No me odies por favor.
La suave brisa entraba por mi ventana agitando suavemente las blancas cortinas, los rayos del sol interrumpían mi placentero sueño, lentamente comencé a abrir mis ojos y observe el rostro durmiente de quien se encontraba a mi lado, sus cabellos castaños, rojos y seductores labios, su blanca piel, sus espesas pestañas. Sentía su calmada respiración, sus brazos radiándome y la fricción de mi piel con la suya. Al terminar de contemplarla mis ojos comenzaron a aguarse y no pude evitar llorar… Yo no quería ser odiada por Anna después de todo yo la amo… Seguramente en cuanto despierte, ella me aborrecerá mis lagrimas caían suavemente mientras trataba de no emitir ningún ruido.
La conocí cuando me mude a este pequeño pueblo desde una gran ciudad, en cuanto llegue a este pequeño pueblo me sentí hipnotizada por su encanto y colorido, sus amplias praderas y sus profundos bosques. El primer día lo recorrí completamente al ser un pueblo realmente pequeño, en las praderas a las afueras de este cuando ya se había metido el sol, la vi por primera vez.
Anna jugaba en la pradera mientras corría suavemente por el pasto mientras lanzaba algunos pequeños hechizos de donde salían pequeñas lucecitas que bailaban en el cielo nocturno, la luz de la luna la iluminaba completamente, en algún momento de su jugueteo ella noto mi presencia, sonrió y sus ojos tan verdes como el olivo brillaron de una manera que me atrajo como si de un imán se tratara, yo quería ser su amiga.
A partir de ese momento poco a poco nos fuimos conociendo, nuestra amistad cada día que pasaba se hacia más fuerte hasta el punto de volvernos inseparables. El tiempo pasó a una velocidad impresionante, fue un viernes después de 3 años de conocerla en el que me di cuenta que yo estaba locamente estaba enamorada de Anna sus gestos, su figura, su forma de ser, absolutamente todo lo que era Anna me encantaba.
Ese mismo día decidí declararle mi amor fue entonces que todo se comenzó a convertir en una verdadera agonía para mí. Anna era una fuerte y poderosa hechicera pero a pesar de esto. Ella estaba aferrada a aprender hechizos mas fuertes, mas destructivos , mas poderosos solo porque ella quería proteger por todos los medios este pequeño pueblo que fue construido por sus padres para ayudar a todas las personas que quisieran ser libres y no poseyeran los medios suficientes para protegerse así mismas y lograrlo, ya que en un mundo donde la magia existe no es de extrañar que quienes no la quieran usar por algún trauma ó aquellos que simplemente tienen una cantidad mínima de magia sean abusados a pesar de que esto sea en contra de las leyes impuestas, muchos pensarían que sus padres fallecieron en alguna épica batalla como las que luego se pueden ver en las películas pero la realidad dista mucho de esto, no fue por ningún acto heroico fue llanamente a causa de un accidente automovilístico que no fue provocado por nadie simplemente en un día frio la carretera se congelo y causo un derrape directo a un barranco.
A si fue como Anna decidió que ella protegería el legado de sus padres a si le costara su propia vida, cada vez que lo mencionaba yo no podía evitar querer llorar, si tan solo tuviera el valor de usar mi magia, si no fuera tan cobarde yo la podría proteger para que no pusiera en riesgo su vida al gastar tanto maná, si lo pienso detenidamente fue la razón por la que hui de la ciudad, a pesar de provenir de una línea de hechiceros antigua y muy poderosa… no fui capaz de soportar la carga que estaba sobre mis hombros no me podía hacerme cargo del rol de mi familia, simplemente no me sentía preparada para tal responsabilidad.
Cada mago antiguo tiene la responsabilidad de proteger una ciudad de los demonios que las amenazan constantemente, mi responsabilidad es proteger la gran ciudad en la que viví toda mi vida, aquella ciudad que a su vez impide el paso a los demonios hacia esta área, así que la culpa de que mi amada Anna se ponga en peligro no es mas que solo mía, si me hiciera cargo del poder que me fue otorgado, ella no se pondría en riesgo… si no fuera cobarde ella no se arriesgaría a luchar con demonios tan poderosos.
Justo cuando estaba apunto de desbordar todos lo que sentía por ella me confeso que su magia poco a poco se estaba perdiendo, al ver su cara llorosa no pude hacer mas que darle un fuerte abrazo tratando de consolarla, mientras le pedía que se calmara y me explicara mejor la situación.
En el momento que escuche su explicación mi corazón se rompió en pedazos, generalmente cuando dos seres mágicos se aman se va creando una nueva luz, sus magias se fusionan entre mas se entreguen al amor esta pequeña magia de alguna manera también podría llamarse “nueva vida” si los seres mágicos lo desean a partir de esta nueva llama se creara una nueva vida pero en cambio no lo desean esta llama podrá ser usada para fortalecer sus propios poderes mágicos pero si como Anna se tiene una deficiencia de maná en cuanto su magia se junte con la de la persona amada ya sea con un beso ú otro tipo de acto de amor, su magia será absorbida por aquella otra persona y mas si la otra persona tiene una magia realmente poderosa.
Fue entonces que lo decidí por el bien de Anna por el bien de la persona que amaba decidí nunca revelar mis sentimientos tragarme todo el dolor que esto me causaba y apoyarla, protegerla de todo lo que la pudiera dañar pero… falle.
Como fue posible que después de tanto tiempo evitando mis sentimientos estos fueran revelados tan fácilmente.
Desde entonces continúe dos años solo estando a su lado, guardando mis sentimientos -¿como es posible que una noche de bebida haya arruinado todo mi esfuerzo? – Me reprendí a mi misma llena de furia mientras dejaba mis recuerdos una vez mas en el pasado, volví a ver su rostro durmiente, sus cabellos castaños contrastando con los míos de un rubio oro, sus labios que me invitaban a besarla, su blanca piel resaltando con la mía un poco mas tostada por el sol, sus espesas pestañas. Mis lagrimas no me daban tregua caían sin control alguno. Aun recordando la temperatura de nuestros cuerpos, los intensos y lujuriosos besos llenos de amor, las caricias, el tenue roce de nuestras pieles, nuestros sexos rozándose y nuestra entrega completa. Anna yo la amo…y aun así termine quitándole su mayor anhelo su magia.
Se escucho un fuerte estallido, un demonio atacaba el pueblo. Anna despertó al instante algo confundida hasta que recordó la noche anterior, sus hermosos ojos de un hermoso color miel se llenaron de miedo y preocupación pues se dio cuenta que yo al ser una maga poderosa le quite todo su poder mágico.
Anna trato de hablar y antes de que pudiera hacerlo se lo impedí dándole un suave beso en los labios mientras las lagrimas corrían por mis mejillas, no quería escuchar que era odiada por la persona que mas amaba, Anna se quedo en silencio; me vestí rápidamente con un hechizo, limpie mis lagrimas y le di un profundo beso lleno de amor con todos mis sentimientos impregnados en el pues probablemente seria el ultimo beso ya que Anna probablemente ahora solo sentía odio por mi.
-Por favor no me odies – le murmure suavemente – Yo te amo y porque te amo yo me hare cargo de tu deseo – esboce una sonrisa mientras me teletransportaba a donde se encontraba el demonio, este realmente era uno poderoso podría llamarse uno fuera de serie la batalla fue realmente dura, tanto que a lo largo de esta recibí muchas heridas realmente graves el dolor era casi insoportable, perdía sangre rápidamente y a pesar de eso seguía luchando. Tenía que proteger a Anna, luche hasta que logre eliminarlo.
Una vez terminada la lucha me senté estaba muy mal herida, las heridas que me había causado el demonio eran mortales “me hubiera gustado pedirle perdón a Anna” pensé escribí sobre el suelo con mi sangre “Perdóname Anna… Yo te amo y siempre te amare”, Me acosté suavemente donde me encontraba y sonreí al cielo. Utilice un ultimo hechizó uno que crearía una barrera que protegería por siempre este pequeño pueblo de los ataques de los demonios, esta barrera solo la podía invocar un mago de linaje antiguo a cambio de su vida y a mi no me molestaba adelantar un poco mi muerte con tal de proteger a mi amada.
-¡Iris! – Escuche el grito de Anna – Iris, por favor abre tus ojos y déjame contemplar por siempre ese amatista tan cálido – podía escuchar las suplicas de Anna pero era demasiado tarde ya no había nada capaz de salvarme de la muerte, las lagrimas de Anna comenzaron a caer sobre mi rostro – ¡Yo te perdono! ¡Yo jamás te odiaría Iris! porque yo también ¡te amo! y por siempre te amare, eres la única persona para mi,! te amo ¡ – Anna respondió a mi mensaje, beso suavemente mis labios y aunque no podía abrir mis ojos sentí su mirada llena de amor, desafiando a la muerte, susurre un - Gracias… Yo también te amo – dando un último suspiro mientras se dibujaba una sonrisa en mi rostro para después caer en el sueño eterno.