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Crónicas de un aprendiz de nigromante por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola

Ya esta aquí el segundo capítulo de esta historia, espero lo disfruten.

Estamos en una casa, en un pueblo muy bonito  donde casi todo es verde. El sol es muy brillante, el cielo muy azul y todo huele a flores. El pueblo es pequeño, aunque moderno. Ione y yo estamos sentados en un sofá floreado y Kiran delante de nosotros, con los brazos cruzados.


— Lo que importa es que no hubo muchos daños. Pude ocultar a la mayoría de los zombis desde la ventana  y ya era tarde para que las personas los vieran.


— pudiste ocultarlos… ¡Apenas pude llegar para sacarlos de allí antes de que llegara el parlamento! Todos están alerta por lo que acaba de pasar con los ataques y las maldiciones para añadir una horda de zombis en una ciudad.


— Lo siento…— decimos al mismo tiempo Ione y yo.


— ya, solo… que no vuelva a pasar, no podemos estar cambiando de lugar cada que pase algo así— Morrigan maúlla, alto y se aleja de nosotros.  Lo que acaba de decir Kiran no tiene nada de sentido para mí— ¿Hanley? ¿Pasa algo?


— es así. Cada que pasa algo como eso tenemos que irnos, no podemos quedarnos mucho tiempo en el mismo sitio porque siempre hacemos cosas como esas. Tú me estas tratando como si fuera como ustedes y yo soy un nigromante. Un ni-gro-man-te a medias, pero puedo ver espíritus e invocar zombis, que es lo que hace todo nigromante. Es normal estar moviéndonos y escondiéndonos a donde sea que vayamos. Incluso aquí… el cementerio esta cerca, en esa dirección— señalo con el dedo.


— Kiran, no puedes pedirle que deje de hacer esas cosas… eso… creo que sería como pedirme que deje de crear ilusiones o que tú dejes de sanar a los demás. Además, Hadrien aun estaba enseñándole.


— ¿Puedes intentar no hacer mucho alboroto?


— bien.


— No voy a encerrarles esta vez, pero si llegan a verse en peligro huyan, Ione tú sabes  dónde encontrarme.


— Deja de ser tan paranoico Kiran. No puedes sentir a Han como nigromante a menos que haga zombis, nadie va a venir a buscarnos.


— eso espero.


— ¿Dónde estamos?— Pregunto, mirando por la ventana.


— es un lugar seguro… Hanley, no he preguntado pero ¿Tienes una idea de donde puede estar Hadrien?


— ¿Ah? No.


— Pero los nigromantes pueden saber el futuro, todos saben eso.  Vi a Hadrien hacerlo muchas veces, es una habilidad muy útil.


— así es.


— entonces ¿Puedes hacerlo? Si haces preguntas al menos un lugar más especifico…


— Lo siento, no puedo hacer eso— el rostro de Kiran deja de lucir emocionado cuando digo eso, ahora luce como si le acabaran de decir que no volverá a tener regalos nunca más. Morrigan se restriega en mis piernas para que la acaricie.


— pero has dicho que los nigromantes pueden…


— cualquier otro nigromante podría. Yo solo puedo ver a los espíritus, pero no les puedo hablar. No me escuchan cuando les hablo y no acuden a mí para hablarme, puedo intentar hablarles pero no me van a responder— siempre es a Hadrien a quien buscan y con quien hablan, aunque a veces se con seguridad cosas que no podría saber de ningún modo, Hadrien cree que es el inicio de esa comunicación con los muertos, algo todavía muy inconsciente. 


— entiendo.


— debiste preguntarle a Hassim.


— el dijo que no me diría.


— lo hubiera hecho si hubieras llegado a un trato con él. Es un ifrit después de todo, y si le hubieras ofrecido  algo que le interesara tendrías lo que quieres. Ah, aunque hay muy pocas cosas que le podrían interesar a un ifrit.


— entonces puedo buscarle…


— creo que perderías el tiempo, él lo sabrá y se habrá ido ya para que no le encuentres— esto es algo que no podría saber, no sé porque lo he dicho— Hassim es muy amigo de Hadrien… Kiran ¿Por qué quieres encontrar a Hadrien? No paras de repetirlo.


— porque…—  el tartamudea, dice cosas que no entiendo. Suspiro.


— entiendo. Tengo sueño, me voy a dormir.


— Pero si es de día— me encojo de hombros. No hemos decidido que habitación será la de cada quien, porque aquí hay más de una. Me dirijo a la primera puerta. No he dormido y si quiero dormirme ¿Hace cuanto dormí? Ya no se cuanto tiempo llevo despierto desde que Kiran me hizo ir a ese lugar.


Despierto cuando esta amaneciendo. Hace mucho que no estaba en un lugar tan tranquilo, incluso hay aves cantando. Ya no me siento cansado, pero tengo hambre… sigo con los zapatos puestos, camino a  la puerta. Vi una cocina cuando estábamos aquí, quizá tenga comida. Morrigan está en el sofá, durmiendo y no hay nadie más aquí. Kiran dijo que no iba a encerrarnos otra vez, podríamos irnos ahora mismo sin que nadie sepa  a donde iremos. La puerta ni siquiera está asegurada. En lugar de salir, regreso a la cocina, tropiezo con una alfombra y para sostenerme sujeto el mantel de la mesita de la sala, todo lo que está arriba cae al suelo.  Cuando termino de levantarme, veo que la puerta de la otra habitación está abriéndose.


— lo siento,  no quería despertarte.


— ¿Qué paso?


— me caí.


— ¿Por qué?


— ¿eh? Tropecé… Ione ¿sigues dormido?


— no, no, para nada… estoy despierto, estoy despierto.


— parece que tu cabello va a evolucionar ¿seguro que no vas a tener un poder sorprenderte ahora mismo? ¿Volar? ¿Teletransportación? ¿Te pondrás a gritar mientras luchas por salvar el universo? Quizá vayas a convertirte en un gorila gigante — Ione intenta peinarse  con la mano, pero su cabello sigue volando por todos lados.


— mi cabello no tiene nada que ver con que pueda aparecerme en cualquier lugar. Y no voy a convertirme en un gorila gigante, hasta donde sé, nací en este planeta y no tengo cola de simio. 


— oh, entonces ya sabes Teletransportación.


— ¿Qué estabas haciendo?


— Tengo hambre— ahora sí parece despierto. Voltea a ver la cocina.


— Kiran no dijo nada de comida. Se fue antes de que me durmiera ¿sabes cocinar? Violet siempre cocina cuando estamos juntos— la cocina si tiene comida, o ingredientes para hacer comida porque no hay nada preparado— ¿Por qué no solo trajo cereal? Eso sí puedo hacerlo.


— umm. Cocinar no debe ser tan difícil, puedo intentarlo.


— ¡No! es decir… ¿no sería mejor conocer dónde estamos y buscar algo para comer fuera?


— ¿tienes dinero?


— estúpido Kiran…— murmura— cocinar puede ser peligroso, Han. Si quemamos la casa… no, el pueblo entero, Kiran va a darnos el sermón de nuestras vidas. Le llamare y le diré que tiene que traer cosas más sencillas.


— si está ocupado no vendrá, y no podemos esperar a que siempre venga.


— ¿has cocinado alguna vez?


— no, pero no debe ser diferente a cuando hago pociones y llevo años haciendo pociones, así que solo tengo que encontrar una receta para comenzar a cocinar algo.


— Eso suena lógico, pero me quedare aquí para que no pase algún accidente— no tenemos problemas para encender la estufa— ¿Entonces qué es lo que haremos?


— ¿algo revuelto con huevo? Podemos hacer Ramen.


— no tenemos receta para hacer eso


— ¿Nunca has visto como se hace? En las series lo he visto más de una vez.


— No creo que sea lo mismo, pero está bien, mientras se pueda comer— cocinar es como hacer pociones, es divertido y solo tenemos que poner los ingredientes al fuego y esperar a que todo esté listo— Han, ¿Puedes dejar de revolver eso como si fuera veneno?


— ¿Eh?— Ione se ha cortado más que yo, se quemo mientras ponía agua en la olla donde cocinamos y se le cayó la harina, nuestros zapatos y pantalones están blancos por eso— creo que ya está.


— no parece Ramen.


— es una nueva versión. Voy a servir— cuando abro la alacena tres platos caen derecho al suelo.


— Ya lo hago yo— también hay comida para gato en la parte de debajo de la alacena, mientras Ione recoge los trozos quebrados de los platos, le lleno el plato a Morrigan— ¿Estás seguro de que esto se come?— Me llevo una cucharada a la boca. Tiene buen sabor.


— Eso creo, no le puse nada que fuera venenoso— Ione hace lo mismo y  prueba la comida, despacio— aunque si fuera venenoso yo no podría saberlo con exactitud, los venenos no funcionan igual en mi.


— ¿¡Y hasta ahora lo dices!?


— creí que ya lo sabías. Pero no te  preocupes, esto no es veneno, los venenos nunca lucen así de mal— como él me mira sin entender lo que digo, vuelvo a comer lo que sin duda debe ser caldo de huevos— si los venenos lucieran mal nadie los iba a tomar, tampoco saben mal ¿Por qué crees que las medicinas saben mal? lo que te hace mal nunca se ve mal, reglas básicas de la elaboración de venenos y remedios.


—  nunca he hecho nada de eso.


— ¿No?— se queda viendo al plato. Hadrien siempre dijo que a los del parlamento no les enseñan lo que deberían ¿Se refería a esto? no saber preparar remedios es peligroso, aunque no puedo quejarme porque tampoco sé hacer mucha magia— bueno, quizá no sea tan importante.


— lo es, al igual que la sanación. Todo esto paso porque nadie piensa que sea importante saberlo. Violet y yo no sabemos luchar, ni defendernos. Sabemos hacer magia, pero cualquiera puede aprender eso.


— No creo que sea un gran problema, yo debería saber invocar a los muertos y hablarles, pero no lo sé hacer. Y no habrá ninguna clase sobre “Como pelear con tu enemigo” o algo así. Solo lo aprendes, como ir en bicicleta— aunque nunca he tenido una así que no se andar en bicicleta, llevar una bicicleta por todo el mundo mientras te escondes es muy complicado.


— parece que ya no quieren pelear.


— pelear siempre puede matarte. Nadie quiere morir, es normal que ahora ya nadie quiera aprender a luchar. Y ya no es tan fácil ocultarse de los humanos si peleamos, si tuviera un teléfono grabaría todo lo que pudiera, los humanos hacen lo mismo y seriamos vistos por todo el mundo, ahora… he visto muchas series para saber que no acabaría bien que el mundo vuelva saber de nosotros— Ione asiente mientras hablo.


— eso es verdad.


— Es lo que dice Hadrien, por eso prefiere actuar desde las sombras— no le puedo decir cuáles eran  los planes de Hadrien— ¿tú sabes porque Kiran esta terco con encontrarlo? Creí que ellos  eran enemigos, ahora que Hadrien no esta puede tener un descanso.


— ellos parecían cercanos, si eran muy amigos… o quizá…


— ¿Quizá?


— Quizá a Kiran le gusta, más que amigos.


—ah…


La televisión de la casa tiene muchos canales, no como el hotel donde llegamos. Kiran va y viene, a veces cuando él está aquí Ione se marcha, ya hemos visto todos los capítulos que no habíamos podido ver y aunque es un lugar tranquilo también se pone aburrido. Me la paso jugando con Morrigan en el patio o viendo televisión.


— Han, ¿Hadrien no te ha contactado?


— no.


— ¿de ningún modo?


— No— Y no creo que lo haga. Kiran voltea a ver a Ione, y él solo niega con la cabeza. ¿Por qué quiere encontrarlo? ¿Y porque me tiene aquí? dijo que era porque no quería dejarme a mi suerte, pero ¿y si solo quiere usarme para encontrar a Hadrien?


— Maldita sea ¿en qué demonios piensa Hadrien?— no me gusta que hable de Hadrien sin entender lo que pasa. Sigo jugando con Morrigan, intentado no escuchar hasta que me aburro de  nuevo y voy al patio. Kiran se va poco después, sea lo que sea está ocupado.


Solo llevamos aquí tres días, pero parece que han pasado meses desde que llegamos. Estoy tan aburrido… nunca pensé mucho en lo que Hadrien decía de los buenos, pero tenía razón: Los del parlamento nunca se divierten. Además Kiran siempre me está preguntando por Hadrien, y siempre dice cosas sobre lo irresponsable o que no pensaba que Hadrien sería capaz de hacer algo esto.  Apenas y hemos salido de la casa, no creo que me dejen ir sol… pero ahora Ione se esta bañando y Kiran no está.  Morrigan me mira desde el sofá, no hace ningún ruido mientras salgo. El lugar no es emocionante, pero no esperaba que lo fuera, después de ir por todos lados con Hadrien muy pocos lugares son interesantes realmente, yo solo quiero salir de la casa y pasear, quizá pensar en huir. Aunque quiera huir debo pensar que es lo que hare si me voy porque no tengo a donde ir, solo se hacer pociones y no tengo dinero. Podría seguir el negocio que tenia Hadrien con los humanos, pero yo no sé aparecerme ni sé como lo llevaba a cabo.


La calle que sigo me lleva a lo que parece el centro del lugar. Hay más personas de las que esperaba, y muchas tiendas de verduras y ropa, pero no entiendo los letreros ni lo que dicen las personas.  Hay una fila delante de un cine, y es donde parece haber más personas reunidas.  También es el lugar más grande que hay, seguido por tres locales de comida. Si Kiran nos da dinero podríamos comprar algo aquí en lugar de hacer experimentos con la comida, esta mañana logramos hacer cereal sin que pareciera otra cosa. Me detengo al ver un local donde solo hay videojuegos. Ah, no tengo ni una moneda para jugar… ¡Pero ese no lo he jugado! Puedo ver solamente. Para ser un lugar tan pequeño tiene los juegos de moda, y uno que otro antiguo, hay muchos chicos jugando y ninguno me pone atención. Tengo que pedirle monedas a Kiran cuando venga, que aquí no me voy a aburrir nunca, ¡Si hasta tienen maquinas de baile! Hay varios chicos compitiendo, y vaya que son geniales, no se les pasa ni una sola nota al moverse.


Este lugar nunca esta vacio, y no sé cuánto tiempo me la paso viendo y dando cuentas, hasta que me encuentro con un puñado de monedas en la máquina de baile donde estaban los chicos ¡Si que tengo suerte! Corro a las primeras máquinas, esas donde puedes apuntar con un arma de plástico y jugar mientras haces una matanza.  Lo mejor de los videojuegos es que no importa en qué idioma estén, siempre puedo  jugarlos. Juego hasta que las monedas se acaban.  Ah, quiero jugar más…  pero debo regresar por Morrigan. 


 — Ah, hola— los chicos del juego de baile— no puedo entenderte— intento irme, pero me impiden el paso, siguen hablando entre ellos, o a mí, no lo sé.  Uno de ellos me sujeta el brazo, sigue hablando y hablando.


— Han, al fin…


— ¿Me estás buscando?— Ione llega con nosotros,  me ignora para hablar con los chicos que no me dejan pasar.


— ¿usaste su dinero para jugar?


— ¿suyo? Lo encontré en el suelo junto a la máquina de baile, no había nadie— creo que les repite lo que le dije, y ese chico por fin me suelta, pero parece más molesto todavía— ¿Qué está diciendo?


— no importa, vámonos.


— Ione…— por fin caminamos. No sé cómo debería disculparme por usar las monedas, pero si no quieres que alguien las use entonces no las dejes en el suelo donde cualquiera puede tomarlas. Ione se detiene, me detengo también y me doy cuenta de que no se detuvo porque quisiera: Ese chico le sujeta del hombro y antes de que hagamos algo más, le da un golpe en la cara que le hace caer. Los chicos se alejan— ¿Por qué no hiciste nada? ¿Estás bien?


— Estoy bien, no es nada— se sacude la ropa cuando se levanta— vámonos, hay muchas personas mirando.


— pero pudiste hacer algo ¿Por qué no te defendiste? O mejor les hubieras hecho un maleficio.


— Solo son humanos, Han, y algo molestos porque no les regresamos su dinero. No es importante si podemos irnos solo así.


— entonces ellos iban a golpearme a mi ¿no? yo gaste el dinero. Se te va a poner el ojo morado, y te está sangrando la boca ¿duele?


— esto no es nada, no me sorprende que pasara, las cosas iban demasiado bien. Además, me iría peor si Hadrien se entera que deje que te golpearan, este golpe no es nada a comparación— ah… vaya. Caminamos en silencio hasta la casa, Ione enciende las luces. Kiran llega casi tras nosotros.


— ¿Qué paso?


— Dimos un paseo por el lugar— se encoje de hombros.


— ¿alguna novedad?


— No, todo está tranquilo ¿Cómo están las cosas en el otro lado?— les miro, moviendo apenas la cabeza entre los dos, con Morrigan en mis piernas intentando llamar mi atención mientras veo que podemos cenar hoy.


— No hay noticias importantes— eso quiere decir que no sabe nada aun sobre Hadrien— parece que se esfumo de la tierra. Nadie sabe nada, he consultado a todo a quien se me ha ocurrido. Hadrien siempre dijo ser cruel, pero nunca le creí capaz de abandonar de esta manera a alguien,  no después de cómo creció él. Siempre haciendo todo por su cuenta, sin considerar que ahora hay más personas…— el cuchillo que arrojo le golpea la espalda con el mango, y cae al suelo sin causar daño— ¿Hanley?


— No hables así de Hadrien.  No te lo permito— Todos diciendo que es tan fuerte… pero no necesitas magia para matar a alguien. Si tan solo el cuchillo hubiera llegado de forma correcta— Tú no sabes nada.


— Hanley, no es… yo solo estoy…— el segundo cuchillo pasa por su lado y golpea el sillón, a un lado de Ione— ¿Podrías salir de la cocina para hablar?


— yo, yo… esto no se trata de ti— estoy tan enojado de escucharles hablar y hablar como si conocieran todo. Morrigan se aleja siseando— Siempre hablas y te quejas de Hadrien, dices que te gusta pero nunca lo entendiste, siempre ves solo lo que quieres ver. Me preguntan por Hadrien  una y otra vez, hablan de él como si fuera a volver, pero no volverá ¿Tan difícil es entenderlo? Siempre supimos que esto iba a pasar— ellos no nos entienden, jamás van a entender lo que es ser un nigromante, llevar el titulo de malvado por usar magia oscura.


— ¡¿Han?!                                           


— Somos los malos… nosotros…  Hadrien sabía que algún día no iba a volver, el parlamento le buscaba, se enfrentaba a ti y… ¡Y ustedes no lo entienden! ¡Hadrien no merece a alguien como tú!


— Kiran, muévete…


— él se fue por mi culpa. Si yo supiera hacer magia esto no hubiera pasado…


— Han, nadie dice eso ¿Puedes calmarte un momento para que pueda acercarme?


— Ustedes siempre dicen que Hadrien no me enseño nada, pero solo me enseñaba lo más importante, lo que me ayudaría a sobrevivir porque no sabíamos cuando no iba a volver.


— No estoy hablando de eso, y en todo caso yo tampoco sé hacer mucho… pero ahora ah... ¿Por qué no te miras?


— ¿Qué?— Me seco la cara con la mano, no me di cuenta de que estaba llorando.  Al mover mi mano, las sombras se mueven conmigo. Estoy rodeado de sombras vivientes retorciéndose, creciendo y encogiéndose a mí alrededor. El resto de los cuchillos que están frente a mi tiemblan, escucho su tintineo ansioso por salir volando como los otros dos, solo que no estoy tocándolos.


La magia oscura que nunca antes había invocado, puedo sentirla ahora. Hadrien estaría muy orgulloso de que por fin demuestre lo que soy, pero él no está aquí. No va a verlo. 


— Ya lo viste— Ione me sonríe, delante de mí, mostrándome las palmas de las manos. No sé cómo hacer para detener esta magia.


— ¡Quiero ir con Hadrien!— él sabría qué hacer, me diría como desaparecer las sombras. Ya no puedo detener las lágrimas, tanto que no me dejan ver más que las sombras borrosas a mí alrededor, haciéndose más grandes y oscuras, moviéndose con más rapidez. Ya no solo los cuchillos tiemblan, la cocina y toda la casa parece crujir, las luces parpadean hasta que revientan los focos. Escucho el ruido de las cosas al caer y quebrarse.


— ¡Han!


— Han, lo entiendo. Yo también quiero encontrar a Hadrien. No estés asustado, esa magia, las sombras, te responden a ti. Si te calmas también lo harán.


— ¿Por qué quieres encontrarlo? Tú nunca entendiste.


— sí, tienes razón. Nunca entendí a Hadrien, pero estoy entendiendo ahora. Encontremos juntos a Hadrien.


— ¿De verdad vas a buscarle?


— Le voy a encontrar así se me vaya la vida en ello— está bien, eso está bien. Me siento más calmado, aunque no dejo de llorar. La oscuridad comienza a desaparecer.


— ¿Cómo sabes lo que tenía que hacer?


—  Tú lo has dicho, es lo que eres… cuando Hadrien se molesta mucho también aparece esa magia— lo dice como si fuera algo común para él— vamos a encontrarle— nada parece haber cambiado ahora,  pero todo lo ha hecho— sal de allí para arreglar un poco. Me quedare esta noche y yo preparare la cena— me siento muy cansado, cuando paso por su lado me apoya una mano en el hombro y me da un apretón.


— lo siento por lo que dije. No creo que Hadrien no te merezca.


Ione me extiende un pañuelo de papel cuando me siento en el sofá.


— Tu cara está muy roja— le saco la lengua cuando me limpio la cara— eso está mejor. Es mejor cuando sonríes.


— Hay que vivir sonriendo para morir contentos ¿no?— Pero eso no sirve para los nigromantes al parecer. Sé que no tenemos buena suerte y siempre nos pasan cosas desagradables. Era muy pequeño cuando mis padres murieron, y Hadrien se encargó de que yo nunca lo pasara mal. Era feliz cuando estaba con Hadrien, no ocupe mi magia  de nigromante antes hasta que me quede solo. Ser un nigromante o ser feliz, es algo que no tenemos oportunidad de elegir.

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos el próximo viernes. Les deseo una feliz navidad, que pasen lindas fiestas navideñas.


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