Cette Fois
IV
Un peu de temps
No pasó mucho tiempo para que las cosas cambiaran en el Mundo Mágico, por lo que alcancé a observar y a leer en El Profeta; los ataques terroristas se extinguieron por la Organización y Liderazgo del Ministro, se aprobaron leyes a favor de Hombres Lobo, Vampiros y otras creaturas que curiosamente también eran quienes conformaban gran mayoría del ejército de Voldemort además de un par de leyes que ofrecían 'educar' a los nacidos de muggles con respecto al Mundo Mágico.
Aparentemente eran cambios buenos, y quizá lo eran, sin embargo, aquellos que iban quedando en puestos de poder, los Jefes de Departamento del Ministerio, todos ellos eran los 'íntimos' del buen Tom. Pronto todo el Reino Unido quedaría en su poder.
Oh cómo me molesté. Sentí rabia contra los ciegos políticos del Ministerio de Magia que le entregaron el poder a Voldemort en bandeja de plata. Sentí decepción ante todos aquellos que se suponen conformaban el Bando de la Luz, los que serían miembros de la Orden del Fénix, por no atar cabos y asociar al Ministro con el terrorista que 'había desaparecido', sentí impotencia de no poder hacer nada en mi cuerpo actual... todavía era visto como un niño.
Todavía no tenía el poder suficiente para derrotar al mago más poderoso de esta época.
Lo que era peor... no tenía a nadie a quién proteger de Voldemort.
Intenté ignorar nuevamente esos pensamientos sobre la familia que existe en esta dimensión pero que no me quiere. En mi otra vida, tenía amigos, tenía a los Weasley, tenía el recuerdo de mis padres asesinados por Voldemort para impulsarme a ir en contra de su asesino pues él no dejaba de buscarme para matarme de igual manera. Aquí... aquí ¿a quién protejo?
Voldemort aún no llegaba a esa fase de su vida donde creó los Horocroxes, donde el decir su alias era tabú, donde juraba limpiar el Mundo Mágico de todo nacido de muggles o mitad creaturas... donde estaba desquiciado. De pronto me asaltó un pensamiento extraño, uno que quizá jamás se me hubiera cruzado si siguiera en mi antigua dimensión; tal vez antes de sumergirse totalmente en las Artes Obscuras Tom sí tenía un visión de un futuro mejor.
En todo caso, yo era muy chico para ir en su contra.
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Dos meses después de mi décimo cumpleaños me vi fuera del Reino Unido. El viejo Pocionista con el que vivía y trabajaba, hizo realidad su deseo de regresar a su país natal, conmigo a su lado. No tuvo el valor de dejarme a mi suerte, o eso decía en lugar de admitir que me había tomado afecto así como yo a él.
Vivir el tiempo suficiente en una provincia de Francia donde el Viejo Octavio volvía a emprender su negocio de Pociones, y el uso sin barita de mi Magia, me brindaron la invitación como estudiante a la Academia Mágica Beuxbatons. Al parecer su selección de estudiantes era distinto a la de Hogwarts, de alguna manera escucharon sobre mi destreza y tras un estudio personal de parte de ciertos profesores de la Academia me vi aceptado.
Aún no cumplía los once, se me hizo extraño y luego me enteré en esa Academia la educación se puede iniciar a más temprana edad, y, con el apoyo del Viejo Pocionista, Octavio, empecé a asistir.
Era diferente, demasiado, el estar en una escuela que no era Hogwarts... ese castillo siempre fue mi hogar.
Supongo que en esta 'segunda oportunidad' también deberé hacer cosas 'nuevas', aprender más cosas en las que nunca fui bueno, pensar un poquito más en esas otras cosas que jamás pensé en utilizar; experimentar todas esas cosas que no hice en mi otra vida. De esta manera, también me distraería de mi pequeño pasado en esta dimensión.
Las clases son interesantes, bien fundadas para uso práctico y los profesores son más que aptos para enseñar; soy el mejor de mi clase, la Magia es tan natural como respirar y sin distracciones (como pensar en la familia que tengo y que sigue viva, o que esta vez nadie intenta matarme) tengo excelentes calificaciones. Octavio está tan orgulloso que hasta anda por ahí diciendo a quien quiera escuchar que es mi tío.
Como quienes vivimos cerca de la Academia poder regresar nuestras casa por las tardes Octavio siempre está al tanto de mi educación, se la pasa hablando a sus clientes de mis recientes logros; sus clientes recurrentes lo alientan mientras miran al cielo o a mí y me guiñan cómplices. Pareciera que jamás habían visto al viejo tan contento. Yo les sonrío y sigo con mi trabajo, si tan solo supieran que ese viejo pocionista es quien hace mi vida más llevadera y no al contrario.
Algo más que captó mi atención es que en esta escuela hay varios estudiantes con ancestros de creaturas mágicas, sobre todo Velas. He visto a Fleur, y como a varios estudiantes de grados superiores, tampoco soy de su agrado. No tengo sangre de creatura mágica, no tengo el apellido de una 'familia' prestigiosa, mi apellido ni siquiera es conocido, y sin embargo, tengo un gran control sobre mi magia, tengo notas perfectas y al apoyar a mis compañeros en sus materias o problemas más personales me he ganado su respeto así como el de los profesores que me imparten clases.
En mi tercer año, los alumnos que recién ingresan y algunos que inician estudios aún más jóvenes suelen buscarme para solicitar ayuda con sus materias, ya sean los que nunca hubieran soñado en que la magia es real o aquellos que toman materias que se les vuelve difícil, o simplemente necesitan consejos en el vuelo. Sí, mi gusto por volar no lo he olvidado y estoy seguro es una de las cosas que nunca se borrará de mi memoria; el viento en mi cara, la adrenalina de las curvas cerradas y esa sensación de libertad al estar flotando en el aire.
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Con el paso del tiempo he notado algo curioso.
Los recuerdos de mi 'vida pasada' se sienten cada vez más lejanos, casi como una bruma que se esfuma con al paso de los días.
No es como si lo olvidara todo (los Dursleys, Voldemort y sus ataques constantes hacia mi personas desde mi primer año de vida, mis amigos, las aventuras que viví con ellos...) entiendo el recuerdo, las emociones vividas y mi convicción de luchar contra el que ahora es Ministro de Magia del Reino Unido una vez que esté preparado.
No sé ni como explicarlo.
>>Continuará...