Desorientado. Es la palabra correcta para describir como se siente, sin mencionar lo mucho que su cuerpo pesaba y sus ojos se abrían con dificultad.
La luz es demasiado fuerte para él, y sus ojos azules lo resienten.
Las lágrimas de su progenitora caen en su rostro despejando cualquier rastro de sueño.
Contenía los sollozos con sus manos, sus facciones se encuentran tensas y su rostro reflejando la alegría explosiva que torpemente contiene.
No puede creer ver a Naruto, su hijo y su mirada llena de vida, entregándole nuevamente motivos para seguir, porque hace tiempo atrás cada día los perdía.
Se levanta con dificultad, jura casi escuchar rechinar sus huesos, no es capaz de comprender la situación hasta que observa las cosas a su alrededor; aparatos que le brindaron vida en sus meses de coma.
Es complicado procesar que había pasado para tener un tubo en su muñeca y vendas alrededor de su cabeza, realmente hace minutos atrás entiende su estadía en el hospital.
"¿Mamá?" Su voz suena ronca pero baja, es difícil hablar, aún así su madre puede entenderle. No entiende absolutamente nada y todo parece estático, como si el tiempo se hubiera detenido en esta habitación.
Entonces, en el silencio corto que se desarrolló en la familia se escuchó un estruendo, era la puerta chocando contra la pared.
No existe ni siquiera minutos entre la aparición de Sasuke y la agitación de Naruto.
Su corazón latió con rapidez y se formó un nudo en su garganta lastimándole hasta casi querer romper en llanto cuando unos brazos rodearon su cuello.
Es inexplicable la sensación de alivio que invade a ambos, no existe una palabra para describirlo porque es demasiado intensa y pura.
El aroma inundó sus fosas nasales con suficiente intensidad para calmar su corazón. Solo hay un fuerte calor en su pecho mientras aspira el cuello del omega aferrado a él, enterrando sus uñas a la espalda ajena y liberando las lágrimas que contuvo mucho tiempo.
Naruto podía sentir como la calidez del llanto ajeno traspasaba su playera y provocaba que su hombro se sintiera caliente. Y es que todo el cuerpo del omega era cálido, sobre todo nostálgico.
Porque su alfa lo recuerda, por supuesto lo haría, así que lame la cicatriz de una marca en el cuello de Sasuke, deseaba tanto volver a morder esa parte.
A pesar de la relajación que le brindaba el azabache, estaba inquieto, sus manos temblaban sutilmente sosteniendo a Sasuke con firmeza.
Gruñe inconsciente cuando el Uchiha se separa de él, con gruesas lágrimas resbalándose a travez de sus mejillas cayendo en las sábanas blancas.
Dolor. Uno intenso y horrible rompiendo su corazón en pequeños pedazos, no puede, no sabe que hacer para calmar su instinto. Está sofocado con su alfa enloqueciendo dentro suyo.
"Tranquilo, estoy bien" susurra con una sonrisa temblando y las mejillas doliendo sosteniendo el gesto "Lloro porque estoy feliz de que despertaras" responde sin escuchar ninguna pregunta, no eran necesarias. Entendía el sufrimiento de Naruto por sus ojos tristes y el azul opaco que muestra.
Saber la respuesta lo vuelve a tranquilizar, pero otorgaba más su relajación al tacto gentil del azabache en sus cabello rubios.
Es agradable no ver un rostro afligido en el omega, aún así, todavía desconoce lo que ocurre.
Tampoco sabe si es correcto hablar, pero le estresa no saber muchas cosas hasta el punto de dolerle la cabeza.
"¿Qué ocurre?" La voz suave de Sasuke lo alienta a sacar fuerzas para que sean audibles sus palabras.
"¿Quién eres?" Una circunstancia similar se repite, todo se detiene para caerse. La pregunta sigue en el aire pero las dos personas en el lugar no pueden hablar a causa del nudo en su garganta.
Es agobiante sentir las punzadas de dolor en su pecho, lastimándole mucho más de lo que puede soportar. Por un momento le falta el aire y no puede creer sentir el nerviosismo invadiéndole cada partícula de su cuerpo.
Su reacción natural es abrazar a la persona enfrente suyo que respira con dificultad y llora desesperadamente, sufriendo de una tristeza intolerable.
Se acerca porque sus brazos se mueven para alcanzar al omega pero este se niega, mirándolo con los ojos rojos y llorosos que tiene. Puede sentirse que tan vulnerable está y cada dolor en el pecho es mucho más fuerte para Naruto.
Las emociones desgarradoras de Sasuke son tan frescas en su piel estremeciéndolo.