17.- Tallos de rosas
-¿Tallos de rosas?-
-SÃ, todos los que tenga-
-¿Solo los tallos?-
-Entre más espinas mejor, a mi madre le encantan-
-De acuerdo, si esto es una broma…-
-¿Por qué bromearÃa con los gustos de mi madre?, ella le encantan los rosales pero no las rosas, el dinero no es un problema-
Molly tenÃa este empleo de medio tiempo desde el año pasado, a veces era un trabajo pesado especialmente cuando tenÃa que ayudar con grandes pedidos y la limpieza pero la paga era buena, habÃa logrado comprar su primer auto y su laptop gracias a este empleo, pero como en esta ocasión a veces existÃan pedidos raros o bromas. Ella misma aún era una adolescente pero detestaba que los otros jóvenes hicieran bromas en su trabajo, le habÃa tocado atender llamadas de broma, recibir pedidos de corona de flores funerarias para ser entregadas a fiestas o bodas, o incluso un listillo que preguntaba si en el lugar no vendÃan hierba.
Ahora tenÃa a un cuarteto de jóvenes, un par que bien podÃan ser de su edad y un par de niños (la pequeña cosa peluda al parecer no era un perro sino una niña), vestidos de negro pidiendo tallos de rosas.
No podÃa evitar pensar que era una broma.
-Bien, te entregare todo un ramo de estos tallos, serán cien dólares-
-Perfecto- la joven de trenzas negras y piel pálida saco un enorme fajo de billetes de su bolso y saco un billete de 100 y lo puso sobre el mostrador delante de ella.
No era falso.
Fue rápidamente a la tras tienda donde normalmente se hacia el trabajo de hacer los ramos y arreglos florares y fue directo al bote de basura donde saco con guantes todos los tallos de rosa que pudo encontrar, incluso lo envolvió en un lindo papel blanco y le puso un listón rojo.
-Aquà tiene-
-Bien, ¿tiene algún listón negro?-
-PermÃtame un segundo-
Molly regreso rápidamente de nuevo a la trastienda y agarro un listo negro que normalmente utilizaban para adornos funerarios, algo le decÃa que este le gustarÃa. Una vez de nuevo delante de ellos con maestrÃa cambio el listón por el negro y entrego el ramo de tallos de rosas sin rosas.
La joven que parecÃa liderar el grupo parecÃa estar complacida con el cambio, no estaba segura con esa mirada inexpresiva y procedió a marcharse del local.
-Vuelvan cuando quieran- dijo cuándo la campana de la puerta sonó y todo ese grupo se marchó.
Molly tomo el billete entre sus manos con emoción, no esperaba que pagaran sin quejas esa cantidad, solo dijo ese precio al azar, ni siquiera la docena de rosas con pequeñas flores acompañándolas y el mejor listón y papel costaba eso, y ellos habÃan pagado fácilmente esto solo por unos tallos ya destinados a ser tirados.
Seguro al viejo señor Smith no le molestara que se quede con este dinero, dejarÃa el precio de la envoltura pero se quedarÃa con lo demás, realmente esperaba que volvieran de nuevo.
Tal vez eran miembros de esa familia extraña que decÃan que rondaba en la ciudad recientemente, pero si pagaban tan bien sin rechistar por cosas como esta por ella que se quedaran el tiempo que quisieran.
Cuando los jóvenes Addams salÃan Wednesday estaba discutiendo con Pugsley el siguiente lugar a ir en su lista de recados, este dÃa Stiles estaba pasando tiempo de calidad con su madre y ellos aprovecharon para hacer algunos mandados.
Su madre deseaba hacer más amena la casa en que se quedaba por lo que compraron sus tallos de rosas favoritas, su padre necesitaba surtirse de tabaco y ya compraron varias cajas de puros, la abuela querÃa algo lana que realmente picara y molestara para hacer alguna prenda, probablemente para regalarla a Claudia o a su primo Stiles, también tenÃan que comprar velas o cera para hacer ellos mismos, ojala encontraran negras.
Quizás pasar por una confiterÃa más adelante, Wednesday no era fanática de lo dulce pero los menores de su familia si, especialmente What que tenÃa un especial gusto por lo dulce, era bueno que habÃa heredado la dentadura fuerte de su padre porque si no hubiera terminado con más de una caries.
Tal vez comprarle también algunos de esos chocolates rellenos de mantequilla de manà que tanto le gustaban a Stiles estarÃa bien.
-Oh, lo siento- una mujer choco contra Pugsley, el hijo del medio era alto y robusto por lo que ni siquiera tembló un poco con dijo choque –que distraÃda de mÃ, ¡oh, creo que te manche un poco!, ¡qué pena!- efectivamente en la camisa negra con rayas blancas habÃa un mancha de labial y de bebida que traÃa la mujer en la mano.
-Mmm, luego la limpia Large- dijo Pugsley sin darle importancia, no es como si estuviera rota o manchada de sangre o fuera su camisa favorita.
-Realmente lo siento, además es el café está caliente- la mujer toma sus servilletas y procede a tratar de limpiar el pequeño desastre en la camisa.
-Algo, pero no tanto- Pugsley simplemente se encoge de hombros por la mención de la bebida caliente, más calientes los estofados de la abuela o el flameado de Large –No es necesario que limpie- tomo la muñeca de la mujer delante de él, estaba restregando sus manos en todos lados y no solo en la mancha.
Pugsley tal vez no sea la vela más brillante en el candelabro pero incluso él se da cuenta que este comportamiento es extraño.
-En serio lo siento, que torpe de mÃ. Si pudiera hacer algo, ¿quizás invitarte una bebida como disculpa?-
-No tengo sed-
-… ¿quizás otra cosa?-
-Ah ha-
-Señora tenemos que continuar con un horario, apártese del camino- Wednesday hablo ya fastidiada por la situación, su hermano era denso como la brea pero ella era tan afilada como un cuchillo de carnicero, no pasarÃa todo el dÃa viendo esta pobre interacción de esta mujer en sus intentos de barata coqueterÃa.
-SÃ, tenemos que continuar con los mandados. Adiós señora- Pugsley soltó la mano y siguió a su hermana dejando a la mujer que parecÃa morderse los labios en esos momentos.
Ya estando algo lejos What no puede evitar soltar una risita y murmura algo que suena como a Casanova en el dialecto de su padre.
-¿Quién?-
-Tu hermano mÃo, el atractivo Addams es innegable- dice Pubert con una sonrisa orgullosa.
-No te confundas Pubert, ni confundas a esta cabeza dura. Esa mujer choco premeditadamente, fue un movimiento calculado carente de elegancia o sutileza, rayando un poco en lo vulgar. Maquillaje cargado, apestaba a perfume dulce y empalagoso, y la ropa- la mayor aun con su tÃpica cara inexpresiva se notaba un poco molesta. –incluso tú debiste notar algo en su comportamiento- le dice a su hermano rubio quien frunce el ceño en concentración.
-Apestaba a desesperación un poco, no de la manera divertida. Y pólvora- responde tratando de recordar los detalles de la mujer, en realidad se estaba tratando de acercar mucho a él, casi restregando con su pecho.
-¿Entonces no fue que le coquetearon?- pregunto el menor de los hermanos.
-SÃ, pero más de la manera que alguien como tÃa Debbie harÃa y no como nuestros padres- Wednesday respondió usando como mejor ejemplo a sus padres y a la difunta Debbie.
-Oh, ya comprendo- Pubert reconoce la diferencia de ese tipo de comportamiento ahora, su ex niñera usarÃa todas las artimañas que pudiera para doblegar la voluntad de un hombre, como paso con su tÃo Fester, y su madre, bueno, ella también doblegaba fácilmente la voluntad de su padre, pero no al punto de destruir la voluntad y lazos de este.
-¿Si?- al parecer a Pugsley no le habÃa quedado todo tan claro.
-En términos más simples se acercara a ti y usara sexo para seducirte para sacarte algo- simplifico su hermana.
-Ah-
-Te sugerirÃa no intimar con ese tipo de mujer-
-Ok-
-Continuemos con las compras, la dulcerÃa deberÃa estar por algún lado-
Ante la mención de dulces los menores se mostraron emocionados y corrieron a buscar la dulcerÃa más cercana.
Dejados atrás Wednesdey noto que su hermano no avanzaba, parecÃa pensativo.
-¿Qué pasa?-
-También habÃa otro aroma, a lobo creo-
-Interesante-
*+*+*
-Estúpidos, cabeza hueca y arpÃa- Kate arrojo el vaso de café a la basura y gruñÃa por lo bajo.
Usar la táctica de acercarse directamente era arriesgado pero le habÃa funcionado más de una vez, especialmente con adolescentes llenos de hormonas, pero esta vez no conto que su objetivo aparentemente era un cabeza hueca. Ni siquiera actuó nervioso cuando con su blusa de tirantes se inclinó más cerca de él para que viera su escote y se diera cuenta que no traÃa bracier, cosa que pondrÃa interesado a más de uno.
Se sabÃa hermosa y atractiva, utilizaba sus encantos como arma, por lo que le dañaba el orgullo que su táctica no funciono y además le llamaran señora. Estaba en sus veintes maldita sea.
HabÃa estado al tanto de los rumores que circulaban por la ciudad, esperando el momento justo para actuar, cuando los más jóvenes estuvieran apartados y lejos de los adultos más perspicaces y peligrosos.
De ahà debÃa escoger el objetivo más viable, serÃa extraño acercarse directamente a los más pequeños a menos que estuvieran solos, y de los más grandes el alto y robusto de los hermanos mayores parecÃa ser la mejor opción, Wednesday Addams era más intimidante incluso si su expresión no cambiaba, fuera más pequeña y con un peinado ridÃculo de dos trenzas.
La estrategia era simple, chocar, verse coqueta para llamar su atención, tratar de apartarlo de su grupo de familiares, hacer platica, mostrarse muy interesada o reÃr de todo lo que dijera para que pensara que le parecÃa interesante. Pero ese cabeza hueva no capto ninguna indirecta, no logro ningún avance y sus intentos fueron cortados por su hermana.
+*+*+
-Me gustarÃa usar papel pergamino pero tendremos que conformarnos con un papel menos tradicional- Morticia con la abuela Addams estaban ocupadas en la mesa del comedor de su casa, habÃa una pequeña torre de papeles, sobres a su izquierda y tinta y pluma como material de escritura.
-Son muchas cartas las que hay que escribir. Nos vendrÃa bien un par de dedos extras-
-Thing está ocupado en estos momentos, Large también con la cena asà que solo somos tu y yo mamá. Las invitaciones al funeral de Claudia no se escribirán solas-
-Un hechicito o una pequeña maldición podrÃan hacer la tarea más fácil-
-Tal vez, pero creo que este papel no es el adecuado para eso- dijo Morticia tomando la primer hoja de papel bond, blanca y endeble, lástima que en la papelerÃa local no tuvieran un papel más viejo y amarillento –ahora, ¿tienes el viejo libro de árbol familiar?-
-Si- la anciana mujer dejo caer con un golpe seco un viejo tomo de aspecto gastado, cuero negro lo cubria y amarillentas hojas era su contenido donde en ella se recababa los nombres antiguos y actuales de todos los Addams hasta la fecha.
-Bien, comenzando de la A a la Z, ¿Cuál serÃa el primer nombre a quien deberÃamos escribir?-
Mientras ambas mujeres comenzaban con la larga tarea de correspondencia, Large metiendo el guiso de esta noche con cabezas de pescado al horno, el constante golpe contra piedra se escuchaba en el sótano mientras Gomez Addams reÃa de fondo, algunas sorpresas llevan tiempo.
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