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SOLO BETA por DarkNess InuKami

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Notas del fanfic:

Espero les gusté está historia la cual ya les había prometido.

 

Para entenderla mejor no olviden leer Su Omega que pertenece a esta serie.

 

 

Notas del capitulo:

 

Pues espero que les guste.

 

Por favor no olviden pasar a los comentarios finales.

 

Sin mas a leer ~

La escuela Gran Imperio del Conocimiento, era una academia altamente reconocida no sólo por su insuperable estatus sino además por ser la única escuela donde Alfas, Omegas y Betas, estudiaban sin ningún tipo de restricción.

Su objetivo era crear igualdad entre sus estudiantes y demostrar que el género era algo secundario en cuanto al valor de las personas. La posible diferencia entre sus estudiantes sería simplemente la comodidad para alojarse, ya que contaba con dormitorio para quienes lo requirieran.

Debido a su clase económica se les otorgaba una habitación personal, o bien, el tendrían que compartirla con otros estudiantes. También estaban separados los edificios para evitar incidentes no previstos durante las noches, por lo que sólo podían compartir clases y no dormitorios a no ser que fueran pareja.

Gaara se encontraba en su habitación en el edificio de Betas, continuaba bajo las sabanas tratando de ocultarse del sol que se filtraba por la ventana. La luz del medio día parecía estarle escociendo la piel.

Su falta de vitalidad provenía del incidente que tuvo con un Alfa hacía apenas dos días, el malestar físico disminuyo considerablemente pero de algún modo su estado emocional fue alterado a un punto irreparable. Estaba frustrado y resentido consigo mismo, por ser tan débil, por ser tan insignificante, por ser un simple beta.

Desde que conoció a aquel sujeto sus problemas aumentaron gradualmente, los exámenes finales se acercaban cada vez más pero él seguía faltando para no tener que encontrárselo, porque algo le quedó muy claro después de estar todo un día con Sai…

¡Que a su lado, era totalmente insignificante!

¡Que cada vez que lo viera, sería fácilmente sometido!

¡Porque un Alfa era alguien totalmente superior!

Frotó una y otra y otra y otra vez su cuello con la fuerza suficiente para hacer sangrar nuevamente la herida sin darle tiempo para cicatrizar.

Ese tipo no se había abstenido de morderlo aun cuando le insistió desesperadamente que se detuviera, ni siquiera cuando le repitió tantas veces hasta lastimar su garganta…

¡¡¡ Yo soy un beta !!!

El dolor en su cuello era desesperante pues le ardía como si fuera una laceración y, aunque posiblemente se debía a su forma de intentar borrarla, no había intentado curarla ya que eso significaría verla y la sola idea le desagradaba por completo.

Sollozo débilmente, nunca había sido fácil. Aceptar que no podía ser más, que no tendría lo que quería porque lo intentara. Aceptar como sus padres le repitieron hasta el cansancio “Los alfas son extraordinarios, los betas son ordinarios y los omegas son objetos necesarios”

En su familia solo había Alfas y solo él… la desgracia para los Sabaku.

Avento la almohada bajo su cabeza hacia la pared, su mente se negaba a olvidar, su cuerpo se negaba a borrar…

-¡Ya basta! –gritó impotente antes de que todo lo acontecido volviera a reproducirse en su cabeza.

 

 

 

***** Flash Back *****

 

 

-¡D-detente!- protestó a penas audiblemente mientras expertas caricias rozaban ciertos puntos placenteros que totalmente desconocía.

-¿Excitado?- pregunto dulcemente y sin intención de detenerse- Vamos Gaara, dime que te gusta.

Este por su parte al escuchar aquello apretó sus labios reteniendo cualquier sonido que corroborara el placer que experimentaba. No le daría el gusto de escucharle una vez más sin importar lo que le hiciera.

El pelinegro sonrió divertido al notar su inútil resistencia, aquella batalla perdida por parte del beta estimulaba su instinto dominante, su lado más salvaje. La expresión desesperada en ese rostro le provocaba satisfacción, la pálida piel cubierta de sudor se veía tan apetitosa que le incitaba a probar más y la agradable fragancia que provenía de ese cuerpo se estaba impregnando en él. Tan dulce y fresco como un durazno.

Muy distinto a ese maldito y desagradable olor, ese desesperante aroma perteneciente a un Omega…

En un instante la mente de Sai divago hacia recuerdos dolorosos, a momentos que se grabaron cruelmente en su memoria. Su conciencia voló y sus acciones por lo consiguiente se detuvieron.

Gaara al verse libre de aquellas manos que se movían seductoramente sobre su cuerpo, decidió rodar hacia un lado para bajarse de la cama, más sus intenciones se vieron frustradas por Sai cuando le tomó nuevamente y con movimientos suaves lo acomodó hasta colocarlo en cuatro.

Un sonrojo se instauro rápidamente en las mejillas de Gaara cuando sintió una parte abultada restregarse en el escondido lugar entre sus nalgas. Con un pantalón de por medio la sensación no era tan intensa pero el calor que emanaba de tan íntimo lugar era tan sugerente que jadeo sensualmente.

-Eres mío, solo mío, mío- estimulado por aquel dulce sonido, el pelinegro comenzó a acariciarlo desesperadamente –Eres mío… No existe ningún otro para ti ¿verdad?, no importa cuántos Alfas traten de seducirte, tú solo eres mío…

Sin realmente esperar una respuesta se acercó al cuello del chico y respiró su dulce aroma, su boca comenzó a ansiar probar la blanca y suave piel, por lo que acercó sus labios para depositar delicados besos, después un sentimiento de insatisfacción se apodero de su corazón, aquello no era suficiente. Rápidamente su roja lengua salió para degustar el manjar en sus brazos, lamiendo minuciosamente con el total deseo de poseer.

-No, no, no – imploraba Gaara al comprender las intenciones que tenía aquel Alfa- No soy omega, no soy omega, no soy omega…

Sai fuera de sí, no escuchó las desesperadas suplicas y solo se relamió los labios como si anticipara el dulce sabor que pronto lo embriagaría; sin poder contenerse un segundo más abrió su boca y mordió aquella zona que en cualquier Omega lograría hacerlo suyo.

-…- el beta apretó con aun más fuerza las sabanas, el dolor proveniente de su cuello no sólo causo más lágrimas sino que además se corrió por la intensa sensación que atravesó su cuerpo.

Sai percibió el almizclado aroma y la humedad que venían de su mano, pero lejos de sentirse satisfecho con solo eso repitió sus caricias con infinita lujuria, la esencia de su pareja era exquisita y quería más.

No se detendría hasta mezclar su olor con el de su compañero, no hasta lograr adueñarse de su cuerpo… de su más íntimo rincón.

Desabrocho sus pantalones con rapidez y los bajó junto a su ropa interior, no podía continuar soportándolo. Mirar y no tocar, probar pero no comer… Definitivamente no podía más.

 Por un momento soltó la erección del pelirrojo para posar una mano en su cadera y la otra sobre su propia erección, para así restregarla sobre el firme trasero

-No~- murmuro con una expresión de infinito temor.

Sai le miró con ternura y sintió ganas de cobijarlo entre sus brazos, susurrarle cuanto lo amaría si le permitía llegar hasta el final pero le parecía aún muy pronto, por lo que quizás sería rechazado sin ninguna duda.

-No lo haré- se inclinó sobre su espalda para alcanzar su oído- no hasta que me lo pidas, no hasta que lo desees.

Gaara sintió que su cuerpo se estremeció en contra de su voluntad pues aquella caliente y dura parte del Alfa se abrió paso entre sus muslos antes de comenzar a moverse rítmicamente, con tales movimientos aquella dureza se frotaba con la propia y el líquido previamente expulsado comenzó a mojarlos a ambos, creando un erótico sonido acuoso.

Sai dejó de moverse esperando un poco de aceptación de Gaara pero este se detuvo junto a él, suspiro un poco decepcionado y a punto de alejarse para dejarlo descansar.

-Más.

Un dulce murmullo apenas alcanzo sus oídos pues fue dicho con una voz demasiado suave, como si su interlocutor hubiera evitado fuertemente que saliera de sus labios.

Con una brillante y genuina sonrisa Sai obedeció.

Estaba dispuesto a esperar a que el beta lo aceptara sí, pero no podía frenar su lujuria. Menos con la faceta sensual que acaba de descubrir.

No logrando contenerse más se movió apremiante para poder alcanzar el éxtasis y aquello no tardo demasiado, ambos exhalaron un sonido lleno de placer antes de dejarse caer, sus respiraciones continuaron agitadas aún cuando se acurrucaron en el cómodo colchón, uno sobre el otro con sentimientos totalmente distintos.

-Eres mío- repitió pasando su lengua por la herida del menor, sintiéndose orgulloso de haberla hecho.

-No- protesto sin ser consiente si logro decirlo o solo lo pensó.

 

 

***** Fin Flash Back *****

 

 

 

Se reprendió así mismo al recordar esa terrible noche en la cual sucumbió sin poner mucha resistencia y respirando hondamente intento borrar el fuerte sonrojo de sus mejillas.

Debido a ese imbécil tampoco había visto a su amigo, no estaba seguro de sí logró zafarse del Uchiha o seguía cautivo. Había estado tan deprimido que olvido su promesa de cuidarlo, aunque realmente le pesaba más darse cuenta que ni siquiera podía protegerse a sí mismo.

Se llenó de coraje para salir de su recamara tenía que ayudarlo, después de bañarse y vestirse rápidamente, se dirigió a los salones donde tomaría clases con su amigo, tenía que verlo.

A su amado amigo.

De hecho todos sabían cuan preciado era para Gaara, y quizás el único despistado era el mismo Uzumaki, el que sin importar lo que hiciera jamás notaría sus sentimientos.

El dolor de ser sometido por un Alfa al mismo tiempo que el hecho de que otro le quitará a su amado era insoportable, el impotente sentimiento de no poder borrar marcas, de no poder oponerse al destino… Era terrible.

¡Malditos géneros!

Si él fuera Alfa habría hecho suyo a Naruto, es más pensaba que habrían sido compañeros destinados.

Respiro con dificultad pues su cuerpo se sentía realmente débil a causa de comer mal en últimos tiempos, su cara estaba pálida y sus extremidades se sentían levemente entumecidas debido al tiempo que paso en cama. Estaba dando vuelta en el pasillo cuando se sintió preso de un familiar abrazo. Levanto la vista con una sonrisa al pensar que era su amigo pero se encontró con dos orbes tan oscuras como la noche.

-Aquí estás mi amor- sostuvo con cuidado al chico para ayudarle a incorporarse, estaba pendiente de cuando saldría y al notarlo distraído no pudo contenerse de abrazarlo- te he estado esperando.

Asustado de que su cuerpo consideraba a ese sujeto como alguien familiar trato de soltarse. Los recuerdos comenzaron a viajar rápidamente, haciendo que un extraño cosquilleo se extendiera desde la marca hacia todo su cuerpo y con la fuerza que le quedaba dirigió su puño al estómago de Sai.

Este no hizo intento de esquivarlo pues podría soltar a su pareja y hacerlo caer, de hecho no fue tan fuerte como esperaba y aquello le hizo fruncir el ceño.

-Lo siento- se disculpó con su típica sonrisa forzada por lo que aquello sonaba un poco falso -¿Has comido bien? Te ves un poco pálido.

Coloco una de sus manos en la frente de Gaara y estuvo a punto de besarlo cuando una voz llegó detrás de ellos, interrumpiendo por completo sus acciones.

-¿Qué estas recogiendo Sai?- indagaron los amigos del pelinegro al mismo tiempo que se acercaban- ¡Oh, que monada!, tú siempre te quedas con lo mejor.

-Eso cierto- secundo Baku tomando un mechón de cabello rojo- me encanta su mirada.

-¿Es tu nuevo compañero?- cuestiono Dajimu sin malicia -¿Hace cuánto terminaste con Kana?

El beta sintió que su malestar aumentaba a un nivel insoportable, sentía asqueado de ese grupo de Alfas que le veían como un objeto de decoración o como un simple pasatiempo, lo cual le estaba desesperando.

Estaba por quitar aquella mano de su cabello cuando una ajena se adelantó y de un manotazo la alejo.

-¡Oye amigo! Eso duele- exclamo ofendido Tera.

-Eso te pasa por ponerla descuidadamente sobre mi pareja.

-¿Pareja? –todos exclamaron sorprendidos pues su amigo nunca había anunciado a ninguna de sus conquistas como su pareja.

Ignorando a sus sorprendidos amigos Sai se giró a su amado para comprobar que estuviera realmente bien

-¿Quieres que te acompañe a la enfermería de la escuela? –Uno de sus brazos rodeo la estilizada cintura- ¿O quieres que te cuide, Gaara?

-¿Gaara?- nuevamente aquellos chicos exclamaron el nombre del pelirrojo al unísono.

-¿El amigo beta de Uzumaki Naruto?

Al escuchar tal título el pelirrojo manoteo lejos al Alfa y se dispuso a irse.

-...- el pelinegro rápidamente lo detuvo y les dedico una amenazadora sonrisa a sus amigos- ¿Acaso no tienen pies con los cuales irse?

Tal parecía que habían conseguido molestar a su amigo lo cual no era muy sencillo. Temiendo soportar su mal genio en las clases estaban por irse cuando las siguientes acciones de aquella pareja los dejaron plantados en su sitio.

-No me gusta- comento Sai después de mirar a su pareja durante un rato considerable –Me iré en cuanto te deshagas de esto.

Frunciendo el ceño Gaara empujo a Sai y alejo las manos del borde de su playera- ¿Crees que me importa lo que te gusta? -le grito tan fuerte que atrajo la mirada de algunos transítenles —No me visto para gustarte.

Lejos de molestarse Sai tomo a Gaara de la muñeca y lo llevo con él a rastras, apenas sentía la resistencia que ponía el menor. Una vez lo tuvo en un lugar lejos de las vistas curiosas de otros, movió sus manos nuevamente a la fastidiosa prenda.

-No me gusta- repitió arrinconando al chico, lo presiono entre su cuerpo y la pared para impedir que huyera- Entiéndelo, eres mío y quiero que todos lo sepan.

-No soy un Omega.

-No me importa- aseguro serio- me gustas.

Cuando Sai dijo aquello su cuerpo tembló con emoción, algo sumamente extraño pues nunca experimento tal sensación antes.

-Brazos arriba- el pelinegro aprovecho el momento de confusión del chico para comenzar a quitarle aquella playera con cuello de tortuga.

Con cuidado deslizo la prenda sin evitar rozar la blanca piel en el proceso, el calor palpable en la yema de sus dedos causo que su respiración comenzará a agitarse. Tratando de calmarse Sai rápidamente termino de desvestirlo.

-¿Qué haces?- al salir de sus pensamientos noto que le habían desvestido.

-Usa esto- respondió al tiempo que colocaba el saco Slim Fit que anteriormente llevaba puesto y con delicadeza abrocho uno a uno los botones para tapar por completo el cuerpo de su pareja.

-Esto es igual a mi playera- se quejó al quedar totalmente tapado con esa prenda, agradecía que los botones llegaran hasta el cuello.

Pero Sai no abrocho el primer botón, el saco quedo abierto un poco antes del cuello y tras acomodar las solapas llevo una de las manos a la nuca de Gaara.

-No es lo mismo- le sonrió y después de acariciar aquella zona se alejó- será mejor que vayas a clases, aún puedes tomar dos.

Aquella caricia le hizo entender finalmente cual era el punto de cambiarlo. Con esa prenda la marca que le había hecho quedaba al descubierto.

Estuvo a punto de gritarle que se detuviera pero se detuvo cuando se dio de lo que iba e inconscientemente se abrazó para percibir el aroma del Alfa al igual que retener el calor que aún conservaba el saco.

 

¡Maldita sea! ¿Qué estaba pasándole?

Notas finales:

 

Pues bien sólo falta subir Un Alpha para tener las 3 historias pertenecientes a esa serie.

 

Ya tenía el capitulo pero mi laptop ya no funciona, es dificil escribir otra vez pues me gustó mucho lo que hice la primera vez.

 

Pero bueno, si me animo se las subiré pronto.

 

No olviden dejar sus lindos comentarios para motivarme a actualizar.

 

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Y nos estamos viendo

 

BITE & BLEED


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