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Besos de vainilla por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Aqui esta el nuevo capitulo, espero que les guste.

— ¡Gane!—  Liir golpea con los puños la mesa. Está nublado, parece que lloverá en cualquier momento, y por eso no hay nadie aquí. Ni siquiera está la otra trabajadora.


— ¿Cómo haces eso? debería estar prohibido usar camuflaje.


— eso es nuevo, con esto estoy seguro que ganare. Incluso tuve que hacer un sistema de enfriamiento por si se les ocurre hacer un escáner térmico y detectan el calor del motor de la nave.


— si sabes que todo esto no es real ¿cierto?— pregunto, reiniciando la partidas.


— pero el dinero si lo es. ¿Por qué dijiste que Sumiye no vino?


— Clases de idioma— gruño cuando la nave de Liir desparece de la pantalla y un tiro destroza una de las alas de la mía— ¿Cómo se supone que gane aquí si no soy programador?


— vaya, al fin lo entiendes— le miro, dejando de jugar, no tiene caso de cualquier modo. Él sigue con la vista fija en la pantalla de su portátil— ¿Cómo te ha ido?


— ¿Cómo?


— tus clases, la vida, eso— hace una mueca cuando logro darle a su nave. Ni sé que fue lo que hice.


— normal. Creo que todos se están olvidando al fin de eso. Yo lo hago, y ¿sabes? Ya no me importa que sigan hablando de eso. Paso hace mucho.


— como tres meses. Pregunte un poco el otro día, pero ya han surgido muchos rumores. Dicen que le rogaste delante de todos, incluso del nuevo chico con el que sale— ¿Dónde escucho eso?— se que no es verdad, tu no harías eso.   


— gracias por la confianza.


— solo digo lo que escuche, parece que todavía quieren molestarte, así que no les hagas caso.


— Ya lo sé, ¿Quién crees que soy?— no quiero tampoco hacerme tan insignificante que no hablen de mí, no quiero ser invisible lo que queda de la carrera— ¿y tú? ¿Ya no te han castigado?


— no, pero ahora no quieren levantarme este castigo.  Me he quejado mucho, pero nada. Ninguna de las dos cede.  ¿Si comienzo a equivocarme con los sabores? ¿O derramo el helado encima de los clientes?


— no lo hagas, quedaras como un idiota.


— umm. Ni siquiera me quisieron prestar el auto anoche— ¿Liir conduciendo? Dios nos libre de eso, esas mujeres son sensatas al no dejarle al volante de varios kilos de carrocería y gasolina andante.


— Liir, lamento llegar tarde. Gracias por quedarte, puedes irte— el dueño de la heladería, Nate, me sonríe y me saluda con la mano. Parece que ya se acostumbro a vernos por aquí a Sumiye y a mí. Nosotros hacemos el esfuerzo de quedarnos alejados, y dejar que Liir haga su trabajo, aunque de vez en cuando se escapa y se sienta con nosotros. El hombre es castaño y sus ojos siempre tienen esa mirada amable que tienen los padres consentidores. ¿Conoce a Liir de hace tiempo? Incluso tiene los ojos grises, como Liir.


— No hay problema— Liir cierra su computadora y se levanta de un brinco. Le espero unos momentos, en los que entra y cuando regresa ya no trae la gorra ni la camisa de la heladería.


— ¿Cómo has llevado el traslado?


— bien, me ha ido peor, al menos pude ponerme al corriente con las clases, y el vecindario tampoco esta tan mal— Liir se ha mudado también, aunque él dice que lleva tiempo viviendo en la ciudad. Caminamos en la misma dirección varias calles, casi siempre es él quien habla, mientras le escucho.


— Nos vemos mañana— le digo, cuando llegamos a la calle donde tenemos que ir por diferentes caminos.  Ahora tengo el número de Liir, así que apenas nos dejamos de ver, comienza el chat de la tarde. A veces, Liir incluye a Sumiye. También lo hace por las mañanas, en clases, pero no soy tan idiota para responderle mientras el profesor esta delante de todos.  Liir habla de todo, más de informática y programación,  del clima, de las series de televisión que le gustan (de suspenso y acción), de lo último que comió, de aquel restaurant al que le llevaron sus mamás. A veces es difícil seguirle la conversación. Sumiye le sigue la conversación, y ahora conozco muchos detalles irrelevantes de mis amigos.


 


Uno de tantos días más en la facultad,  suspiro, frotándome las sienes. Esta última clase con la profesora Hall ha sido un fastidio. Y para colmo, Sumiye no vino hoy a la clase. Mi teléfono ha estado emitiendo la luz de mensaje recibido.  Ni ocupo ver de quien es, solo hay dos personas con las que hablo. Esta vez es de Liir, un montón de mensajes describiendo la nueva estrategia de combate que usara hoy. Oh, ahora mismo debe estar en ese torneo de apuestas o lo que sea.


— Blair.


— ¿Umm?— alzo la vista y casi dejo caer el teléfono.


— ¿ni un hola? ¿Te has olvidado de mi tan pronto?— sacudo la cabeza, pero la boca se me ha secado.  ¿Qué hace Myles hablándome? No sé qué decirle. Él me observa, esa mirada que ponía cuando me pedía algo…—  oh, vamos ¿en serio?— antes de evitarlo me quita el teléfono de las manos. 


— devuélveme eso.


— ¿Por qué? ¿Qué es lo que me quieres ocultar?— claro, aunque me mira igual, sé que él no es la persona que yo conocí— ¿Qué clase de nombre es Liir?— sonríe de nuevo.  Si no tuviera mi teléfono ya hubiera dado la vuelta,  quiero tener el mínimo contacto con él.


— Myles, es mi teléfono, no tienes que estar husmeando— no me pone atención. Estoy molestándome.


— ¿Qué es esto? bajar al segundo cuadrante… activar plasma… ¿hipervuelo? ¿Es una especie de clave?— le quito el teléfono.


— Eso no te importa— me doy la vuelta, guardando el teléfono. Me dará algo, en serio, porque en la siguiente clase también esta Myles, no puedo deshacerme de él.


— Entonces ya estas saliendo con alguien ¿es mejor que yo?— ¿Qué le hizo creer que puede hablarme otra vez? Como si nada hubiera pasado. No pienso hablar con él, no voy a rebajarme.  De seguro solo quiere meterme en más problemas, quizá su nueva pareja llegue e intente pelear— Nah, no creo que lo sea. Es más, dudo que sea alguien con quien sales.


— no me hables.


— oh, no seas tan malo.


— ¿Qué es lo que quieres?— le pregunto, deteniéndome— no voy a hablar contigo— añado antes de que me diga algo.  Solo quiero alejarme. ¿Dónde está Sumiye?  O ese novio suyo, podría llevárselo de aquí.  No solo es eso, tengo miedo de escucharle y volverme un idiota. No quiero volver con él, y… siento que si me lo pide, voy a decirle que sí.


— solo hablar contigo.


— mira, será mejor que dejes eso.  Me quedo muy claro que no tenemos nada que ver, y estoy bien con eso— eso es una mentira a medias, no estoy bien con eso aun. Todavía es pronto, y sigo pensando en Myles cuando lo veo.


— aun podríamos…


— Blair, venir conmigo— solo veo el cabello oscuro de Sumiye agitarse para todos lados mientras me obliga a caminar— ¿Qué hacer? ¿Ser tonto o qué?  


— ¿eh?


— ¿Por qué hablabas con Myles?


— no es nada, solo…


— él seguir jugando contigo. ¿No darte cuenta? verte como si fueras cosa, no persona. ¿Quieres ser otra apuesta?— está molesta, y no entiendo del todo porque. No es a ella a quien han usado como sujeto de apuestas.


— claro que no. el me hablo primero, yo no. me quito el teléfono y no puedo obligarle a ir por otro lado— no voy a golpearle, ni hacer un escándalo. Ella me sigue mirando molesta— solo me pregunto que si salía con Liir, vio su nombre en el teléfono. Yo no quería hablar con él, así que le dije que no.


— tonto, decirle que sí.


— no voy a mentir.  Y no creo que a Liir le guste— para empezar no necesito mentir en tal cosa. Nos dirige hasta el salón donde tenemos la siguiente clase— pero gracias por salvarme, no sabía qué hacer.


— solo decir que no. No es tan difícil.


— ehh


— Además, tú muy amable, no debieras ser amable con él— suspiro, prefiero no responder a eso.


Me queda claro que Sumiye tiene razón cuando al terminar la clase, me veo rodeado de los amigos de Myles. Arqueo las cejas cuando me detienen.


— ¿Es cierto que estas saliendo con alguien?— todos ríen,  intento seguir caminando, pero me detienen de nuevo, esta vez pasando el brazo por los hombros, como si aun fuéramos amigos. Sumiye no se atreve a acercarse— ¿deberíamos proponerle lo de la apuesta?— que idiotas. Les dejo atrás.


— tenias razón. No debería ser tan amable.


— él no estar feliz contigo, tu parecer ahora más feliz. Eso no gustarle— me cuesta creer eso. Nadie puede ser feliz viendo a los demás infelices. Myles no puede…— y tú estar feliz con Liir y conmigo.


— ¿Qué dicen de mí? Tienen mala cara.


—  idiotas molestar a Blair.


— oh, ¿en serio? ¿Qué hiciste ahora?


— nada. ¿Ganaste?— Liir sonríe


— Por fin pude ganarle a Aiko, fue genial, tengo una grabación de la batalla, no podía perderlo, vamos te la muestro— nos lleva casi corriendo hasta las bancas, se nota que se muere por contarnos los detalles. Por fin me siento tranquilo.  Ni yo ni Sumiye interrumpimos a Liir en su larga y detallada explicación.


— ¿Cuánto ganaste?— pregunta Sumiye.


—  oh, eso es un secreto. Pero ¿quieren ir al cine esta tarde? yo invito— ah, debe ser su día libre en la heladería.


— como sea.


— yo iré.


— ¡Bien! entonces nos vemos a las cinco. Tengo que hacer algo, así que nos vemos en la tarde— cierra su computadora y se va tan rápido que apenas tuve tiempo para procesar que se fue. Eso fue un poco raro.


— tenía mucha prisa. ¿Crees que ir a ver a alguien?


— no lo sé, no creo— y aunque así fuera, no nos importa. Liir puede tener más amigos.  Nos quedamos ahí hasta que tenemos que volver a clases.  


Si Liir fuera más sensato podría tener muchos más amigos, ser de esas personas populares, siempre sonriendo, alegre, es divertido y hasta interesante. Quizá ya tiene más amigos, tenía poco tiempo de haber entrado al curso, así que eso sería normal. Tener amigos es normal. Incluso podría estar interesado en alguien aunque todavía no nos dice nada al respecto. Hablara mucho, pero su vida sentimental sigue siendo algo de lo que no habla mucho. Si tiene más amigos está bien, incluso si sale con alguien.


— Blair, ¿estar enojado? Ignorar a Myles.


— ¿Qué?


— Myles estar mirándote y hablando. ¿Estar molesto?— ¿Qué estaba haciendo qué? Volteo sin querer a ver a Myles, y  si, le veo hablar con otros y mirarme de vez en cuando, sonriendo. Ah, no ocupo pensar mucho para saber qué es lo que hablan. Igual no estaba molesto por eso. No debo molestarme si mis amigos tienen más amigos, no es algo por lo que deba estar molesto.


— No, no estoy molesto— respondo suspirando e ignorando a Myles. Ni siquiera me di cuenta de que estaban hablando de mí.  Las clases terminan, no logre reunir el valor para sáltame las últimas dos, así que apenas tengo tiempo para ir a casa, comer algo e ir al cine que Liir nos indico hace  mucho rato en un mensaje.


Cuando llego al cine, muy temprano porque no tengo nada que hacer, me sorprende ver que no soy el primero en llegar. Liir está sentado en una de las sillas altas, jugando como siempre en sus aparatos.  No me ve cuando me acerco, y solo voltea cuando hago ruido con la silla.


—  ah, ¿ya es la hora?


— no, aun falta. Llegue temprano.


— bien ¿tienes alguna película en mente?


— Tú nos has invitado— él refunfuña algo que no entiendo— ¿no se han enterado en tu casa que apostaste?


— no, por eso les invite, mejor gastarlo ahora antes de estar castigado. Hay una película de terror nueva que quiero ver.


— me da igual. Me gustan todas.


— podríamos entrar a esa película de princesas de Disney.


— Liir, solo es una, y no quiero entrar a una película para niñas. Entremos a la de terror.


— ¿ves que no era tan difícil elegir?


— eso es injusto. Oye, ¿Cómo se entera tu mamá de las apuestas?— es raro decir tus mamás, y él debe entenderme.


— Yo se lo digo— suspira— no les miento, y les digo la verdad siempre que me preguntan algo— si hay alguien que no mienta, lo creería de Liir.   


— ¿nunca les has mentido?


— quizá cuando era pequeño,  no lo recuerdo. Ellas me enseñaron a no mentir, así que no lo hago.


— Liir ¿Cómo es que… tienes dos mamás? Vamos,  ya sé cómo, pero… eres un poco mayor para haber crecido con ellas desde niño, y es difícil la adopción…


— no soy adoptado. No tengo claro si ellas salían desde antes o se conocieron cuando mi mamá estaba embarazada. Pero son cosas que no importan ¿no crees? me gusta mi familia. Y si alguien quiere tanto a mi mamá como para atreverse a cuidar a un niño que no era de ella, a mí no me molesta llamarla mamá también— que tierno.


— Eso está bien— Liir me sonríe.


—  Aunque es una bruja, no mi mamá, si no la bruja de mi madre— eso me hace reír— ella fue la que me consigo el trabajo, aunque todos mis castigos los deciden entre las dos. Solo espero que termine lo de la heladería.


— no, ese castigo me gusta, la heladería está bien, me agrada ir ahí. Si terminas tu castigo ya no podremos ir.  


— ¿ah? claro que podremos ir, la heladería no se irá a  ningún lado.


— ¿de qué hablan?


— estamos todos. Qué bien te vez, Sumiye— ella se inclina un poco, sonriendo. La verdad es que si se ve bastante diferente de cómo va a la universidad, ahora trae una blusa rosa y una falda blanca con unos zapatos que se ven pequeños— vamos, entremos a la función que sigue.


La película me parece una tontería, demasiado falsa. Sumiye es la que más suelta grititos mientras Liir no dice nada.  Creo que era mucho mejor la película para niñas. La sala está llena. Nunca vine al cine con Myles, porque prefería hacer otras cosas, citas más privadas. No esta tan mal. Algo me toma la mano que apoyo en el posavasos.


— Liir, me asustaste, tonto— gruño. Aunque la película no me da miedo, el suspenso es otra cosa, peor si la sala esta oscura— ¿Liir?— me está clavando las uñas, me inclino para verle.  Solo veo sus ojos clavados en la pantalla, demasiado fijos—  hey…— quito mi mano.


— lo siento.


— ¿Tienes miedo?— no me dice nada, pero es muy obvio que sí. Suspiro, tomándole la mano, él la aprieta con fuerza y se inclina hacia mi— si te dan miedo estas películas no hubiéramos entrado.


— no me da miedo.


— Claro— sonrió, mirando la película. Es increíble que se comporte como un niño viendo películas de terror. Sumiye no nos presta atención, pero su mano también se aferra a mi otra mano. Pff, esto es gracioso. Después de un rato, Sumiye está tapándose la cara con las manos y Liir casi encima de mí.


— No le digas a nadie— susurra, en lo que supongo es el final.  Los créditos aparecen y las luces se encienden. Liir y Sumiye no son los únicos que estaban asustados, toda la película hubo gritos.


— Qué película tan mala— los dos van callados, y los dos me ven como si estuviera loco— para la próxima elijan una película menos mala ¿quieren?


— No veré películas de terror en el cine de nuevo— refunfuña Liir. Sumiye comienza a decir algo pero luego se interrumpe.


— Venir pronto— la vemos ir hasta una pareja, ¿quizá sus tíos?


— ¿Estás bien?— nos sentamos mientras esperamos.


— sí, solo es una película. Lamento… lo que paso. No era mi intención… yo…


— no importa. No le diré a nadie, no tengo a quien decirle—  me sonríe. Me siento también cuando veo que Sumiye sigue hablando y no parece que venga pronto.  Hablar de la película no es buena idea, así que me quedo callado.


— lo siento. ¿Qué hacer ahora?


— podemos dar una vuelta. No es muy tarde— los sigo fuera del cine para llegar a la plaza comercial que está a un lado. Liir ha vuelto a hablar, de nuevo sobre como ganó.


— Liir, Blair, disculparme— Liir se interrumpe, ¿de qué se disculpa?— saber que mis tíos se preocupan, y no saber si dejarme salir con chicos. Yo… les dije que ustedes dos ser pareja.


— ¿ah? ¿Por qué les dijiste eso?


— lo siento.


— ¿tenemos que fingir algo?  Me da igual— los dos me voltean a ver— ¿Qué? No me molesta, en serio— Liir tiene los labios apretados, parece que se está conteniendo para no decir algo— tampoco es tan grave, ni que fuéramos a besarnos.


— ¡No, no! no hacer nada, en serio. Lo siento. Solo sigamos— me encojo de hombros. No tiene tanta importancia, en serio. Liir se queda muy callado desde eso. Nos despedimos de Sumiye después de un rato.


— no era para tanto ¿sabes? Ayudar un poco a Sumiye— comento, mientras caminamos.


— no me gusta mentir. Estaría mintiendo.


— no sería una mentira, tú no ibas a decir nada, y si solo era tomarse de la mano… no tenía importancia.


— ¿podemos olvidarnos de eso? no tiene importancia ya, como tú dices—  yo no soy el que le da importancia. Ah…raro. En la facultad me molestaba la idea de fingir que salía con alguien. No, no con alguien. No quise fingir que salía con Liir, ahora esa idea no me molesto. Yo… ¿estaba dispuesto a hacerlo?  Si, estaba. Increíble.


— entonces, ¿sabías que esa película que vimos está basada en hechos reales?


— ¿en-en serio? No lo sabía— una risa nerviosa. Es divertido asustar a Liir.


Cuando nos separamos estoy casi llorando de la risa, y siento un poco de pena al dejarle ir solo en la oscuridad tan asustado, aunque él diga que no.  Estar con Liir me gusta, es un cambio muy agradable. Estoy cómodo con él, y puedo confiar en él.  ¿Por qué no hay más personas como Liir? Ah, no, no tan como Liir, es lo que me agrada de él, que no he conocido a nadie como él. Es especial.


No… no, no… me detengo justo cuando recibo un mensaje de Liir. Solo veo su nombre en la pantalla. Esto… no es lo que parece ¿verdad? Joder, esto da más miedo que la película que vi.


La última vez que pensé que alguien era especial las cosas no salieron bien. Eso si da miedo.

Notas finales:

Nos leemos la proxima semana con una sorpresa.


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