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¿Los errores de los padres son también los de los hijos? por AOI SALUJA

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Notas del capitulo: hola!!! apartir de hoy actualizaré los miércoles :) muchas gracias por la paciencia y todo el apoyo
*dark kirito
*megu-chan
*mayu-san
*duraznito-chan
*y a ti
# Capítulo 16: Sanando el cuerpo. #


Finalmente Daniel tenía todo un fin de semana para disfrutar. Y más agradecía el haberse recuperado rápidamente.
-¡Buenos días campeón!
-Buenos días papá.
-¿Cómo te sientes?
-Mucho mejor.
-Eso me alegra tanto. Todos estábamos preocupados por ti.
-Disculpa por preocuparlos.
-No hijo- toma asiento a un lado de la cama-, el que debería de disculparse soy yo. Debí darme cuenta de todo y hacer que descansaras como es debido. Además te metimos en tantos cursos sin tener el cuenta lo que deseabas. Lo siento tanto hijo.
-¡No papá! Ustedes sólo querían lo mejor para mí- su papá sonríe melancólico y acaricia su cabeza-. Los quiero mucho.
-Yo también Dani. ¿Seguro no quieres que me quede?
-Seguro, además voy a dormir hasta el amanecer, así que no tiene caso que les haga perder su día. Y si llego a tener hambre sólo tengo que bajar y me caliento un poco de la comida que me dejaron.
-Bueno, pero cualquier cosa...
-Les llamo- sonríe y le da unas palmaditas en la espalda- Si, gracias papá. No se preocupen estaré bien, además Jonathan vive a lado.
-Si... tienes razón. Nos vemos al rato campeón.
-¡Buen día! 


                                        ☆


Adam se encontraba fuera de una  habitación de hospital, esa era la de su compañero de trabajo Leonardo. Dudoso de entrar o no, finalmente se decidió, suspiro y se abrió paso a su interior. Ahí vió dos camas más ocupadas por otros pacientes, al parecer estaban dormidos, así que entro lo más silencioso que pudo y se acercó a Leonardo quien lucía igual, así que creyendo que estaba dormido habló directamente con él sin esperar respuesta.
-No te preocupes por tu hermana, yo cuidaré de ella. Sólo concéntrate en recuperarte- estaba dispuesto a irse cuando de pronto sintió que era tomado de la playera.
-Espera...- le dijo casi en susurro por lo débil que estaba.
-¿Qué pedo?
-¿Viniste hasta aquí sólo para decirme eso?
-Pues sí ¿qué querías?
-Al menos quiero saber porque lo haces.
-¿Neta? Andas bien pinche moribundo, ¿para qué te quito tiempo de sueño?
-Por favor, dímelo- le mira suplicante.
-Tus ojos...
-¿Qué...?- de pronto pareció entender lo que decía y giro su cuerpo al otro lado.
-¡Tranquilo! Te vas a lastimar.
-Estoy bien, sólo no los veas.
-De acuerdo... pero ¿qué pinche mosco te pico?
-Recibí mucho acoso por el color de mis ojos, todos decían que era un fenómeno. Y ni es tan raro el color. Pero... - suspira- por eso uso pupilentes.
Leonardo al igual que Adam son muy populares entre sus compañeras y la clientela. Aunque a ambos les da igual, Adam porque no se lleva bien con las personas y Leonardo sólo piensa en ser un buen ejemplo para su hermana menor y teniendo una novia le quitaría tiempo para cuidar de Lidia.
-Pues eso es una mamada, de fin el mundo siempre te va a criticar estes bien o no. Además uno no le tiene que darle gusto a los demás, lo que importa es que tú te sientes cómodo. Porque haber ¿si uno tiene problemas te ayudan? Pus no, pinches culeros, hasta que no te ven bien pinche jodido no estan contentos.
-¿Qué?- le miró sorprendido y fué como si sólo necesitara de esas palabras para sentirse realmente vivo- Tienes razón- sonríe ampliamente- tienes mucha razón.
Leonardo nunca había sido vanidoso pese a su atractivo físico y la razón es que él es muy inseguro. Apesar de ser de piel clara; tener un hermoso cabello azabache y ojos color violeta, nunca se vió como un buen partido para alguien.
-De hecho esas palabras me las dijo Alejandra, un poco diferente pero el punto es el mismo.
-Ya decía, ella no habla así. Gracias por todo Adam, me divertí mucho, no sabía que fueras tan agradable.
-Pus tú igual Leonardo.
-Ay, no. ¿A todos les dices por su nombre? Al menos dime Leo que con Leonardo me siento regañado.
-¿Aunque sea menor que tú?
-¡Tengo veinte! No cuatrocientos años.
-Pues si, es que ya me acostumbre a hablarles a todos por su nombre así tal cual.
-Anda, inténtalo.
-Ya pues... Leo. ¿Satisfecho?
-Mucho.
-Entonces ya me voy.
-Bien, muchas gracias por pensar en mi hermana. ¡Ah!
-¿Qué?
-Evadiste el tema y yo como todavía estoy medio así, se me olvidó.
-¿Qué tema?
-¿Qué hizo que quisieras cuidar de mi hermana?
-Bueno, pues... yo también tengo a un hermanito y a otro que también quiero como a uno y... pues me gustaría saber que si algún día me pasa algo hubiera alguien que cuidara de ellos.
-Yo lo haría- Adam le mira sorprendido sin lograr pestañear- hoy viste por mí, mañana veré por ti. ¡¿Qué?! ¿Por qué esa cara?
-Nada... es que me sacaste de onda.
-¿Por qué?
-Pus lo dijiste así nomas. Y no sé... jamás esperé una respuesta así de alguien a quien técnicamente apenas estoy conociendo.
-Me gusta pagar siempre mis deudas- sonríe.
-Sale, gracias- responde el gesto.
-Adam...
-¿Si?
-Visi... - y hasta ahí llegó su energía, pues cayó completamente dormido.
-Claro, vendré a verte otro día- pero afortunadamente él logró entender lo que Leonardo quería decirle.


                                        ☆


Ese día se fue como agua y en un abrir y cerrar de ojos Adam estaba nuevamente en la casa de Jonathan. Ellos hablaron de lo que hicieron en el día como ya es costumbre. El pequeño habló de Daniel, le comento que había estado enfermo, pero que afortunadamente ya se encontraba mucho mejor. Eso hizo que Adam se relajara un poco, pero aún así deseaba tanto verle, pero eso no iba a ser posible ya que sus padres prometieron regresar pronto.
-¿Y tú qué me cuentas?- pregunta muy curioso Jonathan.
-Fui a ver a un compañero de trabajo al hospital.
-¡¿Esta bien?!
-Si, gracias por preguntar. Ya se ve mejor, sólo le hace falta un poco de reposo. El doctor me dijo que gracias a que es un chico sano se esta recuperando rápido.
-Que bueno.
-Si, es un buen chico.
-¿Es tu amigo?
-¿Eh...? No.
-¿Por qué? ¿Se llevan bien, no?
-Creo que sí.
-¿Entonces si son amigos?
-Viéndolo así, pues si suena lógico.
Las palabras de Jonathan siempre lo hacían muy feliz. La naturalidad con la que los niños toman las cosas es admirable, quizá sí las personas fueran más honestas serían más felices.
《-No, creo que hay verdades que es mejor no saber. Nah, crecer da asco》
-Por cierto, ya el viernes es la obra ¿verdad?
-Si, ¿vas a venir a vernos?
-Claro. Por nada del mundo me lo voy a perder.
《-Rayos, sueno como todo un padre》
-¡En serio que si voy a ir, eh!
-Si.


                                        ☆


Por alguna extraña razón, Leonardo se sentía muy feliz. Era raro, pero al hablar con Adam se sintió cómodo, tanto como nunca en su vida se había sentido. Era como si hubiese encontrado a su mejor amigo... ¿amigo? ¡Si, amigo! Adam era único, de aquellas personas que uno encuentra rara vez en la vida, con el que puedes ser tan cual como eres y no te crítica ni te ve como un bicho raro. Y... hasta ahora cabía en cuenta que era el primero en conocer a su hermana. Pero lejos de preocuparle, se sentía aliviado. Si habla florido pero es buena persona.


                                        ☆


Daniel ya se sentía completamente recuperado y quizá mañana podría visitar a Jonathan, ya le extrañaba, además no pudo agradecerle apropiadamente por haber cuidado de él. Pero lo que Daniel no sabe es que quizá con un poco más de suerte y logra ver también a Adam.
Notas finales: gracias por leer :) regreso en unas semanitas :)

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