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¿Los errores de los padres son también los de los hijos? por AOI SALUJA

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Notas del capitulo: gracias a
*megu-chan
*momo-chan
*mayu-san
*dark kirito
*a ti
# Capítulo 6: De trabajo y escuela. #

                                 
La mañana llegó y Jonathan se removía con pereza entre las sábanas, mientras que Daniel ya se había levantado de la cama.
-Ay~ Dani... no me puedo levantar ¿cómo luces tan fresco?
-No sé... pero te puedo ayudar-. Se acerca a su amigo y empieza a hacerle cosquillas.
-¡Ya ya ya! ¡Ya me desperté! ¡En serio me desperté!
-Umh...
-¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
-¿En serio duermes bien conmigo?
-Si ¿por qué?
-Yo me muevo mucho...
-Es verdad, me tiraste de la cama dos veces- sonríe-. Pero eso fue muy  divertido.
-¡Lo lamento tanto! Yo no...
-Esta bien, descuida. Me gusta dormir contigo-. Y por mucho, Jonathan pensaba que estar en la casa de Daniel era más relajante que en la suya.
-Mamá dice que cuando conoces a alguien al que quieres mucho es porque algo bueno hiciste en tu vida pasada. Seguro yo debí haber hecho algo realmente bueno como para que en esta vida te conozca a tí Jonathan.
-Vaya, no lo sabía. Pero... yo no creo ser alguien bueno en tu vida. Mis papás me dicen que solo soy...- baja la mirada.
-¡De eso nada!- se tumba sobre él-. Eres muy especial para mi. Te quiero mucho muchote. ¡Ah, ya se!- se levanta de golpe de la cama-. Te voy a presentar a mi hermano mayor.
-¡¿Tienes un hermano?! No lo sabía...
-Pero este va a ser nuestro secreto ¿si?
-¿Tus papás tampoco lo saben?
-No, por eso si no les dices, te voy a estar muy agradecido.
-¡Te lo prometo! ¡Palabra de mejores amigos!
-Sabía que podía confiar en ti.
Jonathan estaba emocionado por compartir un secreto con Daniel, pero también lo hacía para conocer a ese chico. Sabía que su mejor amigo podía llegar a ser extremadamente ingenuo y eso le preocupaba, pero si conocía a su "hermano" podía llegar a estar más tranquilo al saber si era bueno y así dejarle convivir con él o si era malo, protegerlo a toda costa.
-¡Ya hay que bajar a desayunar!
-¡Si Dani, ya voy!


                                 

-¿Ya estas lista Alejandra?
-Si~. Y con mucha flojera Adam.  Aunque ya sea pasadito de medio día.
-Yo igual, tengo un chingo de hueva. Todo por el cabrón del coche.
-Si, que grosero, tocando el cláxon y con su música a más no poder toda la madrugada mientras daba vueltas por las calles. Seguro no dejó dormir a nadie.
-Yo digo.
-Pero aún sin el loco ese... no sé, como que tú no podías dormir ¿no?
-¿Por qué lo dices?
-Te veo algo decaído. ¿Hay algo que te preocupe?
-Nada... ya ves, que luego no me puedo dormir así nomas.
-Mentiroso~. Pero si no deseas hablar ya no preguntaré. De todos modos sabes que puedes contar conmigo.
-Gracias- acaricia su cabeza-. Pero no te preocupes. Ya haz hecho un chingo por mi.
-Claro que no- responde aberrinchada-. Jamás podré pagarte por toda la ayuda que me brindas. ¡Además, te quiero mucho! Y si, ya sé lo que me vas a decir. Así que de castigo me tienes que comprar una dona de chocolate. No, mejor que sean ¡dos donas de chocolate! cuando terminemos el trabajo.
-Pero yo salgo más tarde.
-No importa, me doy otra pasadita por allá y te espero en la banquita del parque, o si quieres...- usa un tono más meloso- puedo pasar por ti al trabajo.
-Le vas a dar mucha vuelta. Mejor yo te lo llevo a la casa.
-¡No Adam! Tiene que ser algo romántico.
-¿Para qué? Si es solo es pan.
-Ya, esta bien. ¡Entonces que sea también una de azúcar!
-Sale, te lo llevo al rato.
-¡Gracias Adam!-. No era esa su intención, pero igual, ¿quién rechaza un delicioso pan?-. Mira, el señor Julian ya llegó. Anda, corre no hay que dejar que cargue las mesas.
Los chicos llegan al lugar, saludan al señor y entran a ponerse su uniforme. Ya listos Alejandra y otra chica salen a atender a los primeros clientes del día. Mientras que Adam ayuda a llevarse algunos vasos de vidrio que faltaron lavar del día anterior.
-¡Señorita! Dos órdenes de pastor y una de tripa para acá por favor.
-Con mucho gusto, en unos minutos les traigo su orden-. Responde Alejandra con una cálida sonrisa.
-¡Jóven!-. Jalan con fuerza de la camisa a Adam y éste voltea intentando disimular su molestia porque lo hayan agarrado de esa forma cuando venía cargando objetos de vidrio.
-¿En qué le puedo servir?
-Hola guapo, ¿qué me recomiendas?- pregunta la señora.
-Los de pastor estan al 2x1 hoy. Pero los de suadero son mis favoritos.
-De suadero ¿eh? Bien, entonces van a ser cinco órdenes de suadero por favor-. Le guiña el ojo y sonríe coqueta-. Tengo mucho dinero.
-Ahorita se los traigo.
Adam sentía repulsión por ese tipo de clientes, además de que le recordaban a cierta persona. No faltaban las que hicieran insinuaciones y hasta las que cínicamente lo tocaran. Y aún asi, jamás les dejaría esas clientas a sus compañeras, porque sabía lo que podían llegar a hacer. Si una chica les atendía eran terriblemente prepotentes y deseaban a toda costa humillarlas. Tanto así, como para dejarlas llorando. Y si a algo es débil Adam, es a las lágrimas reales, porque eso sí, cuando alguien fingía hacerlo él inmediatamente se daba cuenta.
-¡Ya salieron los que me pediste!-. Le dice uno de los taqueros a Adam.
-Gracias-. Los toma, respira hondo y va de nueva cuenta con la señora-. Aquí tiene, buen provecho.
-Gracias amor.
-Para servirle-. Era en momentos como estos que deseaba se le atoraran los gorditos de la carne. Pero eso jamás pasaba. Bien, igual el karma le llegará, pensaba.
-Oye~-. Una mujer imita la misma acción que la señora anterior.
-¿En qué le puedo servir?
-Quiero dos ordenes de pastor, tres de suadero y dos de tripa.
-De acuerdo. ¿Le repito la orden?
-Si-. Le observa cínicamente de forma tan sucia que, si una mirada embarazara Adam ya estaría esperando un hijo.
-Van a ser dos ordenes de pastor, tres de suadero y dos de tripa.
-No~-. Le toma de la mano-. Haber guapo. Te explico otra vez para que me entiendas. Van a ser dos de suadero, tres de pastor y tres de tripa.
-Bien, haber~-. Respira hondo y repite la orden-. Entonces van a ser dos de suadero, tres de pastor y tres de tripa.
-No ricura, se que te pongo nervioso y por eso no estas poniendo atención ¿verdad? Mira, te explico otra vez.
Y ese era solo el comienzo.


                                 


-Niños, todos los años los grupos hacen una obra ¿verdad?
-¡Si~!
-Pues en este año también, aunque por la falta de participación de los niños, dígase sólo sus compañeros varones. En esta ocasión solo ellos van a actuar. Así que ahora toca ver quienes van a participar en ella por medio de la tómbola. ¿Listos?
-¡Si~!
-Bien, el que va a representar el protagonista masculino es...- la maestra saca el nombre de uno de sus alumnos y lo lee en voz alta-. ¡Jonathan!
-¿Yo?
-Si, ven. Te voy a dar una copia de la obra-. El niño obedece a la profesora y pasa al frente para recibirla.
-Gracias.
-Se que vas a hacer un buen trabajo. Anda, ahora ve a tu lugar.
-¡Si!
-Muchas felicidades Jonathan-. Le susurra su mejor amigo.
-Gracias Dani, solo espero no tener que hacerlo con alguien que me caiga mal.
-Esperemos que no. Voy a pedir mucho para que sea con alguien con el que te lleves bien.
《Estaría bien si fuera contigo》
-Bien, ahora quien representará el personaje femenino es...- ¡Daniel!
-Si funcionó-. Le dice Jonathan a su amigo antes de que vaya con la prefesora.
-Si-. Le sonríe y pasa a recoger su copia.                                 




Después de algún tiempo de práctica y aprendizaje, las clases terminaron y los padres de Daniel fueron por los dos amigos.
-Hola niños.
-Hola tía, tío.
-Hola mamá, hola papá.
-¿Cómo les fué hoy?- pregunta el señor Enrique mientras arranca el auto.
-Bien...- se miran mutuamente y después sonríen-. Gracias.
-Eso es muy bueno niños. ¿Alguna novedad?
-Ninguna papá.
-Ya veo.
Jonathan y Daniel jamás hacían mención de los eventos. Sabían que sus padres no podían asistir a ellos, aún si en esta ocasión les tocaba ser los protagonistas de la obra, no lo contarían. Porque comprenden que no siempre se puede.
-Servidos chicos.
-¡Gracias tíos!
-Muchas gracias papás. Tengan un buen día.
-Igualmente. Coman bien y recuerden...
-¡Lavarse los dientes!
-Muy bien, eso es.
Los niños entran a la casa y el coche se va.
-Oye Dani.
-Dime.
-¿Quieres practicar un poco?
-¡Si! En la escuela no puedo hacerlo muy bien. La verdad me da un poco de vergüenza.
-¿Por qué tu personaje es de niña?
-N-no exactamente. Es... porque, ya sabes. Se me hace incómodo hacer ese tipo de escenas. Las románticas... ¡lo bueno es que es contigo!
-¿En serio?
-Si, como somos amigos lo hace más fácil.
-Es verdad, pero si te llegas a sentir incómodo dime para que tomemos un descanso ¿si?
-¡Bien! Tú igual.
-Si. Comenzamos.
Se miran mutuamente.
-Tú empiezas Jonathan.
-Ah... si~. ¿No tienes hambre?
-¡Si, mucha mucha! Vayamos a comer algo.
-Claro- sonríe nervioso.
"Es más difícil de lo que creí " pensaban ambos niños.

                                 



-Al fin~. Ya quiero regresar a casa. ¡Pendejo! Aún faltan las donas de Alejandra-. Sigue su camino por unas cuadras más hasta llegar a la panadería. Entra, escoge el pan que le pidió la chica y unos más para su padre. Se acerca para que le cobren y es recibido por una jovencita.
-Bienvenido. ¿Es todo?
-Si, gracias.
-¿Bolsa de plástico o de papel?
-De plástico por favor.
La chica mete los panes y le cobra.
-Gracias.
-A usted, vuelva pronto.
Adam sale de la panadería y ve un poco más adelante a un niño que batalla con su bolsa de pan. Así que se acerca a ayudarlo.
-¿Ey, estás bien?
-R-rompí la bolsa con-con mi uña-. Dice el pequeño niño de cabello y ojos color café lleno de lágrimas-. Y no tengo más dinero para comprarme otra.
-No te preocupes, yo ahorita te la compro-. Voltea de un lado a otro-. ¿Vienes solo?
-Si...
-Bien, entonces ven conmigo que es peligroso que te quedes así y más a esta hora.
-Si...
Adam y el niño entran nuevamente a la panadería.
-Buenas noches ¿te puedo molestar si me vendes una bolsa plástico?
-¡Lo siento mucho! Ya no hay.
-Bueno, entonces una de papel, por favor.
-¡Si!
Adam paga y la chica le entrega su bolsa.
-¿Puedo poner tantito mis panes aquí?
-Adelante.
Saca sus panes de dulce para dejarlos en una charola y le ayuda al pequeño a meter sus bolillos en la que antes era su bolsa.
-Ya esta.
-¡Muchas gracias!
-No hay pedo-. Mete sus panes a la bolsa de papel y mira al niño-. ¿Tienes padres?
-Si.
《Pinches ojetes, dejándo a un niño comprar solo en la noche》
-Anda, ve a tu casa.
-¡Si, gracias!
El niño sigue su camino y es seguido por Adam, quien venía protegiéndolo de un grupo de jóvenes que se veían con malas intenciones.
-¿Vives por aquí?
-No, solo voy a visitar a un amigo.
-Que bien, también mi amigo vive por aquí.
《¡Ey~! ¡No andes dando esa información tan a la ligera!》
-Ya veo. Eso esta chido ¿no?
Después de cinco cuadras más llegan a la casa del pequeño.
-¡Aquí vivo!
-Ta bueno. Ve con cuidado.
-¡Si!- va hacia Adam y lo abraza-. Gracias por todo-. Y se echa a correr a su casa.
Pinches culeros, hasta acá escucho sus pinches carcajadas. Si no tenían nada que hacer debieron haber acompañado a su hijo.
《¡Dani! Hoy conocí a un chico genial. Espero ser así cuando sea grande- sonríe-. Y también espero que tu hermano mayor sea tan genial como él.




-¡Adam~! ¡¿Por qué tardaste tanto?!
-Perdón Alejandra. Es que... tenía cosas que hacer.
-Bien, lo bueno es que ya estás aquí. Me preocupé mucho. Bienvenido a casa.
-Gracias. -¿Gustas café?
-Yo lo preparo.
-¡¿En serio?!
-Si.
-¡Me siento tan amada!
《Ese niño tenía la misma edad de Dani... me pregunto si lo tratarán igual》
Notas finales: gracias por leer

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