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My Elvis Girl por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

2do. Reto literario de Mundo Yuri: El amor es ciego


Advertencias: Lenguaje soez. Mención de sexo. Uso de drogas. Relación lésbica.


Original.


Palabras: 5,710 –OS-(dividido en 4 partes)

Notas del capitulo:

Notas: Este fanfic fue hecho para el 2do. Reto literario de Mundo Yuri. Espero que lo disfruten, tuve dificultades organizando mis ideas, la temática se mencionará abajo.


11- Vuestro fic transcurre en los años 60 (sed creativos XD).


Los títulos de las divisiones del fanfic son canciones populares de la década de los 60, por si no lo notaron c: ♥ Como dato curioso, Elvis se utiliza para nombrar a personas que son fuertes, atractivas e inteligentes. Personas determinadas, cariñosas, amables y que te ayudan; Elvis es una persona que siempre te pondrá una sonrisa aun cuando no lo desees y que, a pesar de ser terca, siempre querrá darte todo su amor.

My Elvis Girl

[Una noche puede cambiar la vida de una chica, en ese pequeño instante puede conocer al amor de su vida y un segundo después puede enterarse de que ¡es su eterna rival! Una historia de amor entre dos chicas de los años 60, Jenny la líder de las Pink Roses y Sue la gobernante de las motociclistas S-Girls, ¿qué les deparará el futuro a estas dos chicas totalmente diferentes?]

Parte I. Light my fire.

“No pudo quitarle los ojos de encima cuando la vio. Ese fue el instante donde el destino hizo su jugada con Jennifer Smith.

En su pequeño pueblo había pocas diversiones, entre ellas estaban las fiestas en el bosque donde todos se embriagaban y consumían las drogas de moda. Ese día había sido arrastrada por una de sus antiguas amigas de la primaria, Nataly Collins, quien ahora era una hippie en toda la extensión de la palabra. Jenny admitía que la causa que apoyaba el grupo de Naty era buena, pero a veces se preguntaba si su amiga era digna de apoyar su movimiento, se la pasaba consumiendo más marihuana y LSD que predicando sobre el amor y la paz.

Jennifer en realidad tenía una razón para haber viajado durante 30 minutos hasta ese bosque, quería olvidarse de lo que sucedería mañana. Regresaría a la escuela como la líder de su banda, las Pink Roses. Se acomodó la diadema de su peinado e intentó ajustar más el cinturón en su corto vestido rosado, a pesar de no usar la chaqueta de su pandilla, siempre sería una Rosa.

Estaba nerviosa porque se rumoreaba que las S-Girls tendrían a una nueva líder, después de que Maggie, la ahora ex líder, fuera encarcelada por golpear repetidas veces a su jefe. Cuando se había enterado de la noticia se sintió aliviada, no quería problemas con esas chicas, pero ahora que tendrían a una nueva soberana, estaba preocupada, en ese grupo solo se unían chicas buscapleitos.

—Detestable —murmuró con desdén cruzándose de brazos. Sentía a muchos chicos observándola con lujuria, deseaba que se detuvieran. A pesar de que sus amigas de la banda se consideraban las chicas élite de los chicos más populares, lo cierta era que Jenny no deseaba ser el trofeo de nadie, sí ella se besaba con alguien, ¡deseaba que fuera por amor!

Era una romántica empedernida, una fantasiosa de primera.

Decidió ir hasta su automóvil, era la única de su pandilla que poseía uno. Su convertible era un Lincoln Continental (1) y había ahorrado suficiente dinero para pintarlo de rosa, todas sus amigas habían amado el resultado, su coche era su posesión más valiosa.

Cuando llegó hasta el Lincoln se percató de aquella intrusa recargada sobre el hermoso capó. Iba a gritonearle que se perdiera, pero su voz desapareció. Allí, encima de su auto, estaba una desconocida que lucía tremendamente genial. Tenía un peinado llamativo que, hacia resaltar su cabellera negra, labios rojos, unos jeans de mezclilla que se ajustaban a sus largas piernas, converse rojos y una ajustada blusa negra que mostraba sus pechos, la única palabra que cruzó por la mente de Jennifer fue que esa chica era: genial.

Si Elvis fuera una chica, se vería de esa forma.

La extraña sostenía un porro de marihuana en sus labios, le sonrió seductoramente mientras expulsaba el humo por sus labios.

—¿Se te perdió algo? —la voz de la mujer la sacó de su ensoñación, tenía un tono de burla muy obvio, esto avergonzó a la rubia.

—Estás encima de mi coche —se quejó.

—¿Te vas tan pronto? —preguntó con interés —¿Tus padres te regañarán? Estamos en los años 60 y sigues actuando como una chica de los 20’s. Ve, tu chico galante debe estarte esperando para que le prepares la cena, ¿cierto? —se burló, avergonzando a Jenny hasta que sus orejas se colorearon de carmesí.

—¡¿Cuál es tu problema?! —gritó, sintiendo que sus orejas pitaban. Ninguna chica se había atrevido a hablarle de esa forma antes, siempre que se sabía que era la líder de las Pink Roses, todas huían como si fuera su deber hacerlo. —¡Para tu información solo vine a tomar algo de aire!, pero no quiero que el culo de desconocidas raspe mi coche, así que bájate.

—Mmm~ eres una chica rabiosa, eh —sonrió mientras le daba otra calada a su porro. Se bajó del capó y se acercó peligrosamente, fácilmente le ganaba a Jenny por unos seis centímetros de estatura. La rubia le miró furiosa, no se dejaría intimidar —Tienes unos ojos azules muy cautivantes.

Jennifer se quedó pasmada por un momento, aquellas palabras cursis que le daban ganas de vomitar cuando los chicos la decían, ahora le parecían tan dulces, su corazón palpitaba tan rápido que deseaba golpearse repetidas veces en las tetas, solo para poder calmarse.

—S-sí, lo sé. No necesito que me lo diga una extraña como tú —exclamó de forma hosca, cruzándose de brazos.

—Hagámonos más cercanas entonces, Barbie. —el apodo avergonzó más a la rubia. Esa muñeca había salido hace poco en el mercado, y esa maldita estaba comparándola con una chica de plástico, que tenía que lucir perfecta y ser la dama que cada chico deseaba.

—Entonces, ¿tú también serías la otra Barbie? (2) —dijo hostil.

—Oh, eres más dura de lo que pareces. —volvió a hablar con ese tono divertido. Las dos se observaron por un largo tiempo.

—¿Qué esperas para irte? —se quejó Jenny, esta chica le estaba irritando demasiado.

La chica de cabellos oscuros sonrió. En ese momento se pactó su destino, si Jennifer no hubiera sido tan mordaz, no hubiera conseguido que la desconocida se interesara por ella, si esa noche se hubiera quedado al lado de su amiga Nataly, podría haber tenido una historia diferente, pero la vida le tenía una historia más enredada.

La chica alta se inclinó y juntó sus labios con los de ella, aquello tomó por sorpresa a la rubia, intentó empujarla, pero su cintura fue sostenida con tanta fuerza que se estremeció en los brazos de la mujer altanera. Jennifer había imaginado el cómo sería dar su primer beso, algo suave, romántico y delicado, pero este beso se sentía diferente, le quemaba, encendía un fuego en todo su cuerpo.

Dejó de resistirse, quiso culpar al poco alcohol que bebió durante esa noche, el cual se mezclaba con la saliva de esa chica, se dejó embriagar por el reconocible olor de la marihuana que emanaban sus poros. Entrelazó sus brazos alrededor del cuello de la mujer y profundizó aquel contacto íntimo, sus pechos se frotaban y sentían las respiraciones agitadas de la otra.

—Abre tu coche —dijo jadeante la chica de seductores labios rojos.

—¿Cuál es tu nombre? —cuestionó Jenny con su cuerpo ardiendo de deseo, no quería seguir haciendo esta clase de cosas con una chica de la que no sabía ni su identidad.

—Dime Sue, ¿y tú? —le dijo con una pequeña risa.

—Jenny.

No perdieron el tiempo, dejaron que la lujuria se apoderara de sus mentes. Jennifer cambió su vida en una sola noche, perdió la virginidad con una chica que conoció ese mismo día, probó la droga que evitó por tanto tiempo desde los labios de esta mujer y tuvo sexo en el asiento trasero del coche que cuidaba como su más grande tesoro.

Pero no se arrepintió.

Esa noche, Sue había encendido el fuego de la lujuria en su interior, había despertado a aquel monstruo deseoso que estaba encerrado en su corazón. Ya había pasado su momento de arrepentimientos desde el instante donde esta seductora chica había besado sus labios, sus cuerpos se entrelazaron como si fueran una obra de arte y llegaron al clímax que nunca habían tenido en sus vidas.

No había marcha atrás.

Notas finales:

1)      Lincoln Continental: El modelo pensado en este ff es el de la cuarta generación que abarca los años de 1961 a 1969, en este caso sería un convertible de 1967, color rosa. Por lo que luciría de esta forma:

https://i.pinimg.com/originals/45/13/f3/4513f396125fb8c97d4463d210a2c32d.jpg  

2)      Barbie: Barbie se creó en marzo de 1959 por lo que tenía pocos años cuando comenzó el mercado en los 60’s, la primera Barbie era de dos tipos, una rubia y otra de cabello negro, por eso mismo Jenny puntualiza que si Sue sería la “otra” Barbie, por ser pelinegra:

https://i0.wp.com/www.bookofdaystales.com/wp-content/uploads/2017/03/bb4.jpg


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