidio, Sakura perdió los estribos y golpeó al fiscal  le grito todo lo que pudo entre ellos le llamó asesino, que  había destruido cuatro vidas inocentes y le juro que se las iba a pagar. Sasuke estaba de acuerdo con Sakura, le llevo meses recopilar toda la información y tener todas las pruebas necesarias antes de presentarse frente a Naruto, movió algunos contactos entre ellos pidió a Jugo uno de sus mejores amigos que además era policía en cubierto si podía hacerse pasar por prisionero, habló con el juez este le debía tantos favores a Sasuke que no se negó en enviar protección a Naruto, y así investigar ciertas organizaciones dentro de la prisión, lo mismo movió cada contacto para hacer que el alcaide y los guardias protegieran a Naruto, es más osó a amenazarlos con una demanda a ellos como personas naturales si a Naruto le pasaba algo más y resultaba inocente, así  al menos llevaba cuatro meses lejos de asedio y Sasuke pudo hacer lo que necesitaba tranquilo antes de poder ir a por él y brindarle su libertad.


-Era tu hermano- Fue lo único que pudo pronunciar el Uzumaki antes de largarse a llorar amargamente, no podía creerlo, simplemente no podía creerlo, cómo Gaara había sido capaz de arruinar la vida de dos inocentes donceles y las de sus bebitos,  su único pecado había sido amarlo, los dos   habían perdido a sus bebes no natos a causa de Gaara.


Sasuke soltó las manos de Naruto, para luego levantarse e ir al lado del doncel y abrazarlo para consolarlo, no dejaría que el rubio Dobe perdiera la cabeza como su hermano, aunque tuviera que estar toda la vida encima de él, Naruto era su tabla de redención, todo lo que no pudo hacer por Sai lo haría por ese torpe Dobe. Naruto se dejó abrazar a pesar de su trauma necesitaba que alguien le consolara, no había hecho nada malo en su vida para merecer eso, solo amar a Gaara.


-Por eso no tienes que pagarme nada, solo déjame salvarte como no lo pude hacer con mi hermanito- Pidió Sasuke mientras acariciaba los cortos cabellos rubios.


-Por favor sálvame- Susurro entre sollozos mientras se aferra con más fuerza al varón…


Gaara estaba de una sola pieza, después de leer el documento que aún estaba en su mano, Uchiha Sasuke, había pedido reabrir el caso de Naruto Uzumaki, ya que contaba con nuevas pruebas que harían caer todo el juicio, y el juez le encontró la razón, porque había consentido que se reabriera el caso, Itachi y Sasuke Uchiha, serían los abogados de Naruto, esos dos juntos eran la peor pesadilla para cualquier abogado, sabían lo feroces que eran, si bien Itachi no trabajaba en lo penal era un tiburón sádico no había caso que él no ganara, de hecho muy pocos casos llegaban a tribunales porque él siempre solía hacer acuerdos convenientes para sus clientes, todos sabían de lo que era capaz por eso todos evitaban ir a juicio con él. Sasuke por otro lado era el asesino de fiscales, ese nombre lo decía todo despedazaba parte por parte  el  caso que la fiscalía llevaba a cabo, había perdido casos que solo se contaban con los dedos de una mano y sobraban, su tasa de éxito era de un 98%, no había ningún abogado que no temiera de irse a juicio con Sasuke Uchiha, por eso famosos, grandes empresarios, incluso delincuentes y mafiosos con dinero iban a por él.


Sin quererlo tembló, Sasuke se lo gritó seis años atrás que pagaría caro el daño que le había provocado a Sai, que lo acabaría en cuanto le diera la posibilidad, y al parecer Naruto era esa posibilidad, sintió pánico, si Sasuke estaba ahí era porque tenía pruebas que exculpaban a Naruto, y eso no podía ser posible, Naruto era culpable, a pesar de lo que dijera el asesino de fiscales, Naruto tenía que ser culpable, no había de otra, todas las pruebas decían que lo era, se negaba a creer en esa pequeña posibilidad de que el rubio fuera inocente porque si lo era no podría vivir, no luego de lo que había vivido el Uzumaki en prisión.


Naruto tenía que ser culpable y punto, en solo pensar que envió a un inocente a prisión le daban nauseas aún peor que éste fuera su propio novio, el segundo amor de su vida, luego de Sai a quien dejó cobardemente.


Recordó a Sai, al dulce y desubicado Sai Uchiha, siempre con una sonrisa cínica en los labios, que lo hacía reír con sus comentarios tan francos, sin maldad pero que herían, Sai decía que se sentía como Sherk una cebollita, era verdad cada capa que Gaara traspasaba conocía otras facetas del menor, Sai era hermoso, su ser y su alma, su físico, delicado, suave. Pero lo dejó cuando su padre lo amenazó con desheredarlo si se casaba con el doncel, y Gaara optó por el dinero antes que por el amor, por Sai y su hijo. El padre de este vino a suplicarle que fuera junto a Sai que lo ayudara, que la pérdida del bebé y la bipolaridad estaban consumiendo la razón del doncel, le lloró que por favor lo salvará, cobardemente se negó porque le daba miedo ver a Sai.


Una semana después vio lo que tanto temió a Sai sentado bajo la lluvia completamente ido, parecía un animalito, seguramente estaba en un crisis de bipolaridad, después de pensarlo mucho se acercó.


-Sai, qué estás haciendo, estás mojado, no quieres ir conmigo a tomar un café- Le dijo mientras colocaba un paragua sobre la cabeza de Sai, le costó hablar, nunca había sido bueno con las palabras, menos como llegar a las personas.


-Gaara-Pronunció el moreno después de lo que parecieron minutos eternos, el doncel miró al pelirrojo con sus vacías cuencas negras, como tratando de dilucidar si estaba viendo algo real o ficticio, Sai levantó su brazo derecho, el antebrazo estaba todo vendado, Gaara tomó la mano de Sai y algo pasó en ese momento, aún el varón podía recordar como la mirada y la faz de doncel cambiaron, parecía que había obtenido nuevamente su lucidez y razón-De verdad eres tú-Susurró quitando la mano que Gaara tomaba con la suya, como si el mero contacto le quemara.


-Si soy yo, no estás alucinando- Respondió con la garganta seca.


- No estás alucinando-Repitió Sai mientras sonría con su típica sonrisa cínica-Me gustaría estarlo sabes, he soñado muchas veces que te mataba, de hecho deseo que estés muerto, más que mi propia muerte, deseo la tuya, mírame, en qué me he convertido, despedacé a mi familia, por qué no pudiste ser honesto conmigo y decirme que solo querías una aventura que se te fue de las manos- le recriminó levantándose en el acto empujando al varón con tal fuerza que lo hizo caer- Por qué no fuiste honesto conmigo, maldito desgracio hijo de puta, por qué me desgraciaste la vida, sabías de todas mis trancas, mis miedos, te di mi vida, te entregué mi corazón y lo rompiste en mil pedazos, me quitaste todo, a mi hijo- Gritó fuera de sí- Perdí a mi bebito, por qué no dijiste la verdad, porque me propusiste matrimonio si no me querías, qué era ese juego tan cruel, necesitabas dejarme plantado y anunciar tu compromiso ese mismo día, qué te hice para que me dañaras- La gente que pasaba por ahí comenzaba a aglomerarse para ver qué pasaba ahí.


-Sai, te juro que no quería jugar contigo quería casarme contigo, pero mi padre me dijo que si lo hacía me iba a desheredar, yo te ama… aarg- Se calló cuando Sai lo pateó en las costillas.


-Hijo de puta muérete hijo de puta, me destruiste la vida, perdí a mi bebé, por tus asquerosos millones, tan poco importábamos para ti que nos cambiaste por sucio dinero, te odio, quiero que desaparezcas del universo, por qué tenías que hablarme, debiste ignorarme, le dijiste a mi padre que no tenías nada que ver conmigo que agradecías no haberte casado conmigo por mi bipolaridad, es verdad qué dijiste eso- Seguía exigiendo respuestas- Lo dijiste déjame de mirarme como cordero degollado y dime maldición-


-Sí, es verdad, agradezco no tener que cargar con un lunático como tú, imagínate embarazado con bipolaridad y sin dinero qué hubiese sido de mi vida, hice la elección correcta al dejarte- Contestó francamente- Tu enfermedad es una maldición, seguramente sería yo el que hubiese terminado de cometer suicidio, que el niño no naciera fue lo mejor, Sai solo avanza, tienes que dejar ir tu dolor, tu bebé ya no está y aunque lo llores no volverá-Pensó idiotamente que si era cruel Sai iba a salir adelante y olvidarse de él. Pero solo terminó de destruir la frágil mente del Doncel.


-Aaarg- Aúllo de ira el doncel, comenzando a golpearlo- Muérete, muérete, púdrete, desaparece, simplemente esfúmate de este universo, maldito desgraciado, no tienes idea de todo lo que me has hecho, de lo mucho que he perdido, de todo lo que sufrido, maldigo el día en que te conocí, has sido lo peor que le ha pasado a mi vida…


Gaara recibía los golpes hasta que cesaron, escuchaba como Sai pataleaba y decía groserías, Itachi y Sasuke estaba sujetándolo mientras balbuceaba que Gaara había destruido su vida, y luego se desmayó.


Pensó que ahí acabaría todo, pero no, Itachi Uchiha el mayor de ellos, lo golpeó de una manera que casi lo mata si no fuera porque el padre de este intervino, la cosa hubiera terminado muy mal.


-Te juro que un día te destruiré, dame la más minina posibilidad, y haré tu vida un infierno, lloraras sangre por lo que le has hecho a mi hermano, no descasaré hasta que te vea hundido en la mierda, solo ese día me permitiré ser feliz, porque no nos haces un favor y te mueres- Sasuke, habló pasudamente con una frialdad que haría a cualquier estremecer, detrás de esas palabras había un juramente solemne que estaba dispuesto de llevar a cabo aún en la muerte.


Días más tardes supo que Sai había intentado una vez más suicidarse, y está vez había logrado su cometido, no de la manera que él esperaba, simplemente quedó en estado catatónico, era un vegetal viviente. Había perdido el juicio, lloró amargamente al saber que solamente él era el responsable de eso, había destruido a Sai.


Se negó al amor durante años, ya aceptando que iba a tener que casarse con alguien que no amaba, hasta que ella lo dejo tres años después, pasó un año entre citas y relaciones cortas, hasta que conoció a Uzumaki Naruto, ese rubio hiperactivo lo sacó de su dolor, con sus sonrisas, su alegría, sus muletillas raras, el “Dattebayo”. Era hermoso y raro igual que Sai, tenían cosas similares, esa manera de sorprender a la gente, siendo tan sinceros, lo peor fue que el Uzumaki dijo lo mismo que Sai, que era una cebollita con muchas capas eso lo hizo enamorarse completamente de él.


Naruto hizo brillar su mundo, él cayó rendido a sus pies, y creyó que el rubio igual, su vida estaba perfecta, estaba por casarse con Naruto, cuando la tragedia cayó, el rubio le lloró que no había sido él el asesino de su mejor amigo Neji, pero todas las pruebas estaban en contra del rubio, trató de razonar con él, de hacer un arregló, pero el Uzumaki se negó dijo que no iba de declararse culpable porque no había matado a nadie, se declaró inocente y se ganó la pena máxima, al ser informado del estado de gravidez del rubio, Gaara se quiso morir, seguramente era de Neji, a pesar que nunca se cuidaron, no creyó que fuera suyo, Naruto lo había engañado, solo era un pérfido y avaricioso Doncel, hambriento de dinero y poder, que solo jugó con él.


Lo envió a la cárcel sin piedad, pidió pena máxima y pidió la peor prisión para él, porque quería vengarse del rubio, quería verlo sufrir, que aceptara el pecado que había realizado.


Semanas después de enviarlo a presión lo llamarón desde la cárcel para avisarle que Naruto había sido cruelmente violentado, fue a verlo cuando salió del hospital, era un despojo humano, sentía que su corazón se iba a romper al verlo así todo magullado y destruido. Esa tarde solo ganó otro episodio sicótico de parte de otro doncel, Naruto dijo casi exactamente las mismas palabras que Sai, que él había sido lo peor que le había pasado en la vida y que desearía no haberlo conocido…


Naruto trató al igual que Sai de quitarse la vida, por las mismas razones, había perdido a su bebé, fue abusado cruelmente, y sentía que Gaara había sido el único culpable de su desgracia igual que Sai lo odiaba y solo deseaba su muerte.


Al tercer intento de suicidio, fue al hospital donde estaba ingresado el Uzumaki, cuando trató de verlo, se ganó varios golpes de parte Haruno Sakura, lo golpeó duramente, mientras lo maldecía, deseándole lo peor de los castigo, ella no le deseó la muerte como los demás, no ella fue más despiadada como la  mujer que era.


-Gaara deseo que tengas un vida longeva, que tengas enfermedades dolorosas de muerte lenta, para que pagues en vida todo el daño que has causado, destruiste cuatro vidas, las de tus hijos y los donceles que se enamoraron de ti, ese niño suplica clemencia mientras duerme, jura que no lo mató, pide a sus violadores que paren, tienes idea de todo lo que ha sufrido, cómo puedes presentarte aquí preocupado por él, cómo puede ser posible que jurándole amor no le hayas creído que es inocente, de verdad lo único que deseo además de una longeva vida para ti, es que nadie nunca se vuelva a enamorar de ti, estás maldito, todo lo que llega amarte termina destruido...


Lo peor de todo es que  era verdad, estaba maldito cómo se explicaba haber perdido a las dos únicas personas que había amado.


Se dejó caer en su asiento, miró el techo, pensando en lo que vendría, con solo una cosa en clara, Sasuke Uchiha, iba a cumplir su promesa…

Notas finales:

Les dería que no Odien a Gaara pero hasta mi me cuesta ser indulgente con él. Pero no Os preocupies Sasuke llega al rescaste


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