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No, no es él... por Abadon007

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Notas del capitulo:

— Mierda… No debería estar aquí…


Para cuando recuerdan sus labios chocan en un violento beso.

23.- Stop crying your heart. 


Jono no sabía qué hacer, se sentía fuera de lugar, el mundo que tanto desearon para él,  le parece en sí solitario, en los días siguientes trataba de estar ocupado, ayudando a su abuela Martha, la cual hace lo posible para que se sienta en su hogar. Todo estaría bien como un año antes de que llegara a esa Tierra ajena de omegas y alfas, estaba bien junto con su padre Clark, sin importar que fuera un clon, siempre lo vio como su padre y aunque su madre Jay faltara, su padre lo era todo para él.


 


Pero ahora… 


Se encontraba sentado en su cama que está pegada a la ventana de su habitación, apoya y cruza los  brazos en el borde de madera y vidrio, contempla con atención  el cielo nocturno cubierto de estrellas, Kansas es tranquila, la granja es un lugar apacible, lleno de luz y vida,  en la escuela anteriormente ya había hecho amigos, en especial una amiga, el pequeño suspira con tristeza y apoya su mentón en los brazos mientras recuerda todo lo que a perdido, pues cada amigo que realizaba le contaba a detalle a su padre, cuanto extraña a su familia, sus padres, sus abuelos, sus tíos; aquellos días le fueron arrebatados, finalmente esconde su rostro en sus brazos, hipa, se estremece, por todos los medios trata de no estar triste ni de derrumbarse,  no puede.  


 


El pequeño cachorro llora.


 


Damián se propuso en darle una sorpresa a su joven amigo, una sorpresa que todos en la mansión se apuntaron cuando se enteraron que el menor de los Wayne deseaba realizarle a Jono. Y aunque en el inicio se negaba, termino aceptando por Alfred quien deseaba convivir más con el pequeño hijo de Superman y de Jasón.


 


Cuando llego a la granja de los Kent en una pequeña nave de Batman, una que no hace ruido y que los radares no detectan, pensó en ir con cautela por el árbol que esta frente a la ventana de su amigo y saltar para asustarlo, lo que no esperaba ver es la mirada triste del niño observando las estrellas. Esa mirada la conoce a la perfección, el mismo la tuvo cuando aún estaba con su abuelo y su madre… y es tristeza.  


 


Jono siente como alguien acaricia su espalda con cariño, había escuchado ruido, su oído cada día escuchaba los sonidos lejanos, los aísla tal y como Superman le dijo, solo que en este caso estaba tan absorto en todo lo que lo acongoja. Reconoce esa calidez, ese corazón que palpita con una tranquilidad que nadie creería en alguien como él, pero ante todo reconoce el dulce aroma de una flor exótica árabe, un perfume de aceite para jóvenes de esas tierras bañadas por el sol, un aroma que creyó que nadie tendría,  conforme sus poderes van apareciendo su sentido del olfato va reconociendo que en esta Tierra nueva, los humanos también tienen aromas singulares y el que más le agrada es el de Damián.   


— Jonyboy, entiendo cómo te sientes… 


El niño de ojos verdes se había introducido a la habitación, con cautela se sienta en la cama a un lado de él, se recarga a su lado sin dejar de acariciar esa pequeña espalda que se ve vulnerable y que se estremece con el llanto.


— Tt… No estás solo…


El pequeño deja de llorar, aun cuando perdió todo, entiende que sus padres se sacrificaron para darle esa Tierra a Jon, para brindarle un futuro mejor, pero lo que lo ha comenzado anclar a ese mundo es ese niño de ojos esmeralda. 


— Nuestro mundo no es paz y felicidad… pero debemos hacer lo correcto para vivir en él.


Deja de sollozar y se recarga en el hombro de Damián, sin consentimiento se abraza a él, aun cuando sabe que al menor de los Wayne odia que lo abracen.


— Te lo dejare pasar… te daré ese privilegio… pero va ser la primera y última vez Jonyboy.


 


Jonathan sabe que no será ni la primera ni la ultima vez, lo sabe, está seguro de ello, porque dentro de él, su animal interior ha seleccionado a Damián.  


 


Y por Damián, será la última vez que llore…


Sé hará fuerte para proteger al menor de los Wayne.


.


.


.


 


La amazona lleva a Jasón al departamento de Clark, el cual no se encontraba por sus horas de trabajo en el Daily Planet, el menor se suelta de ella, con respeto le dice:


 


— Princesa Diana, usted más que nada en el mundo debería de ser consciente que nada bueno vendrá de mí para Superman…


 


Lo observa retroceder de su presencia, no es temor, pero si es cautela de la reacción y aunque Jasón no lo sabe, Diana se deprimió mucho al saber de la muerte del niño que Bruce quiso más como un hijo, aquel impetuoso niño que creció en los barrios bajos de Gotham y del cual tenía un asomo de inocencia a pesar de vivir lo peor en las calles, si, la princesa Amazona adoraba y adora a ese niño indomable y sobreviviente, aun con todos sus demonios, Jasón es el más noble a su causa, ve por las mujeres indefensas y por los niños abandonados de la ciudad de la perdición, él es realmente el príncipe de esa ciudad.


 


Esta a la defensiva por la reacción que vaya a tener, la mujer sonríe con amabilidad, le habla.


— Todd cariño… las relaciones amorosas no son perfectas… el respeto, la comunicación y lo que sienten es lo que fortalecerá todo en ustedes…


 


El menor se queda sin habla, no esperaba que ella le hablara sobre las relaciones, no esperaba que le hablara con cariño sobre el amor, se burla.


— Señora sabe usted ¿Quién soy? Soy Red Hood por si no lo sabe, no tengo poderes, en mi momento de locura y rencor asesine a una banda de criminales, casi asesino a Batman… Soy un mercenario que caza a la escoria sin seguir el reglamento moral… mis manos están cubiertas de sangre… Así que no me hable de amor, no hay lugar en mi mundo para ello, no le espera nada bueno a Clark a mi lado… mejor que busque a una buena mujer u hombre para criar a ese niño…


 


La princesa comprende, desde un inicio noto que el petirrojo está preocupado por el que dirán si el mundo se entera que el héroe de Metrópolis tiene una relación con el mercenario Red Hood, teme por el futuro no solo de ellos sino de Jono. 


— Oh cariño tienes miedo… pero lo amas.


Jasón se sonroja por esa realidad.


— ¿Miedo? No tengo permitido a tener miedo… no más… no…


Ella se sienta en el sofá que está en la sala, lo observa.


— Entonces ¿Qué es Jasón? ¿Por qué no te das esa oportunidad? ¿No te crees suficiente? Sabes… Clark siempre pensó en ti como algo valioso… no con deseo, pero si con cariño. Y luego sucedió que ustedes dos murieron en la misma fecha, pero uno en el día a la vista de todos y el otro en la noche, en el silencio de la incertidumbre.


 


La mujer sonríe con tristeza al recordar el dolor de Bruce al perder a su petirrojo.


— Y aunque no lo creas Bruce sufrió mucho… no dejaba que nadie lo ayudara, se aisló de todos, de mí, se lamento, se culpo porque tal vez el destino de ustedes era estar juntos hasta en la muerte… lo sabe y lo comprobamos con sus Doppelganger, no importa que tan lejos estén, siempre volverán al mismo camino. Eres joven y es normal temer por el futuro…


 


Jasón la escucha con atención, ella se pone de pie se dirige a él.  


— Personalmente la justicia que impartes es la misma que realizo,  por otro lado en realidad fui por ti a las amazonas porque dentro de unos días festejaran el cumpleaños de Jono. Es importante que estén ustedes, pero ante todo date una oportunidad con Clark, nadie te está pidiendo que cambies, solo que te ames.


 


Diana se marcha dejando al muchacho en el departamento del reportero, esta absorto en sus pensamientos, nota que aun trae la ropa de guerrillero, se la va quitando mientras se dirige a la habitación del Súper hombre, toda esa ropa la mete al cesto de basura del baño, gira la llave de la ducha para asearse quitarse el lodo, las botas igual las limpia junto con todo, no le gusta el desorden, lo limpia, finalmente sale del baño con una toalla en la cintura y secándose el cabello, huele al shampoo que usa el mayor, todo su equipaje lo dejo con Roy, es la primera vez que viene al hogar de Clark, siente que está invadiendo su espacio, pero no puede andar por las calles con ropa de mercenario, pensaran que es un terrorista. Busca en los cajones una camisa y pantalones, todo es grande para su complexión.


— Mastodonte…


Se pone solo una camisa mientras busca ropa interior que le quede, no puede seguir ahí, en cualquier momento el hombre de acero llegara a su casa, debe marcharse, busca en los cajones algún pantalón de su medida pero parece difícil encontrar algo en la ropa de Clark. Se sienta en el borde de la cama para secar su cabello con la toalla.


 


En eso lo escucha, una ventisca entra por la ventana de la habitación, se pone de pie tirando la toalla con la que secaba su cabello.


 


— Jay… quiero darte tu espacio… en verdad lo quiero hacer… quiero comportarme como el adulto que soy… pero haces que eso sea imposible.


 


La imagen del menor es tentador, solo lleva puesto la camisa blanca del reportero, su cabello aun esta húmedo pequeñas gotas de agua se deslizan de su cabello hasta el cuello y rostro, la piel huele al jabón mezclado con el aroma que comienza a manar de los poros de su chico rebelde, un aroma a flores silvestres como girasoles, mezclado con madera y cigarro.   


— Mierda… No debería estar aquí…


Para cuando recuerdan sus labios chocan en un violento beso, donde el mercenario está tirado en la cama con el mayor encima de él. Clark gruñe al sentirlo desnudo, solo la camisa, gruñe deseoso sin dejar de besarlo y acariciarlo introduciendo sus manos bajo la tela, es el cielo se dice una y otra vez.


 


Por un breve instante Jasón intenta resistirse, negarse, pero todo su cuerpo se calienta al tenerlo encima, tallándose contra su pelvis, en menos de lo que piensa había desnudado al reportero que comenzaba a dejar marcas nuevas en su piel, las caricias, el sabor de sus labios todo en ellos se vuelve adictivo y como si fuera parte de la naturaleza de Todd, su entrada se encontraba húmeda, no como la primera vez que lo hicieron, esta vez un liquido escurre de su entrada, brotando un aroma más fuerte que hace que Clark se ciegue.  


— Omega…


Gruñe con dominio trata de voltear al mercenario boca bajo, el aguerrido petirrojo no permitirá que lo deje en esa posición tan vulnerable, Clark gruñe cegado por ese aroma fuerte que escurre de la entrada, gatea cubriéndolo con su cuerpo como un depredador que se encuentra encima de su presa.


— Mi Omega…


Y ante una docilidad que jamás pensó tener el segundo de los Robín, queda boca bajo, alzando sin pudor su trasero, separando los muslos. Se resiste, es algo que nunca haría, aun cuando tuvo sexo con el súper hombre, nunca se rebajaría hacer algo como eso, pero algo distinto lo ciega, su vientre arde, todo su cuerpo arde como el demonio, un calor superior a las fiebres que ha tenido últimamente lo hacen desear que Clark se entierre y lo penetre con ferocidad. Como si fuera otra persona, otro ser suplica.


— Alfa… follame…


 


Clark se estremece, sus pupilas se dilatan ante el deseo atroz, Jay grita apagadamente al sentir como la lengua de su Alfa lo prueba y lo penetra limpiando ese líquido que emana de su entrada, pero quiere más.


— Kal… follame…


 


 


Ya no es Clark el que se hunde en su interior, el que frenéticamente lo penetra con el fuerte vaivén de cadera, Jasón se pierde, se aferra a las sabanas rasgando la tela, jadeando por tomar aire ante cada golpeteo en su próstata,  solo escucha la piel chocar contra piel, el gruñido salvaje de animal en celo de su compañero, siente como esos dedos se aferran a su cadera, claro que dejara marca, pero entre el placer y el mero instinto no siente el dolor, como si el animal primitivo surgiera y reclamara el apareamiento.


 


Por un breve instante se siente vacío, pues el héroe sale de él, solo para voltearlo y acomodarse entre sus piernas, Jasón alza las manos para sujetarse en los hombros, se arquea al sentir como de una sola estocada vuelve a tener ese duro falo en su interior.


— Mi Omega…


Una embestida, tras otra gruñendo, separando las piernas del menor lo humanamente posible, penetrándolo sin tregua, mientras la consciencia de Jay se pierde en el placer y lo satisfecho que esta al sentirse tan lleno.


— Mi… Mi Alfa…


Las pupilas dilatadas de Kal observan el cuello del mercenario, una embestida fuerte, su compañero retorciéndose ante el próximo clímax, hunde su nariz en la curvatura del cuello, inhalando el aroma, la glándula, sus colmillos crecen, rasgan con levedad la piel, la violencia con la que el orgasmo de ambos llega hace que Kal hunda sus caninos en la glándula provocando que ambos se corran, Jay grita abrumado y cegado por los múltiples orgasmos que lo sacuden, en su interior siente como el falo del súper hombre se hincha, colmándolo con su semilla, se aferra a la musculosa espalda rasguñando, deseando que ese placer que siente no se acabe nunca, mientras que Kal muerde con fuerza, pero sin dañar de gravedad la glándula, una última embestida para colmarlo, lo siente, su miembro esta apresado en esas paredes, no le molesta, lame la sangre que de la glándula emana ante la mordida, la lame y besa, dentro de su inconsciente, el Superman de la Tierra Omegaverse le dejo datos sobre esa forma de apareamiento, lo que siente es su miembro anudando al omega, colmándolo y asegurando su esperma.


 


Jasón va perdiendo el conocimiento por el acto, trata de mover a su compañero aunque sabe que es inútil.


— Mier… mierda… eso fue… intenso… cielos…


 


Se siente como si un tren acabara de pasar encima de él o literalmente dentro de él, lentamente se queda dormido con Kal encima quien poco a poco va tomando consciencia de lo que sucede, entro en un lapsus de celo de un Alfa provocando que el Omega entrara también en celo, pero si lo que hizo es cierto, quiere decir que el cuerpo de Jasón, su interior fue modificado por el Bruce de la Tierra Omegaverse.


 


Jasón es un Omega en toda la extensión y lo acaba de marcar.


  


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Notas finales:

Nuevamente hola a todas y a todos, muchas gracias por seguir leyendo este fic Clark Jay, como prometí otro capítulo para recompensar su enorme paciencia. Y pues con la emoción de que al fin la inspiración para escribir esta regresando, en realidad no me gusta estar bloqueada.  DX   Es horrible querer escribir y no poder hacerlo, así que me puse a leer libros y fics pendientes que tenía, también a leer mis fics para no olvidar la trama.                                                                                                                                      


Sinceramente muchas gracias de corazón por ser tan lindas y lindos, no me los merezco. DX 


Dedicado para todas y todos ustedes.


 


Saludos, besos y abrazos estilo Superman.  


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