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ODIOSAMENTE AMOR por Strawberryloveless

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Notas del fanfic:

¡Hola! ¿Cómo están? Espero que muy bien. Esta vez les traigo una historia demasiado corta, la cual ya cuenta con todos los capitulos y un final, así que no tendrán de que preocuparse. Estaré actualizando cada quince dias. ES SUPER CORTITO, tanto de capitulos como de historia, espero que les guste mucho y me dejen leerlos en los comentarios

Notas del capitulo:

Luna narra su primera impresión sobre Katia, y como es que terminan asistiendo a la misma clase de Inglés.

CAPITULO I: COMIENZO

Todo comenzó hace alrededor de cinco años. Yo tenía dieciocho recién cumplidos cuando ingresé a la universidad, motivo por el cual era aún más inmadura y torpe de lo que soy ahora. Tenía tan solo seis meses en mi nueva escuela y ya me consideraban “afortunada” por ser la primera chica del salón en conseguir novio tan rápido. Especialmente porque no se trataba de un chico cualquiera, sino del más codiciado de nuestro grupo.

Sé que suena patético ser popular por algo tan estúpido como eso, pero en aquel entonces todo el mundo me aplaudía el acontecimiento y eso era más que suficiente para elevar mi ego. Así que, aunque no estaba enamorada de él – en realidad nunca lo había estado – terminé por aceptar sus sentimientos. Probablemente se estarán preguntando en qué momento la conocí a ella, a Katia. Y es curioso, porque eso ocurrió precisamente durante las primeras semanas de mi noviazgo con él. 

Resultó que, por azares del destino, ambos eran viejos amigos de preparatoria, así que podríamos decir que la razón por la que nos conocimos fue debido a mi novio. Sin embargo, todos los encuentros que se dieron a partir de ese día, fueron mera casualidad, coincidencia, o lo que algunos llamarían destino. Pese a saber que ellos eran cercanos, mi primera impresión no fue nada buena, incluso podría describir nuestra interacción como desastrosa. Y es que realmente la detesté desde el momento que la vi. 

Era demasiado resbaladiza con él, y eso más allá de darme mala espina, me incomodaba mucho. Por otro lado, para mi gusto era súper delgaducha y su mirada fría, me ponía los pelos de punta. Tenía una expresión cero amigable todo el tiempo, y eso, sumado a la palidez de su piel, digamos que no era una buena combinación. En lugar de verse agradable, aparentaba ser alguien sombría y terrorífica. Odié su voz desde el primer “hola” y su sonrisa forzada hacia mi persona, no hacía más que corroborar, que yo tampoco le agradaba. Sin embargo, ninguna estaba en posición de portarse mal – al menos no todavía – ya que yo, como la buena novia que era, debía tratar de llevarme bien con las amistades de mi novio, y ella como amiga de él, tampoco podía ser descortés con su pareja. Así que ambas nos veíamos obligadas a convivir.

Pasaron varios meses y nuestra interacción nunca mejoró, pero cuando creí que no podía ser peor de lo que ya era, mi novio cometió el error de hacer un comentario que más allá de agradarme, solamente me hizo comenzar a detestarla con mayor fuerza. ¿Qué pudo ser? Bueno. Me dijo que ella había estado enamorada de él durante los tres años de preparatoria y que, pese haberla rechazado varias veces, era muy probable que todavía sintiera algo por él. Creo que está de más decirlo, pero después de saber aquello, fue imposible para mi tratarla bien o ser agradable con ella, y eso pareció facilitarle las cosas a Katia, ya que en cuanto notó mi cambio de actitud, ni siquiera se molestó en preguntar por qué. Supongo que la razón por la cual me odiaba era simple: yo estaba ocupando el lugar que ella siempre quiso, ser la novia de él.

No importa que sucediera. Había algo que tenía en mente, y era el hecho de que no pensaba hacerle las cosas fáciles. Es decir, si Katia pensaba que, con tratarme mal, mirarme feo o ignorarme totalmente, iba a conseguir quebrarme, estaba muy equivocada. Empezando por el hecho de que yo nunca había estado enamorada y que, hasta ese momento, no había desarrollado ningún tipo de cariño especial hacia mi novio, así que no había manera de que lograra afectarme con sus clásicos trucos. Lo único con lo que podía hacerme caer, era dañando mi ego. Esa siempre ha sido mi debilidad, pero, gracias a que no convivíamos demasiado, ella no podía darse cuenta de mis puntos frágiles. O al menos eso era lo que yo pensaba en aquel entonces. 

Afortunadamente, el campus de la universidad era demasiado grande y ambas estudiábamos en carreras y áreas diferentes, por lo que las posibilidades de toparnos en la escuela, eran casi nulas. El único momento que compartíamos era cuando estábamos con él, fuera de clases o en alguna reunión de amigos. Me refiero a que, a pesar de su pasado juntos, él nunca dejó de invitarla a nuestras fiestas, ya que supuestamente no había nada entre ellos. Nada que me debiera hacer dudar. Y yo confiaba en él. En sus palabras y en sus acciones. Principalmente porque nunca demostró interés en Katia pese a lo aferrada que podía ser, y eso me daba mucha seguridad. Sin embargo, lo único que no entendía era, ¿porqué seguía manteniendo una relación con una chica que evidentemente estaba loca por él? Tal vez por egocentrismo, o por simple lástima. Quién sabe. Independientemente de cual fuera la respuesta, era un hecho que Katia seguía enamorada de mi novio y que yo, como su actual novia, representaba una amenaza para ella. 

Sin quererlo, terminamos volviéndonos rivales, enemigas, pero aún cuando nuestras confrontaciones habían sido solo superficiales, el universo conspiró en nuestra contra y sucedió algo que para bien o para mal, cambió la vida de ambas por completo: reprobé inglés. Siempre he detestado el idioma desde que tengo memoria. Pese a que es la lengua más importante del mundo, realmente nunca me ha gustado, y el poco cariño que le había tomado, desapareció cuando me vi forzada a recursar el quinto y último nivel. Fueron solo dos puntos los que me faltaron para aprobar la materia, pero debido a mi ausencia en clases y poca participación, la maestra terminó por reprobarme.
Y ella, contrariamente a mí, era muy buena alumna. Debido a eso tuvo oportunidad de irse al extranjero un par de meses a estudiar, por lo que se había retrasado en algunas clases seriadas, como por ejemplo: en Ingles. 

Si, sus pensamientos son correctos. Por azares del destino, simples coincidencias o una mala broma del universo, fue así como Katia y yo comenzamos a encontrarnos cada día, a la misma hora, dentro del mismo salón, todos los días, durante seis meses consecutivos. 

Y fue así, como realmente comenzó nuestra historia. 

  

Notas finales:

Como dije, es y sera super cortito, espero que les haya gustado, déjenme saberlo en los comentarios, les mando muchos besos


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