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Locamente enamorado de él por Majo Walles

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Locamente enamorado de él

 

Oneshot que participa en la doceava convocatoria de “Gundam Wing Yaoi en Español

 

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Dios, siento que las piernas me tiemblan.

Ayúdame.

Desde el primer día que te vi supe a ciencia cierta que estaría a tu lado para siempre, a pesar de que hubo muchas veces en las que quise poner un arma en tu boca y tirar del gatillo.

¿Cómo poder olvidar la sarta de estupideces que solías hacer cuando estábamos en el colegio?

Tú eras el típico chico bueno para todo y que se salía con la suya en cada debate, ya sea verbal como físico. El chico perfecto.

¿Yo? Pues yo siempre era el que estaba en oficina de algún profesor terminando trabajos atrasados, pero no era por falta de interés o algo por el estilo, era de los que creía que el trabajo de campo era mucho mejor que estar encerrado entre las paredes de un aula.

Entonces apareciste por la puerta de esa sala en desuso que estaba ocupando para concentrarme en terminar el trabajo de matemáticas que la profesora Peacecraft me mandó a terminar.

Resulto que el chico cool del que me había “irremediablemente” enamorado, estaba buscando una sala en desuso para ir a besarse con una muchachita insípida y sin sentido.

Dios, en ese momento sentí como mi corazón se partía en un millón de trocitos.

¿Cómo podía dolerme tanto el hecho, tomando en cuenta que nunca había hablado con el chico en cuestión?

Es así como funciona esto de los amores adolescentes.

Me enfurecí, le dije que era un cretino y a la chica que era mejor que se buscara algo mejor que el tipo que pretendía tirársela en una sala del mismo colegio, que se valorara más.

Eso fue lo peor que pudo haber pasado.

Me gané un enemigo.

¿Qué puedes hacer cuando te consigues de rival al sujeto por el cual te masturbas cada noche?

Nada. Absolutamente nada.

El asunto es que, pese a lo que la mayoría de las personas pueden pensar, es que esta situación me encantaba.

Claro, estaba enamorado, el tipo me rompió el corazón sin saberlo y mucho más cuando se paseaba con cada modelito frente mío,

¿Qué se creía el bastardo? ¿Qué me iban las chicas y me moría de celos al ver que a él lo tomaban en cuenta?

-Despierta, idiota, eres tú quien me gusta, no el atado de mocosas que te llevas a la cama.

Las palabras salieron de mi boca, a la misma velocidad que mi puño se estampaba contra su mandíbula, justo en frente de todos, justo en frente del director.

Maxwell, suspendido de clases por clases por dos semanas.

Creo que lo de menos fue eso, porque, en mi cabeza, lo peor fue la cara que puso Heero antes de recibir mi golpe. Creo que las palabras produjeron un impacto mayor que el mismo golpe.

Estoy tan locamente enamorado de él que no sé como lo miraré la próxima vez que lo vea.

Claro, no esperé que fuera tres días después, por que el mismo llegó a mi casa y tras un, raro y muy incomodo momento de preguntas aquí y allá, llegamos al acuerdo de cese de hostilidades por parte de ambos.

Decir que la cosa se solucionó después de eso, sería demasiado para cualquiera, después de todo, éramos unos locos adolescentes, así que, cuando volví a clases, todos me miraban raro, no por ser gay, eso todo el colegio ya lo sabía, pero el hecho de que el que me gustara fuera justamente Heero, lo hacía un tanto bizarro para todos los demás.

Pero las cosas se fueron calmando poco a poco.

Hasta que el fatídico día llegó, y no es por que crea que lo que pasó fue algo malo, sino que cambio mi vida para siempre.

Véanlo desde mi punto de vista… o por lo menos, del que recuerdo.

Era la fiesta de despedida del último año, ya el próximo entraríamos a la universidad.

Mucho humo

Drogas.

Alcohol

Nada de eso importaba, por lo menos no para mí.

El bullicio

La música

Una bebida algo extraña.

Heero

Y

¡Voila!

Desperté en la cama del hombre de mis sueños, con una terrible resaca y un dolor de culo comparable solo con el pánico que sentí al ver a Heero dormir a mi lado como si nada pasara.

Claro, no recordaba nada de nada. Pero era feliz

¿Recuerdan?

Estoy locamente enamorado de este sujeto

El asunto en cuestión es que el tipo despertó, me miró, yo estaba entrando en un ataque de pánico cuando Heero simplemente sonrió de lado, puso su mano en mi nuca y me atrajo para besarme.

Ese beso desarmó cada una de mis defensas. Que decir de las caricias que siguieron al beso, cuando me devolvió a la cama y me hizo recordar todo lo que hicimos la noche anterior.

Fue magia pura.

Eso pasó hace exactamente cuatro años.

Dios, no puedo creer que estemos envejeciendo tan rápido.

- ¿Sucede algo malo?

Me giré para verlo a los ojos, hace solo dos segundos me había abrazado por la espalda y había abierto una caja frente a mis ojos y había hecho la pregunta que siempre quise escuchar salir de sus labios.

-Yo… -lo miré a los ojos, se notaba perturbado, mi respuesta lo estaba volviendo loco- te tardaste demasiado.

Puedo ver su cara relajarse, puedo sentir como me abraza fuerte contra su cuerpo. Resistí tanto para este momento que ahora mismo no puedo ser más feliz.

Estoy total y absolutamente loco por él.

 


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