— vamos, no es para tanto.
— calla.
— ¡Estas exagerando!
— estas castigado.
— ¿Ah? no puedes castigarme por eso, vieja bruja— es el insulto más fuerte con el que puedo llamar a Stella. Apenas me ha dejado hablar en el camino de regreso a casa, y si no me saco de ahí de la oreja es porque fui más rápido que ella.
— Liir, más respeto.
— ¿Qué está pasando?— mi mamá se asoma de su estudio. Ella parece más joven de lo que en realidad es, yo no me parezco mucho a ella: su cabello en mucho más oscuro que el mío, sus ojos también son negros. Stella dice que tenemos la misma forma de los ojos, aunque nunca lo he notado.
— mamá, me está castigando y no hice nada. Eso es injusto.
— tu hijo… él…— nos ponemos a hablar al mismo tiempo. Mi madre, nos mira, sin decir nada. Es divertido de cierta manera. Finalmente cruza los brazos.
— ¿Qué fue lo que paso?— dice, en un tono suave, que en realidad oculta más de lo que parece. Las dos son de temer cuando están molestas, aunque no por eso son menos dulces. Una de las primeras veces que discutí de verdad con Stella, le dije que ella no era mi mamá, paso llorando una semana, sin hablarme. Otra vez, ellas se molestaron, mi mamá me dejo con ella hasta que Stella no fue a buscarla y a disculparse
— ella esta histérica, quiere castígame solo porque…
— ¡Se estaba besuqueando con un chico!— resoplo. Mi mamá sigue seria, pero me parece ver que quiere sonreír.
— eso es mentira, yo no estaba besuqueándome. Solo fue uno— antes de que ella llegara y arruinara el momento. Ni siquiera he podido marcarle a Blair. Stella me da un pellizco, y me aparto de ella— ¿lo ves? Yo no estaba haciendo nada malo.
— ¡Te estabas besando con Blair Howland!
— ah, con que ese es su apellido.
— ¡Liir!
— ya, ya… ¿Cuál es el problema con eso? no tengo prohibido salir con alguien. ¿O sí?— miro a mi mamá, que se ha mantenido callada de nuevo— quiero que discutamos eso.
— ¿Conoces a ese chico?— se dirige a Stella.
— le soy clases— ah, no debería de sorprenderme eso, mi madre le da clases a casi toda esa facultad. Con todo, ni había pensado en preguntarle sobre Blair a ella. No, pensándolo mejor, que bueno que no le pregunte nada. Ahora sé lo que quiere saber mi madre. Pongo los ojos en blanco.
— no es ningún delincuente, mamá. Hasta donde sé, es bastante responsable con sus estudios. ¿Me equivoco?— le sonrió a Stella mientras me siento en el sofá. Sé que Blair pasa horas sin responder a mis mensajes porque está ocupado, cuando está realmente ocupado me responde con un “tengo mucho trabajo” y nunca quiere jugar si tiene trabajo.
— no.
— ¿lo ves, mamá? Está exagerando.
— creo que Liir tiene razón. No veo motivo para castigarlo— ¡Sí!— sin embargo… me preocupa un poco que no nos hablaras de este chico antes.
— ¿ah?, pero si lo hice.
— no.
— pero si les conté del chico al que le regale un helado, y de mis nuevos amigos, él y Sumiye, la chica asiática que se sientan en las bancas. Sumiye es la hermana de la chica a la que le gane en una competencia.
— ¡¿Todo este tiempo nos has estado hablando de Blair?!
— ¿Qué problema tienes con Blair?
— sí, Stella, ¿Qué problema tiene ese chico?
— bueno…
— No tiene ninguno— esto esta resultado más divertido de lo que pensé. Y es tierno en cierto modo que ella se esté preocupando por mí.
— Pero esto no se trata de mi, ¿Por qué le estabas besando?— uh, justo lo que quería evitar. Las dos me miran. Pero si era tan divertido estar molestando a Stella— de seguro te estaba obligando ¿no?
— ¡No! ¿Me veía como alguien obligado?
— ¡Liir!
— Ya. No me obligo. Esto ha sido… una sorpresa— se me revuelve el estomago solo de recordar lo que paso. Blair es guapo, si. Y claro que llamo mi atención aquella vez, pero no para tanto. Claro que pasar tanto tiempo con cualquiera puede hacer cambiar de opinión. No pensaba decírselo, que me gusta estar con él y que comenzaba a sentir las dichosas mariposas de cuando estas enamorado, porque Blair no la está pasando tan bien con lo de su ex y no quiero ni aprovecharme de eso ni que me use para superarlo.
— pero ese chico no te conviene, ¿tienes idea de todo el alboroto que se armo por él?
— ¿ah? Creí que el de la culpa era ese otro chico. Blair no ha hecho más que caerte mal ¿no? pero… en serio me gusta. Quisiera salir con él, y ver como resultan las cosas.
— Liir, ¿si recuerdas que…bueno, no han ido muy bien las cosas cuando hablas sobre tu familia?
— ya sé, pero con Blair es distinto. Además, si no entiende esto— abro mis manos, abarcando todo con un gesto— entonces no creo que deba salir con esa persona— eso parece calmarlas. Nah, la verdad es que si las calma, no es la primera vez que se los digo y siempre tiene el mismo efecto. ¿Siguen sin confiar en mí? vamos, no he sido tan malo en esto— él y Sumiye saben cómo es mi familia.
— ¿de verdad?
— sí, se los dije.
— ¿le dijiste a Blair que yo…?
— le dije que tenía dos mamás. Lo sabe desde... No lo recuerdo. Como sea, entonces ¿puedo salir con él?— me siento realmente tonto pidiendo permiso para esto, ni que fuera una chica de trece.
— Yo realmente no veo problemas con eso— me le cuelgo a mi mamá, que como está sentada en el mismo sofá, la hago reclinarse mucho— ¿eso es lo que quieres?
— ¡Sí!
— ¿Qué dices?— le pregunta de nuevo a Stella. Esto no es más que una mera formalidad, porque si voy a salir con Blair lo hare quieran ellas o no. Está bien que sean mis mamás, que me quieran y se preocupen por mí, pero al final es mi vida.
— Y no vayas a vengarte de él en las clases, eso es jugar sucio y arruinarías su promedio y quizá su futuro laboral.
— ah, bien. Son dos contra uno— y no tiene nada que decir de Blair podría añadir— tampoco es tan mal estudiante y tiene algo de futuro. Pero es un completo desastre en redacción y expresión.
— que no tenga nada que ver con la universidad— comento, pero ya estoy sonriendo.
— bien, pero no quiero verte besuqueándote con él por toda la facultad.
— tecnicismos, cosas sin importancia. ¿Vamos a comer? Hace mucho que no salimos— tengo hambre, y sirve para calmar un poco las cosas. Calmarme a mí. Estoy adelantándome mucho. ¿Por qué me beso Blair? Yo cometí un error al besarle ese día que jugábamos, pero una cosa es lo que hice, un beso en la mejilla, a lo que paso hoy, un beso en la boca, con lengua y todo.
— Sí, es una buena idea— mi mamá se levanta— iré a cambiarme la ropa— Stella ya está vestida, y a mí me da igual que ropa llevo, sé que no está mal porque no tengo ropa muy vieja.
— es lo más inteligente que has dicho hoy. Ah, y Liir, nada de entrar al sistema y cambiar las calificaciones.
— mamá, ¿Cuándo he hecho tal cosa? Ni siquiera lo hago con las mías— me da una mirada reprobatoria, y la discusión termina. Saco mi teléfono apenas me veo a solas. Hay una llamada de Blair y varios mensajes.
« Lamento causarte problemas. ¿Está todo bien?»
« Todo bien, no te preocupes. Quisiera hablar contigo después.»
« ¿No vas a trabajar hoy?» su respuesta me llega unos segundos después. Sonrió, porque eso significa que estaba pendiente, o que le interesa lo suficiente para responderme tan rápido.
« No, iré a comer con mis mamás, cambie el día con Lindsay. Ella no irá mañana.»
« Entiendo. ¿Nos vemos mañana en las bancas?» frunzo la nariz. ¿En las bancas? No sé si sea el mejor lugar para tener esa conversación. Tampoco la heladería.
« No me gusta. Hablemos de eso cuando salga de la heladería ¿puedes?»
« Sí… ¿pero iras mañana a la escuela?»
« Sí. Les pienso patear el trasero otra vez» no habrá festejos hasta después de hablemos. Ah, es fácil pensar eso, pero estoy sonriendo. De verdad deseo que ese beso no signifique más que una confusión o algo. No creo que Blair sea capaz de usar a alguien a propósito, no con lo que paso a él. Umm ¿Cómo será ese tal Myles? Me queda claro que es un idiota si dejo a alguien como Blair.
— Liir, vámonos.
— Ya voy— las alcanzo y les paso los brazos por el cuello, soy más alto que las dos— ¿A dónde iremos hoy?
— no sé, tu sugeriste esto ¿A dónde quieres ir?
— umm… ¿y si solo lo dejamos al azar? Entremos en el primero que nos guste a ver qué tal.
— ¿tú crees? Mejor vamos a ese restaurant que fuimos la otra vez. Tenían buenas bebidas… ¿Cómo se llamaba?
— Como sea, vamos ahí— me toca ir en la parte de atrás del coche, pero no me molesta. Nunca me importo tener dos mamás, ni sentí que me faltara algo, al menos hasta que fue bastante humillante tener que hablar de cuestiones adolecentes con ellas, ahí si desee tener un padre, aunque sigo pensando que sería igual de humillante, pero al menos creo que me hubiera entendido mejor. Fuera de eso, y de que hubo un tiempo que quería un hermano, todo ha ido bien. Me gusta mi familia, aunque sea pequeña y sea el único al que le gusten los chicos en casa.
Está lloviendo. Miro la lluvia, de pie en la entrada a mi facultad. No hay nadie en la explanada, ni en las bancas. Que decepción. Tengo un mensaje de Sumiye diciendo que están en su facultad, y yo ni siquiera tengo un paraguas. Ah, quería ver a Blair. Ver cómo reacciona al verme, saber cómo nos comportaremos.
— oh, así que mi hermana no viene hoy. ¿Quieres jugar un rato?— Aiko está de pie, a un lado mío. Si la gente dice que todas las personas asiáticas se parecen, es una vil mentira. Aiko no se parece nada a Sumiye, Aiko tiene el cabello corto, se maquilla y usas faldas cortas. Ni se me había cruzado por la cabeza que ellas fueran hermanas. Cosa rara, Aiko habla perfectamente.
— Claro— todo está lleno, como no pueden salir todos se sientan en donde hay espacio. Nos cuesta un rato encontrar un lugar libre. Nos sentamos en el suelo y pronto estamos tecleando para iniciar el juego. Programación es más que hacer juegos, claro, pero hacer juegos es divertido, mucho más si ganas algo de dinero.
— así que… estas saliendo con ese amigo de mi hermana.
— ¿Cómo?
— tú y el chico ese que es amigo de mi hermana, no me acuerdo de su nombre. Ella menciono algo a mis tíos, escuche por casualidad y luego les vi el otro día allá en las bancas.
— oh…— tsk, eso es mentira. Sumiye podrá mentir, pero que yo lo diga… no puedo decirle que sí, porque todavía no estamos saliendo— no es así… es… bueno… ¡Joder! ¿Cómo has hecho eso?— su nave se ha teletransportado y ahora me ataca.
— ¿decías?
— que no estamos saliendo todavía. Me gusta, pero no hemos hablado seriamente sobre eso.
— ah. Lástima, pensaba invitarte a salir, por un café o una pizza, y ya después ver como se daban las cosas— mi nave estalla.
— bueno, no saldría con alguien que me gana en esto— ella se ríe, mientras reinicia la partida. Solo está mostrándome las nuevas cosas que añadió a sus naves. Y me quedo pensando en cómo podría ganarle. Mi invisibilidad es insuficiente. Como sigue lloviendo, la heladería está casi abandonada. Nate debería vender café y chocolate caliente para estas ocasiones. En invierno dudo que venda helados. Quizá mezclar la heladería con una cafetería.
— Liir, hey, Liir.
— ¿Qué?
— que me voy adelantando, tengo que ir a recoger las cosas para mañana, el pedido llego desde ayer, pero necesitaba un auto.
— bien.
— ¿puedo dejar que cierres? Solo deja las llaves en la mesa de allá.
— Sí— en las mesas, con un impermeable, esta ese chico que le grito que saliera con él. Le hago un saludo con la mano— oye, Nate, si quieres tener una cita solo dímelo.
— ¿Qué? oh, él ha conseguido el auto. Solo eso— claro. Nate es el hermano de mi padre, es el único de esa familia que me agrada, siempre me da regalos de navidad. Y se van, dejándome en la heladería, casi abandonada. Es temprano, pero con las nubes ya está oscuro. Y la lámpara de afuera está fallando… y los arboles… hay mucho viento, y ruidos… ¿Por qué no hay personas hoy? Después de ruido, silencio. Estoy tan atento en escuchar, que cuando vuelve a hacer viento pego un brinco. Pff, que tonto, no hay nada de que asustarse, es solo un día nublado y no tengo porque asustarme, cualquier cosas debería tener más miedo de mí que yo de eso ¿no?
— ¿Liir?
— Aaahh— Blair me mira, con una mano en la oreja. Trae un grueso abrigo de piel y un paraguas.
— vas a dejarme sordo.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
— Tú me dijiste que viniera— arquea una ceja— pensé que saldrías temprano hoy, nadie sale con este clima— Me asusto, maldición. Me sigue mirando raro, parece que no se dio cuenta de que grite por el susto. Mejor, no le diré que paso. Me aclaro la garganta e intento ignorar que casi se me sale el corazón.
— Nate se fue hace… no se… creo que puedo cerrar ya— Blair me ayuda a meter las mesas y bajar las cortinas de la tienda. Dejo el uniforme y las llaves donde Nate me dijo. Con Blair aquí es más fácil apagar las luces— es un día horrible.
— Me gusta— Blair se encoje de hombros. El parque se sigue viendo tan oscuro…
— No me quejo del día en sí— no sé qué más decir. Blair tampoco dice nada. Ya solo hay una llovizna, pero Blair sigue con el paraguas abierto— eh… sobre…
— ¿se molestó tu mamá?
— no… si, un poco, pero se solucionó todo.
— Wow, así que ella es tu mamá… fue una sorpresa— bueno, supongo que lo seria. Seguimos caminando. Ah, no sé como comenzar a hablar sobre eso— Liir…eh… ¿yo te…? ¿Te gusto?
— me gustas, eres agradables y pienso que eres buena persona. Y… también me gustas. ¿Y yo? ¿Por qué me besaste?
—… creo…
— ¿umm?
—he estado pensando mucho. Tengo días… no quería creerlo porque…— me mira, y luego mira al cielo— lo de Myles paso hace poco, me parece que intentar salir con alguien más… es muy pronto. Porque aunque él estuvo fingiendo, yo no.
— entiendo.
— pero, arg. Es tonto ¿sabes? él ni siquiera me quiso. Estuvo saliendo con ese otro, y ni siquiera se molestó en ocultarlo cuando termínanos. ¿Por qué yo no puedo salir con alguien? Había creído que no saldría con nadie en un tiempo, y por eso no quería creer que podía estar contigo. Te bese porque me gustas.
— oh.
— y… ah, no sé si solo quiero olvidarme de Myles, pero la verdad cuando estoy contigo no pienso en él, y ahora ya casi ni me importa lo que haga. Aunque si piensas que solo estoy saliendo contigo para olvidarme de él está bien.
— umm— el viento mueve los arboles de forma tenebrosa, y me odio por estar vigilando más el camino que en lo que me dice Blair— creo que eso está bien, digo… ¿Cómo olvidarías que jugaron contigo? yo no quería decirte nada por lo mismo. Pensé que querrías un tiempo. Ya te lo dije, me gustas, creo que desde que nos vimos en la heladería, pero no creo en el amor a primera vista. Ser amigos fue bueno, pero creo que ya no es suficiente.
— Liir… ¿Qué se supone que estás buscando?
— Nada— Blair ríe, su mano roza la mía, primero parece un toque sin querer, pero después sus dedos se aferran a mi mano.
— si tenías miedo debiste decirlo desde el principio.
— ¡No tengo miedo!
— ¿Y ese grito de antes?— lo noto… woaa, en serio lo noto.
— me sorprendiste. No tengo miedo, ni que tuviera cinco años— claro que de seguro a él no le obligaban a ver películas de terror desde los cuatro y le obligaban a dormir en un cuarto a solas. O que tus amigos te contaran historias aterradoras. Y después, cuando ya no me dejaron ver películas de terror las viera por mi cuenta y no pudiera decirle a nadie porque me castigarían.
— claro.
— ¡Que no tenía miedo!— en cualquier caso ahora ya no lo tengo.
— ah, así que… tu mamá. Ella me odiaba antes de que supiera esto. Ahora creo que me desea ver muerto.
— no es para tanto. Le dije que no te molestara mucho, así que tranquilo— Blair ríe, aunque no se ve convencido.
— espero que te haga caso.
— ah, me dijo que no quería vernos besuqueándonos por los pasillos.
— ¿le dijiste que…?
— ellas me preguntaron, no les miento.
— pues no tengo muchas ganas de que me vea besándote— le veo arrugar la nariz, y ahora yo me burlo.
— aunque no hemos hablado nada de cuando te lleve a casa. Ni si mi mamá se vaya a poner de acuerdo con ella para molestarte un poco. No será la primera vez que lo hacen— pone tal expresión de horror, que me duelen las costillas por aguantarme la risa. Aah, no aguanto.
— Liir— me reprocha. Me rio más, y seguiría riendo si Blair no me besa. Su boca ahoga mis risas, el paraguas queda a un lado. Cierro los ojos y me dejo llevar. Demonios, no debí reír tanto, me separo porque tengo que respirar.
— Entonces… ¿este es nuestro primer beso como pareja?— Blair no me responde, me besa otra vez, un beso corto y luego vuelve a levantar el paraguas.
— de seguro tu mamá me culpara ahora de todo lo que te pase— suelto una carcajada. Es ridículo que le tenga tanto miedo a mi mamá, no es para tanto aunque ella sea una maldita bruja, en el buen sentido. Le detengo, y ahora yo le beso. ¿Qué es un poco de lluvia? El parque ya no es aterrador, ahora me parece el mejor lugar para besarse.
— No está mal— suspiro.
— Está muy bien— sé que Blair no se avergonzara de que estemos saliendo, que no le importara que nos vean ni que las personas sepan, aunque podría preguntarle sobre eso, quizá quiera no comentarlo por un tiempo… Ah, es temprano, se supone que debo estar en la heladería o estar volviendo a casa; pero por ahora creo que le voy a besar otra vez.