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Un inicio distinto. por KaruraTakashima

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Notas del fanfic:

Después de mucho tiempo, vuelvo con un pequeño one-shot de ellos. Originalmete iba a subirlo entero, pero debido a tiempo y correciones, solo pude con esta parte.

Espero les guste.

También pueden hallarlo en wattpad.

Notas del capitulo:

Disfrutad.

-Vaya.

 

 

 

Suspiro, echándose en el silloncito del camerino, aun cuando su cuerpo cayera muerto sobre el incómodo mueble, todavía tenía energías suficientes para hacer más, como si toda la energía que creyó perdida en todo este tiempo, resurgiese, dispuesta a todo en esa primera presentación.

 

 

 

Era como volver al inicio.

 

 

 

Solo que con diferencias claramente notorias.

 

 

 

Miro a su alrededor, y se dio cuenta que el rubio estaba a un lado de él tomando una botella de agua, o más bien, succionándola, pues no la dejo aun cuando el líquido en el interior de esta se hubiera acabado. Se fijó más detalladamente en él gracias a la iluminación; de su cuello escurrían gotas de sudor que igual goteaban de algunos mechones, y para acabarla, se había retirado la mayor parte de ropa que cubría de la cintura hacia arriba a excepción de la camiseta, dejando sus brazos desnudos y tatuados al aire. Por un momento, evoco la imagen de él tras su primer concierto como miembro de su anterior banda y se sorprendió, ¿tanto tiempo y todavía  recordaba a la perfección ese día como sí hubiese sido ayer? Koichi lo creía incluso olvidado, pues había ocurrido hacía tanto tiempo, ni siquiera recordaba el aspecto de los demás miembros, ni las conversaciones, ni mucho menos de que fue al día siguiente, pero sin embargo, tenía muy clara la imagen de ese día como miembro de VanessA junto al vocalista, como si el tiempo nunca hubiese transcurrido.

 

 

 

-Oye.

 

 

 

La voz del mayor lo saco de sus pensamientos y en cuanto su imagen se hizo de nuevo clara, vio como este le extendía una botella de agua similar a la que había estado bebiendo; fue en ese momento que se dio cuenta que su garganta estaba en verdad seca y hasta escocía como nunca le había escocido. Agradecido, le sonrió y tomo la botella, imitando al otro vocalista bebiéndosela casi de golpe, como si nunca hubiese tomado algo tan delicioso pese a que no había sabor alguno. “Con que así se siente”, pensó tras haberse acabado la botella y la estrujaba, para lanzarla al pequeño bote de basura en la esquina del pequeño camerino, acertando por muy poco.

 

 

 

-Lo hiciste bien –escucho decir por parte del mayor con la voz algo ronca, viendo como después le imitaba y lanzaba hacia el botecito la botella que había vaciado momentos antes. Koichi echó a reír y esta risa no tardó en serle contagiada al rubio.

 

 

 

-Lo hicimos bien, Genki.

 

 

 

El mencionado le sonrió nuevamente, y tanto él como el más alto empezaron a desvestirse para cambiar sus húmedas prendas a algo más flojo y seco. El ambiente era casi el mismo a aquellos días en los que eran el doble de personas en un mismo cuarto, con la diferencia obvia de la ausencia de MiA y Meto, además de las raras conversaciones que solían darse entre los cuatro, comentando alguna que otra cosa que quisieran añadir o quitar, entre otras banalidades. Y aun cuando extrañaba ese ambiente, debía de admitir que el silencio entre los dos era del todo menos, incómodo; entre ellos se había establecido una conexión especial en la que las palabras salían sobrando y bastaba con miradas para transmitirse todo lo que pensaban y mucho más.

 

 

 

Era algo que solo el tiempo y las circunstancias habían construido y que hasta ahora se expresaba con mayor fuerza entre ellos.

 

 

 

Una conexión única.

 

 

 

Sonrió cuando ese pensamiento invadió su cabeza.

 

 

 

“Algo que nadie más tendrá con él.”

 

 

 

 

 

Cuando ambos estuvieron listos para partir, se escuchó como alguien tocaba la única puerta del camerino, ambos de inmediato miraron hacia esta y luego se miraron con la misma duda en sus expresiones.

 

 

 

-¿Y ahora? –Cuestiono Koichi, Genki encogió sus hombros, ninguno esperaba nada más, se suponía que solo harían la presentación y podrían irse-. Adelante.

 

 

 

Y antes que pudieran decir añadir algo más, una tercera figura se adentró en el pequeño camerino, trayendo consigo algo del pasado que los había unido.

 

 

 

-¡Meto! –Exclamaron ambos al ver al baterista y ahora también vocalista, con ropas de su colaboración de Five Stars, y como no, el pequeño oso de peluche que había sido obsequio de todos. Lucía una sonrisa pequeña y casi tímida, pero ambos podían ver la felicidad de este a través de ella.

 

 

 

-Para ustedes seguirá siendo Meto, a menos que quieran llamarme Yuutaro.

 

 

 

El comentario hizo reír a ambos, quienes no dudaron en acercarse a darle un apretón de manos. Era obvio que tras seis meses sin verse y apenas dando señales en las redes, además de lo que habían pasado desde hace casi un año, la confianza de los dos mayores hacia el más pequeño era considerablemente menor y no fueran tan afectuosos como lo fueron alguna vez, pero eso no les impedía ser felices por el éxito de los demás.

 

 

 

-Estoy felices de verlos juntos –dijo tras un pequeño silencio en lo que cerraba la puerta para no ser escuchados por nadie- no me esperaba que tanto Tsuzuku como tú…

 

 

 

-Genki –le corrigió amablemente el mayor de los tres con una sonrisa, lo que provoco que el más bajo sonriera apenado- de ahora en adelante llámame por mi nombre real.

 

 

 

El menor asintió un par de veces antes de ver al más alto de los tres.

 

 

 

-Supongo que tengo que llamarte Niiyama-san, ¿no? –Koichi echó a reír.

 

 

 

-No, sigo siendo el mismo aunque diferente –aclaro, Yuutaro le observo con la confusión pintada en su rostro, lo que provoco risas entre ambos vocalistas-. Sigo siendo Koichi, pero no “ese” Koichi. Ahora soy Koichi, vocalista del dúo pop 8P-SB.

 

 

 

-Seguirá siendo el Koichi rosado de siempre, solo que canta conmigo –aclaro el rubio para el menor quién seguía mirándolo sin entender- y menos extravagante, pero puedes seguir llamándole Koichi.

 

 

 

-Debo decir que me esperaba todo menos esto –admitió el menor, sentándose en el silloncito- pero me daba una idea con vuestras publicaciones.

 

 

 

-¿Era tan obvio? –Cuestiono Koichi enarcando unas cejas, Yuutaro de inmediato se apresuró en negar-. Menos mal, no queríamos arruinar la sorpresa.

 

 

 

-Lo que me sorprende es que fuesen ambos quienes cantarán, no solo Tsu… Genki, sino también tú –el menor señalo primero al rubio y luego al pelirosa- en verdad no me lo esperaba.

 

 

 

-Creo que nadie lo esperaba –admitió Genki, sacando de sus pantalones el móvil y poniéndole silencio a la llamada entrante- pero era una de las tantas sorpresas que debimos ocultar hasta el día.

 

 

 

-Y el estilo…

 

 

 

El mayor asintió.

 

 

 

-Tampoco nadie se esperaba que nos fuésemos a lo “opuesto” –Genki resalto la última palabra haciendo comillas con los dedos- el impacto fue mayor, lo vimos en las caras de todos, incluso en la tuya.

 

 

 

-Creíamos que la mandíbula se te iba a caer –Yuutaro inflo las mejillas y se abrazó con fuerza a su oso de peluche, sacando más risas entre ambos.

 

 

 

-Admitid que son las mismas expresiones que pusieron todos cuando me escucharon cantar.

 

 

 

-Cierto –afirmó Genki, lanzando un gruñido  que los sobresalto a ambos- lo siento, un número está marcándome desde hace rato, ahora mismo veo que es.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Entonces –retomo Yuutaro la conversación, volviéndose al más alto mientras el mayor de los tres iba a atender la llamada al ver que no paraba - ¿serás más Jpop que Jrock? –Indago, Koichi se encogió de hombros.

 

 

 

-Todo depende lo que Avex dicte, pero por ahora queremos probar distintos estilo –vio como Yuutaro se acomodaba en el silloncito, abrazándose a sus piernas y recargando su mentón sobre sus rodilla. Una sensación de nostalgia lo invadió al verlo de esa manera, era como ver al Meto de aquel entonces, que adoptaba aires infantiles en todo momento, pese a que se notaba que Yuutaro se comportaba de manera distinta al chico que conoció tras casi seis años- creo que como músicos, debemos expandirnos hacia otros horizontes y tomando diferentes posturas, como tú.

 

 

 

-Mmh –asintió un poco- lo entiendo. Pero no has dejado el bajo, ¿verdad? –Koichi negó-. Tampoco yo he dejado mi batería –añadió con una sonrisa- de vez en cuando practico arduamente, aunque ahora me encargue de otras cosas.

 

 

 

-Lo he visto –señalo la ropa del menor- haces buen trabajo.

 

 

 

-Gracias –sonrió nuevamente-. Koichi…

 

 

 

-¿Mmh?

 

 

 

Ambos se miraron y esa conexión que existía entre ambos por un momento pareció revivir, pues Koichi con solo una mirada, logro percibir la curiosidad y la intriga, así como el miedo y la duda en la expresión del menor.

 

 

 

-¿Seguís en contacto con…? –Yuutaro inclino un poco la cabeza, dejando inconclusa la pregunta. Koichi tardo un poco en comprender hasta que el menor percibió un brillo de reconocimiento en sus ojos-. No me malentiendas, si no quieres decirme nada está bien, pero…

 

 

 

-Creo que no es a mi quién debas preguntarle eso, ¿sabes? –Le interrumpió, tratando de ocultar la frialdad de su tono en vano, pero le era imposible al tratarse de un tema como ese-. Ahora que vuelva Genki deberías ser tú quién…

 

 

 

-No me malentiendas –se apresuró en aclarar, Koichi se sorprendió de la seguridad  en su voz con la que lo dijo, pero luego recordó que pese a la posición en la que se encontraba en esos instantes, era Yuutaro quién hablaba y no Meto- no quería molestarte con ello, solo era mera curiosidad.

 

 

 

-Pero Me… Yuutaro –se corrigió- ¿por qué me preguntas a mí directamente y no a MiA?

 

 

 

-Porque, si no te has dado cuenta, él esta últimamente tan ocupado que a duras penas puede respirar –explico, volviendo a una posición normal en el sillón- imagino lo ocupado que estuvieron todo el tiempo después del último concierto, por lo que no deben estar pendientes de sus últimas actividades, pero ha tenido tanto trabajo que ni siquiera debe saber de vuestra presentación, no creo que ni siquiera este enterado de mis llamadas, ni mucho menos creo que pueda preguntarle cómo lo lleva y.... eso.

 

 

 

-Ya –Koichi se sintió apenado, tanto que creyó ser capaz de percibir el sonrojo en sus mejillas.

 

 

 

-Y creo que preguntarle a Genki directamente sería igual de complicado –miro hacia la puerta entreabierta que había dejado el vocalista y luego se volvió hacia el otro- aunque veo que se encuentra mucho mejor a cómo estuvo ese último tiempo.

 

 

 

-Lo ha estado, pese a que estábamos atareados buscando como locos un maldito recinto donde presentarnos –Yuutaro enarco las cejas por la grosería dicha por el mayor, pero no dijo nada ni pregunto; después de todo, ellos mismo admitieron las dificultades que tuvieron por obtener un local- y hasta esta menos gruñón –añadió lo último en broma, pese a que Yuutaro no se rió.

 

 

 

-¿No ha vuelto a fumar?

 

 

 

-Poco –encogió sus hombros- no puedes dejar algo que tú haces también.

 

 

 

-Y tu decías que él era la mala influencia –ambos se echaron a reír.

 

 

 

El ambiente nuevamente volvió a ser agradable entre ambos y conversaron un poco más antes de que Yuutaro recibiera una llamada, que le anunciaba que debían retirarse (Koichi supo después por una explicación rápida del menor que solo tenía poco tiempo para saludar, pero que sin querer lo había alargado poniendo excusas tontas antes de verlos), así pues, ambos se despidieron, Koichi prometiendo que le mandaría sus saludos y deseos a Genki por parte de Yuutaro mientras lo acompañaba hasta la salida trasera del local, después de haberse asegurado de que no hubiese ningún fan loco espiándolos. Pero antes de que fueran a despedirse, el menor le dijo algo que, aunque se esperaba, igual lo dejaría pensando.

 

 

 

-Hagas lo que hagas, ninguno de los dos vean las redes por un par de días –Koichi lo miro confundido.

 

 

 

-¿Por…?

 

 

 

-Solo hazlo, ni tu ni Genki vean sus redes por un par de días –repitió abrazando a su oso con fuerza- debo imaginar que tú también sabrás el por qué. Cuídate Koichi.

 

 

 

-Igual, cuídate.

 

 

 

Tras despedirse, Koichi regreso en dirección al camerino donde tomaría sus cosas para irse de una vez, pero se detuvo cuando escucho voces provenir del interior de este. No le costó mucho en adivinar que era Genki quién estaba adentro, seguramente atendiendo una llamada de la compañía o algo, y hubiera entrado, de no ser porque vio que la puerta, pese a no estar cerrada del todo, había sido empujada de modo que se creyera que estuviese cerrada, aunque solo bastaría un pequeño empujón para entreabrirla un poco. Dudoso, Koichi se acercó con una mano elevada dispuesto a entrar, hasta que lo escucho.

 

 

 

“MiA”.

 

 

 

Con solo eso, supo que lo mejor entonces era alejarse un poco, manteniendo su distancia para que no creyera que lo estuviera espiando y que ambos tuvieran privacidad en su conversación, por mucho que ambos en casi seis años compartiesen mismos espacios y escenarios, no deseaba interrumpir.

 

 

 

Y es que la relación con el guitarrista de su ex banda no es que fuera mala (de hecho, era la misma que mantenían con Yuutaro), pero sabía que era muy diferente la suya, comparada con la de Genki. Ninguno había intercambiado palabras después del concierto de su cumpleaños, ni por mail, ni por mensaje; tampoco es que se tenían bloqueados o algo parecido, solo no existía contacto alguno entre los cuatro como para saber sobre las actividades de los otros y su vida personal. No era algo raro, de hecho, ni cuando MEJIBRAY estuvo activo, había un contacto así entre los demás miembros, (más que con Tsuzuku, pero solo eran ocasionales las llamadas personales), pero sabía que entre MiA y Genki la relación era distinta. Ellos después de todo, eran los que se encargaban del aspecto musical en su mayoría de veces, por mucho que los miembros expresaran sus ideas de que quería que se hicieran, las mantenían, sí, pero ellos eran quienes se ponían manos a la obra para poder crearlas. Ellos eran quienes ponían el cerebro y magia a la hora de componer y elegir canciones, por lo que su conexión era muy distinta a la suya con la de Genki, que se debía a la antigüedad y tiempo que llevaban juntos.

 

 

 

Una conexión muy distinta, pero debía ser igual de especial.

 

 

 

Negó un par de veces y suspiro, observando su móvil (que casualmente había llegado a coger a tiempo al acompañar a Yuutaro hasta la salida) y distrayéndose con este, mientras esperaba a que el vocalista se desocupara; ya no le afectaba tanto la idea como antes, pero aún seguía habiendo ese sentimiento que le provocaba pequeñas punzadas en su cabeza, que por más que trataba de ignorar, seguían ahí: “Ya no era lo mismo”, se dijo mentalmente mientras revisaba distraídamente las redes, pese a que no había mucho que ver al no seguir a nadie más que a su propia página principal.

 

 

 

Pero la idea volvió a su cabeza otra vez, como un molesto mosquito con su zumbido; ahora ya no eran ellos dos, ya no, ahora era ÉL y Genki quienes se encargarían de todo, de la música, de la letra, de los atuendos, solo tendrían que estar dispuestos a darlo todo de ahora en adelante para tratar de convencer a su actual compañía de producirlo. Ahora eran ellos dos, no habría nadie más… volvió a negar y se metió en la aplicación de YT para distraerse con alguna estupidez que lo hiciera olvidarse de esas ideas tontas, hasta que se encontró con algo que, pese a que estaba esperando, le sorprendió.

Notas finales:

La segunda parte la tendré lista pronto. No sé preocupen.

 

Nos leemos luego.


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