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Resiliencia. por numerotrece

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Notas del capitulo:

Esto más que un capítulo, estaría siendo una introducción. Es mi primera historia y se me hace difícil medir la longitud de los capítulos, así que acepto sugerencias. 

Penelope había pasado una experiencia horrenda. Traumática. Su padrastro había abusado de ella. Estaba destruida, no sabía qué hacer ni a quién acudir; así que se puso la ropa y salió de su casa, lejos. Lejos de esa experiencia y lejos de quién la había causado, rumbo a un café  que  había encontrado un día mientras volvía del instituto. Al entrar se sentó en la mesa más alejada de todas las personas, necesitaba estar sola, pensar. La linda camarera rubia de ojos azules que siempre la atendía se acercó para tomar su pedido. 

-¿Qué se le ofrece? -Dijo con una enorme sonrisa en su rostro. A Penny le gustaría poder sonreír así. Sentía que no podría hacerlo nunca más. Sentía el estómago cerrado por el asco, y que cualquier cosa que ingiriera sería rápidamente devuelta hacia el exterior, pero ya que estaba allí debía ordenar algo. Ojeó la carta rápidamente y se decidió por lo que parecía  menos dañino para su organismo.

-Un té verde y bizcochos de limón, por favor. 

-Como usted ordene. -Y se retiró luego de anotar la orden en una libreta.

Penny se sumió en sus pensamientos, no entendía por qué le había pasado esto a ella. Siempre había sido una buena chica, no había hecho mal a nadie. Tenía que pensar en como le iba a contar a su madre lo sucedido, no quería que su padrastro siguiera quedándose en su casa, no quería volver a sufrir de aquella forma, no quería verlo nunca más en su vida. El daño a su mente había sido mucho peor que el de su cuerpo, y es que seguía sin procesar lo sucedido. 

[Flashback]

Su padrastro la acorraló contra la pared para posteriormente comenzar a manosearla. Su mano derecha fue hacia su pecho mientras la otra se deslizaba hacia abajo por su abdomen. Penny estaba muriendo del asco, pero no podía alejarse, él era mucho más fuerte y temía que la golpease, no era conocido por ser un tipo pacífico. ¿Qué mierda estaba pasando? 

-¡Suéltame! ¿Qué demonios haces? -Gritó forcejeando e intentado soltarse, a pesar de todo.

-Lo que debí hacer desde que tenías 14 años, Penelope. Corromperte. -Sonrío lasciva y macabramente. En ese momento podía filtrarse la mezcla de emociones que Penny sentía en su mirada. Miedo. Ira. Pánico. Repugnancia. 

-¡Basta! ¡Sueltame! ¡Déjame en paz! - Pero él no se detuvo. No la soltó. 

No podía creer que eso le estuviese pasando a ella, pero cuando la mano de su padrastro bajó lo suficiente para tocar su intimidad se dio cuenta que no estaba soñando. Que era real.  A ella le habían dicho que los sueños se volvían reales, pero habían olvidado mencionar que las pesadillas también son sueños. 

Un gusto ácido subió por su garganta y por un segundo creyó que iba a vomitar hasta sus órganos. No podía hablar, no podía moverse, no podía sentir nada. Las manos del enfermo que aparentaba querer ser parte de su familia tocaron partes que nadie debía tocar, lastimaron su cuerpo de formas que no creyó que fuesen posibles y se aprovechó de ella hasta el cansancio. 

[End Flashback]

-¿Señorita? -La camarera la sacó de sus recuerdos y pensamientos.

-A-ah, ¿sí? -Respondió desorientada.

-Su pedido... -Sonrió algo incómoda. En ese momento Penny notó que su pedido ya estaba en la mesa.

-Muchas gracias. -Agradeció y comenzó a ponerle azúcar a su té, mientras la señorita se retiraba a atender otra mesa. 

Tomó la bebida lentamente intentando no pensar en lo ocurrido, pero a la vez necesitando pensar. Estaba nerviosa, no quería volver a su casa. Y ahí, en medio del café, Penny se largó a llorar como hacía unas 3 horas. Necesitaba sacar todos esos sentimientos que la estaban esclavizando, todas esas sensaciones que le hacían sentir asco hacia su persona. Quizá el agua salada de las lágrimas la purificarían. Su abuela siempre decía que las lágrimas eran buenas, que el agua salada limpia. Limpia las tristezas, los males... ¿La suciedad que su sucio padrastro había dejado en su cuerpo también? 

Pero cuando menos lo esperas el tiempo pasa volando, y llegó un momento en donde debía que volver a ese horrible lugar. Se levantó y luego de pagar la cuenta, emprendió rumbo hacia su casa. Esperaba que su mamá estuviera, mejor dicho, rezaba a dios que fuera así. A un dios que no la quería, ya que cuando llegó no estaba en casa. Pero tampoco su padrastro, por lo cual subió corriendo las escaleras hasta llegar a su habitación para posteriormente encerrarse ahí; esperaría hasta que llegara y mientras... tomaría una ducha mientras sus lágrimas se mezclaban con el agua que caía. Luego de bañarse salió envuelta en una toalla cuando escuchó el sonido de la cerradura y la puerta. Se vistió como alma que lleva le diablo a pesar de lo adolorida que se sentía y bajó a recibir a la que esperaba fuera su mamá. Efectivamente lo era, y apenas la vio corrió en su dirección buscando apoyo moral. Tisha, aún sin saber qué era lo que sucedía, abrazó a su pequeño pimpollo. 

-¿Qué pasa mi amor? -Preguntó la redondita mujer cuarentona de pelo oscuro, al darse cuenta que su amada beba lloraba. 

-M-mami.. P-por favor... que no se acerque más... -Balbuceaba, más que hablar a causa del torrencial llanto. Ahora que su mamá estaba para ayudarla, por tercera vez en el día la tristeza se le escapaba por los ojos en forma de agua.

-¿Quién, mi amor? ¿Qué está pasando? -Preguntaba de forma más alterada mientras acariciaba los castaños-rojizos cabellos de su hija. Sus palabras y actitud empezaban a asustarla.

-Mack... él.. é-él me... él me violó má... -Penny comenzó a hiperventilar a causa de su llanto más fuerte, y en un segundo, todo se tornó negro. 

 

Notas finales:

Bueno, esto es lo que hay. Si me dicen que les pareció, e incluso críticas les estaría muy agradecide. 


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