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Cette Fois por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Sobreviví a la neumonía... y al fin logré actualizar. Tenga la noción que debería recalcar el ligero cambio en la perspectiva de Harry luego que "olvidara" lo vivido en su mundo actual. 

Los títulos son letras de una canción, de hecho, al cambiar la canción es el momento exacto en que Harry ya no tiene conocimiento de su "primera vida"... sn fin, si llega a salirse mucho de contexto a mi idea original o si llega a carecer de sentido tendré que darle un final acorde. Y sí, al fin después de tantos años ya inicia la cuenta regresiva al final.

Gracias por su atención.

Kunay_dlz

 

Enero 12, 2021.

 

  Cette Fois 

XV

C'est quelqu'un qui m'a dit que tu m'aimais encore
       

 

Muy bien, luego de una paliza de conocimientos por parte de mi antiguo Maestro... había olvidado lo exigente que es... me dejó tarea extra. Según él, el que oficialmente ya no sea conocido como su Aprendiz no quiere decir que va dejar que se desperdicie el conocimiento que adquirí con él. Sería muy malo para su reputación. Ah, que maestro tan... especial. Eso sí, nadie más se debe enterar o ambos estaremos en problemas-- acepté de inmediato. Las ofertas de peligro me son un tanto irresistibles. Creo que algo anda mal conmigo.  

En fin, a la maña siguiente me encontré recibiendo al Maestro de Pociones Prince. Solo seguí la corriente, saludó y contesté, entró a la sala y le ofrecí té, el silencio solo duró dos minutos para darle paso a una pregunta un tanto fuera de lugar como todo lo que estaba ocurriendo...  

--Entonces, te casarías conmigo tan solo para abandonar el aburrido cargo de ser guardaespaldas del Ministro, ¿no es así? --soltó al terminar su bebida.  

En realidad, a qué deidad ofendí como tener esta clase de inconvenientes.  

--Por supuesto que no, Maestro Prince, -- levantó una ceja impresionado --primero tendremos que conocernos mejor, ya sabe, tres o cuatro citas para establecer las cosas que tenemos en común o de lo contrario averiguar lo que podría matarnos más efectivamente. --continué.  

El rostro del Maestro Prince era... estoica, casi parecía esculpida en mármol de lo rápido que la sangre se le fue de la cabeza. Si vienen inconvenientes, al menos podrían ser divertidos, ¿cómo va ese refrán de los muggles? si la vida te da la espalda, tócale las n...  

--Es algo razonable, Señor Evans, ¿en qué fecha cree que yo pueda estar disponible para una de sus citas? --masculló interrumpiéndome.  

--Bueno, Maestro Prince, ya que se tomó la molestia de venir hasta mi casa, vallamos directamente a una. Hay un clima agradable para salir a volar por un momento. --casi grité, no le di tiempo de reflexionar o de escapar, me interpuse en su camino al pasillo de la puerta principal le tomé el brazo y lo arrastré al jardín... y sí, un hechizo no verbal lo que le dejó sin poder usar su voz, tampoco le di tiempo a que sacara su barita. Tantos reflejos, agradezco mi agilidad de algún lugar bien adquirida.  

Aproveché su desconcierto y rabia para colocar la escoba entre sus piernas y subir frente a él, no le quedó más que sujetarse cuando inicié el vuelo. Podía sentir su agarre en mis hombros, casi podía jurar que intentaba enterrar sus dedos para arrojarme al vacío o para no caerse; aún no me decido. Si de todas maneras me iba a hechizar en represalia que más daba disfrutar el momento... ¿verdad?      

 

¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨    

 

La segunda cita fue lunes en la mañana, lo llevé a desayunar a un restaurante muy alejado del Callejón Diagon; era elegante y no había tantas personas, las pocas que había eran lo suficientemente discretas como para que mi acompañante no se sintiera incómodo. Tras la sorpresa inicial que se hubiera presentado donde lo cité (de mi parte) y de notar el lugar al que nos dirigíamos (de la suya), lo reté a que entrara al restaurante: se sorprendió con el menú de comida francesa contemporánea, elegimos los platillos de nuestro Deluxe Three Course Lunche for Two mientras degustamos la bebida de cortesía "exquisita" según sus palabras (me arrancó una sonrisa su genuina sorpresa); hablamos sobre lo que sabíamos de la cocina francesa e italiana (me aseguró conocer un lugar donde la pizza y el vino son una delicia al paladar) casi comparándolo con el vino servido junto a la comida, sonreí cada que le cachaba degustar de la bebida y cuando se dio cuenta de mi diversión me prometió llevarme a comer el lunes de la siguiente semana a Italia (acepté en seguida). Los postres solo me los comí yo mientras él disfrutaba de su café.         

 

¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨    

 

La tercera cita fue el día viernes de la misma semana; le envié una lechuza por la mañana y le advertí que lo secuestraría durante toda la tarde, lo encontré el atrio del Ministerio dirigiéndose a una de las chimeneas para salir: lo tomé del brazo y fui yo quien mencionó el lugar de destino... llegamos al Real Observatorio de Greenwich (síp, otro lugar muggle), mientras mirábamos las exposiciones de artefactos antiguos le iba explicando mi repentino interés sobre la astronomía (dijo que era insustancial e impráctico, le dije que era totalmente necesario si me embarcaba a los siete mares), mi desagrado sobre los charlatanes videntes (él defendía a los poseedores del Tercer Ojo que en verdad podían ver el futuro o cruzar algunos planos, le dije que cada acción que realizamos es lo que marca las futuras consecuencias no algo tan insustancial como el Destino)  y durante la proyección de la creación del universo le susurré de mi reticencia en aceptar ser parte de la gran familia que eran los Potter, Black y Lupin... me dijo que en nosotros se queda la "impresión" de las personas con las que convivimos, a veces al recordar a una persona es la impresión que nos dejó lo que inconscientemente nos obliga a aceptar o rechazar en nuestra vida a cada persona.  

Me dijo que estaba bien el no aceptar tan rápido a los Potter-Black-Lupin si mi primera impresión de ellos no fue la mejor, me dijo que estaba bien desconfiar, dijo que estaba bien extrañar una familia que nunca tuve y que cuando en realidad estuve no me sentí aceptado ni querido... dijo que estaba bien que me tomara mi tiempo conociéndolos y a veces evitando verlos, dijo que el tiempo y sus acciones son lo que me harán conocerlos en verdad, que incluso alguien bueno tiene derecho a reservar un poco de precaución. Le sonreí y al salir del Observatorio lo llevé a la parte Mágica (El Viejo Observatorio) donde había un tipo bazar cultural, nos detuvimos más seguido donde ofrecían libros o ingredientes de pociones (dijo que uno nunca sabe donde se puede encontrar lo que no sabías que estabas buscando)... me hice acreedor de dos libros de métodos de exploración médica sin barita, un libro de herbología donde venían instrucciones del cuidado de "siembra" y "cosecha" de plantas medicinales y docena y media de viales con ingredientes exóticos que rara vez se conseguían así, a la mano.  

Él ya llevaba varias docenas de viales y otras más de libros, compré una bolsa satchel y apliqué el hechizo expandible, el de peso ligero y tan amplio dentro donde se podrían apilar varias cosas y se la obsequié... podría jurar que casi lo vi sonreír emocionado mientras acomodaba sus cosas dentro.      

 

¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨    

 

El sábado fue una batalla campal: salir del trabajo (seguía con el deber de guardaespaldas del Ministro aunque esta temporada sea solo de papeleo en la pequeña oficina junto a la de Gaunt), localizarlo (logré encontrarlo en los baños del Atrio, jamás pensé que usaría baños públicos) y arrastrarlo a un cine muggle (esta vez hubo hechizos de por medio, solo un descuido bastó para despojarlo de su barita)... sobre todo evitar que saliera de la sala de cine, punto a mi favor le gustaron lo nachos. Y el Sprite. A medida que avanzaba la película parecía interesarse más y más, hasta llegó a preguntarme por algunas referencias aunque la mayoría de sus dudas solían disolverse solas al ir avanzando la trama. Llegado el momento del drama total, e inevitablemente cuando llega la parte en la que siempre suelo llorar, me sorprendió al colocar en mi mano un pañuelo.   

Fue absurdamente adorable.   

Estoy más loco de lo que pensé.   

--Me alegra ver que ya has dejado de llorar. --dijo al salir del cine.  

--No puedo evitarlo, no es que fueran los mejores actores aunque no niego que no puedo imaginar Titanic sin ellos, totalmente culpo la música. Es la melodía lo que me hace... es lo que logra estremecerme. --confieso.   

Es una noche agradable, no hace tanto frío... seguimos caminando. Olvidaba lo larga que era la película.  

--El argumento es un tanto apresurado, las decisiones tomadas por los protagonistas, su situación me recuerda demasiado a esta otra pareja de Verona... --parecía tratar de recordar algo.  

--Shakespeare. --exclamé.  

--¿Disculpe? --preguntó al tiempo que me detenía frente a un semáforo, no había tanta gente a esta hora e incluso logré visualizar una banca a la entrada de un minisúper hacia la que nos dirigimos.  

--Romeo y Julieta de William Shakespeare, muchos lo consideran el fundador de todas las historias de amor ya que todas suelen tener algunos de los mismos puntos principales de Romeo y Julieta; estatus sociales, riñas familiares, venganza sobre la muerte de alguien querido, falta de información que lleva a la toma de una decisión equivocada, alguna tragedia y lo que suele ser su firma personal del drama; la muerte de uno de los protagonistas. --dije --Lo siento, hablé demasiado.  

--En realidad, sí, hablaste demasiado. --solté un bufido, él continuó -- Sin embargo, fue informativo... aunque no me decido si es completo desagrado o casi anhelo que sientes por esa "obra maestra".  

--Aún no lo sé. Se me dificulta visualizar a alguien conocido tomando las mismas decisiones impulsivas de Romeo o Julieta, para su época seguramente habría sido todo un dolor de cabeza. --murmuré.  

--Jack y Rose son más actuales y de hecho justifican sus decisiones. --dijo con aire pensativo.  

--Y de hecho uno de ellos vive, me agradan un poco más. --lo que explicaría el acudir al cine recién abandonado, es el único que conozco que pasan Titanic una vez cada dos meses.  

--Si mal no recuerdo, lo que enalteció Romeo y Julieta fue el trágico final, la muerte de ambos protagonistas. --expuso.  

--No me gusta. --decreté. Que recuerde nunca me gustó esa obra.  

--¿El que se amen tanto que no conciban vivir uno sin el otro? --preguntó sorprendido, colocó un hechizo a la banca para que no estuviera tan fría por el metal.  

--El que en lugar de avanzar en la vida, con el recuerdo de su amado e inmortalizarlo de alguna manera, decidan terminar con su amor y toda su huella así nada más, con el suicidio. --expliqué mi desagrado.  

--Muchos lo ven como una gran prueba de amor. --defendió.  

--Yo lo veo como una tontería, algo impulsivo e inmaduro. -- pude ver su ceño fruncido, continué --Piénsalo bien. Si amas tanto a alguien, y por cualquier motivo estás muriendo, ¿cuál sería tu último deseo? ¿que tu persona amada muera contigo? o, en cambio ¿desearías que tu persona amada viva y sea feliz? Claro que va a haber sufrimientos para la persona que se quede, y más que nada llorar por quien la dejó pero, ¿no sería también un motivo para ser feliz por los dos? Después de todo, en el más allá no hay pasar del tiempo, y tal vez aquí en la tierra pasarían 84 años pero en el más allá no, quizá ni se haya notado que se separaron durante algún tiempo. --respiré --Lo siento, otra vez.  

Llegué a pensar que se molestó, a veces me dejo llevar al expresar mi opinión y más si es de algo en lo que tengo conocimiento y tengo una clara opinión. junté mis manos en busca de algo que hacer con ellas, no sentía frío por el hechizo en la banca, mi barita estaba oculta, vi pasar a un par de muggles casi corriendo y tomados de las manos... ahí va una historia similar de aquel dramaturgo. Me concentré en mi acompañante cuando empezó a hablar.  

--Cuando era niño, --no se veía muy seguro de compartir --no tenía acceso a variedad de libros, solo había un puñado y la mayoría era de literatura muggle, entre esos libros encontré algunas obras de Shakespeare y mi favorita, de esa época, fue Romeo y Julieta. Tantas palabras que sonaban bonito, había un príncipe o al menos lo mencionaban, era mi favorito, había peleas con espadas, deseé tener a alguien tan leal como Romero tenía a su Mercutio, deseé que el príncipe interviniera y simplemente ordenara que dejen a Romeo y Julieta en paz... pero no, uno de ellos murió y el dolor fue tan grande que no vio su vida sin su otra mitad. Deseaba encontrar a alguien así, con un amor tan fuerte que no concibiera vivir sin... mi. --inhaló y exhaló aire muy profundo -- No obstante, la muerte es algo a lo que no me gustaría mi otra mitad sucumbiera... tendría que ser valiente, inteligente, fuerte y que pueda mantenerse con vida en los momentos que yo no esté a su lado.  

--No te molestes, pero, creo que esa es la razón por la que sigues soltero. --ante su mirada casi asesina continué --Cada una de las personas en este planeta tienen varias virtudes y diferentes dones, algunos son más visibles que otros e incluso de quienes menos te lo esperas es quien tiene todo lo que otra persona ha estado buscando. En tu caso, esperas que alguien llegue prácticamente diciendo "soy muy fuerte, soy super listo y no le tengo miedo a nada, casémonos" y aceptas, pero, después te das cuenta que no te gusta su manera de dormir, que haga ruido al comer, o que no sepa comportarse con tu círculo de amigos, conocidos o familiares. A como te veo, jamás perdonarías a alguien que te haga pasar vergüenza en situaciones importantes.   

>>Ahora, si en lugar de buscar personas con esas cualidades a plena vista tratas de conocer a personas que no tengan eso tan evidente quizá te des cuenta que en efecto, esa persona que tal vez se ve muy cobarde en realidad en valiente en enfrentarte, o aquella que no tuvo las mejores notas en la escuela en realidad es muy capaz de estructurar planes de batalla o pueda desbaratar el plan de alguien que se opone a ti... incluso, la fuerza que encuentres en esa persona no sea de manera mágica, o de manera física, pero podría tener una fuerza de voluntad que podría hacerte cambiar de opinión.  

Quizá debería dejar de hablar.  

--Y si ya conociera a una persona que tiene las cualidades que busco, que la he estado conociendo y hasta ahora no hay algo que me desagrade... --inquiría.  

--Bueno, sería genial que te aseguraras que esa persona piense lo mismo de ti. --aseguré.  

--... para eso tendría que dejar que "me conozca"... --otra vez no se escuchaba ni se veía seguro de sus palabras.   

--Exacto. -- dije rotundamente --Claro que puedes tratar de impresionar a esa persona resaltando algunas de tus cualidades, eso sí, nada de mentiras o manipulaciones, la mayoría de las personas no les gusta ser engañadas o ser forzadas. --añadí --Eso es lo peor.  

Para mí lo sería, y es algo que agradezco a la familia que tengo y de la aún no me permito disfrutar.  

--Conocer y dejar que me conozcan. --dijo casi como si fuera algo impensable para él --¿Y luego, ya todo sería perfecto? ¿Digno de una obra maestra?   

--Por supuesto que no, la perfección no existe. --suspiré.  

--No veo el punto entonces. --bufó --Cada vez me haces desear más mi fantasía de infancia. --dijo bajito, como si no quisiera que lo escuchase.  

--No sé si disculparme por arruinar tu infancia o no. --me puse de pie, él también y comenzamos a caminar de nuevo --El punto de estar con otra persona es que juntos van descubriendo cosas nuevas, ya sea uno del otro o de sí mismo, básicamente crecer juntos. Si tú quieres tener un gato como mascota y tu otra mitad quiere un perro, discutirán, llegarán a un acuerdo y tal vez luego descubran que son alérgicos a la mascota que ganó el derecho de permanecer en su casa... --por su segundo bufido creo debo reestructurar la idea --honestamente, ¿qué preferirías? ¿Una pareja que haga lo que dices al pie de la letra o alguien que te sorprenda e incluso te rete una que otra vez?  

>>Además, creo que no he escuchado algo importante. --dije a punto de cruzar la calle.  

--¿Qué cosa? --miramos a ambos lados y cruzamos.  

--Dijiste querer encontrar a una persona que te ame tanto como Julieta a su Romeo pero no te escuché decir que tú la amarías de igual manera. --quedamos parados bajo el anuncio fluorescente de un bar --Ese sentimiento, tengo entendido, funciona en ambas direcciones; recibes amor solamente si también lo entregas.  

--Quedaré soltero entonces. --decretó con una evidente mueca de desagrado.  

Y no pude evitarlo, tenía que decirlo.  

--Ya somos dos, así que, para no estar solos y evitar toda esa presión social sobre el matrimonio, casémonos. --concluí.

 

 

 

                         

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


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