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¿Los errores de los padres son también los de los hijos? por AOI SALUJA

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Notas del capitulo: hola! espero hayas tenido un buen lunes y tengas una mejor semana :)
# Capítulo 31: Platicas con aroma a café y canela. #


-Yo... no soy una buena persona... -menciona cabizbajo Adam-. Quizá...

-¡No sigas! -pide alterado Daniel-. Sé lo que vas a decir. Pero no quiero que te alejes... por favor...

-Te necesitamos -continúa Jonathan-. Además no hiciste nada malo. Tú no los metiste ahí. Querías ayudarlos... pero... eras sólo un niño... y... y...

-Así es... aún con el miedo, tú querías salvarlos. Seguro pocas personas habrían pensado en ello incluso siendo adultos. ¡Así que no eres culpable! Y no eres mala persona... Te quiero y deseo que seas mucho pero muy muy feliz.

-Y yo siempre te estaré agradecido. De no ser por tí, esa noche en la panadería... esos chicos... yo tenía mucho miedo, por ellos y... por mis papás, pero tú me salvaste. En verdad... agradezco que estés aquí con nosotros.

-Dani... Jonathan...

-¡Adam! -ambos niños lo abrazan fuertemente-. Te queremos mucho-.

-Gracias... -suelta a llorar-. Yo también... los quiero un chingo.

Se quedaron en esa posición por un largo tiempo. Todos necesitaban de aquél contacto. Daniel deseaba demostrarles lo importantes que son para él. Por su parte, Jonathan temía no decir las cosas en su momento. La pérdida de sus padres le había hecho cuestionarse muchas cosas y por supuesto ahora más que nunca deseaba hacer todo lo posible por cuidar y hacer felices a las personas que ama. No iba a dudar, después de todo, vida solo hay una. Mientras que Adam deseó por tanto tiempo escuchar esas palabras, quería que alguien lo escuchara y lo hiciera sentir seguro, fuerte y amado. Deseaba con desesperación, confiar en alguien.

...

Fueron tantas las emociones que liberaron que, sin darse cuenta, cayeron profundamente dormidos. Y Adam tuvo un agradable sueño. Era su madre Josefina cantando, como cuando lo hacía para hacerlo dormir.

-¿Mamá?

-Hijo -se acerca y lo toma delicadamente del rostro-, mira nada más. Estás tan grande y apuesto.

-Gracias -desvía la vista al piso avergonzado-. Y tú tan hermosa como siempre.

-Por Dios, vas a hacer que me sonroje bebé.

-Pero es verdad -la toma delicadamente de las manos-. Por cierto mamá.... ¿por qué no había podido verte antes?

-Quizá ahora lo pudiste hacer porque te sientes en paz contigo mi niño.

-¿Me siento... en paz?

-Si. Aunque siempre se diga "hasta que te ames a tí mismo puedes amar a otros," lo cierto es que cuando amas a alguien y esa persona corresponde el sentimiento, descubres que eres capaz de amarte también. Y lo que tú necesitabas era que alguien escuchara tu historia sin juzgarte, sin cuestionar, alguien que creyera en tí. Lo que deseabas bebé, era amor. Y seguro no lo decías por vergüenza, pero ya vez, ellos no te hicieron sentir incómodo, ¿verdad?-Adam niega con la cabeza-. Por eso ahora te sientes tranquilo, por tener a maravillosas personas a tu lado en las que confías y al mismo tiempo creen en tí. Por poder amar y ser correspondido.

-Amar.

-Sí. Haz crecido bien mi niño. Ahora disfruta la vida. Sé feliz mi pequeño.

-Gracias mamá -se despide con una gran sonrisa-. 

......

Adam despertó y lo primero que vio fue la sábana que los cubría, luego el reloj de pared que marcaba las doce en punto.

-"Ya es muy tarde"- pensaba al tiempo que observaba a sus hermanitos-, y me duele un putero la cabeza.

-¿Adam? -Jonathan fue el segundo en despertar, observó al mayor y luego a Daniel-. ¿Ya llegaron los tíos? ¿Qué hora es?

-Es media noche. Y si, supongo que alguno de ellos fue el que nos tapó.

-¿Chicos? -finalmente despierta Daniel o al menos lo intenta porque empezó a cabecear mientras miraba a todas partes.

-Será mejor que te lleve a la cama -Adam carga a su hermano y lo mete entre las sábanas- ¿Te cargo también Jonathan?

-¡No gracias! -niega con amabas manos al tiempo que sonríe tímidamente.

-Bien -suelta una risita, no podía evitar hacerle bromas a los niños. Ahora entendía lo divertido que es tener hermanos menores.

-¿Tu no vienes? -pregunta al verlo caminar hacia la puerta.

-No, voy a que me dé un poco el aire. Me duele la cabeza.

-¡Hay canela y café en la cocina! -Adam le mira extrañado, se acerca a él y sonríe-. Es que Ale me dijo que era tu remedio para todo.

-¿Puedo usar tu cocina?

-¡Claro! Esta también es tu casa -se acerca a abrazarlo y Adam sintió nuevamente ganas de llorar. No podía creer que se hubiera hecho tan chillón en una noche.

-Gracias Jonathan.

-De hecho ya no tengo sueño, vamos, ¿sí? -lo toma de la mano y bajan las escaleras. Mientras lo hacían vieron a Enrique en la mesa con un sinfín de papeles.

-El tío esta despierto.

-Entonces mejor no te tomo la cocina, gracias -paran a medio camino- No quiero interrumpir.

-¿Niños? -Enrique había volteado la vista y vio unas sombras, así que se acercó a ellos.

-¡Tío!

-Señor, disculpe, solo iba a tomar algo. Pero mejor lo hago en la mañana.

-No, que va. Ustedes hagan lo que tengan que hacer. No me presten atención, hagan de cuenta que no estoy aquí.

-No, en verdad...

-¿Cómo de que no? -sube las escaleras, con un brazo carga a Jonathan y con la mano libre toma a Adam para hacerlos bajar.

-¿Qué van a tomar? Leche... chocolate...

-Santi quiere café.

-Ah~ café. Creo que también me hace falta a mí. Tomen asiento, yo lo preparo.

-Pero...

-Aquí he preparado un sinfín de veces café. Ya se las medidas, tu confía.

-A Santi le gusta con canela.

-¡Canela! Si -hace la cabeza para atrás en clara muestra de placer-, café con canela es lo mejor.

A Adam no le quedó más remedio que dejar a su papá prepararlo. Y pronto entendería el clásico de los progenitores de "haz como si no estuviera aquí."

-El tío siempre toma el café en esta casa- comenta Jonathan a Adam-. Parece que a la tía no le gusta el aroma o no sé quizá solo no le gusta. Por eso cuando había oportunidad papá le dejaba prepararlo y tomarlo aquí. Era en momentos como ese que podía ver sonreír a papá.

-Vaya.

-De hecho aunque nunca lo tomen en casa, el tío siempre tiene guardado un sobre en la alacena.

-¡Ah! -le mira sorprendido- entonces esa vez tome de "ese sobre," ¿verdad?

-Si -sonreí.

-¿No los regaño por mi culpa?

-No, ya lo tenía abierto. No sé si se dio cuenta de que le tomamos, pero no nos dijo nada.

-Ya en un rato esta -se acerca Enrique a los chicos- ¿de qué hablan?

-De películas de Jackie Chan -responde rápidamente Jonathan.

-A Dani le gustan mucho -sonríe su papá- a mí me encantan las de volver al futuro, son muy buenas, ¿no?

-¡Si a mi me gusta la primera! -responde animado el niño.

-¡Esa también es mi favorita! -dice Adam con una sonrisa de niño-. Pero la película que más me gusta, así mi favorita favorita es León el profesional. A Alejandra al tío y a mí nos hizo llorar un chorro el final.

-Esa no la conozco -menciona Jonathan-, pero mi favorita es la de... el derecho de los pobres, aunque también se me hizo muy triste.

-Definitivamente, Samantha estaba llorando cuando la vio. Y hablando de mi esposa, a ella le encanta a toda máquina. A mí también me gusta esa.

-Si, esta muy divertida -agrega Adam.

-¿Verdad? A Samantha le gusta mucho esa película, aunque su actor favorito es Abel Salazar. De hecho a nuestro primer hijo... -de pronto hubo un silencio sepulcral. Enrique se había dejado llevar por el momento, tanto que fue doloroso.

-¡El café! -grita Jonathan al ver todo el vapor que salía de la olla.

-¡Se me había olvidado! -Enrique se dirige rápidamente a la estufa.

-Adam -susurra el niño- ¿el tío iba a hablar de ti?

-No lo sé. Pero... de pronto... ¿Será buena idea decirles? -voltea la vista y ve nuevamente aquellas hojas con las que momentos antes estaba trabajando su padre- ¿O no es buen momento?

-¿Te refieres al trabajo? Los tíos normalmente trabajan hasta tarde o al menos eso fue lo que me dijo Dani. Pero... yo creo que siempre es buen momento para reencontrarse con la familia.

Y ahí estaba otra vez Jonathan con sus sabias palabras. Con la madurez de un adulto y la sinceridad de un niño.
Notas finales: la escena de adam y su mamá fue una referencia de sexto sentido, en verdad amo esa película y me pareció de lo más bonito eso de que uno tiene una segunda oportunidad para despedirse haha y si, no podía evitar lo de las películas, en verdad que las amo!!! muchas gracias por leer :)

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