Sintió el cuerpo atrapado entre sus brazos, tan pequeño en comparación al suyo, retorcerse con gran violencia como un pez que se ve atrapado por la red de un despreocupado pescador.
Una leve sonrisa se dibujo en su rostro al sentirlo tan vivo, tan agresivo como siempre; no lo soltaria, deseaba no tener que soltarlo nunca por más que se resistierá, no podía soltarlo.
Apenas unos segundos antes pensó perder al amor de su vida, aún estaba conmocionado; lo abrazo con mayor intensidad recibiendo un insulto y un leve golpe en el hombro, todo era tan perfecto.
Pero algo no cuadraba...
Una vez pasado el shock inicial no pudo evitar notar que había algo diferente.
¿Era idea suya o Vegeta su había encogido?
— Oye ¡Ya sueltalo ! — esa voz... reconocía esa voz.
Levantó la mirada con sumo desconsierto examinando el panorama a su alrededor, observó a los presentes todavía más confundido y por ultimo poso su vista sobre el hombre que tenía entre sus brazos.
¿Se había vuelto loco?
— !Sueltame maldito insecto! ¿Qué, eres sordo? — se retorcia con mayor inquietud, una vena se marcada claramente en su frente, por encima de ese rastreado de un rojo brillante.
Sin duda se había vuelto loco.
Sí Goku estaba confundido lo demás hay presentes estaban al borde de un colapso nervioso.
Krillin su tallo los ojos con los puños intentando borrar una mancha inexistente que explicará lo que veía. No podía estar pasando, seguro Nappa lo había golpeado con tanta fuerza que había entrado en coma o empezado a alucinar.
Si ese era el caso vaya que tenía una imaginación muy enloquecida.
Recapitulando, la pelea contra los sayajines había sido más rigurosa de lo que se espero en una principio; Picollo, Ten Shin Han, Chaoz y Yamcha habían fallecido. El y Gohan eran los únicos que permanecían, pero no durarián más tiempo contra el titan de Nappa.
Había sentido el ki de Goku próximo a llegar, este desapareció un momento, para segundos después reaparecer con una potencia ridícula e imposible.
Goku llega al fin y en vez de atacar a Nappa, como esperaba que hiciera, había tomado al compañero de este en una calurosa abrazo de oso. Debería contratar un psicólogo si sobrevivia.
Gohan sólo podía dar crédito a lo que presenciaba al atribuir la actitud de su padre a alguna especie de estrategia; capturó al que parecía ser el líder mientras estaba distraído y al otro no le quedaría más opción que rendirse para que lo liberara; después de todo ¿Qué más podría ser?
Y Nappa cuyo rostro no manifestaba desconcierto, no porque no lo sintiera, sino porque este era insignificante en comparación a su ira, parecía olvidar su cometido para con el hijo y el mejor amigo de Goku, concentrando toda su atención en ese idiota que osaba tocar al príncipe Vegeta.
El príncipe Vegeta sólo pensaba en liberarse de su captor, la cercanía de ese desconocido le resultaba extraña e indeseable, le parecía una conducta inaceptable. No sabía lo que era un "abrazo" y de haberlo sabido su molestia habría sido mayor.
Era una situación muy extraña para todos.
— Goku — llamo Krillin haciendo que todas las miradas se dirigieran hacia él — ¿Qué sucede? — la pregunta que todos deseaban hacer pero en vano ya que ninguno podría contestar la.
Goku no emitió ningún sonido en respuesta, no se movio, no parpadeo, nisiquiera parecía estar respirando. Su cerebro trabajaba a su máximo esfuerzo intentando comprender la información recibida, pero sólo logró provocarle un fueron dolor de cabeza.
Se colocó a Vegeta bajo el brazo como si fuera un bolso, ese a las quejes e insultos lanzados por este a su persona, y se elevó unos metros en el aire.
Definitivamente estaba en la Tierra, sus ojos no le mentiría al respecto, entonces ¿Qué había pasado?